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Psicología Iberoamericana, vol. 21, no.

1, enero-junio 2013, es una publicación semestral de


la Universidad Iberoamericana, A. C. Ciudad de México. Prol. Paseo de la Reforma 880, col.
Lomas de Santa Fe, C. P. 01219, México, D. F. Tel. 5950-4000, ext. 4919. www.ibero-publicaciones.
com/psicologia/, publica@ibero.mx, psicologia.iberoamericana@ibero.mx Editora responsable:
Cinthia Cruz del Castillo. Número de Certificado de Reserva al Uso Exclusivo otorgado por
el Instituto Nacional del Derecho de Autor: 04-2008-093012453500-102. ISSN: 1405-0943
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de Santa Fe, C. P. 01219, México, D. F. Tel. 5950-4000, ext. 7005. Impreso en Tipográfica S. A. de
C. V. Cerrada de la Imagen 26, col. Lomas de San Ángel Inn, C. P. 01790, México, D. F. Tel.
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Lomas de Santa Fe, C. P. 01219, México, D. F. Tel. 5950-4000, ext. 7600.

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Psicología Iberoamericana, vol. 21, no. 1, enero-junio 2013, se terminó de imprimir en junio de
2013 en los talleres de Tipográfica S. A. de C. V. Cerrada de la Imagen 26, col. Lomas de San
Ángel Inn, C. P. 01790, México, D. F. Tel. 5683-0606, con un tiraje de doscientos ejemplares.
Contenido
Contents

5 Editorial
De las creencias populares a la evidencia científica
From Popular Beliefs to Empiric Evidence
Cinthia Cruz del Castillo

7 En torno a la sexualidad: actitudes y orientación sociosexual


en una muestra mexicana
In Regards to Sexuality: Attitudes and Sociosexual Orientation
in a Mexican Sample
Fabiola Trejo Pérez, Rolando Díaz-Loving

16 Modelo predictivo de personalidad sexual en adultos


de la Ciudad de México
A Predictive Model of Sexual Personality in Adults of Mexico City
Angélica Romero Palencia, Flor de María Erari Gil-Bernal

24 Estilos de comunicación como predictores del manejo de conflicto


en el noviazgo
Communication Styles as Predictors of Conflict Management in Dating
María Sughey López Parra, Sofía Rivera Aragón, Mirna García Méndez,
Lucy Reidl Martínez

32 Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes


de bullying en la escuela
Variables that differentiate Junior High School Students with and
without Bullying in School
Ángel Alberto Valdés Cuervo, Gildardo Bautista Hernández, José Ángel Vera
Noriega, Juan Carlos Herrera Mateos

42 Validación de un formato simplificado del Inventario de Depresión


de Beck (BDI-2)
Validation of a Simplified Form of Beck Depression Inventory (BDI-2)
José Moral de la Rubia
53 Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento
Positivity Self Test
Spanish Translation and Psychometric Properties of the Positivity
Self-Test
Laura Graciela Cortina Guzmán, Shoshana Berenzon Gom

65 Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta


proambiental en jóvenes
Implications of Environment Adaption on Proenvironmental Behavior
in Youths
Jorge Raúl Palacios Delgado, José Marcos Bustos Aguayo, Serafín Mercado
Doménech

79 Mejoramiento de contingencias parentales y reducción de problemas


conductuales en adolescentes
Parental Contingencies Improvement and Behavioral Problems
Reduction in Adolescents
Gustavo Garnica Jaliffe, Rebeca Robles García, Juan José Sanchez Sosa,
Francisco Juárez García
Psicología Iberoamericana (enero-junio, 2013), vol. 21, no. 1, pp. 5-6. issn 1405-0943

EDITORIAL
De las creencias populares
a la evidencia científica
From Popular Beliefs to Empiric Evidence

Cinthia Cruz del Castillo*


Universidad Iberoamericana, México

Este número contiene trabajos empíricos de sexualidad, personalidad, educación y conducta pro-
ambiental, y representa de algún modo la diversidad temática y de áreas que la psicología estudia
de manera sistemática y formal.
El campo de la psicología ha sido y sigue siendo fácilmente inundado por creencias populares
difíciles de refutar, por lo que se vuelve fundamental promover el estudio de lo humano desde lo
empírico, así como desde las características de nuestra cultura. En la misma línea, con frecuencia
muchos de los términos que se originan en al campo de la psicología suelen ser socializados por
los psicólogos y los no psicólogos a tal punto que se insertan en el lenguaje cotidiano y llegan a
utilizarse de manera indiscriminada, lo que genera estereotipos, segregación y discriminación por
doquier.
La intención de este número es aportar datos actuales sobre temáticas que regularmente están
en la mesa de discusión, tanto en los medios de comunicación como en las interacciones cotidia-
nas, como la orientación sexual, el bullying o la depresión. De este modo, la primera aportación,
que es de Trejo y Díaz-Loving, se centra en la apertura de los jóvenes para involucrarse en activi-
dades sexuales –sin compromiso–, y de la permisividad para establecer relaciones a corto plazo
disociadas del afecto y compromiso.
El segundo trabajo es de Romero, Gil y Cruz, y reporta los predictores de la personalidad
sexual en los mexicanos y su relación con su conducta sexual.
La tercera contribución, de López, Rivera-Aragón, García y Reidl, indaga la forma de comuni-
car que utilizan los jóvenes –en relaciones de noviazgo– y cómo ésta impacta en el manejo de sus
conflictos.
En cuarto lugar, Valdés, Bautista, Vera y Herrera intentan identificar las variables que distin-
guen a los estudiantes de secundaria que actúan violentamente en la escuela de los que no; lo que
hoy en día se conoce como bullying.
Moral, como quinta aportación, valida un formato simplificado del Inventario de Depresión
de Beck que facilita la lectura y la compresión, se aplica en menor tiempo y posee tan buenas pro-
piedades psicométricas de consistencia y validez como la escala original.
Como sexta contribución, Cortina y Berenzon validan la versión mexicana del Positivity
Self Test.

* Para correspondencia: Prolongación Paseo de la Reforma 880, edificio J segundo piso, Lomas de Santa Fe, C. P. 01219, México,
D. F. Tel. (52) (55) 5950 4000, ext. 7013, cinthia.cruz@ibero.mx

Psicología Iberoamericana | EDITORIAL. De las creencias populares a la evidencia científica | 5


En séptimo sitio Palacios, Bustos y Mercado identifican nichos ecológicos presentes en el eco-
sistema de los jóvenes de la zona metropolitana de la ciudad de México, para localizar a quienes
realizan acciones para conservar el ambiente.
Finalmente, Garnica, Robles, Sánchez Sosa y Juárez realizan una intervención conductual con
el propósito de aumentar la incidencia de conductas adecuadas de adolescentes mexicanos en re-
lación con sus padres.

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Psicología Iberoamericana (enero-junio, 2013), vol. 21, no. 1, pp. 7-15. issn 1405-0943

En torno a la sexualidad: actitudes y orientación


sociosexual en una muestra mexicana
In Regards to Sexuality: Attitudes and Sociosexual Orientation
in a Mexican Sample

Fabiola Trejo Pérez


Rolando Díaz-Loving*
Unidad de Investigaciones Psicosociales
Universidad Nacional Autónoma de México

RESUMEN
Para sociedades conservadoras como la mexicana, la sexualidad y las relaciones de pareja se encuentran estrechamente
vinculadas. Dicho contexto sociocultural facilita la construcción de gran variedad de actitudes que determinan el nivel
de restricción o permisividad de una persona para involucrarse en relaciones sexuales. En el presente estudio se hace
un análisis de las actitudes y comportamientos ante la sexualidad que manifiestan 112 jóvenes mexicanos mediante la
aplicación del Inventario de Orientación Sociosexual α=.774 y la escala de actitudes hacia la sexualidad α=.736. Los
resultados manifiestan poca apertura a involucrarse en actividades sexuales sin compromiso, con una tendencia mo-
derada hacia la permisividad para establecer relaciones a corto plazo disociadas del afecto y compromiso, enfocadas en
la actividad sexual. Aun con los cambios socioculturales en materia de sexualidad, es posible observar el impacto de la
cultura tradicional y conservadora sobre las actitudes y comportamientos de los jóvenes.
Palabras clave: orientación sociosexual, actitudes, sexualidad, relaciones sexuales, pareja.

ABSTRACT
Sexuality and relationships are closely linked, especially in conservative societies like Mexico, where intimacy predates ero-
ticism. Given the sociocultural context, traditional norms launch the construction of a variety of attitudes that determine
the level of restriction or permissiveness of a person to engage in sexual relations. This study provides an analysis of the
attitudes and behaviors towards sexuality in 112 young Mexicans by applying the sociosexual orientation inventory
α=0.774 and the attitudes toward sexuality scale α=0.736. The results show little openness to engage in sexual activities
without a vow to stay in the relationship, though with a moderate growing permissiveness trend towards short-term
relationships without affection and commitment and more focused on sexual activity. Even with the sociocultural chan-
ges in sexuality, it’s clear that a traditional and conservative culture has an impact on the attitudes and behaviors of
young people.
Keywords: sociosexual orientation, attitudes, sexuality, intercourse, couples.

*
Recibido: 23 de noviembre, 2012 - Aceptado: 23 de marzo, 2013
Correspondencia: Rolando Díaz-Loving, Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México, C. P. 04510, Copilco Universidad, México.
e-mail: rdiazl@unam.mx

Psicología Iberoamericana | En torno a la sexualidad: actitudes y orientación... | 7


INTRODUCCIÓN quienes preponderan la necesidad biológica y niegan
Las actitudes hacia la sexualidad son el conjunto or- sus sentimientos.
ganizado de creencias, opiniones, sentimientos y ten- Para explicar estas variaciones en el comporta-
dencias que evalúan y disponen de determinada forma miento sexual de los individuos, Simpson y Gangestad
al sujeto ante personas, objetos y situaciones, relacio- (1991) acuñan el constructo de orientación socio-
nadas al comportamiento sexual, identidad sexual, sexual que conceptualmente se entiende como el ni-
roles de género, orientación sexual, uso de métodos vel de cercanía y compromiso o vínculos emociona-
anticonceptivos, la prevención de situaciones de ries- les que se requieren para involucrarse en relaciones
go y desarrollo de la actividad sexual (Cerruti, 1997). sexuales, lo que genera una tendencia en el comporta-
Estas premisas no son innatas, se adquieren mediante miento sexual personal. Una persona con orientación
diversos tipos de procesos de socialización, son más o sociosexual restringida requiere de dichos vínculos
menos persistentes y suelen depender del medio don- emocionales para acceder al sexo, tiene menos pare-
de los individuos se desarrollan (Ayala, 1999; Díaz- jas sexuales y menos relaciones sexuales de una sola
Loving & Draguns, 1999). vez; por otro lado, quienes poseen una orientación no
En el ambito particular de la sexualidad, las actitu- restringida no requieren de intimidad ni compromiso
des cimentadas en normas y valores predeterminados para tener sexo con alguien, tienen más parejas sexua-
por una sociedad y cultura en particular, facilitan la les y en muchas ocasiones tienen sexo de una sola vez
formación de juicios categóricos sobre los comporta- (García, 2007). De esta manera, con base en los des-
mientos sexuales considerados correctos o incorrectos, cubrimientos de Simpson y Gangestad (1991), parece
en ocasiones, limitando o castigando las decisiones y el que los individuos restringidos por lo general se invo-
actuar de las personas a través de la culpa o restricción lucran en relaciones de larga duración que se caracte-
en cuanto a la sexualidad y los mitos o tabúes que sus- rizan por un mayor compromiso y lazos emocionales
citan temores y recelos, ya que están basados en falacias más fuertes, mientras que los no restringidos tienden a
y prejuicios en contra de las manifestaciones no repro- involucrarse en relaciones a corto plazo, caracterizadas
ductivas de la sexualidad (Alvarez-Gayou, 2007). por menos compromiso y lazos afectivos más débiles.
Debido al estrecho vínculo que existe entre la Ahora bien, al introducir el factor cultural, las ac-
sexualidad y las relaciones interpersonales (Weeks, titudes y los comportamientos sociosexuales pueden
2000), las actitudes que se construyen en torno a ella variar aún más. La situación en cuanto a equidad de
pueden tener implicaciones importantes en el inicio género y desarrollo económico puede predecir, en mu-
y mantenimiento de la relación de pareja. Si una per- chos países, las diferencias en cuanto a la sociosexuali-
sona posee actitudes flexibles y no restringidas hacia dad, haciendo que los parámetros del nivel sociosexual
la sexualidad, su necesidad de diversidad o novedad tiendan a variar de país a país (Lippa, 2009). También,
sexual no estaría condicionada a experimentarse den- en ciertas regiones que han sido afectadas histórica-
tro de una relación formal de pareja, mientras que en mente por niveles altos de enfermedades infecciosas,
personas con actitudes conservadoras o restringidas, las personas reportan niveles de sociosexualidad bajos
el sexo se vería como una forma de acercarse psicoló- (Schaller & Murray, 2008).
gica y emocionalmente a la pareja. Cabe señalar que En particular aspectos como el apego, la interde-
este patrón se amplifica entre los sexos; por ejemplo, pendencia y la cercanía aumentan la aceptación de la
Yela (2000) menciona que los hombres tienden a sepa- actividad sexual entre los individuos (Delamater, 1981),
rar en mayor medida los deseos y conductas sexuales lo cual se manifiesta en especial en culturas latinoame-
de los sentimientos y comportamientos amorosos, en ricanas, donde los vínculos afectivos son necesarios
comparación con las mujeres. En el mismo sentido, para la actividad sexual (Giraldo, 2002). En México,
Ortiz Robles y García Ramos (en García, 2007) seña- una sociocultura predominantemente colectivista, el
lan que las mujeres ligan su vida erótica a lo afectivo sexo representa una más de las expresiones de afecto,
y le dan más importancia al vínculo amoroso que a cercanía e intimidad emocional dentro de las relaciones
la actividad sexo-genital, a diferencia de los hombres interpersonales (García, 2007). Con base en lo anterior,

8 | Psicología Iberoamericana | Fabiola Trejo Pérez · Rolando Díaz-Loving


el presente estudio pretende analizar las actitudes y Para adaptar y conocer las características psicomé-
comportamientos que manifiestan los jóvenes mexi- tricas de la misma, se realizó un análisis factorial con
canos hacia la sexualidad. Aunque los datos arrojados rotación ortogonal (varimax) del que se obtuvieron
por esta investigación ayudarán a comprender algunos cuatro factores (tabla 1). El punto de corte para incluir
factores que intervienen en el proceso de empareja- cada reactivo en un factor fue de .40; las cargas facto-
miento y actividad sexual de los jóvenes mexicanos, no riales de los reactivos oscilaron entre .45 y .86. A pesar
podrán ser generalizables debido al método utilizado de que en el factor de sexualidad restringida se observa
para la selección de la muestra y al tamaño reducido de un valor bajo (.489), pues contiene la menor cantidad
la misma. de reactivos cuyos pesos factoriales alcanzan el valor de
.83, se determinó incluirlo una vez confirmada la con-
MÉTODO gruencia conceptual entre ellos (que hicieran referencia
a las creencias que determinan la importancia de los
Participantes vínculos emocionales para acceder al sexo). La confia-
A través de un muestreo no probabilístico por cuotas bilidad por consistencia interna para la escala comple-
se conformó una muestra de 112 jóvenes, 62 hombres ta, obtenida a través del alfa de Cronbach, fue de .736 y
y 50 mujeres, que participaron de manera voluntaria, explica un 72.876% de la varianza total.
de entre 19 y 26 años de edad que ya tuvieron su debut
sexual. La media de edad fue de 21.5 años y 89.2% de Inventario de Orientación Sociosexual (Simpson &
los jóvenes reportaron ser estudiantes. Gangestad, 1991)
Validado para población mexicana (Díaz-Loving &
Instrumentos García, 2008). Consta de siete reactivos: tres pregun-
Escala de actitudes hacia la sexualidad (Honold, tas abiertas acerca del número de parejas sexuales
2005) pasadas y esperadas (factor conductual) y cuatro afir-
Cuenta con un total de 24 reactivos con cuatro opciones maciones (factor actitudinal) que se responden con
de respuesta en una escala tipo Likert que van desde 1, una escala tipo Likert de nueve niveles, desde “total-
“totalmente de acuerdo”, hasta 4, “totalmente en des- mente en desacuerdo” hasta “totalmente de acuerdo”.
acuerdo”. Los puntajes altos en esta escala indican una menor

Tabla 1. Conceptuación y consistencia interna de los factores de la subescala de actitudes hacia la sexualidad

Actitudes hacia la sexualidad α=.736

Factor Definición Alfa

Sexismo y estereotipos Actitudes manifestadas hacia las diferencias y estereotipos de género. .750

Actitudes que un individuo manifiesta respecto a lo que considera correcto


Moralidad .670
e incorrecto sobre el comportamiento sexual.

Actitud en la que las creencias determinan la importancia de establecer


Sexualidad restringida .489
vínculos emocionales para acceder al sexo.

Mitos y tabúes Actitudes basadas en los mitos y tabúes más comunes de la sexualidad. .544

Psicología Iberoamericana | En torno a la sexualidad: actitudes y orientación... | 9


necesidad de cercanía y compromiso para acceder al tenido relaciones sexuales y tener entre 19 y 26 años
sexo, mientras que los bajos indican una mayor necesi- de edad.
dad de dichos vínculos previos al sexo. Una vez recolectada la información se procedió
Se realizó un análisis factorial con rotación or- a la captura de los datos y el análisis de estadísticos
togonal (varimax) del que se obtuvieron dos factores descriptivos e inferenciales; con la finalidad de identi-
(tabla 2). El punto de corte para incluir cada reactivo ficar diferencias entre los sexos se aplicó la prueba t de
fue de .40; las cargas factoriales de los reactivos osci- Student. El análisis de correlación producto momen-
laron entre .56 y .89, lo que indica una consistencia to de Pearson se utilizó para encontrar las relaciones
interna adecuada. La confiabilidad por consistencia in- entre las actitudes hacia la sexualidad y la orientación
terna del inventario completo obtenida a través del sociosexual. El tratamiento de los datos se realizó en el
alfa de Cronbach fue de .774 y explica un 61.83 de la programa spss versión 17.0.
varianza total.
RESULTADOS
PROCEDIMIENTO
Se llevó a cabo la aplicación individual de los instru- Actitudes hacia la sexualidad
mentos en Ciudad Universitaria, en plazas y parques En la tabla 3 se observa que las actitudes que presentan
de la Ciudad de México. Cada aplicador se identificó y puntajes más altos son las que manifiestan mayor res-
explicó a los jóvenes el propósito de la investigación, tricción en cuanto a la sexualidad ( =2.32), seguidas
asegurándoles la confidencialidad y anonimato. Se en- por el factor de las actitudes que revelan un alto con-
fatizó la importancia de contestar con sinceridad a la tenido de mitos y tabúes ( =1.88). Además, se en-
totalidad de las afirmaciones. El tiempo de aplicación cuentran niveles moderados de moralidad ( =1.26) y
fue de 15 a 20 minutos. Aquellos dispuestos a colabo- sexismo ( =1.26) en las actitudes hacia la sexualidad
rar debían cubrir los criterios de inclusión, o sea, haber de los jóvenes.

Tabla 2. Conceptuación y consistencia interna del Inventario de Orientación Sociosexual

Inventario de Orientación Sociosexual α = .774

Factor Definición Alfa

Orientación sociosexual
Se refiere a las parejas sexuales pasadas, presentes y futuras. .767
conductual

Orientación sociosexual Se refiere a una actitud abierta y permisiva ante el sexo sin amor,
.780
actitudinal ante el sexo casual y ante el sexo fuera de la relación de pareja.

Tabla 3. Actitudes hacia la sexualidad

Rango Media Desviación estándar


Sexismo y estereotipos 3 1.29 .495

Moralidad 3 1.26 .450

Sexualidad restringida 3 2.32 .695

Mitos y tabúes 3 1.88 .591

10 | Psicología Iberoamericana | Fabiola Trejo Pérez · Rolando Díaz-Loving


Posteriormente se utilizó la prueba t de Student derando las relaciones presentes, pasadas y las que se
para muestras independientes con la finalidad de iden- esperan en el futuro ( =3.05), los niveles conductua-
tificar si existen diferencias entre hombres y mujeres. les de sociosexualidad se inclinan marcadamente hacia
En la tabla 4 se observa que sí hay diferencias estadís- la restricción, mientras que la media del factor actitu-
ticamente significativas tanto en actitudes moralistas dinal de la orientación sociosexual ( =5.89) indica
(t=-2.57, p=.01), como en actitudes de sexismo y este- una tendencia moderada hacia la permisividad y aper-
reotipos (t=3.37, p=.001). En cuanto a las primeras se tura a involucrarse en relaciones sexuales fuera de una
puede observar que las mujeres tienden más a evaluar relación de pareja cercana y comprometida.
ciertos comportamientos sexuales como incorrectos Posteriormente, mediante una prueba t de Student
( =1.39) que los hombres ( =1.16). Por su parte, para muestras independientes, se identificaron dife-
los hombres manifiestan actitudes más sexistas y basa- rencias significativas (tabla 6) entre hombres y mujeres
das en estereotipos ( =1.42) que las mujeres ( =1.13). en cuanto a los niveles de sociosexualidad actitudinal
No existen diferencias significativas en lo que se (t=4.63, p=.00) y conductual (t=2.23, p=.03). Los re-
refiere a las actitudes sexuales restringidas y las que sultados obtenidos muestran que los hombres son más
se basan en mitos y tabúes. permisivos y abiertos a tener experiencias sexuales oca-
sionales y no requieren de lazos afectivos o compromi-
Orientación sociosexual so para involucrarse en una relación sexual ( =5.18)
Con respecto al nivel de orientación sociosexual, en la en comparación con las mujeres ( =3.51). Asimismo,
tabla 5 se observa que según la media de parejas sexua- reportan haber tenido más parejas sexuales ( =5.45)
les que reportan haber tenido los participantes, consi- que las mujeres ( =2.05).

Tabla 4. Diferencias en las actitudes hacia la sexualidad

Hombres Mujeres
Actitudes
Media T gl p
Sexismo y estereotipos 1.42 1.13 3.37 110 .00**
Moralidad 1.16 1.39 -2.57 110 .01**
Sexualidad restringida 2.22 2.44 -1.61 110 .11
Mitos y tabúes 1.94 1.81 1.15 110 .25
* p ≤ .05 ** p ≤ .01

Tabla 5. Orientación sociosexual

Desviación
Rango Media
estándar

Conductual 12 3.05 2.879

Actitudinal 8 5.89 2.734

Tabla 6. Diferencia por sexos en la orientación sociosexual

Hombres Mujeres
Sociosexualidad
Media t gl p
Actitud sociosexual 5.18 3.51 4.63 110 .001**
Conducta sociosexual 5.45 2.05 2.23 110 .03*

* p ≤ .05 ** p ≤ .01

Psicología Iberoamericana | En torno a la sexualidad: actitudes y orientación... | 11


Correlación entre orientación sociosexual y actitu- En los hombres (tabla 8), el factor actitudinal de la
des hacia la sexualidad sociosexualidad se relaciona con las actitudes hacia
Con la finalidad de conocer la relación que existe en- la sexualidad de moralidad (r=-.281; p≤.05), restric-
tre la orientación sociosexual y las actitudes hacia la ción (r=-.415; p≤.01) y cargadas de mitos y tabúes
sexualidad, se realizó una correlación producto-mo- (r=-.349; p≤.01). Es decir, se observa que a mayor aper-
mento de Pearson entre estos factores. tura y permisividad para involucrarse en relaciones
Para las mujeres, el factor conductual de la orien- sexuales sin compromiso y sin lazos emocionales, me-
tación sociosexual se relaciona significativamente con nos se manifiestan las actitudes de restricción, morali-
las actitudes hacia sexualidad restringida (r= -.445; dad y aquellas basadas en mitos y tabúes.
p ≤ .01) y con los mitos y tabúes (r= -.401; p ≤ .01).
De tal manera que a más actitudes restringidas hacia DISCUSIÓN
la sexualidad y basadas en mitos y tabúes, menor es la La cultura es capaz de programar la mente sexual pro-
cantidad de parejas sexuales que se han tenido o se es- porcionando guías de comportamiento que son inter-
peran tener. Del mismo modo, el factor actitudinal de nalizadas y que favorecen que las personas desarrollen
la orientación sociosexual se relaciona con la sexua- un estilo de ser sexual (Levine, 2002). Las culturas colec-
lidad restringida (r= -.607; p ≤ .01) y con los mitos y tivistas valoran la interdependecia emocional, como en
tabúes (r= -.602; p ≤ .01), es decir, mientras más per- la mexicana, por lo que se caracterizan por la tenden-
misiva es la mujer en cuanto a involucrarse en relacio- cia general de vincular el sexo y el afecto (Díaz-Loving
nes sexuales sin compromiso, manifestará menos acti- & García, 2008). Así, el proceso de socializacion es
tudes restringidas y basadas en mitos y tabúes. determinante en la formacion de las actitudes hacia la
sexualidad (Ayala, 1999).

Tabla 7. Relación entre actitudes hacia la sexualidad y orientación sociosexual en mujeres

Conductual Actitudinal

Sexismo y estereotipos -.061 -.261

Moralidad -.150 .185

Sexualidad restringida -.445** -.607**

Mitos y tabúes -.401** -.602**

*p ≤ .05 **p ≤ .01

Tabla 8. Relación entre actitudes hacia la sexualidad y orientación sociosexual en hombres

Conductual Actitudinal

Sexismo y estereotipos .161 -.092

Moralidad .208 -.281*

Sexualidad restringida -.212 -.415**

Mitos y tabúes .147 -.349**

*p ≤ .05 ** p ≤ .01

12 | Psicología Iberoamericana | Fabiola Trejo Pérez · Rolando Díaz-Loving


Dentro del marco de conservadurismo que carac- tienen un mayor número de parejas sexuales en com-
teriza a los jóvenes hispanos (Eisenman & Dantzker, paración con las mujeres. Además, requieren menos
2004), resulta congruente encontrar que para los jóve- niveles de intimidad y compromiso para tener sexo, lo
nes mexicanos es importante establecer vínculos emo- cual los lleva a tener más parejas sexuales a lo largo de
cionales para acceder al sexo. Los hallazgos del presente su vida. Son más abiertos y menos restringidos que las
estudio muestran la tendencia moderada a requerir el mujeres tanto en actitudes como en conducta (Díaz-
establecer lazos afectivos y de compromiso para invo- Loving & García, 2008).
lucrarse en cualquier tipo de actividad sexual (ni suma- Este estudio también determina la correlación esta-
mente restringida ni muy abierta), pues el componente dísticamente significativa que existe entre la sociosexua-
actitudinal de la orientación sociosexual acorde con el lidad y las actitudes ante la sexualidad. Particularmente
factor de las actitudes ante la sexualidad restringida se en el grupo de las mujeres, donde se encontraron co-
ubica muy cercanos a la media, cargándose ligeramen- rrelaciones más fuertes, aquellas que manifiestan acti-
te hacia las actitudes de permisividad. tudes restringidas y basadas en mitos y tabúes son me-
En la sociedad mexicana, la estrecha interacción de nos permisivas o menos abiertas en cuanto al sexo sin
la cultura y la religión (Collignon, 2011) además de las compromiso o sexo de una sola vez; además, reportan
condiciones políticas, económicas y sociales, limitan y haber tenido menos parejas sexuales. Lo mismo se da
problematizan el ejercicio del erotismo generando ten- en dirección opuesta: las mujeres que reportaron haber
siones y contradicciones (García, 2007). A pesar de que tenido más parejas sexuales o estar más dispuestas al
el nivel de las actitudes sociosexuales tiende ligeramen- sexo casual o sin compromiso revelan actitudes menos
te a la permisividad, se observa una clara restricción del restringidas y creen menos en los mitos y tabúes que
comportamiento sexual en el componente conductual normalmente envuelven a la sexualidad.
de la orientación sociosexual que evalúa la cantidad de El proceso de socialización diferencial para hom-
parejas sexuales que se han tenido en el presente, pasa- bres y mujeres es palpable a pesar de los intentos por
do y que se esperan en un futuro. Dicho contraste en- conformar una sociedad más igualitaria. Aunque existe
tre las actitudes y las conductas enfatiza las tensiones una continua modificación de los roles con las transfor-
al interior de los individuos y entre las personas con maciones de carácter sociocultural, la predominancia
relación a los deseos, las emociones, las expectativas y de actitudes sexistas en los hombres y de la moralidad de
las experiencias sexuales (García, 2007). las mujeres, encontrados en esta investigación, refleja
Este estudio revela resultados que complemen- que algunos aspectos vinculados a creencias que perdu-
tan los hallazgos reportados en García (2007) y Díaz- ran por la fuerza de las costumbres no necesariamen-
Loving y García (2008), pues en sus estudios sobre el te cambian al compás de la evolución social (Rocha &
comportamiento sexual y la sociosexualidad de adultos Díaz-Loving, 2011). De tal forma que los hombres que
mexicanos, ambos componentes (actitudinal y conduc- manifiestan actitudes restringidas que además obede-
tual) reflejan una orientación sociosexual restringida cen a las normas morales establecidas en sociedad so-
o poco abierta. Resultados similares se desprenden de bre lo que una mujer y un hombre deben o no hacer, o
la presente investigación, aunque varían en cuanto al actitudes que se producen a partir del conocimiento de
componente conductual de la sociosexualidad, que re- ciertos mitos o tabúes que rodean a la sexualidad, tien-
fleja una ligera tendencia a la permisividad, probable- den a expresar actitudes menos permisivas o abiertas
mente debido a que la muestra de este estudio estuvo en cuanto al sexo sin compromiso, o idealmente pien-
conformada por gente más joven que en los estudios san que crear lazos emocionales y compromiso es im-
que le preceden. portante para involucrarse en una relación sexual.
En cuanto a las diferencias entre los sexos, se en- Por otro lado, los hombres han sido socializados
contró que el nivel de orientación sociosexual de los centrados en el placer (Delamater, 1987) en el proce-
hombres es significativamente mayor al de las mujeres; so de la construcción de su identidad, donde la esfera
ellos presentan actitudes más abiertas y permisivas con sexual representa un reflejo de su hombría, por lo que
respecto a las actividades sexuales sin compromiso y desarrollan una serie de conductas sexuales que res-

