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Psicología Iberoamericana, vol. 21, no. 1, enero-junio 2013, se terminó de imprimir en junio de
2013 en los talleres de Tipográfica S. A. de C. V. Cerrada de la Imagen 26, col. Lomas de San
Ángel Inn, C. P. 01790, México, D. F. Tel. 5683-0606, con un tiraje de doscientos ejemplares.
Contenido
Contents
5 Editorial
De las creencias populares a la evidencia científica
From Popular Beliefs to Empiric Evidence
Cinthia Cruz del Castillo
EDITORIAL
De las creencias populares
a la evidencia científica
From Popular Beliefs to Empiric Evidence
Este número contiene trabajos empíricos de sexualidad, personalidad, educación y conducta pro-
ambiental, y representa de algún modo la diversidad temática y de áreas que la psicología estudia
de manera sistemática y formal.
El campo de la psicología ha sido y sigue siendo fácilmente inundado por creencias populares
difíciles de refutar, por lo que se vuelve fundamental promover el estudio de lo humano desde lo
empírico, así como desde las características de nuestra cultura. En la misma línea, con frecuencia
muchos de los términos que se originan en al campo de la psicología suelen ser socializados por
los psicólogos y los no psicólogos a tal punto que se insertan en el lenguaje cotidiano y llegan a
utilizarse de manera indiscriminada, lo que genera estereotipos, segregación y discriminación por
doquier.
La intención de este número es aportar datos actuales sobre temáticas que regularmente están
en la mesa de discusión, tanto en los medios de comunicación como en las interacciones cotidia-
nas, como la orientación sexual, el bullying o la depresión. De este modo, la primera aportación,
que es de Trejo y Díaz-Loving, se centra en la apertura de los jóvenes para involucrarse en activi-
dades sexuales –sin compromiso–, y de la permisividad para establecer relaciones a corto plazo
disociadas del afecto y compromiso.
El segundo trabajo es de Romero, Gil y Cruz, y reporta los predictores de la personalidad
sexual en los mexicanos y su relación con su conducta sexual.
La tercera contribución, de López, Rivera-Aragón, García y Reidl, indaga la forma de comuni-
car que utilizan los jóvenes –en relaciones de noviazgo– y cómo ésta impacta en el manejo de sus
conflictos.
En cuarto lugar, Valdés, Bautista, Vera y Herrera intentan identificar las variables que distin-
guen a los estudiantes de secundaria que actúan violentamente en la escuela de los que no; lo que
hoy en día se conoce como bullying.
Moral, como quinta aportación, valida un formato simplificado del Inventario de Depresión
de Beck que facilita la lectura y la compresión, se aplica en menor tiempo y posee tan buenas pro-
piedades psicométricas de consistencia y validez como la escala original.
Como sexta contribución, Cortina y Berenzon validan la versión mexicana del Positivity
Self Test.
* Para correspondencia: Prolongación Paseo de la Reforma 880, edificio J segundo piso, Lomas de Santa Fe, C. P. 01219, México,
D. F. Tel. (52) (55) 5950 4000, ext. 7013, cinthia.cruz@ibero.mx
RESUMEN
Para sociedades conservadoras como la mexicana, la sexualidad y las relaciones de pareja se encuentran estrechamente
vinculadas. Dicho contexto sociocultural facilita la construcción de gran variedad de actitudes que determinan el nivel
de restricción o permisividad de una persona para involucrarse en relaciones sexuales. En el presente estudio se hace
un análisis de las actitudes y comportamientos ante la sexualidad que manifiestan 112 jóvenes mexicanos mediante la
aplicación del Inventario de Orientación Sociosexual α=.774 y la escala de actitudes hacia la sexualidad α=.736. Los
resultados manifiestan poca apertura a involucrarse en actividades sexuales sin compromiso, con una tendencia mo-
derada hacia la permisividad para establecer relaciones a corto plazo disociadas del afecto y compromiso, enfocadas en
la actividad sexual. Aun con los cambios socioculturales en materia de sexualidad, es posible observar el impacto de la
cultura tradicional y conservadora sobre las actitudes y comportamientos de los jóvenes.
Palabras clave: orientación sociosexual, actitudes, sexualidad, relaciones sexuales, pareja.
ABSTRACT
Sexuality and relationships are closely linked, especially in conservative societies like Mexico, where intimacy predates ero-
ticism. Given the sociocultural context, traditional norms launch the construction of a variety of attitudes that determine
the level of restriction or permissiveness of a person to engage in sexual relations. This study provides an analysis of the
attitudes and behaviors towards sexuality in 112 young Mexicans by applying the sociosexual orientation inventory
α=0.774 and the attitudes toward sexuality scale α=0.736. The results show little openness to engage in sexual activities
without a vow to stay in the relationship, though with a moderate growing permissiveness trend towards short-term
relationships without affection and commitment and more focused on sexual activity. Even with the sociocultural chan-
ges in sexuality, it’s clear that a traditional and conservative culture has an impact on the attitudes and behaviors of
young people.
Keywords: sociosexual orientation, attitudes, sexuality, intercourse, couples.
*
Recibido: 23 de noviembre, 2012 - Aceptado: 23 de marzo, 2013
Correspondencia: Rolando Díaz-Loving, Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México, C. P. 04510, Copilco Universidad, México.
e-mail: rdiazl@unam.mx
Tabla 1. Conceptuación y consistencia interna de los factores de la subescala de actitudes hacia la sexualidad
Sexismo y estereotipos Actitudes manifestadas hacia las diferencias y estereotipos de género. .750
Mitos y tabúes Actitudes basadas en los mitos y tabúes más comunes de la sexualidad. .544
Orientación sociosexual
Se refiere a las parejas sexuales pasadas, presentes y futuras. .767
conductual
Orientación sociosexual Se refiere a una actitud abierta y permisiva ante el sexo sin amor,
.780
actitudinal ante el sexo casual y ante el sexo fuera de la relación de pareja.
Hombres Mujeres
Actitudes
Media T gl p
Sexismo y estereotipos 1.42 1.13 3.37 110 .00**
Moralidad 1.16 1.39 -2.57 110 .01**
Sexualidad restringida 2.22 2.44 -1.61 110 .11
Mitos y tabúes 1.94 1.81 1.15 110 .25
* p ≤ .05 ** p ≤ .01
Desviación
Rango Media
estándar
Hombres Mujeres
Sociosexualidad
Media t gl p
Actitud sociosexual 5.18 3.51 4.63 110 .001**
Conducta sociosexual 5.45 2.05 2.23 110 .03*
* p ≤ .05 ** p ≤ .01
Conductual Actitudinal
Conductual Actitudinal
*p ≤ .05 ** p ≤ .01
RESUMEN
Diversas investigaciones han demostrado reiteradamente que la personalidad influye en el repertorio conductual que
exhiben las personas, y la conducta sexual no es la excepción. De aquí el interés por conocer la influencia de algunos
rasgos de personalidad sexual y su relación con la infidelidad, la orientación socio-sexual y la satisfacción en la relación
de pareja sobre la personalidad sexual de hombres mexicanos. La muestra estuvo comprendida por 334 hombres adul-
tos voluntarios, de entre 18 y 64 años de edad, los cuales tenían una relación de pareja al momento en que se recolectó
la información. Los resultados arrojaron que los predictores más importantes de la personalidad sexual en hombres
mexicanos fueron los relacionados con la conducta sexual. Los hallazgos se discuten en términos de las características
de la muestra y de los hallazgos en otros estudios.
Palabras clave: personalidad sexual, hombres, mexicanos.
ABSTRACT
Research has repeatedly shown that personality influences the behavioral repertoire exhibited by persons, and sexual beha-
vior is no exception. Therefore there is interest to know the influence of certain sexual personality traits and their relation
with infidelity, socio-sexual orientation and couple relationship satisfaction on the sexual personality of Mexican men. The
sample included 334 male adult volunteers, between 18 and 64 years of age, who had a relationship at the time of data
collection. Results revealed that the most important predictor of sexual personality in Mexican men were sexual behavior.
The findings are discussed in terms of the characteristics of the sample and the findings in other studies.
Keywords: sexual personality, Mexican, men.
*
Recibido: 6 de noviembre, 2012 – Aceptado: 13 de febrero, 2013
Correspondencia: Angélica Romero Palencia, Instituto de Ciencias de la Salud, Área Académica de Psicología, Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo, C. P. 42000, colonia Centro, Pachuca Hidalgo, México.
e-mail: aacrom@gmail.com
Conceptuación negativa de la
.772 Trasgresión a la relación, traición, dolor, engaño.
infidelidad
Deseo de infidelidad sexual .740 Deseo de tener contacto sexual con alguien más.
Deseo de infidelidad
.326 .004
sexual
Motivos asociados
.166 .005
a la sexualidad
Insatisfacción con
.160 .015
la relación
Conceptuación positiva
-.211 .006
de la infidelidad
REFERENCIAS
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RESUMEN
El conflicto es natural e inevitable en las relaciones de pareja, sin embargo, la forma en la que se maneje puede derivar
en aspectos positivos o negativos para la relación. Un elemento que tiene estrecha relación con el manejo del conflic-
to es la comunicación, pues en sí misma puede ser una herramienta útil a la hora de solucionarlos. Por ello, el objetivo
del presente trabajo fue ver cómo influyen los estilos de comunicación que utilizan los jóvenes en relaciones de no-
viazgo a la hora de manejar los conflictos. Se siguió un diseño correlacional con 810 participantes (hombres y mujeres)
de entre 18 y 28 años, con una relación de noviazgo. Los resultados indican que los estilos negativos de comunicación
predicen el manejo del conflicto evitante, mientras que estilos de comunicación tanto positivos como negativos influ-
yen en el manejo del conflicto tanto ambivalente como chantajista.
Palabras clave: conflicto, noviazgo, comunicación, jóvenes, pareja.
ABSTRACT
Conflict is natural and unavoidable in couple relationships; however, the way we handle it may develop positive or negative
aspects of the relationship. One of the elements related to conflict management is communication, since it may be a useful
tool when solving conflicts. Therefore, the aim of this study was to evaluate how communication styles influence conflict
management during dating relationships (boyfriend/girlfriend) among young people. A sample of 810 men and women
was used, all of them with ages between 18 and 28 years, and all of them in a couple relationship. Results show that nega-
tive communication styles predict avoidant conflict management, while both positive and negative communication styles
influence ambivalent and blackmailing conflict management.
Keywords: conflict, management, communication, youngsters, couple.
*
Recibido: 3 de enero, 2013 - Aceptado: 26 de marzo, 2013
Correspondencia: Sofía Rivera Aragón, Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México, C. P. 04510, Copilco Universidad, México.
e-mail: sofiar@unam.mx
24 | Psicología Iberoamericana | María Sughey López Parra · Sofía Rivera Aragón · Mirna García Méndez · Lucy Reidl Martínez
INTRODUCCIÓN y cooperación, en los que se basa la teoría del campo de
Las relaciones afectivas ocupan un lugar importante en Lewin (1931, en Deutsch & Coleman, 2000), utilizán-
la vida de los jóvenes, particularmente las de noviazgo, dolos como referentes importantes y condicionantes
pues implican un contexto significativo para la madu- de los procesos de resolución para que los conflictos
ración de la intimidad, afiliación, sexualidad, identi- sean positivos o negativos.
dad y autonomía (Connolly & McIsaac, 2009; Dávila & Las formas negativas se relacionan con la confron-
Goicovic, 2002; Ehrenfeld, 2003). tación, competencia, agresión, violencia, acomodación
Aunque el noviazgo generalmente se caracteriza y retirada, están en función de imponer las ideas pro-
por la presencia de afectos positivos, también involu- pias sin tomar en cuenta al otro y se basan en la satis-
cra conflictos que se pueden acompañar por compor- facción de los intereses propios; mientras que las for-
tamientos agresivos, abuso físico, y coerción sexual mas positivas buscan solucionar el conflicto mediante
entre los miembros de la pareja (Carlson, 1987). En el intercambio efectivo de forma asertiva, centrándose
este sentido, existen factores de riesgo negativos que en la búsqueda de soluciones que impliquen estrategias
pueden generar relaciones destructivas; por ejemplo, como el compromiso, la colaboración y negociación
patrones destructivos de conflicto que normalmente (Deutsch & Coleman, 2000; Levinger & Pietromonaco,
van en aumento (Fincham & Beach, 1999; Garrido, 1989; Pruitt & Rubin, 1986; Straus, 1979). A partir de
Reyes, Ortega & Torres, 2007; Greef & Bruyne, 2000; las formas positivas y negativas derivan patrones espe-
Kelley, Fincham & Beach, 2003; Markman, Stanley & cíficos de manejo del conflicto en los que puede haber
Blumberg, 2001). Aspectos que, de ser manejados de un compromiso mutuo, evitación mutua, o bien, una
forma adecuada y a tiempo, ayudarán a tener una inte- situación en la que uno de los miembros de la pareja
racción más positiva (Weeks & Treat, 2001). demanda constantemente la resolución del conflicto,
El conflicto en la pareja se define como la oposi- mientras que el otro evade o se retira de dicha situación
ción abierta entre sus miembros, quiénes identifican (Eldridge, 2009; Gottman, 1994).
desacuerdos o fuentes de dificultades en la relación Ahora bien, en el manejo del conflicto la comuni-
(Fincham, 2003; 2009). cación ocupa un lugar muy importante pues es a través
De acuerdo con Mcfarland y Christensen (2000), de ella se busca solucionar los problemas (Armenta &
en el estudio del conflicto en la pareja existen dos ele- Díaz-Loving, 2006). Además de que implica un inter-
mentos importantes: la estructura y el proceso. La es- cambio de información de los pensamientos, senti-
tructura tiene que ver con la mera incompatibilidad de mientos, temores y percepción de un miembro de la
necesidades y deseos; mientras que el proceso involucra pareja hacia el otro (Fitzpatrick, 1988; Ojeda, Sánchez,
la interacción que se da entre los integrantes de la pa- Díaz & Rivera, 1996; Soller, 1982 en Kimble et al., 2002).
reja a partir del conflicto, y puede generar reacciones El estilo dentro de la comunicación es un factor re-
diferentes por parte de los integrantes de la pareja; a levante, pues implica cómo se dice y cómo se transmite
esto se le denomina manejo del conflicto. Si el manejo algo, es decir, aquellas señales que sirven en el proce-
es adecuado, genera la solución del conflicto y manteni- so de la comunicación para interpretar y entender el
miento de la pareja; sin embargo, si es inadecuado, las significado (Norton & Pettergrew, 1979). Los estilos de
consecuencias serán insatisfacción, ruptura de la rela- comunicación se agrupan en dos polos, uno positivo y
ción o violencia (McFarland & Christensen, 2000). otro negativo, dentro del primero están el ser abierto
De acuerdo con Vargas, Cabrera y Rincón (1978), y claro; mientras que del lado negativo se encuentran
las formas en que las personas se comportan frente a formas de comunicación agresivas, apáticas y violentas
una situación conflictiva se pueden definir como esti- (Sánchez & Díaz-Loving, 2003). En este sentido se ha
los de solución o manejo de conflictos. encontrado que la comunicación negativa influye en
La forma en la que se manejen los conflictos se de- la aparición de patrones destructivos de conflicto en las
termina básicamente por formas positivas o negativas. parejas (Balderrama-Durbin, 2009). Estos patrones tie-
Por ejemplo, Deutsch y Coleman (2000) retoman los nen estrecha relación con procesos vinculados con la
procesos constructivos y destructivos, de competencia atribución como una respuesta a estímulos conductua-
Psicología Iberoamericana | Estilos de comunicación como predictores del manejo de conflicto en el noviazgo | 25
les utilizados, en la medida en la que se perciben con- cala está conformada por 34 reactivos con opción de
ductas negativas durante la interacción y proceso del respuesta tipo Likert pictográfico distribuidos en cinco
conflicto (Fincham & Bradbury, 1992). factores con una consistencia interna de .89, y explica:
Tomando en cuenta que las investigaciones sobre agresivo-evitante (13 factores, α =.90), ataque-defensa
manejo del conflicto se han realizado con parejas casa- (siete factores, α=.89), apático (cinco factores, α=.78),
das o que cohabitan, y que la etapa de la pareja en la no colaborador (tres factores. α=.76) y chantaje (tres
que se encuentran los individuos supone una interac- factores, α=.57).
ción diferente (Karney, Bradbury, Fincham & Sullivan, También se utilizó el Inventario de Estilos de
1994), además de que la forma en la que se comuniquen Comunicación en la Pareja (Sánchez & Díaz-Loving,
puede influir en la aparición de patrones destructivos de 2003) en su versión corta. Esta escala tiene una con-
conflicto (Markman, Stanley & Blumberg, 2001), el ob- sistencia interna de .89 y sus factores explican entre
jetivo de este trabajo fue conocer cómo los estilos comu- el 50.92% al 62.12% de la varianza. Se conforma por
nicación que utilizan los jóvenes influyen en el manejo dos versiones: una, para evaluar cómo me comunico
del conflicto en las relaciones de noviazgo. La hipótesis con mi pareja, que consta de 37 reactivos divididos
fue que los estilos de comunicación positivos predecirán en dos dimensiones. Yo positivo: social afiliativo (tres
el uso de estrategias de manejo de conflicto positivas, reactivos, α=.92), social auto-modificador (tres reacti-
mientras que estilos de comunicación negativos prede- vos, α=.86), simpático (tres reactivos, α=.84), abierto
cirán el uso de estrategias de conflicto negativas. (tres reactivos, α=.76), social normativo (tres reacti-
vos, α=.69), reservado-reflexivo (tres reactivos, α=.67)
MÉTODO y claro (tres reactivos, α =.58). Yo negativo: violencia
instrumental (tres reactivos, α =.85), evitante (tres
Participantes reactivos, α=.83), hiriente expresivo (tres reactivos,
Se trabajó con una muestra no probabilística de tipo α=.93), autoritario (tres reactivos, α=.81), irritante ex-
accidental de 810 participantes voluntarios (400 hom- presivo (tres reactivos, α= .81).
