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HERIDAS POR ARMA DE FUEGO.

Dr. A. González-Carrero.1
Dr. E. González–Isea.2
Dra. A. De Dominicis M.3

Las heridas por arma de fuego se caracterizan por las lesiones que ocasiona
el proyectil a su paso a través de los tejidos del cuerpo humano. Las lesiones
varían según distancia y según la zona del cuerpo donde penetra el proyectil, lo
cual permite clasificar las heridas como sigue:

A.- Según la distancia del disparo:

- Disparo de contacto: de 0 cm a 2 cm.


- Disparo de próximo contacto: de 2 cm a 60 cm.
- Disparo a distancia: a más de 60 cm.

B.- Según la zona del cuerpo donde penetra el proyectil:

- Heridas sobre zonas blandas, donde la piel es depresible y no tiene


elementos óseos inmediatos por debajo: muslo, abdomen, etc.
- Heridas sobre zonas duras, donde la piel tiene, inmediatamente por
debajo un plano óseo: cráneo, tórax, etc.

Las heridas por arma de fuego presentan: lesión de entrada, trayecto, lesión
de salida, y además, lesiones producidas por elementos acompañantes que en
ocasiones agregan su efecto a los producidos por el proyectil.

1
Jefe Cátedra de Medicina Legal Escuela de Medicina José Maria Vargas. Universidad Central de Venezuela, Caracas,
Venezuela.
2. Médico Forense, Coordinación Nacional de Ciencias Forenses, Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y
Criminalísticas. Caracas, Venezuela.
3. Médico Anatomopatólogo Forense, Criminalista. Jefe de la División de Anatomía Patológica de la Coordinación Nacional
de Ciencias Forenses, Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas. Caracas, Venezuela.

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1.- LESION DE ENTRADA.

En toda lesión de entrada, los elementos a estudiar son: orificio de entrada,


zona de FISCH, zona de tatuaje, zona de falso tatuaje. Estas características
permiten diferenciar la lesión de entrada de la de salida; no obstante, el hallazgo
de todos sus elementos variará en relación con la distancia del disparo.

A.- Orificio de entrada

El orificio de entrada es único y corresponde al proyectil disparado. La regla


es que existan tanto orificios como proyectiles disparados. Es de señalar que no
siempre sucede así por lo que pueden presentarse las siguientes eventualidades:

a.- Orificio único producido por varios proyectiles: casos de COIMBRA y


MENEZES, 1925 (1); MICHAUD y THIODET, 1960 (2); PROTEAU , 1962 (3).

b.- Orificios múltiples producidos por un proyectil único. Caso de CHAVIGNY,


1924 (4). Para un solo disparo pueden existir varios orificios de entrada: el
proyectil se fragmenta antes de ingresar al organismo; el proyectil atraviesa
diversos planos; el proyectil atraviesa un plano óseo y se fragmenta.

c.- El orifico aparente de entrada puede no existir fácilmente visible porque el


proyectil penetró por una cavidad natural: boca, nariz, oído etc. Respecto a esta
circunstancia existen pocas publicaciones: DEROME. 1929 (5), habla brevemente
de que las heridas de entradas pueden encontrarse en un orificio natural como el
oído, la vagina, la nariz, el ano, pero más frecuente en la boca: PIEDELIEVRE,
DESOILLE y HAUSSER, 1938 (6) mencionan a un suicida que se disparó en la
boca pero sin introducirse el cañón y señalan que el orificio era en realidad
dentario; interesó los incisivos inferiores sin lesionar el labio. PIEDELIEVRE y
DESOILLE 1939 (7), refieren un homicidio con entrada del proyectil en el ángulo
interno del ojo, acompañado de un discreto tatuaje que sirvió de orientación para
su identificación. FRAENCKEL, 1912 (8) recuerda un oxuricidio perpetrado
mediante un disparo de arma de fuego en la vagina. CUELI y BONNET, 1940 (9)
reportan un atraco con homicidio, donde el proyectil de un disparo realizado a
corta distancia (menos de 3 cm) penetró por la fosa nasal derecha y salió por la
región media occipital. En la misma obra estos autores señalan que debe
entenderse por “entrada natural” aquella que formando parte de la estructura
anatomo-morfológica del individuo humano, representa la puerta de penetración
del proyectil en el organismo.

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Figura No. 1

FIG. 1. En las armas de fuego, por la llamada “boca de fuego”, salen disparados: el proyectil, fuego
(llama), humo (falso tatuaje) y partículas de pólvora no deflagrada. El estudio de estos elementos,
permiten al forense establecer las características de la lesión de entrada, y con bastante
aproximación, la distancia a la cual se realizó el disparo.

Señalan una clasificación médico forense de los orificios de entrada


naturales producidos por arma de fuego, dividiéndolos en dos grupos topográficos:

1.- CRANEALES: Auriculares, oculares, nasales y bucales.


