Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Susana Bianchi
Capitulo I.
1. De la antigüedad al feudalismo:
Los 3 legados: En el siglo IX se organizaba en Europa occidental la sociedad feudal, la
cual se constituyo a partir de una serie de elementos provenientes de la antigüedad. Estos
legados de distintas naturalezas son el romano, germano y cristiano, los dos primeros se
constituían de realidades solidas mientras que el tercero consistía en una opinión acerca
de los problemas de transcendencia que condicionaba los modos de vida.
Legado romano: Procedía de ese enorme imperio que se constituyo en torno al Mar
Mediterráneo con centro en la ciudad de Roma. El mundo urbano era el principal
elemento que tenía en común el Imperio Romano, habitado por los ciudadanos, quienes
vivían en ciudades y pertenecían a una misma sociedad política rigiéndose por un mismo
derecho, además de este derecho compartían una lengua y un estilo de vida civilizado,
propio de las ciudades.
Compartían una misma visión sobre el mundo impregnada al realismo: lo importante era
el aquí y ahora, con ideas muy vagas y difusas del trasmundo. La religión otorgaba un
carácter sagrado al Estado y al deber del individuo frente a la comunidad. El ideal de vida
era el del ciudadano que sirve al Estado y a la comunidad.
Esos ciudadanos que compartían los mismos derechos, modos de vida, concepción del
mundo, constituían una minoría dentro del Imperio Romano.
¿Que sucedía en el Mundo Rural?
Gran parte de la sociedad esclava había sido obtenidas en guerras, de ellos dependía la
producción agrícola y manufacturera, eran la maquina que impulsaba a toda la economía
romana, pero luego dejo de funcionar.
Los emperadores para terminar con las guerras y la piratería, trajeron prosperidad y
perjudicaron a la esclavitud como institución, ya que agotaron la principal fuente de
suministro de esclavos. La natalidad de esclavos era alto pero no alcanzaba para satisfacer
las necesidades de mano de obra, se debía recurrir a la compra de esclavos en la frontera,
aunque también resultaba insuficiente.
Los germanos: El emperador Teodosio lego su imperio a sus dos hijos, los cuales
dividieron en oriente y occidente, en Occidente las tribus germánicas cruzaban la frontera
del Rin e iniciaban la invasión. El imperio quedo cubierto por pueblos que buscaban
instalarse y paso a no ser más que una sombra. Los invasores incorporaron al Imperio el
legado germánico.
La lenta fusión de los legados: Siglo V con la constitución de los reinos romano-
germánicos comenzó el proceso de fusión. Estos evolucionaban a una economía rural
donde los campesinos dependientes de un terrateniente incorporaron un gran número de
hombres libres. Pero sin un Estado organizado, no había quien defendiera a los más
débiles de la inseguridad. La búsqueda de protección significaba someter a la persona,
pagar contribuciones y entregar la parcela a un señor, para recibirla en usufructo y pagarla
con parte de la cosecha. Comenzó a darse la situación de dependencia.
2. La sociedad feudal:
Año 771, Carlomagno fue designado rey de los francos y extendió su dominio. Después
de la conquista de Italia se proclamo emperador de Roma. Se proponía restaurar el
Imperio y reconstruir el orden ecuménico. Pero este imperio tuvo corta vida, lo sucedió su
hijo y luego sus nietos desencadenaron una lucha por el poder con la que lograron la
división del imperio. Luego de esto las guerras civiles y la oleada de invasiones debilitaron
las monarquías y aumentaron el poder de la nobleza, los príncipes, condes y señores
locales se autonomizaron respecto del poder central, esta fragmentación implicaba una
adaptación de la organización política a las estructuras de la vida económica, se afianzaron
relaciones feudales que alcanzaron su punto de madurez en el siglo XI. El feudalismo
apareció en Europa como la organización social predominante.
Para evitar el desgaste de suelos se aplicaba el sistema trienal. Mas allá de los campos de
labranza, se extendían los bosques y baldíos, que podían ser utilizados por la comunidad
para la recolección y la pastura de su ganado. En la aldea se desarrollaban otras
actividades. El hilado y el telar era una ocupación de las mujeres campesinas. Esta
comunidad no era una comunidad de iguales.
