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CAPÍTULO i n

LA SALUD MENTAL ENTRE LAS COMUNIDADES


TERAPÉUTICAS, LA PSIQUIATRÍA SOCIAL Y
LA ANTIPSIQUIATRÍA

1. Una sociedad de locos en Lomas de Zamora: el Centro Piloto


del Hospital Esteves

Las experiencias de mayor avance en terapéuticas en Salud Men-


tal transcurrieron fugazmente en nuestro país. Tuvieron el signo de
ser "experiencias piloto" permitidas inicialmente por la dictadura de
Onganía, si se mantenían dentro de lo tolerado. Pero si atravesaban
ciertos límites, eran clausuradas. Es que la defensa de la dignidad y
de la salud en esos momentos iban más allá de los objetivos deseados
por las autoridades de un gobierno de facto. A pesar de todas los in-
tentos de los psiquiatras reformistas el "pavoroso aspecto de la locu-
ra" continuaba en los manicomios. Las "experiencias piloto" se trans-
formaron en áreas de demostración de que las dificultades en Salud
Mental eran problemas de decisión política y no de la propia locura
o la mera falta de presupuesto. Algunas de ellas pusieron de mani-
fiesto que esta hipótesis era cierta. Y que había opciones válidas a la
psiquiatría manicomial, que sobrepasaron lo permitido, en estas si-
tuaciones el poder mostraba toda su fuerza, tal como había sucedido
con el concurso de la Cátedra de Psiquiatría de Mauricio Golden-
berg en los '60. Pero quizá nunca esta confrontación fue tan visible
como el caso que veremos a continuación. 1
Los 18 meses de la experiencia del Centro Piloto en el Hospital
'José A. Esteves" de Lomas de Zamora, en el Gran Buenos Aires, con-
densaron una de las más importantes luchas en la historia del cam-
po de la Salud Mental. Fue el último en comenzar entre todos los
proyectos de Comunidad Terapéuticas que impulsó el INSM duran-
te la gestión del Coronel Estévez. Su coordinador, Wilbur Ricardo
Grimson, era psiquiatra y psicoanalista, miembro de la APA, a la cual
renunciaría junto con el grupo Documento a fines del '71. Se había
formado en el Lanús, en el Servicio de Psicopatología que dirigía

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Mauricio Goldenberg. En ese momento era Jefe de la División de Buenos Aires y la Municipalidad de Lomas de Zamora. Esta conver-
Epidemiología Psiquiátrica del INSM. Este proyecto, a diferencia de gencia de recursos posibilitó formar un equipo completo para las ne-
las experiencias de Colonia Federal y del Hospital Roballos -en la cesidades del trabajo compuesto por 20 médicos, 12 psicólogos, 4 so-
Provincia de Entre Ríos-, estaba más cerca de Buenos Aires, o sea del ciólogos, 2 psicopedagogos, 4 terapistas ocupacionales, 5 asistentes
centro del poder de los psiquiatras manicomiales. A lo sumo se tole- sociales, 12 enfermeras y numerosos voluntarios, que se agruparon
raba alguna comunidad terapéutica en el Hospital Moyano2, lo que en distintas áreas: Sala de hombres, Sala de mujeres, Admisión, Hos-
hizo que Grimson recorriera los distintos hospitales para realizar la pital de Día y Consultorios Externos. El proyecto consistía en organi-
experiencia en función de elegir el mejor lugar posible. Cuando eli- zar el Centro Piloto como una comunidad terapéutica, lo que impli-
gió el Esteves se propuso ser "el puntal de los servicios de una región caba que toda la comunidad, y no sólo los profesionales, estaban a
psiquiátrica que comprende los partidos de Avellaneda, Lanús y Lo- cargo de la rehabilitación. Por lo tanto significaba una redistribución
mas de Zamora."3 del poder entre los distintos miembros del sistema para lograr la re-
El Hospital José A. Esteves había sido creado a principios de siglo. socialización del paciente como meta y finalidad del trabsyo en con-
Durante un tiempo funcionó como un Asilo de ancianos para luego junto. La asamblea de la comunidad terapéutica era el eje del trata-
transformarse en hospital. En 1967 había quedado a cargo del INSM miento. En la misma se presentaba a los nuevos integrantes, se deli-
lo que llevó a que se pudiera planificar su transformación. Para 1968 beraba sobre los distintos aspectos de la vida institucional y se consi-
tenía 2500 pacientes mujeres internadas crónicas y recibía alrededor deraban permisos de salidas y altas. Duraban casi tres horas y se rea-
de 300 pacientes nuevas por año, a la par de tener el mismo núme- lizaban dos veces por semana con una concurrencia promedio de
ro de egresos por defunciones. La edad promedio era de 55 años, 150 personas. Inicialmente fue coordinada por Grimson, para luego
con 10 años de internación. Las pacientes provenían de distintos lu- estar a cargo rotativamente de distintos profesionales y pacientes.5
gares de país, pero especialmente de los manicomios de Buenos Ai- Para llevar adelante la tarea se estudiaron diferentes formas de tra-
res, que lo consideraban un depósito. Las internadas se encontraban bajo desarrolladas en otras partes del mundo, de modo que el traba-
en estado de hacinamiento en varios edificios grises y descuidados. jo con los pacientes se fuera resolviendo de acuerdo a las situaciones
El trato era un reflejo fiel de las prácticas manicomiales: almuerzos a concretas con las que se fueron encontrando. Si bien Grimson era el
las 10:30 de la mañana y cenas a las 15:30 porque le convenía al per- coordinador, la experiencia fue llevada adelante por todo el grupo. 6
sonal; prácticas pseudo-terapéuticas utilizadas como castigo (elec- El trabajo del Centro Piloto implicaba tomar todos los nuevos pa-
troshock, shock insulínico, chalecos de fuerza y absceso de fijación). 4 cientes que llegaran al Hospital; se disponía de una admisión con un
Los recursos se utilizaban en refacciones que "maquillaban" el Hos- equipo conformado por un médico psiquiatra, un psicólogo y un
pital: por ejemplo, arreglar la capilla, cuyo acceso estaba vedado a las asistente social que determinaban la necesidad de tratamiento que
pacientes. era comunicada al paciente y a su familia, y se indicaba una interna-
El proyecto de modificación del Hospicio fue organizar el Centro ción total, parcial o un seguimiento por consultorios externos. Du-
Piloto; se remodeló un pabellón para adecuarlo a las necesidades de rante el tiempo que funcionó el Centro Piloto recibían de 5 a 7 pa-
un tratamiento intensivo con internaciones breves. Con la habilita- cientes diariamente, de los cuales 1 ó 2 se internaban.
ción del Centro Piloto se decidió incorporar la atención de pacien- Ejemplificaremos la forma de trabzyo con los pacientes interna-
tes varones. Así organizaron un sector de sala de mujeres, otro de dos: iniciaban el día organizando con las enfermeras la limpieza de
hombres y otro de consulta externa. Cada sala de internación tenía la sala, la medicación y el desayuno; luego concurrían a un grupo de
36 camas, con un máximo de absorción posible de 72 pacientes con lectura de diarios coordinado por terapistas ocupacionales; seguían
internación total y 20 pacientes con internación parcial (Hospital de con distintos grupos de psicoterapia (de orientación psicoanalítica)
Día). El personal del Centro Piloto se integró en base a cargos vacan- y otros grupos de actividades como expresión corporal, tareas artesa-
tes asignados por el INSM, con algunos aportes de la Provincia de nales, tareas de mantenimiento y hasta la realización de una revista

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bía unas mafias infernales dentro de los institutos psiquiátricos que
propia del Centro. Luego del almuerzo participaban en distintas ac-
manejaban desde los 'negociados' hechos con la cocina hasta el 'des-
tividades: grupos psicopedagógicos, grupos con asistentes sociales,
vío' de toda una cantidad de alimentos a otros lugares. Esto iba más
deporte, recreación, costura y hasta cocina. Por supuesto participa-
allá del Hospital, era una cosa presente también en el resto del país.
ban en las asambleas y en las reuniones de la Peña, tal como veremos
Había 'familias' muy ligadas entre sí en distintos Hospitales y forma-
más adelante. Todos los trabajos eran grupales, rescatando las capa-
ban como una red de 'negociados'. Comercializaban carne, combus-
cidades terapéuticas de los integrantes en paralelo con diversas acti-
tible, alimentos, etc. Hasta una red prostibularia de mujeres interna-
vidades como claves en la resocialización. La hipótesis era que el con-
das, que nos llevó a un conflicto ya que incluimos un pabellón don-
junto de los trabajos realizados constituían la terapéutica. Es de des-
de había varones. Decían que iba a traer consecuencias terribles. Nos
tacar que la tarea se apoyaba en una supervisión y docencia que per-
acusaron porque había una mujer embarazada. Era cierto, pero ve-
mitía al equipo llevar adelante estas actividades.7 Las actividades se
nía embarazada de su casa. Pero además demostramos que el Hospi-
desarrollaban de lunes a viernes de 8 a 17 horas y los sábados por la
tal Moyano tenía treinta embarazos ese año. Eso se debía a que por
mañana. Esta manera de encarar la situación obtuvo como resultado
las noches estacionaban los camiones y 'alguna gente' sacaba a las
que las internaciones duraran alrededor de tres meses (y no los 10
pacientes para que tuvieran relaciones con los camioneros. La tarea
años habituales), y que el 75% de los pacientes pasaran su segundo
con las pacientes crónicas fue muy dura, pero empezó a dar resulta-
fin de semana posterior a su internación en sus casas.
dos. Teníamos alrededor de 200 pacientes que concurrían tres veces
La instalación del Centro Piloto fue recibida con cierto temor y
por semana a las asambleas, que comenzaron siendo terribles. Cuan-
desconfianza por la dirección y el personal del Hospital. Su funcio-
do juntábamos a toda la gente, por ejemplo venía una paciente y se
namiento, hasta el momento, había sido el típico de un manicomio:
ponía a orinar; a veces se agarraban a patadas, o se levantaba una y
aislado, con cada pabellón como una unidad autónoma, sin progra-
cantaba. Sin embargo, todo esto se fue remontando lentamente y se
mas terapéuticos ni de resocialización. En el nivel directivo se dio
fueron viendo logros. El trabajo nos permitió ver que había mucho
apoyo verbal al proyecto que no fue respaldado por los hechos.
para rescatar."8
Las actividades del Centro Piloto no terminaban allí. El proyecto
Las asambleas servían para tratar a las pacientes como seres huma-
incluía trabajar con las pacientes crónicas del resto del Hospital. Mi-
nos, luego de muchos años de vida asilar. Para los terapeutas era una
guel Vayo estuvo a cargo de estas actividades, que implicaban comen-
experiencia límite. Vayo agregaba que "tratábamos de ser muy per-
zar a trabajar dentro del manicomio propiamente dicho. Se intenta-
misivos, de entender qué era lo que se estaba dando, de reunimos
ba resocializar a pacientes que habían estado internadas por años sin
después y tirarnos de los pelos tratando de ver qué era lo que había
ningún contacto con el exterior, pero también avanzar sobre lo más
pasado ahí dentro. Todos teníamos sensaciones somáticas de pica-
profundo del sistema manicomial. Vayo había sido residente de psi-
zón, de mugre. Horas después seguíamos oliendo las cosas del sa-
quiatría del Lanús. El abordaje que allí se realizaba no terminaba de
lón." Empezaron a ver qué tipos de necesidades tenían en el Hospi-
conformarlo ya que apuntaba al trabajo acotado de un Hospital Ge-
tal , surgieron problemas con la comida, el agua, el cobro del peculio
neral. Por eso se había entusiasmado con los planteos comunitarios,
y la inactividad diaria; surgieron posibilidades de huertas, granjas y
como el de Guedes Arroyo en el Hospital Roballos de Paraná, Entre
pintura. Pero estos proyectos iniciales no funcionaron. Sin embargo,
Ríos. Fue en esos momentos en que Grimson lo convocó para que se
las asambleas continuaban con mucho entusiasmo. También organi-
ocupara de la psiquiatría comunitaria en el Centro. Vayo empezó
zaron salidas al exterior en grupos de 30 pacientes con terapeutas y,
con la resocialización de las pacientes crónicas. Así recordaba las di-
a la vez organizaron una "escuelita", con ayuda del equipo de psico-
ficultades de ese trabajo: "mi tarea era la resocialización en el resto
pedagogía del Centro, ya que notaron una gran cantidad de analfa-
del hospital. Fue muy arduo, porque los psiquiatras y buena parte del
betismo; también grupos de manualidades y fiestas e intercambios
personal del Hospital nos obstaculizaba permanentemente. Había
con el exterior.
muchos conflictos, porque, en esa época, -tal como debe ser hoy-, ha-

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Junto a Vayo trabajaba Alfredo Moffatt, un arquitecto discípulo de ron y se divirtieron. Pacientes que antes se negaban a responder, se-
Enrique Pichón Rivière, que había organizado -bajo su supervisión- guían el ritmo musical con su cuerpo.11 En julio de 1970 se realizó
dispositivos originales para trabzyar la resocialización en manico- un festejo por el primer año de actividades, que contó con la partici-
mios. Su experiencia fundamental fue la "Peña Carlos Gardel" en el pación de todos los pacientes, el personal, ex-pacientes y familiares;
Hospital Borda que se extendió entre 1970 y 1974. Había estado un se representaron una serie de escenas y de números musicales, que
año en el Brooklyn State Mental Hospital en Nueva York realizando in- todos compartieron.
vestigaciones institucionales. Para Moffatt la ideología de la resocia- El Centro Piloto aparecía como un desarrollo antagónico a la psi-
lización significaba "cómo a través de ciertas tareas y maneras de quiatría manicomial. Sus propios integrantes habían presentado más
plantearlas, es posible ir logrando la reestructuración del mundo so- de 15 trabajos en diferentes congresos, incluyendo el primer trabzyo
cial del paciente que a lo largo de los años fue sometido a un proce- presentado por enfermería en un Congreso Psiquiátrico. Por otro la-
so de amputación de roles sociales."9 Para ello organizó dentro del do, allí se formaban estudiantes de Psicología, Sociología y de Asis-
Esteves el llamado "Club La Esperanza" que coordinaba las "Peñas tencia Social. Algunos semanarios, las radios y la televisión se habían
del Fogón", compuesto íntegramente por pacientes, y llegó a tener ocupado de lo que sucedía en el Centro.
160 socios. Realizaban dos reuniones semanales de tres horas de du- Todo esto no pasaba inadvertido a los psiquiatras manicomiales.
ración y la experiencia se extendió por 5 meses. La actividad era es- La demostración de que una comunidad terapéutica podía funcio-
cuchar música, cantar y bailar. Luego se fueron incorporando otras nar implicaba que otra forma de trabzyo era posible. Esto significaba
actividades como la elección de la Comisión Directiva del Club, un una denuncia implícita a todo el sistema manicomial.
equipo de pastelería y un grupo de teatro. Moffatt consideraba que Los problemas empezaron en el propio Hospital donde las resis-
el trabzyo y la recreación eran las actividades fundamentales por las tencias de sus profesionales fueron acentuándose. El Centro Piloto
cuales los seres humanos estructuramos nuestra realidad y por lo tan- tenía la mayor parte de sus recursos humanos asignada en los ingre-
to nuestra identidad. Para ello las actividades organizadas intentaban sos al Hospital para trabajar en internaciones breves. También se
rescatar la socialización de las pacientes mediante el modelo de la ocupaban de los pacientes crónicos. La atención era opuesta a la "de-
"fiesta" en la cual se bailaba y para ello buscaron el rescate de la mú- satención" manicomial, que implicaba "depositar" a los pacientes, y
sica popular del momento en que fueron socializadas las pacientes. que el personal trabajara poco tiempo. Los médicos manejaban a sus
En las primeras peñas fueron viendo aciertos y errores que permitie- pacientes por los informes de los enfermeros, casi sin verlos. La
ron llevar adelante la actividad. La idea de Moffatt era rescatar "las transformación implicaba más trabajo. Y quitar beneficios: hasta la
formas populares, el respeto de la autodeterminación y el cuidado instalación del Centro Piloto, era un requisito pagar una "cuota de
de no imponer formas 'cultas' de recreación correspondientes a una ingreso" a la Cooperadora para ser internado. El Centro Piloto se
cultura más urbanizada e intelectualizada a la cual pertenecen los opuso a ese procedimiento, por lo que quitaban el dinero de la czya,
médicos y autoridades del hospital."10 También utilizaron la música lo que llevó a la oposición del personal de la Cooperadora. Pero no
de la época difundida por los medios de comunicación, también útil sólo encontraban escollos dentro del Hospital.
para que, entre las actividades, las pacientes se conectaran con el Hacia mediados de 1970 el INSM fue intervenido por el médico
afuera y el hoy. En los últimos tiempos se organizó un grupo teatral. cirujano del Hospital Churruca, Augusto Badano. Un médico de la
El intento de Moffatt era pasar del teatro a técnicas de psicodrama y policía para hacer "cirugía mayor" en la Salud Mental. Todo estaba
finalmente a la terapia grupal. preparado para que el poder manicomial comenzara a actuar. Empe-
El sábado 20 de diciembre de 1969 se realizó una fiesta de fin de zaron los rumores, que se convirtieron en acusaciones, de que en el
año para aproximadamente 2300 pacientes, allí estuvieron el "ne- Centro Piloto se realizaban "orgías sexuales", que eran "subversivos"
gro" Edgardo Suárez, Marikena Monti y el Grupo Vocal Argentino, y "comunistas". Todos signos de inhabilitación. Había informes anó-
entre otros artistas. Durante más de cuatro horas las pacientes baila- nimos y presiones del Obispado de Lomas de Zamora, de modo que

