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La Gran Colombia
La Gran Colombia significo la unión de los pueblos de Suramérica, sin embargo, esta
solo tuvo una duración de diez años, diferentes causas de índole políticas, económicas y
sociales llevaron a su disolución.
Gran Colombia
Son muchos los factores que influyeron en la disolución de la Gran Colombia, la
crisis existente en los países que la conformaban, los caudillos, la distancia de la capital
con el resto de las ciudades importantes, entre muchas más que acabaron con el sueño
de Miranda y Bolívar.
Antecedentes
Si bien la Gran Colombia se creó en 1819 con la unión de Nueva Granada (hoy
Colombia), Venezuela, Ecuador y Panamá en un intento de unir en una sola nación a
varios pueblos del norte de la América del Sur, la nueva República fue vista por sus
naciones constituyentes más como un recurso para unir fuerzas contra el poder colonial
y prevenir su restablecimiento, que como la culminación de un proceso de identificación
social, económica y política de sociedades marcadamente desiguales en su composición
y en el grado de estructuración del poder social.1
La unión de las cuatro naciones no había sido nunca sólida por varios factores
diferenciales como el desarrollo económico desigual y la falta de vías de comunicación
entre las tres regiones del país, por lo cual la cohesión solo se mantuvo durante los años
de la guerra gracias al prestigio y a la voluntad del Libertador.5 A los miembros del
ejército se les había dado el derecho de votar desde la Constitución de Cúcuta como
justo reconocimiento al esfuerzo realizado en la campaña libertadora. En 1827 el
congreso hizo un cambio constitucional para excluir desde los sargentos hacia abajo de
tal manera que solo podían votar los oficiales.
La Cosiata
Véase también: La Cosiata
A raíz del constante embate de guerrillas realistas y por el reinante temor ante de una
supuesta "Santa Alianza" entre Francia y España para recuperar las colonias americanas,
Francisco de Paula Santander decretó el 31 de agosto de 1824 un alistamiento general
de todos los ciudadanos entre los 16 y los 50 años en el país, exigiéndole al
departamento de Venezuela un contingente de 50.000 hombres para ser enviados a
Bogotá. El general José Antonio Páez, quien venía ejerciendo las funciones de
Comandante General de dicho departamento desde 1822, demoró la ejecución del
decreto por casi un año, temeroso no solo de un motín general, sino para así demostrar
su desagrado ante las decisiones del gobierno central.
Tras una serie de sucesos, entre ellos varios alzamientos en Venezuela por el
alistamiento forzoso y las continuas presiones bogotanas para acatar el decreto, José
Antonio Páez se declaró en desobediencia el 30 de abril de 1826, asumiendo el gobierno
de Venezuela y comprometiéndose a no obedecer órdenes del Gobierno Central de
Bogotá. Bolívar, quién había sido reelegido Presidente y al enterarse de esta situación,
salió desde Lima rumbo a Venezuela el 4 de septiembre, llegando el 12 de septiembre a
Guayaquil y el 16 de noviembre a Bogotá, luego toma rumbo a Cartagena y desde allí
por mar, arribando a Puerto Cabello el 31 de diciembre. Días después Bolívar se
encontró con Páez, reafirmando su unión libertadora y el Libertador le otorga una
amnistía general y ratifica a José Antonio Páez Herrera como Jefe Civil y Militar del
departamento de Venezuela. Sin embargo, las divisiones entre venezolanos y
neogranadinos se acrecentaron en vista de la demorada a las reformas constitucionales
que pedía la ciudadanía, intensificándose en los años posteriores.
Bolívar regresó a Santafé a principios de 1827, encontrando una fuerte resistencia en los
medios políticos que se agrupaban alrededor del general Santander. La confianza que el
Libertador depositaba en sus más cercanos colaboradores militares, en su mayoría
venezolanos e ingleses, y los frecuentes excesos de éstos, agregaron un motivo más a
las divergencias existentes entre Bolívar y los miembros del Congreso. Se pensó
entonces en realizar la reforma Constitucional que se venía pidiendo desde algunos años
antes y el Congreso convocó a una nueva Asamblea Constituyente. Dicha asamblea se
reunió el 9 de abril de 1828 en Ocaña, compuesta por los representantes de las
parroquias para elegir el Congreso Constituyente que reformaría la Constitución de
Cúcuta. Se produjo entonces el inevitable enfrentamiento entre bolivarianos y
santanderistas: los santanderistas (federalistas) lograron una gran representación en
tanto los bolivarianos decidieron abandonar las deliberaciones por lo cual no se logró el
quórum. Tres meses después la convención se clausuró sin resultados.5
Esta incapacidad para ejercer la democracia y de resolver los conflictos bajo el diálogo,
la negociación y el voto, optando más bien por el abandono, fue un comportamiento que
persiguió como mal fantasma a los partidos tradicionales durante el siglo XIX y XX, y
fue causa generadora de violencia. A pesar de todo se nombraron los miembros en las
elecciones del 1 de julio de 1828.
La Conspiración Septembrina
Véase también: Conspiración Septembrina
General Francisco de Paula Santander.
Manuelita Sáenz.