La estratificación surgía de la polarización de fortunas entre un aldeano más pobre y uno
más rico. Las barreras sociales que los separaban de los señores resultaba infranqueable y
habían sido construidas para evitar el ascenso social aun en los niveles inferiores de la
aristocracia. Otro grupo era el de los asalariados carentes de tierras, era una pequeña
minoría pero constituían un elemento importante. Formado por quienes se ocupaban del
dominio señorial como aradores, carreteros, pastores, etc.
Trabajaban a cambio de comida y tenían una situación similar a la esclavitud. Los señores
fundaban sus derechos en el dominio sobre tierras que habían obtenido por conquista o
por otorgamiento del rey, esos derechos se basaban en la protección que mediante arma,
los señores le ofrecían a los campesinos, principio que fue sistematizado por la iglesia en
un modelo de orden ecuménico. La administración de la justicia constituía la característica
esencial de la monarquía: el poder del rey se expresaba en su capacidad para otorgar
justicia. Cuando se fragmento el poder monárquico se fragmento esa capacidad para
administrar justicia y ese poder que paso a los señores bajo la forma del derecho de ban.
La nobleza terrateniente también era una clase estratificada. Los miembros de alto nivel
se relacionaban por vínculos familiares, controlaban grandes extensiones de tierra y
dominaban toda la sociedad incluido el resto de la nobleza. Por debajo se encontraban
familias nobles que contaban con cuantiosas riquezas y capacidad de influencia como
pequeños terratenientes cuyos recursos no superaban a los de los campesinos más ricos.
La distancia entre estos grupos sociales procedía de la disparidad de riquezas y poder.
Todos pertenecían a la clase señorial y la distancia que los separaba de los otros grupos
sociales era abismal.
Propiedad y familia señorial: La iglesia también participaba del poder feudal. Reyes
y señores le habían entregado tierras en calidad de donaciones con el objetivo de salvar
sus almas. Estos grandes dignatarios formaban parte de la nobleza feudal, pero no quiere
decir que todo el clero formara parte de la clase señorial. La iglesia como institución y sus
altos dignatarios integraban el poder feudal, los señores laicos y eclesiásticos estaban
relacionados por vínculos de parentesco. Según la tradición germana, a la muerte del
padre la tierra se dividía a todos sus hijos, perol a sociedad feudal para evitar una excesiva
fragmentación instauro el mayorazgo, por el que heredaba únicamente el hijo mayor. Los
hijos segundones entraban al servicio de la iglesia al igual que las hijas mujeres solteras
también debían rendir culto a la iglesia en algún tipo de convento.
Este orden presentaba una visión organicista de la sociedad percibida como un todo
armónico, en el que una de sus partes desempeñaba una función designada por Dios. Este
modelo se consideraba ecuménico, era un orden sagrado e inmutable. Permitía legitimar
la explotación señorial considerada el precio de la seguridad que los señores ofrecían.
Los campesinos ampliaron el claro aldeano, estas nuevas tierras se dedicaban en los
primeros tiempos a las pasturas y luego al cultivo de cereales. Iniciaron movimientos más
audaces como la creación de nuevos núcleos de poblamiento. Las roturaciones se
transformaron en una empresa señorial, con la apertura de nuevas tierras en las zonas
fronterizas.
Para comprar, los señores debieron recurrir a sus reservas de metales preciosos. Los
comerciantes de los siglo XI y XII eran vagabundos que llevaban sus genero sobre sus
espaldas o sobre animales. El mercader era un forastero objeto de desconfianza y de
escándalo, se enriquecía de modo visible vendiendo con ganancia lo que sus prójimos
necesitaban, pero su paso despertaba la codicia. En las ferias de Champagne comenzaron
a desarrollarse los primeros sistemas de crédito y a circular las letras de cambio. Muchos
mercaderes se transformaron en banqueros y financistas. La reactivación del comercio y la
intensificación de la circulación monetaria favorecieron el desarrollo de la producción
manufacturera, la cual se desarrollaba en talleres artesanales sobre la mano de obra
familiar.