bres y 410 mujeres) de entre 18 y 28 años (media=21.36 La otra versión evalúa cómo se comunica mi pa-
años, DE=3.21) que al momento del estudio tenían reja conmigo; consta de 42 reactivos divididos en dos
una relación de noviazgo, con al menos seis meses de dimensiones: mi pareja positiva y mi pareja negativa.
relación, no vivían en pareja y no tenían hijos. El pro- Mi pareja positiva: social-afiliativo-humorístico (tres
medio de tiempo de relación fue de 30 meses. reactivos, α=.94), social-normativo (tres reactivos,
α=.83), abierto (tres reactivos, α=.77), auto-modifi-
Instrumentos cador constructivo (tres reactivos, α=.85), empático
Se utilizó la Subescala de Manejo del Conflicto Yo (tres reactivos, α=.86), claro (tres reactivos, α=.86)
(López-Parra, García y Rivera, 2010), que consta de 32 y social expresivo (tres reactivos, α=.79). Mi pare-
reactivos con opción de respuesta tipo Likert pictográ- ja negativa: violencia instrumental y expresiva (tres
fica, distribuidos en seis factores, con una consistencia reactivos, α=.94), evitante (tres reactivos, α=.86), au-
interna .77 y explica el 54.5% de la varianza; evalúa las toritario (tres reactivos, α=.85), ambiguo rechazante
formas en las que la persona se comporta frente a una (tres reactivos, α=.74), maquiavélico (tres reactivos,
situación conflictiva. Los factores son: intolerante (seis α=.71), chismoso (tres reactivos,α =.78) e impulsivo
reactivos, α=.81), evitante (seis reactivos, α=.80), nego- (tres reactivos, α= .78).
ciador (nueve reactivos, α=.82), afecto-negativo (tres
reactivos, α=.75), retirada (cuatro reactivos, α=.63) y Procedimiento
acomodación (cuatro reactivos, α=.55). Se pidió la colaboración voluntaria de los participan-
Asimismo, se utilizó la Subescala de Manejo del tes; se les explicó que el propósito del estudio era cono-
Conflicto Pareja (López-Parra, García y Rivera, 2010) cer algunas características de las relaciones de pareja
para evaluar cómo percibe la persona que su pareja se entre jóvenes. Aunque cada cuestionario incluyó ins-
comporta ante una situación conflictiva. Dicha subes- trucciones escritas, el investigador permaneció con los
26 | Psicología Iberoamericana | María Sughey López Parra · Sofía Rivera Aragón · Mirna García Méndez · Lucy Reidl Martínez
participantes durante el tiempo requerido para respon- Asimismo, se encontró que tanto en hombres como en
der dudas sobre cómo responderlos. Se les garantizó la mujeres, existen correlaciones positivas y significativas
confidencialidad de la información proporcionada. entre el manejo del conflicto ambivalente y los estilos
de comunicación Yo positivo y mi Pareja positiva; sin
RESULTADOS embargo en las mujeres, el manejo ambivalente tam-
Para lograr el objetivo de la presente investigación, que bién se relaciona con el estilo de comunicación negati-
fue establecer la influencia de los estilos de comunica- va que utiliza su pareja.
ción en el manejo de conflicto en el noviazgo, se pro- Después de realizar las correlaciones se procedió
cedió a realizar análisis factoriales de segundo orden. a ejecutar los análisis de regresión múltiple paso a
Con las dimensiones globales resultantes de cada esca- paso, tomando como variable dependiente el manejo
la se llevaron a cabo correlaciones producto-momento del conflicto y como variables independientes los esti-
de Pearson. Posteriormente se realizaron los análisis de los de comunicación. Se obtuvieron los coeficientes de
regresión lineal múltiple correspondientes. regresión no estandarizados (B), estandarizados (β),
En la tabla 1 se observan los resultados obtenidos coeficientes de determinación (R2) y los intervalos de
para cada escala después de realizar los análisis facto- confianza.
riales de segundo orden. Se observó que la Subescala En la tabla 4 se muestran los resultados que se
de Manejo del Conflicto Yo quedó conformada por dos obtuvieron para hombres y mujeres con respecto a las
factores que explican el 60.68% de la varianza. regresiones sobre el Manejo del Conflicto Evitante. Se
En cuanto al Inventario de Estilos de Comuni- observa que para los hombres, en el primer paso del
cación, en la Tabla 2 se observa que para la versión Yo, análisis, se incorporó como predictor en la ecuación
se conformaron dos factores que explican el 52.73% de el estilo de comunicación yo negativo, que explica el
la varianza. En relación con la versión Mi pareja, ésta 24% de la varianza, F(1,389)=114.06, P<.001; en el se-
también quedó estructurada por dos factores que ex- gundo paso se incluyó el estilo de comunicación mi
plican el 59.78% de la varianza. pareja negativa como predictor, que explica el 25% de
Una vez que se redujeron los factores, se realizaron la varianza, observándose un incremento en R2=.01,
correlaciones de Pearson entre los factores de segundo Fincrementada(1,388)=59.86, P<.05. En el caso de las mujeres
orden de la Subescala de Manejo del Conflicto Yo, con en el primer paso se incluyó el estilo de comunicación
los factores de segundo orden del Inventario de Estilos pareja negativa como predictor, que explica el 10%
de Comunicación. Los resultados descritos en la tabla de la varianza, F(1,409)=44.07, P<.001; en el segundo
3 indican que existen correlaciones positivas y signifi- paso se incluyó el estilo de comunicación yo negati-
cativas aunque bajas, tanto para hombres como para vo como predictor, que explica el 12% de la varian-
mujeres, entre el manejo del conflicto evitante y los es- za, con lo que se observó un incremento en R2=.02,
tilos de comunicación Yo negativo y Pareja negativa. Fincrementada(1,408)=29.37, P<.01.
Factores de
Escala Factores de segundo orden 1 2
primer orden
Evitante ,863 -,133
Evitante: forma mediante la cual se
Intolerante ,787 ,102
eluden las situaciones conflictivas
Escala de Retirada ,724 ,097
Manejo del Yo
Conflicto Negociador ,133 ,817
Ambivalente: forma que supone la
existencia de estrategias ambiguas Afecto negativo -,334 ,698
para manejar el conflicto.
Acomodación ,421 ,570
Psicología Iberoamericana | Estilos de comunicación como predictores del manejo de conflicto en el noviazgo | 27
Tabla 2. Factores de segundo orden de la Escala de Comunicación Yo
Tabla 3. Correlaciones por hombres y mujeres entre los estilos de comunicación y manejo de conflicto
1 2 3 4 5 6 M DE
1. Manejo yo evitante 0,14** -0,11* 0,48** -0,09 0,37** 2,52 0,80
2. Manejo yo ambivalente 0,16** 0,13* 0,04 0,11* 0,07 3,04 0,66
3. Comunicación yo positivo -0,09 0,19** -0,21** 0,58** -0,12* 3,80 0,61
4. Comunicación yo negativo 0,31** -0,02 -0,25** -0,15** 0,61** 2,16 0,67
5. Comunicación pareja positiva -0,07 0,14** 0,61** -0,21** -0,24** 3,74 0,67
6. Comunicación pareja negativa 0,31** 0,11* -0,18** 0,54** 0,40** 2,12 0,73
M 2,57 3,02 3,82 3,70 2,13 5,61
DE 0,78 0,61 0,59 0,67 0,78 0,86
Nota: Las intercorrelaciones para los hombres (N=400) se presentan arriba de la diagonal y las intercorrelaciones para las mujeres
(N=410) aparecen debajo de ésta. La media y la desviación estándar para los hombres se presenta en las columnas verticales, y las
medias y desviaciones estándar para las mujeres en las filas horizontales.
**p<.001, *p<.01
28 | Psicología Iberoamericana | María Sughey López Parra · Sofía Rivera Aragón · Mirna García Méndez · Lucy Reidl Martínez
Tabla 4. Resumen de análisis de regresión para los predictores del Manejo del Conflicto Yo Evitante
I. C.
Variables B EE β
Mín. Máx.
Paso 1 Estilo de comunicación Yo Negativo .51 .06 .40** .34 .60
Hombres
Paso 2 Estilo de comunicación Pareja Negativa .08 .04 .11* .01 .25
Paso 1 Estilo de comunicación Pareja Negativa .20 .05 .20** .09 .31
Mujeres
Paso 2 Estilo de comunicación Yo Negativo .25 .06 .20** .11 .38
Tabla 5. Resumen de análisis de regresión para los predictores del Manejo del Conflicto Pareja Chantaje
I. C.
Variables B EE β
Mín. Máx.
Paso 1 Estilo de Comunicación Pareja Negativa .27 .06 .22** .15 .40
Hombres
Paso 2 Estilo de Comunicación Yo Negativo .13 .06 .11* .00 .26
Mujeres Paso 1 Estilo de Comunicación Pareja Positiva .35 .06 .28** .23 .48
Finalmente, en cuanto al Manejo del Conflicto negativos se relacionan con el manejo del conflicto
Pareja Chantaje, en la tabla 5 se muestran los resulta- ambivalente. Los resultados de las regresiones dejan
dos obtenidos para hombres y mujeres. Así se observa ver que el manejo de conflicto evitante se predice en
que para los hombres en el primer paso del análisis se hombres y mujeres por el uso de estilos de comunica-
incorporó como predictor en la ecuación el estilo de ción negativos (tanto los que utiliza la persona como
comunicación pareja negativa, que explica el 4% de la los que utiliza la pareja). Dichos resultados son con-
varianza, F(1,350)=15.85, P<.001; en el segundo paso se sistentes con investigaciones anteriores sobre comuni-
incluyó el estilo de comunicación yo negativo como cación y conflicto en las que se observa la asociación
predictor, que explica el 5% de la varianza, y donde se entre patrones de comunicación negativa y el manejo
observa un incremento en R2=.05, Fincrementada(1,349)=4.43, de conflicto negativo (Punyanunt-Carter, 2004).
P<.01. En cuanto a las mujeres, en el primer paso se Por otro lado, en los hombres el manejo del con-
incluyó el estilo de comunicación pareja positiva como flicto ambivalente se determina por el uso de estilos de
predictor, que explica el 7% de la varianza, F(1,363)=30.93, comunicación positivos; mientras que en las mujeres
P<.001. se hará, en primer lugar, por el uso estilos de comuni-
cación positivos por parte de ellas, y en segundo lugar,
DISCUSIÓN por el uso de estilos de comunicación negativos por
El propósito del presente estudio fue analizar cómo es parte de su pareja. Dichos resultados pueden expli-
que la forma en la que los jóvenes se comunican con carse a partir de la atribución que los integrantes de
su pareja y cómo perciben que su compañero(a) se co- la pareja hacen del conflicto, ya que existen factores
munica con ellos, influye en la manera de manejar el cognoscitivos y afectivos implicados en las relaciones
conflicto. de pareja en las que hay conflicto, los cuales se relacio-
Las correlaciones permitieron observar que los nan generalmente con comportamientos ineficaces a la
estilos de comunicación negativos se encuentran rela- hora de resolver problemas (Bradbury, Beach, Fincham
cionados con el manejo de conflicto evitante, mientras & Nelson, 1996; Fincham & Bradbury, 1992; Miller &
que la mezcla de estilos de comunicación positivos y Bradbury, 1995). Así, estos patrones de relaciones entre
Psicología Iberoamericana | Estilos de comunicación como predictores del manejo de conflicto en el noviazgo | 29
el manejo del conflicto y los estilos de comunicación, tener un manejo de conflicto más adecuado. Pues si
están en función de procesos asociados con la atribu- bien los estilos de comunicación han sido ampliamen-
ción como una respuesta a estímulos conductuales que te estudiados en parejas casadas, poca atención se les
se perciben como negativos por parte de la pareja du- presta durante el noviazgo (Weeks & Treat, 2001). Por
rante la interacción y proceso del conflicto (Fincham & otro lado, el hecho de que haya estilos de comunicación
Bradbury, 1992). adecuados permite prevenir la aparición de patrones
Cabe mencionar que las formas en las que se ma- de conflicto destructivo en escalada (Kelley, Fincham
neja el conflicto en el noviazgo son negativas (manejo & Beach, 2003), dado que la diferenciación en el uso
evitante y ambivalente), a diferencia de otros estudios de estilos de comunicación positivos y negativos con la
en los que se han encontrado formas de manejo del pareja puede influir en la aparición de conductas agre-
conflicto positivas, como lo son la negociación o co- sivas por parte de sus integrantes.
operación (Flores, Díaz, Rivera & Chi, 2005). Cabe señalar que si bien los porcentajes que expli-
Los datos obtenidos sugieren, al igual que en otras can la varianza son bajos, permiten conocer cuáles son
investigaciones, que la comunicación es un elemento los estilos de comunicación utilizados por hombres y
importante en el ámbito de de las relaciones afectivas, mujeres durante un conflicto en una relación de no-
y que una buena comunicación promoverá un manejo viazgo. Asimismo, se puede mencionar que en la pre-
del conflicto adecuado (Balderrama-Durbin, 2009). Lo sente investigación se evaluaron las respuestas sólo de
anterior puede generar, a su vez, que los miembros de un miembro de la pareja, por lo que es importante que
la pareja estén satisfechos y su relación se mantenga, en investigaciones futuras se tome en cuenta a ambos.
mientras que una comunicación inadecuada puede Finalmente, resta decir que es necesaria investigación
generar insatisfacción con la relación, problemas y un adicional para examinar otros elementos involucrados
manejo del conflicto inadecuado que puede ir en esca- que se encuentran ligados en un proceso interdepen-
lada (Kelley, Fincham & Beach, 2003). diente mediante el cual los jóvenes, durante la etapa de
Por último, se puede decir que el hecho de abordar noviazgo, buscan satisfacer las necesidades de pareja
la forma en la que se comunican los jóvenes de manera mediante el manejo del conflicto, como pueden ser el
temprana, como las relaciones de noviazgo, puede ser- manejo del poder, la infidelidad, el amor, tener diferen-
vir para sentar las bases para la creación de patrones de tes grados de cercanía, satisfacción, e incluso violencia
comunicación e interacción más eficaces y que puedan en las relaciones de noviazgo. ◆
30 | Psicología Iberoamericana | María Sughey López Parra · Sofía Rivera Aragón · Mirna García Méndez · Lucy Reidl Martínez
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RESUMEN
El estudio se propuso determinar las diferencias entre estudiantes de secundarias, con y sin reportes de bullying, en
variables personales (ajuste escolar y psicosocial) y familiares (composición familiar, ajuste psicosocial y clima fami-
liar). Se realizó un estudio cuantitativo con diseño comparativo, para lo cual se seleccionaron dos grupos de 81 alum-
nos con y sin reportes de bullying, a los cuales se les administraron los cuestionarios de Caracterización de la violencia
escolar y de Percepción del clima familiar. Se apreció que el grupo de estudiantes que realizan bullying presentan
menor ajuste escolar y psicosocial, provienen con mayor frecuencia de familias diferentes a la nuclear, con dificultades
de ajuste psicosocial y con un clima familiar conflictivo. Se concluyó que los resultados fundamentan la necesidad de
un enfoque ecológico en la prevención del bullying que incluya, entre otros, aspectos como intervenciones a nivel
individual y familiar.
Palabras clave: violencia escolar, bullying, factores de riesgo, ajuste psicosocial, familia.
ABSTRACT
The study aimed to determine the differences between junior high school students with and without bullying in personal
variables (school adjustment and psychosocial) and family (family composition, psychosocial adjustment and family en-
vironment). We performed a quantitative study with comparative design, for which two groups of 81 students with and
without reports of bullying were selected respectively, to which questionnaires of “Characterization of school violence”
and family atmosphere were administered. It was observed that student with bullying have lower school and psychosocial
adjustment, frequently these student come from families different to the nuclear, with psychosocial adjustment and conflict
in their family atmosphere. It was concluded that the results support the need for an ecological approach to the prevention
of bullying, including among others aspects interventions at the individual and family level.
Keywords: school violence, bullying, risk factors, psychosocial adjustment, family.