Bolívar, con su ferviente deseo de ver una Gran Colombia unida, solicitó mayores
poderes como último recurso. El 27 de agosto de 1828 el Libertador asumió los poderes
legislativos e inició una dictadura. Suprimió la Vicepresidencia y Francisco de Paula
Santander pasó a la oposición al ser retirado del gobierno; dictó decretos económicos de
emergencia restituyendo impuestos abolidos y modificando la tarifa aduanera en un
sentido proteccionista; eliminó de la educación la enseñanza de Jeremy Bentham y
disolvió las organizaciones masónicas con el ánimo de apaciguar a la beligerante
oposición de los medios católicos.5 También proyectó una constitución que había
desarrollado en la que se incluía Perú y Bolivia (pues esta última ya se había separado
de Perú), con un fuerte gobierno central y una presidencia con poderes dictatoriales.
Estas medidas crearon una atmósfera de tensión, que finalmente incendiaron a los
santanderistas pues vieron en esa propuesta un retroceso a la monarquía, Francisco de
Paula Santander le escribió, para expresarle su desacuerdo con su posición; "Además, no
he luchado catorce años contra Fernando VII para tener ahora un rey que se llame
Simón I". Una facción llegó al punto de intentar asesinar al libertador el 25 de
septiembre del mismo año, conspiración en la que participó un grupo de intelectuales
granadinos entre los que se contaban el poeta Luis Vargas Tejada, Florentino González,
Mariano Ospina y Wenceslao Zulabair, acompañados del militar venezolano Pedro
Carujo, del francés Agustín Horment y del aventurero portugués doctor Arganil, quienes
penetraron en el palacio de San Carlos, dieron muerte a los soldados de la guardia y al
edecán personal de Bolívar. Este, semidesnudo, protegido por miembros de la
servidumbre y por Manuelita Sáenz, permaneció varias horas escondido bajo un puente
del río San Francisco.5
Como resultado de la conspiración septembrina, fueron pasados por las armas catorce
conjurados, entre ellos el Almirante José Prudencio Padilla, héroe naval de la guerra de
emancipación, Francisco de Paula Santander, a quien se atribuyó la autoría intelectual
del atentado y que también fue condenado a muerte, pero se le conmutó la pena por el
destierro. Se fue a Europa como exiliado político, de donde regresó para asumir la
Presidencia de la Nueva Granada en 1833, una vez consumada la disolución de la Gran
Colombia.5
Bolívar, viendo la presencia de varias agresiones por parte de los peruanos (que
desembocaron en la guerra grancolombo-peruana), marchó hacia el sur y dejó en
ejercicio del poder al consejo de ministros presidido por Domingo Caicedo. El
Congreso, reunido a finales de 1828, nombró como presidente interino al General
Antonio José de Sucre por encima de los méritos que tenía el General Urdaneta para el
cargo. El 4 de junio de 1830 Sucre fue asesinado en las selvas de Berruecos, siendo el
prematuro fin del prócer, considerado heredero político del Libertador. Este hecho
causó gran desconcierto, especialmente en la política. El proyecto de la constitución
para la Gran Colombia quedaba igualmente sin grandes defensores. Caicedo solicitó al
Congreso no expedir la misma sin antes asegurarse de su aceptación en Venezuela. Sin
embargo fue sancionada por Caicedo el 15 de mayo (sin consultas en Caracas), tres días
después de expedida. La constitución comenzó las insubordinaciones y agitaciones:
batallones comenzaron por desconocimiento del mandato de Bolívar sobre los mismos,
los concejos municipales de Pasto y de Buenaventura, al igual que la del Cauca,
pidieron ser anexadas por Ecuador. Cúcuta, Casanare y Pamplona también solicitaron
ser anexadas pero a territorio venezolano. Las críticas por parte de los habitantes de
Perú sobraban al negarse a formar parte de la dictadura. Bolívar entonces renunció la
presidencia el 4 de mayo de 1830, quedando entonces Domingo Caicedo como
presidente interino. Al día siguiente, 5 de mayo, el Congreso Admirable aprobó una
nueva Constitución que mantenía la unidad de la Gran Colombia pero nunca llegó a
entrar en vigor.
Separación de Venezuela
Tras varios años de intentos por conciliar las posturas de los federalistas y centralistas,
la separación de Venezuela empezó a concretarse en 1826 con el movimiento de La
Cosiata de José Antonio Páez. Bolívar, al ver una inminente separación de esa región de
la Gran Colombia, convocó el 20 de marzo de 1830 a una asamblea constituyente con el
fin de conciliar las diferentes facciones que se crearon en la República y evitar la
disolución. Este fue llamado Congreso Admirable por el grupo de personas eminentes
que asistieron; a pesar de conciliar en cierta forma las diversas ideologías, no se logró
concretar la unión de las regiones en torno al mando de Bogotá.7
Separaciones de Panamá
Tomás Herrera.
La segunda separación fue gestada por el coronel venezolano Juan Eligio Alzuru el 9 de
julio de 1831, que contó inicialmente con el beneplácito de la oligarquía panameña tanto
capitalina como interiorana. Sin embargo, los métodos usados por Alzuru fueron crueles
y arbitrarios que hicieron peligrar los intereses de la clase dominante panameña. Para
apaciguar este movimiento y volver al orden al istmo, el gobierno de la Nueva Granada
le confió al general Tomás Herrera enfrentar a Alzuru y reincorporar las provincias bajo
su mandato a la República, invistiéndolo con el grado de "Comandante General del
Istmo". Herrera logró capturar a Alzuru y lo fusiló el día 29 de agosto. Una vez que
Herrera se alzó victorioso, le fue encomendada la organización de dicho territorio.11
Consecuencias
El objetivo de esta convención era acordar una constitución para los departamentos
centrales de la fenecida Gran Colombia y elegir los magistrados que debían regirla.