El burgo era el centro de las nuevas actividades y otorgo su nombre, burgueses, a aquellos
que lo habitaban. Estos se encontraban sometidos al derecho del ban de un señor que los
sometía a su justicia y les arrancaba las contribuciones. Pero pronto se estableció la
diferencia, los jefes de las familias realizaban actividades que dejaban ganancia directa en
dinero. Por lo tanto la burguesía era la naturaleza de la fortuna. Sus habitantes eran más
libres y comenzaban a perfilarse como un grupo social diferenciado.
Los burgueses tenían el dinero que tanto tentaba a la nobleza y algunos concedieron las
franquicias o cartas francas que limitaban dentro de la ciudad el poder señorial. Los
señores acudieron al principio de autoridad. Estos hombres de iglesia fueron los primeros
en denunciar la naturaleza de estos movimientos.
En esta nueva imagen de hombre, el individuo no estaba predestinado, sino que era el
dueño de su propio destino. Pero también descubría que era un ser de la naturales y
poseía un cuerpo dotado de pasiones. Estas nuevas mentalidades se transformaban la
idea de Dios y de la transcendencia, fue denominada transcendencia profana, que podía
adquirir múltiples formas. Acuñar una fortuna que heredarían los hijos y los hijos de los
hijos, crear belleza en una obra de arte o adquirir nuevos conocimientos quedarían la
fama de sabio, solo para permanecer después de la muerte en la memoria delos hombres.
4. La crisis del siglo XIV:
La crisis del feudalismo: en las últimas décadas del siglo XIII comenzaron a
registrarse los primeros signos de estancamiento. Se frenaba el movimiento de
roturaciones y se observaban retrocesos, suelos periféricos agotados por cultivos fueron
abandonados. El retroceso de la agricultura se puede explicar por razones climáticas pero
sobre todo por el estado de las técnicas que lo lograban salvar ciertos obstáculos. La
rotación trienal no permitía que los suelos descansaran lo suficiente para aumentar el
rendimiento. La alimentación del ganado era incompatible con la alimentación humana. El
desmonte intensivo determino la falta de madera. Los cultivos disminuyeron.
Esta escasez comercial se vinculo con la escasez de moneda por la falta de metálico. Los
monarcas comenzaban a recuperar si poder e intentaban levantar sus reinos. Pero para
ello necesitaban metálico: necesitaban pagar ejércitos que se impusiesen a las autonomías
feudales, necesitaban pagar una burocracia que organizara el Estado. Recurrieron a los
préstamos, lo que provoco la crisis de varios banqueros.
El más grave de todos estos síntomas fue la disminución de la superficie cultivada que
demostraba la fragilidad de la economía. Una mala cosecha pronto se traducía en falta de
alimentos y hambrunas y una población mal alimentada resultaba presa fácil de pestes y
epidemias. La hambruna y la peste despoblaban los campos, no solo por el aumento de la
mortalidad sino por la huida de los campesinos hacia las ciudades mejores abastecidas. El
resultado era la falta de mano de obra para las tareas rurales.
La guerra de los Cien Años acentuó la crisis agrícola en los campos franceses, a las malas
cosechas, las hambrunas y las epidemias se sumaban los efectos de guerra. En1384 la
Peste Negra transmitida por las pulgas de las ratas al caer sobre una población débil causo
estragos. La caída demográfica solo pudo recuperarse en el siglo XVI. La crisis del siglo XIV
fue una crisis social: la crisis de las estructuras feudales.
La crisis también afecto la producción suntuaria de alto costo y calidad, controlada por los
gremios que entro en crisis por falta de moneda y la restricción de sus reducidos
mercados. Algunos comerciantes compraban la materia prima y la entregaban a los
campesinos que realizaban el tejido con sus propios instrumentos, el comerciante recogía
el producto terminado pagando por la cantidad producida y se encargaba de su
comercialización.