Está en la página 1de 56

ECONOMÍA CLÁSICA

La economía clásica es una escuela de pensamiento económico cuyos principales


exponentes son Adam Smith, David Ricardo, Thomas Malthus y John Stuart Mill.
Es considerada por muchos como la primera escuela moderna de economía y en
ocasiones se ha expandido para incluir a autores como William Petty, Johann
Heinrich von Thünen o Karl Marx.
La publicación del libro de Adam Smith titulado Una investigación sobre la
naturaleza y causas de la riqueza de las naciones (generalmente conocido como
La riqueza de las naciones) en 1776 se considera normalmente como el
comienzo de la economía clásica. La escuela estuvo activa hasta mediados del
siglo XIX y fue sucedida por la escuela neoclásica, que comenzó en el Reino
Unido alrededor de 1870.
Los economistas clásicos intentaron y en parte lograron explicar el crecimiento y
el desarrollo económico. Crearon sus "dinámicas de crecimiento" en una época
en la que el capitalismo se encontraba en pleno auge tras salir de una sociedad
feudal y en la que la revolución industrial provocaba enormes cambios sociales.
Estos cambios también provocaron la cuestión de si se podría organizar una
sociedad alrededor de un sistema en la que cada individuo buscara simplemente
su propia ganancia (económica).
Los economistas clásicos reorientaron la economía, alejándose del análisis previo
que se centraba en los intereses personales del gobernante y un interés basado en
las clases sociales. El fisiócrata François Quesnay y Adam Smith, por ejemplo,
identificaron la riqueza de la nación con el producto nacional bruto, en lugar de
con la tesorería del rey o del estado. Smith veía este producto nacional como el
trabajo aplicado a la tierra y al capital. Una vez que la tierra y el capital son
apropiados por los individuos, el producto nacional se divide entre trabajadores,
terratenientes y capitalistas, en la forma de salario, renta e interés.
Tendió a enfatizar los beneficios del libre comercio, un análisis organizado
alrededor del precio natural de los bienes, y la teoría del valor como costo de
producción o la teoría del valor del trabajo.

Fue desplazado en gran parte por escuelas marginalistas de pensamiento (tal


como la escuela austríaca) que según su perspectiva el valor derivaba de la
utilidad marginal que los consumidores encontraron en un bien antes que en el
costo de las entradas que componían el producto. Considerando la adhesión de
muchos economistas clásicos al mercado libre, la escuela de economía más
grande que todavía adhiere a las formas clásicas es la escuela marxista.
TEORÍA DEL VALOR

Los economistas clásicos desarrollaron lo que se vendría a denominar la teoría del


valor o del precio, a través de la cual se buscaba investigar la dinámica de la
economía. Petty introdujo la distinción fundamental entre precio de mercado y precio
natural para facilitar el retrato de las regularidades en los precios.

Los precios de mercados se ven influenciados por una gran cantidad de factores
transitorios que son difíciles de teorizar en ningún nivel abstracto. Los precios
naturales, según Petty, Smith y Ricardo, por ejemplo, capturan las fuerzas
persistentes y sistemáticas que operan en un punto en un momento dado. Los precios
de mercado siempre tienden a los precios naturales en un proceso que Smith
describía como similar a la atracción gravitatoria.
Por otra parte, la teoría de qué era exactamente lo que determina los precios
naturales no es la misma en toda la escuela clásica. Petty intentó desarrollar un
par entre la tierra y el trabajo. Smith, sin embargo, confinaba la teoría del valor a
un pasado mítico precapitalista, y establecía que los precios naturales eran la
suma de los salarios naturales, los beneficios (incluyendo el interés del capital y
los impuestos) y la renta. Ricardo también tenía su teoría del valor, en este caso
basada en el coste. Criticaba a Smith por describir la renta como determinante de
los precios, en lugar de determinada por los precios, si bien veía en su teoría del
valor como una buena aproximación
POSTULADOS DE LA ESCUELA CLÁSICA
DE ECONOMÍA