2.- TRONCALES: Anales, vaginales y uretrales.

Características del orificio de entrada.

El diámetro del orificio de entrada puede ser igual, mayor o menor que el
diámetro del proyectil, por lo que su medición no permite sacar conclusiones
acerca del calibre del mismo, hay que tomar en consideración otros elementos,
peso y forma del proyectil, deformidades propias del mismo (tiro de rebote); ángulo
de penetración. Además hay que tomar en cuenta las características propias de la

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zona lesionada: elasticidad de la piel, espesor del panículo adiposo, su distancia,
en profundidad, hasta el plano óseo y otras condiciones.
En relación con el diámetro del orificio pueden presentarse tres variables,
llamadas por BARRERAS y CASTELLANOS, 1936 (10) la “Fórmula de Huguier”

a.- Orificio de entrada igual al de salida requiere las siguientes condiciones:


 Igual ángulo de incidencia y de reflexión.
 Proyectil animado de gran velocidad de rotación.
 Densidad uniforme de los tejidos atravesados.
 Proyectil no deformado.

b.- Orificio de entrada menor que el de salida se da por las siguientes


coincidencias:
 Angulo de incidencia recto y ángulo de reflexión más o menos agudo.
 Proyectil deformado al salir.
 Arrastre por el proyectil de esquirlas y cuerpos extraños.

c.- Orificios de entrada mayor que el de salida tiene lugar por las siguientes
circunstancias:
 Angulo de incidencia agudo y ángulo de reflexión recto.
 Que el proyectil haya penetrado en el organismo arrastrando un cuerpo
extraño, que es abandonado en el trayecto antes de salir.
 Que el disparo haya sido hecho a distancia de contacto (0 a 2cm) estando la
piel apoyada en plano óseo.
La oblicuidad del disparo hace variar las características del orificio: si el
proyectil penetra en forma oblicua, el orificio es en “medialuna”: si la llegada del
proyectil es tangencial, produce excoriación alargada, equimosis y herida en canal.
PIEDELIEVRE, DEROBERT y CHARTÓN, 1937 (11).

B.- Zona de Fisch.

La zona de Fisch, se forma siempre en el orificio de entrada en disparo de


próximo contacto y a distancia, se manifiesta por dos anillos, completos o
incompletos de adentro a hacia fuera: Anillo de enjugamiento ó halo de limpieza y
el anillo contuso erosivo ó halo de contusión.
La formulación de la zona de Fisch se realiza por el mecanismo de empuje
y rotación que realiza el proyectil sobre la piel al vencer su resistencia. El empuje
del proyectil deprime la piel que se adapta a su forma, luego la estira hasta que
pierde su resistencia contusionándola. Queda entonces un anillo por limpieza del
proyectil (anillo de enjugamiento) y más afuera una zona continua excoriada (anillo
contuso erosivo) El anillo contuso-erosivo se apergamina en el cadáver, pues al
faltar la epidermis de la piel ya no se encuentra protegida de la desecación.
En la formación de la zona de Fish interviene varios mecanismo a saber:
GISBERT- CALABUIG, 2004 (12).

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a.- Contusión de la piel por el proyectil en el choque.
b.- Erosión por distensión de la piel, originada antes de perforarse, que
produce verdaderas roturas en las fibras cutáneas.
c.- Frotación del proyectil sobre la piel deprimida en dedo de guante.
d.- Limpieza del proyectil, a su paso por el orificio, de la suciedad que puede
llevar.

La Zona de Fish ha sido designada con diversos términos. Consignaremos


aquí los siguientes:

 Halo o gola de enjuaguamiento de Chavigny.


 Zona apergaminada de Brouardel; Vibert; Hofmann.
 Anillo o cinta de contusión de Thoinot; Gisbert- Calabuig,.
 Orla equimótica-excoriativa de Borri, Leoncini, Cevidali y Dalla-Volta.
 Halo o gola de erosión de Piedelievre.
 Halo o gola detersiva de Carrara, Tovo, Romanese y Canuto.

C.- Zona de tatuaje verdadero.

El tatuaje esta constituido por fragmentos de pólvora no deflagrada que se


incrustan en la piel, produciendo lesiones que no varían con el lavado. Por la boca
de fuego del arma, salen además del proyectil, gases a alta temperatura, granos
de pólvora y productos de su combustión, que transformados en pequeños
proyectiles se introducen en la piel. También son capaces de perforar ropas de
poco grosor como las camisas.

El tatuaje esta formado por tres elementos:

1.- La quemadura causada por la llama, que se nota como un halo


ennegrecido con características de quemado, que puede ser circular u ovoide, de
acuerdo al ángulo de entrada. (Di Maio, Vincent, 1985) (29)

2.- La incrustación de granos de pólvora no quemados o no deflagrados,


más o menos separados entre sí según la distancia del disparo, que pueden
penetrar hasta la dermis y que se observan hasta una distancia aproximada de 60
cm.