*
Recibido: 8 de noviembre, 2012 - Aceptado: 23 de marzo, 2013
Correspondencia: Ángel Alberto Valdés Cuervo, Departamento de Educación, Instituto Tecnológico de Sonora.
e-mail: angel.valdes@itson.edu.mx
32 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
INTRODUCCIÓN dió determinar si aspectos relativos a los propios estu-
El presente trabajo realiza una investigación acerca de diantes (ajuste escolar y riesgo psicosocial) y a las fa-
la violencia entre pares que se presenta dentro del con- milias (composición familiar, ajuste psicosocial de los
texto escolar, que en su grado más extremo se define padres y clima familiar) diferenciaban a estudiantes de
como bullying. Se caracteriza por tres particularida- secundaria con reportes de bullying de aquellos que no
des que lo identifican y diferencian de otros tipos de manifiestan tales conductas.
conductas violentas entre pares: a) un uso deliberado Es necesario puntualizar que se identificaron como
de la agresión con la intención de causar daño físico bullies a aquellos estudiantes que reportaron llevar a
y/o psicológico, b) una relación desigual de poder en- cabo conductas agresivas hacia los pares, ya fuera de
tre agresor-víctima y c) carácter repetitivo (Coloroso, tipo físico, psicológico o social, dos o más veces al mes
2004; Olweus, 1993). (Cassidy, 2009; Olweus, 1993). Se consideró que el ajus-
En los últimos años se ha observado en México un te escolar comprende comportamientos que sugieren el
renovado interés por el estudio y la atención de las dis- cumplimiento por parte del estudiante de las demandas
tintas manifestaciones del bullying, a lo que ha contri- de la escuela, y se consideraron como variables indica-
buido el creciente número de estudios que evidencian la doras del mismo el rendimiento académico y los repor-
presencia de este fenómeno en las escuelas mexicanas. tes por problemas de disciplina (Bringas, Rodríguez &
Dentro de este grupo de trabajos se encuentran los de Herrero, 2009; White & Loeber, 2008). Con respecto a
Avilés & Monjas (2005), quienes hallaron que 11.6% estas variables se elaboraron dos hipótesis de trabajo: a)
de los estudiantes de educación básica reconocen ha- el rendimiento académico del grupo de estudiantes con
ber estado envueltos en situaciones de maltrato como reportes de bullying es significativamente menor que el
víctimas y 5.7% como agresores. del grupo que no manifiesta esta conducta; b) el grupo
Asimismo, el Instituto Nacional de Evaluación de estudiantes con reportes de bullying presentaba de
Educativa (inee, 2006) encontró que el 11% de alum- manera significativa mayor proporción de estudiantes
nos de primarias y secundarias refieren haber partici- con problemas de disciplina.
pado en peleas, 43.6% comentan que en las escuelas les El riesgo psicosocial integra conductas que aumen-
han robado, 14% haber sido lastimados por otros alum- tan la vulnerabilidad del estudiante a presentar proble-
nos y 13.6% recibir burlas de los compañeros; Cas- mas psicológicos o de adaptación social. En este caso
tillo & Pacheco (2008) reportaron que 52.8% de los es- se tomaron como indicadores operacionales del mismo
tudiantes de secundaria afirmaron que les han puesto el consumo de sustancias, la pertenencia a bandas ju-
apodos ofensivos, 48.8% haber sido víctimas de insul- veniles o la posesión de amistades cercanas con estos
tos, 22.2% de golpes y 22.9% de exclusión social. Por comportamientos (Morales, 2008; Sánchez & Valdés,
su parte, Valdés et al. (2012) encontraron que 20.6% de 2003). La hipótesis de investigación con respecto a es-
estudiantes de secundaria reconocen llevar a cabo con- tas variables sostuvo que el grupo de estudiantes que
ductas violentas en la escuela contra los compañeros, e realiza bullying presenta de manera significativa: a) una
incluso 18.5% con respecto a los profesores. frecuencia de consumo de alcohol y drogas, b) mayor
El bullying se origina en la interacción de múltiples proporción estudiantes que pertenece a bandas juveni-
factores, lo que implica que para la adecuada compren- les, c) mayor frecuencia de consumo de sustancias entre
sión de este fenómeno se debe partir de un enfoque eco- los amigos cercanos y d) mayor proporción de amigos
lógico, que impone la consideración de elementos de que pertenece a bandas.
riesgo situados en la historia, tanto del individuo como En lo relativo a la familia se consideró el ajuste psi-
de las interacciones que establece dentro de los diferen- cosocial de la misma, que comprende características y
tes contextos donde se desarrolla: comunidad, familia formas de funcionamiento que se asocian a una mejor
y escuela (Stephenson & Smith, 2008; Swearer, Espe- respuesta a las necesidades de sus integrantes y deman-
gale & Napolitano, 2009). das de su contextos de desarrollo. En este caso se con-
Atendiendo a la necesidad de enfocar el bullying sideraron como factores de riesgo una estructura fami-
desde una perspectiva ecológica, este estudio preten- liar diferente a la nuclear, la presencia de abuso de sus-
Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 33
tancias y de problemas legales en los padres, y un cli- Factores familiares asociados a la presencia
ma familiar negativo. Con respecto a estas variables se de bullying
realizaron las siguientes hipótesis: a) la proporción de Un grupo importante de estudios refiere que el bullying
familias diferentes a la nuclear es mayor en el grupo se asocia a características del contexto familiar que
de estudiantes que reportaron realizar bullying, b) la impiden u obstaculizan el desarrollo de competencias
frecuencia de consumo de alcohol y drogas es mayor académicas y sociales en los hijos. Se han señalado as-
en los padres en el grupo que refirió efectuar bullying, pectos relativos a dificultades en el ajuste psicosocial de
c) la proporción de familias que presenta problemas le- los propios padres, que presentan conductas tales como
gales es mayor en el grupo que mencionó realizar bu- abuso de sustancias, entre otras, que les ocasionan en
llying y d) existe un clima familiar más positivo en el muchos casos, inclusive, problemas legales (Eiden et al.,
grupo de estudiantes que no comete bullying (Eiden 2010; Valdés, Ojeda, Urías & Ponce, en prensa).
et al., 2010; Kelly & Emery, 2003; Valdés, 2010). Otro grupo de factores es el de aquellos que afec-
La información que se obtuvo de este estudio per- tan directa o indirectamente, de manera negativa, el
mitirá ampliar la comprensión teórica de los factores funcionamiento y por lo tanto el desarrollo de los hi-
de riesgo involucrados en la presencia de bullying en jos. Estos se relacionan con una escasa supervisión y
estudiantes mexicanos, además, contribuirá a orientar participación de los padres en la educación (Ahmed
los esfuerzos de los programas de intervención con re- & Braithwaite, 2004), dificultades para enseñar lími-
lación a este fenómeno. El hecho de que las interven- tes, permisividad ante las conductas violentas (Besag,
ciones se basen en el conocimiento generado acerca de 2008; Díaz, 2005), uso de métodos violentos para ejer-
la naturaleza y los factores de riesgo de los fenómenos cer la autoridad y finalmente modelos paternos disfun-
que procuran eliminar o disminuir, se asocia a un in- cionales (Estévez, Martínez, Moreno & Musitu, 2006;
cremento considerable de los alcances y la eficiencia Olweus, 1993).
de los mismos (McWhirter, McWhirter, McWhirter & Se ha señalado de igual manera que en las familias
McWhirter, 1993). de los menores con conductas violentas hay un clima
familiar conflictivo que ocasiona dificultades en la co-
Factores del propio estudiante asociados municación, escasa disponibilidad y apoyo por parte
a la presencia de bullying los padres. Esto aumenta la probabilidad de la violen-
Diversos estudios reportan que los estudiantes que co- cia en los hijos, al generar un bajo autoconcepto y me-
meten bullying se caracterizan por tener una historia nosprecio por las normas escolares, la autoridad de los
de problemas de ajuste escolar que se manifiestan en docentes y los sentimientos de los compañeros (Cava
un bajo desempeño, pobres expectativas académicas et al., 2006; Díaz, 2005; Estévez et al., 2006; Estévez,
(Muñoz, 2008; Nansel et al., 2001; Ozer, Tarik & Atik, Murgui, Moreno & Musitu, 2007).
2011; Villareal, Sánchez & Gonzalo, 2010) y problemas
de disciplina en la escuela, los cuales se expresan en MÉTODO
características como impulsividad, dificultades para En términos metodológicos, se trató de un estudio
seguir las normas escolares, relaciones problemáticas cuantitativo con un diseño comparativo y transversal.
con los demás estudiantes e incluso con los propios
profesores (Cava, Musitu & Murgui, 2006; Díaz, 2005; Participantes
Gentile, Coyne & Walsh, 2011). Participaron en el estudio 11 escuelas secundarias pú-
Es común también que los estudiantes que actúan blicas del noroeste del estado de Sonora. En una pri-
con violencia hacia los pares presenten dificultades mera etapa, mediante un muestreo aleatorio, tomando
de ajuste psicosocial, ya que tienden a involucrarse como base una probabilidad de éxito del 50% y un ni-
con mayor frecuencia que el resto de sus compañe- vel de confianza del 95% (p=.50; q=.5) se seleccionaron
ros en conductas antisociales y abuso de sustancias 900 alumnos.
(Jankauskiene, Kardelis, Sukys & Kardeliene, 2008; En un segundo momento se identificaron a 81
Turagabeci, Nakamura & Takano, 2008). (9%) estudiantes que realizaban bullying, ya que repor-
34 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
taron llevar a cabo dos o más veces en un mes conductas una escala con tres opciones de respuesta: Nunca, A
violentas hacia los compañeros (Cassidy, 2009; Olweus, veces y Frecuentemente, y d) pertenencia a bandas; se
1993). Posteriormente, para efectos de la comparación, formularon dos preguntas: ¿perteneces a alguna banda
se seleccionó de manera aleatoria a un subgrupo de juvenil?, ¿tus amigos cercanos pertenecen a bandas ju-
81 estudiantes de los 819 que no fueron identificados veniles? El estudiante debía responder “Sí” o “No”.
como agresores. Esto permitió que se pudieran com- Con relación a la familia, mediante las respuestas
parar las variables estudiadas en grupos similares en al instrumento, se exploraron las variables: a) abuso de
cuanto a tamaño. sustancias en los padres; se les cuestionó con respecto
El grupo de estudiantes que realizaba bullying pre- a la frecuencia con que sus padres consumen alcohol
sentó una edad promedio de 13.8 años y estuvo inte- y drogas, a lo que respondieron con una escala tipo
grado por 45 (55.6%) hombres y 36 (44.4%) mujeres. Likert con tres opciones de respuesta “Nunca”, “A ve-
Por su parte, el grupo que no refirió dichas conductas ces” y “Frecuentemente”; b) problemas legales de los
presentó 13.6 años de edad promedio y en él se había padres; se les preguntó: ¿alguno de tus papás ha esta-
35 (43.2%) hombres y 46 (56.8%) mujeres. do preso o ha tenido problemas con la ley?, a lo cual
respondieron con “Sí” o “No”, y c) estructura familiar;
Instrumentos se les cuestionó: ¿vives con tus dos papas?, pregunta a
Se utilizaron dos instrumentos, el primero elaborado la que contestaron con “Sí” o “No”.
por Valdés et al. (2012), denominado Caracterización El segundo instrumento utilizado fue una adap-
de la violencia escolar, que reportó validez de conte- tación realizada por Rascón (2012) del cuestiona-
nido a través de juicio de expertos y una confiabilidad rio Percepción de Clima Familiar de Moos, Moos &
medida a través del alfa de Cronbach de .89. Trickett (1984). La autora reportó obtener, a través de
Se identificó la presencia de bullying a través de un análisis factorial con el método Oblimin y extrac-
una escala donde el estudiante tenía que responder ción de máxima verosimilitud, tres factores con 39
acerca de la frecuencia con que llevó a cabo conductas reactivos que explicaron el 50% de la varianza total de
violentas contra sus compañeros durante el último mes. los puntajes. Estos factores los definió como: a) con-
Se le preguntó la frecuencia con la cual realizó duran- vivencia, funcionamiento familiar caracterizado por la
te el último mes este tipo de conductas, por ejemplo: presencia de relaciones, reglas y valores que favorecen
patearlos, empujarlos, gritarles o excluirlos de activida- el desarrollo del individuo; b) conflicto, presencia de
des, entre otras, lo cual fue respondido utilizando una situaciones desagradables y violencia en las relaciones
escala con cuatro opciones de respuesta: Nunca, Pocas familiares y c) estimulación del desarrollo, activida-
veces (una vez al mes), Algunas veces (dos veces al mes) des que realizan la familia y/o sus integrantes y que fa-
y Frecuentemente (más de dos veces al mes). vorecen el desarrollo. El instrumento evidenció confia-
También se obtuvo información con respecto a bilidad medida a través del alfa de Cronbach de .90 y se
variables de los estudiantes: a) desempeño académico, contestó utilizando una escala tipo Likert que osciló de
medido a través del promedio de calificaciones obte- “Nunca” a “Siempre”.
nidas por los estudiantes al terminar primaria y el del
último bimestre de secundaria; b) problemas de disci- Procedimiento
plina; aquí se les preguntó: ¿fuiste reportado en prima- Para la recolección de la información se solicitó la au-
ria por problemas de disciplina?, ¿has sido reportado torización informada de los directores y padres de fa-
en secundaria por problemas de disciplina?, a lo que milia. Posteriormente se les explicó a los estudiantes el
debían responder con una escala dicotómica “Sí” o objetivo del estudio y se les invitó a participar de ma-
“No”; c) abuso de sustancias, medido con la frecuen- nera voluntaria, garantizándoles la confidencialidad de
cia con que reportaron consumo de alcohol y drogas los resultados.
durante el último mes y la frecuencia con la cual sus El análisis de la información se realizó utilizando
amigos cercanos han consumido alcohol y drogas du- estadísticas descriptivas e inferenciales univariadas con
rante el mismo periodo. Para responderlas se utilizó el apoyo del software estadístico spss. 20.
Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 35
RESULTADOS apreció que en los dos niveles de estudio es significati-
Factores personales que diferencian a estudiantes vamente mayor el número de estudiantes del grupo con
con y sin conductas violentas en la escuela hacia reportes de bullying que refiere haber tenido este tipo
los compañeros de problemas en la escuela (ver tabla 2).
Ajuste escolar. A través de una prueba t de Student para Ajuste psicosocial. A través de una prueba X2 se
muestras independientes se compararon los prome- compararon las proporciones de estudiantes de ambos
dios en primaria y secundaria de ambos grupos. Los grupos que reportaron consumo de sustancias y per-
resultados señalan que, si bien en el promedio de cali- tenencia a bandas, ellos mismos y de amigos cercanos.
ficaciones de primaria no existieron diferencias signifi- Se apreció que existen más indicadores de dificultades
cativas entre ambos grupos, el promedio de secundaria de ajuste psicosocial en los estudiantes del grupo que
de los estudiantes que reportaron realizar bullying fue reportó violencia hacia los compañeros, ya que tiene
significativamente menor que el de los que no reportan una mayor frecuencia de consumo de alcohol. Asimis-
tales conductas (ver tabla 1). mo, los miembros de este grupo manifestaron que los
Posteriormente, a través de una prueba X2, se com- amigos cercanos presentan una más elevada frecuencia
paró la presencia de reportes por problemas de disci- de consumo de alcohol, drogas y pertenencia a bandas
plina en primaria y secundaria de ambos grupos. Se juveniles (ver tabla 3).
Tabla 1. Comparación de los promedios de calificaciones de los estudiantes con y sin reportes de bullying
Promedios Grupo X t gl p
*p ≤ .05
Tabla 2. Comparación de la frecuencia de reportes por problemas de disciplina en los grupos con y sin reporte de bullying
No 64 38
Primaria 17.89 1 .000*
Sí 17 43
No 52 26
Secundaria 16.71 1 .000*
Sí 29 55
*p ≤ .05
36 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
Tabla 3. Comparación de los grupos de estudiantes con y sin reportes de bullying en lo relativo a los indicadores
de ajuste social
Frecuencia de
Frecuencia de
Variables estudiantes por X2 gl p
la conducta
grupos
13 31
Consumo de alcohol A veces
Frecuentemente 3 9
Frecuentemente 1 2
No 72 65 2
Pertenencia a bandas
Sí 9 16 2.31 .128
Amigos pertenecientes No 65 54 2
a bandas Sí 16 27 3.83 .037*
*p ≤ .05
Factores familiares que diferencian a estudiantes del grupo de estudiantes con reportes de bullying (ver
con y sin conductas violentas en la escuela hacia tabla 5).
los compañeros Clima familiar. Este apartado se evaluó a través
Composición familiar. Utilizando una prueba X2 se de- de los tres factores del cuestionario de clima familiar:
terminó que una mayor proporción de estudiantes del Convivencia, Conflicto y Estimulación del desarrollo.
grupo que reportó bullying proviene de familias dife- A través de una prueba t de Student para muestras in-
rentes a la nuclear (ver tabla 4). dependientes se determinó que los miembros del gru-
Ajuste psicosocial de la familia. A través de una po de estudiantes con conductas violentas reportan, de
prueba X2 se apreció que, de manera significativa, hay manera significativa, mayor presencia de conflictos en
mayor frecuencia de consumo de drogas en los padres su familia (ver tabla 6).
Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 37
Tabla 4. Comparación de la composición familiar de los grupos de estudiantes con y sin reportes de bullying
*p ≤ .05
Tabla 5. Comparación de los grupos de estudiantes con y sin reportes de bullying en lo relativo a los indicadores de
ajuste psicosocial familiar
*p ≤ .05
Tabla 6. Comparación del clima familiar de los estudiantes con y sin reportes de bullying
Factores Grupo X t gl p
*p ≤ .05
38 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
DISCUSIÓN Esquivel & Artiles, 2007) y por ende, el funcionamiento
Los resultados indican que los estudiantes del grupo familiar como tal, lo que puede influir negativamente
de secundaria que realizan bullying presentan mayores en el desempeño académico y el ajuste socioemocio-
dificultades en el ajuste escolar que los del grupo sin nal de los hijos (Valdés, Carlos, Urías & Ibarra, 2011;
tales conductas. Estas dificultades se expresan en cir- Wallerstein, 1983).
cunstancias como menor desempeño académico y más También se evidenciaron otros indicadores de dis-
problemas de disciplina en la escuela, mismas que han funcionalidad en las familias de los estudiantes que tie-
sido reportadas por otros estudios como características nen conductas de bullying, como mayor frecuencia
de estos estudiantes (Lozano & García, 2000; Wegner, de consumo de drogas entre los padres y un clima fa-
García, Nishimura & Hishinuma, 2010). La presencia miliar caracterizado por el conflicto. Estos aspectos se
de estas dificultades de ajuste escolar corrobora lo ex- asocian con la violencia en los hijos, ya que, por una
puesto por Ortega & Del Rey (2008) y Pearce (2008), parte, los padres se convierten en modelos sociales
quienes sostienen que como parte de la prevención del negativos y por otra, dichas conductas dificultan la
fenómeno del bullying, es necesario desarrollar estra- comunicación y el apoyo que le pueden brindar a sus
tegias que promuevan una adecuada integración de los hijos (Cava et al., 2006).
estudiantes al contexto escolar.
Por otra parte, se demostró que el grupo de estu- CONCLUSIONES
diantes con reportes de bullying presentó mayores pro- Los hallazgos del presente estudio afirman la conve-
blemas de ajuste psicosocial, los cuales se evidenciaron niencia de abordar el fenómeno del bullying desde
por una mayor frecuencia de consumo de alcohol y una perspectiva ecológica y sistémica (Coloroso, 2004;
de amigos con conducta de riesgo, como consumo de Swearer et al., 2009). Esto se corroboró en la existencia
sustancias y pertenencia a bandas juveniles (Gentile et de variables que diferencian al grupo de estudiantes
al., 2011; Houbre, Tarquino, Thuiller & Hergot, 2006; con conductas violentas ubicadas en diferentes siste-
Jankauskiene et al., 2008). Esto hace pensar que es ur- mas, en este caso el individual y el familiar. El hallazgo
gente llevar a cabo intervenciones con estos estudian- anterior sugiere, además, la necesidad de que los pro-
tes, ya que su vulnerabilidad va más allá del ambiente gramas de prevención de violencia escolar realicen ac-
escolar, porque asumen comportamientos que aumen- ciones dirigidas a contrarrestar los factores de riesgo
tan el riesgo de presentar conductas delictivas y antiso- ubicados en estos niveles de funcionamiento, involu-
ciales, lo que ha sido señalado como uno de los riesgos crando tanto aspectos de los propios estudiantes como
a mediano y largo plazo de los estudiantes agresores de sus familias (Merrell, Gueldner, Ross & Isava, 2008;
de los pares (Brendgen, Wanner, Vitaro, Bukowski & Tutty, 2008).
Tremblay, 2007; Pearce, 2008). Es necesario establecer ciertas limitaciones de la
Así mismo, se evidenció un ambiente familiar presente investigación: primero, no haber considerado
con mayor vulnerabilidad en el grupo de estudiantes las posibles interacciones en las variables integradas en
que refirió efectuar bullying. Esta situación de riesgo el estudio, y segundo, no tener en cuenta variables re-
se observó en mayor proporción dentro del grupo de lativas a la escuela y contexto social del estudiante, que
estudiantes de familias diferentes a la nuclear, lo cual según se ha reconocido en otros estudios, contribuyen
en muchas ocasiones afecta los recursos económicos a la explicación de la violencia entre pares (Ahmed &
y parentales de las familias (Ram & Hou, 2003; Valdés, Braithwaite, 2004; Ortega & Del Rey, 2008). ◆
Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 39
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Psicología Iberoamericana (enero-junio, 2013), vol. 21, no. 1, pp. 42-52. issn 1405-0943
RESUMEN
Retomando un estudio previo que desarrolló con éxito una versión de aplicación simplificada del Inventario de
Depresión de Beck, que hace más fácil su lectura y compresión, se hizo lo mismo con su segunda edición (BDI-2)
(Beck, Steer & Brown, 1996). Así, el objetivo de esta investigación fue estimar la consistencia interna, distribución, es-
tructura factorial y validez concurrente de un formato simplificado del BDI-2. Se aplicaron de forma individual el BDI-
2, las escalas de estrés percibido de Cohen, Kamarck y Mermelstein (1983) y ansiedad-rasgo de Spielberger, Gorsuch y
Lushene (1970), así como algunas preguntas sobre las creencias en las profecías del final del mundo a 424 participantes
procedentes de Monterrey y con una media de 27 años. El muestreo fue no probabilístico, con cuotas equivalentes
de sexos. La escala presentó una consistencia interna alta. La distribución del puntaje total del BDI-2 fue asimétrica
positiva. La estructura de dos factores correlacionados (síntomas cognitivo-emocionales y somático-motivacionales)
presentó un ajuste adecuado por Mínimos Cuadrados Generalizados. Las mujeres y los creyentes en las profecías del
final del mundo promediaron más alto. Las correlaciones con rasgo de ansiedad y estrés percibido fueron moderadas.
Se concluye que el formato ahorra espacio y tiempo, facilita la lectura y compresión, además posee tan buenas propie-
dades psicométricas de consistencia y validez como la escala original.
Palabras clave: BDI, depresión, neuroticismo, estrés, creencias, psicometría.
ABSTRACT
Considering a previous study that successfully developed a simplified application version of Beck Depression Inventory
that makes easier its reading and compression, the same was done with the second edition (BDI-2; Beck, Steer, & Brown,
1996). So the aims of this study were to estimate the internal consistency, distribution, factor structure and concurrent
validity of a simplified form for the BDI-2. The BDI-2, the perceived stress scale (Cohen, Kamarck, & Mermelstein, 1983)
and the trait-anxiety scale (Spielberger, Gorsuch ,& Lushene, 1970), and some questions about the belief in the doomsday
prophecies were applied individually to 424 participants of the general population, from Monterrey, and with an average
of 27 years old. The sampling was non-probability with gender equivalent quotas. The distribution of BDI-2 total score was
positively skewed. The correlated two-factor structure (cognitive-emotional symptoms and somatic-motivational symp-
toms) showed an adequate fit to the data by Generalized Least Squares. Women and 2012 doomsday prophecy believers
averaged higher. Correlations with trait-anxiety and perceived stress were moderate. It is concluded that this application
format saves space and time, facilitates reading and compression, and has as a good psychometric properties of consistency
and validity as the original scale.
Keywords: BDI, depression, neuroticism, stress, psychometrics.
*
Recibido: 31 de octubre, 2012 - Aceptado: 23 de marzo, 2013
e-mail: jose_moral@hotmail.com
Tabla 1. Consistencia interna, descriptivos y ajuste a la normalidad del puntaje total y los dos factores de BDI-2
S = Sesgo, EE de S = .12. C = Curtosis, EE de C = .24. p* con la corrección de Lilliefors para distribución normal.
Puntaje total 12.60 10.29 10.57 8.90 2.04 0.93 2.18* 422 .03
S. cognitivo-afectivos 6.60 7.00 5.29 5.77 1.32 0.62 2.11** 407.19 .03
S. somático-motivacionales 6.00 4.52 5.28 4.14 0.72 0.42 1.71* 422 .09
Depresión (BDI-2)
Ansiedad
Puntaje total Cognitivo-afectivos Somático-motivacionales
RESUMEN
El propósito del presente trabajo fue traducir, adaptar, validar y determinar la confiabilidad de la auto-prueba de po-
sitividad (Fredrickson, 2009) en internet. Para ello, se tradujo el instrumento al español, se corroboró la pertinencia
cultural mediante laboratorios cognitivos, se probó por escrito y en internet con estudiantes universitarios. Se deter-
minó la estructura factorial y confiabilidad en internet en una muestra no probabilística formada por 383 estudiantes
de la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la unam. El análisis mostró una adecuada consistencia interna total de
.79 y tres factores que explicaron el 40.65% de la varianza. Se concluye que la versión mexicana de dicha prueba posee
propiedades psicométricas adecuadas para la medición de positividad en universitarios mexicanos.
Palabras clave: adaptación, estudiantes, positividad, internet, validez y confiabilidad.
ABSTRACT
The purpose of this study was to translate, adapt, validate and determine the reliability of self test positivity (Fredrickson,
2009) on the Internet. To do this, the instrument was translated into Spanish, cultural relevance was corroborated by cog-
nitive laboratories and tested in writing, and online college students. We determined the factor structure and reliability on
the Internet in a nonrandom sample consists of 383 students from the School of Nursing and Obstetrics at the unam. The
analysis showed a total internal consistency .79 and three factors that accounted for 40.65% of the variance. We conclude
that the Mexican version of the test has adequate psychometric properties for measuring positivity in Mexican university.
Keywords: adaptation; students; positivity, internet, validity and reliability.
*
Recibido: 1 de noviembre, 2012 – Aceptado: 25 de marzo, 2013
Correspondencia: Laura Graciela Cortina Guzmán, Av. Universidad 3000, C. P. 04510, México, D. F.
e-mail: cortinaguzman@gmail.com, tel. (52) (044) 55 29 47 04 43.
Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 53
INTRODUCCIÓN desarrollo de recursos físicos, sociales y psicológicos,
Por mucho tiempo las emociones negativas1 han te- los cuales, a su vez, contribuyen de manera significativa
nido presencia en la investigación psicológica, procu- a la resiliencia, la salud y el bienestar (Forgas, 2002; Fre-
rando explicar su relación con lo que altera la salud drickson & Joiner, 2002; Waugh & Fredrickson, 2006;
mental o propicia la enfermedad (Fredrickson, 2003). Aspinwall, 2001; Keyes, 2002; Lyumbormisky, King
Sin embargo, en los últimos años, los psicólogos posi- & Diener, 2005; Pekrun, Goetz, Titz & Perry, 2002;
tivos sustentan científicamente que las emociones po- Tugade & Fredrickson, 2007).
sitivas2 son elementos básicos para el funcionamiento Una variedad de resultados empíricos apoyan es-
óptimo (Lynley & Joshep, 2004) y el bienestar (Ryan tos fundamentos, demostrando que en relación con
& Deci, 2000) de las personas. Este renovado interés la salud, las emociones positivas inducidas reducen la
sostiene que las emociones positivas no sólo hacen probabilidad de enfermar evitando la incapacidad y el
sentir bien (Compton, 2005), sino que cumplen una deterioro físico, lo que facilita la longevidad con me-
función adaptativa y son un medio para alcanzar el nores condiciones mórbidas, inmunológicas y car-
bienestar a largo plazo (Fredrickson, 2001; Seligman & diacas. Además, ayudan a la recuperación fisiológica
Csikszentmihalyi, 2002; Vázquez, Hervás & Ho, 2006). provocada por las emociones negativas y fortalecen al
En cuanto a la función adaptativa, la literatura individuo frente a la depresión (Cohen, Doyle, Turner,
señala por un lado, que las emociones negativas son Alper & Snoker, 2003; Danner, Snowdon & Friesen,
soluciones eficientes a problemas recurrentes e inme- 2001; Fredrickson, Mancuso, Branigan & Tugade
diatos (Fredrickson, 2004). Por ejemplo, ante un sen- 2000; Fredrickson, Tugade, Waugh & Larkin, 2003;
timiento de miedo surge la necesidad de huir por lo Gable & Impett, 2003; Keyes, 2007; Ostir et al., 2002;
que el organismo se prepara para movilizarse. A esta Ostir, Markides, Black & Goodwin, 2000; Pressman &
reacción se le conoce como tendencia especifica de Cohen, 2005).
acción, la cual permite actuar con rapidez y decisión Claramente esto sugiere que las emociones posi-
como forma natural de selección humana y universal tivas son el polo opuesto de las negativas, y el único
(Tooby & Cosmides, 1990; Oatley & Jenkins, 1996). componente para proteger la salud; sin embargo, los
Por otra parte, muestra que las emociones positi- psicólogos positivos sostienen que son una parte de
vas, a pesar de parecer desvinculadas de la acción in- la estructura afectiva de la vida de una persona y un
mediata, cumplen otra función no menos importante extremo de la misma dimensión, cuyo balance asocia-
relacionada con el comportamiento adaptativo: el pen- do a pensamientos y actitudes, en un momento, dado
samiento-acción; por ejemplo, al vivir la alegría surge determina la salud mental positiva (Fredrickson &
la necesidad de jugar, explorar, manifestar y compar- Losada, 2005; Keyes, 2002, 2007). En apoyo a esta idea
tir esa emoción con otros, incluso, bajo ese estado se Fredrickson, Tugade, et al. (2003) han demostrado que
manifiesta la creatividad (Isen, 1999). De este modo vivir emociones tanto positivas como negativas es in-
ambas emociones involucran cambios coordinados de evitable y además útil; por ejemplo, atravesar por even-
pensamientos, acciones y respuestas fisiológicas que tos adversos como el duelo, puede privar a las personas
conducen a la adaptación humana (Fredrickson, 1998; de ejercer roles productivos y afectuosos; sin embargo,
Fredrickson & Branigan, 2005). proporcionar un significado positivo a la circunstancia
No obstante, además de la evidencia con respec- también puede impulsar a las personas a sentirse bien,
to al valor adaptativo del afecto, los estudios señalan a enfrentar la adversidad para salir adelante y lograr la
que el conjunto de pensamientos y acciones originados satisfacción en la vida (Fredrickson & Losada, 2005).
particularmente por los buenos sentimientos facilita el En concreto, esta perspectiva sostiene que en con-
traste con el beneficio adaptativo de las emociones
1
Las emociones negativas son sensaciones desagradables que concentran negativas (inmediato en situaciones de amenaza), los
la atención en la toma de decisiones para lo que se percibe como una sentimientos positivos construyen los recursos cogni-
amenaza (Carr, 2007).
2
Las emociones positivas son sensaciones agradables que facilitan la tivos, conductuales, físicos y sociales que llevan indi-
atención sobre el entorno físico y social de forma consciente (Carr, 2007). rectamente, y a largo plazo, a la adaptación, asumiendo
Alegría .76
Sorpresa.87
10 emociones básicas y su Ira .75
combinación con tres adjetivos Evaluar experiencia Disgusto .85
Escala diferencial
relacionados para cada una. individual de las Desprecio .68
Izard 1977 de emociones
Intensidad emocional en una emociones en una Vergüenza .73
(DES)
escala de cinco puntos que van de situación dada. Culpa .68
nada a extremadamente. Miedo .78
Interés .83
Tristeza .77
Escala positiva
Comprobar la
Tiempo 0 .79
20 reactivos relación de altas
Tiempo 1 .79
Frecuencia e intensidad en una tasas de positividad
Waugh y Fredrickson Tiempo 2 .89
DES -M escala de cinco puntos (nada con la formación de
(2006) Escala negativa
a extremadamente, nunca a la relaciones sociales
Tiempo 0 .80
mayor parte del tiempo). en tres muestras y
Tiempo 1 .84
tiempos diferentes.
Tiempo 2 .82
20 reactivos divididos
equitativamente en dos Medir la proporción
Prueba de dimensiones: positiva y negativa. de afecto positivo y
Fredrickson (2009) NM
Positividad Intensidad en escala de cinco negativo en relación
puntos que van de nada a a la salud mental.
extremadamente.
Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 55
Originalmente, Izard (1977) diseñó la escala dife- za, culpa, miedo, pena) a tres muestras en tres tiempos
rencial de emociones (des, por las siglas en inglés de respectivamente (0 = 3 semanas, 1 = una semana, 2 =
Differential Emotions Escale) para conocer la intensi- un mes (28 días). Recurrieron a la razón de positividad
dad de 10 emociones básicas.3 La estructura contiene y probaron que ésta predice de manera significativa la
un trío de palabras relacionadas para cada emoción, formación de una relación social y la comprensión ha-
por ejemplo, interés: atento/concentrado/alerta. Tal cia otras personas.
conjunto de adjetivos, actualmente, conforma las dis- En suma, estos trabajos han dado origen a la me-
tintas versiones del des con instrucciones particulares dida propuesta por Fredrickson (2009) para conocer
y escalas de múltiples puntos para medir tanto senti- la proporción de emociones positivas y negativas rela-
mientos actuales como rasgos afectivos (experiencia cionada con la salud mental floreciente o el estado de
emocional a través del tiempo) (Izard, 1977). languidez4 de una persona: la auto prueba de positi-
Más adelante, Fredrickson, Tugade, et al. (2003), vidad (Positivity Self Test). La prueba se describe más
emplearon el des; agregaron ocho emociones positi- adelante, en el apartado de instrumento.
vas (diversión, asombro, contento, gratitud, esperanza, Al respecto, puede observarse la normalización
amor, orgullo, deseo sexual) a las ya existentes (alegría establecida para universitarios estadounidenses con
e interés) y conservaron las ocho emociones negativas medidas confiables y válidas. No obstante, es de suma
(ira, tristeza, miedo, disgusto, desprecio, vergüenza, cul- importancia reconocer que la respuesta emocional se
pa, timidez) propuestas por Izard en 1977. Los autores manifiesta de acuerdo con el contexto social y cultural.
concluyeron que las emociones positivas protegen de Es así que el objetivo de este trabajo fue traducir
la depresión y ayudan a las personas resilientes a pro- y adaptar al español el Positivity Self Test para llevar
gresar después de experimentar dificultades en la vida. a cabo la validación del instrumento en una muestra
Posteriormente, Fredrickson y Losada (2005), con universitaria mexicana. Lo anterior con el fin de contar
base en la teoría de ampliación y construcción de las con una herramienta para posteriores investigaciones
emociones positivas y el modelo dinámico no lineal relacionadas con la positividad.
