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Introducción
Desde comienzos del siglo XXI, los desarrollos y avances metodológicos centrados en el
uso del método comparado en la investigación politológica han configurado una amplia
discusión producto de la elaboración de estudios comparativos cualitativos soportados en el
diseño de procesos de formalización y utilización de modelos matemáticos (más cercanos a
los métodos cuantitativos) para explicar una gran variedad de fenómenos políticos. El
presente trabajo plantea una propuesta de modelación y diseño de investigación soportada
en dicha discusión, haciendo especial énfasis en la necesidad de desarrollar criterios
rigurosos y sistemáticos que permitan aproximar a la complejidad causal y al debate
existente entre las condiciones necesarias y suficientes para explicar los resultados a partir
del uso de la estrategia denominada Análisis Comparado Cualitativo (QCA por sus siglas
en inglés), la cual surge como alternativa a las técnicas estadísticas relacionadas con
comparaciones de N grande (muchos casos) y los estudios de caso, desarrollando una
propuesta metodológica para comparaciones de n pequeña (pocos casos).En este sentido, el
trabajo describe ampliamente la aplicación del QCA en la investigación comparada y
sugiere el diseño del modelo de Conjuntos Difusos (Fuzzy Sets) como una estrategia
metodológica que permite superar la necesidad de establecer criterios dicotómicos, abordar
los casos como configuraciones y analizar hipótesis basadas en relaciones entre conjuntos.
Para desarrollar los diferentes aspectos de esta propuesta metodológica, el trabajo se divide
en cuatro partes: la primera parte presenta un esbozo inicial del QCA, su aplicación como
estrategia metodológica en la ciencia política y su desarrollo puntual al interior de la
política comparada; en la segunda parte, se presenta el debate existente en la adopción
metodológica cuantitativa y cualitativa que conduce al método comparado, pero que sugiere
un proceso de formalización y de recolección de datos de corte más cuantitativo para un
proceso de análisis de corte cualitativo, lo que supone un ejercicio de reconocimiento de las
variantes metodológicas al interior de la investigación comparativa en ciencia política y
superar las posiciones dicotómicas que se muestran excluyentes dentro de la disciplina. En
tercer lugar, se propone el análisis de conjuntos difusos (Fuzzy Sets) como una propuesta
de modelación para la investigación comparada y la aplicación del QCA, pues se reconoce
un notable vacio en la producción regional acerca de la adopción de esta opción
metodológica y lo que supone su complejización en el campo de la investigación
comparada. Por último, se proponen algunas consideraciones finales que llaman a una
necesidad permanente de diseñar ejercicios de actualización metodológica dentro de los
campos de investigación de la vasta área de la ciencia política. Dichas conclusiones
amplían el espectro del analista hacia formas complejas de comparación y de diseño de
investigación, pues se esfuerzan por superar un debate dicotómico que implica una nueva
mirada de los casos objeto de análisis y una propuesta explicativa que incide en el diseño de
las variables analíticas.
En su obra “El método comparado”, Ragin extiende el campo de análisis del método
comparado en las ciencias sociales al diseño de investigaciones bajo análisis comparado
cualitativo (QCA por sus siglas en inglés). Dichos planteamientos forman parte de una
discusión metodológica mucho más amplia, esta es aquella disputa tradicional en la
investigación social entre perspectivas cualitativas y cuantitativas (Ragin, 1987). Con la
introducción del QCA se construye un aporte de amplia relevancia en la metodología de las
ciencias sociales en general, y en las ciencia política en particular en la medida en que
consigue ofrecer a la investigación comparada un método sistemático, riguroso y
fundamentado en las matemáticas y en la lógica formal la cual encuentra algunos vacíos en
el desarrollo de las investigaciones en América Latina, ya sea por su desconocimiento, por
el poco valor que le atribuyen algunos investigadores o por su negación en un avanzada
purista cualitativa que parecía encasillar cualquier propuesta relacionada con el
positivismo.
Las metodologías que involucraron la utilización del algebra y los algoritmos que Ragin
propuso condujeron a una larga trayectoria de investigadores a elaborar técnicas
estandarizadas y bien definidas incluso en la investigación no estadística. Además, con la
aplicación el QCA se diseña una herramienta para la investigación social que permitía
analizar pocos casos (n pequeña), pues la numerosidad habría sido muy alta para el uso de
técnicas empleadas en los estudios de caso, pero al mismo tiempo, muy baja para
desarrollar un análisis estadístico.
Para el análisis a partir del reconocimiento del contexto, el QCA es una estrategia
metodológica central, puesto que permite que el número de variables sea superior al
número de casos, un frecuente problema en las investigaciones politológicas que utilizan el
método comparado. Ragin presentó el QCA como una estrategia para analizar hipótesis
basadas en set-theoretic relations, es decir, relaciones entre conjuntos (hipótesis del tipo
si… entonces…) De esta manera, la propuesta metodológica que aquí se presenta
constituye una solución para varios de los problemas metodológicos que enfrenta la
investigación comparada en ciencia política.