3.- Depósito de negro humo de la pólvora, que puede enmascarar el


verdadero tatuaje y que desaparece con el lavado suave con agua.

Si miramos un tatuaje de frente, ocasionado por un disparo perpendicular a


la superficie de observación, veremos unos puntos oscuros, próximos al orificio de
entrada formando una zona concéntrica. (Ver Foto No, 1)

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La formación de dicha zona aparece más compacta a medida que para el
momento del disparo, la distancia entre en el arma y la región lesionada sea más
corta, hasta el punto de desaparecer, en los disparos de contacto.
En la medida en que el arma es disparada desde mayor distancia, la zona
de tatuaje será mayor y menos intensa. Existen distancias críticas de disparo en la
que no se forma zona de tatuaje. En condiciones experimentales, si alejamos el
arma (Revolver 38 Colt) hasta una distancia de 50 cm a 70 cm, el tatuaje no
aparece. Si progresivamente acercamos el arma al blanco, aparece el tatuaje y se
va reduciendo el círculo también conocido como “roso”, “zona” o “cono” de tatuaje.

Foto N° 1
Foto N° 1. Obsérvese varios orificios de entrada con tatuaje verdadero (excoriaciones y
fragmentos de pólvora no deflagrada). Disparo a distancia de “próximo contacto” (homicidio), en la
cara.

Debemos tener en cuenta que:


 Cuanto más detritus produce la pólvora, mayor será el tatuaje producido.
 Pólvora que producen mucha llama producirán tatuajes con mayor
componente de quemaduras pudiendo chamuscar cabellos, vestidos y aun
hasta incendiarlos.
 Si el disparo se realiza muy cerca, por ejemplo a 1cm de distancia, los
granos de pólvora que salen por la boca de fuego del arma, hacen “bala”
con el proyectil y entran por el orificio y no se observa tatuaje alrededor del
mismo pero si en el trayecto.
 El tatuaje puede faltar en la piel, por haber sido detenido por ropa gruesa.
Siempre es bueno pensar en esta posibilidad y examinar la vestimenta de
las victimas.

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Para el estudio de la zona de tatuaje, interesa considerar el adelanto técnico
que significa:

a.- El uso de la fotografía infrarroja que permite captar el depósito de las


partículas de aceite y de granos de pólvora.

b.- El uso de la espectrografía que detecta el mercurio proveniente del


fulminato de mercurio, y además, el cromo, antimonio y el bario agregados como
correctivos en las pólvoras. Así:
- Mercurio: disparos menos de 60cm.
- Cromo: disparos menos de 40cm.
- Bario: disparos menos de 30cm.

D.- Zona de falso tatuaje.

El falso tatuaje también se conoce como “zona de ahumamiento”, “zona de


estompaje” y/o “zona de esfumamiento” de Chavigny.
Esta zona está constituida por depósito de los productos de combustión de
la pólvora, que ensucian, y el humo depositado por fuera del tatuaje verdadero,
que desaparece por el lavado.

2.- CARACTERISTICA DE LA LESION DE ENTRADA, SEGÚN LA


DISTANCIA DEL DISPARO.

A.- Lesión de entrada en disparo de contacto.

La forma de un orificio de entrada en disparo de contacto lo determina el


proyectil y la fuerza expansiva de los gases; en zona dura es estrellado, diferente
a la zona blanda cuyo orificio es grande y de bordes irregulares. En ambas zonas
no hay tatuaje por que la pólvora penetra dentro de la herida. Los bordes aparecen
quemados. No hay zona de Fish. En todo disparo de contacto debe investigarse:
presencia de carboxihemoglobina, de azufre que aparece como sulfuro y de
nitritos y nitratos, además de otros elementos metálicos: mercurio, plomo, hierro,
níquel, cobre y antimonio.
En los disparos de contacto, los gases, las ondas sonoras y los proyectiles de
alta velocidad, producen lesiones especiales:

1) “Golpe de mina” de Hoffman, 1891 (25) Este autor describe la lesión


como sigue: “La formación de colgajos y desgarros se debe
probablemente, a los gases de explosión, inmediatamente después de la
perforación de la piel en el proyectil, se esparcen, a causa de la
resistencia menor, entre la piel y la base sólida en que esta descansa,

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levantándola y haciéndola estallar desde el agujero producido por la
bala”.
El “golpe de mina”, esta constituido por una lesión desgarrada, que se produce
cuando los gases que penetran con el proyectil, se reflejan en el plano óseo
subyacente abombando la piel, la cual acaba finalmente por estallar. Este tipo de
lesión se observa en la región fronto-temporo-parietal del cráneo, zona muy
usada por los suicidas, aunque su hallazgo no indica ciertamente suicidio.