(Fredrickson, 1998; Losada, 1999) utilizaron el des pa-
ra calcular y comparar la proporción de afecto positi- MÉTODO
vo y negativo; durante 28 días evaluaron en un sitio de
internet el grado en que cada emoción positiva (diver- Participantes
sión, asombro, compasión, gratitud, esperanza, interés, El proceso de adaptación incluyó a 88 estudiantes
amor, orgullo, deseo sexual, alegría, contento) fue expe- de ambos sexos inscritos en la Escuela Nacional de
rimentada por lo menos moderadamente (≥ 2) y cada Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional
emoción negativa (ira, desprecio, disgusto, pena, mie- Autónoma de México. De los cuales, 10 fueron exa-
do, culpa, tristeza, vergüenza) al menos un poco (≥ 1). minados (50% mujeres, 50% hombres) con el méto-
El resultado determinó que la relación de afecto positi- do de laboratorio cognitivo, 70 participaron (58 mu-
vo con la salud mental floreciente está en y por encima jeres, 12 hombres) en una aplicación escrita y ocho
de una proporción de 3:1 (razón de positividad). más comprobaron el uso del instrumento en internet.
En otro momento, Waugh y Fredrickson (2006) Finalmente, para el proceso de validación se conformó
aplicaron el des en internet con una escala de 11 emo- una muestra no probabilística intencional con 383 es-
ciones positivas (asombro, diversión, alegría, agrade- tudiantes universitarios (84% mujeres, 16% hombres)
cimiento, contento, optimismo, interés, amor, orgullo, entre 17 y 43 años con edad promedio de 20.69 + 3.70
simpatía, sorpresa) y una escala de ocho emociones
negativas (enojo, desprecio, vergüenza, disgusto, triste- 4
El florecimiento es un estado de salud mental, caracterizado por altos
niveles de bienestar subjetivo, psicológico y social, asociados con una alta
proporción de afectividad positiva. Por su parte, en la languidez, aunque
3
Una emoción básica es un conjunto de componentes neurales y corpo- también se le considera un estado de salud mental, se combinan bajos
rales innatos de expresión universal, y de sentimientos/motivaciones no niveles de bienestar subjetivo, psicológico y social, asociados con mayor
conscientes que convergen en funciones biológicas y sociales, esenciales presencia de afecto negativo (Keyes, 2002, 2005, 2007; Ryan & Deci, 2000;
para la evolución y la adaptación (Izard, 2007). Westerhof & Keyes, 2010).
Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 57
Con la finalidad de asegurar la comprensión del Antes de las entrevistas, aplicaciones escritas y vía
instrumento se solicitó el consentimiento de profesores internet, los directivos de la institución educativa y los
para ceder sus horarios de clase. Después, 70 estudian- participantes fueron notificados del consentimiento
tes completaron de forma individual una impresión en informado con la explicación del objetivo del estudio,
papel de la prueba y un cuestionario de evaluación so- las condiciones de voluntariedad, confidencialidad y
bre la misma. Al final, se analizaron todos los comen- anonimato.
tarios, eliminando las confusiones en instrucciones,
reactivos y ejemplos. RESULTADOS
Al término de la aplicación escrita se probó la via- Traducción y adaptación al contexto cultural
bilidad del instrumento para ser respondido en inter- Se realizó la traducción y retraducción de la versión ori-
net. Al principio se contrató un sitio seguro de internet ginal por expertos traductores en ambos idiomas y en
y se adecuó el contenido de la prueba a las caracterís- psicología clínica. La versión final resultó del acuerdo
ticas del mismo. Posteriormente se estableció contacto entre investigadores en psicología con especialidad en
con los alumnos en el horario escolar y se les solicitó psicometría. Se determinó el empleo de los términos
su colaboración. Después de informarles el propósi- más comprensibles y adecuados a la cultura con el mé-
to del estudio, ocho participantes proporcionaron un todo de laboratorio cognitivo, por el cual se compro-
correo electrónico mediante el cual se les comunicó el bó la constancia de sinonimia entre las palabras que
vínculo de acceso a la prueba y las instrucciones para componen cada reactivo, por lo que se realizaron mo-
responderla; se les pidió contestar a todas las preguntas dificaciones. Se eliminaron los términos ambiguos y
con sinceridad, haciendo hincapié en la importancia se conservaron los que mejor expresaron a la emoción
de reenviar un correo electrónico con las ventajas e in- principal.
convenientes que experimentaron durante el proceso.
El tiempo que llevó a los participantes responder en Análisis de reactivos
línea fue de 15 minutos, aproximadamente. Es impor- La aplicación de la prueba t de Student demostró el
tante mencionar que la página permaneció abierta las adecuado poder de discriminación de los reactivos
24 horas del día y el acceso se pudo realizar desde cual- (p=.000).
quier equipo de cómputo con internet.
Por otro lado, la información en el sitio de internet Validez factorial
se presentó en el siguiente orden: a) propósito del es- La evaluación de la matriz de datos empleando el ín-
tudio, b) instrucciones de respuesta, c) cuenta de co- dice de adecuación de la muestra Kaiser-Meyer-Olkin
rreo electrónico para resolver dudas, d) información (KMO) con valor de .854 y la Prueba de Esfericidad de
sociodemográfica, e) instrumento y f) agradecimiento. Bartlett situada en x2 = 2799.705, p = .000 indicaron la
Además, se dispuso del envío automático de la infor- pertinencia para realizar el análisis factorial. Para éste
mación a una base datos, una vez que el respondiente se consideraron los reactivos con pesaje factorial ≥.40
cumplió con el total de preguntas. y se definieron como factores a partir de tres reactivos
Por último, la versión definitiva se aplicó en in- (ver tabla 3).
ternet (en las condiciones antes mencionadas) a 383 El análisis factorial exploratorio mediante el méto-
estudiantes que aceptaron ayudar a las investigadoras do de componentes principales con rotación Varimax
a conocer las emociones que experimentan los uni- arrojó tres factores que integraron 20 reactivos, expli-
versitarios y a beneficiarse de un curso presencial de cando 40.65% de la varianza total.
bienestar emocional6. Al concluir, se evalúo la validez Los resultados del análisis factorial determinaron
y confiabilidad de dicho instrumento. “renombrar” las agrupaciones para dar lugar a una lec-
tura válida y congruente del constructo.
6
El curso de bienestar emocional se proporcionó de forma gratuita a Los factores obtenidos fueron: 1) componente emo-
los participantes que completaron la medida de positividad; consistió
en cinco sesiones de cuatro horas cada una con temas reportados en la
cional positivo (10 reactivos) con disposición a senti-
investigación de la psicología positiva. mientos positivos (diversión, asombro, agradecimiento,
Variables Factor
1 2 3
Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 59
esperanza, inspiración, interés, alegría, amor, orgu- cuyo denominador común es el placer (Lucas, Clark,
llo y serenidad); 2) vivencia emocional negativa (seis Georgellis & Diener, 2003).
reactivos) con sensación de malestar, desesperación y Es posible que esta clara identificación de los des-
cansancio (enojo, ofensa, rencor, tristeza, fastidio, es- criptores de afecto positivo resida en la propensión de
trés); 3) percepción emocional negativa (cuatro reacti- las personas a adaptarse con mayor facilidad a lo agra-
vos) con percepción de incertidumbre e incomodidad dable a pesar de los acontecimientos negativos de la
(asustado-inseguro, pena-timidez, vergüenza, culpa). vida (Brickman, Coates & Janoff-Bulman, 1978). No
Estos datos representan una forma de validez de obstante, Diener, Lucas y Scollon (2006) sostienen que
constructo (Kerlinger & Lee, 2002) y develan el cons- existe una tendencia de adaptación más fuerte para lo
tructo subyacente del conjunto de variables observadas negativo que para lo positivo. A pesar de que ambas
y diferenciadas bajo el cual se agrupan los reactivos de posturas son susceptibles de futuras comprobaciones,
la versión mexicana del instrumento (ver Anexo). se ha documentado que el cúmulo de emociones posi-
tivas requiere de una postura intencional para alcanzar
Confiabilidad el bienestar (Fredrickson, Coffey, Pek, Cohn & Finkel,
La evaluación de la consistencia interna utilizando el 2008; Lyubomirsky, Sheldon & Schkade, 2005).
método alfa de Cronbach determinó el adecuado índi- Vivencia emocional negativa: se formó de emocio-
ce de fiabilidad global de .795 y de .899 para el compo- nes negativas (enojo, ofensa, rencor, tristeza, fastidio,
nente emocional positivo, de .768 para vivencia emo- estrés) generadas por las exigencias sociales. Esta com-
cional negativa y de .736 para percepción emocional posición quizás aborda la necesidad de cumplir con las
negativa. obligaciones escolares y familiares asumidas por esta
muestra en esta etapa del desarrollo. Estas emociones
DISCUSIÓN ponen de manifiesto lo reportado en la literatura con
Desde un punto de vista sustantivo, los resultados res- respecto al efecto que tienen para responder de ma-
ponden al propósito de contar con un instrumento vá- nera concreta (tendencias especificas de acción) a las
lido y fiable basado en las características de una mues- condiciones ambientales evaluadas como amenazantes
tra estudiantil mexicana. (Frijda, 1986; Lerner & Keltner, 2000).
El proceso de adaptación tuvo hallazgos intere- Percepción emocional negativa: conjugó emocio-
santes, en los cuales se observa una amplia gama de nes relacionadas con la evaluación o retroalimentación
adjetivos para designar emociones que reflejan la mul- externa. Este conjunto de reactivos posiblemente se
tiplicidad de los usos del lenguaje al interpretar la pre- sustente en la interpretación acerca de los significados
sencia emocional. En este sentido, la exploración de un que otros expresan en relación con determinadas con-
número mayor de adjetivos puede ampliar el conoci- ductas o circunstancias. Esta idea concuerda con los
miento sobre la expresión emocional con fundamento postulados de Ackerman, Abe e Izard (1998), quienes
en la cultura. No se encontró otro estudio que haya tra- señalan que las emociones de vergüenza, culpa y des-
ducido y utilizado este instrumento en México. precio aparecen cuando se percibe que los otros son
Por su parte, el proceso de validez comprendió agentes causales o desencadenantes de una evaluación.
un análisis factorial exploratorio de componentes Es importante destacar que las diferencias halla-
principales y rotación Varimax, en el cual las dos di- das con respecto a la estructura factorial no invalidan
mensiones (positiva y negativa) documentadas por la el instrumento, por el contrario, expresan la multidi-
autora se descomponen en tres factores, aislando una mensionalidad emocional que representa este marco
parte de los reactivos relacionados con la dimensión sociocultural. En este sentido, se evidencia la necesi-
negativa. Por ello, la agrupación resultante se precisó dad de crear nuevas preguntas de investigación para
de la siguiente manera: componente emocional positivo: conocer los procesos que se articulan en la experiencia
resultó ser el conjunto de emociones más representati- emocional.
vo para esta muestra y directamente afín con el marco Por otra parte, la consistencia interna resultó ser
teórico. Concentró el total de emociones agradables, concordante con lo documentado, así como el alfa
Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 61
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Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 63
ANEXO
Las siguientes preguntas son acerca de diferentes emociones que las personas experimentan diariamente. Lee cada
oración y marca el número que indica la fuerza con que sentiste cada emoción el día de ayer.
De forma
Nada Un poco Mucho Muchísimo
moderada
RESUMEN
Los objetivos de la presente investigación fueron identificar, mediante el análisis del escalamiento dimensional, los
nichos ecológicos presentes en el ecosistema humano y determinar si las características de adaptación influyen en la
conservación proambiental y en el consumo ambientalmente responsable en una muestra de jóvenes. Se evaluó la adap-
tación ambiental con una escala diseñada para este estudio, además se midió la conducta proambiental y el consumo
ambientalmente responsable con escalas validadas en población mexicana. Se seleccionó una muestra de 700 jóvenes
de entre 13 y 24 años de edad (media= 16.48) de la zona metropolitana de la Ciudad de México. El escalamiento mul-
tidimensional confirmó cuatro dimensiones claramente interpretables: adaptación al entorno natural, sociocultural,
urbano e individual. La regresión múltiple evidenció que los jóvenes que se adaptan al medio natural y sociocultu-
ral realizan acciones para conservar el ambiente, además quienes se adaptan a la naturaleza y se ajustan al entorno
urbano realizan compras amigables con el ambiente. Se discute la utilidad de los resultados a partir de la conservación
ambiental en jóvenes, así como las implicaciones para futuros estudios.
Palabras clave: adaptación ambiental, conducta proambiental, consumo responsable, escalamiento multidimen-
sional y jóvenes.
ABSTRACT
The objective of this research was to identify by means of multidimensional scaling analysis the ecological niches into the
human ecosystem and establish how the adaptation characteristics predict the proenvironmental behavior and environ-
mental sustainable consumption in youths. The environmental adaptation was measured in a newly development scale
for the purpose of the present research. The proenvironmental scale (α=.82) and environmental sustainable consumption
(α=.78) were also included in the study. The sample was constituted by 700 youths between 13 and 24 years old (mean
16.48), in México City and Metropolitan area. The results confirmed by the multidimensional scaling four interpretable
factors (natural adaption, sociocultural adaption, urban adaption and personal adaption). The regression analyses sugges-
ted the youths that use natural and sociocultural adaptations realize proenvironmental actions as well as the youths there
was adapted a natural and urban context make different types of environmental sustainable consumption. The utility of
the results are discussed from the evolutionary perspective and the implications for the adolescents are suggested.
Keywords: environmental adaptation, proenvironmental behavior, environmental sustainable consumption, multidi-
mensional scaling and youths.
1
La presente investigación forma parte del proyecto Modelo Biopsicosocial del Comportamiento Proambiental, financiado por el programa de estan-
cias posdoctorales de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (dgapa), Universidad Nacional Autónoma de México. El segundo
autor agradece a la dgapa el apoyo económico otorgado para realizar el proyecto papiit IN308811.
*
Recibido: 5 de octubre, 2012 - Aceptado: 22 de marzo, 2013.
Correspondencia: Dr. Jorge Raúl Palacios Delgado, Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, unam; Guelatao 66, col. Ejército de Oriente, Delegación
Iztapalapa, C. P. 09230.
e-mail: kobuj@yahoo.com.mx, teléfono: 57 45 68 21.
Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 65
INTRODUCCIÓN Algunos nichos requieren que ciertos elementos del
La psicología evolutiva es un nuevo paradigma que in- ambiente cambien para que su funcionamiento pueda
corpora los principios modernos de la psicología con ser el óptimo (Buss, 1984; Buss, 2009).
los principios evolutivos de la biología (Buss, 1995; De acuerdo con Díaz-Loving (1998; 2008; 2011),
2009). Los avances teóricos y metodológicos recientes a través de la evolución la composición genética y los
de este paradigma muestran un desarrollo prominente rasgos de personalidad de los seres humanos, han
en temas como la elección de pareja (Buss & Barnes, sido moldeados por ecosistemas específicos, así como
1986), la personalidad (Buss, 1991), la sexualidad (Buss, por las normas o valores derivados de características
1995), la agresión (Buss & Shackelford, 1997), las di- idiosincráticas del grupo social. Además, la evolución
ferencias individuales (Buss & Greiling, 1999), el ape- humana se encuentra inmersa en procesos de sociali-
go romántico (Schmitt, 2008), la supervivencia (Buss, zación y endoculturación que han dado por resultado
2009), el altruismo (Tal, Hill, Figueredo, Frías & Corral, una serie de similitudes o diferencias que se encuentran
2006), el manejo del humor (Li, Griskevicius, Durante, en nichos ecológicos particulares, herencias culturales,
Jonason, Pasiszand & Aumer, 2009), y las emociones predisposiciones biológicas y experiencias personales
positivas (Griskevicius, Shiota & Nowlis, 2010). que interactúan entre sí para producir el comporta-
Para la psicología evolutiva una de las funciones miento social. Según lo explican Mercado, Landázuri
del individuo es la adaptación al entorno que le rodea. y Terán (2006), el humano transforma activamente el
En sociología y psicología, la adaptación es el proceso entorno y lo adapta a sus necesidades o requerimien-
por el cual un grupo o un individuo modifican sus pa- tos, ocupando una amplia variedad de hábitats.
trones de comportamiento para ajustarse a las normas Para Díaz-Guerrero (1988; 2001), las caracterís-
establecidas en el medio social en el que se encuen- ticas del individuo se explican a partir del ecosistema
tran (Martín, 1993). Para Granada (2003), la adapta- cultural, postulando que la sociedad y las comunida-
ción cultural implica el proceso de incorporación de des humanas son un complejo sistema de interdepen-
un individuo a las normas de conducta del grupo al dencia análogo al ecosistema natural en biología. Las
que pertenece; incluye también el proceso de recep- características psicológicas de los individuos derivadas
ción de otra cultura (aculturación) y de adaptación al del ecosistema cultural incluyen, entre otras, el estilo
nuevo contexto sociocultural o sociolingüístico. de confrontación individual frente a los problemas que
La psicología evolutiva (Buss, 2009; Griskevicius, plantea el ecosistema (filosofía de vida) y el grado de
Cantú & van Vugt, 2012) también provee una nueva acuerdo con las premisas propias de la cultura (Díaz-
conceptuación de problemas adaptativos (situaciones) Guerrero, 1995). Las normas y principios sociocultu-
que han sido confrontados y solventados por los seres rales de los grupos de referencia y afiliación (familia,
humanos, utilizando mecanismos psicológicos espe- grupo, sociedad) son una guía de comportamiento
cialmente sensitivos a claves que los preparan para des- (Díaz-Guerrero, 1994), de esta manera, dentro de estas
plegar estrategias conductuales que les sirven para premisas culturales, existen dos estilos de confrontación
resolver problemas. De esta manera, la evolución ha o maneras de encarar los problemas de la vida, ya sea
dotado de características a los individuos, que van des- de forma activa o bien de forma pasiva (Díaz-Guerrero,
de variaciones genéticas (Tobby & Cosmides, 1990) 1984); la forma pasiva de confrontación parece ser un
y rasgos de personalidad (Buss, 1996; MacDonald, factor cardinal en la personalidad de los mexicanos
1995), hasta estrategias de afrontamiento (Lazarus & (Díaz-Guerrero, 1993), comparada con culturas indivi-
Folkman, 1986) para resolver problemas adaptativos. dualistas (Díaz-Guerrero, 1994; Triandis, 1996).
Desde el punto de vista evolutivo (Buss, 1984; 1995; Por otra parte, la psicología ambiental estudia la
1996; Tobby et al., 1990), el repertorio conductual de relación del ambiente físico, natural y construido, con
las personas emerge de una constante interacción en- la conducta humana (Mercado et al., 2006). Considera
tre los problemas encontrados en los ecosistemas y todo aquello que rodea a las personas, las interacciones
el funcionamiento de los organismos para sobrevivir entre los individuos y sus escenarios físicos (Gifford,
y reproducirse en los nichos ecológicos que habitan. 2007), con particular interés en la relación del hombre
66 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
con la naturaleza y con el espacio construido. Busca co- raciones. Los cambios que se requieren son la sustitu-
nocer de qué manera las situaciones ambientales afec- ción de energía fósil por renovable, la reducción de la
tan la conducta, el desarrollo de las personas y cómo contaminación del agua de ríos y mares, la producción
la conducta de estos transforma o altera el medio eficiente de alimentos, la protección de la biodiversi-
(Corraliza y Berenguer, 2010; Schmuck & Vlek, 2003). dad, y la disminución de la desigualdad social, en tan-
También investiga la adaptación de los organismos to, los grupos y los individuos tendrán que ajustar sus
al entorno y trata de resolver los problemas de adap- estilos de vida realizando conductas proambientales,
tación del hombre en relación con el entorno socio- ahorrando agua y energía eléctrica, reciclando los re-
físico. Además, pretende deducir el problema de los siduos, viajando en transporte sustentable, entre otras
sujetos a los escenarios conductuales y a las normas (Bustos, 2004; Bustos & Flores, 2006; Bustos, Flores &
sociales de la cultura (Mercado et al., 2006). Barrientos, 2008; Palacios & Bustos, 2011; Palacios
La psicología ambiental resulta elemental para & Bustos, 2012; Palacios & Bustos, en prensa).
explicar los problemas ecológicos y la forma que tie- Los espacios creados por el hombre, ya sean vi-
nen los organismos para incorporarse al entorno a viendas, unifamiliares, condominios, fábricas, hospi-
través de su capacidad para integrar información, no tales, cárceles, escuelas, etc., contienen un sistema de
sólo del ambiente natural, sino del entorno diseñado significados explícitos o implícitos que informan a
o construido (Schmuck et al., 2003) y se centra en el los usuarios acerca del sistema de valores, creencias,
análisis de las maneras en que el medio ambiente afec- actitudes e intenciones de los habitantes (Corraliza &
ta al individuo y el modo en que las acciones de los Berenguer, 2010). El conocimiento de estos elementos
sujetos transforman el entorno o la relación con el resulta indispensable desde el punto de vista adaptivo
mismo (Oskam, 2000). Bechtel (1997) indicó que las para que su habitabilidad sea idónea para el bienestar
alteraciones ambientales y daños a los ecosistemas re- del hombre y su mejor calidad de vida (Corral, 2010;
quieren formas de respuesta humana que favorezcan la Schmuck et al., 2003). Los sitios son diseñados o equi-
sobrevivencia de la especie, lo cual es congruente con pados para que los encuentros sociales se lleven a cabo,
una perspectiva que considera las bases evolutivas para con una correspondencia entre la distribución arqui-
la conducta sustentable (Griskevicius et al., 2012). En tectónica o urbanística, el mobiliario y las conductas
este sentido, algunos autores (Griskevicius et al., 2012; que se esperan tengan lugar allí. Estas conductas for-
Griskevicius, Tybur & Van den Bergh, 2010) conside- man parte del entorno social, definido como la parte
ran que la sustentabilidad y su contraparte, el daño del ambiente de un individuo constituida por otros
al medio ambiente, pueden ser explicados por medio seres humanos y la red de relaciones que los vincula.
de la conducta del individuo, así como por estrate- Paralelamente, uno de los problemas del entorno
gias evolutivas que utiliza el mismo; de esta manera social es la elevada densidad urbana, que ha tenido co-
Griskevicius et al. (2010), explican porque las perso- mo resultado la pérdida de espacios verdes, que sirven
nas compran productos ecológicos frente a productos como nodos de contacto con la naturaleza (Home, Bauer
convencionales, argumentando que desde el punto de & Hunziker, 2010). Los espacios construidos han ga-
vista biológico, el altruismo se asocia a una señal de es- nado terreno a las áreas verdes, lo que ha provocado la
tatus, y éste motiva el deseo de comprar productos reducción de escenarios necesarios para la restauración
ecológicos cuando se realiza en lugares públicos (pero cognitiva y emocional de los residentes (Hartig, 2011;
no en privado). Estos productos cuestan más que los Martínez & Montero, 2010). En consecuencia, se hace in-
productos no ecológicos. Concluyen señalando que el dispensable mantener estos espacios públicos y generar
estatus se vincula con la competencia y puede ser usa- en lo posible otros nuevos (Flores & GonzálezGuillén,
do para promover conducta proambiental. 2007; Landázuri, Lee, Terán & Mercado, 2010), dada su
Adicionalmente a lo anterior, Brown (2009) señaló importancia para la salud física y mental. La adaptación
la necesidad de realizar cambios en el patrón de consu- supone proteger los elementos naturales y las áreas ver-
mo para evitar mayores daños a los ecosistemas y con des que benefician a los residentes, además de ajustarse
ello, evitar los riegos que confrontaran las nuevas gene- a los cambios exigidos por medio natural.
Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 67
Una forma esencial de responder a esta exigencia construido, así como determinar si las características
es promoviendo las acciones de protección del entorno de adaptación influyen en la conservación proambien-
tanto construido como natural, donde se entremezclan tal y el consumo ambientalmente responsable en una
los espacios protegidos como las reservas ecológicas muestra de jóvenes. Con base en la hipótesis nula, se
o los espacios públicos, como los parques urbanos plantea que las características de adaptación de los jó-
(Bustos, Ramos, Barrón, López & Ocaña, 2011). venes no tienen un efecto en acciones de conservación
Los individuos poseen diferentes formas para in- proambiental (CPA) y en el consumo ambientalmente
tegrarse al entorno que los rodea a través de las estra- responsable.
tegias de adaptación (Buss, 1991; 1996). La adaptación
a un contexto es un proceso que requiere un cambio MÉTODO
en el comportamiento para poder habituarse al nuevo
ambiente. Los ambientes (nichos) que existen pueden Participantes
ser creados específicamente para desarrollar los atribu- En el estudio participaron 700 jóvenes, 291 hombres
tos de los organismos (Buss, 1984). De esta manera, la y 409 mujeres, con un rango de edad entre los 13 y los
conducta de los individuos se explica por las situacio- 24 años (M=16.48 años; DE=2.7 años), selecciona-
nes en las que se encuentra, las cuales implican lugares dos mediante un muestreo no probabilístico de tipo
y tiempos determinados donde se llevan a cabo situa- accidental. Los jóvenes eran estudiantes de varias es-
ciones sociales programadas por la cultura (Mercado cuelas de educación media, media superior y superior,
et al., 2006; Díaz-Guerrero, 1994). tanto públicas como privadas, de la zona metropolita-
Derivado de lo que se ha expuesto a lo largo de na de la Ciudad de México, de ambos turnos, el 75.9%
este artículo, se proponen tres vertientes de investiga- del turno matutino y 24.1% del vespertino.
ción vinculadas con la adaptación: la relación del hom-
bre con el entorno natural, el ambiente que el hombre Instrumento
diseña y construye para resguardar su vida social, y por Para evaluar la adaptación ambiental se redactaron 21
último, las relaciones que el individuo tiene en su en- afirmaciones tipo Likert con cuatro opciones de res-
torno sociocultural para ajustar su conducta al entorno puesta (nunca a siempre) sobre diferentes entornos a los
en el que se encuentra. cuales los individuos se pueden adaptar. Se considera-
Los tres ejes de análisis mostrados hasta el mo- ron los ecosistemas naturales o biológicos (p. e. Para
mento llevan a plantearnos las siguientes interrogan- formar parte de la naturaleza me adapto a ella), los cita-
tes: ¿existe una serie de nichos ecológicos preexistentes dinos (p. e. Me acostumbro con facilidad al tráfico de la
a los cuales los individuos se han enfrentado para su ciudad) y los socio-culturales (p. e. Frente los problemas
supervivencia?, ¿cuáles son las estrategias de adapta- lo mejor es acomodarse a ellos). Los ítems se redactaron
ción que el hombre ha desarrollado para integrarse a considerando que su contenido fuera congruente con
ecosistemas naturales, diseñados o construidos?, ¿qué la propuesta de los nichos naturales (Mayer y Frantz,
relación mantiene el ser humano con sus semejantes 2004; Palacios y Bustos, 2012), urbanos (Mercado et
en estos entornos?, ¿qué características de adaptación al., 2006; Home et al., 2010) y socioculturales (Díaz-
tienen los jóvenes en México que les permiten realizar Guerrero, 1984, 1988, 1995) planteados en el presente
acciones de conservación ambiental? estudio y que pudieran reflejar repertorios de adapta-
Con la finalidad de dar respuesta a las interrogan- ción de los jóvenes. Para esta investigación definimos
tes anteriores y con el propósito de conocer los entor- la adaptación ambiental como las características que un
nos (nicho ecológico) a los cuales las personas se pue- individuo posee para acomodarse o ajustarse a diver-
den adaptar, los objetivos de la presente investigación sas circunstancias o condiciones de su entorno (nicho
fueron identificar, mediante escalamiento dimensio- ecológico) a través del proceso evolutivo (selección na-
nal, los nichos ecológicos que se encuentran presentes tural) y cultural.
en el ecosistema humano, describir las características Para medir la conducta proambiental (CPA) se
de adaptación de los jóvenes en su entorno natural o utilizó la escala de conducta proecológica de Corral,
68 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
Tapia, Frías, Fraijo y González (2009). Es una escala la de adaptación ambiental. De este procedimiento se
tipo Likert, con 12 reactivos en la que los participan- seleccionaron todos los ítems, ya que cumplieron con
tes reportan la frecuencia de comportamientos de cui- los criterios establecidos. Posteriormente se realizó un
dado del ambiente (p.e. guardo y reciclo papel usado). escalamiento multidimensional para identificar las di-
Se contesta con cuatro opciones de respuesta que van mensiones subyacentes entre las estrategias que se en-
de nunca hasta siempre. Cuenta con validez factorial cuentran dentro de la escala de adaptación.
y predictiva, así como con un coeficiente de confiabi- Se optó por esta técnica multivariante para poder
lidad por consistencia interna de .82 para el total del inferir dimensiones o similitudes realizadas por los jó-
instrumento. venes sobre las estrategias de adaptación que poseen.
La medición del consumo ambientalmente res- Además, permitió a la investigación: 1) determinar
ponsable se realizó con la escala de Bustos, Palacios, qué posibles dimensiones utilizan los encuestados, 2)
Barrientos y Flores (en prensa). Es una escala tipo Likert observar cuántas dimensiones pueden utilizarse en
con cuatro opciones de respuesta (nunca a siempre) que una situación particular, 3) conocer la importancia re-
mide tres factores del consumo ambiental. La escala tie- lativa de cada dimensión, 4) indagar cómo se relaciona
ne validez de constructo y un coeficiente de confiabili- perceptualmente cada estrategia y 5) en caso necesa-
dad por consistencia interna (alfa de Cronbach) para el rio, permite obtener una solución para cada individuo
total del instrumento de .86 (IC95%=.84-.88). La escala (Hair, Anderson, Tatham & Black, 1999).
original consta de un total de 15 ítems y para el presente A pesar de que la técnica no utiliza un valor teó-
estudio únicamente se utilizaron tres afirmaciones (p.e. rico per se, la evidencia mostrada indica al menos tres
Adquiero productos que son más amigables con el am- ejes para su posible análisis: la relación del hombre con
biente) con un α=.78. el entorno natural y con el entorno construido, así co-
mo las relaciones que el individuo lleva a cabo en su en-
Procedimiento torno sociocultural.
Se aplicó el cuestionario a los jóvenes de manera gru- Para obtener las dimensiones de la adaptación
pal, utilizando a los grupos escolares para tal fin. Se ambiental se utilizó el método (algoritmo) ALSCAL
les pidió que respondieran a un cuestionario elaborado (Arce, Francisco & Arce, 2010). Ell número de dimen-
para conocer algunas actividades relacionadas con el siones se estableció considerando el cambio de los va-
medio ambiente que realizan las personas de su edad. lores de s-stress y del índice de correlación al cuadrado
Se les aclaró que su participación era voluntaria, que (RSQ). En la tabla 1 se detallan dos índices de bondad
no había respuestas buenas ni malas y que la infor- de ajuste obtenidos para las diferentes soluciones. El
mación era anónima, para lo cual se les solicitó que análisis de escalamiento multidimensional permitió
contestaran de forma sincera, explicándoles que sus identificar de dos a cuatro dimensiones. Al pasar de
respuestas se utilizarían para fines de investigación. dos a cuatro dimensiones, la mejoría del s-stress sugie-
Asimismo, se resolvieron las dudas que tuvieran. La re que la inclusión de la cuarta dimensión produce el
duración total para responder el instrumento fue de 20 mayor decremento del stress y el mayor incremento de
minutos, aproximadamente. la varianza explicada (RSQ). De esta manera, la solu-
ción más eficiente es la de cuatro dimensiones.