Al interior del QCA se encuentra la cuestión de las condiciones suficiente y/o necesarias (o
de combinaciones de condiciones que satisfagan tales características para un resultado, por
lo que es importante mencionar que el QCA hace explícitas las relaciones entre las
condiciones y el resultado. No obstante, las relaciones entre las condiciones ha sido un
asunto tradicionalmente abordado desde las respuestas dicotómicas, usualmente
correspondientes a los criterios ausencia/presencia. Pero aplicando formas de codificación
más refinadas y más articuladas en aspectos teóricos, Ragin (2000) observó que la
necesidad de usar las dicotomías debilitaba considerablemente la aplicación del QCA. Por
ello, propone utilizar los principios de los llamados fuzzy sets (fs/QCA) o conjuntos difusos
desarrollados en las áreas de la informática durante los años sesenta
A + BC → Y
En esta fórmula el signo + corresponde al Ó utilizado en lógica. Ello significa que existe
más de una condición suficiente (A ó BC) para el resultado. De manera más específica, la
parte BC de la fórmula se escribe B*C dónde el signo * corresponde al Y lógico. La flecha
(→) señala que la fórmula es el resultado del examen de las condiciones suficientes. Por
medio de la estadística no es posible modelar estas relaciones. A continuación se presenta
un esquema gráfico que describe ambas relaciones entre las condiciones y facilitan la
comprensión del modelo formal:
Figura 1. Esquema de las condiciones suficientes
En esta primera figura, allí donde exista X también estará Y, lo que quiere decir que la
presencia de X implica automáticamente la presencia de Y, pero no viceversa. Puede verse
que el círculo de Y es mucho más grande que el de X. Esto sugiere que existen otras
condiciones suficientes que pueden —en alternativa a X— explicar Y. Pueden observarse
dos conjuntos. Uno de los conjuntos —X— es un subconjunto (sub-set) del otro conjunto,
el conjunto Y. Es decir, cada elemento es parte del conjunto X que es a su vez parte del
conjunto Y, pero no todos los elementos de Y son parte de X (Clement, 2010).
La segunda figura permite ver a X como la condición necesaria para Y, Y no puede existir
sin X. No siempre que exista X existirá Y también. Es decir, no es suficiente la existencia
de X para que también haya Y. X no es una condición suficiente. En este caso, Y es un
subconjunto del conjunto definido por X (Clement, 2010). Este tipo de relaciones
provenientes de la teoría de conjuntos hace al QCA particularmente diferente en relación
con otras técnicas. Según Braumoeller (2003) resulta relevante la posibilidad de considerar
la complejidad causal, la cual se articula de tres maneras: la equifinalidad, la causalidad
coyuntural y la causalidad asimétrica. La equifinalidad se expresa en que puede existir más
de una condición suficiente (pero no necesaria) para producir un resultado.
A diferencia del método estadístico, las condiciones causales cuentan como aspectos
fundamentales con los cuales una relación causal compleja puede ser modelada (Pérez-
Liñán, 2007). Aunque alguna de estas condiciones pueden ser superfluas, permanecen
siempre como condiciones suficientes. Puede establecerse un tipo de correspondencia en
relación a la formulación de las hipótesis en la ciencia política y la investigación
comparada, comprendemos que ciertos resultados (o outcomes, como por ejemplo la
democracia) no se consiguen de manera unívoca, es decir, con solo una posibilidad
introduciendo diversos factores a manera de una suma. Por el contrario, regularmente la
realidad social nos obliga a razonar de manera equifinal y a descubrir varias vías al
resultado bajo análisis (Ragin, 2000).
Se debe anotar que, además de la perspectiva equifinal, también el QCA puede evaluar la
importancia matemática de cada una de las condiciones equifinales. Las denominadas
medidas de cobertura (Ragin, 2006) ofrecen los instrumentos para evaluar cuánto cada
condición en lo individual explica (cubre), pero también cuánto es indispensable cada una
de ellas en particular, es decir, cuanto explica que no haya sido explicado por otras
condiciones.
AB + ~AC → Y
Puede verse que la condición A tiene dos roles causales diferentes dependiendo del
contexto en el cual aparece: combinada con la condición B, A debe estar presente; por el
contrario, combinada con la condición C, A debe estar ausente (~A). Como sabemos por
nuestras investigaciones, a veces sucede en la realidad que una condición que es favorable
para un resultado en ciertas circunstancias no lo es en otras. Más aún, la condición puede
ser desfavorable en otras circunstancias. Por ejemplo, ciertas estrategias para la
democratización podrían funcionar en ciertas sociedades pero podrían ser
contraproducentes en otras. La capacidad del QCA de iluminarnos sobre estos aspectos de
la causalidad coyuntural significa que en el QCA no solo se habla de casos sino
principalmente de configuraciones (Ragin, 2000, p. 64). Desde esta perspectiva, cada caso
viene desarmado, por así decir, en sus unidades constituyentes de manera que se llega al
grado de examinar la estructura y la distribución de tales unidades. Este procedimiento
permite observar que algunas combinaciones de unidades constituyentes simplemente no
existen.