Foto N° 2
Foto N° 2. Disparo a distancia de “contacto”, en la región frontal, en línea media. Observese:
orificio de forma irregular, estrellado, bordes contundidos y desgarrados. Signo de “golpe de mina”
de HOFMANN.

2) “Disparo de Krönlein”: ésta lesión se produce cuando los gases que


penetran por el orificio de entrada en el cráneo, arrastran y expulsan a través del
orificio de salida, tejido cerebral destruido por su trayecto.

En los disparos de contacto sobre zona dura, es posible, además


observar:

1) “Signo de Benassi”, 1928 (13): en los disparos de contacto se depositan


partículas de pólvora no deflagradas y humo, alrededor del orificio de entrada en el
hueso. También ha sido descrito el Signo de Benassi histológico, señalado por
investigadores argentinos: Signo de Benassi-Cueli (Bonnet, ob.cit. p 651) (28).
Estos signos descritos, con las características que le son propias, persisten aún
cuando la putrefacción esté avanzada. Raffo,1928 (14), lo ha encontrado en
cadáveres con una data de inhumación de 18 meses.

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2) “Signo de Puppe” 1914 (15) y después, Werkgartner, 1924 (16): en
casos de disparo de contacto, se produce independientemente del orificio de
entrada una lesión erosiva y excoriativa que rápidamente se apergamina en el
cadáver y que recuerda la forma de la boca de fuego y a veces la baqueta del
arma empleada. Dalla Volta, 1935 (17) lo llamó “signo de punzonatural”. Este
signo puede presentar variantes (Bonnet, 1982) (18): los que resultan de la acción
de la baqueta y/o los que resultan del cañón, representado por la boca de fuego
del arma.

3) “Signo de Hofman- Haberda”, 1927 (19): está representado por un anillo


de ahumamiento, en las paredes del conducto labrado por el proyectil en el díploe
del hueso plano; éste signo es especialmente observable en los huesos del
cráneo.

4) “Signo de Fraenckel”, 1912 (20): éste signo está representado por un


anillo de ahumamiento en la tabla interna de los huesos del cráneo, alrededor del
orificio interno, producido por un proyectil disparado por arma de fuego.
(Ver Figura N° 2)

Próximo Contacto
0-10 cm

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FIGURA N° 2

Signo del Embudo y otros signos

Figura N° 2. En los disparos a distancia de “contacto” en zona dura como el cráneo, es posible
observar: Signo de BENASSI, Signo de HABERDA y Signo de FRAENCKEL.

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B.- Lesión de entrada en disparo de próximo contacto.

Estos disparos se producen a una distancia entre 2 a unos 60 cm


aproximadamente, considerada distancia crítica en la cual desaparece el tatuaje
verdadero.
Según la experiencia de uno de los autores de esta obra (De Dominicis
Antonietta), sostiene que a esta distancia podemos distinguir características
diferentes en la lesión de entrada de acuerdo a la distancia (Ver Figura N° 1 y Foto
N° 3 y pág 9). En tal sentido tenemos:

1.- Una zona de distancia entre los 2 cm hasta aproximadamente 10 cm, en


la cual encontramos:
 Orificio de entrada con zona de Fisch.
 Halo de quemadura.
 Granos de pólvora no deflagrada muy concentrados, sobre la
quemadura.
 Halo de ahumamiento (a veces)
 Signo de Benassi (a veces).

2.- Una zona de distancia entre 10 cm hasta 20 cm aproximadamente, en la


cual encontramos:
 Orificio de entrada con zona de Fisch.
 Granos de pólvora no deflagrados menos concentrados y más
dispersos.
 Halo de ahumamiento (a veces)

3.- Una zona de distancia entre los 20 cm hasta 60 cm aproximadamente,


en la cual encontramos:
 Orificio de entrada con zona de Fisch.
 Granos de pólvora no deflagrados francamente dispersos.

Hay que tener presente, que estos datos varían en función del tipo de arma,
de la longitud y calibre del cañón, tipo de pólvora, la ausencia de objetos
interpuestos entre la boca de fuego del arma y el objetivo, etc.
En los disparos a corta distancia hay algunos signos que pueden ser
observados en las ropas: el efecto del proyectil, de la llama, de los gases, de los
granos de pólvora no deflagrada y los productos de deflagración de la misma con
granos de carbón y humo. Es posible observar:

a. Quemadura en las ropas: debido a pólvora negra hasta la distancia de 10


cm; a menor distancia con pólvora sin humo.
b. Chamuscamiento: hasta 15 cm de distancia.
c. Rastros de pólvora: reconocido por reacciones químicas.
d. Signo de la “escarapela” de Simonin, 1928 (26):
* Disparo a no más de 15 cm de distancia.

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* Arma corta.
* En la cara interna de la vestimenta, alrededor del orificio de entrada,
el humo proveniente del disparo se distribuye en forma de cucarda,
dispuestas desde el centro hacia fuera: zona negra o grisácea, zona clara, y
zona negra o grisácea.

