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UNIVERSIDAD LOS ÁNGELES DE CHIMBOTE

TEMA:

Examen de Cuello

CURSO:

Medicina I

INTEGRANTES:

GUTIERREZ JUAREZ NANCY

TORRES PUENTE SEBASTIAN

QUILCAT TORRES JORDY

VEGA RODRIGUEZ PAOLA

VILLARREAL ROBLEDO TATIANA

DOCENTE:

Chimbote – Perú

1 2018
Índice
Introducción .....................................................................................................................................3

I. EL CUELLO ................................................................................................................4

1.1. El Cuello .................................................................................................................4


1.2. Tipos de Cuello .......................................................................................................4
1.2.1. Cuello corto ..................................................................................................4
1.2.2. Cuello largo ..................................................................................................4
1.2.3. Cuello grueso ...............................................................................................4
1.2.4. Cuello delgado .............................................................................................4
1.3. Ganglios ..................................................................................................................5
1.4. Enfermedades que pueden originar no hacerse un examen de cuello a tiempo ......5
1.4.1. Adenomegalia ..............................................................................................5
1.4.2. Síntomas de la Adenomegalia ......................................................................6
1.4.2.1. Síntomas Generales .........................................................................6
1.4.2.2. Síntomas Locales .............................................................................6
1.4.2.3. Examen físico ..................................................................................6
1.4.3. Adenitis ........................................................................................................7
1.4.3.1. Tipos de Adenitis ................................................................................... 7

II. EXAMEN DEL CUELLO...........................................................................................8

2.1. Ganglios linfáticos ..................................................................................................8


2.2. Glándulas salivales..................................................................................................8
2.3. Glándula tiroides .....................................................................................................8

III. DESCRIPCIÓN DEL PULSO VENOSO YUGULAR ...........................................11

Referencias Bibliográficas ...........................................................................................................103

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INTRODUCCIÓN
El Examen Físico es la exploración que se practica a toda persona a fin de reconocer las
alteraciones o signos producidos por la enfermedad, valiéndose de los sentidos y de pequeños
aparatos o instrumentos llevados consigo mismo, tales como: termómetro clínico, estetoscopio, y
esfigmomanómetro entre los más utilizados.

Este constituye una de las habilidades a lograr por los estudiantes de Licenciatura en Enfermería
como parte de sus Competencia y Desempeño, por lo que deberá tener nociones elementales o
básicas que le permitan interactuar con el paciente en tal sentido.

Con relativa frecuencia observamos que nuestros estudiantes en su inmensa mayoría presentan
dificultades en la realización del mismo. Por ello me propuse la elaboración de este Material de
Apoyo a manera de Manual, ofreciéndoles elementos básicos que les permitan realizar el Examen
Físico a los pacientes, no profundizándose en aspectos del mismo, de interés para el personal
médico.

El cuello se explora por inspección, palpación y auscultación. Siempre se explora sentado. La


inspección pudiera realizarse de pie, si el sujeto es de menor o igual estatura que el examinador.
En su exploración tendremos en cuenta:

 Inspección del cuello en su conjunto.


 Forma y movimientos
 Exploración de la glándula tiroides
 Examen de los ganglios linfáticos.
 Examen de los vasos del cuello.
 Exploración del resto de las estructuras.

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I. EL CUELLO
1.1. El Cuello
Es el área de transición entre el
cráneo por arriba, el tronco y las
extremidades superiores por
debajo. Funciona como un
conducto para las estructuras que
circulan entre ellos, además de
contener estructuras especializadas
tales como la laringe, la tráquea, el
esófago y las glándulas tiroides y
paratiroides. Para facilitar la
flexibilidad y potenciar la eficacia de los órganos sensoriales que se encuentran en
la cabeza, el cuello presenta una estructura relativamente delgada.
Las estructuras contenidas en el cuello (tanto en el hombre como en el animal) son
vulnerables a heridas de diversa índole, ya que el cuello no les ofrece protección
ósea con excepción de la médula espinal, la que está contenida dentro del canal
cervical. La irrigación sanguínea está dada principalmente por las arterias carótidas
y el drenaje venoso por las venas yugulares externa, interna y anterior.
Algunas lesiones en el cuello son subsanadas con el uso de un collarín. (L.
Navarro, 2005)

