La creciente responsabilidad

de los abogados corporativos

¿Están preparados para este reto?
En años recientes, ante el impacto de la turbulencia
económica y las nuevas regulaciones en materia
de prevención de ilícitos patrimoniales y lavado de dinero,
el rol del abogado corporativo ha ido tomando mayor
relevancia. No sólo tiene que jugar un papel muy activo
en temas cien por ciento jurídicos, sino también en otros
relacionados con control interno, prevención y detección
de fraudes, robo, abuso de confianza y lavado de dinero,
y hasta con la estrategia del negocio. Actualmente,
es el “asesor de confianza” de la alta dirección. Pero, ¿está
lo suficientemente preparado para esta responsabilidad?
Deloitte realizó un estudio relacionado con el papel
del abogado dentro de la empresa y la evolución de su rol
en el último lustro*, así como con la naturaleza
de sus actividades actuales y la interacción que tiene
con partes externas. Esta investigación dio a conocer
que la responsabilidad más valorada de los abogados
corporativos sigue siendo la oportuna resolución
de los problemas jurídicos, y que sus principales actividades
son tres: fungir como representantes legales de la compañía
o de alguna de sus subsidiarias, asegurar el cumplimiento
regulatorio de la empresa, y encargarse de temas de ética
y denuncia de irregularidades.
Pero el estudio realizado también reveló que:
1. Durante los últimos cinco años ha habido un claro avance
en la posición de los abogados corporativos dentro
de las organizaciones. Hoy en día se ha duplicado
el número de abogados que pertenecen al Consejo
de Administración o que forman parte de la alta dirección.
La creciente responsabilidad de los abogados corporativos ¿Están preparados para este reto?
2. También es mayor el nivel de responsabilidad que ejerce
esta figura en varios ámbitos, reflejándose un incremento
principalmente en actividades de administración de
riesgos, planeación estratégica y administración
de proyectos.
3. En comparación con el pasado, hay una mejor percepción
de los abogados en el entorno empresarial, una mayor
confianza respecto a sus áreas de experiencia y a la
manera en que pueden aportar valor a las organizaciones.
Lo anterior es una clara evidencia de que el rol del abogado
corporativo está en evolución, pasando de ser meramente
operativo hacia representar un apoyo más estratégico
para la organización. La alta dirección está percibiendo
que se requiere a alguien que no solamente conozca
las leyes, sino también sepa aplicarlas a fondo al negocio
y adoptar un papel consultivo respecto al mismo,
de tal manera que pueda apoyarse en él para realizar
una mejor toma de decisiones. En resumen, el abogado
cuenta con una mayor confianza, y por lo tanto influencia,
en el entorno de negocios.
* “Estudio comparativo y de mejores prácticas sobre el nivel de madurez
de las áreas jurídicas corporativas” (Deloitte, 2010). Se contó con la
participación de 166 abogados de empresas públicas y privadas
a nivel nacional, principalmente de las industrias de servicios,
servicios financieros, consumo y manufactura.
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¿A qué se enfrentan
los abogados corporativos?
Durante los últimos cinco años, el tema legal de mayor
riesgo en las organizaciones ha sido el cumplimiento
normativo, ya que en este tiempo ha habido un incremento
generalizado en la actividad de los reguladores. El aspecto
en el que han centrado su atención es el relacionado
con los requerimientos judiciales o ministeriales
para la presentación de documentos. Por otro lado,
los problemas a los que están poniendo mayor interés
son en primer lugar el lavado de dinero y en segundo
los delitos patrimoniales, sobresaliendo el de fraude.
¿Cuál es el reto para las áreas jurídicas? De acuerdo
a la experiencia de Deloitte, cuando el abogado
corporativo es quien toma la responsabilidad de llevar
un caso de fraude o de denuncia penal, hay muchas
posibilidades de que la organización enfrente dificultades
para ganar el proceso y le tome más tiempo del esperado.
No porque el área jurídica de la compañía desconozca
las leyes aplicables, sino por falta experiencia en el litigio:
puede no saber qué pruebas recopilar; cómo, cuándo
y ante qué autoridad presentar la información; o cómo
darle seguimiento al caso.
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De igual manera, aunque las empresas grandes suelen
contar con un área jurídica o por lo menos con un abogado
corporativo, no necesariamente esta figura conoce
a profundidad todos los aspectos legales, pues su
quehacer diario lo lleva a enfocarse en temas muy
específicos. Por ejemplo, algunos llevan únicamente
temas de impuestos, otros cubren lo patrimonial (actas
constitutivas, compraventa de bienes raíces o de acciones,
entre otros) y más bien es poco común que alguno
o varios de ellos posean experiencia en materia penal.
Adicionalmente, la legislación es amplia y está en constante
reforma. Cada vez hay más leyes y proporcionalmente
crece la necesidad de dedicar más tiempo a atender
las nuevas regulaciones. Por estos aspectos, es muy rara
la organización que cuente con un equipo tan amplio
de abogados que pueda resolver todo el conjunto de los
desafíos que se le presenten.
Haciendo equipo con otros equipos