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se encargó a una comisión técnica la evaluación de dichas denuncias colectivamente a Lucila Edelman, que se reunió con Rodríguez Lo-
que luego de más de un mes, elevó un informe altamente elogioso nardi y Caglioti, quienes negaron el pedido de sanción y se ofrecie-
para el Centro Piloto que fue leído ante su personal. Esta Comisión ron para investigar lo acontecido. Pero lo que hicieron fue solicitar a
estaba compuesta por Rodríguez Lonardi, Carlos Caglioti, Alberto las autoridades del INSM que evaluara el traslado de Grimson a otra
Chan y Raúl Camino. dependencia del INSM por el delito de "peticionar a las autoridades".
Pero la vuelta del manicomio estaba en marcha. El 14 de septiem- Badano contraatacaba invirtiendo la situación, ya que acusaba al de-
bre se publicó una nota en Prensa Confidencial titulada "Orgías en. Sa- nunciante: "el problema lo crea el doctor Grimson al suscribir, junto
lud Pública", se denunciaban desde prácticas sexuales debido a la in- con otros agentes una nota de protesta considerando que la doctora
clusión de varones hasta la acusación de "filiación comunista" a tres Edelman había sido separada por discriminación ideológica"14
médicos del Hospital: Mauricio Goldenberg, Sylvia Bermann y Mi- A partir de ese momento se iniciaron medidas de fuerza progresi-
guel Vayo, siendo que los dos primeros jamás habían trabajado allí.12 vas: paros de duración creciente con información a la prensa. La or-
Este avance continuó el 29 de septiembre de 1970, cuando fueron den de traslado de Grimson se concretó el 21 de diciembre de 1970
nombrados un ex jesuita, Juan Ramón Rodríguez Lonardi y Carlos y el mismo día se emitió un comunicado de prensa y se notificó a la
Caglioti como interventores del Hospital. Unas horas más tarde de- FAP. Al día siguiente, cuando llegaron Rodríguez Lonardi y Caglioti,
cidieron un plan de modificaciones que implicaba la disolución del se encontraron con una asamblea de la comunidad con presencia de
Centro Piloto en distintas áreas del Hospital, que fue rechazado fron- periodistas de Primera Plana, Análisis y Panorama. Rodríguez Lonardi
talmente por el equipo. Ante el pedido de explicaciones, recibieron pidió que se retiraran los periodistas. La coordinación de la asam-
una respuesta contundente de Caglioti, quien dijo que "no puede blea sometió el problema a debate y se resolvió que los periodistas
hacer otra cosa que lo que le mandan desde el Hospital Borda." Los permanecieran. Se exigió nuevamente el retiro de los periodistas, lo
interventores adoptaron dos medidas: destituir a Vayo de su posición cual aumentó la tensión. Caglioti se subió a una silla y gritó "los que
al frente del equipo de Resocialización y sustituir a Grimson por Ca- no estén de acuerdo conmigo vengan afuera que lo vamos a arre-
glioti, maniobra que no pudo concretarse debido a la reacción de to- glar," en una muestra de inusitada violencia y lanzó algunas trompa-
do el personal del Centro, los pacientes y grupos del personal del res- das al aire que un psicólogo esquivó. Una terapista ocupacional del
to del Hospital. La confrontación estaba declarada. Se intentó desar- Centro tuvo mejor puntería, su bofetada dio de lleno en el rostro de
mar el equipo ofreciéndoles alternativas individuales de trabajo, las Caglioti. Se generalizó el tumulto de los pacientes con discusiones
cuales eran evaluadas y desechadas. superpuestas. Por ello Caglioti le ordenó a la jefa de enfermería que
Ante esta situación, en el mes de noviembre, Rodríguez Lonardi los sedara con medicamentos, cosa a la que ella se negó, ante lo cual
solicitó al INSM que declarara prescindible a Lucila Edelman, quien se la amenazó con la destitución. Los pacientes coreaban estribillos
estaba a cargo del Hospital de Día del Centro. Esa medida era su- favorables al Centro y las autoridades tuvieron que retirarse. Como
puestamente legal, en el caso de una reorganización administrativa señal de protesta un ex-paciente había colocado, en uno de los pabe-
del personal con menos de tres años de antigüedad, pero no era así llones un trapo rojo atado a un palo "convencido, como los demás,
en el caso de una profesional designada por concurso. Era otro in- de que 'se remata el boliche'."15 Sin embargo, para las autoridades
tento de desarmar el equipo del Centro Piloto. Los medios de difu- desnudaba las implicancias políticas: era 'la insignia del Partido Co-
sión situaron el tema como discriminación ideológica y hasta racial. munista Internacional."
Badano respondía con insólitas palabras que denunciaban su ideolo- A partir del 23 de diciembre se extendió la difusión periodística
gía cuando planteó que la discriminación no podía ser un motivo ya del conflicto. Ese día se realizó una conferencia de prensa de la FAP
que en "una disciplina como la psiquiatría hay gran cantidad de he- en apoyo ál Centro Piloto, con la presencia de Gervasio Paz, Sylvia
breos."13 Bermann y Emilio Rodrigué. Allí informaron de la situación del Cen-
Se formó entonces una comisión del Centro Piloto para defender tro y el contexto de la Salud Mental en el país. Entregaron a los pe-

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riodistas un texto para su difusión en el que acusaban a las interven- Estado en vez de a la Confederación Médica Argentina, ya que "pre-
ciones del INSM, que discriminaba ideológica y políticamente, me- tenden comprometer a gremios ajenos a la profesión médica en sus
diante el uso de legislación represiva. En su discurso, Gervasio Paz manejos subversivos."18 Se designó a Jorge Morales como coordina-
manifestaba: "este es un episodio más del enfrentamiento entre el dor del Centro.
conjunto de los psiquiatras y el aparato burocrático estatal que pre- En febrero de 1971 las autoridades del hospital volvieron a autori-
tende dirigir con espíritu castrense la Salud Mental del país."16 La zar el uso de los chalecos de fuerza. El mismo día una enfermera
APBA también emitió una declaración en el mismo sentido. La infor-í arrojó un balde de agua fría sobre una paciente excitada para cal-
marión era clara y generalizada: se trataba de una confrontación en- marla.
tre la vieja y la nueva psiquiatría. Por supuesto que el INSM no esta- El manicomio había vuelto al Esteves.
ba solo. Algunas organizaciones manicomiales lo apoyaron abierta-
mente, como la Comisión Coordinadora interhospitalaria de los es- 2- Principio y fin de la psiquiatría social en el Lanús
tablecimientos psiquiátricos del INSM que acusaban a Grimson de
"actitud subversiva" por haber pretendido ocupar el Centro Piloto.17 El 1 de agosto de 1969 finalmente se creó el Departamento de Psi-
Ante un conflicto que se había extendido ya a la opinión pública, quiatría Social del Servicio de Psicopatología dirigido por Mauricio
las autoridades del INSM alquilaron dos ómnibus para trasladar a los Goldenberg. Ese cargo, del cual había renunciado Hernán Kessel-
pacientes del Centro a los manicomios de la Capital. Pero como el man, quedó para Isaac L u b c h a n s k y m é d i c o residente del Servicio
personal del INSM y del Hospital había informado de esta maniobra se había graduado en psiquiatría social y comunitaria en Canadá y
a los miembros del Centro, se había ideado una estrategia con los pa- EEUU. El equipo que se conformó era interdisciplinario y contaba
cientes, quienes resistirían pasivamente el traslado sentándose en el con antropólogos, sociólogos, psicólogos y psiquiatras. La idea era
suelo. Al llegar, el médico encargado encontró a los pacientes reuni- trabajar con los sectores carenciados que rodeaban al Hospital. Por
dos en esta asamblea extraordinaria, la cual lo invitó a dialogar, de un tiempo muy breve dispusieron del subsidio por el cual había re-
modo que abandonó la idea de trasladarlos. Aunque ese mismo día nunciado Kesselman, lo cual llevó a muchas discusiones dentro del
dejaron seis policías y se libró una orden de captura contra Grimson equipo acerca de la ideología implicada en el trabajo.
si lo encontraban en el Hospital. La difusión y las medidas de fuerza Comenzaron con estudios epidemiológicos para evaluar en qué
aumentaron la conflictiva situación. zona de Lanús se iba a trabajar; eligieron los sectores más carencia-
Esto llevó a que el 4 de enero se concretara una reunión entre las dos: las "villas miserias" en Lanús Oeste, se entablaron relaciones con
autoridades del Hospital y el INSM con Francisco Manrique, el Mi- los líderes comunitarios, a partir de las cuales se rastrearon sus nece-
nistro de Bienestar Social de la dictadura, quien dio la orden preci- sidades y se plantearon formas de trabajo.
sa: "¡Saquen a esos comunistas de ahí!" En ese momento Lanús contaba con más de 500.000 habitantes,
Al día siguiente a la entrada del Hospital había una lista de 25 per- con un masivo predominio de población migrante del interior del
sonas a las que se les impidió el acceso mediante tropas policiales; se país y de países limítrofes. Era una zona muy densamente poblada,
los declaró cesantes mediante la aplicación de la ley de prescindibi- unos 10.000 habitantes por kilómetros cuadrados, con un 20% vi-
lidad, y quedó desmantelado el Centro Piloto, sin que la medida se viendo en 'Villas miseria". Para entonces había dos zonas en las que
revirtiera a pesar de paros simbólicos por parte del personal. Todo lo se concentró el trabajo comunitario: Villa Jardín y Villa Ilasa en La-
contrario. A los pocos días, Badano hacía una declaración donde nús Oeste. Se habían cerrado en los últimos años seis grandes esta-
acusaba a los miembros del Centro Piloto de no haberse contactado blecimientos industriales de la zona dejando a más de 3000 obreros
con el resto de la comunidad, de desconocer la autoridad y de haber desocupados. Sumado al aumento del costo de vida, no reflejado en
actuado en forma subversiva utilizando a los pacientes. Inclusive de- el poder adquisitivo de los salarios, el deterioro impactaba en la sa-
nunciaba que se habían afiliado a la Asociación de Trabajadores del lud. Los problemas iban desde el aumento de la mortalidad infantil

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a la dificultad para comprar los medicamentos básicos que los médi- El trabajo no lo llevaba solo el Departamento de Psiquiatría Social;
cos indicaban en el Hospital. La situación ambiental tenía serios pro- sino que incluyeron a otros Servicios como Ginecología, Obstericiay
blemas debido al caótico proceso de urbanización e industrialización Pediatría para los diferentes programas. El curso de promotores con-
de la zona: existencia de basurales, industrias que no contemplaban tinuó hasta 1977.
normas sanitarias, cloacas abiertas y aguas estancadas y carencias de Al mismo tiempo los integrantes realizaban distintas investigacio-
agua potable. nes epidemiológicas, como la de Elena de la Aldea, para indagar so-
A partir de las reuniones con los líderes de la zona y una evalúa-, bre la participación social y los trastornos de personalidad en grupos
ción sobre las necesidades de la población se creó un Plan Piloto en de migrantes en las villas de emergencia cercanas al hospital23, anali-
Salud Mental para investigar nuevas formas de trabajo cuyos objeti- zaba cómo habían sido los procesos migratorios y la constitución y si-
vos eran "dar asistencia en las áreas de prevención primaria, secun- tuación de las villas para llegar a la conclusión de que un alto grado
daria y terciaria; estudiar y profundizar nuevos modelos teóricos; y de desocupación afectaba a la zona acompañada por una muy bzya
formar y entrenar profesionales en estas nuevas técnicas y concepcio- escolarización, no solamente debido a la insuficiencia de estableci-
nes."20 En este texto estaban claras las influencias del modelo de Psi- mientos y maestros, sino también a "un sistema educativo que no tie-
quiatría Preventiva de Gerald Caplan. Fue así que organizaron dife- ne en cuenta las condiciones ambientales de la población y que usa
rentes programas específicos en los tres niveles de prevención. La símbolos y códigos de comunicación para la enseñanza que corres-
prevención primaria estaba en el programa materno infantil; la se- ponden a una clase social que no es precisamente la que habita en
cundaria en la prevención del alcoholismo, la detección precoz de las villas."24
desórdenes de aprendizaje y conducta en los niños y una Clínica pi- En ese entonces el trabajo del Servicio aumentaba. En 1970 tuvie-
loto o satélite, para la asistencia en el propio barrio; la terciaria, la re- ron 3000 prestaciones de primera vez, 15.000 ulteriores, lo que daba
habilitación, incluyó la creación de un Club con ex pacientes (el casi el 15 % de todo el Hospital. Un equipo de 150 profesionales en
Club Amanecer). doce Departamentos: Internación con 32 camas, Consultorios Exter-
En ese marco se empezaron a organizar cursos de capacitación de nos con 20 consultorios; Hospital de Día con capacidad para 30 pa-
promotores de salud, bajo la propuesta de Lubchansky al Presidente cientes, Interconsulta, Niños, Adolescentes, Gerontopsiquiatría, Al-
de la Coordinadora de entidades de bien público de Lanús, integra- coholismo, Grupos, Neurología, Docencia e Investigación, Guardias.
da por 15 instituciones de la zona. El primer curso se concretó entre No sólo contaba con la Residencia, sino con diferentes formas de Do-
septiembre y diciembre de 1970; participaron el Pastor José de Luca, cencia.25
la Trabajadora Social Haydée Lorusso y los Dres. Varsavsky y Lub- En 1971 Mauricio Goldenberg dejó la Dirección del Servicio para
chansky. Sus contenidos abarcaban las transmisiones de enfermeda- organizar el Servicio de Psicopatología en una institución privada, el
des, conceptos básicos de salud pública, primeros auxilios y visitas Hospital Italiano de la Ciudad de Buenos Aires. Junto con él se fue
guiadas a distintas instituciones sanitarias de la zona. La idea era que una parte importante de su equipo: Lía Ricón, Enrique Loffreda,
estos promotores serían "verdaderos líderes en problemas de salud, Adela Duarte, Carlos Bucahi y otros. Para Goldenberg estar en un
con la posibilidad de crear más apropiada y eficientemente, verdade- Hospital Privado le hizo pensar que iba a tener menor exposición
ras redes de transmisión sobre Salud con el mismo código de los pública, aunque esto no fue así, tal como veremos más adelante. Ade-
otros problemas comunales.21 Mauricio Goldenberg recordaba como más evitaba los conflictos políticos con la izquierda que venía tenien-
"para jerarquizar esta situación... hicimos un acto en el Aula Magna do dentro del Servicio. En su lugar quedó Valentín Barenblit, subje-
del Hospital. Conseguimos que fuera el Director del Hospital, el In- fe en esos momentos, que continuó con la apertura a diferentes lí-
tendente de la Ciudad de Lanús, los profesionales del Servicio y gen- neas de trabajo, como había sido la propuesta de Goldenberg. Para
te de la 'villa miseria', toda la que pudo vino esa mañana. A los cur- ese momento convivían sectores con diferentes ideologías. A diferen-
santes les dimos diplomas de 'Promotores de Salud de la Comunidad'."22 cia de la década anterior, las posiciones discutidas no eran

