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Primer círculo

Se trata del Limbo: en él se encuentran las personas que, no habiendo recibido el bautismo y
siendo que nacieron privados de la fe, no pueden disfrutar de la visión de Dios, pero no son
castigados por algún pecado (por eso es llamado también anteinfierno). Su condición ultraterrena
tiene muchos puntos de contacto con la concepción clásica de los Campos Elíseos.

Pero según la doctrina cristiana algunas almas pudieron salir del Limbo y acceder al Paraíso: se
trata de hecho de los grandes Padres, como Adán, Abel, Noé, Moisés, Abraham, David, Isaac,
Jacobo, Raquel y muchos otros (en el tercer canto también aparece entre ellos el pagano Rifeo)
que vivieron antes del Cristianismo pero que Cristo liberó después de la muerte llevando la
insigna de su victoria sobre el mal y causando entre otras cosas daños físicos al Infierno (por
ejemplo hizo colapsar todos los puentes de las Malebolge, como explica Malacoda a Virgilio en el
canto XXI).

Se encuentran aquí: Homero, Horacio, Ovidio, Lucano, Electra, Héctor, Eneas, Julio César,
Camila, Pentesilea, Latino, Lavinia, Bruto, Lucrecia, Julia, Marcia, Cornelia, Saladino, Aristóteles,
Sócrates, Platón, Demócrito, Diógenes de Sinope, Anaxágoras, Tales de Mileto, Empédocles,
Heraclito, Zenón, Dioscórides, Orfeo, Cicerón, Lino, Séneca, Euclides, Ptolomeo, Hipócrates,
Avicena, Galeno, Averroes.

Además en el canto XXII del Purgatorio Virgilio nombra compañeros suyos del Limbo en una
conversación con Estacio. Ellos son: Terencio, Estacio, Plauto, Vario Rufo (o quizás Varrón),
Persio, Eurípides, Antifonte, Simónides de Ceos, Agatón de Atenas, Antígona, Deifile, Argia,
Ismene, Hipsípila, Manto (Dante habla de la «hija de Tiresias»: se debe quizás pensar a un
despiste dado que ya la encontramos entre los adivinos en Inf. XXVI), Teti, Deidamía.

Segundo círculo

Lujuria

Aquí comienza el verdadero Infierno: de hecho encontramos a Minos que juzga a los
condenados según el mito ya presente en Homero y Virgilio.

En el segundo círculo están castigados los pecadores incontinentes y en particular los lujuriosos:
ellos son empujados por el aire, vencidos por la tormenta infernal, evidente contrapaso (por
analogía) de la pasión que los abrumó en vida.

Están castigados aqui: Semiramide, Dido, Cleopatra, Helena, Aquiles, Paris, Tristán, Paolo
Malatesta y Francesca de Rimini.
Tercer círculo

Gula

En el tercer círculo, Dante y Virgilio continúan encontrando pecados incontinentes, en particular


golosos: ellos están inmersos en el fango, bajo una lluvia incesante de granizo y nieve, y
golpeados por Cerbero, guardián de todos los ínferos según la mitología clásica pero aquí
relegado a guardián de solo el tercer círculo.

El contrapaso es más complejo respecto al anterior círculo pero se puede ver igual: en el fango
en el cual están obligados a arrastrarse un antítesis del uso refinado que hicieron en vida en el
sentido del gusto y, en la avidez del guardián que los maltrata, un reflejo de la avidez y la codicia.
En conclusión, se puede decir que está potenciado al máximo el aspecto bestial de la avidez de
comida, como se nota también en la degradación que sufre el mismo Cerbero respecto a su
breve aparición en la Eneida (de hecho, Dante maximizó la monstruosidad del aspecto físico así
como en el objeto que se le tiea: una focaccia somnífera en la Eneida, pero acá un puño de
tierra).

Aquí está castigado Ciacco.

Quinto círculo

Ira

Este círculo es el último en el cual se encuentran pecadores castigados por su incontinencia:


aquí están los iracundos y los perezosos, los primeros inmersos y los segundos sumergidos en
el pantano del Estige. Los primeros estuvieron inmersos en el fango de su propia rabia, y ahora
se golpean y se injurian eternamente, mientras los segundos gastaron su vida en la inmovilidad
del espíritu, y por eso están hundidos, privados de aire y palabra así como en vida se privaron de
las obras.

