1. Determinación de los Factores Externos e Internos: Elabore una
lista de los factores externos e internos. Incluya un total de diez a veinte factores, tanto oportunidades como amenazas, que afecten a la empresa y a su sector. Haga primero una lista de las oportunidades y después de las amenazas. Sea lo más específico posible, usando porcentajes, índices y cifras comparativas. Cuando se determinan los porcentajes de cada factor, se debe tomar en cuenta que la suma de ellos debe ser igual a 1.
2. Clasificación de los Competidores: Las clasificaciones se
refieren, por tanto, a las fortalezas y debilidades, donde cuatro corresponde a la fortaleza principal, tres a la fortaleza menor, dos a la debilidad menor y uno a la debilidad principal.
3. Comparación de los Porcentajes y las Calificaciones: En una MPC,
las clasificaciones y los puntajes de valor total de las empresas rivales se comparan con los de la empresa en estudio. Este análisis comparativo proporciona información estratégica interna importante.
4. Evaluación de resultados: Las cifras revelan las fortalezas
relativas de las empresas, pero su precisión implícita es una ilusión. Las cifras no son mágicas y el objetivo no es obtener una sola cifra, sino más bien asimilar y evaluar la información de manera significativa con la finalidad de apoyar la toma de decisiones. Ejemplo:
La empresa X especializada en la venta y distribución de bebidas, desea
analizar su perfil competitivo frente a otras empresas dedicadas a la misma actividad comercial, (KR, y INKA COLA), de acuerdo a los pasos mencionados por Fred David, se procede de la siguiente manera:
1. Determinamos los factores externos e internos que influyen en el éxito
de la empresa y se asignan las ponderaciones de acuerdo a sus prioridades.
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