1. Competencia perfecta en todos los mercados.

3. El estado no debe intervenir en el funcionamiento de los mercados, ya que


los agentes económicos en su acción individual, como por medio de una
"mano invisible", son dirigidos al equilibrio y a la eficiencia. Esto es, Laissez
faire. En consecuencia, las políticas fiscales, monetarias y los subsidios,
obstaculizan el funcionamiento del mercado.
4. Precios flexibles al alza y a la baja, incluidos los salarios, lo que va a permitir
que todos los mercados (de bienes y servicios, de dinero, de trabajo, etc.)
estén siempre en equilibrio (si hay demanda u oferta insatisfecha el ajuste de
precios se encargará de que el mercado vuelva a recuperar el equilibrio).
1. El mercado de trabajo está siempre en situación de pleno empleo. No hay
paro, el desempleo que pueda existir es de carácter friccional (debido al
tiempo que la gente tarda en localizar un trabajo acorde con su capacitación)
o voluntario (gente que no quiere aceptar el salario que le ofrece el mercado).
2. La producción ofrecida por las empresas viene determinada por el nivel de
pleno empleo (a través de la función de producción). Por tanto, la oferta
domina sobre la demanda. La curva de oferta es vertical y es la que
determina el nivel de producción de equilibrio: variaciones en la demanda tan
sólo producen variaciones en los precios.
3. La política monetaria es ineficaz (neutralidad del dinero): variaciones en la
oferta monetaria sólo afectan al nivel de precios, sin que tengan ningún
efecto sobre las variables reales (cantidad demandada, producción de
equilibrio, salarios, etc., una vez depurado el efecto de los precios).
1. La política fiscal tampoco sirve ya que la economía se encuentra siempre en
una situación de pleno empleo, por lo que estas medidas al final sólo se
traducen en subidas de precios.
2. El valor de un bien está dado por la cantidad de trabajo empleado en la
producción de ese bien.
ESCUELA NEOCLÁSICA
La escuela neoclásica es un enfoque económico basado en el análisis
marginalista y el equilibrio de oferta y demanda. Entre los supuestos de enfoque
neoclásico está que el comportamiento económico surge del comportamiento
agregado de individuos (u otro tipo de agentes económicos) que son racionales y
tratan de maximizar su utilidad o beneficio mediante elecciones basadas en la
información disponible.

Hoy en día, el enfoque de la escuela neoclásica predomina entre los economistas.


Aunque existen muchas críticas a varios de los supuestos de la escuela
neoclásica, frecuentemente algunos de estas críticas han sido incorporadas en
nuevas versiones de la teoría neoclásica (por ejemplo, la escuela neokeynesiana
está basada tanto en principios neoclásicos como keynesianos).
La economía neoclásica es el producto de varias escuelas de pensamiento en
economía. No todos están de acuerdo acerca de qué se denomina la economía
neoclásica, y el resultado de esto es una amplia gama de aproximaciones
neoclásicas a varias áreas problemáticas y dominios; arrancando de las teorías
del trabajo a teorías de los cambios demograficos.
E. Roy Weintraub expresa que la economía neoclásica se basa en tres cuestiones,
sin embargo algunas ramas de la teoría neoclásica pueden tener distintas
aproximaciones:

1. Las personas tienen preferencias racionales hacia los resultados que pueden
ser identificados y asociados con un valor.

2. Los individuos maximizan la utilidad y las firmas maximizan la ganancia.

3. Las personas actúan independientemente en base a información completa y


relevante.
Los iniciadores de la escuela neoclásica son Carl Menger, Leon Walras, William
Stanley Jevons, Alfred Marshall y Knut Wicksell. Sus formulaciones, como
todas las de la primera escuela neoclásica giran en torno al principio de utilidad
marginal decreciente. Fundando el subjetivismo de la Escuela austríaca, Menger
se diferenció de sus contemporáneos considerando que el análisis económico
debería partir del análisis de las necesidades humanas y de las leyes que
determinan la utilización de los recursos disponibles para satisfacerlas. A
diferencia de la escuela clásica considera que el valor de los bienes está
determinado por el deseo y la necesidad, y no por el costo de producción así
como tampoco la cuantía de trabajo que se haya empleado en producirlos.
ESCUELA AUSTRÍACA
La Escuela austríaca, también denominada Escuela de Viena, es una escuela de
pensamiento económico que se opone a la utilización de los métodos de las
ciencias naturales para el estudio de las acciones humanas, y prefiere utilizar
métodos lógicos y la introspección, lo que se denomina individualismo
metodológico.

