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MICOORGANISMOS
POR CALOR
INTEGRANTES:
CURSO:
MICROBIOLOGÍA
PROFESORA
:
ING. HERRRA SÁNCHEZ,
SONIA
OCTUBRE- 2018
I. INTRODUCCION
2.2 Clasificación de los microorganismos con base en sus rangos de temperatura óptimos de
crecimiento
Si la temperatura aumenta por encima del máximo, la tasa decrece y cuando se llega a un
nivel suficientemente alto se detiene y el microorganismo llega a ser INACTIVADO POR
EFECTO DEL CALOR. Cuando la temperatura desciende la tasa de crecimiento también
disminuye, hasta que se alcanza la temperatura mínima de crecimiento, en la cual éste se
detiene. Por debajo de la temperatura mínima de crecimiento los microorganismos no se
reproducen, pero sufren un efecto letal muy lento mediante el cual el número decrece
paulatinamente, pero sin llegar a ser inactivación total, quedando por consiguiente siempre
microorganismos viables, aunque en menos cantidad, En ese sentido cabe mencionar efectos
subletales que dejan a la bacteria lesionada pero no muerta, pudiéndose recuperar al emplear
medios y técnicas apropiadas.
El uso de las bajas temperaturas se utiliza para conservar los alimentos al permitir
mayormente el crecimiento de microorganismos psicrofílicos, en el caso de la refrigeración,
reduciendo o deteniendo el crecimiento de microorganismos mesofílicos y termofílicos,
mientras que si la temperatura llega a ser suficientemente baja de forma que se sobrepase la
temperatura mínima de todos los microorganismos presentes como en el caso de la
congelación a temperaturas menores a - 10°C, se llega a detener el crecimiento microbiano y
a estabilizar el alimento desde el punto de vista microbiológico.
Es probable que ya en la Edad de Piedra de los seres humanos hayan utilizado algunos
métodos físicos para el control microbiano con el objeto de conservar los alimentos. La
desecación, el salado (presión osmótica) podrían figurar entre las técnicas más antiguas.
Cuando se seleccionan métodos para el control microbiano no deben considerarse los efectos
sobre otros elementos además de los microbios. Por ejemplo, ciertas vitaminas o algunos
antibióticos en solución podrían ser inactivados por calor. Muchos materiales de laboratorio
u hospitalarios, como las sondas de goma y de látex, se alteran con el calentamiento repetido.
También hay consideraciones económicas; por ejemplo, puede ser menos costoso utilizar
material plástico desechable y preesterilizado que lavar y esterilizar repetidamente material
de vidrio.
Una visita a cualquier supermercado demostrará que los alimentos enlatados, en los que los
microorganismos han sido destruidos por medio de calor, son alimentos conservados con uno
de los métodos más comunes. Los medios de cultivo, el material de vidrio de laboratorio y
los instrumentos hospitalarios suelen también esterilizarse con calor. Al parecer el calor
destruye a los microorganismos mediante la desnaturalización de sus enzimas, es decir los
cambios resultantes estructura de estas proteínas producen su inactivación.
La resistencia al calor varía entre los diferentes microbios; esta diferencia puede expresarse
a través del concepto de punto de muerte térmica. El punto de muerte térmica (PMT) es la
temperatura más baja necesaria para causar la muerte de todas las bacterias en una suspensión
líquida particular en 10 minutos.
Otro factor que se debe considerar en la esterilización es el tiempo requerido que se expresa
como tiempo de muerte térmica (TMT o valor F), el menor tiempo necesario para que
todas las bacterias de un cultivo líquido mueran a una temperatura determinada como el TMR
son guías útiles que indican la intensidad del tratamiento requerido para destruir a una
población dada de bacterias.
Dónde:
𝑵 𝑵
𝐥𝐧 ( ) = 𝒌 ∗ 𝒕 = 𝟐, 𝟑 ∗ 𝐥𝐨𝐠 ( ) … (𝟒)
𝑵𝟎 𝑵𝟎
De la ecuación (4):
𝑵 𝒌∗𝒕 𝟐, 𝟑𝟎𝟐𝟔 𝒕
𝐥𝐨𝐠 ( ) = → = = 𝑫𝒕 … (𝟕)
𝑵𝟎 𝟐, 𝟑𝟎𝟐𝟔 𝒌 𝑵
𝐥𝐨𝐠(𝑵 )
𝟎
Dónde:
Donde:
F: Es el tiempo de muerte térmica
𝑬𝒂
𝒌 = 𝑨 ∗ 𝒆𝑹𝑻 … . (𝟗)
𝑬𝒂
𝒍𝒏𝒌 = 𝒍𝒏𝑨 + … (𝟏𝟎)
𝑹𝑻
Las cepas de E. Coli sobreviven durante meses en el estiércol contaminando las aguas
superficiales (bebida y riego), las verduras y frutas y las superficies de la tierra de cultivo.