Psicología Iberoamericana | En torno a la sexualidad: actitudes y orientación... | 13


ponden a lo que se espera socialmente de su rol mascu- patrones socioculturales normativos (Díaz-Loving &
lino (Rocha & Díaz-Loving, 2011). Así, encontramos Rocha, 2008).
que el número de parejas que los hombres tuvieron Como corolario, se observa que la tendencia ha-
en el pasado, presente o esperan tener en el futuro no cia actitudes y conductas restringidas es común en las
varía en función de las actitudes que puedan manifes- sociedades colectivistas, como la cultura mexicana,
tar hacia la sexualidad, independientemente del nivel donde se valora la dependencia emocional y se regulan
en que estas actitudes sean restringidas, sexistas, mo- las prácticas sexuales en torno a la relación de pareja
ralistas o basadas en mitos, por lo que es razonable (Díaz-Loving & García, 2008). Es así que la socializa-
encontrar que sus comportamientos sean menos res- ción tradicionalista promueve, en los jóvenes mexica-
tringidos que los de las mujeres, a quienes se enseña a nos, actitudes dirigidas a valorar las características de
reprimir sus deseos y rechazar el sexo para preservar afecto y protección que suelen favorecer las relaciones
la virtud (Baumeister, 2001) a través de normas cultu- de larga duración, donde la exploración del erotismo
rales que históricamente han reprimido su sexualidad constituye un intento de alcanzar intimidad y compro-
(Amuchástegui, 1998). miso dentro de sus interacciones con el otro, tal como
Durante la juventud, los rasgos y comportamien- el nivel de orientación sociosexual nos permite enten-
tos que distinguen a los roles de género emprenden un der en la presente investigación, los jóvenes que poseen
proceso de ajuste donde finalmente se espera que las una orientación restringida prefieren y elijen personas
personas se apeguen marcadamente a lo largo de su de- de atributos personales relacionados con la estabilidad
sarrollo a dichos roles masculinos o femeninos (Díaz- y el compromiso como la lealtad, compatibilidad y ca-
Loving & Rocha, 2008). Las diferencias en actitudes pacidad afectiva (Simpson & Gangestad, 1992). Aun
que se detectaron dentro de los factores de sexismo- así, los jóvenes comienzan a manifestar actitudes que
estereotipos y moralidad, donde las mujeres mani- tienden a la permisividad y apertura para establecer
fiestan mas actitudes moralistas y los hombres más relaciones a corto plazo disociadas del afecto y com-
actitudes sexistas, aluden a la posibilidad de que los promiso enfocadas en la actividad sexual, aunque las
individuos agrupan la información que obtienen de implicaciones de un estigma social que conlleva actuar
manera que sea congruente con su identidad de gé- de acuerdo con esta permisividad pueden estar restrin-
nero, desarrollando actitudes que suelen responder a giendo ciertos comportamientos sexuales. ◆

14 | Psicología Iberoamericana | Fabiola Trejo Pérez · Rolando Díaz-Loving


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Psicología Iberoamericana | En torno a la sexualidad: actitudes y orientación... | 15


Psicología Iberoamericana (enero-junio, 2013), vol. 21, no. 1, pp. 16-23. issn 1405-0943

Modelo predictivo de personalidad sexual


en adultos de la Ciudad de México
A Predictive Model of Sexual Personality in Adults of Mexico City

Angélica Romero Palencia*


Flor de María Erari Gil-Bernal
Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo

RESUMEN
Diversas investigaciones han demostrado reiteradamente que la personalidad influye en el repertorio conductual que
exhiben las personas, y la conducta sexual no es la excepción. De aquí el interés por conocer la influencia de algunos
rasgos de personalidad sexual y su relación con la infidelidad, la orientación socio-sexual y la satisfacción en la relación
de pareja sobre la personalidad sexual de hombres mexicanos. La muestra estuvo comprendida por 334 hombres adul-
tos voluntarios, de entre 18 y 64 años de edad, los cuales tenían una relación de pareja al momento en que se recolectó
la información. Los resultados arrojaron que los predictores más importantes de la personalidad sexual en hombres
mexicanos fueron los relacionados con la conducta sexual. Los hallazgos se discuten en términos de las características
de la muestra y de los hallazgos en otros estudios.
Palabras clave: personalidad sexual, hombres, mexicanos.

ABSTRACT
Research has repeatedly shown that personality influences the behavioral repertoire exhibited by persons, and sexual beha-
vior is no exception. Therefore there is interest to know the influence of certain sexual personality traits and their relation
with infidelity, socio-sexual orientation and couple relationship satisfaction on the sexual personality of Mexican men. The
sample included 334 male adult volunteers, between 18 and 64 years of age, who had a relationship at the time of data
collection. Results revealed that the most important predictor of sexual personality in Mexican men were sexual behavior.
The findings are discussed in terms of the characteristics of the sample and the findings in other studies.
Keywords: sexual personality, Mexican, men.

*
Recibido: 6 de noviembre, 2012 – Aceptado: 13 de febrero, 2013
Correspondencia: Angélica Romero Palencia, Instituto de Ciencias de la Salud, Área Académica de Psicología, Universidad Autónoma del Estado de
Hidalgo, C. P. 42000, colonia Centro, Pachuca Hidalgo, México.
e-mail: aacrom@gmail.com

16 | Psicología Iberoamericana | Angélica Romero Palencia · Flor de María Erari Gil-Bernal


INTRODUCCIÓN De acuerdo con la Teoría evolutiva de la perso-
Para Eysenck (1976) la personalidad se define como: nalidad, la variación en el ejercicio de la sexualidad y
“una organización más o menos estable y duradera de las tendencias de selección de pareja puede ser una
del carácter, temperamento e intelecto y físico de una diferencia individual (Buss, 1991; 2000; 2005). Por
persona, que determina su adaptación única al am- ejemplo, las diferencias con respecto al atractivo sexual
biente. El carácter denota el sistema de una persona están vinculadas con el éxito para atraer a una pareja
más o menos estable y duradero del comportamiento deseable (Gangestad, Haselton & Buss, 2006; Gangestad
conativo (voluntad); el temperamento, el sistema más & Simpson, 2000; Kurzban & Aktipis, 2007; Simpson,
o menos estable y duradero del sistema del comporta- Gangestad, Christensen & Leck, 1999); las diferencias
miento afectivo (emoción); el intelecto, el sistema más con respecto a la exclusividad en una relación afectan
o menos estable y duradero del comportamiento cog- el grado de certeza de un padre acerca de la paternidad
nitivo (inteligencia); y el físico, el sistema más o menos de su hijo (Symons, 1979); las diferencias en el involu-
estable y duradero de la configuración corporal y de cramiento emocional indican la profundidad de una
la dotación neuroendocrina” (p. 2) postulados con los relación y tienen un impacto en la armonía o en la di-
que también coinciden Díaz-Loving, Rivera, Rocha y solución de una relación (Buss, 1994; 2005).
Sánchez Aragón (2002) y Sato (2005). Se ha encontrado que algunos rasgos de personali-
En sus múltiples aportaciones, Cattel (1950) iden- dad están asociados con la infidelidad (Schmitt, 2004).
tifica originalmente 16 rasgos primarios en el ser hu- Tanto Buss y Shackelford y Buss (1997), como Romero,
mano. Extensiones de este trabajo llevaron a Costa y Cruz y Díaz-Loving (2008) descubrieron vínculos fuer-
McRae (1992) a postular la existencia de cinco grandes tes y consistentes entre la personalidad y la propensión
rasgos básicos: extroversión, apertura a la experiencia, a la infidelidad. Buunk y Van Driel (1989) y Simpson et
responsabilidad, amabilidad, inestabilidad emocional al. (1999) encontraron que las aventuras han sido atri-
y neuroticismo; mientras que Eysenck (1971) postula buidas al narcisismo, a la necesidad de reafirmar un ego
tres tipos de personalidad: extroversión, neuroticismo masculino frágil y de elevar la autoestima y, en general,
y psicoticismo que posteriormente también fueron re- al mal funcionamiento psicológico.
tomados por Rammstedt (2013). Miller et al. (2000) estudiaron las dimensiones de
La investigación que se ha realizado acerca de las Eysenck y las de los “Cinco grandes” de la personali-
diferencias individuales en sexualidad arroja evidencia dad y hallaron que la baja conciencia y los niveles altos
de que estas últimas podrían no ser necesariamente de narcicismo predicen el deseo de tener múltiples pa-
independientes de los factores tradicionales de la per- rejas sexuales, sobre todo en las mujeres, mientras que
sonalidad estudiados hasta la fecha. Eysenck (1971) y la apertura es un predictor de la susceptibilidad a la in-
Rowatt (2003) encontraron que las actitudes hacia la fidelidad en los hombres, y el psicoticismo se relaciona
sexualidad correlacionaron modestamente con el ni- positiva y significativamente con la infidelidad, tanto
vel de extroversión, neuroticismo y psicoticismo. Por en hombres como en mujeres.
ejemplo, las personas extrovertidas tendían a tener acti- En un estudio previo, Romero (2007) detectó que
tudes más favorables que las introvertidas con respecto los factores de personalidad sexual se agrupaban en tres
a tener varias parejas sexuales y practicar distintas po- grandes categorías: la personalidad sexual conquista-
siciones sexuales. Aquellos participantes que resultaron dora, que se caracteriza por una persona involucrada,
altos en neuroticismo tendieron a estar menos satisfe- amorosa, conquistadora y romántica; la personalidad
chos con sus vidas sexuales que aquéllos que puntua- sexual abierta, cuyas características básicas son una
ban bajo en esa misma dimensión (Schmitt, 2004). orientación socio-sexual abierta con amplio número
Por su parte, Wright y Reise (1997) encontraron de parejas sexuales, infiel y masculina, y la persona-
que las personas que tenían alto puntaje en extrover- lidad sexual restrictiva, que es tradicional, moralista,
sión, bajo en agradabilidad y bajo en neuroticismo, virginal y restringida. Por lo anterior, el objetivo de la
tendieron a estar orientadas hacia la elección de pare- presente investigación consistió en detectar si factores
jas de corta duración. tales como la infidelidad, la orientación socio-sexual y

Psicología Iberoamericana | Modelo predictivo de personalidad sexual en adultos... | 17


la satisfacción con la relación son predictores válidos sexual, que son: contacto sexual, seducción, au-
y confiables de la personalidad sexual conquistadora, toerotismo, contacto físico, variantes sexuales.
abierta o restrictiva de hombres mexicanos.
• Escala de Personalidad Sexual (Díaz-Loving,
MÉTODO Rivera, Rocha, Sánchez & Schmitt, 2002)
Está compuesta por 89 reactivos tipo Likert con
Participantes nueve opciones de respuesta (que va desde “me
Para la realización de esta investigación se contó con describe extremadamente exacto”, hasta “me des-
la colaboración de 334 varones adultos voluntarios a cribe extremadamente inexacto”). Los coeficien-
través de un muestreo no probabilístico. La edad os- tes de confiabilidad de todos los factores oscilaron
ciló entre los 18 y los 64 años, con una media de 30 entre .51 y .94. y mide 10 dimensiones de persona-
años (DE= 9.66). Todos los participantes estaban in- lidad sexual, que son: atractivo involucrado, per-
volucrados en una relación de pareja heterosexual. El verso, atractivo sexual, conquistador, liberal, in-
53% informó no haber tenido una vivencia previa de fiel, masculinidad, restricción sexual, amoroso, y
infidelidad, mientras que el resto (47%) dijo que sí la diversidad sexual.
había tenido.
• Versión Corta de la Escala de Satisfacción Marital
Instrumentos (Cortés, Reyes, Díaz-Loving, Rivera & Monjaraz,
• Inventario de Orientación Sociosexual (García & 1994)
Díaz-Loving, 2007) Está compuesta por 48 reactivos tipo Likert con
Está integrado por siete reactivos, de los cuales cinco opciones de respuesta y un α de Cronbach
tres son preguntas abiertas y cuatro son afirma- = .91. Evalúa seis dimensiones de la satisfacción
ciones tipo Likert de nueve puntos y un alfa de marital que son: interacción físico-sexual, orga-
Cronbach = .96 que evalúa dos dimensiones: nización, familia, diversión e hijos.
Orientación Sociosexual Actitudinal y Orienta-
ción Sociosexual Conductual. • Subescala de Conducta Infiel del Inventario Multi-
dimensional de Infidelidad (Romero, Rivera &
• Escala de Motivación Sexual (García & Díaz- Díaz-Loving, 2007)
Loving, 2007) Tiene 35 reactivos tipo Likert con cinco opciones
Está integrada por 67 reactivos tipo Likert de de respuesta y un alfa de Cronbach = .98. Mide
cinco puntos, distribuidos en dos subescalas: la cuatro dimensiones de infidelidad, que son: infi-
Subescala de Inhibición Sexual formada por 37 delidad sexual, infidelidad emocional, deseo de in-
reactivos, que cuenta con tres factores: vincula- fidelidad sexual y deseo de infidelidad emocional.
ción deficiente, falta de deseo y obstáculos, y la
Subescala de Motivación Sexual, compuesta por Procedimiento
30 reactivos que se agrupan en cinco factores: ex- Se pidió a los participantes que respondieran a las esca-
presión afectiva, atracción interpersonal, placer las de la manera más clara y sincera posible, indicando
físico, deseo sexual y facilitadores. Con un alfa de que el cuestionario formaba parte de una investigación
Cronbach = .948. cuyo objetivo era conocer características de las relacio-
nes de pareja. Asimismo, se destacó el anonimato de
• Inventario de Conducta Sexual (García & Díaz- las respuestas y se les indicó que éstas no serían catalo-
Loving, 2007) gadas como buenas o malas, correctas o incorrectas, lo
Está compuesto de 73 reactivos tipo Likert con anterior con la finalidad de garantizar, en la medida de
siete opciones de respuesta y un α de Cronbach lo posible, la honestidad de los participantes.
= .96. Mide cinco dimensiones de la conducta

18 | Psicología Iberoamericana | Angélica Romero Palencia · Flor de María Erari Gil-Bernal


RESULTADOS fueron: motivación sexual (α=.94), satisfacción con la
Una vez aplicados los instrumentos a los participantes relación primaria (α=.90), personalidad conquistadora
y dado el extenso número de factores de las escalas se involucrada (α=.90), motivos asociados a la persona-
realizó un análisis factorial de segundo orden, inclu- lidad (α=.90), infidelidad emocional (α=.77), desmo-
yendo la totalidad de factores. El análisis factorial de tivación sexual (α=.89), personalidad sexual abierta
componentes principales con rotación ortogonal arro- (α=.73), conducta sexual (α=.87), infidelidad sexual
jó 16 factores con autovalores mayores a uno que ex- (α=.78), variantes sexuales (α=.78) e insatisfacción
plicaron el 75.8% de la varianza. Los factores obtenidos (α=.74) (Ver tabla 1).

Tabla 1. Factores de segundo orden obtenidos

Factor Alfa Indicadores

Atracción, ambiente propicio, expresión afectiva,


Motivación sexual .936
placer físico.

Diversión, área físico-sexual, organización


Satisfacción con la relación primaria .897
conjunta, interacción.

Infidelidad emocional .892 Enamoramiento, infidelidad emocional.

Impulsividad, inestabilidad social y emocional,


Motivos asociados a la personalidad .892
ideología tradicional.

Conceptuación negativa de la
.772 Trasgresión a la relación, traición, dolor, engaño.
infidelidad

Falta de afecto, vinculación deficiente, falta de


Desmotivación sexual .889
interés, obstáculos.

Sexo sin amor, sexo de una noche, múltiples


Infidelidad sexual .730
parejas sexuales.

Conducta sexual .874 Contacto físico, contacto sexual, seducción.

Conceptuación positiva de la infidelidad .729 Placer, pasión, variedad, satisfacción.

Variantes sexuales .775 Pornografía, masturbación, juguetes sexuales.

Insatisfacción .742 Insatisfacción, aburrimiento, apatía.

Deseo de infidelidad emocional .741 Deseo de enamorarse de alguien más.

Deseo de infidelidad sexual .740 Deseo de tener contacto sexual con alguien más.

Psicología Iberoamericana | Modelo predictivo de personalidad sexual en adultos... | 19


Posteriormente se llevaron a cabo análisis de regresión Personalidad sexual abierta
jerárquica múltiple paso por paso para detectar cuáles En el caso de la personalidad sexual abierta, el análisis
factores serían predictores confiables de la personali- de regresión múltiple constó de siete pasos. Se detec-
dad sexual en hombres. tó que los predictores más importantes fueron aquellos
que involucraban la relación de pareja. Los hombres de
Personalidad sexual conquistadora la muestra que presentaban una personalidad sexual
El análisis de regresión constó de dos pasos en los que abierta contaban con menor satisfacción con la rela-
se detectó que los predictores más importantes fueron ción, desconfianza hacia su pareja, deseo de infideli-
la Conducta sexual y la Infidelidad emocional. Aquellos dad y una personalidad sexual descrita como inestable
hombres que presentaron una alta frecuencia de con- (ver tabla 3).
ductas de tipo sexual, tales como el tocamiento físico
íntimo, incluyendo el preludio sexual, el sexo coital y Personalidad sexual restrictiva
oral y elementos de fantasía y comunicación, así como Finalmente, para la personalidad sexual restrictiva el
el hecho de enamorarse constantemente de otras perso- análisis de regresión múltiple constó de cinco pasos.
nas además de su pareja, indicaron ser determinantes Se detectó que los predictores más importantes fueron
para que desarrollaran y mantuvieran una persoalidad aquellos que involucraban la sexualidad. Los hombres
sexual conquistadora. de la muestra con una concepción negativa de la in-

Tabla 2. Predictores confiables para la Personalidad sexual conquistadora

Cambio Sig. del cambio Error


Modelo B Sig. R Múltiple R2
de la F de la F estándar

Conducta sexual .561 .000 12.387 .001 .574 .320 .994

Infidelidad emocional -.350 .001

Tabla 3. Predictores confiables para la Personalidad sexual abierta

Cambio Sig. del R Error


Modelo B Sig. R2
en F cambio de la F Múltiple estándar
Deseo de infidelidad
7 .311 .006 6.119 .015 .758 .555 .779
emocional
Satisfacción con
-.229 .000
la relación

Desconfianza .244 .000

Deseo de infidelidad
.326 .004
sexual

Personalidad inestable .247 .001

Motivos asociados
.166 .005
a la sexualidad
Insatisfacción con
.160 .015
la relación

20 | Psicología Iberoamericana | Angélica Romero Palencia · Flor de María Erari Gil-Bernal


fidelidad, con baja motivación sexual, alta desmotiva- Es de resaltar el hecho de que las características
ción y baja conducta sexual y una personalidad des- típicas de personalidad asociadas con la impulsividad,
crita como inmadura e inestable, tenderán con mayor la inestabilidad social y emocional y la ideología tradi-
probabilidad a presentar una personalidad sexual res- cional hayan tomado relevancia en el estudio, primero
trictiva (ver tabla 4). conformándose en un factor de segundo orden y des-
pués al resultar ser predictores importantes, tanto con
DISCUSIÓN el desarrollo de una personalidad sexual abierta como
A partir de los resultados encontrados en la presente restrictiva; no así con la personalidad sexual conquis-
investigación podemos inferir que el desarrollo de una tadora. Esto corrobora, como lo menciona la litera-
personalidad sexual estará íntimamente relacionado tura previa, la influencia de características neuróticas
con el objetivo de la conducta sexual (Buss, 2005). en el desarrollo de la personalidad sexual (Eysenck,
Como se puede observar, la personalidad sexual 1976; Miller, Lynam, Zimmerman, Logan, Leukefeld &
conquistadora tuvo como principales predictores la Clayton, 2000; Wright & Reise, 1997).
conducta sexual y el deseo de infidelidad emocional. El hecho de autopercibirse como una persona ines-
Esto indica que los hombres de esta muestra se mos- table e impulsiva puede orientar a un hombre a desa-
trarán conquistadores cuando tengan una alta frecuen- rrollar una personalidad sexual abierta cuando se en-
cia de conducta sexual y un deseo de enamorarse de cuentre insatisfecho en su relación actual, sienta celos
una nueva pareja, además de la que ya tienen. y desconfianza hacia su pareja y tenga un fuerte deseo
En el caso de la personalidad sexual abierta influi- de tener otras parejas emocionales o sexuales. Por el
rá principalmente el grado de insatisfacción que ten- contrario, las mismas características de impulsividad e
gan con su relación actual, la percepción de inestabi- inestabilidad podrían orientar a una persona a desarro-
lidad, la concepción positiva hacia tener varias parejas llar una personalidad sexual restrictiva cuando tenga
sexuales a la vez y el grado de celos y desconfianza que baja motivación sexual, poca frecuencia de conducta
tengan hacia su pareja actual. sexual y un concepto negativo de la infidelidad.
Finalmente, en el caso de la personalidad sexual Es así como encontramos que el desarrollo de la
restrictiva se puede observar que también influye la personalidad sexual se encuentra íntimamente ligado
autopercepción de inestabilidad y la baja motivación con el objetivo que se persigue y la adaptación al en-
sexual, así como un concepto negativo hacia tener va- torno (Buss, 2005).
rias relaciones simultáneas.

Tabla 4. Predictores confiables para la Personalidad sexual restrictiva

Cambio Sig. del R Error


Modelo B Sig. R2
en F cambio de la F Múltiple estándar

5 Personalidad inestable .247 .001 4.279 .040 .535 .286 1.23

Conceptuación positiva
-.211 .006
de la infidelidad

Motivación sexual -.396 .000

Desmotivación sexual .303 .000

Conducta sexual -.184 .040

Psicología Iberoamericana | Modelo predictivo de personalidad sexual en adultos... | 21


Un hombre típico de la muestra se mostrará con- lo que apoya algunas teorías evolutivas, tales como la de
quistador cuando desee experimentar el enamoramien- la inversión parental (Buunk & Dijkstra, 2000; Symons,
to hasta llegar a la conducta sexual. Se mostrará abierto, 1979; Trivers, 1972) y la teoría de las estrategias sexua-
atractivo, sensual y seductor cuando busque salir de su les (Barash & Lipton, 2001; Buss & Schmitt, 1993).
relación actual y tener una variedad de experiencias El campo de la personalidad sexual ha sido poco
sexuales, tanto en diversidad como en frecuencia. Final- explorado aún. La investigación y los resultados al res-
mente, un hombre de esta muestra se mostrará restric- pecto son escasos. De ahí la relevancia de los resulta-
tivo, moral y virginal cuando tenga en general una baja dos empíricos asociados a la personalidad sexual. Es
conducta sexual tanto en motivación como en frecuen- indispensable, por tanto, continuar con el desarrollo de
cia y un concepto negativo de la infidelidad. los estudios que vinculen a la personalidad sexual con
Estos hallazgos indicarían que el desarrollo de la otras variables y fenómenos de las interacciones socia-
personalidad sexual se encuentra íntimamente ligado les, capaces de crear modelos tanto de predicción como
con los objetivos sexuales que persiguen los hombres; de explicación de la personalidad sexual. ◆

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Psicología Iberoamericana (enero-junio, 2013), vol. 21, no. 1, pp. 24-31. issn 1405-0943

Estilos de comunicación como predictores


del manejo de conflicto en el noviazgo
Communication Styles as Predictors of Conflict Management in Dating

María Sughey López Parra


Sofía Rivera Aragón*
Mirna García Méndez
Lucy Reidl Martínez
Facultad de Psicología
Universidad Nacional Autónoma de México

RESUMEN
El conflicto es natural e inevitable en las relaciones de pareja, sin embargo, la forma en la que se maneje puede derivar
en aspectos positivos o negativos para la relación. Un elemento que tiene estrecha relación con el manejo del conflic-
to es la comunicación, pues en sí misma puede ser una herramienta útil a la hora de solucionarlos. Por ello, el objetivo
del presente trabajo fue ver cómo influyen los estilos de comunicación que utilizan los jóvenes en relaciones de no-
viazgo a la hora de manejar los conflictos. Se siguió un diseño correlacional con 810 participantes (hombres y mujeres)
de entre 18 y 28 años, con una relación de noviazgo. Los resultados indican que los estilos negativos de comunicación
predicen el manejo del conflicto evitante, mientras que estilos de comunicación tanto positivos como negativos influ-
yen en el manejo del conflicto tanto ambivalente como chantajista.
Palabras clave: conflicto, noviazgo, comunicación, jóvenes, pareja.

ABSTRACT
Conflict is natural and unavoidable in couple relationships; however, the way we handle it may develop positive or negative
aspects of the relationship. One of the elements related to conflict management is communication, since it may be a useful
tool when solving conflicts. Therefore, the aim of this study was to evaluate how communication styles influence conflict
management during dating relationships (boyfriend/girlfriend) among young people. A sample of 810 men and women
was used, all of them with ages between 18 and 28 years, and all of them in a couple relationship. Results show that nega-
tive communication styles predict avoidant conflict management, while both positive and negative communication styles
influence ambivalent and blackmailing conflict management.
Keywords: conflict, management, communication, youngsters, couple.

*
Recibido: 3 de enero, 2013 - Aceptado: 26 de marzo, 2013
Correspondencia: Sofía Rivera Aragón, Facultad de Psicología, Universidad Nacional Autónoma de México, C. P. 04510, Copilco Universidad, México.
e-mail: sofiar@unam.mx

24 | Psicología Iberoamericana | María Sughey López Parra · Sofía Rivera Aragón · Mirna García Méndez · Lucy Reidl Martínez
INTRODUCCIÓN y cooperación, en los que se basa la teoría del campo de
Las relaciones afectivas ocupan un lugar importante en Lewin (1931, en Deutsch & Coleman, 2000), utilizán-
la vida de los jóvenes, particularmente las de noviazgo, dolos como referentes importantes y condicionantes
pues implican un contexto significativo para la madu- de los procesos de resolución para que los conflictos
ración de la intimidad, afiliación, sexualidad, identi- sean positivos o negativos.
dad y autonomía (Connolly & McIsaac, 2009; Dávila & Las formas negativas se relacionan con la confron-
Goicovic, 2002; Ehrenfeld, 2003). tación, competencia, agresión, violencia, acomodación
Aunque el noviazgo generalmente se caracteriza y retirada, están en función de imponer las ideas pro-
por la presencia de afectos positivos, también involu- pias sin tomar en cuenta al otro y se basan en la satis-
cra conflictos que se pueden acompañar por compor- facción de los intereses propios; mientras que las for-
tamientos agresivos, abuso físico, y coerción sexual mas positivas buscan solucionar el conflicto mediante
entre los miembros de la pareja (Carlson, 1987). En el intercambio efectivo de forma asertiva, centrándose
este sentido, existen factores de riesgo negativos que en la búsqueda de soluciones que impliquen estrategias
pueden generar relaciones destructivas; por ejemplo, como el compromiso, la colaboración y negociación
patrones destructivos de conflicto que normalmente (Deutsch & Coleman, 2000; Levinger & Pietromonaco,
van en aumento (Fincham & Beach, 1999; Garrido, 1989; Pruitt & Rubin, 1986; Straus, 1979). A partir de
Reyes, Ortega & Torres, 2007; Greef & Bruyne, 2000; las formas positivas y negativas derivan patrones espe-
Kelley, Fincham & Beach, 2003; Markman, Stanley & cíficos de manejo del conflicto en los que puede haber
Blumberg, 2001). Aspectos que, de ser manejados de un compromiso mutuo, evitación mutua, o bien, una
forma adecuada y a tiempo, ayudarán a tener una inte- situación en la que uno de los miembros de la pareja
racción más positiva (Weeks & Treat, 2001). demanda constantemente la resolución del conflicto,
El conflicto en la pareja se define como la oposi- mientras que el otro evade o se retira de dicha situación
ción abierta entre sus miembros, quiénes identifican (Eldridge, 2009; Gottman, 1994).
desacuerdos o fuentes de dificultades en la relación Ahora bien, en el manejo del conflicto la comuni-
(Fincham, 2003; 2009). cación ocupa un lugar muy importante pues es a través
De acuerdo con Mcfarland y Christensen (2000), de ella se busca solucionar los problemas (Armenta &
en el estudio del conflicto en la pareja existen dos ele- Díaz-Loving, 2006). Además de que implica un inter-
mentos importantes: la estructura y el proceso. La es- cambio de información de los pensamientos, senti-
tructura tiene que ver con la mera incompatibilidad de mientos, temores y percepción de un miembro de la
necesidades y deseos; mientras que el proceso involucra pareja hacia el otro (Fitzpatrick, 1988; Ojeda, Sánchez,
la interacción que se da entre los integrantes de la pa- Díaz & Rivera, 1996; Soller, 1982 en Kimble et al., 2002).
reja a partir del conflicto, y puede generar reacciones El estilo dentro de la comunicación es un factor re-
diferentes por parte de los integrantes de la pareja; a levante, pues implica cómo se dice y cómo se transmite
esto se le denomina manejo del conflicto. Si el manejo algo, es decir, aquellas señales que sirven en el proce-
es adecuado, genera la solución del conflicto y manteni- so de la comunicación para interpretar y entender el
miento de la pareja; sin embargo, si es inadecuado, las significado (Norton & Pettergrew, 1979). Los estilos de
consecuencias serán insatisfacción, ruptura de la rela- comunicación se agrupan en dos polos, uno positivo y
ción o violencia (McFarland & Christensen, 2000). otro negativo, dentro del primero están el ser abierto
De acuerdo con Vargas, Cabrera y Rincón (1978), y claro; mientras que del lado negativo se encuentran
las formas en que las personas se comportan frente a formas de comunicación agresivas, apáticas y violentas
una situación conflictiva se pueden definir como esti- (Sánchez & Díaz-Loving, 2003). En este sentido se ha
los de solución o manejo de conflictos. encontrado que la comunicación negativa influye en
La forma en la que se manejen los conflictos se de- la aparición de patrones destructivos de conflicto en las
termina básicamente por formas positivas o negativas. parejas (Balderrama-Durbin, 2009). Estos patrones tie-
Por ejemplo, Deutsch y Coleman (2000) retoman los nen estrecha relación con procesos vinculados con la
procesos constructivos y destructivos, de competencia atribución como una respuesta a estímulos conductua-