1.2. Tipos de Cuello


1.2.1. Cuello corto
1.2.2. Cuello largo
1.2.3. Cuello grueso
1.2.4. Cuello delgado

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1.3. Ganglios
Los ganglios son agregados celulares que
forman un órgano pequeño con una
morfología ovoide o esférica. Hay dos
tipos de formaciones que reciben el
nombre de ganglio. (L. Navarro, 2005)

1.4. Enfermedades que pueden originar no hacerse un examen de cuello a tiempo


1.4.1. Adenomegalia
Adenomegalia es
el término que
define al
aumento anormal
del tamaño de los
ganglios
linfáticos (GL) y
se acompaña de
alteración en su
consistencia. Es
una
manifestación
clínica inespecífica de una enfermedad regional o generalizada, aguda o
crónica, benigna o maligna. Para su estudio es necesario definir hasta
donde es un hallazgo dentro o fuera de los límites normales y considerar
su crecimiento como una reacción normal y que ocurre en forma
secundaria a diversos estímulos inflamatorios. (L. Navarro, 2005)

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1.4.2. Síntomas de la Adenomegalia
1.4.2.1. Síntomas Generales
Fiebre, pérdida de peso (> 10% en 6 meses), sudoración
nocturna y prurito se presentan en aproximadamente el 30 y el
10% de los pacientes con Linfoma de Hodgkin y Linfomas No
Hodgkin, respectivamente. La fiebre y la pérdida de peso se
pueden presentar en la brucelosis y leishmaniasis, pero son raras
en la toxoplasmosis y la linfadenitis tuberculosa. La fiebre
también es un hallazgo frecuente en la mononucleosis
infecciosa. (R. Goderich, 2002)

1.4.2.2. Síntomas Locales


La odinofagia acompaña con frecuencia a las infecciones
mononucleósicas y estreptocócicas de las vías respiratorias
superiores, y también está presente en otras infecciones virales
que causan adenomegalia; mientras que sólo en ocasiones se
presenta en la toxoplasmosis (15%). Se deberá tomar en cuenta
como parte de las posibles causas de la adenomegalia a los
antecedentes dentales, alteraciones de la piel, conjuntivitis,
otalgia y de todas las regiones cercanas a los ganglios
aumentados de tamaño. (R. Goderich, 2002)

1.4.2.3. Exámen Físico


Los ganglios linfáticos aumentados de tamaño se pueden dividir
para su clasificación en localizados o regionales (una sola región
anatómica), limitados (2 o 3 áreas involucradas) y generalizados
(4 o más zonas anatómicas). La adenomegalia localizada o
limitada frecuentemente es de etiología inespecífica, mientras
que la adenomegalia generalizada tiene causas específicas. . (R.
Goderich, 2002)

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1.4.3. Adenitis
El término
adenopatía hace
referencia a
alteraciones del
tamaño y/o la
consistencia de los
ganglios linfáticos.
Se consideran
aumentados de
tamaño los ganglios cervicales mayores de 1 centímetro (0,5 cm en
neonatos). También son patológicos los ganglios pétreos o de superficie
irregular, aquellos en los que existe ulceración cutánea o fijación a
planos profundos. Cuando aparecen signos inflamatorios locales
hablamos de adenitis. En la edad pediátrica la mayoría de las
adenopatías son reactivas a infecciones respiratorias, principalmente de
etiología vírica y suelen regresar en unas semanas. (A. Falcon, 2002)

1.4.3.1. Tipos de Adenitis


a) Adenitis cervical es una inflamación de un ganglio linfático
del cuello. (A. Falcon, 2002)
b) Adenitis mesentérica es una inflamación de los ganglios
linfáticos del abdomen. (A. Falcon, 2002)
c) Adenitis sebácea es una inflamación de las glándulas
sebáceas de la piel. (A. Falcon, 2002)
d) Adenitis tuberculosa (escrófula) es una infección
tuberculosa de la piel del cuello. (A. Falcon, 2002)

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II. EXAMEN DEL CUELLO
En el examen de cuello se debe examinar:
 Forma y movimientos.
 Ganglios linfáticos
 Glándula tiroides.
 Pulsos carotídeos.
 Pulso venoso yugular.