Para apoyar las tareas de sus respectivos equipos jurídicos,
las empresas suelen recurrir a la adopción de un modelo
de outsourcing. El estudio mencionado indicó que
las organizaciones delegan trabajo legal a una tercera
parte principalmente cuando tienen la necesidad
de un conocimiento especializado en un tema específico.
En el pasado también señalaban como razón la falta
de un equipo jurídico al interior de la compañía, pero
este factor ha decrecido notablemente. Inclusive,
de acuerdo a la misma investigación, los abogados
corporativos están influenciando a un nivel importante
la manera en que las firmas externas prestan sus servicios.
Según el estudio, casi tres cuartas partes de ellos
intervienen de alguna manera en el proceso tercerizado.
Una muestra es que los asesores externos están
respondiendo al deseo de los abogados de llevar un
contacto más directo con ellos, así como el de un tener
un trato más personalizado, para discutir los puntos clave
del servicio legal. Están brindando menos asesoría
mediante reportes escritos y más a través de canales
electrónicos y presentaciones ejecutivas, medios
que actualmente son los más usados y preferidos
por los abogados.
• Para administrar y reducir los riesgos legales a los que
se esté enfrentando la empresa
• Cuando se necesite un conocimiento experto
para prevenir, identificar o resolver un tema legal,
como entablar o recibir una demanda
• Cuando se requiera un asesor independiente e imparcial
para dar mayor transparencia a algún litigio
• Cuando el trabajo legal sea de gran complejidad
• Cuando se deba establecer comunicación y llevar
la relación con una autoridad reguladora
y se desconozca el protocolo
• Cuando se requiera reunir, analizar y presentar
información relevante ante una autoridad, incluyendo
registros electrónicos
• Para actuar en lugar del equipo jurídico si no se cuenta
con uno al interior de la organización, o bien
como soporte para fortalecerlo
El estudio antes mencionado reveló que, durante los últimos
cinco años, una cantidad importante de los litigios llevados
por las organizaciones ha superado el monto de 5 millones
de dólares. Es de resaltarse, entonces, la importancia de
contar con un buen asesor que contribuya a llevar los casos
exitosamente.

Por otra parte, los asesores externos también están

colaborando con los abogados corporativos para resolver
disputas comerciales o regulatorias en sus organizaciones.
Dada la complejidad y especialización de ciertos procesos,
como la negociación o mediación comercial, los acuerdos
con órganos jurisdiccionales o los arbitrajes, siempre es
útil el soporte que un asesor externo pueda proporcionar.

