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Por qué la gente odia a los gatos.

[…]

“En la casa de la abuela ya no avanza el tiempo. Todos los relojes están parados y la
planta alta está totalmente muerta. Al reloj no se le ha puesto cuerda desde que el abuelo
perdió la pierna: Desde ese momento todo en la casa de la abuela se detuvo. Todo se quedó
flotando en una eternidad muda y lenta”.

Del diario de Henry Malcovix, antiguo “Trota”. Esta entrada de su diario con fecha del 19
de septiembre de 2078; se hizo después de encontrar el puesto de avanzada de los “Nuevos
raiders”. A último encargo, me confesó lo siguiente: El puesto de avanzada estaba sobre su
antigua calle, dónde se había criado de niño. Con el 9-A en una antigua distintiva de
cemento, identificamos la ruta de suministros, procedimos con lo estipulado. Malcovix
insistió en que no regresaría “Es todo lo que pude aguantar”, me dijo antes de alejarse en
dirección a su nuevo domicilio. ¿Señor?

-Tengo entendido que el Sr. Malcovix, Ehmm, se quitó la vida… Mejor dicho...

-Se suicidó, señor.

El encargado de los reportes, un sujeto pequeño, calvo y de voz afeminada, carraspeo e


intento mirar fijamente a los ojos a Wilcoux, forzando un tono de seriedad y formalidad,
que dada su naturaleza, no le era muy propio.

-Retome sus labores “Trota”, el equipo Kunegos le espera.

-¿Pero qué hay de Malcovix?

-A los muertos poco les importa eso, vuelva a los suyo.

Wilcoux salió de la tienda. El campamento Éden, era la base para los refugiados y colonos
extraviados de los antiguos Zigurats. Grupos de hombres y mujeres, espesando el constante
fluir del éxodo masivo hacía las estaciones de batalla y defensa; las últimas que podían
llevar personas al anillo de defensa exterior, el único lugar para volver a empezar la
vida.

Dicen que es posible una acusación por homicidio-Dijo en torno burlón un buscador, mientras
se recargaba su rifle sobre el hombro -. Ya no importa, me dejen, encierren acá o morir
afuera me da lo mismo. Después de todo no hay diferencia entre las “Contenciones” y los
trámites de “Centauri”. Los Alpha no estarán muy contentos cuando se enteren de que jodiste
la misión de regularización-dijo el buscador, saltando para acomodarse la mochila mientras
hacía un ademán de burla a Wilcoux-, ese bloque era de suma importancia, y no parecen
tragarse la idea de que Malcovix se suicidase así como así. Pienso que tiene que ver con
todo ese rollo místico que tienen entre ellos. ¿Pensar?-dijo Wilcoux- Pensar esa capacidad
no la tiene ninguno de ustedes, Buscadores hijos de puta, solo necesitan usar sus instintos
y escabullirse entre las costillas rotas de esta civilización-. Wilcoux miró fijamente a
los ojos al buscador, podía sentir su mirada bajo la máscara de soporte vital-

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