El custodio, también barquero sobre el Estige, es Flegias, alegoría de la ira: su figura es tomada
de la mitología, siendo él el rey de los Lápitas que incendió el templo de Delfos para vengarse de
Apolo, que había seducido a su hija, como narran Virgilio y Estacio.

Algunos hipotetizaron que en el pantano se encuentran los soberbios y los envidiosos, porque no
se encuentran en ninguna otra parte: pero viendo bien son infinitos los modos en los cuales un
hombre puede pecar, y por eso las culpas están repartidas en grandes categorías, según una
justicia divina inescrutable para la lógica humana. Notamos después como la soberbia y la
envidia serán castigadas en el Purgatorio no como culpas precisas, sino como tendencias del
carácter

Aquí es castigado como iracundo: Filippo Argenti.


Sexto círculo

Herejía

El sexto círculo está dentro de los muros de la ciudad de Dite, en la mitología homónimo de
Plutón, y acá vigilada por una multitud de diablos y por las Furias o Erinias (el primero es el
nombre en latín, el segundo griego). Ellas son tres: Megera, Alecto y Tisífone, y son las diosas
de la venganza, que personifican el remordimiento por un delito cumplido que perseguía al
criminal.

Aquí son castigados los herejes (entre los cuales los epicúreos, que negaron la supervivencia del
alma) en sepulcros en llamas: la idea probablemente está tomada de la pena a la cual estaban
castigados los herejes en los tribunales terrenales, es decir la hoguera, en cuanto el fuego era
considerado símbolo de purificación y correspondía quizás a la falsa luz que ellos pretendian de
expandir con sus doctrinas. En el Infierno los seguidores de cada secta están juntos, en
contraste a la discordia y a la división que en cambio llevaron en la Iglesia, mientras que el
sepulcro alude a la negación de la inmortalidad del alma (aunque no todas las herejías la
negaban).

Los heresiarcas no están incluidos en las grandes categorías de la incontinencia y de la malicia,


sino que forman una clase distinta: ellos de hecho creyeron de poder escapar al juicio normativo
de Dios, pero no fueron inmunes del castigo. Naturalmente son distintos también de los
condenados del primer círculos, los cuales no son verdaderos condenados en cuanto la de ellos
fue simple ignorancia, y no una libre elección.

Aquí son castigados: Farinata degli Uberti, Cavalcante dei Cavalcanti, Federico II, Ottaviano degli
Ubaldini, Papa Anastasio II.

Séptimo Círculo

Violencia

Al sétimo círculo se accede después de haber superado los restos de una grieta, provocada por
el terremoto que movió la tierra al morir Cristo. Ella marca una neta diferencia de la parte
superior del Infierno: de hecho los condenados de los últimos tres círculos son culpables de
haber puesto malicia en sus respectivas acciones. El custodio del círculo es el Minotauro, que
representa la «loca bestialidad», es decir la violencia que equipara los hombres a las bestias.
Aquí son castigados los violentos, divididos en tres grandes giros:

Primer giro

Los violentos contra el prójimo, es decir los homicidas y los criminales, tiranos, violadores y
bandidos, son inmersos en el Flegetonte, río de sangre hirviente que simboliza la sangre que
tiraron en vida, y son tormentados por los centauros, que también representan la violencia y la
fuerza bestial. Los condenados están inmersos en el río en distintas proporciones según la
gravedad de la culpa, y son golpeados por las flechas de los centauros si intentan salir de la
sangre más de lo establecido.

Aquí son castigados los tiranos: Alejandro de Feres, Dionisio I de Siracusa, Ezzelino da Romano,
Obizzo II d'Este, Atila, Pirro Neottolemo e Sesto Pompeo; el homicida Guido di Montfort; los
bandidos: Rinieri de Corneto e Rinieri de' Pazzi.

Segundo giro

Los violentos contra si mismos están divididos en dos categorías netamente distintas por la
diversidad de sus penas: los suicidas son transformados en árboles por haber querido
voluntariamente renunciar a su naturaleza humana, y de hecho no podrán nunca recuperarla: el
día del Juicio Final, cuando condenados y benditos tomarán sus cuerpos para sufrir y gozar en
modo más intenso, los suicidas se limitarán a colgar a las ramas del propio árbol el cuerpo
recuperado. Ellos son además castigados por las Harpías, criaturas mitológicas con cuerpo de
pájaro y cara de mujer, que en la Eneida profetizaban a los troyanos hambre y desgracias.