¿En qué ocasiones una organización, un abogado

corporativo o un área jurídica pueden requerir el apoyo
de una firma externa?
• Para prevenir e identificar puntualmente situaciones de
fraude y otras actividades ilícitas, como el lavado
de dinero
• Como apoyo en el cumplimento regulatorio y adopción
de nuevas leyes
• Como asesor para dar una resolución mejor y en menor
tiempo a problemas jurídicos

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Abogados vs. Lavado de dinero
En nuestro país, cada vez hay mayor énfasis en el enfoque
de “si conoce de una actividad ilícita, denúnciela”. Esto
incluye que las autoridades estén en permanente creación
y monitoreo de medidas en temas como prevención
al fraude y al lavado de dinero.
En especial el combate al lavado de dinero ha cobrado
importancia en años recientes porque, dado el ambiente
de inseguridad, se está buscando atacar a las organizaciones
criminales y mermar su capacidad de acción a través
de controlar la procedencia y utilización de los recursos.
Para ello las autoridades están recurriendo a diversas
iniciativas; entre éstas, cobrar impuestos a los depósitos
mayores a cierta cantidad en efectivo, prohibir la adquisición
de algunos bienes con grandes sumas en efectivo,
restringir ciertas operaciones de cambio de divisas,
o recompensar a quienes informen de actividades
financieras sospechosas.
Este tema es un esfuerzo muy positivo por parte de la
autoridad, en el cual las empresas han tenido y van
a tener una participación importante. Su colaboración
ha sido en el sentido de que los abogados corporativos
han hecho sugerencias para que se perfeccione una ley
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en materia de prevención y combate al lavado de dinero,
que sea objetiva y viable en la práctica. El reto estará,
en el momento en que entre en vigencia la nueva
legislación, en adoptar las políticas que sean necesarias
para el control y cumplimiento de la ley en cada
organización.
De manera específica, será el representante legal
de las empresas quien se encuentre con mayores
responsabilidades. Esta figura se convertirá
en el “guardameta” de su organización, ya que será
su obligación observar que se cumpla la nueva regulación
en su compañía, y a su vez será un “reportero” que cuente
lo que ocurre a nivel de cancha, ya que deberá denunciar
las irregularidades detectadas.
Hoy en día, es el sector financiero el mejor preparado
para cumplir con los requisitos de la iniciativa,
ya que desde hace tiempo cuenta con mecanismos
regulatorios y sus profesionales poseen la capacitación
requerida. El desafío será para los sectores poco
o nada regulados, cuyas áreas jurídicas necesitarán recibir
instrucción en la materia.
Desde las gradas
La principal observación derivada del “Estudio comparativo
y de mejores prácticas sobre el nivel de madurez
de las áreas jurídicas corporativas”, es que los abogados
corporativos están haciendo un gran trabajo y cada vez
tienen una mayor relevancia en la empresa, así como
mayor atención por parte de la alta dirección. Sin embargo,
los retos a los que se enfrentan son grandes. El abanico
de leyes es amplio y dinámico, por lo que abogados
especializados en una materia no pueden cubrir
los mismos temas que los versados en otra. Fiscalistas,
penalistas, expertos en comercio exterior o en materia
laboral, por mencionar unos ejemplos, llegan a necesitar
uno del otro.
De tal manera, aunque un abogado corporativo tenga
un desempeño de excelencia en su labor del día a día,
para temas complejos la recomendación es que busque
el apoyo de una entidad externa, la cual podrá aportar el
expertise que se necesita. No para que se encargue
de todo el proceso, sino para que ayude al abogado
o al equipo jurídico a llevarlo a cabo. Aunque buena parte
de los asuntos litigiosos sea resuelta por el área jurídica de
la empresa, otra parte importante podría ser subcontratada
para conseguir una probabilidad más alta de éxito, disminuir
los tiempos y en concreto lograr un mejor resultado.
Una firma externa puede acompañar a la organización,
entre otros aspectos, en el camino para preparar,
presentar y llevar un caso ante las autoridades,
sea de robo, fraude, abuso de confianza, mediación
comercial, arbitraje. Para que este servicio sea de mejor
calidad se debe buscar que el asesor cuente con buenas
credenciales, alto nivel de confiabilidad y acreditaciones
importantes, por ejemplo, la certificación de Perito
Auxiliar en Auditoría y Contabilidad, que otorga
el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal.
Lo invitamos a contactar a un especialista de Deloitte
para conocer más información sobre la materia. Queremos
acompañar a su organización siempre que lo necesite.
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