Foto N° 3

Foto No, 3. Disparo a distancia de “próximo contacto”, donde se aprecia alrededor del orificio de
entrada halo de quemadura concéntrico, ubicado por debajo del lóbulo de la oreja izquierda.

e. Signo de “deshilachamiento crucial” de Rojas, 1929 (27):


* Disparo a no más de 15 cm de distancia.
* Orificio de la ropa se muestra desgarrado en cruz.
* En los bordes hay rastros de quemadura y ahumamiento.
* Todo guarda relación con el tatuaje del plano cutáneo.

f. Signo del “calcado” de Cueli y Bonnet, 1936 (28):


* Disparo a no más de 2 cm de distancia.
* Aparece cuando debajo de la vestimenta hay otra ropa de color
blanco.
* El humo proveniente del disparo atraviesa la vestimenta y se calca
en la tela subyacente.

C.- Lesión de entrada en disparos a distancia.

En los disparos a distancia se aprecia:

 El orificio de entrada redondo u ovalado.


 Zona de Fisch.
 No presenta tatuaje. (Ver Foto No. 4)

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Foto N° 4

Foto N° 4. Disparo a “distancia” (homicidio). Observamos varios orificios de entrada, unos de forma
redondeada y otros de forma ovalada con Zona de Fisch.

3.- TRAYECTO DEL PROYECTIL.

El trayecto, se refiere al recorrido intracorporal del proyectil y presenta


las siguientes características:
En los disparos muy cercanos y en los cuales, como ya hemos dicho,
penetra por el orificio de entrada todo lo que sale por la boca de fuego del arma,
encontraremos:

 Carboxihemoglobina, en disparos de menos de 1 cm.


 Partículas de pólvora no deflagrada y humo, en zona subyacente: Signo de
Benassi.
 Despegamiento de los tejidos por efecto de los gases.
 Tatuaje en el trayecto: sobre músculos, aponeurosis celular, tejido celular
subcutáneo.

En los disparos a cualquier distancia:

 Los trayectos pueden ser rectos o desviados por choques perpendiculares


(rebotes internos) ; oblicuos o tangenciales, pudiendo ser curvos (bala
giratoria, curvas óseas, costillas, cráneo, etc.).
 El trayecto puede contener: pelos, fibras de ropa, parafina del proyectil,
tacos del cartucho, esquirlas óseas, fragmentos del proyectil, aire atrapado
por la pulsación de ondas sónicas (cavitación del proyectil).

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 El trayecto puede comunicar con luz vascular: corazón, intestino, traquea,
cavidades peritoneal o pleural.
 La hemorragia en vida infiltra los tejidos planos subcutáneos de la zona del
orificio de entrada (que son los más fáciles de despegar) y del trayecto, de
modo que en un corte perpendicular toma el aspecto de una T (hemorragia
en T de Pedelievre), en la cual, la barra horizontal seria la infiltración.

4.- LESION DE SALIDA

Es la lesión provocada por el proyectil al salir del cuerpo, dando fin al


trayecto; este orificio de salida puede ser irregular y aún desgarrado, igual o mayor
que el orificio de entrada, circunstancia esta, indicativa del proyectil desviado,
deformado o fragmentado y también de salida de esquirlas óseas junto con el
proyectil, causando desgarramiento o arrancamiento de la piel.
Cuando la herida esta causada por un arma de fuego de gran potencia y
largo alcance, el orificio de salida tiende a ser del mismo tamaño que el de
entrada.
El orificio de salida carece de tatuaje, de falso tatuaje y de zona de Fisch.
Es necesario señalar que si al momento de salir el proyectil la piel se encuentra
apoyada sobre un plano rígido, se producirá una zona contuso-excoriativa por
distensión de la piel: Signo de ROMANESE, 1921, (21) el cual se diferencia de la
zona de Fisch por carecer de anillo de enjuagamiento que si posee la lesión de
entrada.

5.- CARACTERISTICAS DE LAS HERIDAS POR ESCOPETAS.

Las lesiones causadas por tiros de escopetas tienen características


especiales que es necesario conocer, a los fines de su identificación:

A.- Lesión de entrada.

a) Orificio único: se dice que “hace bala” cuando la piel es herida a una
distancia en que los perdigones aún no se han separado, y su poca
dispersión es tal que todos pasan y contribuyen a agrandar el orificio
común.

- Modelo de escopeta. Distancia de disparo.

 Wikela, calibre 16.... ................................ 40 cm


 Franchi, calibre 12
Con expansor de gases... ……….. 20 cm
Con fullchoke......…………………... 1 ½ cm

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- Sin señalar marca.