En cambio los derrochadores, que en vida destruyeron y desgarraron su sustancia, aquí son
desgarrados por perras famélicas. Ellos son distintos de los pródigos del cuarto círculo ya que no
solo no tuvieron mesura a la hora de gestionar su patrimonio, sino que también tenían objetivos
destructivos, y de esta manera destruian su propia sustancia: son por lo tanto víctimas de una
caza infernal, muy parecida a aquellas narradas en el medioevo (el ejemplo más famoso se
encuentra en el Decamerón de Boccaccio, en el cuento de Nastagio degli Onesti), y de ese modo
también acrescientan el sufrimiento de los suicidas.

Aquí son castigados los suicidas: Pier della Vigna y un anónimo florentino. Y los derrochadores
Lano de Siena y Jacopo da Sant'Andrea.

Tercer Giro

Los violentos contra Dios, la naturaleza y el arte son, de hecho, divididos en tres grupos: los
blasfemos de nuevo en la arena ardiente, inmóvil bajo una incesante lluvia de fuego; sodomitas
lugar funcionar continuamente bajo el fuego, y, finalmente, los prestamistas ("la violencia contra
la "arte" como la violencia contra el derecho humano al trabajo) está sentado en la lluvia de
fuego. Existe una guardia para este grupo en específico, pero recuerda que hay un guardián del
séptimo círculo completo, es decir, el Minotauro.

El contrapaso una vez más se refiere a las sanciones impuestas de manera rutinaria, usando
Edad Media Edad Media por los crímenes contra los dioses: el fuego; también sodomitas en el
caso particular de un aviso de retiro el episodio Biblia la destrucción de Sodoma y Gomorra justo
por debajo de una lluvia de fuego. Tenga en cuenta también cómo los usureros son
irreconocibles a Dante, que los identifique sólo por los brazos de su familia, que llevan, a una
condena global de la sociedad a la que pertenecen (y están unidos también en este inhallable
para avaro y pródigo en el cuarto círculo, cosas aclamado como cegado por el amor a las cosas
terrenales, celestiales que lo distraigan de lo que también distorsionan la naturaleza humana).
Aquí se castiga como un blasfemo: Capaneo. Son castigados como contra naturaleza: Brunetto
Latini, Prisciano de Cesarea, Francesco d'Accorso, Andrea dei Mozzi, Guido Guerra, Tegghiaio
Aldobrandi, Jacopo Rusticucci y Guglielmo Borsiere. Y aquí se castigan como usureros un
Gianfigliazzi, un Obriachi y un Scrovegni.

Octavo círculo

Fraude

El octavo círculo aún castiga a los pecadores que usaron la malicia, pero esta vez en modo
fraudulento contra los que no son de confianza. Tiene una forma muy peculiar que Dante
describe con cuidado: está ubicado en un profundo foso en el medio del cual hay un pozo (la
parte más profunda del Infierno); entre el banco y los pozos se excavan diez inmensa zanjas
conectadas por acantilados rocosos que actúan como puentes (que, sin embargo, los puentes se
han derrumbado por el terremoto que siguió a la muerte de Cristo): las zanjas son diez los pozos
octavo círculo, llamado colectivamente "Malebolge", un término acuñado por Dante como los
nombres de los demonios que guardan algunos hoyos, como el Malebranche de la Quinta (bolgia
originalmente significaba "bolsa", mientras que su uso moderno naturalmente deriva de la Divina
Comedia). El custodior de Malebolge es Gerión, símbolo de fraude, según las palabras del poeta
que le presentó al Canto XVII (véase el punto 7 "imagen sucia de fraude). De hecho, él tiene
"cara de un hombre justo" y el cuerpo de serpiente (otra imagen emblemática del mal de las
primeras páginas de la Biblia), y su cola bifurcada se divide entre el círculo octavo y noveno, es
decir, respectivamente, el fraude se practican contra los que no confía, y contra los que no
confía, mientras que su piel es la diversidad de colores del engaño, como vemos en las diez
fosas:

Primera fosa

En la primera fosa se castiga a los rufianes y a los seductores, es decir, aquellos que sedujeron
en nombre de los demás y por cuenta propia: se dividen en dos equipos que recorren la fosa,
golpeados por latigazos por parte de "cornudos demonios". El contrapaso es más bien genérico,
ya que los azotazos en la Edad Media, eran un castigo común en muchos tipos de delitos
menores: Dante, sin embargo hace hincapié en la desnudez de los pecadores, que por supuesto
se refiere al mercimonio que hicieron en vida.