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teóricas ni terapéuticas, sino políticas. la política ideológica enjuego, lo que los llevaba tanto al intento de
Miguel Vayo, luego de su experiencia en el Hospital Esteves, regre- reubicar la tarea asistencial privilegiando el nivel social por sobre el
só a trabajar en el Servicio. Allí, a principios de 1971, se encontró psicopatológico, como a negarse a integrar un delegado al Staff del
con debates políticos en asambleas del Servicio donde aún persistían Servicio por considerarlo una solución formal y no estructural de la
sectores que continuaban con la línea conciliadora de Goldenberg problemática.
con la dictadura.26 Pero también se encontraban grupos que se opo- En esos momentos las discusiones políticas sobre el quehacer atra-
nían a la misma. vesaban específicamente al Departamento de Psiquiatría Social, que
Sin embargo la movilización política de oposición a la dictadura era el ámbito de acción en la comunidad del Servicio, lugar de la po-
de Levingston primero y Lanusse después empezó a atravesar el Ser- lítica por excelencia. Y las diferentes pertenencias políticas de trans-
vicio. En este sentido, el cuerpo de delegados presentó en una Asam- formación social -como los distintos grupos del peronismo y las op-
blea del Servicio, en noviembre de 1972, un documento crítico titu- ciones de izquierda- fueron el centro de los debates. Los TSM recha-
lado "Consideraciones sobre la situación actual de la tarea en el Ser- zaban ideas de psiquiatrizar o psicologizar las desigualdades sociales
vicio. Aportes a su interpretación y proposiciones para su futuro."27 que eran causa de muchas problemáticas que encontraban en el tra-
En el mismo definían sus objetivos: "este trabajo tiende a integrar los bajo comunitario. De ese modo, tal como afirmaban Marta L'Hoste
aspectos gremiales con la planificación técnica de nuestra tarea. En- y Elena de la Aldea, "nos posicionamos en una relación simétrica con
tendemos que la realidad nos ha hecho superar el límite de lo que los miembros de la comunidad, de mediadores técnicos entre ellos y
hasta este momentos definíamos como 'actividad gremial', para aspi- sus instituciones de salud, aportando nuestro saber y nuestra perte-
rar a una redefinición del rol del TSM en una institución como la nencia institucional."28
nuestra, que lo piense protagonista de una práctica totalizadora, es Mientras tanto, las cosas habían cambiado en el Departamento. En
decir, sujeto tanto de la defensa de sus condiciones de trabajo como junio de 1971 Lubchansky había dejado el Departamento de Psiquia-
de las metas, contenido y destino de su función técnica." Allí mismo tría Social para continuar su trabajo en Israel. Roberto Chevalier, un
señalaban los hechos que los habían conmovido como TSM: la mag- integrante del equipo que pertenecía a uno de los sectores del pero-
nitud de los enfrentamientos populares, el desenmascaramiento del nismo de derecha, tomó la dirección del mismo. El equipo presentó
régimen debido a la represión abierta de la oposición y la brecha en- dos trabaos en el V Congreso de Psiquiatría en Córdoba. El título de
tre los recursos científicos y técnicos del TSM y las posibilidades de uno de ellos mostraba este viraje: "Consideraciones acerca de la or-
su uso en beneficio de las mayorías. También analizaban la crisis es- ganización, la metodología y los aspectos ideológicos de la tarea en
pecífica por la que atravesaba la tarea en su función social, debido al el Departamento de Psiquiatría Social de Lanús."29 Las ideas de Che-
predominio de los abordajes individuales y los pocos espacios colec- valier se condensaron en un texto escrito luego del triunfo del pero-
tivos en el propio Servicio. Argumentaban que las "soluciones" pro- nismo en las elecciones, titulado "Desde una experiencia comunita-
puestas no habían funcionado: las reorganizaciones, renovaciones y ria hacia una psiquiatría en la Revolución Nacional."30 Aclaraba que
planes de investigación "salvadores" no habían podido solucionar di- el texto no había sido escrito por todo el Departamento de Psiquia-
cha problemática. De este modo afirmaban: "creemos que la crisis tría Social debido a las diferencias políticas de sus integrantes; adhe-
por la que pasamos tiene que ver con la ilusoria pretensión de neu- ría a la idea de que el peronismo estaba gestando la Revolución Na-
tralidad, observación o arbitraje que mantuvimos durante muchos cional y ese era el motivo por el que muchos TSM habían elegido el
tiempo. El conflicto social -la lucha de clases-, es un conflicto del que trabajo con los sectores más desposeídos. Chevalier daba su versión
formamos parte. Debemos tener presente el límite de nuestra tarea, de la historia del equipo por la cual el compromiso político se había
pero sin que éste nos exima del compromiso con una de las partes profundizado luego de darse cuenta de las limitaciones del intento
en pugna." Por ello proponían el replanteo de la tarea y del rol del de utilizar los modelos "importados" de psiquiatría comunitaria pro-
TSM que implicaba analizar la relación entre los tipos de práctica y venientes de los EEUU. Dicho cuestionamiento lo llevó a considerar

163 151
que esas técnicas eran reproductoras de la ideología dominante y ideas y las acciones del Departamento, lo cual profundizaba la esci-
que no alcanzaba con incluir en sus intervenciones el esclarecimien- sión entre Psicopatología y Psiquiatría Social. No consideraban que
to de las causas estructurales políticas y socioeconómicas de la enfer- el trabajo comunitario fuera psicoanálisis ni psiquiatría.
medad. En esos casos, sus interlocutores le preguntaban qué hacer y Ante la partida de Chevalier para ocupar otros cargos, Elena de la
la respuesta era "organizarse para luchar contra esas causas, contra Aldea se hizo responsable del Departamento, pero la situación polí-
la opresión y la explotación."31 La crítica ante estas intervenciones y tica con el avance de los sectores de la derecha peronista y el inicio
la situación política lo llevó a integrarse al peronismo de la zona a del accionar de la 'Triple A" volvió peligroso el trabajo en el Depar-
principios del '72, con la idea de que "sólo una inserción política en tamento de Psiquiatría Social en los años '74 y '75. Miguel Vayo nos
el proceso revolucionario, con la consiguiente transformación de recordaba lo dificultoso de esos momentos: "yo me fui definitiva-
nuestros modelos operativos sobre salud y enfermedad mentales, de mente del Lanús un año antes del golpe del '76. Me acuerdo exacta-
nuestro rol profesional, de nuestras prácticas, nos abriría la posibili- mente porque en ese momento Valentín Barenblit me había pro-
dad de hacer una psiquiatría social incluida en la Revolución." Pero puesto organizar una comunidad para chicos. Yo no tomé el proyec-
decidió conservar la pertenencia al Policlínico por dos razones: "la to porque veía que estaban pasando cosas muy graves y venían cosas
población valoraba esa pertenencia en cuanto le facilitaba el acceso peores. Mauricio Goldenberg ya se había ido. La 'Triple A' estaba
operando."35
a recursos de salud y para nosotros significaba una cierta protección
para nuestra experiencia. Mantener esa doble inserción en las con- Mauricio Goldenberg había tenido que dejar no sólo el Lanús,
diciones políticas que vivíamos, implicó por supuesto reservas y un también el país debido a las recurrentes amenazas. En una entrevis-
cierre sobre sí mismo del grupo." ta posterior recordaba esa situación: "Nosotros tuvimos dos hijos po-
Este supuesto lo llevaba a criticar las bases de la psiquiatría de ese líticamente comprometidos en la década del '70 y ese fue el factor
momento y a analizar lo que llamaba la "penetración ideológica" en predominante que decidió que nos fuéramos. En el '75 empezamos
Salud Mental. Sus acciones partían de las concepciones de Perón en a recibir amenazas anónimas. Incluso uno de mis hijos, que no tenía
"la comunidad organizada" de 1949.32 Según él, sólo se podía inter- nada que ver con la política, fue amenazado. Tuve un paciente que
venir en ese momento del país desde esa perspectiva, con lo cual sub- tenía un alto puesto en el gobierno de Isabel Perón y lo consulté so-
sumía la especificidad de la Salud Mental a la militancia, llevando al bre las amenazas y me dijo que era mejor que nos fuéramos. Fui a ver
extremo de considerar a la penetración imperialista como la causa a un comisario de la Policía Federal, le presenté todos los hechos y
me dijo 'por qué no se toma vacaciones y después vuelve.' Nos fui-
última de enfermedad.33 Yla militancia política en el peronismo era
mos el 1 de enero de 1976 durante el gobierno de Isabel Perón, pen-
la cura. *
sando en volver en dos o tres meses... Cuando estábamos en Vene-
Sin embargo, con la vuelta de Perón y el triunfo de Cámpora el
zuela, pero todavía con la idea de que nos podíamos volver, las cosas
equipo comenzó a reducirse. Marta L'Hoste y Elena de la Aldea re-
empeoraron en la Argentina. La policía entró en mi casa en Buenos
cordaban como "hacia mediados del '73 en el país se da un momen-
Aires e hizo cosas espantosas. Eran los primeros días de enero del
to de euforia institucional, gran parte de los integrantes del Depar-
'76."36
tamento se fueron alejando por múltiples razones: cargos directivos
en la Universidad, en instituciones profesionales o docentes que to- Este clima hacía mucho más difícil aún el trabajo en psiquiatría so-
maban nuevos giros, la docencia universitaria. Se evaluaba entonces cial que en cualquier otro lugar del Servicio. Se recortaron tareas
que estos eran nuevos espacios que podían también servir para di- por considerarse riesgosas, tales como la mayoría de las actividades
fundir la propuesta y la visión."34 O sea, que muchos de quienes ha- grupales: reuniones, asambleas barriales, etc. Se buscaba cierta segu-
bían visto una salida en el peronismo tomaban otros caminos dejan- ridad que no se encontraba en ningún lugar de la Argentina, mucho
do detrás su trabajo específico en psiquiatría social. A esto se suma- menos en Lanús y en un trabajo comunitario con compromiso so-
ba que gran parte del resto del Servicio no estaba de acuerdo con las cial. Comenzaron a restringirse los lugares de acción. Trabajaban en

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el hospital, en una escuela religiosa de la zona y en una guardería. dad, más que esta oposición franca al sistema psiquiátrico. Cada uno
La situación de violencia y de riesgo llevó a que Marta L'Hoste y tenía un enfoque distinto de lo que podemos entender por Antipsi-
Elena de la Aldea recordaran que "cuando ocurrió el golpe en mar- quiatría. También tenían diferentes referencias conceptuales que
zo de 1976, éramos cinco profesionales, sin subsidio, sin local, sin iban desde el psicoanálisis, la izquierda freudiana, el marxismo, el
prestigio y con mucho miedo." 37 existencialismo, etc., lo que lleva a que las diversas definiciones de
Antipsiquiatría no coincidan en qué fue este movimiento.
3. David Cooper: El padre de la Antipsiquiatría vivió en la Élisabeth Roudinesco y Michel Plon así lo describen "Aunque el
Argentina término Antipsiquiatría fue inventado por David Cooper en un con-
texto muy preciso, sirvió para designar un movimiento político de
Los cambios en la psiquiatría se sucedieron vertiginosamente has- impugnación radical del saber psiquiátrico que se desarrolló entre
ta llegar a los '70, de la mano de las modificaciones en la sociedad y 1955 y 1975 en la mayoría de los grandes países donde estaban im-
en la política. Las críticas al saber psiquiátrico y a su forma de traba- plantados la psiquiatría y el psicoanálisis: en Gran Bretaña con Ro-
jo, tanto como a su institución (el manicomio) se fueron radicalizan- nald Laing y David Cooper; en Italia, con Franco Basaglia; en los Es-
do en los distintos países del mundo y fueron las bases conceptuales tados Unidos, con las comunidades terapéuticas, los trabzyos de Tho-
sobre las que se asentaron las experiencias que describimos anterior- mas Szasz y la Escuela de Palo Alto de Gregory Bateson. En ciertos
mente. Por un lado, el movimiento de la llamada 'Tsicoterapia Insti- aspectos la Antipsiquiatría fue la continuación lógica y el desenlace
tucional" en Francia; por otro lado, las comunidades terapéuticas, de la psicoterapia institucional. Si esta última había tratado de refor-
que habían surgido en la misma época en Gran Bretaña y se exten- mar el asilo y transformar las relaciones entre el personal y los inter-
dieron a otros lugares del mundo. La llamada Psiquiatría Democrá- nados en el sentido de una gran apertura al mundo de la locura, la
tica fue más radical aún. Franco Basaglia en Italia conseguiría el cie- Antipsiquiatría apuntó a suprimir el asilo y a eliminar la noción mis-
rre concreto del Hospicio en Gorizia, con un trabzyo de cinco años ma de enfermedad mental."39 En otros textos también suman auto-
entre 1962 y 1967. El proceso llevaría a la famosa Ley 180, de aboli- res como Félix Guattari y Ervin Goffmann.40
ción de los manicomios en 1978. Pero hasta autores como Franco Basaglia y Ronald Laing, inclui-
Se profundizaron las críticas a la psiquiatría en los países centra- dos siempre dentro de este movimiento, decían no haber formado
les. No sólo era reformar el manicomio y modificar las relaciones en- parte del mismo. Basaglia en una conferencia afirmaba: "desgracia-
tre el personal y los pacientes, también se apuntaba a suprimir el asi- damente el movimiento antipsiquiátrico ha sido entendido de mane-
lo, lugar de segregación y confinamiento. Aun más, algunos postula- ra muy confusa. Decir Antipsiquiatría es como decir psiquiatría, por-
ban terminar con la idea misma de enfermedad mental, que se con- que es una negación, y una negación, si no es dialéctica no tiene sen-
sideraba producto del sistema social imperante. La sensación de que tido. Es otra etiqueta decir Antipsiquiatría y ser antipsiquiatra, es ser
la sociedad capitalista podía modificarse radicalmente era el funda- confusos. Yo soy psiquiatra y afirmo: estoy al servicio del cliente y si
mento para esta revolución en la psiquiatría. Por ello la psiquiatría estoy al servicio de él respondo a sus necesidades. No tiene sentido
se volvió un asunto político. hacer cosas absurdas ó decir este tipo de cosas, pues el movimiento
A este movimiento muy heterogéneo se lo denominó Antipsiquia- antipsiquiátrico es interesante. Yo soy amigo de los llamados antipsi-
tría.38 Sus pensadores tenían una amplia ideología de izquierda, que quiatras ingleses, y en particular de Ronald Laing. En una conferen-
iban del anarquismo al marxismo, hasta una democracia social. A cia dada recientemente, Laing decía: 'A mí siempre se me etiqueta
partir de allí postulaban la revolución del sistema psiquiátrico, en- como antipsiquiatra; yo no soy antipsiquiatra, soy una persona que
marcada en esa revolución social más amplia. considera de determinada manera mi especialidad, y no.estoy en ab-
Podemos encontrar a David Cooper, Ronald Laing, Franco Basa- soluto de acuerdo con los psiquiatras tradicionales, no estoy de
glia y Thomas Szasz dentro de un movimiento que nunca tuvo uni- acuerdo con el estobüshmenV Yo afirmo lo mismo, aunque no estoy