Psicología Iberoamericana | Estilos de comunicación como predictores del manejo de conflicto en el noviazgo | 25
les utilizados, en la medida en la que se perciben con- cala está conformada por 34 reactivos con opción de
ductas negativas durante la interacción y proceso del respuesta tipo Likert pictográfico distribuidos en cinco
conflicto (Fincham & Bradbury, 1992). factores con una consistencia interna de .89, y explica:
Tomando en cuenta que las investigaciones sobre agresivo-evitante (13 factores, α =.90), ataque-defensa
manejo del conflicto se han realizado con parejas casa- (siete factores, α=.89), apático (cinco factores, α=.78),
das o que cohabitan, y que la etapa de la pareja en la no colaborador (tres factores. α=.76) y chantaje (tres
que se encuentran los individuos supone una interac- factores, α=.57).
ción diferente (Karney, Bradbury, Fincham & Sullivan, También se utilizó el Inventario de Estilos de
1994), además de que la forma en la que se comuniquen Comunicación en la Pareja (Sánchez & Díaz-Loving,
puede influir en la aparición de patrones destructivos de 2003) en su versión corta. Esta escala tiene una con-
conflicto (Markman, Stanley & Blumberg, 2001), el ob- sistencia interna de .89 y sus factores explican entre
jetivo de este trabajo fue conocer cómo los estilos comu- el 50.92% al 62.12% de la varianza. Se conforma por
nicación que utilizan los jóvenes influyen en el manejo dos versiones: una, para evaluar cómo me comunico
del conflicto en las relaciones de noviazgo. La hipótesis con mi pareja, que consta de 37 reactivos divididos
fue que los estilos de comunicación positivos predecirán en dos dimensiones. Yo positivo: social afiliativo (tres
el uso de estrategias de manejo de conflicto positivas, reactivos, α=.92), social auto-modificador (tres reacti-
mientras que estilos de comunicación negativos prede- vos, α=.86), simpático (tres reactivos, α=.84), abierto
cirán el uso de estrategias de conflicto negativas. (tres reactivos, α=.76), social normativo (tres reacti-
vos, α=.69), reservado-reflexivo (tres reactivos, α=.67)
MÉTODO y claro (tres reactivos, α =.58). Yo negativo: violencia
instrumental (tres reactivos, α =.85), evitante (tres
Participantes reactivos, α=.83), hiriente expresivo (tres reactivos,
Se trabajó con una muestra no probabilística de tipo α=.93), autoritario (tres reactivos, α=.81), irritante ex-
accidental de 810 participantes voluntarios (400 hom- presivo (tres reactivos, α= .81).
bres y 410 mujeres) de entre 18 y 28 años (media=21.36 La otra versión evalúa cómo se comunica mi pa-
años, DE=3.21) que al momento del estudio tenían reja conmigo; consta de 42 reactivos divididos en dos
una relación de noviazgo, con al menos seis meses de dimensiones: mi pareja positiva y mi pareja negativa.
relación, no vivían en pareja y no tenían hijos. El pro- Mi pareja positiva: social-afiliativo-humorístico (tres
medio de tiempo de relación fue de 30 meses. reactivos, α=.94), social-normativo (tres reactivos,
α=.83), abierto (tres reactivos, α=.77), auto-modifi-
Instrumentos cador constructivo (tres reactivos, α=.85), empático
Se utilizó la Subescala de Manejo del Conflicto Yo (tres reactivos, α=.86), claro (tres reactivos, α=.86)
(López-Parra, García y Rivera, 2010), que consta de 32 y social expresivo (tres reactivos, α=.79). Mi pare-
reactivos con opción de respuesta tipo Likert pictográ- ja negativa: violencia instrumental y expresiva (tres
fica, distribuidos en seis factores, con una consistencia reactivos, α=.94), evitante (tres reactivos, α=.86), au-
interna .77 y explica el 54.5% de la varianza; evalúa las toritario (tres reactivos, α=.85), ambiguo rechazante
formas en las que la persona se comporta frente a una (tres reactivos, α=.74), maquiavélico (tres reactivos,
situación conflictiva. Los factores son: intolerante (seis α=.71), chismoso (tres reactivos,α =.78) e impulsivo
reactivos, α=.81), evitante (seis reactivos, α=.80), nego- (tres reactivos, α= .78).
ciador (nueve reactivos, α=.82), afecto-negativo (tres
reactivos, α=.75), retirada (cuatro reactivos, α=.63) y Procedimiento
acomodación (cuatro reactivos, α=.55). Se pidió la colaboración voluntaria de los participan-
Asimismo, se utilizó la Subescala de Manejo del tes; se les explicó que el propósito del estudio era cono-
Conflicto Pareja (López-Parra, García y Rivera, 2010) cer algunas características de las relaciones de pareja
para evaluar cómo percibe la persona que su pareja se entre jóvenes. Aunque cada cuestionario incluyó ins-
comporta ante una situación conflictiva. Dicha subes- trucciones escritas, el investigador permaneció con los

26 | Psicología Iberoamericana | María Sughey López Parra · Sofía Rivera Aragón · Mirna García Méndez · Lucy Reidl Martínez
participantes durante el tiempo requerido para respon- Asimismo, se encontró que tanto en hombres como en
der dudas sobre cómo responderlos. Se les garantizó la mujeres, existen correlaciones positivas y significativas
confidencialidad de la información proporcionada. entre el manejo del conflicto ambivalente y los estilos
de comunicación Yo positivo y mi Pareja positiva; sin
RESULTADOS embargo en las mujeres, el manejo ambivalente tam-
Para lograr el objetivo de la presente investigación, que bién se relaciona con el estilo de comunicación negati-
fue establecer la influencia de los estilos de comunica- va que utiliza su pareja.
ción en el manejo de conflicto en el noviazgo, se pro- Después de realizar las correlaciones se procedió
cedió a realizar análisis factoriales de segundo orden. a ejecutar los análisis de regresión múltiple paso a
Con las dimensiones globales resultantes de cada esca- paso, tomando como variable dependiente el manejo
la se llevaron a cabo correlaciones producto-momento del conflicto y como variables independientes los esti-
de Pearson. Posteriormente se realizaron los análisis de los de comunicación. Se obtuvieron los coeficientes de
regresión lineal múltiple correspondientes. regresión no estandarizados (B), estandarizados (β),
En la tabla 1 se observan los resultados obtenidos coeficientes de determinación (R2) y los intervalos de
para cada escala después de realizar los análisis facto- confianza.
riales de segundo orden. Se observó que la Subescala En la tabla 4 se muestran los resultados que se
de Manejo del Conflicto Yo quedó conformada por dos obtuvieron para hombres y mujeres con respecto a las
factores que explican el 60.68% de la varianza. regresiones sobre el Manejo del Conflicto Evitante. Se
En cuanto al Inventario de Estilos de Comuni- observa que para los hombres, en el primer paso del
cación, en la Tabla 2 se observa que para la versión Yo, análisis, se incorporó como predictor en la ecuación
se conformaron dos factores que explican el 52.73% de el estilo de comunicación yo negativo, que explica el
la varianza. En relación con la versión Mi pareja, ésta 24% de la varianza, F(1,389)=114.06, P<.001; en el se-
también quedó estructurada por dos factores que ex- gundo paso se incluyó el estilo de comunicación mi
plican el 59.78% de la varianza. pareja negativa como predictor, que explica el 25% de
Una vez que se redujeron los factores, se realizaron la varianza, observándose un incremento en R2=.01,
correlaciones de Pearson entre los factores de segundo Fincrementada(1,388)=59.86, P<.05. En el caso de las mujeres
orden de la Subescala de Manejo del Conflicto Yo, con en el primer paso se incluyó el estilo de comunicación
los factores de segundo orden del Inventario de Estilos pareja negativa como predictor, que explica el 10%
de Comunicación. Los resultados descritos en la tabla de la varianza, F(1,409)=44.07, P<.001; en el segundo
3 indican que existen correlaciones positivas y signifi- paso se incluyó el estilo de comunicación yo negati-
cativas aunque bajas, tanto para hombres como para vo como predictor, que explica el 12% de la varian-
mujeres, entre el manejo del conflicto evitante y los es- za, con lo que se observó un incremento en R2=.02,
tilos de comunicación Yo negativo y Pareja negativa. Fincrementada(1,408)=29.37, P<.01.

Tabla 1. Factores de segundo orden de la Escala de Manejo del Conflicto Yo

Factores de
Escala Factores de segundo orden 1 2
primer orden
Evitante ,863 -,133
Evitante: forma mediante la cual se
Intolerante ,787 ,102
eluden las situaciones conflictivas
Escala de Retirada ,724 ,097
Manejo del Yo
Conflicto Negociador ,133 ,817
Ambivalente: forma que supone la
existencia de estrategias ambiguas Afecto negativo -,334 ,698
para manejar el conflicto.
Acomodación ,421 ,570

Psicología Iberoamericana | Estilos de comunicación como predictores del manejo de conflicto en el noviazgo | 27
Tabla 2. Factores de segundo orden de la Escala de Comunicación Yo

Factores de segundo orden Factores de primer orden 1 2


Claro ,774 -,152
Social normativo ,770 -,115
1. Positivo: forma clara,
Reservado reflexivo ,735 ,088
abierta y social a través de la
cual la persona le transmite Social auto-modificador ,662 -,271
sentimientos, pensamientos y
Social afiliativo ,648 -,393
emociones a su pareja.
Abierto ,615 ,052
Yo
Simpático ,572 ,056
Hiriente expresivo -,140 ,783
2. Negativo: forma autoritaria,
Autoritario ,176 ,772
hiriente y violenta mediante
la que la persona le transmite Violencia instrumental -,222 ,737
sentimientos, pensamientos y
Irritante expresivo ,008 ,727
emociones a su pareja.
Evitante -,090 ,546
Autoritario ,803 -,061
1. Negativo: forma
autoritaria, impulsiva y Impulsivo ,796 -,147
violenta través de la cual Ambiguo-rechazante ,795 -,133
la pareja le transmite
sentimientos, pensamientos Chismoso ,787 -,095
y emociones a su Violencia instrumental expresiva ,773 -,199
compañero(a).
Maquiavélico ,756 -,037
Mi pareja Empático -,088 ,801

2. Positivo: forma empática, Claro -,003 ,782


clara y abierta a través Auto-modificador constructivo -,177 ,748
de la cual la pareja le
Abierto -,028 ,745
transmite sentimientos,
pensamientos y emociones a Social normativo -,047 ,743
su compañero(a). Social expresivo -,182 ,667
Social afiliativo humor -,343 ,609

Tabla 3. Correlaciones por hombres y mujeres entre los estilos de comunicación y manejo de conflicto

1 2 3 4 5 6 M DE
1. Manejo yo evitante 0,14** -0,11* 0,48** -0,09 0,37** 2,52 0,80
2. Manejo yo ambivalente 0,16** 0,13* 0,04 0,11* 0,07 3,04 0,66
3. Comunicación yo positivo -0,09 0,19** -0,21** 0,58** -0,12* 3,80 0,61
4. Comunicación yo negativo 0,31** -0,02 -0,25** -0,15** 0,61** 2,16 0,67
5. Comunicación pareja positiva -0,07 0,14** 0,61** -0,21** -0,24** 3,74 0,67
6. Comunicación pareja negativa 0,31** 0,11* -0,18** 0,54** 0,40** 2,12 0,73
M 2,57 3,02 3,82 3,70 2,13 5,61
DE 0,78 0,61 0,59 0,67 0,78 0,86

Nota: Las intercorrelaciones para los hombres (N=400) se presentan arriba de la diagonal y las intercorrelaciones para las mujeres
(N=410) aparecen debajo de ésta. La media y la desviación estándar para los hombres se presenta en las columnas verticales, y las
medias y desviaciones estándar para las mujeres en las filas horizontales.

**p<.001, *p<.01

28 | Psicología Iberoamericana | María Sughey López Parra · Sofía Rivera Aragón · Mirna García Méndez · Lucy Reidl Martínez
Tabla 4. Resumen de análisis de regresión para los predictores del Manejo del Conflicto Yo Evitante
I. C.
Variables B EE β
Mín. Máx.
Paso 1 Estilo de comunicación Yo Negativo .51 .06 .40** .34 .60
Hombres
Paso 2 Estilo de comunicación Pareja Negativa .08 .04 .11* .01 .25

Paso 1 Estilo de comunicación Pareja Negativa .20 .05 .20** .09 .31
Mujeres
Paso 2 Estilo de comunicación Yo Negativo .25 .06 .20** .11 .38

Nota: **p<.001, *p<.05

Tabla 5. Resumen de análisis de regresión para los predictores del Manejo del Conflicto Pareja Chantaje
I. C.
Variables B EE β
Mín. Máx.
Paso 1 Estilo de Comunicación Pareja Negativa .27 .06 .22** .15 .40
Hombres
Paso 2 Estilo de Comunicación Yo Negativo .13 .06 .11* .00 .26

Mujeres Paso 1 Estilo de Comunicación Pareja Positiva .35 .06 .28** .23 .48

Nota: **p<.001, *p<.01

Finalmente, en cuanto al Manejo del Conflicto negativos se relacionan con el manejo del conflicto
Pareja Chantaje, en la tabla 5 se muestran los resulta- ambivalente. Los resultados de las regresiones dejan
dos obtenidos para hombres y mujeres. Así se observa ver que el manejo de conflicto evitante se predice en
que para los hombres en el primer paso del análisis se hombres y mujeres por el uso de estilos de comunica-
incorporó como predictor en la ecuación el estilo de ción negativos (tanto los que utiliza la persona como
comunicación pareja negativa, que explica el 4% de la los que utiliza la pareja). Dichos resultados son con-
varianza, F(1,350)=15.85, P<.001; en el segundo paso se sistentes con investigaciones anteriores sobre comuni-
incluyó el estilo de comunicación yo negativo como cación y conflicto en las que se observa la asociación
predictor, que explica el 5% de la varianza, y donde se entre patrones de comunicación negativa y el manejo
observa un incremento en R2=.05, Fincrementada(1,349)=4.43, de conflicto negativo (Punyanunt-Carter, 2004).
P<.01. En cuanto a las mujeres, en el primer paso se Por otro lado, en los hombres el manejo del con-
incluyó el estilo de comunicación pareja positiva como flicto ambivalente se determina por el uso de estilos de
predictor, que explica el 7% de la varianza, F(1,363)=30.93, comunicación positivos; mientras que en las mujeres
P<.001. se hará, en primer lugar, por el uso estilos de comuni-
cación positivos por parte de ellas, y en segundo lugar,
DISCUSIÓN por el uso de estilos de comunicación negativos por
El propósito del presente estudio fue analizar cómo es parte de su pareja. Dichos resultados pueden expli-
que la forma en la que los jóvenes se comunican con carse a partir de la atribución que los integrantes de
su pareja y cómo perciben que su compañero(a) se co- la pareja hacen del conflicto, ya que existen factores
munica con ellos, influye en la manera de manejar el cognoscitivos y afectivos implicados en las relaciones
conflicto. de pareja en las que hay conflicto, los cuales se relacio-
Las correlaciones permitieron observar que los nan generalmente con comportamientos ineficaces a la
estilos de comunicación negativos se encuentran rela- hora de resolver problemas (Bradbury, Beach, Fincham
cionados con el manejo de conflicto evitante, mientras & Nelson, 1996; Fincham & Bradbury, 1992; Miller &
que la mezcla de estilos de comunicación positivos y Bradbury, 1995). Así, estos patrones de relaciones entre

Psicología Iberoamericana | Estilos de comunicación como predictores del manejo de conflicto en el noviazgo | 29
el manejo del conflicto y los estilos de comunicación, tener un manejo de conflicto más adecuado. Pues si
están en función de procesos asociados con la atribu- bien los estilos de comunicación han sido ampliamen-
ción como una respuesta a estímulos conductuales que te estudiados en parejas casadas, poca atención se les
se perciben como negativos por parte de la pareja du- presta durante el noviazgo (Weeks & Treat, 2001). Por
rante la interacción y proceso del conflicto (Fincham & otro lado, el hecho de que haya estilos de comunicación
Bradbury, 1992). adecuados permite prevenir la aparición de patrones
Cabe mencionar que las formas en las que se ma- de conflicto destructivo en escalada (Kelley, Fincham
neja el conflicto en el noviazgo son negativas (manejo & Beach, 2003), dado que la diferenciación en el uso
evitante y ambivalente), a diferencia de otros estudios de estilos de comunicación positivos y negativos con la
en los que se han encontrado formas de manejo del pareja puede influir en la aparición de conductas agre-
conflicto positivas, como lo son la negociación o co- sivas por parte de sus integrantes.
operación (Flores, Díaz, Rivera & Chi, 2005). Cabe señalar que si bien los porcentajes que expli-
Los datos obtenidos sugieren, al igual que en otras can la varianza son bajos, permiten conocer cuáles son
investigaciones, que la comunicación es un elemento los estilos de comunicación utilizados por hombres y
importante en el ámbito de de las relaciones afectivas, mujeres durante un conflicto en una relación de no-
y que una buena comunicación promoverá un manejo viazgo. Asimismo, se puede mencionar que en la pre-
del conflicto adecuado (Balderrama-Durbin, 2009). Lo sente investigación se evaluaron las respuestas sólo de
anterior puede generar, a su vez, que los miembros de un miembro de la pareja, por lo que es importante que
la pareja estén satisfechos y su relación se mantenga, en investigaciones futuras se tome en cuenta a ambos.
mientras que una comunicación inadecuada puede Finalmente, resta decir que es necesaria investigación
generar insatisfacción con la relación, problemas y un adicional para examinar otros elementos involucrados
manejo del conflicto inadecuado que puede ir en esca- que se encuentran ligados en un proceso interdepen-
lada (Kelley, Fincham & Beach, 2003). diente mediante el cual los jóvenes, durante la etapa de
Por último, se puede decir que el hecho de abordar noviazgo, buscan satisfacer las necesidades de pareja
la forma en la que se comunican los jóvenes de manera mediante el manejo del conflicto, como pueden ser el
temprana, como las relaciones de noviazgo, puede ser- manejo del poder, la infidelidad, el amor, tener diferen-
vir para sentar las bases para la creación de patrones de tes grados de cercanía, satisfacción, e incluso violencia
comunicación e interacción más eficaces y que puedan en las relaciones de noviazgo. ◆

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Variables que diferencian a estudiantes de secundarias


con y sin reportes de bullying en la escuela
Variables that differentiate Junior High School Students
with and without Bullying in School

Ángel Alberto Valdés Cuervo*


Instituto Tecnológico de Sonora
Gildardo Bautista Hernández
José Ángel Vera Noriega
Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo A.C.
Juan Carlos Herrera Mateos
Universidad Pedagógica Nacional de Nogales, Sonora

RESUMEN
El estudio se propuso determinar las diferencias entre estudiantes de secundarias, con y sin reportes de bullying, en
variables personales (ajuste escolar y psicosocial) y familiares (composición familiar, ajuste psicosocial y clima fami-
liar). Se realizó un estudio cuantitativo con diseño comparativo, para lo cual se seleccionaron dos grupos de 81 alum-
nos con y sin reportes de bullying, a los cuales se les administraron los cuestionarios de Caracterización de la violencia
escolar y de Percepción del clima familiar. Se apreció que el grupo de estudiantes que realizan bullying presentan
menor ajuste escolar y psicosocial, provienen con mayor frecuencia de familias diferentes a la nuclear, con dificultades
de ajuste psicosocial y con un clima familiar conflictivo. Se concluyó que los resultados fundamentan la necesidad de
un enfoque ecológico en la prevención del bullying que incluya, entre otros, aspectos como intervenciones a nivel
individual y familiar.
Palabras clave: violencia escolar, bullying, factores de riesgo, ajuste psicosocial, familia.

ABSTRACT
The study aimed to determine the differences between junior high school students with and without bullying in personal
variables (school adjustment and psychosocial) and family (family composition, psychosocial adjustment and family en-
vironment). We performed a quantitative study with comparative design, for which two groups of 81 students with and
without reports of bullying were selected respectively, to which questionnaires of “Characterization of school violence”
and family atmosphere were administered. It was observed that student with bullying have lower school and psychosocial
adjustment, frequently these student come from families different to the nuclear, with psychosocial adjustment and conflict
in their family atmosphere. It was concluded that the results support the need for an ecological approach to the prevention
of bullying, including among others aspects interventions at the individual and family level.
Keywords: school violence, bullying, risk factors, psychosocial adjustment, family.

*
Recibido: 8 de noviembre, 2012 - Aceptado: 23 de marzo, 2013
Correspondencia: Ángel Alberto Valdés Cuervo, Departamento de Educación, Instituto Tecnológico de Sonora.
e-mail: angel.valdes@itson.edu.mx

32 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
INTRODUCCIÓN dió determinar si aspectos relativos a los propios estu-
El presente trabajo realiza una investigación acerca de diantes (ajuste escolar y riesgo psicosocial) y a las fa-
la violencia entre pares que se presenta dentro del con- milias (composición familiar, ajuste psicosocial de los
texto escolar, que en su grado más extremo se define padres y clima familiar) diferenciaban a estudiantes de
como bullying. Se caracteriza por tres particularida- secundaria con reportes de bullying de aquellos que no
des que lo identifican y diferencian de otros tipos de manifiestan tales conductas.
conductas violentas entre pares: a) un uso deliberado Es necesario puntualizar que se identificaron como
de la agresión con la intención de causar daño físico bullies a aquellos estudiantes que reportaron llevar a
y/o psicológico, b) una relación desigual de poder en- cabo conductas agresivas hacia los pares, ya fuera de
tre agresor-víctima y c) carácter repetitivo (Coloroso, tipo físico, psicológico o social, dos o más veces al mes
2004; Olweus, 1993). (Cassidy, 2009; Olweus, 1993). Se consideró que el ajus-
En los últimos años se ha observado en México un te escolar comprende comportamientos que sugieren el
renovado interés por el estudio y la atención de las dis- cumplimiento por parte del estudiante de las demandas
tintas manifestaciones del bullying, a lo que ha contri- de la escuela, y se consideraron como variables indica-
buido el creciente número de estudios que evidencian la doras del mismo el rendimiento académico y los repor-
presencia de este fenómeno en las escuelas mexicanas. tes por problemas de disciplina (Bringas, Rodríguez &
Dentro de este grupo de trabajos se encuentran los de Herrero, 2009; White & Loeber, 2008). Con respecto a
Avilés & Monjas (2005), quienes hallaron que 11.6% estas variables se elaboraron dos hipótesis de trabajo: a)
de los estudiantes de educación básica reconocen ha- el rendimiento académico del grupo de estudiantes con
ber estado envueltos en situaciones de maltrato como reportes de bullying es significativamente menor que el
víctimas y 5.7% como agresores. del grupo que no manifiesta esta conducta; b) el grupo
Asimismo, el Instituto Nacional de Evaluación de estudiantes con reportes de bullying presentaba de
Educativa (inee, 2006) encontró que el 11% de alum- manera significativa mayor proporción de estudiantes
nos de primarias y secundarias refieren haber partici- con problemas de disciplina.
pado en peleas, 43.6% comentan que en las escuelas les El riesgo psicosocial integra conductas que aumen-
han robado, 14% haber sido lastimados por otros alum- tan la vulnerabilidad del estudiante a presentar proble-
nos y 13.6% recibir burlas de los compañeros; Cas- mas psicológicos o de adaptación social. En este caso
tillo & Pacheco (2008) reportaron que 52.8% de los es- se tomaron como indicadores operacionales del mismo
tudiantes de secundaria afirmaron que les han puesto el consumo de sustancias, la pertenencia a bandas ju-
apodos ofensivos, 48.8% haber sido víctimas de insul- veniles o la posesión de amistades cercanas con estos
tos, 22.2% de golpes y 22.9% de exclusión social. Por comportamientos (Morales, 2008; Sánchez & Valdés,
su parte, Valdés et al. (2012) encontraron que 20.6% de 2003). La hipótesis de investigación con respecto a es-
estudiantes de secundaria reconocen llevar a cabo con- tas variables sostuvo que el grupo de estudiantes que
ductas violentas en la escuela contra los compañeros, e realiza bullying presenta de manera significativa: a) una
incluso 18.5% con respecto a los profesores. frecuencia de consumo de alcohol y drogas, b) mayor
El bullying se origina en la interacción de múltiples proporción estudiantes que pertenece a bandas juveni-
factores, lo que implica que para la adecuada compren- les, c) mayor frecuencia de consumo de sustancias entre
sión de este fenómeno se debe partir de un enfoque eco- los amigos cercanos y d) mayor proporción de amigos
lógico, que impone la consideración de elementos de que pertenece a bandas.
riesgo situados en la historia, tanto del individuo como En lo relativo a la familia se consideró el ajuste psi-
de las interacciones que establece dentro de los diferen- cosocial de la misma, que comprende características y
tes contextos donde se desarrolla: comunidad, familia formas de funcionamiento que se asocian a una mejor
y escuela (Stephenson & Smith, 2008; Swearer, Espe- respuesta a las necesidades de sus integrantes y deman-
gale & Napolitano, 2009). das de su contextos de desarrollo. En este caso se con-
Atendiendo a la necesidad de enfocar el bullying sideraron como factores de riesgo una estructura fami-
desde una perspectiva ecológica, este estudio preten- liar diferente a la nuclear, la presencia de abuso de sus-

Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 33
tancias y de problemas legales en los padres, y un cli- Factores familiares asociados a la presencia
ma familiar negativo. Con respecto a estas variables se de bullying
realizaron las siguientes hipótesis: a) la proporción de Un grupo importante de estudios refiere que el bullying
familias diferentes a la nuclear es mayor en el grupo se asocia a características del contexto familiar que
de estudiantes que reportaron realizar bullying, b) la impiden u obstaculizan el desarrollo de competencias
frecuencia de consumo de alcohol y drogas es mayor académicas y sociales en los hijos. Se han señalado as-
en los padres en el grupo que refirió efectuar bullying, pectos relativos a dificultades en el ajuste psicosocial de
c) la proporción de familias que presenta problemas le- los propios padres, que presentan conductas tales como
gales es mayor en el grupo que mencionó realizar bu- abuso de sustancias, entre otras, que les ocasionan en
llying y d) existe un clima familiar más positivo en el muchos casos, inclusive, problemas legales (Eiden et al.,
grupo de estudiantes que no comete bullying (Eiden 2010; Valdés, Ojeda, Urías & Ponce, en prensa).
et al., 2010; Kelly & Emery, 2003; Valdés, 2010). Otro grupo de factores es el de aquellos que afec-
La información que se obtuvo de este estudio per- tan directa o indirectamente, de manera negativa, el
mitirá ampliar la comprensión teórica de los factores funcionamiento y por lo tanto el desarrollo de los hi-
de riesgo involucrados en la presencia de bullying en jos. Estos se relacionan con una escasa supervisión y
estudiantes mexicanos, además, contribuirá a orientar participación de los padres en la educación (Ahmed
los esfuerzos de los programas de intervención con re- & Braithwaite, 2004), dificultades para enseñar lími-
lación a este fenómeno. El hecho de que las interven- tes, permisividad ante las conductas violentas (Besag,
ciones se basen en el conocimiento generado acerca de 2008; Díaz, 2005), uso de métodos violentos para ejer-
la naturaleza y los factores de riesgo de los fenómenos cer la autoridad y finalmente modelos paternos disfun-
que procuran eliminar o disminuir, se asocia a un in- cionales (Estévez, Martínez, Moreno & Musitu, 2006;
cremento considerable de los alcances y la eficiencia Olweus, 1993).
de los mismos (McWhirter, McWhirter, McWhirter & Se ha señalado de igual manera que en las familias
McWhirter, 1993). de los menores con conductas violentas hay un clima
familiar conflictivo que ocasiona dificultades en la co-
Factores del propio estudiante asociados municación, escasa disponibilidad y apoyo por parte
a la presencia de bullying los padres. Esto aumenta la probabilidad de la violen-
Diversos estudios reportan que los estudiantes que co- cia en los hijos, al generar un bajo autoconcepto y me-
meten bullying se caracterizan por tener una historia nosprecio por las normas escolares, la autoridad de los
de problemas de ajuste escolar que se manifiestan en docentes y los sentimientos de los compañeros (Cava
un bajo desempeño, pobres expectativas académicas et al., 2006; Díaz, 2005; Estévez et al., 2006; Estévez,
(Muñoz, 2008; Nansel et al., 2001; Ozer, Tarik & Atik, Murgui, Moreno & Musitu, 2007).
2011; Villareal, Sánchez & Gonzalo, 2010) y problemas
de disciplina en la escuela, los cuales se expresan en MÉTODO
características como impulsividad, dificultades para En términos metodológicos, se trató de un estudio
seguir las normas escolares, relaciones problemáticas cuantitativo con un diseño comparativo y transversal.
con los demás estudiantes e incluso con los propios
profesores (Cava, Musitu & Murgui, 2006; Díaz, 2005; Participantes
Gentile, Coyne & Walsh, 2011). Participaron en el estudio 11 escuelas secundarias pú-
Es común también que los estudiantes que actúan blicas del noroeste del estado de Sonora. En una pri-
con violencia hacia los pares presenten dificultades mera etapa, mediante un muestreo aleatorio, tomando
de ajuste psicosocial, ya que tienden a involucrarse como base una probabilidad de éxito del 50% y un ni-
con mayor frecuencia que el resto de sus compañe- vel de confianza del 95% (p=.50; q=.5) se seleccionaron
ros en conductas antisociales y abuso de sustancias 900 alumnos.
(Jankauskiene, Kardelis, Sukys & Kardeliene, 2008; En un segundo momento se identificaron a 81
Turagabeci, Nakamura & Takano, 2008). (9%) estudiantes que realizaban bullying, ya que repor-