Aquí se castiga como un rufian: Venedico Caccianemico, y como seductor: Jasón.

Segunda fosa

En la segunda fosa, tratada en el mismo canto precedente son castigados los aduladores, que se
encuentran en excrementos humanos, digno contrapaso por la obscenidad moral de sus
pecados.

Son castigados aquí: Alessio Interminelli y Tais.


Tercera fosa

En el hoyo tercero son castigados los simoniacos, que hicieron mercimonio de los bienes
espirituales y sobre todo de oficios eclesiásticos: ellos están al revés en los agujeros de los que
sólo aparecen los pies, rodeados por las llamas. Ellos que son tan grandes en bolsas que en
vida llenaron de dinero, convirtiendo sus funciones en favor de los bienes puramente terrenales y
no divinos. La llama que lame sus pies se refiere a la llama del Espíritu Santo que cayó sobre la
cabeza de los apóstoles y de María.

Se castiga aquí: Papa Nicolás III.

Cuarta Fosa

En la cuarta fosa se castiga a los adivinos y a los magos, quienes caminan con la cara
distorsionada hacia atrás, en contraste con el pretexto de ver el futuro: mediante la arrogancia y
el engaño de las personas se proclamaban tener las facultades reservadas exclusivamente a
Dios. Sin embargo, no deben ser confundidos los astrólogos con los adivinos: en la Edad Media
se consideraba a la astrología una ciencia que trataba de los astros y sus influencias, y el propio
Dante en varias ocasiones se refiere, por ejemplo, cuando afirma ser nacido bajo Géminis,
mientras que la cuestión de cómo estas influencias son consistentes con el libre albedrío se
considera, asimismo, en todo caso aquí insiste en el engaño, la pretensión de ser capaz de ver y
cambiar el futuro, lo cual es obviamente falso.

Son aquí castigados: Anfiarao, Tiresias, Arunte, Manto, Calcas, Euripilo, Michele Scotto, Guido
Bonatti.

Quinta Fosa

La quinta bolgia está compuesta por un lago de brea hirviente en el cual son inmersos los
malversadores, aquellos que tomaron provechos ilícitos de sus cargos públicos. A cuidar la
bolgia hay un grupo de diablos llamado con el nombre de Malebrache, que castigan con sus
ganchos a los condenadores que intentan salir de la brea: Dante, con gran despliegue de
fantasía, nombre algunos: Malacoda, Barbariccia, Alichino, Calcabrina, Cagnazzo, Libicocco,
Draghignazzo, Ciriatto, Graffiacane, Farfarello, Rubicante. Como los diablos mismos se burlan
del condenado, la inmersión en la brea alude a la vida que tuvieron, mientras que la sustancia
será justificada por su viscosidad, que hace referencia al modo en el que engañaron a la gente
en vida.

Son aquí castigados: un anónimo de Lucca, Fray Gomita, y Michele Zanche.

Sexta fosa

En el hoyo sexto son castigados hipócritas que se comprometan ropa pesada de plomo, en las
afueras de oro, con evidente alusión al contraste entre la aparición de "oro", agradable, a los
hipócritas que realizan en el mundo exterior, y sus interioridad falsos, agobiado por los malos
pensamientos: Esta frase se ha sugerido a Dante etimología Huguccio que da a la palabra
"hipócrita", como algo que una persona escondidos "debajo de oro, el oro en la apariencia." Una
subcategoría particular de hipócritas está representado por los miembros del Sanedrín que
condenó a Cristo a la muerte "en beneficio de todos", sino más bien causar la ruina de los
Judios: estaban crucificados con una aparente represalia a la tierra, a través de la calle de modo
que los hipócritas que se desarrollan las campanas conducirlos a través de pisotear. Éstos son
castigados: el catalán Malavolti Loderingo de Andalo son crucificados en la tierra: Caifás, Ana y
los fariseos.