Su origen se halla en el debate metodológico con la Escuela Histórica Alemana,


que en un ánimo historicista intentaba confinar las leyes del mercado a diferentes
etapas de la historia.
APORTES FUNDAMENTALES

Esta escuela se ha caracterizado por su fuerte criticismo hacia programas de


investigación como el Marxismo, el Socialismo fabiano, el Nazismo, el Fascismo
y el Keynesianismo. Se debe a Eugen von Böhm-Bawerk la conocida monografía
La conclusión del sistema marxiano en que refuta desde la praxeología la teoría
marxista del valor-trabajo y el concepto de plusvalía, ante una evidente
contradicción que se producía en la aplicación de lauando la llamada tasa de
ganancia no cumplía la predicción de Karl Marx en su tendencia decreciente, sino
que por el contrario, se incrementaba.
Dicha contradicción fue reconocida por Marx en el tercer volumen de su
compleja obra El Capital, respondiendo en consecuencia que si bien dicha
aparente contradicción se registra en casos puntuales, en la economía general
luego se superan manteniendo vigente su sistema, lo que lo llevó a introducir una
modificación notable en este: la ley del valor (que afirma 'las mercancías se
intercambian por su valor') ya no ha de cumplirse en cada caso individual, sino a
escala general considerando el sistema económico en su conjunto. Böhm-Bawerk
constató que estos "casos puntuales" eran en realidad prácticamente todos. La
obra ha hecho famoso a Böhm-Bawerk, y mostrado los rasgos deliberadamente
críticos de la Escuela Austríaca.
Lo mismo puede decirse de Ludwig von Mises, quien ha dedicado un volumen a
dicha empresa, en su conocido libro El Socialismo donde expone su argumento
contra las doctrinas socialistas al tiempo que justifica la propiedad privada en
términos economicistas, demostrando que sólo ésta posibilita la libre formación
de precios en un mercado, y esto otorga a quienes intervienen en él información
sobre la escasez y utilidad de un bien económico. Sólo con propiedad privada
será posible minimizar la escasez, que la Escuela Austríaca considera como
propiamente humana.
Sin propiedad privada habrá, declara Mises, un irracional manejo de la escasez.
Mises afirma que será imposible en ausencia de precios El Cálculo Económico
en la Comunidad Socialista[1] , monografía con la cual introduce su argumento,
posteriormente aceptado por el socialista de mercado Oskar Lange, quien adopta
para su análisis la praxeología miseana.

La teoría austríaca del ciclo económico, desarrollada inicialmente por Mises, ha


sido una de las principales aportaciones de esta escuela a la comprensión del
desarrollo económico y el porqué de las crisis.
PRAXEOLOGÍA

La praxeología, desarrollada con mayor profundidad por Ludwig von Mises en


su magnus opus La Acción Humana posee fuertes vínculos con la sociología
comprensiva weberiana y ha servido de base a posteriores estudios sociológicos
que toman de la Escuela Austríaca su individualismo metodológico. La
praxeología es un teoría que no necesariamente es aceptada totalmente por lo
economistas austríacos.
PRINCIPALES EXPONENTES

Entre sus principales teóricos fundadores se encuentran Carl Menger, Eugen von
Böhm-Bawerk, Friedrich von Wieser; y seguidores y continuadores, Ludwig von
Mises, Friedrich von Hayek, Murray Rothbard, Israel Kirzner, Hans-Hermann
Hoppe y Jesús Huerta de Soto. La Escuela Austríaca, algo alejada de la corriente
principal de la teoría neoclásica, ha sido muy influyente por su cuestionamiento de
la teoría del comportamiento de dicha corriente. Se les suele asociar con los
liberales y los libertarianos por sus ideas sobre la organización social, política y
económica. Los partidarios de esta escuela suelen ver en la Escuela de Salamanca
una antecesora de la suya.
MERCADO LIBRE
MERCADO LIBRE

El mercado libre es el sistema en el que el precio de los bienes o servicios es


acordado por el consentimiento mutuo de los vendedores y de los compradores
mediante las leyes de la oferta y la demanda. El concepto se opone al de mercado
regulado, donde el gobierno controla las fuentes de suministros, los precios o la
producción. Si en lugar del gobierno son una o varias empresas las que controlan
alguna de estas tres cosas se hablará de monopolio u oligopolio, respectivamente.
Aunque en la situación de libre mercado el gobierno no fija o regula los precios,
la implementación efectiva de libre mercado requiere que entre los participantes
de la transacción comercial no haya coerción, ni fraude, de modo que todas las
transacciones sean moralmente voluntarias y también que exista información
perfecta y otras condiciones que garanticen la competencia perfecta
ORIGEN
Algunas teorías asumen que el libre mercado es una forma natural de
organización social, y que el libre mercado se desarrollará en cualquier sociedad
donde no sea obstruido. El consenso entre los economistas historiadores es que la
economía de libre mercado es un fenómeno histórico específico, y que ha
surgido al final del periodo medieval y la temprana Europa moderna. Algunos
economistas historiadores ven elementos de libre mercado en sistemas
económicos de la antigüedad clásica, y en algunas sociedades no-occidentales.

