Está en la página 1de 2

“Consulta profesional” DE MARTÍN CAMINOS

Texto registrado en Argentores, como parte del libro TEATRO: ESCENAS DE


HUMOR.

Un escritorio, unas sillas, el psicólogo está hablando por teléfono.


Psicólogo: Che, boludo, escuchá: Anotá esta página que visité en internet que es lo
más: www.borrachasenpelotas.com. No sabés lo que es. Entrá ahí. Te lo
recomiendo. Ah… y pasame el nombre de las películas esas… sí,
anoto… “Cachetes de fuego”, “Empernando a la tía”. OK. Genial. Che,
te dejo que ahora tengo gente al caer…. Dale, boludo… nos vemos un día
de estos.
Corta la llamada. Se escuchan golpes a la puerta. Psicólogo se arregla, se pone
anteojos. Pareciera que se disfrazara.
Psicólogo: Adelante, pasen.
Entran Claudia y Marcelo (se nota que él es un aparato total).
Claudia: Ay, terminala, ¿querés? Que no te aguanto.
Marcelo: Pero, querida, no te pongas así.
Claudia: Buenas tardes, con permiso.
Marcelo: ¿Cómo le va, doctor?
Psicólogo: Licenciado Fernando Miranda.
Marcelo: Mirá, Claudia, tiene dos títulos: doctor y licenciado.
Claudia: No tiene dos títulos: es licenciado, no doctor. Si serás boludo, ¿eh?
Psicólogo: Por favor, el lenguaje. Este es para mí un espacio sagrado donde esas
palabras no tienen cabida.
Marcelo: Discúlpela, doctor.
Psicólogo: Licenciado.
Marcelo: Ah, sí, discúlpela, doctor licenciado.
Claudia: Así es todo el tiempo. Ya no aguanto más, Fernando. Por eso estamos acá
en esta terapia de pareja, para buscar una visión neutral que nos ayude.
Psicólogo: (Todo el tiempo con un cuaderno, anotando) Cuénteme, Claudia, ¿qué
sentimientos le genera su marido? ¿Qué cosas le molestan de él?
Claudia: (A medida que cuente irá subiendo de tono) Bueno, cuando lo veo llegar
a casa con esa cara de… de boludo, pienso que no sé qué es mejor: si
matarlo o matarme. Se la pasa haciendo comentarios obvios, no se puede
profundizar ningún tema, sus amigos son más boludos que él. Imagínese
lo que serán. En la intimidad, es un torpe total, no hay situación sexual en
la que no terminemos con un golpe o enredados. En medio del coito se la
pasa nombrando a la madre o canta canciones de Miranda. Sí, sí: le gusta
Miranda al pelotudo. Pareciera que siempre en medio del acto sexual
sacara un tema diferente para distraerme y no dejarme concentrar. ¡Con
el esfuerzo que tengo que hacer para concentrarme con este boludo! Y el
colmo es cuando se pone futbolero. Me desquicia porque cada vez que
termina, grita “Gooooool” y yo me desconcentro totalmente. Es un
imbécil y no lo aguanto más.
Breve pausa.
Marcelo: ¿Vos tenés algún problema conmigo?
Psicólogo: Ah… es un boludo importante.
Marcelo: ¿Cómo dice?
Psicólogo: No, que es muy interesante, sí, muy interesante. ¿Y usted, Marcelo, qué
tiene para decir?
Marcelo: ¿De qué?
Claudia: ¿No le digo que es un boludo? (Al marido) ¡De nuestra relación,
mamerto!
Marcelo: Ah, bueno… yo me siento bien. Ella es una buena mujer, pero se pone
muy nerviosa, me da la sensación, por momentos, ¿eh? No todo el
tiempo. Me parece como que ella se fastidiara conmigo, como que no me
aguantara.
Claudia: ¡Es que no te aguanto más!
Marcelo: (Al Psicólogo) ¿Ve? Ahora me da la sensación… pareciera que ella está
alterada.
Claudia: ¡Ay, me desquicia, no lo soporto!
Psicólogo: ¿Y hay algo que le moleste de su esposa?
Marcelo: Bueno… yo soy un poco celoso. Es que ella es tan linda, ¿vio?, y por
momentos, me parece que mira a otros hombres, como si no le alcanzara
con el macho que tiene en casa.
Psicólogo: (Interesado en Claudia) ¿Así que usted cree que ella mira a otros
hombres?
Claudia y Fernando se seducen con la mirada.
Marcelo: Sí, pero es una cosa mía, me parece. Ella es buena. No tengo mayor queja
¿vió?, y, dígame, doctor…
Psicólogo: (Embobado con Claudia) Licenciado, boludo.
Marcelo: ¿Cómo dice?
Psicólogo: Que soy licenciado y… y no lo dudo.
Marcelo: Yo, por ahí, aprovecharía este momento para preguntarle a mi esposa qué
espera que haga o qué necesita.
Claudia: (Mirando embobada a Fernando) Todo.
Marcelo: ¿Y usted qué opina, doctor, digo, licenciado?
Psicólogo: (Mirando embobado a Claudia) Y… que si ella pide todo, hay que darle
TODO.
Marcelo: Bueno, se ve que estamos progresando con la terapia, porque hay como
puntos de encuentro. Y, dígame, doctor, ¿qué pasos habrá que seguir
ahora?
Psicólogo: Quizás a Claudia le ayudaría mucho que yo le mostrara un libro de Freud
que tengo en la biblioteca.
Claudia: Me encantaría. Seguramente, sería de gran ayuda.
Psicólogo: (A Marcelo) Vamos a pasar con su señora a la biblioteca y volvemos,
¿eh?
Claudia: Vos quedate acá. No te muevas que es un ratito nomás.
Marcelo: Sí, sí, todo sea por salvar el matrimonio, mi amor. (Se incorpora para
besarla, ella lo deja pagando y sale con Fernando) Estaba apurada,
claro: no quiere perderse la oportunidad de salvar nuestro amor. ¿Y le
llevará mucho tiempo mostrarle el libro?
Psicólogo: (En off) ¡Una hora, boludo!
Marcelo: ¿Cómo dice?
Psicólogo: (En off) Una hora, no lo dudo.
Marcelo: ¡Qué tratamiento personalizado! No hay caso: lo mejor ante un problema
es consultar con un profesional.
Apagón. Fin.

También podría gustarte