34 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
taron llevar a cabo dos o más veces en un mes conductas una escala con tres opciones de respuesta: Nunca, A
violentas hacia los compañeros (Cassidy, 2009; Olweus, veces y Frecuentemente, y d) pertenencia a bandas; se
1993). Posteriormente, para efectos de la comparación, formularon dos preguntas: ¿perteneces a alguna banda
se seleccionó de manera aleatoria a un subgrupo de juvenil?, ¿tus amigos cercanos pertenecen a bandas ju-
81 estudiantes de los 819 que no fueron identificados veniles? El estudiante debía responder “Sí” o “No”.
como agresores. Esto permitió que se pudieran com- Con relación a la familia, mediante las respuestas
parar las variables estudiadas en grupos similares en al instrumento, se exploraron las variables: a) abuso de
cuanto a tamaño. sustancias en los padres; se les cuestionó con respecto
El grupo de estudiantes que realizaba bullying pre- a la frecuencia con que sus padres consumen alcohol
sentó una edad promedio de 13.8 años y estuvo inte- y drogas, a lo que respondieron con una escala tipo
grado por 45 (55.6%) hombres y 36 (44.4%) mujeres. Likert con tres opciones de respuesta “Nunca”, “A ve-
Por su parte, el grupo que no refirió dichas conductas ces” y “Frecuentemente”; b) problemas legales de los
presentó 13.6 años de edad promedio y en él se había padres; se les preguntó: ¿alguno de tus papás ha esta-
35 (43.2%) hombres y 46 (56.8%) mujeres. do preso o ha tenido problemas con la ley?, a lo cual
respondieron con “Sí” o “No”, y c) estructura familiar;
Instrumentos se les cuestionó: ¿vives con tus dos papas?, pregunta a
Se utilizaron dos instrumentos, el primero elaborado la que contestaron con “Sí” o “No”.
por Valdés et al. (2012), denominado Caracterización El segundo instrumento utilizado fue una adap-
de la violencia escolar, que reportó validez de conte- tación realizada por Rascón (2012) del cuestiona-
nido a través de juicio de expertos y una confiabilidad rio Percepción de Clima Familiar de Moos, Moos &
medida a través del alfa de Cronbach de .89. Trickett (1984). La autora reportó obtener, a través de
Se identificó la presencia de bullying a través de un análisis factorial con el método Oblimin y extrac-
una escala donde el estudiante tenía que responder ción de máxima verosimilitud, tres factores con 39
acerca de la frecuencia con que llevó a cabo conductas reactivos que explicaron el 50% de la varianza total de
violentas contra sus compañeros durante el último mes. los puntajes. Estos factores los definió como: a) con-
Se le preguntó la frecuencia con la cual realizó duran- vivencia, funcionamiento familiar caracterizado por la
te el último mes este tipo de conductas, por ejemplo: presencia de relaciones, reglas y valores que favorecen
patearlos, empujarlos, gritarles o excluirlos de activida- el desarrollo del individuo; b) conflicto, presencia de
des, entre otras, lo cual fue respondido utilizando una situaciones desagradables y violencia en las relaciones
escala con cuatro opciones de respuesta: Nunca, Pocas familiares y c) estimulación del desarrollo, activida-
veces (una vez al mes), Algunas veces (dos veces al mes) des que realizan la familia y/o sus integrantes y que fa-
y Frecuentemente (más de dos veces al mes). vorecen el desarrollo. El instrumento evidenció confia-
También se obtuvo información con respecto a bilidad medida a través del alfa de Cronbach de .90 y se
variables de los estudiantes: a) desempeño académico, contestó utilizando una escala tipo Likert que osciló de
medido a través del promedio de calificaciones obte- “Nunca” a “Siempre”.
nidas por los estudiantes al terminar primaria y el del
último bimestre de secundaria; b) problemas de disci- Procedimiento
plina; aquí se les preguntó: ¿fuiste reportado en prima- Para la recolección de la información se solicitó la au-
ria por problemas de disciplina?, ¿has sido reportado torización informada de los directores y padres de fa-
en secundaria por problemas de disciplina?, a lo que milia. Posteriormente se les explicó a los estudiantes el
debían responder con una escala dicotómica “Sí” o objetivo del estudio y se les invitó a participar de ma-
“No”; c) abuso de sustancias, medido con la frecuen- nera voluntaria, garantizándoles la confidencialidad de
cia con que reportaron consumo de alcohol y drogas los resultados.
durante el último mes y la frecuencia con la cual sus El análisis de la información se realizó utilizando
amigos cercanos han consumido alcohol y drogas du- estadísticas descriptivas e inferenciales univariadas con
rante el mismo periodo. Para responderlas se utilizó el apoyo del software estadístico spss. 20.

Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 35
RESULTADOS apreció que en los dos niveles de estudio es significati-
Factores personales que diferencian a estudiantes vamente mayor el número de estudiantes del grupo con
con y sin conductas violentas en la escuela hacia reportes de bullying que refiere haber tenido este tipo
los compañeros de problemas en la escuela (ver tabla 2).
Ajuste escolar. A través de una prueba t de Student para Ajuste psicosocial. A través de una prueba X2 se
muestras independientes se compararon los prome- compararon las proporciones de estudiantes de ambos
dios en primaria y secundaria de ambos grupos. Los grupos que reportaron consumo de sustancias y per-
resultados señalan que, si bien en el promedio de cali- tenencia a bandas, ellos mismos y de amigos cercanos.
ficaciones de primaria no existieron diferencias signifi- Se apreció que existen más indicadores de dificultades
cativas entre ambos grupos, el promedio de secundaria de ajuste psicosocial en los estudiantes del grupo que
de los estudiantes que reportaron realizar bullying fue reportó violencia hacia los compañeros, ya que tiene
significativamente menor que el de los que no reportan una mayor frecuencia de consumo de alcohol. Asimis-
tales conductas (ver tabla 1). mo, los miembros de este grupo manifestaron que los
Posteriormente, a través de una prueba X2, se com- amigos cercanos presentan una más elevada frecuencia
paró la presencia de reportes por problemas de disci- de consumo de alcohol, drogas y pertenencia a bandas
plina en primaria y secundaria de ambos grupos. Se juveniles (ver tabla 3).

Tabla 1. Comparación de los promedios de calificaciones de los estudiantes con y sin reportes de bullying

Promedios Grupo X t gl p

Sin reportes de bullying 89.4


Primaria .812 160 .416
Con reportes de bullying 88.4

Sin reportes de bullying 85.1


Secundaria 2.362 160 .019*
Con reportes de bullying 80.2

*p ≤ .05

Tabla 2. Comparación de la frecuencia de reportes por problemas de disciplina en los grupos con y sin reporte de bullying

Reportes por problemas de disciplina


Nivel X2 gl p
Grupo sin reporte de bullying Grupo con reporte de bullying

No 64 38
Primaria 17.89 1 .000*
Sí 17 43

No 52 26
Secundaria 16.71 1 .000*
Sí 29 55

*p ≤ .05

36 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
Tabla 3. Comparación de los grupos de estudiantes con y sin reportes de bullying en lo relativo a los indicadores
de ajuste social

Frecuencia de
Frecuencia de
Variables estudiantes por X2 gl p
la conducta
grupos

Nunca 65 41 15.79 2 .000*

13 31
Consumo de alcohol A veces

Frecuentemente 3 9

Nunca 39 20 11.50 2 .000*


Amigos con consumo
A veces 38 49
de alcohol
Frecuentemente 4 12

Nunca 76 67 4.90 2 .086

Consumo de drogas A veces 4 12

Frecuentemente 1 2

Nunca 62 40 15.50 2 .000*


Amigos con consumos
A veces 17 28
de drogas
Frecuentemente 2 13

No 72 65 2
Pertenencia a bandas
Sí 9 16 2.31 .128

Amigos pertenecientes No 65 54 2
a bandas Sí 16 27 3.83 .037*

*p ≤ .05

Factores familiares que diferencian a estudiantes del grupo de estudiantes con reportes de bullying (ver
con y sin conductas violentas en la escuela hacia tabla 5).
los compañeros Clima familiar. Este apartado se evaluó a través
Composición familiar. Utilizando una prueba X2 se de- de los tres factores del cuestionario de clima familiar:
terminó que una mayor proporción de estudiantes del Convivencia, Conflicto y Estimulación del desarrollo.
grupo que reportó bullying proviene de familias dife- A través de una prueba t de Student para muestras in-
rentes a la nuclear (ver tabla 4). dependientes se determinó que los miembros del gru-
Ajuste psicosocial de la familia. A través de una po de estudiantes con conductas violentas reportan, de
prueba X2 se apreció que, de manera significativa, hay manera significativa, mayor presencia de conflictos en
mayor frecuencia de consumo de drogas en los padres su familia (ver tabla 6).

Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 37
Tabla 4. Comparación de la composición familiar de los grupos de estudiantes con y sin reportes de bullying

Tipo de familia Grupo de estudiantes Frecuencia X2 gl p

Sin reportes de bullying 57 5.84 1 .016*


Nuclear
Con reportes de bullying 24

Sin reportes de bullying 42


Diferente a la nuclear
Con reportes de bullying 39

*p ≤ .05

Tabla 5. Comparación de los grupos de estudiantes con y sin reportes de bullying en lo relativo a los indicadores de
ajuste psicosocial familiar

Variables Frecuencia de la conducta Frecuencia de estudiantes por grupos X2 gl p


Sin reportes de Con reportes de
bullying bullying
Nunca 41 40 .025 2 .987
Consumo de alcohol
A veces 38 39
en padres
Frecuentemente 2 2

Nunca 74 74 6.31 2 .043*


Consumo de drogas
A veces 5 2
en padres
Frecuentemente 2 5

Problemas legales en No 67 58 2.83 2 .092


los padres Sí 14 23

*p ≤ .05

Tabla 6. Comparación del clima familiar de los estudiantes con y sin reportes de bullying

Factores Grupo X t gl p

Sin reportes de bullying 4.84


Convivencia .744 160 .458
Con reportes de bullying 4.72

Sin reportes de bullying 2.96


Conflicto -2.65 160 .009*
Con reportes de bullying 3.37

Sin reportes de bullying 3.80


Estimulación del
-1.83 160 .069
desarrollo
Con reportes de bullying 3.43

*p ≤ .05

38 | Psicología Iberoamericana | Ángel Alberto Valdés Cuervo · Gildardo Bautista Hernández · José Ángel Vera Noriega · Juan Carlos Herrera Mateos
DISCUSIÓN Esquivel & Artiles, 2007) y por ende, el funcionamiento
Los resultados indican que los estudiantes del grupo familiar como tal, lo que puede influir negativamente
de secundaria que realizan bullying presentan mayores en el desempeño académico y el ajuste socioemocio-
dificultades en el ajuste escolar que los del grupo sin nal de los hijos (Valdés, Carlos, Urías & Ibarra, 2011;
tales conductas. Estas dificultades se expresan en cir- Wallerstein, 1983).
cunstancias como menor desempeño académico y más También se evidenciaron otros indicadores de dis-
problemas de disciplina en la escuela, mismas que han funcionalidad en las familias de los estudiantes que tie-
sido reportadas por otros estudios como características nen conductas de bullying, como mayor frecuencia
de estos estudiantes (Lozano & García, 2000; Wegner, de consumo de drogas entre los padres y un clima fa-
García, Nishimura & Hishinuma, 2010). La presencia miliar caracterizado por el conflicto. Estos aspectos se
de estas dificultades de ajuste escolar corrobora lo ex- asocian con la violencia en los hijos, ya que, por una
puesto por Ortega & Del Rey (2008) y Pearce (2008), parte, los padres se convierten en modelos sociales
quienes sostienen que como parte de la prevención del negativos y por otra, dichas conductas dificultan la
fenómeno del bullying, es necesario desarrollar estra- comunicación y el apoyo que le pueden brindar a sus
tegias que promuevan una adecuada integración de los hijos (Cava et al., 2006).
estudiantes al contexto escolar.
Por otra parte, se demostró que el grupo de estu- CONCLUSIONES
diantes con reportes de bullying presentó mayores pro- Los hallazgos del presente estudio afirman la conve-
blemas de ajuste psicosocial, los cuales se evidenciaron niencia de abordar el fenómeno del bullying desde
por una mayor frecuencia de consumo de alcohol y una perspectiva ecológica y sistémica (Coloroso, 2004;
de amigos con conducta de riesgo, como consumo de Swearer et al., 2009). Esto se corroboró en la existencia
sustancias y pertenencia a bandas juveniles (Gentile et de variables que diferencian al grupo de estudiantes
al., 2011; Houbre, Tarquino, Thuiller & Hergot, 2006; con conductas violentas ubicadas en diferentes siste-
Jankauskiene et al., 2008). Esto hace pensar que es ur- mas, en este caso el individual y el familiar. El hallazgo
gente llevar a cabo intervenciones con estos estudian- anterior sugiere, además, la necesidad de que los pro-
tes, ya que su vulnerabilidad va más allá del ambiente gramas de prevención de violencia escolar realicen ac-
escolar, porque asumen comportamientos que aumen- ciones dirigidas a contrarrestar los factores de riesgo
tan el riesgo de presentar conductas delictivas y antiso- ubicados en estos niveles de funcionamiento, involu-
ciales, lo que ha sido señalado como uno de los riesgos crando tanto aspectos de los propios estudiantes como
a mediano y largo plazo de los estudiantes agresores de sus familias (Merrell, Gueldner, Ross & Isava, 2008;
de los pares (Brendgen, Wanner, Vitaro, Bukowski & Tutty, 2008).
Tremblay, 2007; Pearce, 2008). Es necesario establecer ciertas limitaciones de la
Así mismo, se evidenció un ambiente familiar presente investigación: primero, no haber considerado
con mayor vulnerabilidad en el grupo de estudiantes las posibles interacciones en las variables integradas en
que refirió efectuar bullying. Esta situación de riesgo el estudio, y segundo, no tener en cuenta variables re-
se observó en mayor proporción dentro del grupo de lativas a la escuela y contexto social del estudiante, que
estudiantes de familias diferentes a la nuclear, lo cual según se ha reconocido en otros estudios, contribuyen
en muchas ocasiones afecta los recursos económicos a la explicación de la violencia entre pares (Ahmed &
y parentales de las familias (Ram & Hou, 2003; Valdés, Braithwaite, 2004; Ortega & Del Rey, 2008). ◆

Psicología Iberoamericana | Variables que diferencian a estudiantes de secundarias con y sin reportes de bullying... | 39
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Validación de un formato simplificado


del Inventario de Depresión de Beck (BDI-2)
Validation of a Simplified Form of Beck Depression Inventory (BDI-2)

José Moral de la Rubia*


Universidad Autónoma de Nuevo León

RESUMEN
Retomando un estudio previo que desarrolló con éxito una versión de aplicación simplificada del Inventario de
Depresión de Beck, que hace más fácil su lectura y compresión, se hizo lo mismo con su segunda edición (BDI-2)
(Beck, Steer & Brown, 1996). Así, el objetivo de esta investigación fue estimar la consistencia interna, distribución, es-
tructura factorial y validez concurrente de un formato simplificado del BDI-2. Se aplicaron de forma individual el BDI-
2, las escalas de estrés percibido de Cohen, Kamarck y Mermelstein (1983) y ansiedad-rasgo de Spielberger, Gorsuch y
Lushene (1970), así como algunas preguntas sobre las creencias en las profecías del final del mundo a 424 participantes
procedentes de Monterrey y con una media de 27 años. El muestreo fue no probabilístico, con cuotas equivalentes
de sexos. La escala presentó una consistencia interna alta. La distribución del puntaje total del BDI-2 fue asimétrica
positiva. La estructura de dos factores correlacionados (síntomas cognitivo-emocionales y somático-motivacionales)
presentó un ajuste adecuado por Mínimos Cuadrados Generalizados. Las mujeres y los creyentes en las profecías del
final del mundo promediaron más alto. Las correlaciones con rasgo de ansiedad y estrés percibido fueron moderadas.
Se concluye que el formato ahorra espacio y tiempo, facilita la lectura y compresión, además posee tan buenas propie-
dades psicométricas de consistencia y validez como la escala original.
Palabras clave: BDI, depresión, neuroticismo, estrés, creencias, psicometría.

ABSTRACT
Considering a previous study that successfully developed a simplified application version of Beck Depression Inventory
that makes easier its reading and compression, the same was done with the second edition (BDI-2; Beck, Steer, & Brown,
1996). So the aims of this study were to estimate the internal consistency, distribution, factor structure and concurrent
validity of a simplified form for the BDI-2. The BDI-2, the perceived stress scale (Cohen, Kamarck, & Mermelstein, 1983)
and the trait-anxiety scale (Spielberger, Gorsuch ,& Lushene, 1970), and some questions about the belief in the doomsday
prophecies were applied individually to 424 participants of the general population, from Monterrey, and with an average
of 27 years old. The sampling was non-probability with gender equivalent quotas. The distribution of BDI-2 total score was
positively skewed. The correlated two-factor structure (cognitive-emotional symptoms and somatic-motivational symp-
toms) showed an adequate fit to the data by Generalized Least Squares. Women and 2012 doomsday prophecy believers
averaged higher. Correlations with trait-anxiety and perceived stress were moderate. It is concluded that this application
format saves space and time, facilitates reading and compression, and has as a good psychometric properties of consistency
and validity as the original scale.
Keywords: BDI, depression, neuroticism, stress, psychometrics.

*
Recibido: 31 de octubre, 2012 - Aceptado: 23 de marzo, 2013
e-mail: jose_moral@hotmail.com

42 | Psicología Iberoamericana | José Moral de la Rubia


INTRODUCCIÓN (11) es significativamente mayor que la de los hom-
La depresión es un trastorno del estado de ánimo, ca- bres (8). Con base en el criterio de Cattell se definen
racterizado por tristeza o irritabilidad, abatimiento e dos factores que explicaron el 39.47% de la varianza
infelicidad, y que puede ser transitorio o permanente total. El primero, de 11 ítems, corresponde a síntomas
(Beck, 2006). Belló, Puentes, Medina-Mora y Lozano cognitivo-emocionales de depresión (α=.87); el segun-
(2005) reportaron que la prevalencia de depresión ma- do, de 10 a síntomas somático-motivacionales (α=.85).
yor bajo los criterios de la cuarta edición del manual Por Mínimos Cuadrados Generalizados los índices
diagnóstico y estadístico (DSM-IV-TR) de la Asocia- de ajuste son adecuados (χ2/gl=1.86, RMSEA=.07,
ción Psiquiátrica Americana (apa, 2000), en adultos GFI=.83, AGF=.80). Al reducir a cinco indicadores por
de población general en México en el año anterior a la factor el modelo factorial presenta mejor ajuste (χ2/
aplicación de la encuesta, fue de 4.5%, con 5.8% en mu- gl=2.22, RMSEA=.06, GFI=.92 y AGFI=.88). Además
jeres y 2.5% en hombres. se obtienen evidencias de validez, con correlaciones di-
Existen varias escalas para evaluar depresión en rectas y moderadas con afecto negativo medido por la
adultos, como la de Zung (1965), Hamilton (1967) Escala de Afecto Positivo y Negativo (PANAS) de Wat-
y Goldberg, Bridges, Duncan y Grayson (1988). El son, Clark y Tellegen (1988) (rS=.56), severidad de
Inventario de Depresión de Beck (BDI) es uno de los síntomas somáticos con la escala creada por Woolfolk
instrumentos de medida de sintomatología depresiva y Allen (2007) (rS=.43) y alexitimia con la escala de
más usados, tanto en población clínica como en ám- Bagby, Parker y Taylor (1994) (rS=.41), e inversa y baja
bitos de investigación con población general (García, con afecto positivo medido por el PANAS (rS=-.18).
Rivera, Reyes & Díaz, 2011; Penley, Wiebe & Nwosu, Debe señalarse que los 21 ítems del BDI suelen
2003). Desde su creación, en 1961, ha recibido revi- presentar, en diversos estudios, indicios claros de uni-
siones menores, como el BDI-1A (Beck, Steer, Ball & dimensionalidad, ya que las correlaciones entre los dos
Ranieri, 1996), de las cuales la más reciente e impor- factores son altas; no obstante, el ajuste del modelo de
tante es la que se publicó en 1996, de la cual surge el dos factores correlacionados es superior al unidimen-
BDI-2 (Beck, Steer & Brown, 1996). sional, además de ofrecer mayor valor heurístico (Beck,
El BDI se basa en las descripciones verbales que se Steer & Brown, 1996; Beck, 2006; Moral, 2011).
usan con más frecuencia por los pacientes diagnostica- Del estudio de Moral (2011) se desprende que las
dos con depresión, ajustándose bien a la definición del propiedades psicométricas de consistencia interna y va-
trastorno depresivo mayor de la Asociación Psiquiá- lidez de la escala original pueden mantenerse equiva-
trica Americana (apa) en la tercera edición de su ma- lentes con el formato simplificado de aplicación que
nual diagnóstico y estadístico (DSM-III). Precisamente, no sólo ahorra espacio y tiempo, sino que resulta más
el BDI-2 se creó para adaptar el inventario a los crite- sencillo de leer y comprender. Este ahorro tiene en sí
rios de depresión mayor de la cuarta edición del DSM gran valor en investigaciones realizadas en población
(Beck, 2006). general en las que se aplican varios instrumentos, pero
Moral (2011), desde la primera versión del BDI, es más importante hacer una lectura y comprensión
desarrolla un formato simplificado de administración. más fáciles cuando se evalúa a una población con pro-
En lugar de emplear una oración para cada opción de blemas de atención y fatiga, como es la de pacientes
respuesta (cuatro opciones para cada una de las 21 deprimidos (Shenal, Harrison & Demaree, 2003).
preguntas), genera un enunciado que se responde en El estudio de la versión original del BDI se justificó
una escala tipo Likert de cuatro puntos, de 0 “no” a por su amplio uso en atención primaria, aún hoy en día
3 “sí, mucho”. Estudia las propiedades psicométricas (Myers & Winters, 2002; Ruscio & Ruscio, 2002). No
de este nuevo formato en una muestra de participan- obstante, considerando que existe una versión más re-
tes voluntarios conformada por 100 parejas casadas ciente (Beck, Steer & Brown, 1996), cuyo uso está más
mexicanas. La escala muestra una consistencia inter- extendido, se consideró relevante desarrollar un forma-
na alta (α=.91). Su distribución es asimétrica positiva to simplificado de la misma.
(M=11.36 y DE=9.95), y la mediana de las mujeres

Psicología Iberoamericana | Validación de un formato simplificado del Inventario de Depresión de Beck | 43


Por la afinidad como afectos negativos y relación Según lo que se expuso y se argumentó anterior-
temporal de la depresión con la ansiedad, tanto estado mente, esta investigación tiene como objetivos: de-
como rasgo (Watson, 2000), el BDI ha sido con fre- sarrollar un formato tipo Likert de respuesta para el
cuencia validado en relación con escalas que miden es- BDI-2; contrastar una estructura de dos factores co-
tos constructos (Beck, 2006), siendo las correlaciones rrelacionados frente a la de un factor general; descri-
moderadas, de .40 a .60 (Hammen, 2005). bir la distribución y estimar la consistencia interna del
Se define rasgo de ansiedad o neuroticismo a la puntaje total y los factores; comparar diferencias de
tendencia persistente a sobrerreacionar ante estímulos medias entre ambos sexos en el puntaje total y los fac-
novedosos o amenazantes y mostrar gran sensibilidad tores; asimismo, estudiar la relación de los mismos con
al castigo y el daño; por el contario, si esta sobrerreac- neuroticismo, estrés y creencias en las profecías apoca-
tividad y sensibilidad son transitorias, usualmente por lípticas del año 2012 para aportar pruebas de validez
sobrecargas de estresores, se habla de estrés o ansie- concurrentes.
dad estado (Boksema, Topsa, Westera, Meijmana & Se espera un ajuste adecuado a los datos del mode-
Lorist, 2006). Uliaszek et al. (2010) observaron a través lo de dos factores correlacionados (síntomas cognitivo-
de correlaciones parciales que el neuroticismo es una afectivos y somático-motivacionales) y superior al mo-
variable que media en la correlación entre la ansiedad delo unidimensional, valores de consistencia interna
estado o estrés, y la depresión, además de ser un antece- altos, distribuciones asimétricas positivas, correlacio-
dente importante de ambos estados de afecto negativo. nes moderadas con rasgo de ansiedad y estrés, mayores
Precisamente, las personas con rasgos de neuroticismo medias en mujeres y en los que creen en las profecías
tienden a sufrir más estrés y depresión a comparación del final del mundo
de aquellas sin este rasgo. Además, ambos estados afec-
tivos tienden a solaparse más (Malouff, Thorsteinsson & MÉTODO
Schutte, 2005). Así, la correlación de la depresión es más La presente investigación es un estudio instrumental,
alta con el rasgo de ansiedad que con el estrés, en un descriptivo-correlacional con un diseño no experimen-
rango moderado ambas; además, la correlación entre tal transversal.
depresión y estrés se debilita si se parcializa el efecto del
neuroticismo (Uliaszek et al., 2010). Participantes
El BDI nunca se ha estudiado en relación con las Se realizó un muestreo no probabilístico. Se recolectó
creencias apocalípticas, esto es, creer que el mundo una muestra con cuotas equivalentes de sexos, de 424
pronto se acabará, cuando se puede esperar una aso- participantes (212 mujeres y 212 hombres) de pobla-
ciación directa (Moral, 2012) y servir así como una ción general, provenientes del área metropolitana del
prueba adicional de validez convergente. Una posible estado de Nuevo León, con un rango de edad de 18
explicación de la creencia en las profecías del fin de a 65 años, media de 27.09 y desviación estándar de
mundo como las del 2012, sería la tendencia al pen- 11.25. El 3% (11 de 424) reportó tener estudios de pri-
samiento mágico y la adhesión a ciertos movimientos maria, 9% (39) de secundaria, 22% (95) media-supe-
religiosos con postulados apocalípticos (Lawrence & rior y 66% (279) universitarios. El 76% (324 de 424)
Peters, 2004). No obstante, también se podría consi- dijo ser católico, 7.5% (32) cristiano no católico, 2% (7)
derar el estado de ánimo. Las personas que sufren an- otra religión, 10% (42) ninguna en particular y 4.5%
siedad o están deprimidas pueden albergar deseos de (19) agnóstico o ateo.
que todo acabe para aliviar su sufrimiento y el pesar
de la vida, especialmente con un hecho que afecte a Instrumentos
toda la humanidad y que no implique la responsabi- Escala de estrés percibido (Percieved Stress Scale [PSS14];
lidad de un pensamiento suicida. Así, la mayor con- Cohen, Kamarck & Mermelstein, 1983). Se emplea la
vicción en las creencias apocalípticas podría tener su adaptación a población mexicana de González y Lan-
origen en un estado de ánimo negativo, concretamente dero (2007). La escala evalúa el grado en que los par-
de ansiedad y depresión (Moral & Tovar, 2012). ticipantes valoran las situaciones del último mes como

44 | Psicología Iberoamericana | José Moral de la Rubia


impredecibles y fuera de control. Consta de 14 ítems Procedimiento
tipo Likert con un rango de cinco puntos, de 0 “nunca” Se realizó un estudio descriptivo-correlacional con un
a 4 “siempre”. Para obtener la puntuación total de PSS diseño ex posfacto transversal. Los encuestadores fue-
se deben invertir las puntuaciones de los ítems: 4, 5, ron estudiantes de psicología que cursaban una asigna-
6, 7, 9, 10 y 13 (restando a 4 el valor del ítem) y sumar tura de investigación, en la cual se requería colaborar
los 14 ítems. El rango varía entre 0 (mínimo estrés) y en un trabajo de campo como parte de los créditos.
56 (máximo). El valor del coeficiente alfa para los 14 Se pidió a cada alumno aplicar el cuestionario a ocho
ítems en muestras estadounidenses varió de .84 a .86 mujeres y ocho hombres adultos, independientes entre
(Cohen et al., 1983) y fue de .83 entre estudiantes uni- sí, dejando que el participante contestase por sí mismo
versitarios mexicanos (González & Landero, 2007). La (autoinforme).
escala consta de dos factores correlacionados: control El cuestionario era respondido en presencia del
del estrés con los siete ítems inversos y estrés descon- encuestador, apoyando al participante en caso de du-
trolado con los siete ítems directos. das; o bien era entregado y recogido posteriormente,
Escala de rasgo del Inventario de Ansiedad (State comprobando que se hubiera respondido a todos los
Trait Anxiety Inventory- Trait scale [TA], Spielberger, ítems. En caso de omisiones, se solicitaba la respuesta
Gorsuch & Lushene, 1970). Se emplea la traducción y se prestaba apoyo para comprender la pregunta si el
realizada para población mexicana por Spielberger y encuestado así lo requería. De forma previa se dio ca-
Díaz-Guerrero (1975). Se usaron sólo los dos últimos pacitación para tal fin. El trabajo de campo se realizó
factores: el de afirmación de rasgo de ansiedad, que de abril a julio de 2011. Se anularon ocho cuestionarios
está integrado por 13 ítems (2, 3, 4, 5, 8, 9, 11, 12, 14, por respuestas incompletas.
15, 17, 18 y 20) y el de negación del rasgo de ansiedad, Una hoja de consentimiento manifiesto informado
que está compuesto por siete ítems (1, 6, 7, 10, 13, 16 y encabezaba el cuestionario. En caso de no querer parti-
19). El formato de respuesta es tipo Likert con cuatro cipar se pedía indicar el porqué dentro de una lista de
puntos de rango, de 0 “nunca” a 3 “casi siempre”. La opciones. Se consideró que, cuando algún participante
consistencia interna de estos dos factores varía de .85 a solicitase atención psicológica, fuera canalizado a los
.87 (Spielberger & Díaz-Guerrero, 1975). servicios de la Facultad de Psicología con asistencia
Inventario de Depresión de Beck, segunda edición gratuita, lo que no ocurrió en ningún caso. Se respetó
(BDI-2; Beck, Steer & Brown, 1996) con un formato la confidencialidad de la información en el manejo de
de aplicación simplificado. El BDI-2 consta de 21 ítems los datos. Así, el estudio se ajustó a las normas éticas
tipo Likert con un rango de respuestas de 0 “nada” a 3 de investigación de la American Psychological Asso-
“mucho”. Todos son directos, lo que hace posible reflejar ciation (2002) y la Sociedad Mexicana de Psicología
una mayor puntuación más sintomatología depresiva. (2007).
También se incluye una pregunta sobre las profe-
cías del fin del mundo: ¿piensa que próximamente se Análisis de datos
cumplirán las profecías del final del mundo o de una Se calculó la consistencia interna por el coeficiente alfa
etapa evolutiva de la humanidad?, con opciones de de Cronbach. Se contrastó el ajuste de la distribución
respuesta: “sí, en el final del mundo”, “sí, en el final a una curva normal con la prueba de Kolmogorov-
de una etapa evolutiva” y “no”. Esta pregunta es ante- Smirnov, empleando la corrección de Lilliefors en el
cedida por una escala de pensamiento mágico creada cálculo de la probabilidad para obtener más potencia
por Moral (2009) que no se considera en estos análisis. estadística.
De ahí seguía el PSS-14, TAI y BDI-2. La misma se- La estructura factorial se estudió con análisis fac-
cuencia se aplicó a todos los participantes para evitar torial exploratorio y confirmatorio, desde las hipótesis
distorsiones generadas por la activación de esquemas de una solución uni o bidimensional. Para el explora-
ansiógenos o depresógenos (Beck, 2006). torio se empleó el análisis de componentes principales
con rotación Oblimín. A su vez, se contrastaron ambos
modelos por Análisis Factorial Confirmatorio (AFC).