El QCA representa para la Ciencia Política en Amèrica Latina una novedosa propuesta
metodológica. Los principios de la complejidad causal son los fundamentos del análisis
comparado como se ha venido desarrollando desde los tiempos de Aristóteles (Landman,
2011). El desarrollo del QCA ha constituido una reciente fase hacia una mejor
sistematización de los conceptos usados. Mientras la comparación de Aristóteles o
Tocqueville entre Estados Unidos y Francia, se basaban en una metodología implícita, John
Stuart Mill logró encontrar un sistema metodológico más explícito, a saber, los cánones
(Morlino, 2010). Aunque tienen una historia de más de 150 años, su propuesta es una
importante referencia en la investigación comparada en Ciencia Política. El sistema de Mill
estaba implícitamente basado en una forma de álgebra booleana.
Ahora bien, tal y como se señala en la introducción de esta investigación, este trabajo trata
de reconocer el debate existente entre métodos cualitativos y cuantitativos en la
investigación comparada, enfatizando el asunto de la adopción de componentes fuertemente
formalizados y de estructura matemática en el desarrollo de comparaciones cualitativas,
pues el QCA permite reconocer que la rigidez de la perspectiva formalizada del análisis
comparado obliga al investigador a centrar su atención atentos a varios aspectos de los
análisis que de otra manera cargarían una enorme dificultad en su abordaje. Una forma de
ilustrar esto es el fenómeno de la diversidad empírica limitada. Como se ha señalado
anteriormente, el QCA descompone los casos en configuraciones con sus características.
Italia –por ejemplo- es una república con un sistema parlamentario con un alto número de
partidos políticos. Alemania es diferente por tener un número bajo de partidos políticos
pero comparte con Italia el ser igualmente una república con un sistema parlamentario. El
Reino Unido es diferente de Alemania por una cuestión (la monarquía) y diferente de Italia
por dos cuestiones (la monarquía y el número bajo de partidos).
En conjunto, los tres componentes (dicotómicos) de los sistemas políticos podrían producir
ocho configuraciones, aspecto que en la investigación comparada está fuertemente
relacionado con la construcción de tipologías. Para observar estas ocho configuraciones se
requeriría de ocho casos individuales. Si consideramos que Austria es igual a Alemania,
usando las tres categorías: Austria es también una república parlamentaria con un bajo
número de partidos políticos. Entonces, para tener las ocho configuraciones son necesarios
ocho países diferentes según las categorías diseñadas. Además, el número de
configuraciones posibles aumenta de manera exponencial. La fórmula es 2k, siendo k el
número de componentes de las configuraciones (Ragin, 2000). Debe mencionarse que los
componentes de las configuraciones son también al mismo tiempo cada una de las
condiciones que se analizan respecto de su suficiencia y su necesidad para un resultado.
De allí que el problema de no tener todas las combinaciones posibles a disposición puede
tener efectos sobre el desarrollo de los análisis. A veces, tiende a dificultarse el diseño de
todas las combinaciones posibles de los componentes de cada una de las configuraciones.
En tal situación se habla de diversidad empírica limitada, como ya se indicó brevemente
más arriba. En efecto, existen tres razones por las cuales un conjunto de casos pudiera estar
incompleto:
Ragin, Charles (1987). The Comparative Method, Berkeley, The University of Berkeley
Press
Ragin, Charles (2000). Fuzzy-Set Social Science, Chicago, The University of Chicago
Press
Ariza, Marina y Gandini, Luciana (2012). “El análisis comparativo cualitativo como
estrategia metodológica” En: Ariza, Marina Ariza y Velasco, Laura (coords.) Métodos
cualitativos y su aplicación empírica. Por los caminos de la investigación sobre migración
internacional. México, Instituto de Investigaciones Sociales en coedición con El Colegio de
la Frontera Norte, pp. 145-173. En internet:
https://www.academia.edu/1873659/Ariza_M_y_L._Gadini_2012_El_an%C3%A
1lisis_comparativo_cualitativo_como_estrategia_metodol%C3%B3gica. Fecha de
recuperación: marzo de 2015.
Braumoeller, Bear (2003). “Causal Complexity and the Study of Politics”, en: Political
Analysis, Vol. 11, No. 3, pp. 209-233.
Rihoux, Benoît y C.C. Ragin (eds.) 2008. Configurational Comparative Analysis, London,
Sage.
Schneider, C.Q. y C. Wagemann. (2006). “Reducing Complexity in Qualitative
Comparative Analysis (QCA): Remote and Proximate Factors and the Consolidation of
Democracy”, en European Journal of Political Research, Vol. 45, No. 5, pp. 751-786.