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de acuerdo con Laing por otros motivos."41 logia existencial. Luego de este abordaje que se centraba en la clíni-
Entonces la Antipsiquiatría debe ser pensada como ese movimien- ca individual, se ocupó de los problemas interaccionales familiares
to que se opuso a la psiquiatría, que nunca tuvo unidad y se desarro- en la enfermedad mental en textos como Cordura, Locura y Familia
lló en los '60 y '70. Fue definido la mayor parte de las veces desde Posteriormente sus intereses viraron hacia lo social y lo político en
fuera del mismo, pero con las características que hemos descripto textos posteriores como El cuestionamiento de la familia (1969) y Expe-
anteriormente. riencia y alienación en la vida contemporánea (1973). Estos distintos ni-
Pero el término Antipsiquiatría sí tuvo un origen preciso. Fue acu- veles de abordaje no se oponían, ya que Laing sostenía que los epi-
ñado por David Cooper en Psiquiatría y Antipsiquiatría en 1967. David sodios psicóticos eran formas de curación y no la enfermedad mis-
Cooper había nacido en Ciudad del Cabo, Sudáfrica, en 1931. Allí es- ma. En un texto definía claramente sus dos hipótesis: "todo lo que es
tudió medicina, y luego se pagó el viaje a Londres, donde se encon- clínicamente diagnosticado como esquizofrenia aguda o brote esqui-
tró con Ronald Laing, otro psiquiatra y psicoanalista, y se especializó zofreniforme puede ser un recurso al que el ser humano recurre
en Psiquiatría. La amistad y el compartir ideas los llevaron a una re- cuando todo lo demás parece imposible. Si la función y el encuadre
lación personal y profesional, en algunos momentos convivieron con pudieran ser cambiados (según el modelo del hospital psiquiátrico),
sus familias respectivas. Los unió la búsqueda de otro enfoque de la la experiencia podría ser de tal manera transformada que no se ne-
psiquiatría influidos por la lectura de Jean-Paul Sartre, y fue así co- cesitaría considerarla más como 'psicótica'."45 Para Laing el hospicio
mo publicaron juntos Razón y Violencia. Una década de pensamiento sar- obstaculizaba y detenía ese viaje personal, cronificando la locura.
treano. El ensayo se abocaba al análisis de la obra de Sartre. En su pró- Por lo contrario, él consideraba que el encuadre y el tratamiento de-
logo afirmaban: "Aquí nos ocupan los desarrollos decisivos de la bían facilitar ese "viaje de descubrimiento en sí mismo de una natu-
comprensión que el hombre tiene de sí mismo, tan importantes pa- raleza potencialmente revolucionaria y con un resultado potencial-
ra la desmitificación de la actualidad como las formulaciones de mente liberador." Lo llamaba "viaje metanoico", que implicaba re-
Freud y Marx, por ejemplo, lo fueron en su momento. En este caso gresiones que el equipo terapéutico debía sostener, en el cual la per-
nos encontramos con una empresa teórica más ambiciosa que la que sona podía ser guiada y protegida.
intentaron Freud o Marx: nada menos que con una totalización, co- Esta idea provenía de una experiencia particular que desarrolla-
mo diría Sartre, de todo el conocimiento socio-histórico existente. ron Cooper y Laing en los 4 60. David Cooper había creado la Villa 21
Aquí, por primera vez, hay una teoría sistemática que abarca toda la dentro de un Hospital Psiquiátrico en las afueras de Londres. Allí de-
gama de la fantasía individual, las relaciones interpresonales, los sis- jaban que los pacientes pudieran realizar ese "viaje", que era para
temas socio-técnicos y las relaciones entre grupos. Pero este pensa- ellos la puerta de salida de la enfermedad. Para ello era necesario un
miento sistemático no es un sistema cerrado y acabado, esta totaliza- 'descenso al infierno', mediante una regresión. El papel terapéutico
ción del progreso abdica perpetuamente de toda pretensión o inten- era poder crear un ambiente adecuado para que el paciente desarro-
ción de alcanzar una totalidad acabada."42 llara su propia sintomatología. Permitirlo y acompañarlo. Así fue co-
Ronald Laing era un psiquiatra que había comenzado su práctica mo se hizo "famoso" el hecho de dejar inclusive los excrementos en
en el ejército británico. Luego hizo su carrera psicoanalítica en la So- los corredores para ser manoseados, en función de la hipótesis de
ciedad Británica de Psicoanálisis, siendo allí discípulo de Donald que volver a un estado arcaico les permitiría regresar a la vida. La ex-
Winnicott, perteneciendo a su grupo. En 1960 publicó su primer li- periencia autorizó postular que mediante ciertas condiciones, la es-
bro, El yo dividido. "Su propósito fundamental es hacer comprensi- quizofrenia se podía curar. El punto final de esta conceptuálización
bles la locura y el proceso de volverse loco... otra finalidad del libro era la desaparición de la categoría de enfermedad mental. Aunque
es dar en un lenguaje claro y sencillo, en términos existenciales, cuen- Laing y Cooper publicaron varios libros donde incluían situaciones
ta y razón de algunas formas de locura."43 Sus referencias teóricas clínicas46, el caso paradigmático de la Antipsiquiatría fue el de Mary
eran tanto el psicoanálisis -especialmente Winnicott-, y la fenomeno- Barnes, tratada por Joseph Berke. El fruto fue un texto coescrito,

168 151
donde se relataba la forma del tratamiento en la cual Berke la sostu- libro, a pesar de que ocupa más de la mitad del mismo.
vo en una profunda regresión para poder realizar su propio "viaje" Tercero, Cooper criticaba la posición de los psiquiatras dentro de
que la llevó al encuentro consigo misma.47 la sociedad como colaboradores del sistema capitalista, tanto en sus
David Cooper, junto con Ronald Laing y Aaron Esterson, crearon ideas como en sus acciones. De tal modo que "la psiquiatría del últi-
la Philadelphia Assoáation and Mental Charity, entidad que agrupaba mo siglo, según la opinión de un creciente número de psiquiatras
una serie de comunidades terapéuticas, entre ellas la más famosa fue contemporáneos, está excesivamente al servicio de las necesidades
Kingsley Hall, para tratamiento de esquizofrénicos. Allí, como en la alienadas de la sociedad. Al hacerlo, está continuamente en peligro
Villa 21, los pacientes no eran tratados como en los manicomios. El de cometer un acto bien intencionado de traición a aquellos miem-
personal y los pacientes estaban en pie de igualdad en la conviven- bros de la sociedad que han sido arrojados a la situación psiquiátri-
cia. Kingsley Hall funcionó durante cinco años (de 1965 a 1970), ce- ca como pacientes. Muchas personas concurren en la actualidad es-
rrando sus puertas por no poder renovar el contrato de alquiler. pontáneamente al consultorio médico en busca de asistencia psi-
En 1967, Cooper creó el concepto de Antipsiquiatría en su libro quiátrica. En la mayoría de los casos, tales personas desean obtener
Psiquiatría y Antipsiquiatría. Pero el análisis que hacía iba mucho más en términos muy prácticos un conjunto de técnicas que les permitan
allá de proponer una nominación; revisaba la psiquiatría y la enfer- la mejor y más ajustada satisfacción de las expectativas sociales masi-
medad mental en tres niveles. Primero, el de la denominación y ro- ficadas."49
tulación de las enfermedades mentales, tomando la esquizofrenia co- Los objetivos de Cooper se concentraban en esos tres niveles: la re-
mo modelo de trabajo. Así como la histeria había sido la puerta de definición de la categoría misma de enfermedad mental, desplazar a
entrada al psicoanálisis para Freud, la esquizofrenia lo fue para la los clásicos manicomios y las formas manicomiales de trabajo por
Antipsiquiatría. La visión de Cooper, que partía de los aportes de di- otros dispositivos en comunidades terapéuticas; y la crítica hacia el
versas teorías como la de la comunicación, la obra de Sartre, el psi- "colaboracionismo" de los psiquiatras en la sociedad capitalista de
coanálisis y la fenomenología existencial, lo llevaba a una visión so- entonces.
ciogenética de la patología mental. Es decir, que la sociedad, por me- Luego de 1967, el término Antipsiquiatría se extendió velozmente
dio de la familia y el contexto cercano, era quien producía y nomi- por el mundo. Esto se debió al acierto de la elección del nombre que
naba como esquizofrénico a una persona dentro de ese grupo. Esto estaba en consonancia con la situación social y política de la época.
implicaba una redefinición de la esquizofrenia como "una situación Fue una nominación acorde a los tiempos en los cuales los movi-
de crisis microsocial en la cual los actos y la experiencia de cierta per- mientos "anti" se desarrollaron en distintos órdenes. Es por eso que
sona son invalidados por otros, en virtud de razones culturales y ma- podemos considerar que la Antipsiquiatría fue un emergente más de
croculturales (por lo general familiares) inteligibles, hasta el punto un todo mucho más vasto. En los '60 se habían extendido las críticas
de que aquélla es elegida e identificada de algún modo como 'enfer- al capitalismo. Fueron momentos en que esos cuestionamientos se
mo mentaT, y su identidad de 'paciente esquizofrénico' es luego planteaban en diferentes niveles, desde la política hasta los movi-
confirmada (por un proceso de rotulación estipulado pero altamen- mientos contraculturales que llevaban a una transformación de la
te arbitrario) por agentes médicos o cuasimédicos".48 subjetividad. Muchos hitos, como el "Mayo Francés" del '68 o "el
Segundo, los dispositivos terapéuticos. Si la esquizofrenia era Cordobazo" en 1969 en la Argentina, fueron manifestaciones del cli-
emergente de esta situación, el objetivo de Cooper era tanto denun- ma de época que se vivía. Es en ese contexto que debe entenderse el
ciar que no existía esa "supuesta entidad diagnóstica1', como propo- significado de un David Cooper postulando una Antipsiquiatría que
ner un marco terapéutico adecuado para superar esa crisis en un se enfrentara a la psiquiatría tradicional dominante, incluyéndola en
marco comunitario, lo que implicaba un abordaje en comunidades el conjunto de las luchas contra el capitalismo; es por ello que en
terapéuticas y la participación del grupo familiar del paciente. Debe- esos pocos años que van de 1967 a mediados de la década del '70 el
mos destacar que esta es la parte menos recordada de los aportes del concepto se popularizó.

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En octubre de 1970, David Cooper realizó su primer viaje a la Ar- mo pantalla de las proyecciones más insólitas. Quienes se tomaron el
gentina. Su estadía fue un acontecimiento que excedió lo científico. trabajo de acercarse a la persona de Cooper advirtieron su genio y el
Su viaje fue auspiciado por la Asociación Argentina de Psiquiatría So- desgarramiento brutal de su esfuerzo por desinteresarse de todas las
cial.50 Mucho público conformado por psiquiatras, psicólogos y psi- comodidades sociales y abrir nuevas formas de vida."54
coanalistas escucharon y debatieron con Cooper en distintas confe- A raíz de esta estadía David Cooper decidió volver a la Argentina
rencias, tales como las realizadas en el Servicio del Lanús y la APBA. dos años después, en 1972. Pero esta vez fue para radicarse en el país.
El núcleo de sus exposiciones era el relato de su experiencia en Los motivos de esta migración fueron aclarados en el diario La Opi-
Kingsley Hall "Los conceptos de salud y enfermedad también están nión: "regresé a la Argentina por varias razones: una es que aquí hay
en un proceso de cambio y algunos tipos de Kingsley Hall suelen apa- una gran tradición psicoanalítica -formada por Enrique Pichón Ri-
recer como doctores para mí." También aclaró la supervivencia eco- vière, Marie Langer y Emilio Rodrigué, entre otros-; esta tradición ha
nómica de esta institución: los propios honorarios privados de Coo- dado como resultado que muchos jóvenes psicólogos y médicos se re-
per, ciertas donaciones anónimas, pero también planteaba irónica- belen contra las instituciones que deberían haberlos 'formado' y es-
mente, para escandalizar al público, que "robamos supermercados; tén dispuestos a recibir ideas nuevas, particularmente si son de natu-
total, el Estado quita tanto a sus habitantes que nosotros bien pode- raleza anti-institucional. También, probablemente -y digo probable-
mos robar para comer."51 mente dada la ausencia de estadísticas-, porque hay aquí un porcen-
El clima oscilaba entre lo científico y el acontecimiento de la lle- taje de gente bajo cualquier forma de terapia que es mayor al por-
gada de un gurú. Proponía en los encuentros cosas como quitarse los centaje registrado en los Estados Unidos; mayor, por cierto, al de
zapatos, sacar las sillas y sentarse en el suelo -para solucionar los pro- cualquier país europeo. Una gran cantidad de psiquiatría revela la
blemas de espacio ante lo numeroso del auditorio-, juegos y expe- necesidad de una gran cantidad de Antipsiquiatría, y también signi-
riencias táctiles. El evento fue descripto como un acontecimiento so- fica que aquí la gente se halla más honestamente dispuesta a cono-
cial en el semanario Panorama. Allí además se escribía acerca de Coo- cerse a sí misma, y a transformarse a sí misma.
per como personaje: "en los primeros contactos la seducción invadió "Además, las redes de camaradería fuera de la unidad-núcleo fami-
a las profesionales más jóvenes. Suspiraban por el suéter negro y los liar se hallan más extendidas, más estrechamente anudadas aquí que
pantalones raídos, los rulos pelirrojos o la barba interminable."52 en Europa y Norteamérica. Esto implica un apoyo reticular mayor
Cooper también fue invitado al Servicio de Psicopatología del Lanús. para las comunas iniciales o iniciadoras.
De esa experiencia dijo: "Los argentinos son demasiados formales. "Por último, y desde un punto de vista más personal, estoy en Bue-
Cuando estuve en el Lanús les dije que se sentaran en el suelo y me nos Aires porque pasé el primer cuarto de siglo de mi vida en el Ter-
miraron como si viniese de otro mundo. Aunque, claro, yo vengo de cer Mundo (Africa del Sur) sin reconocerlo, y los últimos 15 años en
otro mundo, ¿no?"53 Europa, sin reconocer lo que no había reconocido. Ahora que debi-
Sin embargo, esa fue la recepción de los medios de comunicación do a varias razones obvias, no puedo regresar a África del Sur, mi re-
por la llegada de Cooper. Pero dentro del campo de la Salud Mental torno a la Argentina es simplemente algo así como el 'retorno al ho-
no se tenía la misma visión. Grimson al poco tiempo reflexionaba so- gar'."55
bre la visita de Cooper del siguiente modo: "Cooper provocó una En ese momento su propuesta de trabajo era la "Comuna político-
conmoción poco menos que espectacular. Los motivos de tal situa- terapéutica", en oposición a las comunidades terapéuticas tradicio-
ción son sumamente complejos. Cooper parece plantearse, antes nales. Cooper lo explicaba del siguiente modo: "empleo el término
que la difusión de conceptos o teorías, la transmisión de pautas de comuna en vez de comunidad, ante todo porque la palabra comuna
vida concordantes con sus ideas. En un medio como Buenos Aires, tiene mayor resonancia política, y en segundo lugar porque no quie-
hipercrítico, culturalmente dependiente y que hace de la informa- ro proponer nada que se parezca a una comunidad terapéutica psi-
ción un culto y de la puesta en práctica un olvido, fue adoptado co- quiátrica. Esta última constituye una manera coercitiva de condicio-