Jesuitas Españoles de la Escuela de Salamanca, como el Padre Juan de Mariana,


escribieron tratados económicos en los que llegaron a conclusiones similares a
las alcanzadas por economistas de la escuela austríaca en el siglo XX.
Para el siglo XIX el mercado ciertamente había organizado apoyo político, en la
forma de liberalismo. Sin embargo, no es claro si el apoyo precedió la
emergencia del mercado, o lo siguió. Algunos historiadores ven que es resultado
del éxito de la ideología liberal inicial, combinada con el interés de los
emprendedores. En la teoría marxista, la ideología simplemente expresa la
transición de largo plazo subyacente del feudalismo al capitalismo. Se puede
notar que la visión de este artículo –emergencia o implementación- no
necesariamente corresponde a las posturas a favor y en contra del mercado. Los
liberatarios argumentarían que el mercado fue impuesto por medio de políticas
gubernamentales, ya que tiene una connotación de represión, y los marxistas
estarán de acuerdo con ellos por diferentes razones.
Por filosofía social, el mercado libre es un sistema que coloca bienes dentro de
una sociedad: la oferta y la demanda dentro de un mercado determinan quién
obtiene que y qué es lo que se produce. El mercado hace esto sin decisiones o
valores externos que la precedan, y esto es visto como una de sus grandes
ventajas por sus seguidores. La función de colocación es usualmente llamada "el
mecanismo del mercado", o simplemente "mercado".
El término economía de libre mercado es generalmente usado para describir a las
economías occidentales, pero los grupos a favor del mercado únicamente aceptan
esta descripción si el gobierno practica políticas de no-intervención, en oposición
a la intervención estatal de la economía. Desde la emergencia de un sistema
económico distinto en la Unión Soviética, se contrasta usualmente el libre
mercado con economías dirigidas y economías planeadas centralmente. Sin
embargo, los promotores iniciales del libre mercado en el siglo 18 europeo lo
contrastaron con las economías medievales y las economías premodernas que la
presidieron.
Generalmente se entiende que la economía de libre mercado es diferente a los
sistemas económicos premodernos. Aunque algunos tengan un sistema
monetario, esto no es suficiente para definirse como un libre mercado. Se
entiende que las transacciones de mercado son económicas por naturaleza, y un
regalo personal no se considera como transacción de mercado. Ni tampoco la
coerción de transferencias como el tributo. La carencia de transacciones
económicas, por ejemplo en una sociedad de pura agricultura de subsistencia
también excluye el libre mercado.
TEORÍA