Los cuellos largos y delgados son más fáciles de examinar, a diferencia de los cuellos
cortos y gruesos. Normalmente, las personas deben ser capaces de mover el cuello en
las cuatro direcciones (arriba, abajo, lados) y efectuar movimientos de rotación. En
presencia de una discopatía cervical o de lesiones musculares, es frecuente que se
produzca dolor y se limite el rango de movimientos. (T. Harrison, 1997)

2.1. Ganglios linfáticos. Respecto a los ganglios, se debe describir su forma, tamaño,
número, consistencia, ubicación, si son sensibles, si comprometen la piel, si se
desplazan sobre los planos profundos, etc. La descripción misma de ellos puede
quedar en la sección del examen físico general (cuando el compromiso es
generalizado), o en el examen del cuello (si sólo en este lugar se encuentran los
ganglios alterados). No es necesario repetir lo mismo en las dos partes.
2.2. Glándulas salivales. Las glándulas salivales en diversas especies biológicas son
glándulas exocrinas en el sistema digestivo superior que producen la saliva que
vierten en la cavidad bucal.
La saliva es un líquido de consistencia acuosa o mucosa, que contiene proteínas,
glucoproteínas, hidratos de carbono y electrólitos, células epiteliales descamadas y
leucocitos. Su función, entre otras, es iniciar la digestión de los alimentos al
humedecerlos para ayudar en el proceso de masticar y deglución y contiene enzimas
que comienzan el proceso de digestión de carbohidratos y grasas.
2.3.Glándula tiroides. Se ubica en la parte anterior y baja del cuello, por debajo del
cartílago cricoides. Conviene acordarse de que a nivel de la línea media anterior,
desde arriba hacia abajo, se palpa primero el cartílago tiroides (donde se ubica la
llamada “manzana de Adán”), más abajo se palpa el cartílago cricoides y un poco

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más abajo se palpa el istmo de la glándula tiroides. A ambos lados de esta estructura
se palpan los lóbulos laterales de la glándula, que en condiciones normales, pueden
ser del tamaño de una almendra grande. Si se le pide al paciente que trague saliva,
ambos lóbulos laterales ascienden, y esto ayuda para reconocerlos. Su superficie
debe lisa o ligeramente irregular, y de consistencia entre blanda y relativamente
firme.
Al examinar la glándula tiroides se debe identificar el tamaño de los lóbulos
laterales, su superficie, su consistencia. En forma muy dirigida, se debe buscar si
se palpan nódulos. La presencia de nódulos preocupa por la posibilidad que alguno
de ellos pueda corresponder a un cáncer. (T. Harrison, 1997)
La glándula se puede examinar de distintas formas, que incluso se complementan
entre ellas:
 Con el paciente en decúbito dorsal: Se buscan, mediante la inspección y la
palpación, aumentos localizados de volumen en la región supraesternal y hacia
ambos lados de la tráquea.
 Con el paciente sentado o de pie:
 El examinador se pone por delante del paciente para efectuar la inspección
y la palpación. Con una mano se desplaza ligeramente la glándula hacia el
lado contrario y con la otra mano se palpa el lóbulo del lado que queda más
prominente.
 El examinado se ubica detrás del paciente y con sus dos manos,
especialmente los dedos índices y medio, palpa la glándula: desliza sus
dedos sobre la superficie, capta el tamaño y la consistencia, busca si existen
nódulos, etc.