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nar a la gente para la 'normalidad' que sólo marginalmente es me- muerte. Por otro lado abogaba por la legalización de la marihuana
nos sutil que las drogas destinadas a suprimir la experiencia, el elec- en el primer mundo. Según él no generaba ni daño ni adicción. Pe-
troshock. Hemos tenido comunidades terapéuticas muy exitosas en ro no tenía el mismo criterio con el Tercer Mundo: "su ilegalidad en-
Londres (Villa 21 y Kingsley Hall) que sólo se hallaban limitadas por gendra vigilancia, y su uso generalizado retardaría el proceso revolu-
la falta de redes de apoyo sólidamente anudadas y por la inercia po- cionario, tal como Frantz Fanón pensó que había demorado la revo-
lítica de todo el sistema estatal (del estado argentino difícilmente lución argelina."58 Lo cual presuponía que la revolución era para los
pueda decirse que esté políticamente inerte)... De todos modos,: países del Tercer Mundo y que los desarrollados debían seguir sien-
aquí, en la Argentina las comunas serían casas comunes de la comu- do capitalistas.
nidad en las que vivirían hasta 15 personas. Toda esa gente debería, Unos meses después diría en un reportaje al mismo medio: "estas
con anterioridad, haber pasado por algún tipo de institucionaliza- sustancias, en realidad no son absolutamente drogas. La experiencia
ción psiquiátrica, y algunos serían incluso personas corrientemente psicodélica es una experiencia autónoma, que no tiene nada que ver
clasificadas como 'psicóticas', gente que poblaría los hospitales men- con la psiquiatría formal o con la interpretación analítica". Acerca
tales de no encontrarse en la comuna."56 La intención era formar del tratamiento de adictos opinaba que "en Buenos Aires me ha im-
una estructura totalmente dejerarquizada. Implicaría compartir tan- presionado muy especialmente el trabajo que realiza el doctor Alber-
to la propiedad como lo sexual, "conservando el derecho de cada to Fontana con su admirable equipo de colaboradores... Lo que ellos
uno a decirle no a cualquiera". También compartir la locura-salud, hacen es brindar al adicto un contexto humano permanente, que se
lo cual significaba compartir los problemas personales. Allí se aban- mantiene tanto de día como de noche, donde la droga está al alcan-
donarían -desde ya- los roles "doctor-paciente". Suponía que la ma- ce del adicto hasta que este llegue a un punto en que se hastía de ella
yor parte de los miembros estarían en instituciones psiquiátricas de y entonces prefiere estar con gente, relacionarse a través de nuevas
no estar allí. Propuso que hubiera guía exterior a cargo de jóvenes formas. Finalmente, elige voluntariamente no ingerir más narcóti-
de 25 a 35 años. cos. Acepta el doloroso paso que significa abstenerse de ellos, rodea-
La propuesta nunca se llevó adelante, pero sus ideas fueron desa- do de otra gente con la que ahora establece relaciones perdurables.
rrolladas en La Gramática de la Vida, libro escrito en el país: "cuando En otras clínicas convencionales, especialmente en las más progresis-
visité América del Sur por segunda vez, me llevó varios meses com- tas 'comunidades terapéuticas', la abstención forzada de la droga lle-
prender que me hallaba en el tercer mundo y descubrir el significa- va a la inevitable reincidencia al poco tiempo de haberla dejado, por-
do del lema 'Primero el tercer mundo'. Mi objetivo consistía en co- que nadie sabe cómo estar con el sujeto de manera no clínica y no
laborar en la formación de comunas antipsiquiátricas y de un centro médica."59
internacional de enseñanza-aprendizaje en el tercer mundo, al que Pero el propio Cooper atravesaba una difícil situación personal.
los europeos y los norteamericanos no irían a enseñar sino a apren- Debido a esta crisis, vivió unos meses en la llamada "Casona" de
der, ayudando así a atacar el imperialismo cultural."57 Por entonces Belgrano, que durante 1971 y 1972 se convirtió en una experiencia
Cooper vertió sus ideas acerca de distintos temas polémicos en dife- comunitaria entre Eduardo Pavlovsky, Armando Bauleo, Emilio Ro-
rentes medios de difusión. Por ejemplo, en una columna acerca de drigué y Hernán Kesselman. Experiencia que terminaría abrupta-
las drogas titulada "El uso del LSD". Allí lo consideraba un "alimen- mente debido a las diferencias en las posiciones políticas y persona-
to", más que una droga, y daba sus condiciones para tomarlo (sea in- les de sus integrantes. Eduardo Pavlovsky describió el ambiente de
dividual o colectivo en una comuna): el guía correcto para el "vi ¿ye"; toda esa época con Cooper: "En 'La Casona' yo vivía con una chica y
un lugar familiar para el mismo; un programa regular; cerciorarse la veinticinco hippies. Era una locura esa casa: Convivíamos con David
pureza y la dosis; cuidados en días previos y posteriores por eventua- Cooper y el movimiento ideológico del '60, el hippismo. Yo creo que
les efectos destructivos. Lo recomendaba especialmente para quie- algo de eso está presente en la película Heroína de Raúl de la Torre,
nes sufrían de enfermedades fatales, en función de la relación con la basado en el libro de Emilio Rodrigué. Se sintetizaba en la última es-

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cena de la película, en la que digo en el diván 'a mí me parece que En esos momentos estaba en sus intenciones construir una psicolo-
la vida no pasa por acá'. Yse veía a 'Pepe' Soriano en una manifesta- gía "nacional y popular". En "Salud Mental y Neocolonialismo en la
ción. Estaba dentro de un movimiento ideológico y político muy im- Argentina" analizaba cómo el neocolonialismo atravesaba la asisten-
portante. Cada uno de nosotros pensaba muy diferente por lo ideo- cia, la investigación y la docencia, pero también las teorías de los
lógico. En ese momento estaba enamorado de una chica muy joven. TSM. A partir de eso criticaba el llamado "pensamiento dependien-
Tenía a David Cooper loco en un lugar. Pasaba gente muy descono- te", que incorporaba pasivamente teorías y prácticas. Sin embargo,
cida que vivía ahí. Era un momento excepcional. Encima de eso uno en su análisis rescataba los aportes de Laing y Cooper del siguiente
de los de ahí escribe una película Heroína, y yo la actuaba. Era como modo: "La osadía con que desde la Antipsiquiatría (el sector psiquiá-
si uno pudiera hacer todo. Todo pasaba por el cuerpo de uno. En ese trico dentro del gran movimiento de la lucha contracultural nortea-
mismo año ocurrió un acontecimiento importantísimo que fue el es- mericano y europeo) se radicalizaron y desmistificaron los moldes
treno de mi obra El señar Galíndez. Para la cultura teatral Galíndez se clásicos de la cultura, la educación y la salud nos estimuló a revisar
metía políticamente en la apertura de golpe de una manera muy par- nuestra actitud local en el área de las relaciones personales y profe-
ticular. Todo eso se daba ahí. No puedo objetivar tanta cosa porque sionales." Luego de enumerar los aportes (denunciar el abuso de au-
yo estaba ensayando Galíndez, había terminado Heroína. Toda la ex- toridad de los terapeutas, la deshumanización, la colonización del
periencia emocionalmente, fue brutal, con todas las letras. Tener vi- paciente por parte del terapeuta), puso algunos reparos. Por un la-
viendo en mi casa al líder de la Antipsiquiatría, que fue el tipo más do retomó la crítica de la Antipsiquiatría a las comunidades terapéu-
inteligente que conocí en mi vida. Cooper era mucho más inteligen- ticas, que las identificaba con "modernos campos de concentración,
te que el resto de la gente. En otro nivel, la otra persona que me des- disimulados bajo una 'fachada democrática' de estructura autoidea-
lumhraba era Pichón Rivière. En 'La Casona' hice un cambio de vi- lizada, pero que no se rebelaba contra el orden social vigente ni con-
da. Vivía en otro nivel, con un colchón en el suelo. Había una bue- tra los criterios imperantes de marginalidad." Pero diferenciaba el
na intención de 'desclasado'. El único de todos que vivió 'La Caso- sentido de la Antipsiquiatría en los diferentes países: "sin embargo,
na' con el cuerpo directo fui yo. Los otros -Emilio, Armando y Her- la contracultura que reconocemos como uno de los modos de com-
nán-, venían pero no vivían ahí, lo cual era peligroso, porque yo que- bate más accesibles para los movimientos de la juventud de los paí-
daba a expensas primeramente de un amor irracional y de sus ami- ses 'desarrollados', extrapolada mecánicamente como bandera de
gos. Venía a la noche de atender y tenía que hacer lugar para acos- lucha a nuestro medio y a nuestra realidad, sería otra forma de pe-
tarme. Soy un testigo testimonial de toda esa época."60 netración europeizante y colonizadora... Los europeos estarán har-
Los problemas personales de David Cooper impidieron tanto este tos de su cultura elitista y dominante. Nosotros por el contrario, es-
ambicioso proyecto de formar comunas en todo el país, como la for- tamos ávidos por liberar las raíces revolucionarias de nuestra cultura
mación del "Centro Internacional de Enseñanza", al que vendría el nacional y popular. Lo que para los europeos es contracultura, para
Primer Mundo a aprender. Pero también, el poder manicomial, tal los argentinos y latinoamericanos en general, debería ser contraco-
como vimos anteriormente, y las luchas internas dentro de los TSM lonización."61
hubieran imposibilitado qué se realizaran estas experiencias. Antonio y Nicolás Caparros también eran críticos de la Antipsi-
En este contexto, la recepción de la Antipsiquiatría atravesó algu- quiatría. Antonio Caparros había virado su militancia política dentro
nas teorizaciones de los TSM. Desde dos posturas diferentes, Hernán del Partido Comunista para aproximarse a los grupos revoluciona-
Kesselman por un lado y Antonio y Nicolás Caparros por otro hicie- rios marxistas que se acercaron al peronismo, que lo llevaba a una
ron distintas lecturas de este movimiento en esos años. defensa de la militancia política de los TSM en los procesos revolu-
Hernán Kesselman, luego del triunfo de Cámpora en 1973, se ha- cionarios.62 Y a una crítica de la Antipsiquiatría, ya que consideraba
bía hecho cargo de la Cátedra de Psicología Médica en la Facultad que "la civilización de la técnica de continuo da a luz formas y con-
de Medicina de la UBA, en el Hospital de Clínicas de Buenos Aires. tenidos actualizados que permiten mantener a muchos en el espejis-

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mo de una falsa liberación. Los países poseedores de la técnica pro- bajadores de la Salud Mental del Tercer Mundo, llevarían a eliminar
pician así una nueva forma de colonización con una triple vertiente: la creciente participación en el poder de los estratos populares y por
económica, política y cultural."63 Por ello, atacaban los fundamentos consiguiente a la marginación estéril. La alternativa que se ofrece es
de la Antipsiquiatría. Era así como partían describiendo el encuen- la contraviolencia-participante y la fusión mediante la militancia po-
tro terapéutico y las diferentes técnicas como definiciones social e lítica en el seno del movimiento popular, que proveerá en el desarro-
históricamente condicionadas, para luego encuadrarlas dentro de la llo del proceso de lucha de tácticas y estrategias al campo de la Salud
realidad histórica del país, para lo cual afirmaban que "...llegados a, Mental." Para ellos el TSM debía ser un "integrante más del Movi-
estas alturas, el compromiso con la realidad histórica del país, sea el miento de Liberación Nacional."
que fuere, es ineludible, y se acaba por ende la ciencia de laborato- Entre 1974 y 1976 comenzó la demolición de las experiencias pro-
rio."64 Desde esta posición analizaban a la Antipsiquiatría, recordan- gresistas en Salud Mental. Por esos mismos tiempos, en el mundo,
do que el mismo Roñal d Laing, ya en diciembre de 1972 expresaba fueron perdiendo fuerza las ideas impulsadas por la Antipsiquiatría.
su disidencia con Cooper. "La Antipsiquiatría emprende un análisis Por un lado, la fuerza de los cambios utópicos revolucionarios que
de la etiología de la locura, pero al no hallar una respuesta que satis- había comenzado en el Mayo del '68 empezaba a mostrar debilida-
faga sus hipótesis iniciales, no sigue una línea uniforme, busca aquí, des. Por otro, las críticas llegaron internamente al movimiento, em-
allá y poco a poco se aparta de los trazados clásicos... La tesis resul- pezándo a denominarlo "Psiquiatría Crítica", dejando de lado la hi-
tante afirma que la violencia sutil de las relaciones familiares desem- pótesis central de que no existía la enfermedad mental, pero reto-
bocará en la expresión cotidiana de locura." A esto, los autores se mando la idea de la reforma del sistema manicomial, que con el co-
oponen afirmando que "la Antipsiquiatría habla de violencia en la fa- rrer de los años fue también dejándose lentamente de lado con el
milia, pero entendemos que ésta sólo es una forma contingente y va- proceso de mundialización capitalista y la hegemonía del pensa-
riable de ejercer la violencia necesaria en la sociedad de clases (alu- miento neoliberal.67
sión nunca claramente explicitada en los escritos de este género) pa- El propio Ronald Laing escribiría en 1985 acerca de sus diferen-
ra autoperpeturar la explotación de las capas detentadoras del poder cias con Cooper por el concepto de Antipsiquiatría, y se retractaba
sobre las capas sometidas." Luego, los autores encuadraban a la An- de algunas de sus opiniones anteriores: "nunca he idealizado el sufri-
tipsiquiatría dentro del movimiento de Contracultura, cuya nega- miento mental, ni he hecho romanticismo con la desesperación, la
ción del sistema es sólo aparente. "La Antipsiquiatría no sabe ver o disolución, la tortura o el terror. Nunca he dicho que los padres, la
no puede ver más que las salidas que parecen inmediatas, y que tie- familia o la sociedad 'causasen' la enfermedad mental, ni genética ni
nen un indudable matiz individualista típico de las metrópolis, arro- ambientalmente. Nunca he negado la existencia de pautas mentales
padas dentro de una determinada moda intelectual, pero que no tie- y de conducta que atormentan. Nunca me he llamado a mí mismo
ne respuesta para el fenómeno nuevo de los movimientos populares Antipsiquiatra, y he rechazado este término desde el instante en que
revolucionarios que se desarrollan en el Tercer Mundo."65 Con lo mi amigo y colega, David Cooper lo introdujo. No obstante, estoy de
cual, para los autores, se convertía en "simple reformismo", sin posi- acuerdo con la tesis antipsiquiátrica de que la psiquiatría, en gene-
bilidades de transformación social más importantes al remitirse sola- ral, funciona para excluir y reprimir a aquellos elementos que la so-
mente a un nivel microsocial: "si desnudamos a la marginación -la ciedad desea ver excluidos y reprimidos. Si la sociedad exige seme-
cultura hippie europea sería un exponente de ella- del falso atractivo jante exclusión entonces habrá exclusión, con o sin la ayuda de la
de la pseudo libertad para alumbrar su condición de víctima mane- psiquiatría. Muchos psiquiatras quieren que la psiquiatría no se so-
jada, veremos que la 'negación' de la violencia mediante la no parti- meta a esa función. En Italia, como ya he mencionado, algunos lo
cipación se convierte en una nueva forma de colonialismo cultu- han logrado; a muchos les gustaría hacerlo en otros países, pero no
ral."66 Por ello, terminaban el artículo diciendo: "Las propuestas for- es fácil. Un cambio de política tan radical requiere al mismo tiempo
males de la Antipsiquiatría en relación con los problemas de los Tra- un cambio radical de perspectiva, y eso es muy poco frecuente."68