Psicología Iberoamericana | Validación de un formato simplificado del Inventario de Depresión de Beck | 45


Los parámetros e índices de ajuste se estimaron por componentes principales y a continuación a nivel confir-
Mínimos Cuadrados Generalizados (GLS). Se mane- matorio, por mínimos cuadrados generalizados (GLS).
jaron siete índices de ajuste: función de discrepancia Por el criterio de Cattell se podría definir un úni-
(FD), estadístico chi-cuadrado (χ2), cociente entre el co componente, al ubicarse el punto de inflexión de la
estadístico chi-cuadrado y sus grados de libertad (χ2/ curva de sedimentación en el segundo autovalor (figu-
gl), parámetro de no centralidad poblacional (PNCP), ra 1). Con un componente se explica el 38.16% de la
residuo cuadrático medio de aproximación (RMSEA) varianza total, las cargas factoriales varían de .74 a .37
de Steiger-Lind, índice de bondad de ajuste (GFI) de y la consistencia interna es alta (α=.91).
Jöreskog y Sörbom y su modalidad corregida (AGFI). Hay un segundo punto de inflexión en el tercer au-
Se estipularon como valores de buen ajuste: p de χ2 > tovalor (figura 1), por lo que también se podría definir
.05, FD y χ2/gl < 2, PNCP < 1, RMSEA ≤ .05, GFI ≥ .95 una solución bidimensional. Estos dos componentes
y AGFI ≥ .90; y los valores adecuados: p de χ2 > .01, explican el 47.35% de la varianza total. Se obtiene un
FD y χ2/gl ≤ 3, PNCP ≤ 2, RMSEA < .08, GFI ≥ .85 y primer componente de síntomas cognitivo-afectivos
AGFI ≥ .80 (Moral, 2006). Para comparar el ajuste de (del 1 al 14) con consistencia interna alta (α=.90), y
los modelos de un factor general y de dos factores co- otro segundo de síntomas somático-motivacionales
rrelacionados se empleó la prueba de la diferencia de (del 15 al 21) también con consistencia interna alta
los estadísticos chi-cuadrado (Δχ2) (Yuan & Bentler, (α=.83). La correlación entre ambos componentes es
2004). significativa, directa y moderada (r=.48, p < .01).
Las correlaciones con estrés y rasgo de ansiedad Por análisis factorial confirmatorio por el méto-
se calcularon con el coeficiente producto-momento do GLS, se contrasta un modelo unidimensional [1F]
de Pearson (r). Las diferencias de medias por sexos y el de dos factores correlacionados [2F-Cor.] (figura
se contrastaron por la prueba t de Student y entre los 2). El ajuste es diferencialmente mejor para el mode-
tres grupos de creencias en las profecías de 2012, por el lo bidimensional: Δχ2 (1, N = 424) = 51.42, p < .01.
análisis de varianza. Los índices de ajuste del modelo de dos factores co-
Los cálculos estadísticos se realizaron con SPSS rrelacionados son adecuados: χ2/gl = 2.80, GFI = .88,
versión 16 y AMOS versión 16. AGFI = .85, FD = 1.24, PNCP = 0.80 y RMSEA = .06.
Todos los parámetros resultan significativos, fluctuan-
RESULTADOS do la varianza explicada de los ítems de 20 al 61%, con
Estructura factorial una media de 45%. La correlación entre ambos facto-
Los modelos de un factor general y dos factores co- res es alta (r = .77, p < .01), compartiendo el 59% de la
rrelacionados, en la matriz de correlaciones de este varianza, de ahí que son claramente discernibles.
estudio, se estudian primero a nivel exploratorio por

Figura 1. Curva de sedimentación de los 21 autovalores

46 | Psicología Iberoamericana | José Moral de la Rubia


Figura 2. Modelo estandarizado de dos factores correlacionados (estimado por GLS) para los 21 ítems del BDI-2
(modelo 2F-Cor)

Descripción de las distribuciones


La distribución del puntaje total del BDI-2 de media Kolmogorov-Smirnov (ZK-S = 2.56, p < .01), al igual que
11.58 (DE = 9.66) es asimétrica positiva y apunta- sus factores de síntomas cognitivo-afectivos y síntomas
da, no se ajusta a una curva normal por la prueba de somático-motivacionales.

Tabla 1. Consistencia interna, descriptivos y ajuste a la normalidad del puntaje total y los dos factores de BDI-2

Estadísticos Puntaje total Cognitivo-afectivos Somático-motivacionales


No de ítems 21 14 7
Consistencia
α .91 .90 .83
Rango 0-21 0-42 0-21
M 11.58 5.95 5.64
DE 9.66 6.44 4.34
S 1.16 1.68 0.73
C 1.37 3.05 0.04
P10 1 0 0
P20 3 1 2
Descriptivos
P30 5 2 3
P40 7 3 4
P50 9 4 5
P60 12 5 6
P70 15 7 8
P80 20 10 9
P90 25 14.5 12
D .12 .18 .12
Ajuste a la
ZK-S 2.56 3.67 2.49
normalidad
p* > .01 > .01 > .01

S = Sesgo, EE de S = .12. C = Curtosis, EE de C = .24. p* con la corrección de Lilliefors para distribución normal.

Psicología Iberoamericana | Validación de un formato simplificado del Inventario de Depresión de Beck | 47


Comparación entre los sexos dichas profecías. Las diferencias de medias en el pun-
Por la prueba t de Student las mujeres promedian sig- taje total y los dos factores del BDI-2 son significativas.
nificativamente más alto que los hombres en el puntaje Se contrastan las diferencias por pares por la prueba de
total y síntomas cognitivo-afectivos; sin embargo, las Tamahane (sin asumir igual de varianza) con el punta-
medias son estadísticamente equivalentes entre ambos je total y el factor de síntomas cognitivo-afectivos y por
sexos en síntomas somático-motivacionales. la prueba de la Diferencia Mínima Significativa (asu-
miendo igual de varianza) con el factor de síntomas
Validez concurrente con ansiedad y creencias somático-motivacionales.
apocalípticas Los que creen en el final del mundo promedian
Las correlaciones del puntaje total y los dos factores del significativamente más alto en el puntaje total y los dos
BDI-2 son significativas con el puntaje total y los dos factores en comparación con los que no creen en las
factores del PSS-14 y del TA, variando de .67 a -.20. profecías, y en el puntaje total y el factor de síntomas
El 7.6% (32 de 424) de los participantes manifestó cognitivo-afectivos, en comparación con los que creen
creer en las profecías de final del mundo en el 2012; en el final de una etapa evolutiva. Entre los no creyen-
37% (157 de 424) en que se terminará una etapa evolu- tes y los que creen en el final de una etapa evolutiva los
tiva de la humanidad y 55.4% (235 de 424) no cree en promedios son estadísticamente equivalentes.

Tabla 2. Diferencia de medias en el BDI-2 por sexos

Mujeres Hombres Diferencia Contraste


BDI-2
M DE M DE M EE t gl p

Puntaje total 12.60 10.29 10.57 8.90 2.04 0.93 2.18* 422 .03

S. cognitivo-afectivos 6.60 7.00 5.29 5.77 1.32 0.62 2.11** 407.19 .03

S. somático-motivacionales 6.00 4.52 5.28 4.14 0.72 0.42 1.71* 422 .09

Sexo: M = Mujer (n = 212) y H = Hombre (n = 212).


Asumiendo igualdad de varianza con base en la prueba de Levene.
**Sin asumir igualdad de varianza.

Tabla 3.Correlaciones del BDI-2 con TA y PSS-14

Depresión (BDI-2)
Ansiedad
Puntaje total Cognitivo-afectivos Somático-motivacionales

Puntaje total de estrés .51** .50** .39**

PSS-14 Control del estrés -.31** -.34** -.20**

Estrés descontrolado .39** .35** .34**

Puntaje total .67** .64** .53**

TA Afirmación de rasgos de ansiedad .64** .59** .54**

Negación de rasgos de ansiedad -.38** -.40** -.26**

p < .01. N = 424.

48 | Psicología Iberoamericana | José Moral de la Rubia


DISCUSIÓN equivalente (DM=0.22, t (423) =0.48, p =.63) a la me-
Se confirma la expectativa de dos factores correla- dia de 11.36 (DE=9.95) de otra muestra de 200 pare-
cionados con la misma interpretación y composición jas casadas neoleonesas, donde se aplicó el BDI-1 con
que la que se ha reportado en otros estudios, como el el mismo formato simplificado de respuesta (Moral,
original de Beck, Steer y Brown (1996), con un ajuste 2011). Asimismo, en una muestra de 178 estudiantes
diferencialmente superior al modelo unidimensional. universitarios estadounidenses, Wiebe y Penley (2005)
También se confirman los valores de consistencia in- obtuvieron una media de 11.50 (DE=9.2) con la ver-
terna altos para el conjunto de 21 ítems y dos factores. sión en inglés del BDI-2 en su formato de aplicación
Esta consistencia alta del conjunto de ítems justifica original y de 11.70 (DE=7.4) con la versión en español
claramente el uso del puntaje total. del BDI-2 en una muestra de 76 estudiantes hispanos.
Según la expectativa, la distribución del puntaje to- En ambos casos las medias son equivalentes con la pre-
tal se sesga hacia los valores bajos y es apuntada, lo que sente (DM=0,08, t [423] =0.18, p=.85 para la versión en
refleja ausencia de depresión en la mayoría de los par- inglés y DM=-0,11, t [423] =-0.24, p=.81 para la ver-
ticipantes, especialmente al tratarse de una muestra de sión en español). Por lo tanto, el punto de corte de 14
población general. Al ser la característica evaluada un propuesto por Beck, Steer y Brown (1996) parece bajo.
estado patológico, la distribución se aleja del modelo La diferencia entre los sexos en las escalas de depresión,
matemático de una curva normal, por lo que requiere incluyendo el BDI, es un hecho bien establecido (Beck,
ser estandarizada por los percentiles en lugar de la me- 2006; Keogh, McCracken & Eccleston, 2006), tal como
dia y desviación estándar (Sartori, 2006). también se observa en los estudios epidemiológicos
Beck et al. (1996) establecieron que puntuaciones con entrevistas estructuradas (apa, 2000; Belló et al.,
de 0 a 13 indican ausencia de depresión o síntomas mí- 2005). En la presente investigación se constata dicha di-
nimos; de 14 a 19, depresión leve; de 20 a 28, modera- ferencia, ya que se observa mayor media en mujeres, lo
da; y de 29 a 63, severa. Debe señalarse que el punto de que constituye una prueba de validez. Las mujeres, es-
corte de 14 (Beck, Steer & Brown, 1996) sería inade- pecialmente en edades fértiles, son más susceptibles a
cuado para definir depresión leve, pues corresponde los trastornos afectivos tanto por determinantes bio-
al percentil 65. La puntuación de 15, que concierne al lógicos en relación con el ciclo menstrual, que afecta
percentil 70, sería más adecuada para clasificar como a la disponibilidad de la serotonina cerebral (Toufexis,
posible caso de depresión. Si se considera que la preva- Myers & Davis, 2006), como por determinantes cultu-
lencia de la depresión en población general de adultos rales que fomentan el afrontamiento pasivo y la depen-
estadounidenses varía del 10 al 25% para las mujeres dencia interpersonal (Piccinelli & Wilkinson, 2000;
y del 5 al 12% para los varones (American Psychiatric Rocha & Díaz-Loving, 2005).
Association [apa], 2000), se podría estipular un por- Hay evidencia de validez en relación con los cri-
centaje de 10% de posibles casos de depresión en la terios convergentes de rasgo de ansiedad y estrés. La
muestra; así se requeriría una puntuación de 25 o ma- asociación es moderada, al ser constructos claramente
yor desde el percentil 90. No obstante, la estimación de discernibles (Watson, 2000). El BDI-2 comparte más
prevalencia de depresión mayor de Belló et al. (2005) varianza con el rasgo de ansiedad que con el estado de
en México es más baja y habría que acudir al percen- estrés percibido, como se esperaba. El rasgo implica
til 95 con una puntuación de 29. Esto se asemeja a lo una mayor carga de afectividad negativa crónica que
que Sanz, García, Espinosa, Fortún y Vázquez (2005) conlleva más vivencias depresivas que el estado de es-
propusieron en España con una puntuación mayor o trés (McCrae & Costa, 2004), y es un factor de riesgo
igual a 15 para población clínica en estudios de cribado tanto de estrés como depresión (Uliaszek et al., 2010).
(posible caso), e igual o mayor a 30 para diagnóstico clí- Precisamente, al parcializar el efecto de la ansiedad,
nico (caso). rasgo en la correlación entre la depresión y el estrés,
Hay que destacar que la media de 11.58 (DE=9.66) ésta pasa de ser moderada (r=.51) a ser baja (rp=.13).
del puntaje total del BDI-2 de la presente muestra neo- Aparte se podría considerar la mayor amplitud y afi-
leonesa de población general es significativamente nidad de los contenidos del TA al BDI-2 en compara-

Psicología Iberoamericana | Validación de un formato simplificado del Inventario de Depresión de Beck | 49


ción con el PSS-14. Así, Caci, Baylé, Dossios, Robert y En conclusión, se confirma la estructura de dos
Boyer (2003) remarcan que el TA incluye al menos seis factores correlacionados (síntomas cognitivo-afectivos
ítems con claro contenido depresivo. y somático-motivacionales) con un ajuste diferencial-
Dentro del BDI-2 las correlaciones son más altas mente mejor al modelo unidimensional, valores de
con el factor de síntomas cognitivo-afectivos que so- consistencia interna altos, distribuciones asimétricas
mático-motivacionales, probablemente por la mayor positivas y apuntadas que requieren ser baremadas por
especificidad para depresión de los mismos. La escala percentiles, diferencias de sexos con mayor promedio
PSS-14 no hace referencia a síntomas somáticos; por en mujeres, correlaciones moderadas con rasgo de an-
el contario, evalúa estrés percibido que es la dimensión siedad y estrés percibido, siendo mayor la correlación
cognitiva de la ansiedad; de ahí que las correlaciones con rasgo que con estrés, asimismo, promedios más al-
más bajas sean entre PSS-14 y el factor de síntomas tos en personas que creen en el final del mundo para el
somático-motivacionales del BDI-2. año 2012 en comparación con los que creen en el final
En la presente muestra domina el no creer en las de una etapa evolutiva y los no creyentes en tales profe-
profecías apocalípticas para el año 2012. Más de la mi- cías. Los resultados de estructura factorial, consisten-
tad no creen en las profecías, superando en una décima cia interna y tipo de distribución son equivalentes al
parte a los que sí lo hacen. Además, entre quienes creen, formato original de la escala publicado en 1996 y va-
es más frecuente hablar del final de una etapa evolutiva lidado en diversos países (Melipillán, Cova, Rincón &
que de final del mundo. Se argumentó que el pesimis- Valdivia, 2008; Sanz, Perdigón & Vázquez, 2003), por
mo, desgana de vivir y deseo de muerte que caracteriza lo que este formato de aplicación que facilita la lectura
la depresión motivarían un apoyo a la creencia en el fi- y compresión, además de ahorrar tiempo y espacio, es
nal del mundo bajo un deseo de que acabe el sufrimien- confiable y válido, por lo que se recomienda su uso.
to mental sin la responsabilidad del suicidio (Moral & El punto de corte de 14 es bajo para este forma-
Tovar, 2012). La asociación se confirma en este estudio, to de aplicación. Se propone una puntuación de 15 o
lo que aporta validez al formato creado para el BDI-2; mayor para clasificar como posible caso de depresión
no obstante, la confirmación del mecanismo hipoteti- desde el percentil 70 de la presente muestra, y una
zado requeriría estudios adicionales de corte cualitativo puntuación de 29 o mayor para clasificar como caso
para profundizar en la vivencia de fondo. de depresión mayor desde el percentil 95, al conside-
Dadas las características no probabilísticas de la rar una prevalencia del 5% en población mexicana con
muestra empleada, los resultados deben ser manejados base en el estudio de Belló et al. (2005).
como hipótesis para futuras investigaciones y no como Se sugiere, para futuros estudios, establecer los es-
estimaciones poblacionales. No obstante, el tamaño de tándares de la escala por medio de dos muestras pro-
la misma proporciona potencia en las pruebas de con- babilísticas de población clínica y abierta; asimismo,
traste (Murphy & Myors, 2003). Además, debe consi- confirmar los resultados de este investigación hecha en
derarse la naturaleza de autorreporte de los datos, ya una muestra no probabilística de población abierta. ◆
que éstos pueden diferir de los obtenidos por otros
medios, como entrevistas o técnicas proyectivas.

50 | Psicología Iberoamericana | José Moral de la Rubia


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52 | Psicología Iberoamericana | José Moral de la Rubia


Psicología Iberoamericana (enero-junio, 2013), vol. 21, no. 1, pp. 53-64. issn 1405-0943

Traducción al español y propiedades psicométricas


del instrumento Positivity Self Test
Spanish Translation and Psychometric Properties of the Positivity Self-Test

Laura Graciela Cortina Guzmán*


Universidad Nacional Autónoma de México
Shoshana Berenzon Gom
Instituto Nacional de Psiquiatría

RESUMEN
El propósito del presente trabajo fue traducir, adaptar, validar y determinar la confiabilidad de la auto-prueba de po-
sitividad (Fredrickson, 2009) en internet. Para ello, se tradujo el instrumento al español, se corroboró la pertinencia
cultural mediante laboratorios cognitivos, se probó por escrito y en internet con estudiantes universitarios. Se deter-
minó la estructura factorial y confiabilidad en internet en una muestra no probabilística formada por 383 estudiantes
de la Escuela de Enfermería y Obstetricia de la unam. El análisis mostró una adecuada consistencia interna total de
.79 y tres factores que explicaron el 40.65% de la varianza. Se concluye que la versión mexicana de dicha prueba posee
propiedades psicométricas adecuadas para la medición de positividad en universitarios mexicanos.
Palabras clave: adaptación, estudiantes, positividad, internet, validez y confiabilidad.

ABSTRACT
The purpose of this study was to translate, adapt, validate and determine the reliability of self test positivity (Fredrickson,
2009) on the Internet. To do this, the instrument was translated into Spanish, cultural relevance was corroborated by cog-
nitive laboratories and tested in writing, and online college students. We determined the factor structure and reliability on
the Internet in a nonrandom sample consists of 383 students from the School of Nursing and Obstetrics at the unam. The
analysis showed a total internal consistency .79 and three factors that accounted for 40.65% of the variance. We conclude
that the Mexican version of the test has adequate psychometric properties for measuring positivity in Mexican university.
Keywords: adaptation; students; positivity, internet, validity and reliability.

*
Recibido: 1 de noviembre, 2012 – Aceptado: 25 de marzo, 2013
Correspondencia: Laura Graciela Cortina Guzmán, Av. Universidad 3000, C. P. 04510, México, D. F.
e-mail: cortinaguzman@gmail.com, tel. (52) (044) 55 29 47 04 43.

Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 53
INTRODUCCIÓN desarrollo de recursos físicos, sociales y psicológicos,
Por mucho tiempo las emociones negativas1 han te- los cuales, a su vez, contribuyen de manera significativa
nido presencia en la investigación psicológica, procu- a la resiliencia, la salud y el bienestar (Forgas, 2002; Fre-
rando explicar su relación con lo que altera la salud drickson & Joiner, 2002; Waugh & Fredrickson, 2006;
mental o propicia la enfermedad (Fredrickson, 2003). Aspinwall, 2001; Keyes, 2002; Lyumbormisky, King
Sin embargo, en los últimos años, los psicólogos posi- & Diener, 2005; Pekrun, Goetz, Titz & Perry, 2002;
tivos sustentan científicamente que las emociones po- Tugade & Fredrickson, 2007).
sitivas2 son elementos básicos para el funcionamiento Una variedad de resultados empíricos apoyan es-
óptimo (Lynley & Joshep, 2004) y el bienestar (Ryan tos fundamentos, demostrando que en relación con
& Deci, 2000) de las personas. Este renovado interés la salud, las emociones positivas inducidas reducen la
sostiene que las emociones positivas no sólo hacen probabilidad de enfermar evitando la incapacidad y el
sentir bien (Compton, 2005), sino que cumplen una deterioro físico, lo que facilita la longevidad con me-
función adaptativa y son un medio para alcanzar el nores condiciones mórbidas, inmunológicas y car-
bienestar a largo plazo (Fredrickson, 2001; Seligman & diacas. Además, ayudan a la recuperación fisiológica
Csikszentmihalyi, 2002; Vázquez, Hervás & Ho, 2006). provocada por las emociones negativas y fortalecen al
En cuanto a la función adaptativa, la literatura individuo frente a la depresión (Cohen, Doyle, Turner,
señala por un lado, que las emociones negativas son Alper & Snoker, 2003; Danner, Snowdon & Friesen,
soluciones eficientes a problemas recurrentes e inme- 2001; Fredrickson, Mancuso, Branigan & Tugade
diatos (Fredrickson, 2004). Por ejemplo, ante un sen- 2000; Fredrickson, Tugade, Waugh & Larkin, 2003;
timiento de miedo surge la necesidad de huir por lo Gable & Impett, 2003; Keyes, 2007; Ostir et al., 2002;
que el organismo se prepara para movilizarse. A esta Ostir, Markides, Black & Goodwin, 2000; Pressman &
reacción se le conoce como tendencia especifica de Cohen, 2005).
acción, la cual permite actuar con rapidez y decisión Claramente esto sugiere que las emociones posi-
como forma natural de selección humana y universal tivas son el polo opuesto de las negativas, y el único
(Tooby & Cosmides, 1990; Oatley & Jenkins, 1996). componente para proteger la salud; sin embargo, los
Por otra parte, muestra que las emociones positi- psicólogos positivos sostienen que son una parte de
vas, a pesar de parecer desvinculadas de la acción in- la estructura afectiva de la vida de una persona y un
mediata, cumplen otra función no menos importante extremo de la misma dimensión, cuyo balance asocia-
relacionada con el comportamiento adaptativo: el pen- do a pensamientos y actitudes, en un momento, dado
samiento-acción; por ejemplo, al vivir la alegría surge determina la salud mental positiva (Fredrickson &
la necesidad de jugar, explorar, manifestar y compar- Losada, 2005; Keyes, 2002, 2007). En apoyo a esta idea
tir esa emoción con otros, incluso, bajo ese estado se Fredrickson, Tugade, et al. (2003) han demostrado que
manifiesta la creatividad (Isen, 1999). De este modo vivir emociones tanto positivas como negativas es in-
ambas emociones involucran cambios coordinados de evitable y además útil; por ejemplo, atravesar por even-
pensamientos, acciones y respuestas fisiológicas que tos adversos como el duelo, puede privar a las personas
conducen a la adaptación humana (Fredrickson, 1998; de ejercer roles productivos y afectuosos; sin embargo,
Fredrickson & Branigan, 2005). proporcionar un significado positivo a la circunstancia
No obstante, además de la evidencia con respec- también puede impulsar a las personas a sentirse bien,
to al valor adaptativo del afecto, los estudios señalan a enfrentar la adversidad para salir adelante y lograr la
que el conjunto de pensamientos y acciones originados satisfacción en la vida (Fredrickson & Losada, 2005).
particularmente por los buenos sentimientos facilita el En concreto, esta perspectiva sostiene que en con-
traste con el beneficio adaptativo de las emociones
1
Las emociones negativas son sensaciones desagradables que concentran negativas (inmediato en situaciones de amenaza), los
la atención en la toma de decisiones para lo que se percibe como una sentimientos positivos construyen los recursos cogni-
amenaza (Carr, 2007).
2
Las emociones positivas son sensaciones agradables que facilitan la tivos, conductuales, físicos y sociales que llevan indi-
atención sobre el entorno físico y social de forma consciente (Carr, 2007). rectamente, y a largo plazo, a la adaptación, asumiendo

54 | Psicología Iberoamericana | Laura Graciela Cortina Guzmán · Shoshana Berenzon Gom


individuos más sanos y más integrados a la sociedad dificultades que han tenido los científicos al considerar
(Fredrickson & Losada, 2005; Keyes, 2002, 2007). la salud mental en términos positivos.
A pesar del esfuerzo de los investigadores para es- Desde ese punto de vista ha sido de suma impor-
clarecer el papel que juegan las emociones positivas en tancia el diseño de herramientas fiables para establecer
el óptimo funcionamiento psicosocial individual y co- el estado emocional de los individuos de manera in-
lectivo, la psicología necesita más estudios que apoyen tegrada y estandarizada en conjunto con los diversos
el uso de estas emociones y sirvan de parámetro para aspectos de la salud. En el presente trabajo se hace re-
mejorar la vida de las personas. En este sentido, resulta ferencia a algunas características de los estudios que
de especial interés apuntalar el desarrollo de instru- han dado origen al instrumento de nuestro interés (ver
mentos basados en la detección de emociones positi- tabla 1).
vas para ser promovidas y encaminadas a soslayar las

Tabla 1. Estudios comprometidos en el desarrollo de la prueba de positividad

Estudio Escala Descripción Objetivo Alfa de Cronbach

Alegría .76
Sorpresa.87
10 emociones básicas y su Ira .75
combinación con tres adjetivos Evaluar experiencia Disgusto .85
Escala diferencial
relacionados para cada una. individual de las Desprecio .68
Izard 1977 de emociones
Intensidad emocional en una emociones en una Vergüenza .73
(DES)
escala de cinco puntos que van de situación dada. Culpa .68
nada a extremadamente. Miedo .78
Interés .83
Tristeza .77

Modificación del DES.


Probar el efecto
20 reactivos. Dos dimensiones
Fredrickson, Tugade, protector de las
(positiva, negativa). Frecuencia Escala positiva .79
Waugh y Larkin DES-M emociones positivas
emocional en una escala de cinco Escala negativa .69
(2003) ante la depresión y
puntos que van de nunca a la
eventos adversos.
mayor parte del tiempo.

20 reactivos Establecer la relación


Fredrickson y Losada DES -M Intensidad emocional en una entre el afecto
NM
(2005) escala de cinco puntos que van de positivo y la salud
nada a extremadamente. mental floreciente.

Escala positiva
Comprobar la
Tiempo 0 .79
20 reactivos relación de altas
Tiempo 1 .79
Frecuencia e intensidad en una tasas de positividad
Waugh y Fredrickson Tiempo 2 .89
DES -M escala de cinco puntos (nada con la formación de
(2006) Escala negativa
a extremadamente, nunca a la relaciones sociales
Tiempo 0 .80
mayor parte del tiempo). en tres muestras y
Tiempo 1 .84
tiempos diferentes.
Tiempo 2 .82

20 reactivos divididos
equitativamente en dos Medir la proporción
Prueba de dimensiones: positiva y negativa. de afecto positivo y
Fredrickson (2009) NM
Positividad Intensidad en escala de cinco negativo en relación
puntos que van de nada a a la salud mental.
extremadamente.

Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 55
Originalmente, Izard (1977) diseñó la escala dife- za, culpa, miedo, pena) a tres muestras en tres tiempos
rencial de emociones (des, por las siglas en inglés de respectivamente (0 = 3 semanas, 1 = una semana, 2 =
Differential Emotions Escale) para conocer la intensi- un mes (28 días). Recurrieron a la razón de positividad
dad de 10 emociones básicas.3 La estructura contiene y probaron que ésta predice de manera significativa la
un trío de palabras relacionadas para cada emoción, formación de una relación social y la comprensión ha-
por ejemplo, interés: atento/concentrado/alerta. Tal cia otras personas.
conjunto de adjetivos, actualmente, conforma las dis- En suma, estos trabajos han dado origen a la me-
tintas versiones del des con instrucciones particulares dida propuesta por Fredrickson (2009) para conocer
y escalas de múltiples puntos para medir tanto senti- la proporción de emociones positivas y negativas rela-
mientos actuales como rasgos afectivos (experiencia cionada con la salud mental floreciente o el estado de
emocional a través del tiempo) (Izard, 1977). languidez4 de una persona: la auto prueba de positi-
Más adelante, Fredrickson, Tugade, et al. (2003), vidad (Positivity Self Test). La prueba se describe más
emplearon el des; agregaron ocho emociones positi- adelante, en el apartado de instrumento.
vas (diversión, asombro, contento, gratitud, esperanza, Al respecto, puede observarse la normalización
amor, orgullo, deseo sexual) a las ya existentes (alegría establecida para universitarios estadounidenses con
e interés) y conservaron las ocho emociones negativas medidas confiables y válidas. No obstante, es de suma
(ira, tristeza, miedo, disgusto, desprecio, vergüenza, cul- importancia reconocer que la respuesta emocional se
pa, timidez) propuestas por Izard en 1977. Los autores manifiesta de acuerdo con el contexto social y cultural.
concluyeron que las emociones positivas protegen de Es así que el objetivo de este trabajo fue traducir
la depresión y ayudan a las personas resilientes a pro- y adaptar al español el Positivity Self Test para llevar
gresar después de experimentar dificultades en la vida. a cabo la validación del instrumento en una muestra
Posteriormente, Fredrickson y Losada (2005), con universitaria mexicana. Lo anterior con el fin de contar
base en la teoría de ampliación y construcción de las con una herramienta para posteriores investigaciones
emociones positivas y el modelo dinámico no lineal relacionadas con la positividad.
(Fredrickson, 1998; Losada, 1999) utilizaron el des pa-
ra calcular y comparar la proporción de afecto positi- MÉTODO
vo y negativo; durante 28 días evaluaron en un sitio de
internet el grado en que cada emoción positiva (diver- Participantes
sión, asombro, compasión, gratitud, esperanza, interés, El proceso de adaptación incluyó a 88 estudiantes
amor, orgullo, deseo sexual, alegría, contento) fue expe- de ambos sexos inscritos en la Escuela Nacional de
rimentada por lo menos moderadamente (≥ 2) y cada Enfermería y Obstetricia de la Universidad Nacional
emoción negativa (ira, desprecio, disgusto, pena, mie- Autónoma de México. De los cuales, 10 fueron exa-
do, culpa, tristeza, vergüenza) al menos un poco (≥ 1). minados (50% mujeres, 50% hombres) con el méto-
El resultado determinó que la relación de afecto positi- do de laboratorio cognitivo, 70 participaron (58 mu-
vo con la salud mental floreciente está en y por encima jeres, 12 hombres) en una aplicación escrita y ocho
de una proporción de 3:1 (razón de positividad). más comprobaron el uso del instrumento en internet.
En otro momento, Waugh y Fredrickson (2006) Finalmente, para el proceso de validación se conformó
aplicaron el des en internet con una escala de 11 emo- una muestra no probabilística intencional con 383 es-
ciones positivas (asombro, diversión, alegría, agrade- tudiantes universitarios (84% mujeres, 16% hombres)
cimiento, contento, optimismo, interés, amor, orgullo, entre 17 y 43 años con edad promedio de 20.69 + 3.70
simpatía, sorpresa) y una escala de ocho emociones
negativas (enojo, desprecio, vergüenza, disgusto, triste- 4
El florecimiento es un estado de salud mental, caracterizado por altos
niveles de bienestar subjetivo, psicológico y social, asociados con una alta
proporción de afectividad positiva. Por su parte, en la languidez, aunque
3
Una emoción básica es un conjunto de componentes neurales y corpo- también se le considera un estado de salud mental, se combinan bajos
rales innatos de expresión universal, y de sentimientos/motivaciones no niveles de bienestar subjetivo, psicológico y social, asociados con mayor
conscientes que convergen en funciones biológicas y sociales, esenciales presencia de afecto negativo (Keyes, 2002, 2005, 2007; Ryan & Deci, 2000;
para la evolución y la adaptación (Izard, 2007). Westerhof & Keyes, 2010).

56 | Psicología Iberoamericana | Laura Graciela Cortina Guzmán · Shoshana Berenzon Gom


años inscritos en el primer (45%), tercero (22%), quin- Instrumento
to (28%) y séptimo (4%) semestres de la carrera y es- La versión del Positivity Self Test (Fredrickson, 2009)
cuela antes mencionada. Del total de la muestra, 89% está compuesta por 20 reactivos que evalúan la expe-
era soltero(a) y 69% católico(a) al momento de este riencia emocional con base en la proporción entre el
estudio (ver tabla 2). afecto positivo y el negativo. Cada reactivo consiste en
un trío de palabras que comparten semejanza (diverti-
Tabla 2. Características sociodemográficas de la muestra do, juguetón, simplón), al que los sujetos responden de
(n = 383) acuerdo con el grado en que las experimentan en cinco
puntos de anclaje, que van del 0 al 4, los cuales sig-
Variables f % nifican 0=Nada, 1=Un poco, 2=De forma moderada,
3=Mucho y 4=Muchísimo. La calificación se obtiene
Edad de la división entre el número total de reactivos po-
sitivos experimentados por lo menos moderadamente
17-21 286 74.7
(≥ 2) y el número total de reactivos negativos sentidos
al menos un poco (≥ 1). El resultado es indicativo de
22-25 78 20.2
florecimiento si es igual o mayor a una razón de 3.1:1,
27-36 14 3.7 y de languidez si se encuentra por debajo de este. La
implementación de esta herramienta abarca tanto los
40 y más 5 1.3 escenarios físicos como virtuales (internet). Como se
describe más adelante, ambas modalidades fueron uti-
Estado civil lizadas en el presente estudio.

Soltero(a) 340 88.8 Procedimiento


Inicialmente, el instrumento fue traducido al español y
Unión libre 16 4.2
retraducido al inglés por dos pares de expertos traduc-
tores en ambos idiomas. Después, esta versión fue so-
Casado(a) 17 4.4
metida al conocimiento de otros dos traductores para
Separado(a) 7 1.8 una última traducción al español. Más tarde un grupo
de psicólogos acordó la pertinencia cultural. Con la
Divorciado(a) 1 .3 versión resultante se entrevistó a 10 alumnos de forma
individual mediante el método de laboratorio cogniti-
Viudo(a) 2 .5 vo concurrente5; se exploró el significado de conceptos
clave (p. e. “enojado”, “asombrado”, “orgulloso”, entre
Religión otros), las alternativas para expresar el mismo concep-
to y las formas de explicarlo a alguien más. La informa-
Católico(a) 266 69.5
ción fue discutida y concluida por psicólogos para la
Creyente 49 12.8
redacción final. En este sentido, el laboratorio cogniti-
vo corroboró la calidad en la interpretación de las dife-
Ninguna 41 10.7 rentes culturas involucradas (Nolin & Chandler, 1996).

Cristiano(a) 26 6.8
5
Los laboratorios cognitivos pueden aplicarse de manera individual o
Otra 1 .3 grupal para construir o adaptar un instrumento. Se clasifican en dos gru-
pos: el primero comprende métodos concurrentes, los cuales consisten
en proporcionar en un momento único información, articular el signifi-
cado y/o recordar un proceso mental; el segundo comprende los métodos
retardados, donde las tareas cognitivas se llevan a cabo después de ha-
ber respondido la pregunta (Nolin & Chandler,1996).

Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 57
Con la finalidad de asegurar la comprensión del Antes de las entrevistas, aplicaciones escritas y vía
instrumento se solicitó el consentimiento de profesores internet, los directivos de la institución educativa y los
para ceder sus horarios de clase. Después, 70 estudian- participantes fueron notificados del consentimiento
tes completaron de forma individual una impresión en informado con la explicación del objetivo del estudio,
papel de la prueba y un cuestionario de evaluación so- las condiciones de voluntariedad, confidencialidad y
bre la misma. Al final, se analizaron todos los comen- anonimato.
tarios, eliminando las confusiones en instrucciones,
reactivos y ejemplos. RESULTADOS
Al término de la aplicación escrita se probó la via- Traducción y adaptación al contexto cultural
bilidad del instrumento para ser respondido en inter- Se realizó la traducción y retraducción de la versión ori-
net. Al principio se contrató un sitio seguro de internet ginal por expertos traductores en ambos idiomas y en
y se adecuó el contenido de la prueba a las caracterís- psicología clínica. La versión final resultó del acuerdo
ticas del mismo. Posteriormente se estableció contacto entre investigadores en psicología con especialidad en
con los alumnos en el horario escolar y se les solicitó psicometría. Se determinó el empleo de los términos
su colaboración. Después de informarles el propósi- más comprensibles y adecuados a la cultura con el mé-
to del estudio, ocho participantes proporcionaron un todo de laboratorio cognitivo, por el cual se compro-
correo electrónico mediante el cual se les comunicó el bó la constancia de sinonimia entre las palabras que
vínculo de acceso a la prueba y las instrucciones para componen cada reactivo, por lo que se realizaron mo-
responderla; se les pidió contestar a todas las preguntas dificaciones. Se eliminaron los términos ambiguos y
con sinceridad, haciendo hincapié en la importancia se conservaron los que mejor expresaron a la emoción
de reenviar un correo electrónico con las ventajas e in- principal.
convenientes que experimentaron durante el proceso.
El tiempo que llevó a los participantes responder en Análisis de reactivos
línea fue de 15 minutos, aproximadamente. Es impor- La aplicación de la prueba t de Student demostró el
tante mencionar que la página permaneció abierta las adecuado poder de discriminación de los reactivos
24 horas del día y el acceso se pudo realizar desde cual- (p=.000).
quier equipo de cómputo con internet.
Por otro lado, la información en el sitio de internet Validez factorial
se presentó en el siguiente orden: a) propósito del es- La evaluación de la matriz de datos empleando el ín-
tudio, b) instrucciones de respuesta, c) cuenta de co- dice de adecuación de la muestra Kaiser-Meyer-Olkin
rreo electrónico para resolver dudas, d) información (KMO) con valor de .854 y la Prueba de Esfericidad de
sociodemográfica, e) instrumento y f) agradecimiento. Bartlett situada en x2 = 2799.705, p = .000 indicaron la
Además, se dispuso del envío automático de la infor- pertinencia para realizar el análisis factorial. Para éste
mación a una base datos, una vez que el respondiente se consideraron los reactivos con pesaje factorial ≥.40
cumplió con el total de preguntas. y se definieron como factores a partir de tres reactivos
Por último, la versión definitiva se aplicó en in- (ver tabla 3).
ternet (en las condiciones antes mencionadas) a 383 El análisis factorial exploratorio mediante el méto-
estudiantes que aceptaron ayudar a las investigadoras do de componentes principales con rotación Varimax
a conocer las emociones que experimentan los uni- arrojó tres factores que integraron 20 reactivos, expli-
versitarios y a beneficiarse de un curso presencial de cando 40.65% de la varianza total.
bienestar emocional6. Al concluir, se evalúo la validez Los resultados del análisis factorial determinaron
y confiabilidad de dicho instrumento. “renombrar” las agrupaciones para dar lugar a una lec-
tura válida y congruente del constructo.
6
El curso de bienestar emocional se proporcionó de forma gratuita a Los factores obtenidos fueron: 1) componente emo-
los participantes que completaron la medida de positividad; consistió
en cinco sesiones de cuatro horas cada una con temas reportados en la
cional positivo (10 reactivos) con disposición a senti-
investigación de la psicología positiva. mientos positivos (diversión, asombro, agradecimiento,

58 | Psicología Iberoamericana | Laura Graciela Cortina Guzmán · Shoshana Berenzon Gom


Tabla 3. Estructura factorial de la auto prueba de positividad

Variables Factor

1 2 3

¿Qué tan inspirado(a) te sentiste el día de ayer? .81

¿Qué tan interesado(a) te sentiste el día de ayer? .74

¿Qué tan esperanzado(a) te sentiste el día de ayer? .73

¿Qué tan orgulloso(a) te sentiste el día de ayer? .61

¿Qué tan alegre te sentiste ayer? .55

¿Qué tan divertido(a) te sentiste el día de ayer? .54

¿Qué tan agradecido(a) te sentiste el día de ayer? .54

¿Qué tan asombrado(a) te sentiste el día de ayer? .53

¿Qué tan amoroso(a) te sentiste el día de ayer? .52

¿Qué tan sereno(a) te sentiste el día de ayer? .47

¿Qué tan estresado(a) te sentiste el día de ayer? .71

¿Qué tan fastidiado(a) te sentiste el día de ayer? .63

¿Qué tan enojado(a) te sentiste el día de ayer? .57

¿Qué tan triste te sentiste el día de ayer? .51

¿Qué tan rencoroso(a) te sentiste el día de ayer? .43

¿Qué tan ofensivo(a) te sentiste el día de ayer? .40

¿Qué tan avergonzado(a) te sentiste el día de ayer? .69

¿Qué tan apenado(a) – o tímido(a) te sentiste el día de ayer? .58

¿Qué tan culpable te sentiste el día de ayer? .57

¿Qué tan asustado(a) –o inseguro(a) te sentiste el día de ayer? .55

Coeficientes alfa = .86 .76 .73

Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 59
esperanza, inspiración, interés, alegría, amor, orgu- cuyo denominador común es el placer (Lucas, Clark,
llo y serenidad); 2) vivencia emocional negativa (seis Georgellis & Diener, 2003).
reactivos) con sensación de malestar, desesperación y Es posible que esta clara identificación de los des-
cansancio (enojo, ofensa, rencor, tristeza, fastidio, es- criptores de afecto positivo resida en la propensión de
trés); 3) percepción emocional negativa (cuatro reacti- las personas a adaptarse con mayor facilidad a lo agra-
vos) con percepción de incertidumbre e incomodidad dable a pesar de los acontecimientos negativos de la
(asustado-inseguro, pena-timidez, vergüenza, culpa). vida (Brickman, Coates & Janoff-Bulman, 1978). No
Estos datos representan una forma de validez de obstante, Diener, Lucas y Scollon (2006) sostienen que
constructo (Kerlinger & Lee, 2002) y develan el cons- existe una tendencia de adaptación más fuerte para lo
tructo subyacente del conjunto de variables observadas negativo que para lo positivo. A pesar de que ambas
y diferenciadas bajo el cual se agrupan los reactivos de posturas son susceptibles de futuras comprobaciones,
la versión mexicana del instrumento (ver Anexo). se ha documentado que el cúmulo de emociones posi-
tivas requiere de una postura intencional para alcanzar
Confiabilidad el bienestar (Fredrickson, Coffey, Pek, Cohn & Finkel,
La evaluación de la consistencia interna utilizando el 2008; Lyubomirsky, Sheldon & Schkade, 2005).
método alfa de Cronbach determinó el adecuado índi- Vivencia emocional negativa: se formó de emocio-
ce de fiabilidad global de .795 y de .899 para el compo- nes negativas (enojo, ofensa, rencor, tristeza, fastidio,
nente emocional positivo, de .768 para vivencia emo- estrés) generadas por las exigencias sociales. Esta com-
cional negativa y de .736 para percepción emocional posición quizás aborda la necesidad de cumplir con las
negativa. obligaciones escolares y familiares asumidas por esta
muestra en esta etapa del desarrollo. Estas emociones
DISCUSIÓN ponen de manifiesto lo reportado en la literatura con
Desde un punto de vista sustantivo, los resultados res- respecto al efecto que tienen para responder de ma-
ponden al propósito de contar con un instrumento vá- nera concreta (tendencias especificas de acción) a las
lido y fiable basado en las características de una mues- condiciones ambientales evaluadas como amenazantes
tra estudiantil mexicana. (Frijda, 1986; Lerner & Keltner, 2000).
El proceso de adaptación tuvo hallazgos intere- Percepción emocional negativa: conjugó emocio-
santes, en los cuales se observa una amplia gama de nes relacionadas con la evaluación o retroalimentación
adjetivos para designar emociones que reflejan la mul- externa. Este conjunto de reactivos posiblemente se
tiplicidad de los usos del lenguaje al interpretar la pre- sustente en la interpretación acerca de los significados
sencia emocional. En este sentido, la exploración de un que otros expresan en relación con determinadas con-
número mayor de adjetivos puede ampliar el conoci- ductas o circunstancias. Esta idea concuerda con los
miento sobre la expresión emocional con fundamento postulados de Ackerman, Abe e Izard (1998), quienes
en la cultura. No se encontró otro estudio que haya tra- señalan que las emociones de vergüenza, culpa y des-
ducido y utilizado este instrumento en México. precio aparecen cuando se percibe que los otros son
Por su parte, el proceso de validez comprendió agentes causales o desencadenantes de una evaluación.
un análisis factorial exploratorio de componentes Es importante destacar que las diferencias halla-
principales y rotación Varimax, en el cual las dos di- das con respecto a la estructura factorial no invalidan
mensiones (positiva y negativa) documentadas por la el instrumento, por el contrario, expresan la multidi-
autora se descomponen en tres factores, aislando una mensionalidad emocional que representa este marco
parte de los reactivos relacionados con la dimensión sociocultural. En este sentido, se evidencia la necesi-
negativa. Por ello, la agrupación resultante se precisó dad de crear nuevas preguntas de investigación para
de la siguiente manera: componente emocional positivo: conocer los procesos que se articulan en la experiencia
resultó ser el conjunto de emociones más representati- emocional.
vo para esta muestra y directamente afín con el marco Por otra parte, la consistencia interna resultó ser
teórico. Concentró el total de emociones agradables, concordante con lo documentado, así como el alfa

60 | Psicología Iberoamericana | Laura Graciela Cortina Guzmán · Shoshana Berenzon Gom


obtenido para las subescalas es muy similar en los visiones constantes sobre la fluctuación emocional que
estudios realizados (Fredrickson, Tugade et al., 2003; lleven a diluir la percepción básica de la que es sus-
Fredrickson & Losada, 2005; Waugh & Fredrickson, ceptible una única medición, y cuya tendencia se en-
2006). Con esto se comprueba que la versión mexicana cuentra frecuentemente en las opciones de respuesta
posee índices de consistencia interna adecuados. tipo Likert (Sierra, 1994; Payne, Cheng, Govorun &
En lo que respecta a las limitaciones del estudio, Stewart, 2005).
resalta el hecho de que la aplicación se sujetó a las ne- En cuanto a las aportaciones de este trabajo se en-
cesidades del objetivo por lo que no se consideraron fatiza la contribución a la investigación en el contexto
los reportes acerca de la proporción de positividad. Si de la psicología positiva y el uso del internet para me-
bien estos datos son relevantes y sería recomendable dir de forma sencilla emociones.
indagarlos, Fredrickson (2009) aconseja mantener me- Para finalizar, el instrumento de positividad en su
didas constantes (por lo menos durante dos semanas) versión en español y aplicado en universitarios mexi-
para incrementar la certeza sobre aquellas emociones canos muestra propiedades psicométricas adecuadas
que podrían propiciar un buen estado de salud. Esto para considerarse una medida válida y confiable. ◆
podría estudiarse con aplicaciones subsecuentes y re-

Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 61
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Psicología Iberoamericana | Traducción al español y propiedades psicométricas del instrumento Positivity Self Test | 63
ANEXO

Autoprueba de positividad versión en español

Las siguientes preguntas son acerca de diferentes emociones que las personas experimentan diariamente. Lee cada
oración y marca el número que indica la fuerza con que sentiste cada emoción el día de ayer.

De forma
Nada Un poco Mucho Muchísimo
moderada

¿Qué tan divertido(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan enojado(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan avergonzado(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan asombrado(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan ofensivo(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan fastidiado(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan apenado(a) o tímido(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan agradecido(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan culpable te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan rencoroso (a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan esperanzado(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan inspirado(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan interesado (a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan alegre te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan amoroso(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan orgulloso(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan triste te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan asustado (a) o inseguro(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan sereno(a) te sentiste? 0 1 2 3 4

¿Qué tan estresado(a) sentiste? 0 1 2 3 4

64 | Psicología Iberoamericana | Laura Graciela Cortina Guzmán · Shoshana Berenzon Gom


Psicología Iberoamericana (enero-junio, 2013), vol. 21, no. 1, pp. 65-78. issn 1405-0943

Implicaciones de las estrategias de adaptación


sobre la conducta proambiental en jóvenes1
Implications of Environment Adaption on Proenvironmental
Behavior in Youths

Jorge Raúl Palacios Delgado*


José Marcos Bustos Aguayo
Facultad de Estudios Superiores Zaragoza
Serafín Mercado Doménech
Universidad Nacional Autónoma de México

RESUMEN
Los objetivos de la presente investigación fueron identificar, mediante el análisis del escalamiento dimensional, los
nichos ecológicos presentes en el ecosistema humano y determinar si las características de adaptación influyen en la
conservación proambiental y en el consumo ambientalmente responsable en una muestra de jóvenes. Se evaluó la adap-
tación ambiental con una escala diseñada para este estudio, además se midió la conducta proambiental y el consumo
ambientalmente responsable con escalas validadas en población mexicana. Se seleccionó una muestra de 700 jóvenes
de entre 13 y 24 años de edad (media= 16.48) de la zona metropolitana de la Ciudad de México. El escalamiento mul-
tidimensional confirmó cuatro dimensiones claramente interpretables: adaptación al entorno natural, sociocultural,
urbano e individual. La regresión múltiple evidenció que los jóvenes que se adaptan al medio natural y sociocultu-
ral realizan acciones para conservar el ambiente, además quienes se adaptan a la naturaleza y se ajustan al entorno
urbano realizan compras amigables con el ambiente. Se discute la utilidad de los resultados a partir de la conservación
ambiental en jóvenes, así como las implicaciones para futuros estudios.
Palabras clave: adaptación ambiental, conducta proambiental, consumo responsable, escalamiento multidimen-
sional y jóvenes.

ABSTRACT
The objective of this research was to identify by means of multidimensional scaling analysis the ecological niches into the
human ecosystem and establish how the adaptation characteristics predict the proenvironmental behavior and environ-
mental sustainable consumption in youths. The environmental adaptation was measured in a newly development scale
for the purpose of the present research. The proenvironmental scale (α=.82) and environmental sustainable consumption
(α=.78) were also included in the study. The sample was constituted by 700 youths between 13 and 24 years old (mean
16.48), in México City and Metropolitan area. The results confirmed by the multidimensional scaling four interpretable
factors (natural adaption, sociocultural adaption, urban adaption and personal adaption). The regression analyses sugges-
ted the youths that use natural and sociocultural adaptations realize proenvironmental actions as well as the youths there
was adapted a natural and urban context make different types of environmental sustainable consumption. The utility of
the results are discussed from the evolutionary perspective and the implications for the adolescents are suggested.
Keywords: environmental adaptation, proenvironmental behavior, environmental sustainable consumption, multidi-
mensional scaling and youths.

1
La presente investigación forma parte del proyecto Modelo Biopsicosocial del Comportamiento Proambiental, financiado por el programa de estan-
cias posdoctorales de la Dirección General de Asuntos del Personal Académico (dgapa), Universidad Nacional Autónoma de México. El segundo
autor agradece a la dgapa el apoyo económico otorgado para realizar el proyecto papiit IN308811.
*
Recibido: 5 de octubre, 2012 - Aceptado: 22 de marzo, 2013.
Correspondencia: Dr. Jorge Raúl Palacios Delgado, Facultad de Estudios Superiores Zaragoza, unam; Guelatao 66, col. Ejército de Oriente, Delegación
Iztapalapa, C. P. 09230.
e-mail: kobuj@yahoo.com.mx, teléfono: 57 45 68 21.

Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 65
INTRODUCCIÓN Algunos nichos requieren que ciertos elementos del
La psicología evolutiva es un nuevo paradigma que in- ambiente cambien para que su funcionamiento pueda
corpora los principios modernos de la psicología con ser el óptimo (Buss, 1984; Buss, 2009).
los principios evolutivos de la biología (Buss, 1995; De acuerdo con Díaz-Loving (1998; 2008; 2011),
2009). Los avances teóricos y metodológicos recientes a través de la evolución la composición genética y los
de este paradigma muestran un desarrollo prominente rasgos de personalidad de los seres humanos, han
en temas como la elección de pareja (Buss & Barnes, sido moldeados por ecosistemas específicos, así como
1986), la personalidad (Buss, 1991), la sexualidad (Buss, por las normas o valores derivados de características
1995), la agresión (Buss & Shackelford, 1997), las di- idiosincráticas del grupo social. Además, la evolución
ferencias individuales (Buss & Greiling, 1999), el ape- humana se encuentra inmersa en procesos de sociali-
go romántico (Schmitt, 2008), la supervivencia (Buss, zación y endoculturación que han dado por resultado
2009), el altruismo (Tal, Hill, Figueredo, Frías & Corral, una serie de similitudes o diferencias que se encuentran
2006), el manejo del humor (Li, Griskevicius, Durante, en nichos ecológicos particulares, herencias culturales,
Jonason, Pasiszand & Aumer, 2009), y las emociones predisposiciones biológicas y experiencias personales
positivas (Griskevicius, Shiota & Nowlis, 2010). que interactúan entre sí para producir el comporta-
Para la psicología evolutiva una de las funciones miento social. Según lo explican Mercado, Landázuri
del individuo es la adaptación al entorno que le rodea. y Terán (2006), el humano transforma activamente el
En sociología y psicología, la adaptación es el proceso entorno y lo adapta a sus necesidades o requerimien-
por el cual un grupo o un individuo modifican sus pa- tos, ocupando una amplia variedad de hábitats.
trones de comportamiento para ajustarse a las normas Para Díaz-Guerrero (1988; 2001), las caracterís-
establecidas en el medio social en el que se encuen- ticas del individuo se explican a partir del ecosistema
tran (Martín, 1993). Para Granada (2003), la adapta- cultural, postulando que la sociedad y las comunida-
ción cultural implica el proceso de incorporación de des humanas son un complejo sistema de interdepen-
un individuo a las normas de conducta del grupo al dencia análogo al ecosistema natural en biología. Las
que pertenece; incluye también el proceso de recep- características psicológicas de los individuos derivadas
ción de otra cultura (aculturación) y de adaptación al del ecosistema cultural incluyen, entre otras, el estilo
nuevo contexto sociocultural o sociolingüístico. de confrontación individual frente a los problemas que
La psicología evolutiva (Buss, 2009; Griskevicius, plantea el ecosistema (filosofía de vida) y el grado de
Cantú & van Vugt, 2012) también provee una nueva acuerdo con las premisas propias de la cultura (Díaz-
conceptuación de problemas adaptativos (situaciones) Guerrero, 1995). Las normas y principios sociocultu-
que han sido confrontados y solventados por los seres rales de los grupos de referencia y afiliación (familia,
humanos, utilizando mecanismos psicológicos espe- grupo, sociedad) son una guía de comportamiento
cialmente sensitivos a claves que los preparan para des- (Díaz-Guerrero, 1994), de esta manera, dentro de estas
plegar estrategias conductuales que les sirven para premisas culturales, existen dos estilos de confrontación
resolver problemas. De esta manera, la evolución ha o maneras de encarar los problemas de la vida, ya sea
dotado de características a los individuos, que van des- de forma activa o bien de forma pasiva (Díaz-Guerrero,
de variaciones genéticas (Tobby & Cosmides, 1990) 1984); la forma pasiva de confrontación parece ser un
y rasgos de personalidad (Buss, 1996; MacDonald, factor cardinal en la personalidad de los mexicanos
1995), hasta estrategias de afrontamiento (Lazarus & (Díaz-Guerrero, 1993), comparada con culturas indivi-
Folkman, 1986) para resolver problemas adaptativos. dualistas (Díaz-Guerrero, 1994; Triandis, 1996).
Desde el punto de vista evolutivo (Buss, 1984; 1995; Por otra parte, la psicología ambiental estudia la
1996; Tobby et al., 1990), el repertorio conductual de relación del ambiente físico, natural y construido, con
las personas emerge de una constante interacción en- la conducta humana (Mercado et al., 2006). Considera
tre los problemas encontrados en los ecosistemas y todo aquello que rodea a las personas, las interacciones
el funcionamiento de los organismos para sobrevivir entre los individuos y sus escenarios físicos (Gifford,
y reproducirse en los nichos ecológicos que habitan. 2007), con particular interés en la relación del hombre

66 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
con la naturaleza y con el espacio construido. Busca co- raciones. Los cambios que se requieren son la sustitu-
nocer de qué manera las situaciones ambientales afec- ción de energía fósil por renovable, la reducción de la
tan la conducta, el desarrollo de las personas y cómo contaminación del agua de ríos y mares, la producción
la conducta de estos transforma o altera el medio eficiente de alimentos, la protección de la biodiversi-
(Corraliza y Berenguer, 2010; Schmuck & Vlek, 2003). dad, y la disminución de la desigualdad social, en tan-
También investiga la adaptación de los organismos to, los grupos y los individuos tendrán que ajustar sus
al entorno y trata de resolver los problemas de adap- estilos de vida realizando conductas proambientales,
tación del hombre en relación con el entorno socio- ahorrando agua y energía eléctrica, reciclando los re-
físico. Además, pretende deducir el problema de los siduos, viajando en transporte sustentable, entre otras
sujetos a los escenarios conductuales y a las normas (Bustos, 2004; Bustos & Flores, 2006; Bustos, Flores &
sociales de la cultura (Mercado et al., 2006). Barrientos, 2008; Palacios & Bustos, 2011; Palacios
La psicología ambiental resulta elemental para & Bustos, 2012; Palacios & Bustos, en prensa).
explicar los problemas ecológicos y la forma que tie- Los espacios creados por el hombre, ya sean vi-
nen los organismos para incorporarse al entorno a viendas, unifamiliares, condominios, fábricas, hospi-
través de su capacidad para integrar información, no tales, cárceles, escuelas, etc., contienen un sistema de
sólo del ambiente natural, sino del entorno diseñado significados explícitos o implícitos que informan a
o construido (Schmuck et al., 2003) y se centra en el los usuarios acerca del sistema de valores, creencias,
análisis de las maneras en que el medio ambiente afec- actitudes e intenciones de los habitantes (Corraliza &
ta al individuo y el modo en que las acciones de los Berenguer, 2010). El conocimiento de estos elementos
sujetos transforman el entorno o la relación con el resulta indispensable desde el punto de vista adaptivo
mismo (Oskam, 2000). Bechtel (1997) indicó que las para que su habitabilidad sea idónea para el bienestar
alteraciones ambientales y daños a los ecosistemas re- del hombre y su mejor calidad de vida (Corral, 2010;
quieren formas de respuesta humana que favorezcan la Schmuck et al., 2003). Los sitios son diseñados o equi-
sobrevivencia de la especie, lo cual es congruente con pados para que los encuentros sociales se lleven a cabo,
una perspectiva que considera las bases evolutivas para con una correspondencia entre la distribución arqui-
la conducta sustentable (Griskevicius et al., 2012). En tectónica o urbanística, el mobiliario y las conductas
este sentido, algunos autores (Griskevicius et al., 2012; que se esperan tengan lugar allí. Estas conductas for-
Griskevicius, Tybur & Van den Bergh, 2010) conside- man parte del entorno social, definido como la parte
ran que la sustentabilidad y su contraparte, el daño del ambiente de un individuo constituida por otros
al medio ambiente, pueden ser explicados por medio seres humanos y la red de relaciones que los vincula.
de la conducta del individuo, así como por estrate- Paralelamente, uno de los problemas del entorno
gias evolutivas que utiliza el mismo; de esta manera social es la elevada densidad urbana, que ha tenido co-
Griskevicius et al. (2010), explican porque las perso- mo resultado la pérdida de espacios verdes, que sirven
nas compran productos ecológicos frente a productos como nodos de contacto con la naturaleza (Home, Bauer
convencionales, argumentando que desde el punto de & Hunziker, 2010). Los espacios construidos han ga-
vista biológico, el altruismo se asocia a una señal de es- nado terreno a las áreas verdes, lo que ha provocado la
tatus, y éste motiva el deseo de comprar productos reducción de escenarios necesarios para la restauración
ecológicos cuando se realiza en lugares públicos (pero cognitiva y emocional de los residentes (Hartig, 2011;
no en privado). Estos productos cuestan más que los Martínez & Montero, 2010). En consecuencia, se hace in-
productos no ecológicos. Concluyen señalando que el dispensable mantener estos espacios públicos y generar
estatus se vincula con la competencia y puede ser usa- en lo posible otros nuevos (Flores & GonzálezGuillén,
do para promover conducta proambiental. 2007; Landázuri, Lee, Terán & Mercado, 2010), dada su
Adicionalmente a lo anterior, Brown (2009) señaló importancia para la salud física y mental. La adaptación
la necesidad de realizar cambios en el patrón de consu- supone proteger los elementos naturales y las áreas ver-
mo para evitar mayores daños a los ecosistemas y con des que benefician a los residentes, además de ajustarse
ello, evitar los riegos que confrontaran las nuevas gene- a los cambios exigidos por medio natural.

Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 67
Una forma esencial de responder a esta exigencia construido, así como determinar si las características
es promoviendo las acciones de protección del entorno de adaptación influyen en la conservación proambien-
tanto construido como natural, donde se entremezclan tal y el consumo ambientalmente responsable en una
los espacios protegidos como las reservas ecológicas muestra de jóvenes. Con base en la hipótesis nula, se
o los espacios públicos, como los parques urbanos plantea que las características de adaptación de los jó-
(Bustos, Ramos, Barrón, López & Ocaña, 2011). venes no tienen un efecto en acciones de conservación
Los individuos poseen diferentes formas para in- proambiental (CPA) y en el consumo ambientalmente
tegrarse al entorno que los rodea a través de las estra- responsable.
tegias de adaptación (Buss, 1991; 1996). La adaptación
a un contexto es un proceso que requiere un cambio MÉTODO
en el comportamiento para poder habituarse al nuevo
ambiente. Los ambientes (nichos) que existen pueden Participantes
ser creados específicamente para desarrollar los atribu- En el estudio participaron 700 jóvenes, 291 hombres
tos de los organismos (Buss, 1984). De esta manera, la y 409 mujeres, con un rango de edad entre los 13 y los
conducta de los individuos se explica por las situacio- 24 años (M=16.48 años; DE=2.7 años), selecciona-
nes en las que se encuentra, las cuales implican lugares dos mediante un muestreo no probabilístico de tipo
y tiempos determinados donde se llevan a cabo situa- accidental. Los jóvenes eran estudiantes de varias es-
ciones sociales programadas por la cultura (Mercado cuelas de educación media, media superior y superior,
et al., 2006; Díaz-Guerrero, 1994). tanto públicas como privadas, de la zona metropolita-
Derivado de lo que se ha expuesto a lo largo de na de la Ciudad de México, de ambos turnos, el 75.9%
este artículo, se proponen tres vertientes de investiga- del turno matutino y 24.1% del vespertino.
ción vinculadas con la adaptación: la relación del hom-
bre con el entorno natural, el ambiente que el hombre Instrumento

diseña y construye para resguardar su vida social, y por Para evaluar la adaptación ambiental se redactaron 21
último, las relaciones que el individuo tiene en su en- afirmaciones tipo Likert con cuatro opciones de res-
torno sociocultural para ajustar su conducta al entorno puesta (nunca a siempre) sobre diferentes entornos a los
en el que se encuentra. cuales los individuos se pueden adaptar. Se considera-
Los tres ejes de análisis mostrados hasta el mo- ron los ecosistemas naturales o biológicos (p. e. Para
mento llevan a plantearnos las siguientes interrogan- formar parte de la naturaleza me adapto a ella), los cita-
tes: ¿existe una serie de nichos ecológicos preexistentes dinos (p. e. Me acostumbro con facilidad al tráfico de la
a los cuales los individuos se han enfrentado para su ciudad) y los socio-culturales (p. e. Frente los problemas
supervivencia?, ¿cuáles son las estrategias de adapta- lo mejor es acomodarse a ellos). Los ítems se redactaron
ción que el hombre ha desarrollado para integrarse a considerando que su contenido fuera congruente con
ecosistemas naturales, diseñados o construidos?, ¿qué la propuesta de los nichos naturales (Mayer y Frantz,
relación mantiene el ser humano con sus semejantes 2004; Palacios y Bustos, 2012), urbanos (Mercado et
en estos entornos?, ¿qué características de adaptación al., 2006; Home et al., 2010) y socioculturales (Díaz-
tienen los jóvenes en México que les permiten realizar Guerrero, 1984, 1988, 1995) planteados en el presente
acciones de conservación ambiental? estudio y que pudieran reflejar repertorios de adapta-
Con la finalidad de dar respuesta a las interrogan- ción de los jóvenes. Para esta investigación definimos
tes anteriores y con el propósito de conocer los entor- la adaptación ambiental como las características que un
nos (nicho ecológico) a los cuales las personas se pue- individuo posee para acomodarse o ajustarse a diver-
den adaptar, los objetivos de la presente investigación sas circunstancias o condiciones de su entorno (nicho
fueron identificar, mediante escalamiento dimensio- ecológico) a través del proceso evolutivo (selección na-
nal, los nichos ecológicos que se encuentran presentes tural) y cultural.
en el ecosistema humano, describir las características Para medir la conducta proambiental (CPA) se
de adaptación de los jóvenes en su entorno natural o utilizó la escala de conducta proecológica de Corral,

68 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
Tapia, Frías, Fraijo y González (2009). Es una escala la de adaptación ambiental. De este procedimiento se
tipo Likert, con 12 reactivos en la que los participan- seleccionaron todos los ítems, ya que cumplieron con
tes reportan la frecuencia de comportamientos de cui- los criterios establecidos. Posteriormente se realizó un
dado del ambiente (p.e. guardo y reciclo papel usado). escalamiento multidimensional para identificar las di-
Se contesta con cuatro opciones de respuesta que van mensiones subyacentes entre las estrategias que se en-
de nunca hasta siempre. Cuenta con validez factorial cuentran dentro de la escala de adaptación.
y predictiva, así como con un coeficiente de confiabi- Se optó por esta técnica multivariante para poder
lidad por consistencia interna de .82 para el total del inferir dimensiones o similitudes realizadas por los jó-
instrumento. venes sobre las estrategias de adaptación que poseen.
La medición del consumo ambientalmente res- Además, permitió a la investigación: 1) determinar
ponsable se realizó con la escala de Bustos, Palacios, qué posibles dimensiones utilizan los encuestados, 2)
Barrientos y Flores (en prensa). Es una escala tipo Likert observar cuántas dimensiones pueden utilizarse en
con cuatro opciones de respuesta (nunca a siempre) que una situación particular, 3) conocer la importancia re-
mide tres factores del consumo ambiental. La escala tie- lativa de cada dimensión, 4) indagar cómo se relaciona
ne validez de constructo y un coeficiente de confiabili- perceptualmente cada estrategia y 5) en caso necesa-
dad por consistencia interna (alfa de Cronbach) para el rio, permite obtener una solución para cada individuo
total del instrumento de .86 (IC95%=.84-.88). La escala (Hair, Anderson, Tatham & Black, 1999).
original consta de un total de 15 ítems y para el presente A pesar de que la técnica no utiliza un valor teó-
estudio únicamente se utilizaron tres afirmaciones (p.e. rico per se, la evidencia mostrada indica al menos tres
Adquiero productos que son más amigables con el am- ejes para su posible análisis: la relación del hombre con
biente) con un α=.78. el entorno natural y con el entorno construido, así co-
mo las relaciones que el individuo lleva a cabo en su en-
Procedimiento torno sociocultural.
Se aplicó el cuestionario a los jóvenes de manera gru- Para obtener las dimensiones de la adaptación
pal, utilizando a los grupos escolares para tal fin. Se ambiental se utilizó el método (algoritmo) ALSCAL
les pidió que respondieran a un cuestionario elaborado (Arce, Francisco & Arce, 2010). Ell número de dimen-
para conocer algunas actividades relacionadas con el siones se estableció considerando el cambio de los va-
medio ambiente que realizan las personas de su edad. lores de s-stress y del índice de correlación al cuadrado
Se les aclaró que su participación era voluntaria, que (RSQ). En la tabla 1 se detallan dos índices de bondad
no había respuestas buenas ni malas y que la infor- de ajuste obtenidos para las diferentes soluciones. El
mación era anónima, para lo cual se les solicitó que análisis de escalamiento multidimensional permitió
contestaran de forma sincera, explicándoles que sus identificar de dos a cuatro dimensiones. Al pasar de
respuestas se utilizarían para fines de investigación. dos a cuatro dimensiones, la mejoría del s-stress sugie-
Asimismo, se resolvieron las dudas que tuvieran. La re que la inclusión de la cuarta dimensión produce el
duración total para responder el instrumento fue de 20 mayor decremento del stress y el mayor incremento de
minutos, aproximadamente. la varianza explicada (RSQ). De esta manera, la solu-
ción más eficiente es la de cuatro dimensiones.
RESULTADOS Con el fin de poder visualizar mejor los resultados
Para evaluar las características psicométricas del ins- obtenidos, la figura 1 muestra el gráfico de la solución
trumento de adaptación ambiental, en primer lugar se multidimensional (se optó por colocar la gráfica bidi-
revisó la distribución de frecuencias de las respuestas mensional, ya que sirvió de base para la interpretación
de cada ítem para conocer si los ítems discriminaban, de las dimensiones). La interpretación de las dimen-
estaban sesgados o tenían una distribución asimétri- siones se realizó considerando en primer lugar el cen-
ca. En segundo lugar, se seleccionaron los ítems que troide (los ítems que ocupan la posición más central
tuvieran la correlación ítem total más alta o superior dentro del gráfico; en este caso el ítem adapta 55) y la
a .40 para considerarlos como indicadores de la esca- semejanza con los ítems cercanos. Posteriormente se

Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 69
Tabla 1. Niveles de ajuste para las distintas soluciones dimensionales

Índices de ajuste Dos dimensiones Tres dimensiones Cuatro dimensiones

s-stress .17091 .10831 .07435

RSQ .85094 .92011 .95324

consideraron los conceptos que ocupan las posiciones que les rodea (adapta 53), a las condiciones del am-
mas extremas del centroide y de cada dimensión. De biente (adapta 39) y ajustarse a los cambios en las acti-
esta manera se puede observar en la dimensión 1 (eje vidades de su vida cotidiana (adapta 57).
vertical) que las características centrales de la adapta- Al interpretar la dimensión 2 (eje horizontal) se
ción, es decir, los más representativos del constructo encuentra que ésta se subdivide en dos partes; la pri-
por estar mejor correlacionados con todos los demás, mera del lado izquierdo ubica un conglomerado re-
corresponden de forma predominante a la adaptación presentado por el ítem 48, que es el más alejado del
del contexto en el que se encuentran los jóvenes, in- centroide que hace referencia a características de adap-
corporando acciones señaladas por su familia, amigos tación vinculadas a la forma en la que los individuos
o vecinos (adapta 38), acostumbrándose a estar en lu- se acostumbran con facilidad al tráfico de la ciudad,
gares donde hay muchas personas juntas (adapta 40), a vivir con la contaminación del aire y/o de las calles
acomodándose a los problemas cuando se les presen- (adapta 49), así como al ruido de autos y camiones con
tan (adapta 54) y ajustando su forma de ser si no va facilidad (adapta 47). Además, cuando los jóvenes se
de acuerdo a la situación (adapta 51). A la derecha del acostumbran a estas características del entorno urba-
centroide se encuentran situadas las características no, cambian su manera de ser para formar parte del
que permiten a los individuos adaptarse a los proble- entorno medioambiental (adapta 41), como estrategia
mas de la vida diaria (adapta 52), acomodarse al medio para adaptarse a este nuevo medioambiente que les de-

Figura 1. Escalamiento multidimensional de la adaptación ambiental

70 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
manda ajustarse a vivir con poca agua y sobrevivir a dimensiones de la adaptación, mostrando que los jóve-
ello (adapta 45). En el polo opuesto de la dimensión nes que se adaptan al contexto sociocultural, incluido
2, existe un cúmulo de características que en primera lo señalado por su familia o amigos, y que enfrentan los
instancia se relacionan con el conglomerado del lado problemas que se les presentan cotidianamente, se ajus-
izquierdo, como es la utilización de poca luz eléctri- tan a su medio social utilizando estrategias de adapta-
ca (adapta 46) y acostumbrarse a los cambios de cli- ción de las adversidades en sus actividades diarias. Por
ma fácilmente (adapta 42). Después de éstas, se ubican medio de características personales, tienden a adaptar-
características adaptativas definidas por el ajuste a for- se en mayor medida al entorno urbano que incluye el
mar parte de la naturaleza (adapta 56), adaptarse a tráfico de la ciudad, seguido del entorno natural que
convivir con ésta (adapta 43), así como a vivir en luga- incorpora vivir en lugares con vegetación y llenos de
res con vegetación y llenos de naturaleza (adapta 44). naturaleza. Los jóvenes que se adaptan a los problemas
La configuración obtenida mediante el escala- de la vida diaria o se acomodan al medio que les rodea,
miento permitió establecer cuatro dimensiones, la pri- se acostumbran a convivir con la naturaleza y al ruido
mera fue nombrada adaptación sociocultural (5 ítems, de autos y camiones fácilmente. Por último, los jóve-
α = .67; IC95%= 0.63- 0.71), la segunda corresponde nes que se ajustan a convivir con la naturaleza o que se
a la adaptación individual-social (5 ítems, α = .72; acostumbran a utilizar poca luz eléctrica, cambian su
IC95%= 0.69- 0.75), la siguiente se refiere a la adapta- repertorio comportamental para adaptarse al entorno
ción al entorno urbano o construido (6 ítems, α = .70; urbano, que incluye la contaminación de las calles y el
IC95%= 0.66- 0.73) y la última representa la adapta- tráfico de la ciudad.
ción al entorno natural (5 ítems, α = .73; IC95%= 0.70- Adicionalmente, se encontraron relaciones mode-
0.76). Estas dos últimas dimensiones parecen formar radas y positivas entre el consumo ambiental respon-
un continuo de adaptación que va de lo urbano a lo na- sable, la conducta proambiental y las cuatro estrategias
tural o viceversa. Para conocer el nivel de confiabilidad de adaptación, es decir, los jóvenes que se preocupan
por consistencia interna, se calculó el coeficiente alfa por cuidar el ambiente cuando realizan compras y son
de Cronbach para el total del instrumento, obteniendo responsables con éste, llevando a cabo acciones para su
un índice de 0.87 (IC95%= 0.86- 0.88). conservación, despliegan repertorios conductuales de
Se realizaron correlaciones multivariadas produc- adaptación al estar acostumbrados a realizar acciones
to momento de Pearson (tabla 2), con lo que se en- que les indican su familia, amigos o vecinos; se ajustan
contraron relaciones positivas y significativas entre las a los cambios en las actividades de su vida cotidiana,

Tabla 2. Estadística descriptiva y correlaciones de la escala de adaptación ambiental

1 2 3 4 5 6 Media Desviación estándar

Adaptación sociocultural -- .67* .52* .40* .25** .28* 12.32 3.0

Adaptación individual-social -- .48* .52* .27* .30* 13.49 2.9

Adaptación urbana -- .49* .32* .32* 13.05 3.5

Adaptación natural -- .47* .52* 12.90 3.3

Consumo ambiental -- .56* 6.92 2.2

Conducta proambiental -- 28.54 6.7

*p< .001

Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 71
incluido el tráfico de la ciudad y los cambios de clima características de adaptación explican un 23.1% de la
fácilmente, además de esto, son capaces de adaptarse a varianza del consumo ambiental responsable.
convivir con la naturaleza.
Las estrategias de adaptación sirvieron de criterios Tabla 4. Análisis de regresión múltiple paso por paso para
para predecir la conducta proambiental y el consumo predecir el consumo ambientalmente responsable
ambientalmente responsable de los jóvenes mediante
Variable B SE B β
un análisis de regresión múltiple de pasos sucesivos. En
las tablas 3 y 4 se muestran los principales resultados Paso 1
en las dos regresiones paso por paso. Los dos análisis Adaptación natural .27 .02 .40**
de regresión utilizaron como predictores las cuatro di- Paso 2
mensiones de la adaptación ambiental y se consideraron
Adaptación urbana .08 .02 .13*
como criterios en primer lugar, la conducta proambien-
tal y en segundo, la ambientalmente responsable. *p<.05 **p<.01
Para la conducta proambiental se identificaron
dos predictores independientes y significativos que en- DISCUSIÓN
traron en el modelo de regresión,; en el primer paso Desde el punto de vista evolutivo (Buss, 1984, 1995,
entró la adaptación natural (F= 209.40, p<.001) como 1996; Tobby et al., 1990), la adaptación involucra so-
el mejor predictor. En el segundo, se incorporó la luciones a los problemas de supervivencia y repro-
adaptación sociocultural en la ecuación de regresión ducción; debido a ello, los individuos han desplegado
(F= 107.47, p<.001). Lo anterior significa que los jó- distintas estrategias y repertorios conductuales para
venes que se adaptan a la naturaleza y al contexto so- adaptarse a los diferentes nichos o ecosistemas que in-
ciocultural realizan más acciones de conservación am- volucran escenarios de conducta y sociales que, con el
biental. Ambas características de adaptación explican paso del tiempo, se han relacionado con aspectos tanto
un 23.6% de la varianza de la conducta proambiental. socio-culturales como individuales y naturales, dando
lugar a una interdependencia entre el espacio natural
Tabla 3. Análisis de regresión múltiple paso por paso para o diseñado, la conducta de los sujetos y las relaciones
predecir la conducta proambiental entre ellos.
Mediante el escalamiento multidimensional se ex-
Variable B SE B β
ploró una configuración de dimensiones que permitió
Paso 1 averiguar el significado conceptual y de constructo de
la adaptación a diferentes ecosistemas, a los cuales los
Adaptación natural .88 .07 .44**
individuos se pueden ajustar. Con base en la técnica
Paso 2 de escalamiento dimensional se obtuvieron cuatro
áreas de adaptación en esta muestra de jóvenes mexi-
Adaptación sociocultural .16 .07 .07*
canos. Las dimensiones encontradas fueron nombra-
*p<.05 **p<.01 das: adaptación sociocultural, adaptación individual-
social, adaptación urbana y adaptación a lo natural,
El modelo de regresión de la adaptación ambien- y mostraron consistencia interna con coeficientes de
tal sobre el consumo responsable con el ambiente mos- confiabilidad alfa de Cronbach entre .67 y .73. Aunque
tró dos predictores independientes y significativos. En el índice de confiabilidad se encuentra al límite de lo
el primer paso entró la adaptación natural (F= 194.39, aceptable, lo cual se atribuye posiblemente a los po-
p<.001) como el mejor predictor. En el segundo, se cos ítems contenidos en cada dimensión, parece con-
incorporó la adaptación urbana en la ecuación de re- veniente en un futuro mejorar el nivel de consistencia
gresión (F= 403.13, p<.001), es decir, aquellos que se interna, incorporando nuevas afirmaciones que mues-
adaptan a la naturaleza y se ajustan al entorno urba- tren la variabilidad de los constructos encontrados en
no realizan compras amigables con el ambiente. Estas las escala de adaptación ambiental.

72 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
Las dimensiones encontradas permiten dar vali- en las que se encuentran (Mercado et al., 2006), ya que,
dez de constructo al instrumento elaborado para eva- dependiendo del grado en que un evento se percibe
luar las estrategias de adaptación ambiental, ya que como amenazante, dañino o desafiante (Lazarus et al.,
estas se caracterizaron por mostrar cierta congruencia 1986), interviene un conjunto de variables mediadoras
conceptual. Las correlaciones interescala complemen- en la evaluación de la anticipación de sus consecuen-
tan la validez de contenido derivada de diferentes pos- cias y la evaluación de sus costos.
turas (Díaz-Guerrero, 1984; 1988; 1995; Home et al., Es a través de las características de adaptación que
2010; Mayer et al., 2004; Mercado et al., 2006; Palacios las personas responden a exigencias de diversa índole,
et al., 2012). y en el caso que se reporta en el presente estudio, se
Además, cada una de las dimensiones retenidas observa que éstas provienen del medio en sus nichos
ofrece evidencia acerca de las diferentes estrategias de social, natural y urbano. Biológicamente, el humano
adaptación que los adolescentes utilizan para ajustarse responde a los cambios en su entorno, ya sea que éstos
a su entorno. La configuración multidimensional obte- representen transformaciones atmosféricas, amenazas
nida en la medición de la adaptación ambiental permite al bienestar físico, y riesgos de afectación por deslaves,
dar respuesta a las primeras interrogantes planteadas al sequías, terremotos, inundaciones, u otras amenazas; al
inicio del estudio, sobre las estrategias de adaptación mismo tiempo que puede verse afectado por las ame-
que se han desarrollado para integrarse a ecosistemas nazas de tipo tecnológico, como la contaminación at-
naturales, diseñados o construidos, y la relación que mosférica o el ruido de las máquinas.
mantiene el ser humano con sus semejantes en estos La adaptación al ambiente natural-construido re-
entornos. Los resultados permiten señalar que los jóve- quiere enfrentar demandas que la sociedad ha resuelto
nes se integran a distintos nichos que se les presentan, en cierta medida, al responder a las amenazas natura-
como son: el ecosistema natural (Buss, 1984; Bustos, les, enfermedades, inclemencias climáticas, etc., que el
2011; Díaz-Guerrero, 1988; Palacios et al., 2012), la propio hombre ha ayudado a crear desarrollando nue-
protección del mismo (Bechtel, 1997; Bustos, 2004; vas amenazas y riesgos para sí. Como se habrá obser-
Bustos et al., 2006; Palacios et al., 2011; Schmuck et al., vado, la adaptación también es personal y social, con
2003), el ecosistema individual y sociocultural (Díaz- lo que se habrán de reforzar culturalmente valores de
Guerrero, 1988; 1993; 1995; 2001; Díaz-Loving, 1998; sustentabilidad, bajo los cuales, de forma paralela, los
2008; 2011; Granada, 2003), en donde se mezclan y se jóvenes se tendrán que adaptar y ajustarse a las modi-
ponen a prueba ciertas demandas para que el individuo ficaciones ambientales de la actualidad, como las alte-
se acomode o ajuste su comportamiento, dependiendo raciones en el clima, la contaminación atmosférica,
del ecosistema al cual tiene que adaptarse, ya que por la contaminación de los ríos, mares y lagos. Así que, la
un lado, responde como ser biológico con necesidades protección del medio ambiente y de la naturaleza, así
definidas evolutivamente, y por el otro, da respuesta como una “vida austera” serán las mejores formas de
a las demandas socioculturales que exigen un cambio adaptarse a los efectos actuales del cambio climático
en los estilos de vida, los cuales deben ser ajustados a para buscar modos de vida amigables con el ambiente.
vivir de modo sustentable. La forma de respuesta social, desde una perspectiva
Lo anterior se deriva de que los ecosistemas son de sustentabilidad (Corral, 2010), que se ha enfatizado
redes de interacción entre los organismos (factores ante los cambios provocados por el deterioro del en-
bióticos) y su entorno físico (factores abióticos) (Díaz- torno natural, es el desarrollo de la conducta proam-
Guerrero, 1995; Mercado et al., 2006). Los aspectos del biental en sus diversas clases (Bustos et al., 2006; Bus-
entorno (natural y diseñado) intervienen en los proce- tos et al., 2008; Palacios et al., 2012; Palacios et al., en
sos de relación de cada ser humano con sus semejan- prensa). Las estrategias de austeridad, uso y consumo
tes y consigo mismo (Díaz-Guerrero, 2001; Palacios et responsable de los recursos naturales, se requieren en
al., 2012). Desde el punto de vista psicológico, hay que mayor medida, no sólo en el ámbito doméstico y labo-
considerar las variables intermediarias entre el am- ral, sino en diversas áreas de las actividades humanas
biente y la reacción de los individuos en las situaciones (Schmuck et al., 2003).

Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 73
Por otro lado, la validez referida a un criterio o lamiento multidimensional del presente estudio y que
predictiva de la evaluación de la escala de adaptación ciertamente, en la actualidad se requieren propuestas
ambiental propuesta en este estudio, permitió determi- de este tipo.
nar la influencia que la adaptación tiene sobre la CPA Los resultados obtenidos mediante la regresión
y el consumo responsable con el ambiente. Los datos por pasos sucesivos mostraron que la adaptación a ni-
encontrados sugieren que la adaptación a los nichos chos naturales y urbanos tiene un efecto significativo
naturales y socioculturales tienen un efecto directo en las compras que realizan los jóvenes para ser más
sobre la conducta proambiental, es decir, los jóvenes responsables con el medio ambiente. En otras pala-
que, por una parte, utilizan poca luz eléctrica en su bras, quienes se ajustan a formar parte de la naturaleza,
vida diaria, que se han acostumbrado a los cambios de a convivir con ella y a los cambios de clima, así como
clima como forma de convivir con la naturaleza y que los jóvenes que en su vida diaria se acostumbran al trá-
por otra parte, incorporan acciones señaladas por su fico de la ciudad, la contaminación y se acostumbran a
familia o amigos, se acomodan a los problemas cuando vivir con poca agua, son quienes adquieren productos
se les presentan y ajustan su forma de ser si no va de más amigables con el ambiente y durables. Lo anterior
acuerdo a la situación; estos mismos son los que rea- encuentra sustento en lo que han reportado algunos
lizan más acciones para conservar el medio ambiente. autores (Brown, 2009; Bustos, 2004; Bustos et al., en
Este efecto apoya lo que se ha encontrado en otros es- prensa; Corral, 2010).
tudios (Corral, 2010; Mayer et al., 2004; Palacios et al., La aparición de los dos entornos (natural y urba-
2011; 2012; Schmuck et al., 2003), al mencionar que no) como factores que predicen el consumo responsa-
los seres humanos somos parte de la naturaleza (Mayer ble, forman un continuo que va de lo urbano a lo natu-
et al., 2004), pero a la vez estamos generando un des- ral y viceversa, tal y como se mostró en la configuración
equilibrio que pone en riesgo la propia supervivencia obtenida en el escalamiento, lo que parece indicar que
(Oskam, 2000; Schmuck et al., 2003). Sin embargo, aunque el entorno natural y urbano se oponen en el
se están realizando esfuerzos para evitar o minimizar sentido de que el crecimiento del segundo implica la
los efectos de la acción humana en el mundo natural reducción del primero, los jóvenes están articulando
por medio de un conjunto de acciones que resulta en ambos aspectos en el cuidado del medio ambiente al
la protección del medio ambiente (Bustos et al., 2006; comprar ciertos productos que no lo afectan, lo que se
Corral, 2010; Palacios et al., 2012; Palacios et al., en traduce en acciones que tienen como finalidad el cuida-
prensa; Palacios et al., 2011). do de los recursos naturales.
Al analizar las semejanzas y diferencias con otros En este orden de ideas, la búsqueda de sustenta-
estudios, se puede decir que la gente reporta realizar bilidad se ha convertido en una estrategia clave para
más de una acción proambiental (Bustos et al., 2006; las generaciones actuales, las cuales tendrán a su vez
Bustos et al., 2008; Palacios et al., 2012, Palacios et el reto de enseñar a sus descendientes estilos de vida
al., en prensa), además de poner en marcha meca- acordes con las exigencias de protección de los recur-
nismos adaptativos. Esto coincide con el trabajo de sos escasos (Bustos, 2004; Bustos et al., en prensa).
Griskevicius et al. (2012), quienes al realizar un análi- Adicionalmente, el hombre como ser natural, ha cons-
sis de literatura establecen la importancia de las varia- truido espacios que le permiten eliminar las amenazas
bles evolutivas en la adaptación al cambio ambiental. del ambiente como una forma de lograr bienestar. El
Sin embargo, hay una diferencia: en nuestro estudio ajuste del medio urbano, por un lado, y del medio na-
se mostró evidencia empírica de esa relación. Autores tural, por otro, son aparentemente nichos ecológicos
como Griskevicius et al. (2012) y Griskevicius et al. indispensables para la adaptación de los jóvenes en tér-
(2010) proponen como explicación que la adaptación minos de los resultados que aquí se han mostrado.
a las nuevas condiciones ambientales, su protección y Al poner a prueba la hipótesis nula podemos afir-
restauración, supone una combinación de tendencias mar que esta se rechaza, por lo tanto, es posible soste-
adaptativas y estrategias psicosociales. Su propuesta ner que existe un efecto de las características de adap-
coincide con las dimensiones encontradas en el esca- tación natural y sociocultural sobre acciones de con-

74 | Psicología Iberoamericana | Jorge Raúl Palacios Delgado · José Marcos Bustos Aguayo · Serafín Mercado Doménech
servación ambiental, además de que la adaptación solución más sencilla corresponde a dos dimensiones;
natural y urbana inciden en un consumo ambiental- sin embargo, los indicadores de bondad de ajuste se-
mente responsable por parte de los jóvenes de esta ñalaron que la solución más eficiente es la de cuatro di-
muestra. Un aspecto relevante de la hipótesis es que la mensiones. De esta manera, los nichos ecológicos que
conducta proambiental está significativamente asocia- se encuentran presentes en el ecosistema humano de
da a la adaptación natural y sociocultural, lo que puede los jóvenes mexicanos de esta muestra son el natural,
indicar que la CPA es vista como un grupo de com- el urbano, el sociocultural y el individual. Esta última
portamientos ligado al entorno natural y a la demanda dimensión parece mostrar conductas que aparecen en
por cuidarlo, así como a ajustar su forma de ser a la la vida cotidiana y social, que claramente corresponden
situación en la que se encuentran los jóvenes al encarar al contexto sociocultural mexicano, como se repor-
los problemas que se presentan cuando se produce un ta en otros estudios (Díaz-Guerrero, 1984, 1993, 1994;
daño al medio ambiente. En tanto, la relación significa- Díaz-Loving, 1998), y que permite estudiar conductas
tiva entre la adaptación al entorno natural y al urbano especificas en contextos culturales particulares como
con el consumo ambientalmente sustentable podría el nuestro (Palacios et al., en prensa; 2012; 2012, julio).
estar implicando que para cuidar la naturaleza hay que En este sentido, el nivel de relación encontrado entre
realizar un consumo sostenible, y esta oferta de consu- las estrategias adaptativas obtenidas a nivel individual
mo se genera principalmente en el medio urbano. y el sociocultural, describe las características de vincu-
La muestra estudiada, sin el propósito de generali- lación que los jóvenes utilizan en su entorno para po-
zar los resultados, evidenció una tendencia a combinar der ajustarse e interactuar con sus semejantes en estos
ajustes adaptativos a los nichos natural, sociocultural y entornos.
urbano como factores que muestran asociación signi- Con respecto a la forma de medición, si bien el es-
ficativa con variables comportamentales de conserva- calamiento multidimensional se utiliza en algunas oca-
ción y consumo responsable de recursos. Lo anterior siones para evaluar las preferencias o el grado de favo-
le otorga validez predictiva a la escala de adaptación rabilidad hacia algún producto; para la presente in-
ambiental que se ha propuesto para este estudio y per- vestigación ésta no fue la finalidad. A diferencia de la
mite, en futuros estudios, obtener correlatos con la evaluación de preferencias, más bien, mediante la for-
personalidad, la supervivencia, la elección de pareja ma de medición utilizada se identificaron estrategias
y/o variables psicoambientales. de adaptación que el hombre ha desarrollado para in-
La adaptación ambiental incide en las acciones tegrarse a ecosistemas en los que se encuentra.
que realizan los jóvenes; esto podrá servir para imple- Las variantes adaptativas aquí reportadas pueden
mentar estrategias de intervención en donde se fomen- verse como patrones de comportamiento de comple-
te la integración con el medio ambiental natural y la jidad mayor que las acciones simples de conducta pro-
realización de conductas proambientales que ayuden a ambiental, como separar los residuos plásticos o con-
preservar el entorno tanto físico, como biológico y psi- sumir productos orgánicos. En este sentido, estaríamos
cosocial. Las acciones del cuidado del medio ambien- hablando de haber encontrado asociaciones entre dos
te, como formas de adaptación, podrán ser el centro niveles de comportamiento. Otra explicación es que la
de estrategias sociales y educativas con el fin de lograr variantes adaptativas obtenidas en el presente estudio
sociedades más respetuosas del entorno natural y su son tendencias a la acción, más que acciones concre-
conservación futura. tas, lo que permitiría suponer que la CPA es una con-
Al ser un estudio en etapa inicial, tiene algunas secuencia de dichas tendencias adaptativas, urbana,
limitaciones que parece conveniente considerar. En sociocultural y natural. Si esto es así, un elemento a
primera instancia, la evidencia mostrada en el susten- considerar será replicar el estudio para corroborar lo
to teórico parece indicar la existencia de tres nichos obtenido, la realización de nuevos estudios se concibe
ecológicos a los cuales las personas se pueden adaptar. como una meta importante y clarificadora.
Mediante el uso del escalamiento dimensional los re- Para la replica del estudio, sugerimos utilizar otras
sultados obtenidos mostraron que perceptualmente la técnicas como el análisis de ecuaciones estructurales

Psicología Iberoamericana | Implicaciones de las estrategias de adaptación sobre la conducta proambiental en jóvenes | 75
para corroborar las dimensiones obtenidas; además, urbanos, la actividad cotidiana, comercial e industrial
proponemos aumentar la variedad y cantidad de afir- afectan al individuo, ya que colateralmente se tiene una
maciones con la finalidad de obtener un mayor nivel incidencia en la contaminación del aire, agua y suelo,
de consistencia interna. Aunado a lo anterior, futuros que implican un deterioro del ecosistema con amena-
estudios permitirán mostrar la aplicación de los resul- zas para la salud y el bienestar de las personas.
tados para elaborar intervenciones psicoambientales Los resultados obtenidos hasta ahora permiten
sensibles y que persuadan a los jóvenes de conservar el afirmar que los seres humanos somos adaptables a di-
medio ambiente. ferentes nichos y las características de personalidad
Por último, hay que considerar la importancia ayudan a entender cómo el mundo diseñado por el
que tiene la forma en que se relacionan las formas de hombre, e incluso el natural, tienen efectos sobre los
adaptación encontradas en esta investigación con la comportamientos y las situaciones que se enfrentan.
conducta proambiental y el consumo ambientalmente Debido a la existencia de estos efectos, se debe tomar
responsable; y en ese sentido, lo encontrado permite en cuenta que el desequilibrio ambiental genera un
generar las directrices sobre nuevos trabajos en esta lí- deterioro de la calidad de vida de las personas, con
nea. Es así que futuros estudios permitirán conocer si efectos sobre la salud física, mental y social, de ahí la
los mecanismos de adaptación se vinculan con la salud importancia de investigar cómo la adaptación del indi-
física y psicológica del individuo. Además, podremos viduo promueve acciones de cuidado ambiental. ◆
conocer de qué forma el entorno social, los espacios

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Mejoramiento de contingencias parentales


y reducción de problemas conductuales
en adolescentes
Parental Contingencies Improvement and Behavioral Problems
Reduction in Adolescents

Gustavo Garnica Jaliffe*


Facultad de Psicología, unam
Rebeca Robles García
Instituto Nacional de Psiquiatría
Juan José Sánchez Sosa
Facultad de Psicología, unam
Francisco Juárez García
Instituto Nacional de Psiquiatría

RESUMEN
Debido a su importancia para prevenir conductas de riesgo, se describieron los problemas conductuales de 17 adoles-
centes con una edad promedio de 14 años con sus padres, así como las afectaciones percibidas por ambas partes. Se
intervino mediante un diseño N=1 pre/post test y un modelo conductual para aumentar la incidencia de conductas
adecuadas y reducir la de inadecuadas. Los resultados mostraron la efectividad en la modificación conductual y en la
percepción de afectaciones tanto en padres como en adolescentes. Se comentan ciertas limitaciones.
Palabras clave: adolescentes, padres, manejo de contingencias, conductas problema.

ABSTRACT
We analyzed the problems between 14 years old adolescents and their parents, the damages received by them and treated
by a N=1, pre-post test design, and a behavioral model to increase appropriate behaviors and reduce inappropriate ones,
due to its importance in preventing risk behaviors. The results showed the effectiveness of behavior modification, the reduc-
tion on problems associated with substance use, and the low perception of affectations between parents and adolescents.
Limitations are discussed.
Keywords: adolescents, parents, contingency management, problem behavior.

* Recibido: 31 de octubre, 2012 - Aceptado: 26 de marzo, 2013


Correspondencia: Gustavo Garnica Jaliffe, gusgajale@hotmail.com
Agradecimientos: Al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, al Centro Nacional para la Prevención y el Control de las Adicciones, a los Servicios
de Salud Pública del Distrito Federal y a la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

Psicología Iberoamericana | Mejoramiento de contingencias parentales y reducción de problemas conductuales... | 79


INTRODUCCIÓN o incrementar conductas deseables mediante reforza-
La adolescencia de los hijos puede constituir un reto miento (Godley, Hedges & Hunter, 2011) y disminuir
importante para los padres, quienes con frecuencia re- o eliminar las inadecuadas mediante castigo (Marini
quieren de habilidades para manejar adecuadamente la & Stickle, 2010) o extinción (Rosendahl, Galanti &
rebeldía, la desobediencia, el descuido de la escuela y Gilljam, 2008).
los problemas de conducta. Se ha demostrado que de Los reforzadores positivos más potentes para una
no controlar estos problemas, podrían acarrear otras persona se encuentran en el comportamiento social,
vicisitudes de mayor relevancia, tales como la deser- como recibir atención, una caricia, una palabra de
ción escolar, los embarazos a temprana edad, conduc- aprobación, una sonrisa, etc. (Patterson, 1975). El cas-
tas delictivas, el abuso y dependencia a sustancias adic- tigo implica la presentación de un evento aversivo
tivas, problemas de salud graves o incluso la muerte (castigo I) o el retiro de un evento positivo que procede
(Bojórquez, Fernández-Varela, Gorab & Solís, 2010; a una respuesta (castigo II), y la extinción se refiere al
Burt, Resnick & Novick, 1998; Capuzzi & Gross, cese de reforzamiento de una respuesta.
2004; Dryfoos, 1990; Jessor, 1992; Learner & Spanier, La aplicación de cualquiera de estas contingencias
1978; National Institute on Drug Abuse [nida], 2005; se puede establecer de manera directa: ante una con-
Rebolledo, Medina & Pilon, 2004). ducta adecuada, aplicar reforzamiento y ante una in-
A pesar de que las conductas problemáticas de al- adecuada, castigo. Pero también se pueden aplicar con-
gunos adolescentes son relativamente cotidianas pero tingencias de forma más sofisticada y complementaria,
de riesgo potencial, en nuestro país existe poca infor- como parte de un proceso de negociación, el cual es una
mación acerca de qué comportamientos son proble- técnica efectiva para la resolución de conflictos inter-
máticos, con qué frecuencia se presentan, en qué grado personales, así como para el logro del funcionamiento
afectan a los padres y adolescentes, y de la efectividad y bienestar social (Fulgencio, 2002; Neale & Bazerman,
de intervenciones psicológicas dirigidas a incrementar 1991) y además ha demostrado ser una técnica efectiva
las habilidades parentales a fin de manejarlas y redu- en el control de la conducta del adolescente (Fulgen-
cirlas de manera adecuada. cio, 2002).
En otros países se ha documentado que los con- Dado que la familia es un factor proximal suscep-
flictos característicos de la etapa de la adolescencia in- tible de intervención psicológica, la información que se
cluyen la hora de llegada, el número de veces que el obtenga de ella y el desarrollo de programas de entre-
adolescente sale durante las noches, las calificaciones namiento a padres podría contribuir a la solución de
en la escuela, la selección de amistades, el gasto de di- conflictos en la adolescencia (Corsi, Barrera, Flores,
nero, modo de vestir, las restricciones para el uso del Perivanicich & Guerra, 2009; Mahecha, 2006; Morales
automóvil, el consumo de alcohol o tabaco, así como et al., 2007), la etapa de mayor susceptibilidad a proble-
la participación en labores domésticas (Papalia, Wend- mas de salud física y/o mental (Millstein et al., 1992).
kos & Duskin, 2007). Esto es señal de que hay proble- En esta dirección, el presente trabajo tiene por ob-
mas en la aplicación de reglas y límites, de que en mu- jetivo describir las problemáticas conductuales que los
chos casos las sanciones no se cumplen y las buenas padres tienen con sus hijos adolescentes, y modificar-
conductas no son alentadas. las, en base a un entrenamiento a padres en aplicación
La aplicación de reglas y límites se ha considerado de contingencias.
un importante factor de protección (Burt et al., 1998,
Capuzzi & Gross, 2004; Morales, Martínez & Vázquez, MÉTODO
2007; nida, 2005; Villatoro et al., 2007) y su aplicación
se puede apoyar en principios de la psicología conduc- Participantes
tual, específicamente del condicionamiento operante, Los participantes fueron 17 mujeres con edad prome-
el cual establece que la correcta aplicación de conse- dio de 40 años y sus hijos adolescentes (10 hombres y
cuencias a las conductas individuales permite su mo- 7 mujeres) de edad promedio 14 años. Acudieron a re-
dificación (Kazdin, 2000), y que es posible desarrollar cibir atención psicológica a un centro comunitario de

80 | Psicología Iberoamericana | Gustavo Garnica Jaliffe · Rebeca Robles García · Juan José Sánchez Sosa · Francisco Juárez García
prevención y atención de las adicciones (Centro Nueva tuaciones en el patrón conductual de interés (Cooper,
Vida) de la Secretaría de Salud del Distrito Federal, que Heron & Heward, 1987; Kazdin, 2000).
aceptaron participar voluntariamente en el estudio. Se
incluyeron a padres que vivían con el adolescente y que Contingencias erróneas y adecuadas de los padres
no fueran dependientes de alcohol o tabaco ni consu- A las conductas respuesta que tiene el padre ante las
mieran sustancias adictivas; así como a adolescentes CA y las CI se les denomina contingencias, y pue-
entre 12 y 17 años sin abuso o dependencia a sustan- den calificarse también como correctas o erróneas. Las
cias, aunque podían presentar consumo experimental. contingencias erróneas serán todas aquellas conductas
consecuentes que faciliten el mantenimiento o incre-
Variables e instrumentos mento de la conducta inadecuada y la reducción o ex-
Conductas adecuadas e inadecuadas tinción de la adecuada. Por su parte, la contingencia
de los adolescentes correcta es aquella que favorece el aumento de con-
En el presente estudio, la conducta adecuada (CA) re- ductas adecuadas y la reducción y/o extinción de las
presenta un beneficio para el individuo que la realiza inadecuadas, de acuerdo con los principios del con-
y para los demás, mientras que la conducta inadecua- dicionamiento operante (Kazdin, 2000). Además, la
da (CI) significa un perjuicio, tomando en cuenta las conducta respondiente de los padres debe respetar la
definiciones de beneficio/perjuicio del Diccionario integridad física y emocional de sus hijos (Fondo de
Manual de la Lengua Española (2007) y el Dicciona- las Naciones Unidas para la Infancia [Unicef], 2006)
rio Enciclopédico Larousse (2009). Estas conductas para ser considerada una contingencia correcta (véase
pueden medirse a través de la frecuencia/cantidad de tabla1).
apariciones que se observan en una gráfica de polígo- En este trabajo la medición se llevó a cabo median-
nos de frecuencia. Los instrumentos para evaluarlas te el registro de análisis funcional, un registro conduc-
fueron: a) línea base retrospectiva, un registro del pa- tual para observar la interacción entre los antecedentes,
trón de conductas que se han presentado antes del la conducta y sus consecuencias. La aplicación consiste
tratamiento y del primer contacto con la institución en elaborar cadenas conductuales desde el primer ante-
que se aplica, con base en un calendario que incluye cedente hasta la última consecuencia, aislando una sola
los cinco días anteriores al contacto con el terapeuta; conducta por registro. La definición de la conducta es
y b) registro conductual, una tabla de conductas y una clara y descriptiva, haciendo uso preferencial de ver-
gráfica para indicar la cantidad de conductas detecta- bos en lugar de adjetivos. También se registra la hora,
das por el usuario en un periodo de una semana. Se el lugar y las personas que estuvieron presentes ante la
registra diariamente para identificar tendencias o fluc- aparición de la conducta (tabla 2).

Tabla 1. Errores de reforzamiento de la conducta del adolescente

Conducta adecuada Conducta inadecuada

Ignorar la conducta (pasar por alto la CA) Ignorar la conducta (pasar por alto la falta o CI)
Reforzamiento sin valor para el adolescente Reforzamiento positivo (intencional o no intencional)

Reforzar en exceso
Castigo indeterminado en el tiempo
Reforzamiento incoherente con la conducta
Castigo desmesurado, no equivalente o incoherente a la CI
Reforzamiento negativo
Castigo que incluya maltrato físico, emocional o psicológico
Castigo

Psicología Iberoamericana | Mejoramiento de contingencias parentales y reducción de problemas conductuales... | 81


Tabla 2. Ejemplo de registro de análisis funcional

Contexto Conducta Consecuencias

16:00 hrs. El adolescente está en la


sala chateando por internet. El adolescente no contesta a su mamá y
Mamá se retira sin decir nada.
sigue chateando en la computadora.
Mamá le pide hacer su tarea.

PROCEDIMIENTO de contingencias de los padres ante la conducta de sus


Se utilizó un diseño de caso único (AB) preexperimen- hijos y se les explicó el llenado del registro conductual.
tal de un grupo pre y postest, y la intervención cons- La intervención comenzó con el tema del diagra-
tó de una sesión de admisión, una de evaluación siete ma de manejo conductual, mediante el cual el parti-
tópicos de intervención. En la sesión de admisión al cipante se familiariza con toda la intervención y su
padre de familia se aplicó una entrevista conductual lógica. En el siguiente tópico se entrenó en el desa-
en donde se exploraron aspectos de la conducta pro- rrollo o aumento de conductas adecuadas mediante
blema, así como percepciones de la magnitud de di- reforzamiento positivo (elogio); para proceder en las
chos problemas; posteriormente se le pidió que eligiera siguientes sesiones: las reglas de aplicación de contin-
cinco conductas adecuadas y cinco inadecuadas, con- gencias, la reducción de conductas inadecuadas me-
sideradas las conductas blanco a modificar mediante la diante técnicas de castigo y extinción y finalmente, el
intervención. En el caso de las adecuadas, se eligieron aprendizaje de la realización de un análisis funcional y
conductas que el padre deseara que su hijo/a desarro- de técnicas de negociación.
llara o presentara con mayor frecuencia; en el de las
inadecuadas, se eligieron las que quisiera eliminar o RESULTADOS
reducir en su hijo/a. La evaluación inicial fue completada por un total de
En la sesión de evaluación se aplicó una línea base 50 madres de familia y dos matrimonios. Su edad pro-
retrospectiva a cinco días para contar cada una de las medio fue de 39 años, con escolaridad secundaria (45%)
10 conductas blanco, se realizó el análisis funcional de y primaria (35.5%). En cuanto a la descripción y carac-
la conducta de dos conductas adecuadas y de dos ina- terísticas de los problemas de los padres con sus hi-
decuadas para identificar posibles errores de aplicación jos adolescentes, el 58% refirió problemas de conduc-

Tabla 3. Conductas blanco seleccionadas por los padres de familia

Conductas adecuadas % Conductas inadecuadas %

Atender la escuela 14.5 Mentir 11.4

Respetar acuerdos 10 Desatender la escuela 11.4

Obedecer órdenes simples 10 Mostrarse despreocupado por conductas inadecuadas 8.6

Realizar actividad provechosa 10 Consumir sustancia adictiva 8.1

Mostrarse preocupado por conductas inadecuadas 9.5 Cambios de humor repentinos 7.6

Interactuar por iniciativa propia 9.5 Pasar tiempo de ocio 7.6

Realizar actividades domésticas 7.2 Dormir tarde 4.8

Mostrar autocontrol 6.7

82 | Psicología Iberoamericana | Gustavo Garnica Jaliffe · Rebeca Robles García · Juan José Sánchez Sosa · Francisco Juárez García
ta del adolescente en casa, seguidos de problemas de electrónicos o incluso dinero; 6) ayudar en tareas en
conducta en la escuela (22.6%), problemas académicos quehaceres domésticos o escolares como resultado de
(16.1%) y de consumo de sustancias (3.2%). La mayo- su buen desempeño conductual; y 7) contingencia erró-
ría de los padres consideraron estos problemas como nea, que implicó pasar por alto o no notar una con-
graves (58%), indeciso (19.4%), muy graves (12.9%) y ducta adecuada y por consiguiente, no otorgar ningún
leves (9.4%). El 71% de ellos refirió que su hijo consu- reforzador, o a cualquier error de contingencias que
mía alguna sustancia adictiva. La frecuencia percibi- pueda eliminar una conducta adecuada, como el cas-
da de los problemas fue diario (54.8%), dos a tres veces tigo I o II.
por semana (25.8%), una vez por mes (12.9%), una vez Como se puede observar, esta última contingen-
a la semana (3.2%) y una vez cada 15 días (3.2%). La cia es muy frecuente al inicio y se extingue al final de
tabla 3 presenta las principales conductas blanco elegi- la intervención, mientras que con el elogio sucede lo
das por los padres de familia. contrario.
Finalizaron la intervención 17 padres de familia; En la figura 2 se observa la aplicación de contin-
en todos se observaron cambios favorables en la apli- gencias de los padres ante la conducta inadecuada de
cación de consecuencias positivas ante conducta ade- sus hijos. Se incluyen: 1) la pérdida de privilegios como
cuada y de consecuencias negativas ante la conducta estrategia del castigo II del condicionamiento operante
inadecuada de sus hijos. (Kazdin, 2000), que se refiere al retiro contingente de
En la figura 1 se observa el tipo de contingencia reforzadores positivos como permisos, uso de compu-
que los padres aplicaron después de la conducta ade- tadora, recompensas materiales, dinero o ir a fiestas,
cuada de sus hijos. Incluye: 1) elogiar, que se refiere etc; 2) el castigo I del condicionamiento operante, es
a un reconocimiento de la conducta realizada, mirar a decir, la presentación de un evento aversivo o moles-
los ojos, hacer contacto físico y sonreír (Patterson, to para el adolescente para reducir su conducta, por
1975); 2) otorgar permisos que van desde ver la tele, sa- ejemplo, regañar, gritar, pegar, insultar y ponerlo a rea-
lir con amigos, usar la computadora, hasta salir con la lizar labores domésticas extras u otro tipo de actividad
pareja o ir a fiestas; 3) interactuar prestando atención, molesta; 3) ignorar, cuando el padre de familia deci-
platicando o conviviendo con el adolescente (sea ju- de intencionalmente retirar la atención a la conducta de
gando, paseando etc.); 4) recompensa comestible, que es su hijo como estrategia ante conductas de su hijo que
el otorgamiento de algún reforzador comestible como buscan la confrontación como: gritar, insultar, pegar,
algún postre, platillo o botana; 5) recompensa material, o burlarse; 4) advertir, cuando se comunica al adoles-
que implica la presentación de algún objeto de valor cente con anticipación la aplicación de algún castigo si
material como ropa, zapatos, celulares y otros artículos llegara a presentar cierta conducta inadecuada, con el

Figura 1. Contingencias parentales ante conducta adecuada

Psicología Iberoamericana | Mejoramiento de contingencias parentales y reducción de problemas conductuales... | 83


Figura 2. Contingencias parentales ante conducta inadecuada

Figura 3. Modificación conductual promedio a lo largo de la intervención

objetivo de frenarla sin necesidad de otorgar el casti- conductas adecuadas y disminuyendo la de las inade-
go o la sanción; 5) repetir la instrucción dada al ado- cuadas (véase figura 3).
lescente para que ejecute alguna conducta; y 6) contin- La percepción de problemas consecuentes de las
gencia errónea, al no presentar ninguna contingencia conductas de sus hijos también se modificó. En la ta-
ante conducta inadecuada, como no decir nada, ceder, bla 4 se presentan los porcentajes de frecuencias en las
retirarse o dejar que la conducta continúe u otorgar al- conductas problemáticas antes y después de la inter-
guna otra consecuencia positiva. Al inicio de la inter- vención. Al finalizar la intervención, los padres con-
vención esta última categoría fue la más frecuente pero sideraron los problemas con sus hijos como muy le-
se redujo y eliminó al final. Se observó lo contrario con ves (64%), leves (27.3%) e indeciso (9%). La frecuen-
la estrategia de pérdida de privilegios. cia percibida de los problemas fue de una vez al mes
Cuando los padres aplicaron contingencias dife- (54.5%), menos de una vez al mes (27.3%) y dos a tres
rentes de las que solían aplicar, la conducta de sus hijos veces por semana (9%).
se vio modificada, incrementando la frecuencia de las

84 | Psicología Iberoamericana | Gustavo Garnica Jaliffe · Rebeca Robles García · Juan José Sánchez Sosa · Francisco Juárez García
Tabla 4. Percepción de problemáticas de los padres pre y postratamiento

Conductas problemáticas Pretratamiento Postratamiento


% %
Consumo en sus hijos 71 9

Problemas con otros miembros de la familia 48 18

Con la pareja 61 18

En la realización de proyectos de vida 55 9

En la resolución de problemas propios 55 18

Malestar emocional 90 18

Frustración 84 0

Incertidumbre 93.5 9

Desmotivación 80 0

Sentimiento de culpa 87 9

Tabla 5. Percepción de problemáticas de los adolescentes pre y postratamiento

Problemáticas Pretratamiento Postratamiento


% %

Discusiones 70.6 20

Sentirse rechazado/despreciado 41 0

Desconfianza 59 0

Problemas de comunicación 47 0

Problemas de conducta en la escuela 41 10

Desmotivación 41 10

Frustración 59 20

Confusión 53 0

Malestar emocional 47 10

En el caso de los adolescentes, la evaluación ini- frecuencia de los problemas, de dos a tres veces por se-
cial fue completada por un total de 30 participantes. mana 29%, una vez por semana 17.6%, una vez por
La edad promedio fue de 14 años, 54% de ellos fueron mes 11.8% y una vez cada 15 días 6%. Los resultados
mujeres. El 87.5% refirió problemas con alguno de sus de los hijos de los padres que concluyeron la interven-
padres o con ambos; 35% habló de un conflicto grave ción (17 participantes) muestran que las consecuencias
en los últimos 12 meses. El 78% refirió haber consu- negativas resultado de los problemas con los padres se
mido alguna sustancia adictiva; 35% percibió diario la modificaron tras la intervención (ver tabla 5).

Psicología Iberoamericana | Mejoramiento de contingencias parentales y reducción de problemas conductuales... | 85


DISCUSIÓN (nida, 2005). Al reducir la frecuencia de problemas
El programa aplicado para la reducción de conduc- conductuales, se redujo la percepción de consecuencias
tas inadecuadas en adolescentes ha mostrado que las negativas tanto en padres como en adolescentes y la
técnicas conductuales pueden ser efectivas a corto pla- frecuencia percibida de problemas entre ambos, por lo
zo para generar cambios notables, y que dichos cam- que se muestra que la relación padre-hijo se vio benefi-
bios se deben a la correcta aplicación de los principios ciada. Este beneficio puede contribuir al fortalecimien-
del condicionamiento operante (Kazdin, 2000). Estos to de factores de protección familiares, que son pieza
hallazgos son consistentes con reportes de efectividad clave para la reducción de problemas de salud mayores
de otros estudios similares (Conger & Simons, 1997; (nida, 2005; Rosovsky, 2003; Villatoro et al., 2007).
Kolivas, Riordan & Gross, 2008), por lo que al generar Sin embargo, la intervención no estuvo libre de va-
estrategias de control conductual con adolescentes, es riables a las que no se pudo acceder, por ejemplo, rela-
necesario tomar en cuenta estas técnicas, debido a su ciones complicadas en la dinámica familiar, falta de co-
efectividad y a su aplicación práctica y sencilla que se operación o incluso, sabotaje intencional por parte de
puede enseñar a padres de familia independientemen- algún miembro de la familia, variables socioeconómicas
te de su escolaridad, como se demostró en este estudio. que no permiten recurrir a técnicas de pérdida de pri-
Al disminuir conductas inadecuadas cotidianas, vilegios, la propia salud mental de los padres de familia,
también se observó la no aparición de otras conduc- problemas de pareja, o casos de adolescentes con con-
tas más severas, lo cual se constató durante el tiempo ductas ya en otra fase que no corresponde a la preven-
que duró la intervención. Por ello, se puede decir que ción sino al tratamiento, e incluso a la rehabilitación.
al mantener controlados problemas conductuales coti- Otros detalles de la intervención pueden ser redi-
dianos, se pueden mantener contenidas problemáticas señados para funcionar más eficazmente, como la tarea
mayores, lo cual corresponde con los modelos de ries- de llenado del registro conductual, integrar factores
go (Burt et al., 1998; Capuzzi & Gross, 2004; Dryfoos, cognitivos que impidan la ejecución de las técnicas y
1990). la inclusión del adolescente de forma más activa en el
Fue posible conocer de manera clara y objetiva programa. Es necesario revisar cómo funciona la inter-
cuáles eran las principales molestias de conducta entre vención a largo plazo y hacerlo con una muestra más
padres e hijos, y también cómo les afectaban, aportan- amplia para determinar si el aprendizaje se mantiene
do datos importantes respecto a las características de con el tiempo, así como para ver si efectivamente se
los problemas con los que conviven día a día, lo cual es han logrado frenar problemas conductuales que impli-
relevante para la comprensión de problemas complejos, quen un mayor riesgo a la integridad física y/o mental
como por ejemplo, el desarrollo de conductas adictivas de los adolescentes. ◆

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