Tal como lo tratan los economistas, el libre mercado es un modelo abstracto,


importante desde el punto de vista teórico. La economía de libre mercado es un
término descriptivo de los sistemas económicos en un territorio particular,
usualmente un estado-nación. Implica que el sistema económico se aproxime al
modelo ideal. Puede ser descrito como menos libre que otros, o como
"relativamente libre", de acuerdo al criterio utilizado. El grado en el cual una
economía es de hecho libre, es una disputa política: los libertarianos comúnmente
señalan que las economías occidentales no son libres, y son a lo mucho una
economía mixta.
Sea que la economía deba ser libre en estos términos, también es discutible, lo
cual es uno de los asuntos más importantes en el especto político moderno.
Internacionalmente, los partidarios del liberalismo económico (llamado
liberalismo en Europa) apoyan el mercado libre. En los Estados Unidos, el
apoyo a las estructuras económicas de libre mercado es un principio clave del
conservadurismo y libertarianismo estadounidense. Desde los años 1970s, se
describe como neoliberalismo a la promoción de una economía global de libre
mercado, la desregulación y la privatización.
Si un gobierno está presente, su uso de la fuerza en el mercado idealmente está
limitado a proteger a los participantes del mercado de la coerción, incluyendo
protección de derechos de propiedad y cumplimiento de contratos. La esencia del
libre mercado puede entenderse como un juego en el cual los jugadores compiten
de acuerdo a un conjunto de reglas que previene la coerción (incluyendo el
robo); el cumplimiento de estas reglas puede ser llevado a cabo por un árbitro
neutral (gobierno). Los jugadores en este juego pueden tener diferentes
habilidades, conocimientos, y recursos, los cuales pueden ser conflictivos con
normas sociales de equidad, así un mercado libre puede no coincidir con lo que
algunos consideran un mercado equitativo. O, algunos pueden ver como la
esencia de la equidad, la aplicación de reglas por igual para todos los
participantes. Esta concepción del mercado como un sistema económico puro
basado en la libertad de coerciones entre los participantes del mercado tanto
como del gobierno, es el contraste fundamental con una economía dirigida.
La ley de oferta y demanda predomina en el libre mercado ideal, afectando
precios hacia un equilibrio que balancea las demandas de los productos contra las
ofertas. A estos precios de equilibrio, el mercado distribuye los productos a los
compradores de acuerdo al uso (o utilidad) de cada comprador para cada
producto y dentro de un límite relativo dentro del poder de compra del
comprador. Los componentes necesarios para el funcionamiento de un libre
mercado ideal incluyen la ausencia completa de presiones artificiales sobre el
precio de impuestos, subsidios, tarifas, regulaciones gubernamentales (excepto la
protección ante la coerción y el robo), y el no otorgar monopolios
gubernamentales (usualmente clasificados como monopolios coercitivos por los
adeptos al mercado libre), como el sistema de correos norteamericano, Amtrak,
supuestas patentes, etc.
El comportamiento equilibrante del libre mercado tiene ciertas presuposiciones
de los agentes, por ejemplo, que actúan independientemente. Algunos modelos
en econofísica han mostrado que cuando le son permitidos a los agentes actuar
localmente en un mercado libre (i.e. donde sus decisiones dependen no solo de
utilidad y poder de compra, pero también de sus decisiones particulares), los
precios pueden llegar a ser inestables y salirse del equilibrio, a menudo de
manera abrupta.
El comportamiento del libre mercado se dice que no es linear (un par de agentes
regateando por una compra llegaran a un precio diferente que 100 pares de
agentes haciendo la compra idéntica). Las burbujas de especulación y el tipo de
comportamiento errático, que se observa a menudo en la bolsa, son citadas como
ejemplos en la vida real, de tendencias de precios no equilibrados. Los adeptos al
libre mercado a menudo descartan la teoría endógena y culpan del desequilibrio
de precios a influencias externas, como el clima, precios de productos básicos,
desarrollos tecnológicos e intervenciones gubernamentales.
La distribución del poder de compra en una economía depende en gran medida
del mercado de trabajo y del mercado financiero, pero también de otros factores
como relaciones familiares, herencias, regalos, etc. Muchas teorías que describen
la operación de un mercado libre se enfocan principalmente a los mercados de
productos de consumo, y a su descripción de mercado de trabajo o de tendencias,
sin embargo, los mercados financieros tienden a ser más complicados y
controversiales.

