Está en la página 1de 1

Encadenada

Mujer, como a la cenicienta,

se acabó el hechizo del cuento,

y de aquél, tu príncipe azul,

sólo quedará el recuerdo.

El miedo hizo su entrada

quedando bajo tu dominio.

Lo que parecía sueño de hadas

hoy es un terrible martirio.

Tu hombre se encuentra de pie,

¡Y tú estás de rodillas, mujer!

Las cadenas te atan al suelo,

¡Y una venda te impide ver!

Tu alma frágil está agrietada,

tu garganta contiene un nudo,

tus palabras son silenciadas,

¡Y tu camino no tiene rumbo!

¡Basta de tantos sufrimientos!

Las cadenas tendrás que cortar.

¡Abandona hoy tu cautiverio

y busca pronto tu libertad!

También podría gustarte