RESULTADOS Con el fin de poder visualizar mejor los resultados
Para evaluar las características psicométricas del ins- obtenidos, la figura 1 muestra el gráfico de la solución
trumento de adaptación ambiental, en primer lugar se multidimensional (se optó por colocar la gráfica bidi-
revisó la distribución de frecuencias de las respuestas mensional, ya que sirvió de base para la interpretación
de cada ítem para conocer si los ítems discriminaban, de las dimensiones). La interpretación de las dimen-
estaban sesgados o tenían una distribución asimétri- siones se realizó considerando en primer lugar el cen-
ca. En segundo lugar, se seleccionaron los ítems que troide (los ítems que ocupan la posición más central
tuvieran la correlación ítem total más alta o superior dentro del gráfico; en este caso el ítem adapta 55) y la
a .40 para considerarlos como indicadores de la esca- semejanza con los ítems cercanos. Posteriormente se
Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 69
Tabla 1. Niveles de ajuste para las distintas soluciones dimensionales
consideraron los conceptos que ocupan las posiciones que les rodea (adapta 53), a las condiciones del am-
mas extremas del centroide y de cada dimensión. De biente (adapta 39) y ajustarse a los cambios en las acti-
esta manera se puede observar en la dimensión 1 (eje vidades de su vida cotidiana (adapta 57).
vertical) que las características centrales de la adapta- Al interpretar la dimensión 2 (eje horizontal) se
ción, es decir, los más representativos del constructo encuentra que ésta se subdivide en dos partes; la pri-
por estar mejor correlacionados con todos los demás, mera del lado izquierdo ubica un conglomerado re-
corresponden de forma predominante a la adaptación presentado por el ítem 48, que es el más alejado del
del contexto en el que se encuentran los jóvenes, in- centroide que hace referencia a características de adap-
corporando acciones señaladas por su familia, amigos tación vinculadas a la forma en la que los individuos
o vecinos (adapta 38), acostumbrándose a estar en lu- se acostumbran con facilidad al tráfico de la ciudad,
gares donde hay muchas personas juntas (adapta 40), a vivir con la contaminación del aire y/o de las calles
acomodándose a los problemas cuando se les presen- (adapta 49), así como al ruido de autos y camiones con
tan (adapta 54) y ajustando su forma de ser si no va facilidad (adapta 47). Además, cuando los jóvenes se
de acuerdo a la situación (adapta 51). A la derecha del acostumbran a estas características del entorno urba-
centroide se encuentran situadas las características no, cambian su manera de ser para formar parte del
que permiten a los individuos adaptarse a los proble- entorno medioambiental (adapta 41), como estrategia
mas de la vida diaria (adapta 52), acomodarse al medio para adaptarse a este nuevo medioambiente que les de-
70 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
manda ajustarse a vivir con poca agua y sobrevivir a dimensiones de la adaptación, mostrando que los jóve-
ello (adapta 45). En el polo opuesto de la dimensión nes que se adaptan al contexto sociocultural, incluido
2, existe un cúmulo de características que en primera lo señalado por su familia o amigos, y que enfrentan los
instancia se relacionan con el conglomerado del lado problemas que se les presentan cotidianamente, se ajus-
izquierdo, como es la utilización de poca luz eléctri- tan a su medio social utilizando estrategias de adapta-
ca (adapta 46) y acostumbrarse a los cambios de cli- ción de las adversidades en sus actividades diarias. Por
ma fácilmente (adapta 42). Después de éstas, se ubican medio de características personales, tienden a adaptar-
características adaptativas definidas por el ajuste a for- se en mayor medida al entorno urbano que incluye el
mar parte de la naturaleza (adapta 56), adaptarse a tráfico de la ciudad, seguido del entorno natural que
convivir con ésta (adapta 43), así como a vivir en luga- incorpora vivir en lugares con vegetación y llenos de
res con vegetación y llenos de naturaleza (adapta 44). naturaleza. Los jóvenes que se adaptan a los problemas
La configuración obtenida mediante el escala- de la vida diaria o se acomodan al medio que les rodea,
miento permitió establecer cuatro dimensiones, la pri- se acostumbran a convivir con la naturaleza y al ruido
mera fue nombrada adaptación sociocultural (5 ítems, de autos y camiones fácilmente. Por último, los jóve-
α = .67; IC95%= 0.63- 0.71), la segunda corresponde nes que se ajustan a convivir con la naturaleza o que se
a la adaptación individual-social (5 ítems, α = .72; acostumbran a utilizar poca luz eléctrica, cambian su
IC95%= 0.69- 0.75), la siguiente se refiere a la adapta- repertorio comportamental para adaptarse al entorno
ción al entorno urbano o construido (6 ítems, α = .70; urbano, que incluye la contaminación de las calles y el
IC95%= 0.66- 0.73) y la última representa la adapta- tráfico de la ciudad.
ción al entorno natural (5 ítems, α = .73; IC95%= 0.70- Adicionalmente, se encontraron relaciones mode-
0.76). Estas dos últimas dimensiones parecen formar radas y positivas entre el consumo ambiental respon-
un continuo de adaptación que va de lo urbano a lo na- sable, la conducta proambiental y las cuatro estrategias
tural o viceversa. Para conocer el nivel de confiabilidad de adaptación, es decir, los jóvenes que se preocupan
por consistencia interna, se calculó el coeficiente alfa por cuidar el ambiente cuando realizan compras y son
de Cronbach para el total del instrumento, obteniendo responsables con éste, llevando a cabo acciones para su
un índice de 0.87 (IC95%= 0.86- 0.88). conservación, despliegan repertorios conductuales de
Se realizaron correlaciones multivariadas produc- adaptación al estar acostumbrados a realizar acciones
to momento de Pearson (tabla 2), con lo que se en- que les indican su familia, amigos o vecinos; se ajustan
contraron relaciones positivas y significativas entre las a los cambios en las actividades de su vida cotidiana,
*p< .001
Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 71
incluido el tráfico de la ciudad y los cambios de clima características de adaptación explican un 23.1% de la
fácilmente, además de esto, son capaces de adaptarse a varianza del consumo ambiental responsable.
convivir con la naturaleza.
Las estrategias de adaptación sirvieron de criterios Tabla 4. Análisis de regresión múltiple paso por paso para
para predecir la conducta proambiental y el consumo predecir el consumo ambientalmente responsable
ambientalmente responsable de los jóvenes mediante
Variable B SE B β
un análisis de regresión múltiple de pasos sucesivos. En
las tablas 3 y 4 se muestran los principales resultados Paso 1
en las dos regresiones paso por paso. Los dos análisis Adaptación natural .27 .02 .40**
de regresión utilizaron como predictores las cuatro di- Paso 2
mensiones de la adaptación ambiental y se consideraron
Adaptación urbana .08 .02 .13*
como criterios en primer lugar, la conducta proambien-
tal y en segundo, la ambientalmente responsable. *p<.05 **p<.01
Para la conducta proambiental se identificaron
dos predictores independientes y significativos que en- DISCUSIÓN
traron en el modelo de regresión,; en el primer paso Desde el punto de vista evolutivo (Buss, 1984, 1995,
entró la adaptación natural (F= 209.40, p<.001) como 1996; Tobby et al., 1990), la adaptación involucra so-
el mejor predictor. En el segundo, se incorporó la luciones a los problemas de supervivencia y repro-
adaptación sociocultural en la ecuación de regresión ducción; debido a ello, los individuos han desplegado
(F= 107.47, p<.001). Lo anterior significa que los jó- distintas estrategias y repertorios conductuales para
venes que se adaptan a la naturaleza y al contexto so- adaptarse a los diferentes nichos o ecosistemas que in-
ciocultural realizan más acciones de conservación am- volucran escenarios de conducta y sociales que, con el
biental. Ambas características de adaptación explican paso del tiempo, se han relacionado con aspectos tanto
un 23.6% de la varianza de la conducta proambiental. socio-culturales como individuales y naturales, dando
lugar a una interdependencia entre el espacio natural
Tabla 3. Análisis de regresión múltiple paso por paso para o diseñado, la conducta de los sujetos y las relaciones
predecir la conducta proambiental entre ellos.
Mediante el escalamiento multidimensional se ex-
Variable B SE B β
ploró una configuración de dimensiones que permitió
Paso 1 averiguar el significado conceptual y de constructo de
la adaptación a diferentes ecosistemas, a los cuales los
Adaptación natural .88 .07 .44**
individuos se pueden ajustar. Con base en la técnica
Paso 2 de escalamiento dimensional se obtuvieron cuatro
áreas de adaptación en esta muestra de jóvenes mexi-
Adaptación sociocultural .16 .07 .07*
canos. Las dimensiones encontradas fueron nombra-
*p<.05 **p<.01 das: adaptación sociocultural, adaptación individual-
social, adaptación urbana y adaptación a lo natural,
El modelo de regresión de la adaptación ambien- y mostraron consistencia interna con coeficientes de
tal sobre el consumo responsable con el ambiente mos- confiabilidad alfa de Cronbach entre .67 y .73. Aunque
tró dos predictores independientes y significativos. En el índice de confiabilidad se encuentra al límite de lo
el primer paso entró la adaptación natural (F= 194.39, aceptable, lo cual se atribuye posiblemente a los po-
p<.001) como el mejor predictor. En el segundo, se cos ítems contenidos en cada dimensión, parece con-
incorporó la adaptación urbana en la ecuación de re- veniente en un futuro mejorar el nivel de consistencia
gresión (F= 403.13, p<.001), es decir, aquellos que se interna, incorporando nuevas afirmaciones que mues-
adaptan a la naturaleza y se ajustan al entorno urba- tren la variabilidad de los constructos encontrados en
no realizan compras amigables con el ambiente. Estas las escala de adaptación ambiental.
72 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
Las dimensiones encontradas permiten dar vali- en las que se encuentran (Mercado et al., 2006), ya que,
dez de constructo al instrumento elaborado para eva- dependiendo del grado en que un evento se percibe
luar las estrategias de adaptación ambiental, ya que como amenazante, dañino o desafiante (Lazarus et al.,
estas se caracterizaron por mostrar cierta congruencia 1986), interviene un conjunto de variables mediadoras
conceptual. Las correlaciones interescala complemen- en la evaluación de la anticipación de sus consecuen-
tan la validez de contenido derivada de diferentes pos- cias y la evaluación de sus costos.
turas (Díaz-Guerrero, 1984; 1988; 1995; Home et al., Es a través de las características de adaptación que
2010; Mayer et al., 2004; Mercado et al., 2006; Palacios las personas responden a exigencias de diversa índole,
et al., 2012). y en el caso que se reporta en el presente estudio, se
Además, cada una de las dimensiones retenidas observa que éstas provienen del medio en sus nichos
ofrece evidencia acerca de las diferentes estrategias de social, natural y urbano. Biológicamente, el humano
adaptación que los adolescentes utilizan para ajustarse responde a los cambios en su entorno, ya sea que éstos
a su entorno. La configuración multidimensional obte- representen transformaciones atmosféricas, amenazas
nida en la medición de la adaptación ambiental permite al bienestar físico, y riesgos de afectación por deslaves,
dar respuesta a las primeras interrogantes planteadas al sequías, terremotos, inundaciones, u otras amenazas; al
inicio del estudio, sobre las estrategias de adaptación mismo tiempo que puede verse afectado por las ame-
que se han desarrollado para integrarse a ecosistemas nazas de tipo tecnológico, como la contaminación at-
naturales, diseñados o construidos, y la relación que mosférica o el ruido de las máquinas.
mantiene el ser humano con sus semejantes en estos La adaptación al ambiente natural-construido re-
entornos. Los resultados permiten señalar que los jóve- quiere enfrentar demandas que la sociedad ha resuelto
nes se integran a distintos nichos que se les presentan, en cierta medida, al responder a las amenazas natura-
como son: el ecosistema natural (Buss, 1984; Bustos, les, enfermedades, inclemencias climáticas, etc., que el
2011; Díaz-Guerrero, 1988; Palacios et al., 2012), la propio hombre ha ayudado a crear desarrollando nue-
protección del mismo (Bechtel, 1997; Bustos, 2004; vas amenazas y riesgos para sí. Como se habrá obser-
Bustos et al., 2006; Palacios et al., 2011; Schmuck et al., vado, la adaptación también es personal y social, con
2003), el ecosistema individual y sociocultural (Díaz- lo que se habrán de reforzar culturalmente valores de
Guerrero, 1988; 1993; 1995; 2001; Díaz-Loving, 1998; sustentabilidad, bajo los cuales, de forma paralela, los
2008; 2011; Granada, 2003), en donde se mezclan y se jóvenes se tendrán que adaptar y ajustarse a las modi-
ponen a prueba ciertas demandas para que el individuo ficaciones ambientales de la actualidad, como las alte-
se acomode o ajuste su comportamiento, dependiendo raciones en el clima, la contaminación atmosférica,
del ecosistema al cual tiene que adaptarse, ya que por la contaminación de los ríos, mares y lagos. Así que, la
un lado, responde como ser biológico con necesidades protección del medio ambiente y de la naturaleza, así
definidas evolutivamente, y por el otro, da respuesta como una “vida austera” serán las mejores formas de
a las demandas socioculturales que exigen un cambio adaptarse a los efectos actuales del cambio climático
en los estilos de vida, los cuales deben ser ajustados a para buscar modos de vida amigables con el ambiente.
vivir de modo sustentable. La forma de respuesta social, desde una perspectiva
Lo anterior se deriva de que los ecosistemas son de sustentabilidad (Corral, 2010), que se ha enfatizado
redes de interacción entre los organismos (factores ante los cambios provocados por el deterioro del en-
bióticos) y su entorno físico (factores abióticos) (Díaz- torno natural, es el desarrollo de la conducta proam-
Guerrero, 1995; Mercado et al., 2006). Los aspectos del biental en sus diversas clases (Bustos et al., 2006; Bus-
entorno (natural y diseñado) intervienen en los proce- tos et al., 2008; Palacios et al., 2012; Palacios et al., en
sos de relación de cada ser humano con sus semejan- prensa). Las estrategias de austeridad, uso y consumo
tes y consigo mismo (Díaz-Guerrero, 2001; Palacios et responsable de los recursos naturales, se requieren en
al., 2012). Desde el punto de vista psicológico, hay que mayor medida, no sólo en el ámbito doméstico y labo-
considerar las variables intermediarias entre el am- ral, sino en diversas áreas de las actividades humanas
biente y la reacción de los individuos en las situaciones (Schmuck et al., 2003).
Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 73
Por otro lado, la validez referida a un criterio o lamiento multidimensional del presente estudio y que
predictiva de la evaluación de la escala de adaptación ciertamente, en la actualidad se requieren propuestas
ambiental propuesta en este estudio, permitió determi- de este tipo.
nar la influencia que la adaptación tiene sobre la CPA Los resultados obtenidos mediante la regresión
y el consumo responsable con el ambiente. Los datos por pasos sucesivos mostraron que la adaptación a ni-
encontrados sugieren que la adaptación a los nichos chos naturales y urbanos tiene un efecto significativo
naturales y socioculturales tienen un efecto directo en las compras que realizan los jóvenes para ser más
sobre la conducta proambiental, es decir, los jóvenes responsables con el medio ambiente. En otras pala-
que, por una parte, utilizan poca luz eléctrica en su bras, quienes se ajustan a formar parte de la naturaleza,
vida diaria, que se han acostumbrado a los cambios de a convivir con ella y a los cambios de clima, así como
clima como forma de convivir con la naturaleza y que los jóvenes que en su vida diaria se acostumbran al trá-
por otra parte, incorporan acciones señaladas por su fico de la ciudad, la contaminación y se acostumbran a
familia o amigos, se acomodan a los problemas cuando vivir con poca agua, son quienes adquieren productos
se les presentan y ajustan su forma de ser si no va de más amigables con el ambiente y durables. Lo anterior
acuerdo a la situación; estos mismos son los que rea- encuentra sustento en lo que han reportado algunos
lizan más acciones para conservar el medio ambiente. autores (Brown, 2009; Bustos, 2004; Bustos et al., en
Este efecto apoya lo que se ha encontrado en otros es- prensa; Corral, 2010).
tudios (Corral, 2010; Mayer et al., 2004; Palacios et al., La aparición de los dos entornos (natural y urba-
2011; 2012; Schmuck et al., 2003), al mencionar que no) como factores que predicen el consumo responsa-
los seres humanos somos parte de la naturaleza (Mayer ble, forman un continuo que va de lo urbano a lo natu-
et al., 2004), pero a la vez estamos generando un des- ral y viceversa, tal y como se mostró en la configuración
equilibrio que pone en riesgo la propia supervivencia obtenida en el escalamiento, lo que parece indicar que
(Oskam, 2000; Schmuck et al., 2003). Sin embargo, aunque el entorno natural y urbano se oponen en el
se están realizando esfuerzos para evitar o minimizar sentido de que el crecimiento del segundo implica la
los efectos de la acción humana en el mundo natural reducción del primero, los jóvenes están articulando
por medio de un conjunto de acciones que resulta en ambos aspectos en el cuidado del medio ambiente al
la protección del medio ambiente (Bustos et al., 2006; comprar ciertos productos que no lo afectan, lo que se
Corral, 2010; Palacios et al., 2012; Palacios et al., en traduce en acciones que tienen como finalidad el cuida-
prensa; Palacios et al., 2011). do de los recursos naturales.
Al analizar las semejanzas y diferencias con otros En este orden de ideas, la búsqueda de sustenta-
estudios, se puede decir que la gente reporta realizar bilidad se ha convertido en una estrategia clave para
más de una acción proambiental (Bustos et al., 2006; las generaciones actuales, las cuales tendrán a su vez
Bustos et al., 2008; Palacios et al., 2012, Palacios et el reto de enseñar a sus descendientes estilos de vida
al., en prensa), además de poner en marcha meca- acordes con las exigencias de protección de los recur-
nismos adaptativos. Esto coincide con el trabajo de sos escasos (Bustos, 2004; Bustos et al., en prensa).