Séptima fosa

En la fosa séptima los ladrones son castigados, colocado entre las serpientes con sus manos
atadas por serpientes, y se entregaron a estos: Estos animales son el último símbolo de la
maldad, el engaño, como en el Génesis, donde para engañar Adán y Eva es Satanás como una
serpiente en este caso particular el uso de este animal se justifica por la naturaleza insidiosa de
los ladrones pecado, cuyas manos están atadas porque también los cometió el delito en su
mayoría, también el transporte de su figura humana se puede interpretar como una represalia,
precisamente porque su naturaleza es lo único bueno que tienen, sin embargo, en el infierno,
pero también son despojados de eso. Guardián y juntos dan este pozo es Caco, un personaje
mitológico que era un ladrón y asesino, y que Dante un centauro, señalando que no es con los
demás en el séptimo círculo porque además de ser violentos también era un ladrón, de hecho.
Éstos son castigados: Vanni Fucci, Donati Cianfa, Brunelleschi Agnolo, Donati Buoso, Cojo
Puccio y Francesco de Cavalcanti.

Octava fosa

En el hoyo octavo se castiga a los consejeros fraudulentos, que andan encerrados en llamas: la
lengua de fuego es la imagen de la lengua con la que cometió, dando consejos engañar, y de
hecho también tienen dificultad para hablar, como lo vemos en el diálogo entre Dante y Ulises y
luego entre Dante y Guido da Montefeltro. Se castiga aquí: Ulises, Diomedes y Guido da
Montefeltro.

Novena fosa

En el hoyo noveno se castiga a los sembradores de la discordia, que puede ser sembradores de
la discordia religiosa, que es responsable de los cismas, la política, los líderes de las guerras
civiles, o más generalmente para los hombres y las familias. Ellos están mutilados por el
demonio para volver a abrir sus heridas tan pronto como se cierre, hacer hincapié en la
separación de sus órganos de las plantas perennes que causó divisiones en la humanidad. Éstos
son castigados: Muhammad Ali ibn Abi Talib, Pier da Medicina, Cayo Escribonio Curio, Lamberti
Moscú, Bertrand de Born, Geri del Bello.

Décima fosa

Última zanja del octavo círculo se castiga a los falsificadores, que en la vida falsificados cosas,
personas, dinero y palabras, están sufriendo de enfermedades horribles que les deforman: los
falsificadores de las cosas de la lepra, los de la ira persona, los dall'idropisia monedas y la fiebre
palabra. Estas enfermedades sólo les desfigura, ya que las diferentes marcas y falsificar su
naturaleza, como en la vida que querían imitar el dellaverità figura. Aquí se castigan como
forjadores de cosas Grifolino d'Arezzo, la cabeza, como los falsificadores son castigados aquí en
persona: Gianni Schicchi y Mirra, que aquí se castiga como un falsificador de moneda: Maestro
Adán, que aquí se castigan como forjadores de la oración: la esposa Putifar y Sinón.

Noveno Círculo

Traición

El noveno y último círculo del infierno huelgas a los culpables de fraude y la malicia, pero esta
vez contra los que confían. El noveno círculo está físicamente separado del anterior por un pozo
enorme, y la estructura del poema se destaca por el anunciante de una canción por decirlo así,
de paso, pero todavía muy importante. En este pozo se castiga a los gigantes, que están fuera
de la estructura ternaria del infierno de la misma manera que son ajenas a la naturaleza humana,
pero se parecen entre sí: ambos son condenados y los custodios del último círculo, que luego se
enmarcado por una titánica cifras de los rebeldes contra los dioses, el hecho de Titanes que
Lucifer se rebeló contra Júpiter, y que si bien el más hermoso y poderoso de los ángeles se
rebelaron contra su creador. Ahora, en cambio, quería a la altura de partida y no usurpar el poder
de ellos, lo divino, estas cifras están inmóviles en las profundidades del infierno aquí en
particular, son los gigantes, encadenados a lo largo de las paredes del pozo de la cintura, sólo
Anteo es más libre, ya que participó en la guerra de hermanos contra Júpiter. Éstos son
castigados: Nimrod, Efialtes, Briareos, Tom, Tifón y Anteo. El último círculo está formado por un
enorme lago de hielo llamado Cocito, ya que el viento causado por el movimiento de las alas de
Lucifer. Aquí se castiga a los traidores que le de confianza, simbolizada por la frialdad de hielo,
frío como lo fueron sus corazones y sus mentes urdimbre pecado, en oposición a la caridad, que
tradicionalmente simbolizado por el fuego. Pero también se puede ver un retorno de la inversión
en el ámbito del mismo poema: si su aislamiento del resto del Infierno se destaca por la inclusión
de una canción y un nuevo prefacio a la parte superior de la siguiente, el clima traicionero en el
que estaban actuando en la vida estos maldito clima que está bien representada por Dante
recrea el clima de silencio y lo no dicho, que casi nunca dice abiertamente el pecado de los que
son condenados, y que incluso cuando él habita en un discurso más amplio parece ocultar los
detalles importante, como en el discurso del conde Ugolino, que le dice al fin de su muerte no
nos dice o lo que realmente fue su culpa, ni cómo el arzobispo de traición que cometió en su
contra. Cocito también está dividida en cuatro zonas, y, sin embargo, en contraste con la amplia
variedad de crímenes y castigos en Malebolge y en general en los círculos más arriba, es
bastante uniforme: es casi el mismo castigo que el mismo fue culpa es conocido hecho de que
más allá de la subdivisión superficial de estos malditos traidores familiares, etc de su país, hayan
incurrido en las vidas de más de una traición, o de la delincuencia afecta a más áreas de este:
¿quién ha traicionado a la familia ha traicionado al mismo tiempo compañeros Parte (los
hermanos Alessandro y Napoleone degli Alberti) o las valoraciones (Alberigo fraile y Branca
d'Oria), Gano Maganza de traicionar el rey Carlomagno quien también es su tío, César Bruto
traiciona quien también es su padre, etc.
Primera zona