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Ronald Laing murió en St. Tropez, Francia, en 1989. Pero, poco ban cuenta de la inclusión de los TSM en Hospitales Generales, Hos-
antes de morir habría de modificar aún más sus antiguas ideas. Esto pitales de Día, Comunidades, Escuelas y otras instituciones. De ellas
aparece reflejado en un libro postumo coescrito con su mujer Rober- derivaron numerosas experiencias que se convirtieron en textos que
ía Russell, cuyo título era R.D. Laing y yo: lecciones de amor.69 El texto teorizaban los nuevos campos de trabajo. En este apartado haremos
se proponía como un libro de autoayuda. Allí se fundamentaba que una síntesis de algunos de sus desarrollos. Muchos de éstos, a dife-
"la psicoterapia puede ayudar, pero un buen amigo podría ser me- rencia de las modificaciones sustanciales del sistema de Salud Men-
jor." En el mismo se relataba la historia amorosa y del tratamiento enr tal, se consolidaron y continuaron más allá de este período.
tre Russell y Laing. Aunque en su mayoría fue escrito por Russell lue- Las Psicoterapias Breves eran resultado de los trabajos terapéuti-
go de la muerte de Laing, éste incluía fragmentos de las ideas de cos en instituciones de Salud Mental. Su denominación se oponía a
Laing, que reflejaban el viraje de su posición: "este libro es sobre el las psicoterapias, que como el psicoanálisis, eran de "tiempo prolon-
poder y el amor. Pretende darle a usted, nuestro lector, el poder de gado" o "ilimitado". Psicoanalistas como Sandor Rado, Franz Alexan-
conseguir lo que ama. El poder que este libro puede otorgarle sólo der, D. H. Malan y Michael Balint fueron sus pioneros en el mundo.75
funciona cuando usted ama el poder del amor, cuando está enamo- Esta modalidad había surgido como efecto de trabajar en Hospitales
rado del amor y no del poder."70 Psiquiátricos, Hospitales Generales y Centros de Salud Mental. La
Por su lado, David Cooper se había instalado en Francia, luego de gran cantidad de pacientes llevaba a que se pensaran dispositivos pa-
su viaje a la Argentina. Allí la Antipsiquiatría tuvo gran repercusión ra atender una gran demanda por pocos terapeutas. Así surgieron
entre intelectuales, psicoanalistas y seguidores de la psicoterapia ins- tanto la psicoterapia de grupo como la psicoterapia breve.
titucional.71 Cooper entonces se negó a practicar la psiquiatría y se En nuestro país el comienzo de la inserción de psicoanalistas en
sumó a las diversas luchas de izquierda a favor de los excluidos. Pero Hospitales hizo que se profundizaran los estudios sobre este disposi-
continuaron los debates sobre qué era la Antipsiquiatría. Por ejem- tivo. Un primer punto de encuentro de los resultados de estas expe-
plo, con el psiquiatra italiano Giovanni Jervis, que había escrito un riencias se produjo en enero de 1967. En ese momento se realizó el
texto crítico sobre "El mito de la Antipsiquiatría".72 Esto le sirvió a Coloquio de Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina. Su tema
Cooper para tener que aclarar nuevamente qué entendía por Antip- fue "Investigaciones sobre Psicoterapia Breve". En el mismo partici-
siquiatría, cambiando su definición, por una supuesta "no-psiquia- paron representantes de diferentes instituciones de Salud Mental.76
tría" como destino final de la etapa de la Antipsiquiatría.73 Ellos abordaban los diferentes problemas que surgían en este dispo-
Luego de todas estas luchas, David Cooper murió en París en sitivo, tales como los criterios de evaluación del proceso, la teoría de
1986. la técnica en esta clase de psicoterapia, las indicaciones y contraindi-
caciones, Y también modalidades como la psicoterapia grupal breve
4. Nuevos abordajes en Salud Mental y la psicoterapia breve en niños.77 En esta dirección, en noviembre
de 1970 se organizaron las Primeras Jornadas Hospitalarias de Psico-
En pocos años de la década del '70 se expandieron y consolidaron terapia Breve en los Consultorios Externos del Hospital Borda.
una multiplicidad de abordajes y teorizaciones en el campo de Salud Es natural que hayan sido dos autores que tuvieron sus experien-
Mental. En los años anteriores se habían desarrollado tratamientos cias y su compromiso social con Hospitales Públicos -el Lanús en am-
individuales y grupales con una hegemonía del psicoanálisis. Pero en bos casos-, quienes investigaron y publicaron los primeros libros so-
estos momentos se produjo una apertura a una diversidad de dispo- bre el tema en el país.
sitivos y conceptualizaciones acorde con los distintos niveles de aten- Hernán Kesselman publicó Psicoterapia Breve a principios de 1970.
ción en Salud Mental en paralelo con distintos avances que se daban José Bleger prologó la obra. Allí valorizaba el intento de "sacar las
a nivel mundial.74 Si bien el psicoanálisis aquí continuaba siendo el psicoterapias breves de cierto pudor que orienta su práctica como si
referente teórico indispensable, estos iban más allá del mismo. Da- se tratara de una actividad desnaturalizada o ilícita que se practica al-

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go así como en secreto o con cierta culpa de que se está malgastan- variación temporal de las sesiones. En los grupos también incluía se-
do el tiempo u ofreciendo sustitutos de los que se supone debería ha- siones de larga duración (llamadas comúnmente "maratones"). La
cerse a cambio."78 Paradójicamente, Bleger consideraba que para po- segunda parte del libro contenía ejemplos clínicos escritos por dis-
der trabajar en psicoterapias breves era necesario entrenarse prime- tintos equipos que supervisaban con el autor.
ro en psicoterapias "prolongadas". Para su fundamentación recurría Héctor Fiorini formaba también parte del Servicio de Psicopatolo-
sólo a una metáfora: para conducir un auto a alta velocidad (psicote- gía del Policlínico de Lanús. Allí había empezado su trabajo sobre
rapia breve) es necesario haber adquirido un dominio muy grande a Tsicoterapia Dinámica Breve".82 En 1973 publicó su texto Teoría y
baja velocidad (psicoanálisis). O sea, siempre era un largo psicoaná- Técnicas en Psicoterapias. Aunque su experiencia y sus primeros apor-
lisis primero. tes habían sido sobre Psicoterapia Breve, su texto se planteaba abar-
car al conjunto de ellas. Y hacerlo desde una perspectiva en la cual
Kesselman se apoyaba en conceptualizaciones de Enrique Pichón
se proponía desarrollar científicamente tanto en el nivel de las técni-
Rivière. Planteaba que su interés en las terapias breves había surgido
cas y las teorías como desde un cuestionamiento ideológico de las
de su práctica hospitalaria. Su intento terapéutico e ideológico era
mismas para pensar las psicoterapias en un contexto social. Por ello
conseguir llevar la psicoterapia a la mayor cantidad de pacientes po-
afirmaba que su libro intentaba "constituir una teoría de las técnicas
sibles. Una psicoterapia "nacional, popular, breve e idónea" era la
de psicoterapia que incluya una consideración crítica de algunas de
propuesta técnica para su postura ideológica y política.
sus bases ideológicas. Esto quiere decir una teoría de las técnicas que
La propuesta de Kesselman eran los denominados "Procesos co-
no acepta limitarse a dar cuenta de manipulaciones concebidas con
rrectores de duración y objetivos limitados". Para ello se debía plani-
fines de mera utilidad, que no apunta a lograr 'resultados' aislados
ficar la asistencia y utilizar todos los recursos de movilización y en-
de un amplio marco social, teórico e ideológico... Se trata de estudiar
cuadres posibles de trabajo para cada persona o grupo, que lo lleva-
las técnicas en cuanto campo de una práctica que, cuidadosamente
ba a que "las posibilidades de abreviar el proceso siguen siendo, en-
investigada, revisada, conceptualizada, remite inevitablemente a una
tonces, nuestra principal preocupación y motivo de estudio para que
teoría."83 Para Fiorini esto llevaba a entender el campo de las psico-
el atender más cantidad de pacientes no signifique el atenderlos
terapias como un terreno en estado experimental que permitía nue-
peor. Por eso la denominación de psicoterapia breve."79 La noción
vas aperturas que llevaban a la necesidad de conceptualizar la prác-
de planificación del "proceso corrector" era tributaria de la idea de
tica desde su cuestionamiento a la ideología dominante.84 Esto lo lle-
cambio propuesta por Pichón Rivière. Para el mismo, Kesselman
vaba a tener un esquema referencial psicoanalítico, pero a diferen-
proponía el uso de técnicas de movilización, "que son a la psicotera-
ciarse al nivel de las técnicas. Sus desarrollos tenían referentes teóri-
pia lo que las enzimas catalizadoras son al proceso químico: instru-
cos de psicoanalistas que habían trabajado en psicoterapias breves,
mentos capaces de acelerar un proceso sin cambiar su naturaleza."80
especialmente los autores norteamericanos.85 De esta manera el pro-
Allí incluía técnicas como los laboratorios sociales y los grupos ope-
ceso se centraba en la planificación estratégica mediante la denomi-
rativos. Finalmente proponía la planificación técnica en psicotera-
nada "focalización"en el proceso terapéutico para lograr la eficacia te-
pias individuales y grupales, que comenzaba con entrevistas explora-
rapéutica.86 Este concepto de "foco" se convertía en el eje del proce-
torias en las cuales utilizaba distintas técnicas como cuestionarios,
so terapéutico, porque según el autor permitía en el paciente la ac-
tests proyectivos, señalamientos e interpretaciones de prueba y técni-
tivación de las funciones yoicas para la elaboración de la problemá-
cas de acción y expresión -tales como dramatizaciones, juegos y ejer-
tica planteada en la consulta. Y lo llevaba también a dedicarles sen-
citaciones para fuera del consultorio-. Luego realizaba la devolución
dos capítulos a las funciones yoicas y a la llamada "relación de traba-
de datos y acordaba un contrato con un programa de trabajo. En las
jo" entre terapeuta y paciente, diferenciándola de la relación trans-
entrevistas de "desarrollo" podía utilizar instrumentos como las in-
ferencial, en una perspectiva distinta de las predominantes en el me-
tervenciones verbales, el diván, el role playing, el repertorio de activi-
dio psicoanalítico argentino (tanto el kleinismo como el lacanismo).
dades, la inclusión de personas significativas, la caja de trabajo81 y la

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no solamente la relación médico paciente sino también la institución
Finalmente, incluía capítulos sobre las intervenciones verbales de los
misma.
terapeutas y sobre el papel de la acción en psicoterapia.
En 1970 se produjeron dos hechos de importancia para los nuevos
Sus desarrollos quedaban signados por el compromiso ideológico
abordajes del "grupo familiar", que en poco tiempo se transforma-
acorde a la época. Por eso terminaba su texto diciendo que "la ela-
rían en "terapias familiares". Por un lado se publicaba el libro de va-
boración teórica y las modalidades técnicas en este campo quedan
rios autores Psicoterapia de pareja y grupo familiar con orientación psicoa-
enteramente abiertas a nuevos remodelamientos acordes con el pro-
nalítica91 Fernando Ulloa, en el prólogo, afirmaba cómo el interés
ceso histórico en una época de transformaciones sociales de impor-
de los psicoanalistas por lo social -tal como vimos en las psicoterapias
tancia. Como terapeutas, como trabajadores en ciencias humanas,
breves- llevaba a "investigar y elaborar técnicas como las aquí expues-
tendremos que exigir al máximo nuestras investigaciones y someter
tas, es en gran parte consecuencia de las necesidades provenientes
nuestros desarrollos a la revisión crítica que entraña este movimien-
del campo asistencial y psicoprofiláctico, donde uno de los requeri-
to penetrante de todas nuestras prácticas."87
mientos es lograr sistemas terapéuticos que garanticen eficacia real
La interconsulta médico-psicológica en el ámbito hospitalario era
en tiempo breve."92 Este era el marco de los tratamientos de pareja y
un nuevo campo que había surgido con la inserción de los Servicios
de grupo familiar, con una clara influencia de lo grupal y especial-
de Salud Mental en Hospitales Generales. En 1971 se publicaba el
mente de Enrique Pichón Rivière. Isidoro Berenstein, Eduardo Kali-
primer libro sobre la temática escrito por Héctor Ferrari, Isaac Lu-
na, Eduardo Pavlovsky y Guillermo Teruel contribuyeron con traba-
cilina y Noemí Luchina: La interconsulta médico psicológica en el marco
jos sobre psicoterapias de pareja. Ernesto Liendo contribuyó con un
hospitalario. Estos autores pertenecían a un grupo de trabajo interdis-
seminario que había realizado en 1965 en la Facultad de Psicología
ciplinario que venía ocupándose sobre los distintos aspectos de la de-
sobre Psicoterapia Familiar, incluyendo en su revisión autores como
nominada "relación médico-paciente."88 Isaac Luchina se había espe-
Pichón Rivière, Bion, Eliseo Verón y Jacques Lacan. Jaime Szpilka ac-
cializado en trabajar la temática con grupos de médicos. Tenía varias
tualizaba desde una perspectiva pichoniana su trabajo con familias.93
publicaciones desde hacía más de una década y era parte de la Cáte-
dra de Psicología Médica de la UBA.89 Noemí Luchina trabajaba en Por otro lado, entre el 18 y 21 de Junio de 1970 se realizó en la Fa-
el Centro de Rehabilitación Respiratoria María Ferrer y Héctor Fe- cultad de Medicina de la UBA el Primer Congreso Argentino de Psi-
rrari había trabajado en la Clínica Psicosomática del Johns Hopkins copatologia del Grupo Familiar. Una amplia gama de instituciones
Hospital de EEUU que estaba a cargo de E. Meyer. Dos de los autores del país auspiciaron el encuentro. El mismo marcó un hito en los
formaban parte del Departamento de Interconsulta del Servicio de abordajes familiares en el país, ya que albergó las diferentes líneas de
Psiquiatría del Hospital Ferroviario Central de Buenos Aires al mo- trabajo con familias que iban desde las distintas posiciones psicoana-
mento de la publicación del libro. Los fundamentos de este nuevo líticas hasta la terapia sistèmica. En este sentido, incluyó invitados ex-
campo de trabajo provenía de autores como E. Meyer en EEUU y Mi- tranjeros como el norteamericano Jay Haley. Carlos Sluzki fue el pre-
chael Balint en Inglaterra, bajo el dispositivo conocido como "gru- sidente del Comité Organizador del Congreso. El conjunto de las
pos Balint". Mauricio Goldenberg fue quien prologó el texto. En el presentaciones mostraba las tendencias del momento a nivel mun-
mismo historizaba los aportes de los Servicios de Salud Mental espe- dial. En este evento se concentró gran parte de las orientaciones de
cificando cómo la obra se ocupaba acerca del "frente interno de los la terapia familiar. Juan Carlos Nocetti, participante del Congreso, lo
Servicios de Psiquiatría en Hospitales Generales. Nos pone frente a tomó como un momento clave porque permitió la apertura de lo
la realización de una 'acción' médica psiquiátrica, la 'Interconsul- que denomina las tres líneas de trabajo en Terapia Familiar. Por un
ta'... estudiándola en detalle con una responsabilidad y un nivel de lado la psicoanalítica estructural, representada por Isidoro Berens-
profundidad como no he encontrado hasta ahora en la bibliogra- tein; por otro, la sistèmica de Jay Haley y finalmente la vincular de
fía."90 A lo largo del libro se conceptualizaba el trabajo del intercon- Enrique Pichón Rivière.94 El listado de los autores permiten organi-
sultor en Salud Mental a partir de una base psicoanalítica pensando zar el complejo entramado de los abordajes familiares en los años si-