El libre mercado puede verse como una forma de facilitar decisiones de mercado,
lo que se conoce como voto del dinero, donde la compra de un producto es
equivalente al voto para el productor para que continúe produciendo dicho
producto.
El efecto de la libertad económica en la riqueza de la sociedad y del individuo
esta sujeto a controversia. Kenneth Arroy y Gerard Debreu han mostrado que bajo
ciertas condiciones idealizadas, un sistema de libre comercio lleva a la eficiencia
de Pareto, la cual casi por seguro, nunca es cierta en la economía dirigida, porque
un gobierno está propenso a errores en sus recursos distributivos, ya que la
información a su disposición es menos que perfecta.
Muchos adeptos a los libres mercados, muy notablemente, Milton Friedman, han
argumentado que hay una relación directa entre el crecimiento económico y la
libertad económica, aunque esta aserción es mucho más difícil de probar tanto
teórica como empíricamente. Joshua Epstein y Robert Axtell han intentado
predecir las propiedades del libre mercado en un programa computacional
basado en un agente, llamado "sugarscape". Llegaron a la conclusión que,
nuevamente, bajo condiciones ideales, el libre mercado conduce a una
distribución de riqueza Pareto. Estos hallazgos confirman las ideas de Vilfredo
Pareto, que sostenía que la tendencia "natural"de la sociedad conduce a una
poderosa ley de distribución de riqueza, poder o influencia.
El libre mercado implica la presencia de competencia, aunque de facto se
presenten monopolios. A menudo connota la presencia de la motivación de
ganancia, aunque ni la motivación de ganancia ni las ganancias sean suficientes
para la existencia del libre mercado. Se entiende que en todos los libres mercados
modernos incluyen individuos y empresas emprendedoras. Típicamente, un libre
mercado moderno incluiría entre otros aspectos, bolsa de valores, sector de
servicios financieros, pero estos no la definen.
PRÁCTICA
Mientras que el libre mercado es una idealización abstracta, es útil en entender los
mercados reales aunque sean creados artificialmente y regulados por gobiernos o
agencias no gubernamentales, o fenómenos sociales naturales como el mercado
negro o la economía subterránea, la cual puede llegar a ser persistentemente
robusta, a pesar de los intentos de suprimirlos. Los impuestos y los canales
gubernamentales encausan puntos de equilibrio en las grandes economías de hoy
para que estas economías sean relativamente libres o no-libres. Comúnmente se
cita que los problemas potenciales que pueden existir en una economía de libre
mercado son las prácticas de monopolio, carteles, aspectos externos (como la
contaminación) e información distribuida asimétricamente.
Las líneas de información o conocimiento puede llevar a lo que muchos ven
como un demonio en la economía, como información privilegiada, engaño de
precios, selección adversa, perjuicios morales, y problemas de agentes
exclusivos, los cuales pueden llegar a justificar la intervención gubernamental
para su solución. Algunos creen que la noción de libre mercado es
inherentemente inalcanzable porque su operación depende de clases sociales,
artículos fetichistas, y sostienen que los gobiernos crean derechos de propiedad y
están fundamentalmente involucrados en los mercados para el cumplimiento de
esos derechos. Otros argumentan que el concepto de propiedad surge de la ley
natural y entonces es incorrecto ver a los gobiernos como creadores de mercados.
EL GRADO DE LIBERTAD DEL MERCADO

La Fundación Heritage, un ala de pensamiento conservador, trató de identificar los


factores clave que permiten medir el grado de libertad de la economía de un país en
particular. En 1986 introdujeron el Índice de Libertad Económica (ILE) que está
basado en unas cincuenta variables. Este y otros índices similares no definen un
mercado libre, pero miden el grado en el cual una economía moderna es libre, lo
que significa en la mayoría de los casos que esta libre de intervención del estado.
Las variables están divididas en los siguientes principales grupos:
1. Política de comercio
2. Carga fiscal gubernamental
3. Intervención gubernamental en la economía
4. Política monetaria
5. Flujo de capital e inversión extranjera
6. Banca y financiamiento
7. Salarios y precios
8. Derechos de propiedad privada
9. Reglamentos, y
10. Actividad del mercado informal

A cada grupo se le asigna un valor entre 1 y 5; ILE es el promedio aritmético de los


valores, redondeado a centésimas.
Inicialmente, países que fueron tradicionalmente considerados capitalistas
recibieron altos rangos, pero el método mejoró con el tiempo. Por ejemplo, Hoy
uno puede ver una clara correlación entre el valor ILE y el producto interno
bruto de un país.
IDEOLOGÍA Y ÉTICA