La primera zona del noveno círculo es la Caina, después de Caín, que mató primero a su
hermano Abel, de hecho, aquí están los traidores castigados familiares, sumergidos en hielo
hasta que la cabeza con la cara hacia abajo. Aquí se castiga a Alessandro Alberti, Napoleone
degli Alberti, Mordret, secretarios de Vanni, Mascheroni Sassolo y camisas de Pazzi.

Segunda zona

El segundo ámbito es el noveno círculo Antenora, lleva el nombre del troyano Antenor que
traicionó a su ciudad: aquí están, de hecho, los traidores y el partido se sumergió en el hielo con
la cara hacia arriba, o con hielo que cubre su la mitad de la cabeza, entonces que es recto. Éstos
son castigados: Bocca degli Abati, Buoso de Duero, Tesauro de Beccaria, Soldanieri de Gianni,
Gano de Maganza Tebaldello zambras, Ugolino y Ruggieri Gherardesca Ubaldini.

Tercera Zona

El tercer ámbito es el noveno círculo Tolomea lleva el nombre del rey egipcio Tolomeo que
traicionó a los huéspedes Sexto Pompeyo (o el nombre del gobernador de Jericó, que traicionó y
mató a su padrastro de Simón Macabeo, Sumo Sacerdote, y sus dos hijos): De hecho aquí son
los traidores de los invitados, sumergido en el hielo con la cabeza echada hacia atrás, para que
congele las lágrimas en los ojos, evitando que dar rienda suelta a la pena en lágrimas. Éstos son
castigados: Hermano Alberigo y Branca d'Oria.

Cuarta zona

La cuarta área del círculo es el noveno de la Giudecca, llamado Judas Iscariote, que traicionó a
Jesús, benefactor de la humanidad y aquí están los traidores de los benefactores, plenamente
inmersa en el hielo, pero en diferentes posiciones, "Otros están mintiendo, otros son empinadas,
/ la una con la cabeza y sus pies / otros, com'arco, cara a los pies invierte "Estas cuatro
posiciones tienen significados diferentes, a saber, que los" mentir "han traicionado a sus
compañeros, aquellos con cabeza hacia arriba han traicionado a su principal (por ejemplo, los
caballeros) y las de sus pies a sus hijos (por ejemplo, temas), mientras que los dos últimos se
han traicionado tanto plegado (Francesco da Buti). En el infierno más profundo, castigado por el
mismo Lucifer, el gran traidor en primer lugar, son traidores de las más altas instituciones,
creadas bajo la voluntad de Dios para el bien de la humanidad: son tres, luego tres bocas de
Lucifer en el que de freno, en analogía evidente con el concepto de unidad y la Trinidad de Dios,
Lucifer, el principio de todo mal, tiene en la chimenea central Judas Iscariote, el traidor de Cristo,
que descendió de él la autoridad espiritual que viene del cuerpo desgarrado los dientes del
diablo. En los respiraderos laterales, la cabeza afuera, son Marco Junio Bruto y Cayo Casio
Longino, que conspiraron contra César y, por tanto traidores del imperio. "El alcalde mayor dos
han sido condenada de antemano tanto por Dios como guías de la humanidad para alcanzar la
felicidad mundana, respectivamente, y la tierra" (núm. Sapegno)

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