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guientes. Nombres comojanine Puget, Jorge García Badaracco, Al- condiciones de seguridad psicológica de manera que no se elimine
fredo Canevaro, Norberto Proverbio, Juan Carlos Nocetti, Jorge Ca- ningún término del problema, por contrario que el mismo aparez-
nestri, Cioè Madanes, Emilce Dio Bleichmar, Raquel Soifer, Mabel ca."97 Así llegaba a la hipótesis de que 'los hombres, de acuerdo al
Burín, entre tantos otros. nivel de maduración que han alcanzado en el proceso de su mismi-
El Congreso marcó un punto de llegada de lo que se denominaba dad, privilegian dos tipos de vinculación con sus instituciones; o bien
los abordajes del "grupo familiar" -marca de origen de los tratamien- se destaca sobre toda otra motivación la pertenencia institucional co-
tos familiares- y un punto de partida de la 'Terapia Familiar", con au- mo un andamiaje a su precaria identidad, o bien, por haber alcanza-
tonomía de lo "grupal". Si bien la fundación de las instituciones en do un buen nivel en este desarrollo, tienden a privilegiar desde su
este campo se plasmaron a fines de los '70, se debe señalar la edición autoestima y su autonomía el carácter instrumental de la organiza-
del libro Parejas y familias. Vínculo, diálogo, ideología de Isabel Calvo, ción más que la dependencia institucional."98
Tessie Calvo de Spolansky y Frida Riterman de Dimant.95 Estas psicó- Además, nuevas generaciones se iniciaban en la temática. Dentro
logas integrantes del CIAP presentaban los abordajes familiares y de de una apretada síntesis debemos mencionar algunos autores. Por
pareja empleando diversidad de técnicas de trabajo -laboratorios, un lado, un grupo autogestivo de discípulos de José Bleger había em-
psicodrama, grupos- a partir de un esquema referencial que incluía pezado a trabajar con empresas, cátedras universitarias y Hospitales.
una multiplicidad de teorías que iban del psicoanálisis, la gestalt, la Estaba constituido por Estela Troya, Susana Pravaz, Isabel Calvo, Car-
psicoterapia existencial y la psicoterapia de Cari Rogers. men Lent, Susana Bricht, Silvia Werthein y Juan Carlos Volnovich.99
La psicología institucional continuó sus avances también en estos Por otro lado, Ricardo Malfé, quien era titular de la cátedra de Psi-
años independizándose también de los abordajes grupales. Los pio- cología Institucional en la Carrera de Psicología de la UBA. Desde
neros José Bleger y Fernando Ulloa habían comenzado inspirados ese lugar comenzaba a pensar sus propias conceptualizaciones que
por Enrique Pichón Rivière. Ulloa se dedicaba a trabajar con dife- desarrollaría años después en diferentes textos100. También Aldo
rentes pedidos de instituciones que lo consultaban. A la vez comen- Schlemenson empezaba a elaborar lo que denominó el "Análisis Or-
zó a publicar diferentes artículos sobre la temática en los cuales con- ganizacional". En 1973 contribuyó con un artículo de homenaje ajo-
densaba su modelo de trabajo en las mismas.96 Su metodología esta- sé Bleger en la Revista de Psicoanálisis que llevaba el título "De la psi-
ba basada en la dinámica de grupos y en la historia del proceso de cología institucional al análisis organizacional."101 En uno posterior,
institucionalización. El consideraba las instituciones desde sus articu- "El modelo profesional-cliente. Sus derivaciones organizativas", pro-
laciones y fracturas de acuerdo a la distribución del espacio, el tiem- fundizaba su modelo de trabajo en una amplia investigación sobre
po y las tareas. Las diversas problemáticas que surgieron con los los modelos profesionales y sus organizaciones.102 Era parte de una
abordajes institucionales lo llevaron a afinar sus conceptualizaciones tesis que no había sido publicada y que había sido supervisada por el
y metodología de trabajo en distintos pasos. Su renuncia a la APA lo propio Eliot Jaques. Era el comienzo del Análisis Organizacional de-
llevó a repensar la noción de institución y sus tareas institucionales. rivado de la Psicología Institucional.
En esos momentos afirmaba que "ya casi no trabajo en el ámbito ins- Los abordajes específicos en medicina psicosomática se consolida-
titucional. Antes bien lo hago con grupos 'desinstitucionalizados', ron también en esta década. Desde los pioneros textos de Garma,
que mediante técnicas de reflexión procuran cuestionar la práctica Rascovsky, Liberman y Cesio llegaron autores de la siguiente genera-
profesional a partir del examen de la misma no sólo desde una pers- ción como Luis Chiozza. Este psicoanalista de la APA había comen-
pectiva técnica sino además desde una lectura ideológica esclarece- zado a investigar y publicar desde 1963, pero recién se plasmaron en
dora de dicha práctica." Su objetivo era "crear una situación de de- esta década con Psicoanálisis de los trastornos hepáticos (1970) y funda-
sinstitucionalización mediante la cual se pueda tomar distancia res- mentalmente Cuerpo, Afecto y Lenguaje (1976). En este postulaba que
pecto de las normas caracteropáücas de la organización y crear lo las enfermedades somáticas son un acontecimiento de un sentido
que se llama un espacio ideológico, un lugar donde prevalezcan las biográfico. Sus ideas estaban influenciadas tanto por autores argen-

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tinos como Garma y Rascovsky como en Georg Groddeck y Viktor blemática. No es posible el engaño. Las posiciones están tomadas.
Von Weiszaecker. Frente a los avances tecnológicos de la medicina No sólo es una guerra teórica. También es la lucha por un mercado
proponía una ligada al psicoanálisis, y afirmaba que "Desde mucho y lo que está enjuego es... la posibilidad del hombre de acceder a la
antes que el psicoanalista conozca a su paciente el pasado se hace 'humanidad', a la 'palabra plena'."105 Satne mismo era psicoanalista
'carne' en el enfermo formándolo como persona. Mientras una pe- y psicodramatista. Desde esta perspectiva se organizó una mesa re-
queña parte quedó 'disponible' como recuerdo, otra parte configu- donda sobre 'Técnicas Corporales" en 1974 que nos puede servir de
ró su carácter y su enfermedad. Luego, durante el tratamiento psi- referencia para ver cuál era la situación en ese momento.106 En la
coanalítico, una parte de ese pasado (repetido mediante la transfe- misma participaron buena parte de quienes utilizaban distintos abor-
rencia inconciente en la conducta y en la enfermedad) se transfor- dajes corporales.
mó 'momentáneamente' en recuerdo, en historia personal o fami- Por un lado, Leonor Corsunsky en ese momento trabajaba con
liar. Pero no permaneció ahí. Disponible como recuerdo sólo perma- técnicas corporales y lo que denominaba "kinesioterapia" en el Ser-
neció 'el esqueleto' de los acontecimientos pasados. La vivencia que vicio de Psicopatología del Lanús. Ella reconocía como maestras a
constituía 'la carne' de tales recuerdos ha pasado nuevamente a for- Irupé Pau en Gimnasia Conciente y a Nélida Finé. Desarrollaba su ta-
mar parte de la conducta, el carácter y el cuerpo del paciente, modi- rea en la Sala de internación de dicho Servicio, donde observaba co-
ficados por ese proceso."103 En 1972 Chiozza fundó el "Centro Weisz- mo interactuaba terapéuticamente el cuerpo del paciente en la clíni-
saecker de Consulta Médica" especializado en atención e investiga- ca, la musicoterapia, la kinesioterapia, la terapia ocupacional y la
ción sobre pacientes psicosomáticos. Paralelamente a lo largo de es- asistencia social.107 Por otro lado, Cora Herrendorf desarrolló su
tos años continuó su trabajo dentro de la APA. práctica en la "Comuna Baires", una experiencia comunitaria donde
Un conjunto de nuevas formas de trabajo en relación a lo corpo- en la actividad teatral se incluía el trabajo corporal. Susana Rivara de
ral se desarrollaron en esta época. Eran abordajes que incluían al Milderman, quien había comenzado como "reeducadora psicofísi-
"cuerpo" en el campo de la Salud Mental que había sido hegemóni- ca", había creado un método que denominó primero "Danza Expre-
camente dominado por tratamientos verbales. El psicodrama había siva" y luego "Gimnasia Rítmica Expresiva con base de Yoga y Plásti-
sido el primero que incluía al "cuerpo" explícitamente en la escena ca Griega", técnicas que permitían la búsqueda del propio conoci-
terapéutica. Pero desde fines de la década del '60 se venían desarro- miento a través de diferentes actividades. María Adela Palcos de
llando formas de Trabajo Corporal, tales como la Expresión Corpo- Plante se había formado con Susana Rivara de Milderman. Era la
ral, la Gimnasia Conciente, los Laboratorios Sociales, la Danza Con- fundadora del sistema y del Instituto "Río Abierto", que integraba
temporánea, los grupos de sensibilización, las técnicas gestálticas, etc. gimnasia expresiva y respiratoria con música; masajes o manipulacio-
En esos momentos de principios de los '70 comenzaba a ser habitual nes; pintura; trabajo con la voz y dramatizaciones. Berta Roth era es-
que terapeutas y pacientes concurrieran a dichas experiencias. La pecialista en "córporoterapia", una nueva técnica psicoterapéutica
mayor parte de ellos se podían definir como abordajes corporales que permitía integrar el trabajo con el cuerpo en las sesiones. Cuca
con diferentes técnicas y se comenzaba a utilizarlos en Servicios hos- Taburelli presentó la "Danza Contemporánea", método que permi-
pitalarios. Algunos psicoanalistas, inclusive, "recomendaban a sus tía a través de la danza el contacto con el movimiento y la expresión
analizados 'complementar' sus tratamientos a través de 'técnicas de del cuerpo.
abordaje corporal'."104 Leonardo Satne, siendo director de la RAP, Sin embargo, estos autores no abarcaban la amplitud del Trabajo
trazaba el panorama de la situación de ese entonces: "en la comuni- Corporal. En ese momento continuaban los avances de diversas tera-
dad psiquiátrica-psicológica conviven toda suerte de prácticas tera- péuticas que incluían activamente lo corporal: el psicodrama108; las
péuticas. Desde la psiquiatría clásica, con el shock insulínico y sus et- terapias gestálticas basadas en la obra de Fritz Perls109; la bioenergéti-
céteras hasta los adeptos más recientes de David Cooper y la Antipsi- ca que regía los postulados teóricos y clínicos de Wilhelm Reich; o
quiatría. Qué espacio teórico recortar y desde dónde pensar esta pro- bien las posibilidades de incluir la expresión corporal en grupos te-