 Vibert …………………….……….. 60 cm
 Derrobert ........………………………… 65 cm
 Rojas .....................................………….. 100 cm

b) Orificio de entrada múltiple: o “rosa de dispersión” que se forma por la


separación gradual que sufren los perdigones en su trayecto, desde que
salen del arma y tocan la piel para penetrar a través de ella. Estos se van
separando cada vez más, hasta la distancia de caída, en relación al ángulo
que forman con el eje del arma. (Ver Foto No. 5) En una escopeta calibre
16, de cañón cilíndrico, el cono de dispersión será como sigue:

Distancia de disparo. Cono dispersión. Cubre en la


Víctima

Hasta 5 m ................... Cubre 25 cm .............. Cabeza

Hasta 10m ................ Cubre 40 cm .............. Cabeza y cuello

Hasta 15m …………… Cubre 50 cm …… Cabeza, cuello y tórax

Hasta 25 m ………….. Cubre 100 cm ……. Cabeza, cuello y tronco

Foto N° 5
Foto N° 5. Múltiples orificios de entrada producidos por el paso de proyectiles (perdigones)
disparado por escopeta. Obsérvese la rosa de dispersión que abarca la cabeza de la víctima.

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Debemos tener en cuenta que cuando el disparo hace orificio único la
distancia es habitualmente tan cercana que no solo introduce la “columna” o carga
de perdigones, sino también los distintos “tacos” o productos del cartucho. Si el
arma esta abocada produce enormes destrozos, por la cantidad de gases que
libera el cartucho al ser disparado y por el conjunto de proyectiles que realiza el
trayecto.
A medida que la distancia del disparo aumenta, es menor la fuerza que la
penetración de los tacos, y solo hieren al blanco, el conjunto de perdigones
llamados “columnas”. A medida que se aleja más el arma, se presenta un
deflecado en los bordes de la herida, producido por las municiones periféricas de
la “columna”, que se abren cada vez más en el llamado “cono de dispersión” y que
producen la “rosa de dispersión” de la herida; la mayor divergencia de las
municiones a medida que cubren el trayecto del disparo, permite que alcancen
mayor superficie en el blanco.
La escopeta es un arma de fuerte retroceso; en los movimientos que realiza el
suicida, se produce al disparar un rebote (si apoya el arma en la pared o en el
piso) de modo que si el arma esta tocando la piel en el momento del disparo, la
contusionará intensamente. Si solo un cañón a disparado, y el arma posee dos,
al lado del orificio de entrada se observará un anillo de excoriación y equimosis,
producido por el cañón que no disparó: Signo de Puppe y Werkgartner.

6.- ASPECTOS MEDICO LEGALES EN LAS LESIONES POR ARMA DE


FUEGO.

Desde el punto de vista médico y jurídico, las armas de fuego determinan


problemas que deben ser resueltos mediante de investigación de índole pericial.
Los interrogantes a resolver se relacionan con: la víctima, el arma en sí, el
proyectil y también con la pólvora. Seguidamente nos ocuparemos de los
problemas médicos legales relación con la víctima.

A.- Diagnostico diferencial entre suicido y homicidio.

Se han propuesto varios signos o características, que pueden aportar datos


a los fines de determinar si en efecto se trata de un suicidio o en caso contrario,
de un homicidio.

a) Estado de las ropas o del cuerpo:

 Violencia: En caso de suicidio, no suele haber signos de violencia, ni


en el cuerpo, ni en las ropas de la víctima. En casos de homicidio,
suelen existir.

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 Vestidos separados: el suicida que se dispara en la región precordial,
suele separar las ropas, hasta poner en contacto el cañón con la piel.
En casos de homicidio, los proyectiles siempre atraviesan la ropa.
 Huellas de pólvora en las manos: la presencia rastros de pólvora y/o
ahumamiento en las manos, puede estar presente en el suicida,
como en el homicida. Para su determinación, se utilizan pruebas
tales como: prueba de parafina, técnicas de Harrison y Gilroy,
Absorción atómica, Análisis por activación neurotónica. Actualmente
en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística
se utiliza el A.T.D. o Análisis de Trazas de Disparo, la cual determina
la presencia simultánea de plomo, antimonio y bario.

b) Signos derivados de los caracteres de las heridas:

 Asiento de la herida: en casos de suicidio el lugar de la herida esta a


nivel de regiones anatómicas que producen muerte rápida e
instantánea. Son de elección para las armas cortas: zona temporal
derecha o izquierda; región precordial o bucal. Para las armas
largas: la región bucal, mentoniana y parte anterior del cuello. Se
recomienda cerciorarse de la posibilidad de la autoproducción de la
lesión, mediante el movimiento de la mano derecha y / o izquierda
de la víctima empuñando el arma.
 Número de heridas: antes de la difusión de las armas cortas calibre
22, se decía “una o dos heridas, son más de suicidio que de
homicidio”. Las cosas han cambiado y se han descrito casos de tres
disparos precordiales y un caso de cuatro disparos suicidas en la
región cráneo-cefálica, ambos calibre 22. En general, las lesiones
suicidas, cuando asientan en la misma región, tienden a disponerse
próximas unas a otras; puede darse el caso de que un orificio de
entrada sirva para dos proyectiles.
 Características de la lesión: depende fundamentalmente de la región
anatómica (zona blanda, zona dura) y a la distancia a la cual se
realizó el disparo. Pueden reconocerse como características de
disparos suicidas la presencia de: “boca de mina” de Hofmann,
signo de Benassi, signo de “escarapela” de Simonin, signo del
“deshilachado crucial”, signo del “calcado”. Se reconocerá la zona de
Fisch, la cual se aprecia en los disparos de próximo contacto y
permite diferenciar la lesión de entrada de la salida.
 Dirección del trayecto: En casos de suicidio los disparos suelen
hacerse de abajo hacia arriba, mientras en los casos de homicidio
por lo general se efectúan en forma horizontal o de arriba hacia
abajo. Debe entenderse que no existen reglas, pues se trata de la
posición de la víctima en relación con el agresor.
 Lesiones de defensa: pueden asentar en cualquier región anatómica
cuando es utilizada para defenderse. Así tenemos: cráneo, tórax,

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miembros superiores especialmente las manos al tomar el arma por
el cañón. Miembros inferiores al adoptar la posición en cunclillas.

B.- Diagnóstico de la distancia a la cual se efectuó el disparo.

Tal como lo expusimos, al describir las lesiones por disparo de arma de


fuego, estas variarán según la distancia del disparo y la zona del cuerpo por la
cual penetra el proyectil, por lo tanto remitimos al lector a su revisión. Conviene
recordar que este delicado problema debe ser resuelto por el perito con suma
cautela, apoyándose siempre en su experiencia, en el estudio técnico del arma y
en los resultados de las pruebas experimentales, obtenidos mediante disparos
realizados a diferentes distancias sobre blancos de ensayo. La experiencia
personal es de gran importancia. La apreciación de la distancia, dentro de ciertos
límites también puede ser dada tomando en consideración las características
descritas de las lesiones de entrada.

C.- Diagnóstico de la dirección del proyectil.

Debe entenderse por “dirección del proyectil”, la que presenta este con
respecto al plano de incidencia, en el momento de entrar en el organismo. En la
práctica se hace coincidir la dirección del proyectil con el trayecto intraorganico,
pero esto no es una regla.

- El estudio de la dirección del proyectil presume reconocimiento exacto del


orificio de entrada y el orificio de salida.
- En disparos de próximo contacto (2 a 60 cm) se puede presumir la
dirección perpendicular cuando el tatuaje se reconoce más o menos circular. Si la
penetración ha sido oblicua, el tatuaje adoptara una forma semicircular u ovalada.
- En disparos sobre el cráneo y el tórax, cuando el proyectil atraviesa un
plano óseo, se produce en este el signo del “cono” o del “embudo”.
- A veces se altera la línea de relación entre los orificios de entrada y de
salida, por tratarse de casos de proyectiles “contorneantes” o “migradores”.

D.- Diagnóstico del orden sucesivo de las heridas.

En presencia de heridas con franco sangramiento y otras con escasa o nula


hemorragia, es posible aceptar que aquellas fueron las primeras en producirse.

18
Figura 3

En caso de heridas por arma de fuego en el cráneo, CHAVIGNY señala el


orden sucesivo de las heridas en la siguiente forma (Leyes de Chavigny, según
Balthazard, 1947 (24)).

a) Un primer proyectil que hace impacto en el cráneo determina una fractura


estrellada.

b) Un segundo proyectil, determina una segunda fractura, cuyas líneas


quedaran interrumpidas en los puntos donde se encuentran las líneas de
la primera.

BARRERAS y CASTELLANOS, 1936 (10) expresan el siguiente criterio:


“Cuando todas las heridas han sido inferidas en vida y en planos próximos entre sí,
es casi imposible resolver este problema. En estos casos debe considerarse como
última, a la herida más grave.

E.- Diagnóstico de heridas vitales y heridas post- mortem.

Es importante reconocer si las heridas que presenta el cadáver fueron


causadas antes o después de la muerte. Hay lesiones post-mortem que pueden
inducir a error como las mordeduras de animales que atacan el cadáver; otras
veces se aprecia la presencia de lesiones causadas por simulación de accidentes

19
para ocultar un homicidio, recurriendo a artificios como lanzar a la víctima por un
abismo o arrollándola con vehículos a motor, etc.