El apoyo al libre mercado es un principio de ordenamiento social sobre todo


asociado con el liberalismo, especialmente durante el siglo XIX. En Europa, el
término "liberalismo" conserva su connotación como la ideología del libre mercado,
pero en los Estados Unidos está asociado con la intervención gubernamental, y
adquiere un significado peyorativo por adeptos al libre mercado. Desarrollos
ideológicos posteriores, como el minarquismo y el libertarianismo también apoyan
el libre mercado, e insisten en su forma pura. Aunque el mundo occidental comparte
una forma general similar de economía, el uso en los Estados Unidos se refiere a
esto como capitalismo, mientras que el 'libre mercado' europeo es el término neutral
preferible. El uso del término 'capitalismo' en Europa implica el marxismo, o se le
acerca, a menos que sea usado para describir el siglo 19.
Usualmente se ve al marxismo, comunismo y socialismo como el principal
oponente ideológico al libre mercado. El liberalismo moderno (en el uso
norteamericano), y en Europa, democracia social, buscan únicamente mitigar lo
que ellos ven como los problemas de un libre mercado sin restricciones, y
aceptan su existencia como tal. Para la mayoría de los libertarianos, simplemente
no existe todavía el libre mercado, dado el grado de intervención gubernamental
aún en los países más 'capitalistas'.
Para su perspectiva, aquellos que dicen que favorecen el "libre mercado" hablan
en un sentido relativo más que absoluto (en términos libertarios), desean que la
coerción sea mantenga en lo mínimo necesario para maximizar la libertad
económica (tal coerción necesaria serían impuestos, por ejemplo) y maximizar la
eficiencia del mercado al eliminar barreras comerciales, haciendo el sistema de
impuestos neutral en dividendos de tal manera que el financiamiento de la
plusvalía no sea una desventaja, esto es, el financiamiento de deuda. Sin
embargo, existen los anarquistas de mercado que no permitirían la imposición de
impuestos y gobiernos (y otros mecanismos forzados) por considerarlos
perjudiciales, y en cambio preferirían la protección de la libre economía en
forma de contratos privados y voluntarios.
La justificación ética del libre mercado tiene dos formas. Uno apela a la
superioridad moral intrínseca de autonomía y libertad (en el mercado), ver
deontología. La otra es una forma de consecuentalismo –una creencia que
descentraliza la planeación por una multitud de individuos que toman decisiones
de mercado libre, produciendo mejores resultados respecto a una economía más
organizada, eficiente y productiva que aquellas economías planeadas
centralmente, donde una agencia central decide que es lo que se produce, y oferta
productos por mecanismos distintos al precio. Una vieja versión de este
argumento es la metáfora del Mano Invisible, cercana al trabajo de Adam Smith,
aunque es más antigua.
En el tiempo de Smith, no existían economías planeadas centralmente que sirvan
de comparación, simplemente argumentaba que el mercado beneficiaba el bien
común. Las teorías modernas de autoorganización dicen que la organización
interna de un sistema puede incrementarse automáticamente sin ser guiado o
manejado por una fuerza externa. Cuando se aplica al mercado, como una
justificación ética, se está apelando principalmente a su valor intrínseco como
entidad auto organizada. La admiración por estas habilidades del mercado, es la
característica de algunos argumentos a favor del mercado en los 1990s,
especialmente entre aquellos que vieron a la red global como un mercado
perfecto.
GLOSARIO DE TÉRMINOS
PRECIO NATURAL
Los precios naturales son los precios de los bienes que se calculan en función del
coste de los factores de producción. Son, por tanto el valor que los factores de
producción dan a un producto terminado.

Ha existido un debate económico acerca de qué es lo que determina el precio


natural. Los autores pertenecientes a la escuela clásica y marxista defendían que
los precios naturales se decidían por el valor del producto, valor que era
intrínseco al mismo.

Los marginalistas, en cambio, argumentan que el precio de los factores está


determinado por la propia demanda del producto final, y que dependen, por
tanto, del producto terminado. A mayor demanda y producción, los costes
unitarios de fabricación del producto son menores, por lo que su valor natural
disminuye.
UTILIDAD MARGINAL

La utilidad marginal es un constructo que introducen ciertas teorías económicas


para representar cuantitativamente la utilidad que brinda la última unidad
consumida de un bien.

El concepto de utilidad marginal aclara el viejo enigma del agua y los diamantes.
El precio de un bien se define a través de su utilidad marginal, no a través de la
utilidad objetiva. Allí donde el agua está disponible en abundancia, su utilidad
marginal es baja; la utilidad marginal de los diamantes es alta a causa de su
rareza. Este enunciado aclara la observación diaria de que la oferta repentina
amplia de un bien -por ejemplo, tomate- en general conduce a una caída de su
precio.
HISTORIA

El concepto se desarrolló en el siglo XIX dentro de los esfuerzos de explicar el


mecanismo de formación de precios por un procedimiento alternativo a la Teoría
del valor-trabajo que había sido usada tanta por los economistas clásicos como por
los economistas marxistas. La teoría en la forma más o menos actual fue resumida
por primera vez por el economista Friedrich von Wieser, al que se le atribuye la
acuñación del término de utilidad marginal (Grenznutzen).

También podría gustarte