Estas bacterias se multiplican a temperatura entre 6 y 50°C, con una temperatura óptima
alrededor de 37°C. También, pueden crecer en presencia de un 6% de NaCl, ya que son más
resistentes a estos compuestos que otras bacterias, como la Salmonella.
Para controlar el crecimiento hay que mantener los alimentos refrigerados y durante la
congelación se inactivo. Son termorresistentes, pero se pueden eliminar con un tratamiento
térmico a 65°C.
Los mohos crecen mejor en condiciones cálidas, mojadas y húmedas, se propaga y reproduce
mediante esporas.
E. Coli Mohos
EQUIPOS
INCUBADORA
BOLSAS ZIPLOT
Muestra:
MUESTRA
V. PARTE EXPRIMENTAL
1. Colocar las muestras de conservas en la estufa a 37° C x 72 horas sobre una hoja de
color blanco.
RESULTADOS
Si las muestras de latas de conserva no están hinchadas indica que no hay presencia
de Clostridium, y si se encuentran hinchadas hay que hacer la siembra de este
microorganismo con el medio para clostridium.
REPORTE
Muestra: Grated De Atún
Lote:
Microorganismo: Clostridium
Resultados: no sé hincho
Apto/No apto: APTO
El grated de atún, no se hincho por ende no hay microorganismo de closdoporium. La
muestra a analizar resulto apta para el consumo humano.
VI. DISCUSIÓN
VII. RECOMENDACIONES
VIII. CUESTIONARIO
Tipos de hipertermófilos
Arqueas
Bacterias
Aquifex. Viven en fumarolas terrestres de Sicilia e Islandia, a 85-95 °C.
Thermotoga marítima. Con una temperatura óptima de 80 °C.
Thermus aquaticus. Descubierta en Yellowstone en 1969. Promedia los 75 °C.
2. Diferencia entre microorganismos psicrófilos y termófilos
Psicrófilos: habitan entornos con temperaturas muy bajas, encontrándose sus temperaturas
óptimas para el desarrollo y crecimiento entre los 10° C y 20° C. Aunque ese es el rango de
temperaturas óptimas de los psicrófilos, la mayoría puede vivir sin inconvenientes a cero
grados centígrados e incluso temperaturas negativas. Un ejemplo de éstos son las bacterias
llamadas Flavobacterium. Pero eso no es todo; en este caso, existen también los denominados
psicrófilos extremos, los cuales tienen temperaturas óptimas de 4° C y no sobreviven en
temperaturas mayores a los 14° C. Como ejemplo encontramos al género Polaromonas
Vacuolata, habitante de las aguas heladas de la Antártida.
Los investigadores contaban con una pista extraña: el agua de la poza de Solfatara
presentaba niveles de tierras raras entre cien y mil veces mayores de lo normal. Las
tierras raras comprenden los llamados lantánidos, 15 metales arrinconados en la tabla
periódica y cuya escasa solubilidad en agua les impide participar en el metabolismo.
Son raros en los seres vivos, pero no en la naturaleza; de hecho, algunos son tan
abundantes en la corteza terrestre como el cobre, pero se encuentran tan dispersos que
es difícil localizar yacimientos aprovechables. Hoy algunos de estos elementos se
cotizan a precios elevados porque se utilizan en dispositivos de alta tecnología como
teléfonos móviles, ordenadores, pantallas, altavoces e incluso generadores eólicos.
Almacena reservas
Después de todo, la presencia de las tierras raras en el metabolismo de los seres vivos
puede no ser tan rara. “Es muy especial que el cerio haya resultado ser un elemento
esencial para la vida de nuestra bacteria volcánica, pero este hallazgo también puede
ayudar a descubrir otras bacterias hasta ahora desconocidas”, sugiere Op den Camp.
“En el pasado, cuando tratábamos de cultivar bacterias, los lantánidos jamás se añadían
al medio, lo que pudo impedir que crecieran algunas que necesitan estos compuestos.
Probando muestras de muchos ecosistemas diferentes, ahora en medios con lantánidos,
podremos descubrir nuevas especies”.
Otra posible aplicación del hallazgo es la biominería, empleando estas bacterias como
diminutos mineros encargados de cosechar y acumular estas tierras raras para su uso
en dispositivos electrónicos. Sin embargo, Op den Camp aún ve lejana este objetivo:
“Las bacterias necesitan cantidades muy pequeñas. Se necesitaría un gran aumento de
su capacidad de ingesta para utilizarlas en biominería, y para eso primero tendremos
que comprender los sistemas de transporte implicados”.