Para el diagnóstico general diferencial existe un esquema elemental que


toma en cuenta signos microscópicos e histológicos, y los fenómenos que se
producen a distancia del foco traumático. Du SAULLE, 1886 (22), describe el
siguiente esquema:

a.- Lesiones vitales:

- Signos macroscópicos:
 Bordes de la herida engrosados, infiltrados de sangre, duros,
separados por retracción de los tejidos.
 Hemorragia e infiltración de los tejidos periféricos. La infiltración no
desaparece con el lavado con agua.
 Coagulación franca, firmemente adherida a la zona injuriada.

- Signos microscópicos:
 Capilares rotos, con sangre extravasada infiltrando los tejidos.
 Hay retículos de fibrina con glóbulos adheridos.
 Arrancamiento y pérdida de la arquitectura de las fibras elásticas del
tejido conectivo.

b.- Lesiones Post- mortem:

- Signos macroscópicos:
 Bordes no engrosados, solo aproximados.
 No hemorragia arterial ni venosa, ni tampoco infiltración de los tejidos.
 Cuando hay sangre depositada, desaparece al lavado con agua y los
tejidos se presentan límpidos y de aspecto uniforme.
 No hay sangre coagulada.

- Signos microscópicos:
 No se observan los caracteres propios de la lesión vital.

THOINOT, 1928 (23), señala que el diagnóstico diferencial de las lesiones vitales y
post- mortem es habitualmente complicado, pero que puede hacerse basándose
en los siguientes criterios:

a.- Signos especiales: inconstantes y aleatorios:


 Embolias grasosas pulmonares, son observables en caso de fracturas y
no pueden producirse cuando las lesiones recaen en un cadáver.

20
 Embolias de aire, consecutivas a heridas de grande vasos del cuello,
incompatibles con la falta de circulación y por lo tanto no se observan
en heridas post-mortem.
 Aspiración de sangre hasta los alvéolos pulmonares, tal como se
observan en lesiones de cuello que abren las vías aéreas y también en
casos de fractura a de la base del cráneo con perdida de conocimiento.
La sangre forma entonces focos de embolia pulmonar observable a
simple vista.

b.- Signos generales: utilizable en todos los casos:


 Salida de sangre o hemorragia externa, franca. También puede ser
serosa. Siempre son signos indiscutibles de lesión vital. La hemorragia
externa constituye la regla en las lesiones causadas en vida, cualquiera
que sea su origen, cuando determinan una herida cutánea. La sangre
derramada puede manchar los vestidos de la víctima o la piel alrededor
de la lesión, encontrándose allí, coagulada o desecada.
 La hemorragia externa falta en lesiones post-mortem. Por excepción
puede producirse en los siguientes casos:
- En cualquier parte del cuerpo si la lesión se produce a breve
plazo de la muerte.
- En las partes hipostasiadas, solamente cuando la herida se
causa a gran distancia del momento de la muerte.
 Coagulación de la sangre: es regla que en caso de lesiones vitales la
sangre que escapa de los vasos se coagule. Hay excepciones, tal como
sucede cuando la sangre se derrama en la serosa abdominal o pleural.
 La sangre derramada en lesiones post- mortem no se coagula.
 Hemorragia microscópica, intersticial, presente en los músculos, los huesos,
tejido celular subcutáneo, es signo cierto de lesión vital.

F.- Diagnóstico de grado de sobrevivencia:

En términos generales, cuando una lesión interesa órganos vitales debe


producir inmovilización más o menos rápida, seguida o no de la muerte, en un
breve período de tiempo.

Las heridas que más rápidamente producen inmovilización y muerte son las
cerebrales, las cardíacas y las de los grandes vasos. Se aceptan que las heridas
cardíacas son las que más rápidamente producen el deceso, especialmente
cuando la lesión tiene lugar:

a) A nivel de las aurículas.


b) Con perforación del corazón en toda su extensión, con orificio de entrada y
salida.

21
c) Con producción de hemorragia intrapericárdica, que comprime al corazón y
produce asistolia.

En relación a la supervivencia DEROME (ob. cit. p 235 (5)) ha expresado:

“… hay que tener presente que las heridas consideradas habitualmente


como inmediata o rápidamente mortales, no corresponden siempre a estas
previsiones, pudiendo determinar una supervivencia más o menos prolongada y
una resistencia física que asegure la realización de actos que, apriorísticamente
puedan ser considerados como imposibles. Por consiguiente, toda vez que una
herida mortal no derribe a la víctima en el mismo lugar que ha sido herida, solo
después del estudio minucioso de determinadas huellas, como rastros de pasos,
cantidad y disposición de la sangre derramada, adecuada apreciación de los actos
cumplidos, podrá el perito fundar su diagnóstico, positivo o negativo, respecto a la
realización de determinados actos”.

Conviene agregar a los conceptos antes expuestos, la convivencia de


solicitar análisis de alcohol y drogas que producen dependencia, en muestras de
sangre y orina, lo cual contribuye a esclarecer el problema de sobrevivencia, que
en ocasiones resulta difícil de interpretar.

BIBLIOGRAFIA

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23
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ref. 18)

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