Griskevicius et al. (2012), quienes al realizar un análi- Adicionalmente, el hombre como ser natural, ha cons-
sis de literatura establecen la importancia de las varia- truido espacios que le permiten eliminar las amenazas
bles evolutivas en la adaptación al cambio ambiental. del ambiente como una forma de lograr bienestar. El
Sin embargo, hay una diferencia: en nuestro estudio ajuste del medio urbano, por un lado, y del medio na-
se mostró evidencia empírica de esa relación. Autores tural, por otro, son aparentemente nichos ecológicos
como Griskevicius et al. (2012) y Griskevicius et al. indispensables para la adaptación de los jóvenes en tér-
(2010) proponen como explicación que la adaptación minos de los resultados que aquí se han mostrado.
a las nuevas condiciones ambientales, su protección y Al poner a prueba la hipótesis nula podemos afir-
restauración, supone una combinación de tendencias mar que esta se rechaza, por lo tanto, es posible soste-
adaptativas y estrategias psicosociales. Su propuesta ner que existe un efecto de las características de adap-
coincide con las dimensiones encontradas en el esca- tación natural y sociocultural sobre acciones de con-
74 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
servación ambiental, además de que la adaptación solución más sencilla corresponde a dos dimensiones;
natural y urbana inciden en un consumo ambiental- sin embargo, los indicadores de bondad de ajuste se-
mente responsable por parte de los jóvenes de esta ñalaron que la solución más eficiente es la de cuatro di-
muestra. Un aspecto relevante de la hipótesis es que la mensiones. De esta manera, los nichos ecológicos que
conducta proambiental está significativamente asocia- se encuentran presentes en el ecosistema humano de
da a la adaptación natural y sociocultural, lo que puede los jóvenes mexicanos de esta muestra son el natural,
indicar que la CPA es vista como un grupo de com- el urbano, el sociocultural y el individual. Esta última
portamientos ligado al entorno natural y a la demanda dimensión parece mostrar conductas que aparecen en
por cuidarlo, así como a ajustar su forma de ser a la la vida cotidiana y social, que claramente corresponden
situación en la que se encuentran los jóvenes al encarar al contexto sociocultural mexicano, como se repor-
los problemas que se presentan cuando se produce un ta en otros estudios (Díaz-Guerrero, 1984, 1993, 1994;
daño al medio ambiente. En tanto, la relación significa- Díaz-Loving, 1998), y que permite estudiar conductas
tiva entre la adaptación al entorno natural y al urbano especificas en contextos culturales particulares como
con el consumo ambientalmente sustentable podría el nuestro (Palacios et al., en prensa; 2012; 2012, julio).
estar implicando que para cuidar la naturaleza hay que En este sentido, el nivel de relación encontrado entre
realizar un consumo sostenible, y esta oferta de consu- las estrategias adaptativas obtenidas a nivel individual
mo se genera principalmente en el medio urbano. y el sociocultural, describe las características de vincu-
La muestra estudiada, sin el propósito de generali- lación que los jóvenes utilizan en su entorno para po-
zar los resultados, evidenció una tendencia a combinar der ajustarse e interactuar con sus semejantes en estos
ajustes adaptativos a los nichos natural, sociocultural y entornos.
urbano como factores que muestran asociación signi- Con respecto a la forma de medición, si bien el es-
ficativa con variables comportamentales de conserva- calamiento multidimensional se utiliza en algunas oca-
ción y consumo responsable de recursos. Lo anterior siones para evaluar las preferencias o el grado de favo-
le otorga validez predictiva a la escala de adaptación rabilidad hacia algún producto; para la presente in-
ambiental que se ha propuesto para este estudio y per- vestigación ésta no fue la finalidad. A diferencia de la
mite, en futuros estudios, obtener correlatos con la evaluación de preferencias, más bien, mediante la for-
personalidad, la supervivencia, la elección de pareja ma de medición utilizada se identificaron estrategias
y/o variables psicoambientales. de adaptación que el hombre ha desarrollado para in-
La adaptación ambiental incide en las acciones tegrarse a ecosistemas en los que se encuentra.
que realizan los jóvenes; esto podrá servir para imple- Las variantes adaptativas aquí reportadas pueden
mentar estrategias de intervención en donde se fomen- verse como patrones de comportamiento de comple-
te la integración con el medio ambiental natural y la jidad mayor que las acciones simples de conducta pro-
realización de conductas proambientales que ayuden a ambiental, como separar los residuos plásticos o con-
preservar el entorno tanto físico, como biológico y psi- sumir productos orgánicos. En este sentido, estaríamos
cosocial. Las acciones del cuidado del medio ambien- hablando de haber encontrado asociaciones entre dos
te, como formas de adaptación, podrán ser el centro niveles de comportamiento. Otra explicación es que la
de estrategias sociales y educativas con el fin de lograr variantes adaptativas obtenidas en el presente estudio
sociedades más respetuosas del entorno natural y su son tendencias a la acción, más que acciones concre-
conservación futura. tas, lo que permitiría suponer que la CPA es una con-
Al ser un estudio en etapa inicial, tiene algunas secuencia de dichas tendencias adaptativas, urbana,
limitaciones que parece conveniente considerar. En sociocultural y natural. Si esto es así, un elemento a
primera instancia, la evidencia mostrada en el susten- considerar será replicar el estudio para corroborar lo
to teórico parece indicar la existencia de tres nichos obtenido, la realización de nuevos estudios se concibe
ecológicos a los cuales las personas se pueden adaptar. como una meta importante y clarificadora.
Mediante el uso del escalamiento dimensional los re- Para la replica del estudio, sugerimos utilizar otras
sultados obtenidos mostraron que perceptualmente la técnicas como el análisis de ecuaciones estructurales
Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 75
para corroborar las dimensiones obtenidas; además, urbanos, la actividad cotidiana, comercial e industrial
proponemos aumentar la variedad y cantidad de afir- afectan al individuo, ya que colateralmente se tiene una
maciones con la finalidad de obtener un mayor nivel incidencia en la contaminación del aire, agua y suelo,
de consistencia interna. Aunado a lo anterior, futuros que implican un deterioro del ecosistema con amena-
estudios permitirán mostrar la aplicación de los resul- zas para la salud y el bienestar de las personas.
tados para elaborar intervenciones psicoambientales Los resultados obtenidos hasta ahora permiten
sensibles y que persuadan a los jóvenes de conservar el afirmar que los seres humanos somos adaptables a di-
medio ambiente. ferentes nichos y las características de personalidad
Por último, hay que considerar la importancia ayudan a entender cómo el mundo diseñado por el
que tiene la forma en que se relacionan las formas de hombre, e incluso el natural, tienen efectos sobre los
adaptación encontradas en esta investigación con la comportamientos y las situaciones que se enfrentan.
conducta proambiental y el consumo ambientalmente Debido a la existencia de estos efectos, se debe tomar
responsable; y en ese sentido, lo encontrado permite en cuenta que el desequilibrio ambiental genera un
generar las directrices sobre nuevos trabajos en esta lí- deterioro de la calidad de vida de las personas, con
nea. Es así que futuros estudios permitirán conocer si efectos sobre la salud física, mental y social, de ahí la
los mecanismos de adaptación se vinculan con la salud importancia de investigar cómo la adaptación del indi-
física y psicológica del individuo. Además, podremos viduo promueve acciones de cuidado ambiental. ◆
conocer de qué forma el entorno social, los espacios
76 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
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RESUMEN
Debido a su importancia para prevenir conductas de riesgo, se describieron los problemas conductuales de 17 adoles-
centes con una edad promedio de 14 años con sus padres, así como las afectaciones percibidas por ambas partes. Se
intervino mediante un diseño N=1 pre/post test y un modelo conductual para aumentar la incidencia de conductas
adecuadas y reducir la de inadecuadas. Los resultados mostraron la efectividad en la modificación conductual y en la
percepción de afectaciones tanto en padres como en adolescentes. Se comentan ciertas limitaciones.
Palabras clave: adolescentes, padres, manejo de contingencias, conductas problema.
ABSTRACT
We analyzed the problems between 14 years old adolescents and their parents, the damages received by them and treated
by a N=1, pre-post test design, and a behavioral model to increase appropriate behaviors and reduce inappropriate ones,
due to its importance in preventing risk behaviors. The results showed the effectiveness of behavior modification, the reduc-
tion on problems associated with substance use, and the low perception of affectations between parents and adolescents.
Limitations are discussed.
Keywords: adolescents, parents, contingency management, problem behavior.
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prevención y atención de las adicciones (Centro Nueva tuaciones en el patrón conductual de interés (Cooper,
Vida) de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, que Heron & Heward, 1987; Kazdin, 2000).
aceptaron participar voluntariamente en el estudio. Se
incluyeron a padres que vivían con el adolescente y que Contingencias erróneas y adecuadas de los padres
no fueran dependientes de alcohol o tabaco ni consu- A las conductas respuesta que tiene el padre ante las
mieran sustancias adictivas; así como a adolescentes CA y las CI se les denomina contingencias, y pue-
entre 12 y 17 años sin abuso o dependencia a sustan- den calificarse también como correctas o erróneas. Las
cias, aunque podían presentar consumo experimental. contingencias erróneas serán todas aquellas conductas
consecuentes que faciliten el mantenimiento o incre-
Variables e instrumentos mento de la conducta inadecuada y la reducción o ex-
Conductas adecuadas e inadecuadas tinción de la adecuada. Por su parte, la contingencia
de los adolescentes correcta es aquella que favorece el aumento de con-
En el presente estudio, la conducta adecuada (CA) re- ductas adecuadas y la reducción y/o extinción de las
presenta un beneficio para el individuo que la realiza inadecuadas, de acuerdo con los principios del con-
y para los demás, mientras que la conducta inadecua- dicionamiento operante (Kazdin, 2000). Además, la
da (CI) significa un perjuicio, tomando en cuenta las conducta respondiente de los padres debe respetar la
definiciones de beneficio/perjuicio del Diccionario integridad física y emocional de sus hijos (Fondo de
Manual de la Lengua Española (2007) y el Dicciona- las Naciones Unidas para la Infancia [Unicef], 2006)
rio Enciclopédico Larousse (2009). Estas conductas para ser considerada una contingencia correcta (véase
pueden medirse a través de la frecuencia/cantidad de tabla1).
apariciones que se observan en una gráfica de polígo- En este trabajo la medición se llevó a cabo median-
nos de frecuencia. Los instrumentos para evaluarlas te el registro de análisis funcional, un registro conduc-
fueron: a) línea base retrospectiva, un registro del pa- tual para observar la interacción entre los antecedentes,
trón de conductas que se han presentado antes del la conducta y sus consecuencias. La aplicación consiste
tratamiento y del primer contacto con la institución en elaborar cadenas conductuales desde el primer ante-
que se aplica, con base en un calendario que incluye cedente hasta la última consecuencia, aislando una sola
los cinco días anteriores al contacto con el terapeuta; conducta por registro. La definición de la conducta es
y b) registro conductual, una tabla de conductas y una clara y descriptiva, haciendo uso preferencial de ver-
gráfica para indicar la cantidad de conductas detecta- bos en lugar de adjetivos. También se registra la hora,
das por el usuario en un periodo de una semana. Se el lugar y las personas que estuvieron presentes ante la
registra diariamente para identificar tendencias o fluc- aparición de la conducta (tabla 2).
Ignorar la conducta (pasar por alto la CA) Ignorar la conducta (pasar por alto la falta o CI)
Reforzamiento sin valor para el adolescente Reforzamiento positivo (intencional o no intencional)
Reforzar en exceso
Castigo indeterminado en el tiempo
Reforzamiento incoherente con la conducta
Castigo desmesurado, no equivalente o incoherente a la CI
Reforzamiento negativo
Castigo que incluya maltrato físico, emocional o psicológico
Castigo
Mostrarse preocupado por conductas inadecuadas 9.5 Cambios de humor repentinos 7.6
82 | Psicología Iberoamericana | Gustavo Garnica Jaliffe · Rebeca Robles García · Juan José Sánchez Sosa · Francisco Juárez García
ta del adolescente en casa, seguidos de problemas de electrónicos o incluso dinero; 6) ayudar en tareas en
conducta en la escuela (22.6%), problemas académicos quehaceres domésticos o escolares como resultado de
(16.1%) y de consumo de sustancias (3.2%). La mayo- su buen desempeño conductual; y 7) contingencia erró-
ría de los padres consideraron estos problemas como nea, que implicó pasar por alto o no notar una con-
graves (58%), indeciso (19.4%), muy graves (12.9%) y ducta adecuada y por consiguiente, no otorgar ningún
leves (9.4%). El 71% de ellos refirió que su hijo consu- reforzador, o a cualquier error de contingencias que
mía alguna sustancia adictiva. La frecuencia percibi- pueda eliminar una conducta adecuada, como el cas-
da de los problemas fue diario (54.8%), dos a tres veces tigo I o II.
por semana (25.8%), una vez por mes (12.9%), una vez Como se puede observar, esta última contingen-
a la semana (3.2%) y una vez cada 15 días (3.2%). La cia es muy frecuente al inicio y se extingue al final de
tabla 3 presenta las principales conductas blanco elegi- la intervención, mientras que con el elogio sucede lo
das por los padres de familia. contrario.
Finalizaron la intervención 17 padres de familia; En la figura 2 se observa la aplicación de contin-
en todos se observaron cambios favorables en la apli- gencias de los padres ante la conducta inadecuada de
cación de consecuencias positivas ante conducta ade- sus hijos. Se incluyen: 1) la pérdida de privilegios como
cuada y de consecuencias negativas ante la conducta estrategia del castigo II del condicionamiento operante
inadecuada de sus hijos. (Kazdin, 2000), que se refiere al retiro contingente de
En la figura 1 se observa el tipo de contingencia reforzadores positivos como permisos, uso de compu-
que los padres aplicaron después de la conducta ade- tadora, recompensas materiales, dinero o ir a fiestas,
cuada de sus hijos. Incluye: 1) elogiar, que se refiere etc; 2) el castigo I del condicionamiento operante, es
a un reconocimiento de la conducta realizada, mirar a decir, la presentación de un evento aversivo o moles-
los ojos, hacer contacto físico y sonreír (Patterson, to para el adolescente para reducir su conducta, por
1975); 2) otorgar permisos que van desde ver la tele, sa- ejemplo, regañar, gritar, pegar, insultar y ponerlo a rea-
lir con amigos, usar la computadora, hasta salir con la lizar labores domésticas extras u otro tipo de actividad
pareja o ir a fiestas; 3) interactuar prestando atención, molesta; 3) ignorar, cuando el padre de familia deci-
platicando o conviviendo con el adolescente (sea ju- de intencionalmente retirar la atención a la conducta de
gando, paseando etc.); 4) recompensa comestible, que es su hijo como estrategia ante conductas de su hijo que
el otorgamiento de algún reforzador comestible como buscan la confrontación como: gritar, insultar, pegar,
algún postre, platillo o botana; 5) recompensa material, o burlarse; 4) advertir, cuando se comunica al adoles-
que implica la presentación de algún objeto de valor cente con anticipación la aplicación de algún castigo si
material como ropa, zapatos, celulares y otros artículos llegara a presentar cierta conducta inadecuada, con el
objetivo de frenarla sin necesidad de otorgar el casti- conductas adecuadas y disminuyendo la de las inade-
go o la sanción; 5) repetir la instrucción dada al ado- cuadas (véase figura 3).
lescente para que ejecute alguna conducta; y 6) contin- La percepción de problemas consecuentes de las
gencia errónea, al no presentar ninguna contingencia conductas de sus hijos también se modificó. En la ta-
ante conducta inadecuada, como no decir nada, ceder, bla 4 se presentan los porcentajes de frecuencias en las
retirarse o dejar que la conducta continúe u otorgar al- conductas problemáticas antes y después de la inter-
guna otra consecuencia positiva. Al inicio de la inter- vención. Al finalizar la intervención, los padres con-
vención esta última categoría fue la más frecuente pero sideraron los problemas con sus hijos como muy le-
se redujo y eliminó al final. Se observó lo contrario con ves (64%), leves (27.3%) e indeciso (9%). La frecuen-
la estrategia de pérdida de privilegios. cia percibida de los problemas fue de una vez al mes
Cuando los padres aplicaron contingencias dife- (54.5%), menos de una vez al mes (27.3%) y dos a tres
rentes de las que solían aplicar, la conducta de sus hijos veces por semana (9%).
se vio modificada, incrementando la frecuencia de las
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Tabla 4. Percepción de problemáticas de los padres pre y postratamiento
Con la pareja 61 18
Malestar emocional 90 18
Frustración 84 0
Incertidumbre 93.5 9
Desmotivación 80 0
Sentimiento de culpa 87 9
Discusiones 70.6 20
Sentirse rechazado/despreciado 41 0
Desconfianza 59 0
Problemas de comunicación 47 0
Desmotivación 41 10
Frustración 59 20
Confusión 53 0
Malestar emocional 47 10
En el caso de los adolescentes, la evaluación ini- frecuencia de los problemas, de dos a tres veces por se-
cial fue completada por un total de 30 participantes. mana 29%, una vez por semana 17.6%, una vez por
La edad promedio fue de 14 años, 54% de ellos fueron mes 11.8% y una vez cada 15 días 6%. Los resultados
mujeres. El 87.5% refirió problemas con alguno de sus de los hijos de los padres que concluyeron la interven-
padres o con ambos; 35% habló de un conflicto grave ción (17 participantes) muestran que las consecuencias
en los últimos 12 meses. El 78% refirió haber consu- negativas resultado de los problemas con los padres se
mido alguna sustancia adictiva; 35% percibió diario la modificaron tras la intervención (ver tabla 5).
86 | Psicología Iberoamericana | Gustavo Garnica Jaliffe · Rebeca Robles García · Juan José Sánchez Sosa · Francisco Juárez García
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