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Se llama bocio al aumento difuso de la glándula. En bocios muy grandes, como
puede ocurrir, a veces, en la enfermedad de Basedow, es posible auscultar sobre la
glándula un soplo suave (debido a una mayor vascularización y flujo sanguíneo).
(T. Harrison, 1997)

 Arterias carótidas. Su recorrido se logra identificar desde la región del extremo


interno de las clavículas (por abajo), subiendo en dirección oblicua en dirección
del ángulo de la mandíbula, quedando inmediatamente por delante o por debajo
del borde anterior del músculo esternocleidomastoídeo, a ambos lados.
 Pulso venoso yugular. Las venas yugulares se notan en mayor o menor grado
según el largo del cuello, el grosor del panículo adiposo y la presión venosa.
Normalmente, en una persona reclinada en la cama, las venas se ven algo
ingurgitadas, llegando hasta la mitad del cuello. En la inspiración, se colapsan
(influido por la presión negativa intratorácica que se genera).

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III. DESCRIPCIÓN DEL PULSO VENOSO YUGULAR

Se distinguen fundamentalmente dos ondas, la "a" y la "v". La primera, la onda "a",


ocurre justo antes del sístole, y se debe a la contracción de la aurícula derecha (al final
del diástole, cuando se termina de vaciar al ventrículo derecho). El colapso de la vena
después de la onda "a", es el descenso "x" y se debe a la relajación de la aurícula. (T.
Harrison, 1997)

La onda "v" se debe al llene pasivo de la aurícula derecha debido al retorno venoso
normal, mientras la válvula tricúspide permanece cerrada durante el sístole. Por lo
tanto, es una onda que ocurre al mismo tiempo del sístole y que se vería sobre el vena
yugular. El colapso que se observa después de la onda "v", se denomina el descenso
"y", que corresponde al paso de la sangre de la aurícula al ventrículo durante el diástole,
después que se abre la válvula tricúspide. (T. Harrison, 1997)

Con registros muy finos, se describe una pequeña muesca ubicada en el descenso de la
onda "a", que se ha llamado la onda "c", atribuida al cierre de la válvula tricúspide,
después que se ha terminado de contraer la aurícula derecha y está comenzando el
sístole, pero no es posible de ver a simple vista. (T. Harrison, 1997)

En resumen, la secuencia de las ondas del pulso venoso yugular son:

 la onda "a", que ocurre antes del sístole (dato mnemotécnico: contracción
auricular).
 y la onda "v", que ocurre durante el sístole (dato mnemotécnico: llene venoso
pasivo o contracción ventricular).

Para diferenciar si una determinada onda que se ve sobre la vena yugular es antes o
durante el sístole, conviene estar palpando al mismo tiempo una arteria (ej: pulso
radial). La onda "a" antecede al pulso arterial y la "v" coincide con él. El descenso
"x" sigue a la onda "a" y el descenso "y" sigue a la onda "v".

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En condiciones patológicas estas ondas presentan alteraciones, que pueden ser:

 •onda "a" grande: cuadros de hipertensión pulmonar, estenosis de la válvula


pulmonar, estenosis de la válvula tricúspide (debido a la resistencia que encuentra
la aurícula derecha para vaciarse al ventrículo).
 •onda "v" muy grande: en insuficiencia tricúspide (debido al reflujo de sangre
durante el sístole).
 •ausencia de onda "a": en fibrilación auricular (la aurícula no se contrae al
unísono).

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

 Llanio Navarro, R; Perdomo González, G. Propedéutica Clínica y Semiología Médica.


Editorial Ciencias Médicas, 2005. Tomo I y II

 Roca Goderich, R. Temas de Medicina Interna. La Habana. Editorial Ciencias Médicas,


4ta Edición, 2002. Tomos I, II y III.

 Arenas Falcón, B; Samper Alonso, B.; Pérez Acosta, M. y Cols. Cómo registrar el
examen físico en el paciente sano. Editorial Ciencias Médicas, 2002.

 Harrison T. R. Principles of Internal Medicine. Ed. 14. Mc Gra Hill. New York, 1997

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