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rapéuticos.110 En esta persptectiva debemos señalar los trabaos de extenderse, otros no se consolidaron, especialmente los que implica-
Isabel Calvo junto con Tessie Calvo y Frida Riterman en el CIAP, tal ban una modificación del sistema manicomial, tal como vimos en el
como veremos más adelante. caso del Hospital Esteves y en el Lanús. Lo fundamental de estos
Se deben mencionar también algunas figuras de la historia del tiempos es que todas fueron "experiencias piloto". Esta situación nos
Trabíyo Corporal en el país que no asistieron a dicho encuentro, pe- indica cómo los intentos de modificaciones de la estructura manico-
ro que tenían una enorme importancia en ese campo. mial fueron acotadas y limitadas a determinados lugares. Cuando las
Fedora Aberastury había creado su propio método a partir de su mismas hacían peligrar alguna estructura del poder manicomial, se
trabíyo con pianistas. Se había formado con Claudio Arrau y Rafael las cerraba con alguna argucia burocrática, o directamente con la
De Silva en Nueva York. A partir de la docencia en música percibía policía, tal como ocurrió en el Centro Piloto del Hospital Esteves, du-
los problemas en el cuerpo, lo que la llevó a crear su método, que rante la dictadura militar de Levingston. En este sentido, la historia
consistía en ejercicios de relajación y percepción de la lengua y los de las alternativas al poder psiquiátrico en el país es la historia de las
dedos de la mano. experiencias piloto ya que nunca, durante el transcurso del siglo XX,
Patricia Stokoe fue la creadora del método que llamó "Expresión hubo una decisión política desde el Estado que organizara de mane-
Corporal". Se había formado en danza clásica y danza contemporá- ra diferente la Salud Mental.
nea en Europa. Hacia 1950 regresó al país y fue desarrollando esta Una experiencia ilustra y condensa esta situación en el propio
técnica que llevaba la danza creativa a las posibilidades del alcance Hospital Borda, que expuso un cambio real dentro de un manico-
de cada persona. Esta danza libre permitía la expresión a partir del mio, pero también sus límites. Fue la "Peña Carlos Gardel" que rea-
lengujye corporal en grupos de trabíyo; había publicado un libro so- lizó Alfredo Moffatt en los fondos del Hospital desde fines de 1971,
bre la temática y coordinaba las tareas de Expresión Corporal en el para la que ya existían varios antecedentes. Los propios pacientes ha-
Collegium Musicum de Buenos Aires y en la Escuela Nacional de Dan- bían organizado encuentros comunitarios liderados por uno de
zas, además de trabíyar en su estudio. ellos, Osvaldo García. Eran encuentros alrededor de un "fogón ma-
Irupé Pau introdujo en el país la "Gimnasia Consciente", una téc- tero" y se llamó el "Club del Fogón". Moffatt, que paralelamente tra-
nica sensoperceptiva que trabíya en la prevención, curación y en al- bajaba en el Hospital Esteves, fue admitido como uno de los pocos
gunos casos en la rehabilitación. Inx Bayerthal, que había creado es- de "afuera". García, mediante venta de cigarrillos en el Hospicio, pu-
te método, pertenecía al Movimiento del Bauhaus en Alemania. Con do juntar dinero que destinó a la compra de cemento y pintura para
la llegada del nazismo tuvo que exiliarse en Montevideo, donde fun- construir bancos alrededor de un gran árbol en el que se reunían.
dó un instituto. Fue allí donde Pau se formó para luego trasladarse Moffatt estaba en el Borda con una beca de investigación del INSM
a la Argentina y difundir esta práctica.111 sobre "Psicología Institucional", su proyecto era el de la rehabilita-
También podemos mencionar a Eliseo Rey, el creador de la "Bio- ción mediante el trabíyo. Se consiguieron pequeños sueldos para los
dinámica Emotiva" y a María Fux, promotora de la "Danza Contem- pacientes-albañiles y Moffatt trabzyó con el equipo como un grupo
poránea". operativo de veinte pacientes y construyó una plaza en el centro del
Estos nombres y prácticas demostraban cómo los distintos aborda- hospital: la denominada "Plaza del Pueblo", tarea que permitió una
jes corporales tenían un espacio ganado en la sociedad y la cultura transformación en los propios pacientes que habían recuperado su
en el país y también dentro del campo de la Salud Mental. capacidad productiva. De los veinte "hubo cuatro que salieron de al-
ta, dos que consiguieron luego pequeñas changas fuera del hospital,
5. Balance de la Salud Mental a mediados de los '70 un fugado que no regresó... El resto, comparando con el comienzo
de la experiencia, terminó conectándose socialmente mejor."112
Hasta aquí hemos descripto una serie de avances que se dieron a El 11 de diciembre de 1971, gracias a esos antecedentes, comenza-
principios de la década del '70. Si bien algunos dispositivos pudieron ron las reuniones de la "Peña Carlos Gardel", a la cual se unieron el

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"Club el Fogón" y un grupo de "afuera" formado, luego,.en un semi- nicomial, era la época de Cámpora, estábamos dentro del movimien-
nario de Moffatt en la Escuela de Psicología Social de Pichón Riviè- to popular. Los psiquiatras tenían que hacer un rodeo para evitar-
re, y que trabajó durante el verano. Luego, Pichón le dirigió una car- nos, porque allí había que probar si uno era loco o sano, no valía el
ta a Carlos Sisto, el Director del Hospicio. En la misma presentaba la uniforme blanco."116 Pero esta experiencia traspasaba los límites
"Peña" como una experiencia de campo de la Escuela, coordinada aceptables para el poder manicomial y la clausuraron el 9 de marzo
por Moffatt, como Jefe de Investigación de la Escuela. El Hospicio no de 1974, con la siguiente declaración de Miguel López Fouz, direc-
facilitó las tareas, ni siquiera permitió utilizar un lugar techado du- tor asistente del Hospital Borda: "La 'Peña Carlos Gardel' fue sepa-
rante los días de lluvia. Además comenzó a circular una ola de rumo- rada del Hospital Borda porque se originaron una serie de conflictos
res con la que tuvieron que convivir a lo largo de la experiencia. "Los con los pacientes con intervención policial. Nosotros estamos abier-
rumores son los clásicos en este tipo de experiencias: que 4hacemos tos a la patología de la comunidad, pero para tratarla. No para que
orgías sexuales', que 'pasamos vino', que 'somos comunistas', que vengan acá a trampear al paciente. Ellos cuestionaban los tratamien-
'somos místicos7, etc. y la frase que nos persigue desde el comienzo... tos médicos. Nosotros creemos en el amor. Pero ellos, desde afuera,
'a la Peña la van a sacar'."113 cuestionaban la terapéutica. El enfermo después no quería tomar el
La "Peña" se reunía los sábados alrededor del gran árbol del fon- medicamento. Por otra parte, exhibe un Cuerpo de voluntarios don-
do del Hospicio desde las 15 a las 20 horas. Participaban aproxima- de se hace una rigurosa selección."117 La dirección del Hospital pro-
damente más de cien personas, incluyendo 20 de afuera. Durante hibió las peñas y todo lo que se había generado en dicho espacio: las
esas cinco horas se realizaban simultáneamente actividades ligadas mateadas, la Cooperativa de Trabajo, la Universidad Obrera y el gru-
po de teatro las Animas, con la prohibición de ingreso de sus inte-
con la cultura popular: baile, canto, asado, teatro, mateadas, partidos
grantes al Hospital. Todo esto en manos de su director, Carlos Sisto,
de truco, conversaciones, etc. Las reuniones tenían una apertura, un
que paralelamente declaraba una aparente renovación del hospital,
diagnóstico de la situación, un momento de "integración límite" -en
"que está abandonando sus aspectos manicomial y que los enfermos
el cual había una participación intensa general que se daba en un
deben vivir en comunidad." Para ello propuso actividades "innovado-
baile-, una asamblea comunitaria y finalmente el cierre. El propio
ras", planteando exposiciones, competencias deportivas, grupos de
equipo de trabajo se reunía cuatro horas al terminar, para evaluar lo
teatro y hasta un evento con las Bandas del Regimiento de Patricios
acontecido y planificar la peña siguiente.
y del Colegio Ward, finalizando con un asado y una suelta de palomas
La hipótesis de Moffatt era que "un nuevo planteo desde la cultu-
dentro del manicomio. Toda una escena bizarra montada por la di-
ra popular crea una alternativa nueva respecto a la locura. Desen-
rección del Hospital, que contó con la absoluta indiferencia de los
mascara el sometimiento como falso criterio de salud mental y pro- pacientes.118
pone otros criterios de cordura para el pueblo; la cordura de asumir
su identidad cultural y personal."114 Su propuesta teórica e ideológi- Alfredo Moffatt publicó en 1974 su libro Psicoterapia del Oprimido
ca se sintetizaba en una frase: "una movilización (u organización ) de en el cual condensaba los años de trabajo y planteaba sus conclusio-
bases, que a través del rescate de la cultura popular intenta una re- nes.
distribución de la locura operando con un nuevo esquema técnico La "Peña Carlos Gardel" nos brinda la posibilidad de pensar los lo-
para luego estructurar un modelo teórico a partir de la práctica con- gros y las dificultades para hacer cambios estructurales en el sistema
creta."115 La actividad era supervisada por el propio Pichón Rivière, de Salud Mental. Este dispositivo efectivo de rehabilitación estaba en
también con Wilbur R. Grimson, Armando Bauleo y Jorge Chamo- los márgenes y apenas rozaba el poder manicomial. Es más, tenía
rro. La experiencia tuvo relaciones con diversas cátedras de distintas una ficticia autonomía del resto del Hospicio. Mientras la "Peña" es-
Facultades, que tomaban las actividades realizadas en la 'Teña" como taba en el "fondo", el poder seguía al "frente". Y cuando avanzó de-
trabajo de campo. Tuvo su momento de auge en 1973; Moffatt recor- masiado, se la clausuró. Esta "debilidad" de las reformas y los avan-
daba como se había "declarado territorio liberado de la acción ma- ces en Salud Mental es la clave para entender por qué muchas se pu-

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dieron desarmar con cierta facilidad en poco tiempo. Un psiquiatra del lugar afirmaba que ellos mismos habían actuado
La situación general fue descripta en el informe de un equipo de como psiquiatras "tradicionales, cuidadores de nuestra seguridad y
la FAP Capital, coordinado por Fernando Ulloa, presentado en el V nuestros propios límites... decimos que hay poca enfermería, pero
Congreso de Psiquiatría en 1972.119 Era un relevamiento sobre la cuando los pacientes hacen algo tapamos la olla. Por ahí pasa la au-
atención y condiciones de trabajo en Salud Mental, luego de discu- tocensura."120 Se reprimía tradicionalmente -o sea al estilo "manico-
siones con los TSM en sus campos de acción; ilustraban, con los da- mial"- a los pacientes. Y también al mismo Servicio, que fue interve-
tos obtenidos la situación de los distintos tipos de instituciones públi- nido por la dirección del Hospital dos días después, acusando a los
cas: Centros de Salud Mental, Servicios de Psicopatología en Hospi- pacientes por las pintadas "tipo París 1968" (sic). El nuevo interven-
tales generales y Hospicios. El informe guardaba el anonimato de los tor fue un cirujano. Todo el Hospital funcionaba restableciendo la
Servicios consultados, pero nos son útiles para poder pensar cuál era psiquiatría tradicional. Este manejo, en un Servicio de Psicopatolo-
la situación concreta en ese momento. gía en un Hospital General, mostraba que las ambiciones de la refor-
Los Centros de Salud Mental, al no estar insertos en Hospitales ni ma de "sacar el manicomio" mediante la creación de otras formas de
tener internación, ampliaban la atención por consultorios externos institucionalización no alcanzaba. El sistema manicomial se infiltra-
y desarrollaban programas de promoción y prevención de la Salud ba en cada sector una y otra vez.
Mental. Pero predominaba el área asistencial con usuarios pertene- En el Hospicio se encontraron con un Servicio diferente ya que
cientes a capas socioeconómicas medias. La atención se acercaba a la contaba con una supuesta organización no manicomial. Tenía una
práctica privada, mientras que los programas preventivos no habían Asamblea de pacientes con carácter deliberativo y legislativo. Allí ha-
alcanzado un desarrollo efectivo. Según los autores esto se debía al bía una "claridad inesperada de aquellos con quienes discutimos,
temor de confrontar con las jerarquías. Muchos de estos programas una claridad con el dolor y la rabia del que se resiste a sucumbir a las
lu-
eran habitualmente denominados "servicios vidriera", exponentes condiciones adversas del campo". Pero estaban en un hospicio, con
novedosos para ser mostrados pero con poco trabajo realmente nue- 2800 pacientes. En dicho servicio había una sola renta -la del jefe- y
vo. Una fachada que llevaba a una paradoja: si funcionaban correc- 18 TSM, eran pocas las modificaciones que podían realizar en este
tamente terminaban denunciando las malas condiciones del resto contexto.
del campo asistencial, perdían el apoyo jerárquico y comenzaban á De esta investigación Ulloa y su equipo extraían algunas conclusio-
temer que los cerraran. nes. Los TSM estaban aprisionados entre la falta de apoyo institucio-
Los Servicios de Psicopatología en Hospitales Generales tenían va- nal suficiente (falta de políticas sanitarias coherente, rentas, espacio,
rios inconvenientes. Un plantel mayoritario de trabajadores no ren- planes de capacitación, etc.) y las apremiantes demandas asistencia-
tados provocaba un recambio continuo de profesionales. Un reduci- Ies. La cobertura para los pacientes era restrictiva debido a varios fac-
do espacio físico para una creciente demanda llevaba a soluciones tores: el creciente deterioro económico hacía que para muchos tra-
imaginativas, tales como convertir pasillos o jardines en consultorios. bajadores fuera un lujo atenderse psicológicamente por la pérdida
Pero por sobre todo, una tradición médica hospitalaria cuyo peso iba de horas de trabzyo; la escasez de instituciones para sectores no pro-
desde la presión hasta la descalificación de los TSM, que hacía que ductivos (ancianos, niños, adolescentes y discapacitados mentales);
los Servicios no terminaran de ser aceptados por el resto del Hospi- el uso de determinadas técnicas y su forma de aplicación que. las ha-
tal. Además se notaba que había problemas de organización del Ser- cía accesibles a pocos pacientes. Por otro lado, la inmensa mayoría
vicio, lo que llevaba a que no se distribuyeran los recursos producti- de los TSM no percibían remuneración económica, con lo cual "pue-
vamente. Entre las dificultades, Ulloa relataba detalladamente el ca- de afirmarse que la asistencia psiquiátrica pública está financiada en
so en el que los propios pacientes de un Servicio se opusieron a las un porcentaje considerable por la práctica privada de los especialis-
amenazas de ser expulsados de su internación ("dados de alta") me- tas que concurren a los hospitales."121 De modo que los TSM busca-
diante pintadas y carteles en el Hospital denunciando la situación. ban en su trabajo hospitalario tanto un grupo de pertenencia, el

194 195
•H
adiestramiento al inicio de su profesión y por último pacientes que ambos, como directivos de la FAP, habían publicado informes sobre
afianzaran su práctica privada, tras lo cual muchos de ellos abando- la cuestión en Gaceta Psiquiátrica, esta radiografía nos posibilita ver el
naban el espacio público. También se detectaba la falta absoluta de débil alcance de las reformas en Salud Mental.
organización de un sistema de capacitación. En la práctica, hasta en Su perspectiva marxista situaba la posibilidad de cambios en la
las propias residencias, "la formación sistemática debe ser organiza- transformaciones de la política, ya que el sistema psiquiátrico del
da por los residentes mismos fuera de la residencia y en algunos ca- momento era efecto del sistema social imperante.125 Por eso, para los
sos incluso deben defenderla de los obstáculos que pone la jerar- autores "la psiquiatría validada por el sistema, ya sea la vertiente asi-
quía."122 Además habían visto que a pesar de existir espacios gremia- lar o la psicoanalítica 'oficial', las relaciones con la política son, en
les, en los servicios no había un suficiente agrupamiento en ese as- general, explícitamente repudiadas." Pensaban no sólo "la existencia
pecto, fuera de situaciones coyunturales. Por eso señalaba que los de una intensa lucha política (de clases) que apunta a la liberación
"los TSM mantienen en general ante el debate y la acción política del imperialismo y de sus aliados nativos y a la apertura del camino
una actitud que fluctúa entre declaraciones en el vacío y su posterior de la transformación socialista de nuestra sociedad", sino también
e inevitable consecuencia, la apatía. Sólo escapan -y en parte- a esta "la existencia de una estructura económica, social, política e ideoló-
actitud frente a hechos consumados: la privatización de un hospital, gica de elevada capacidad patógena, responsable en buena medida
la intervención a un servicio, la represión directa a un compañero. de que alrededor del 20% de la población padezca de trastornos
En cambio es difícil lograr lecturas políticas de hechos más graves mentales que requieren asistencia y responsable también que no
aún pero de carácter cotidiano que se dan dentro y fuera del campo puedan obtenerla."126 Primero abordaban temas generales -como las
de trabajo."123 relaciones entre ciencia e ideología y la situación de los profesiona-
Sin embargo, se observaban hechos auspiciosos. Algunos pacien- les-, para luego particularizar los problemas de la psiquiatría y la Sa-
tes y terapeutas resistían esta situación. Hacía un tiempo que los TSM lud Mental. Allí se ocupaban del objeto de la psiquiatría, la "enfer-
junto con pacientes y familiares habían organizado planes de lucha medad mental", su demanda social de asistencia y las prácticas de los
en defensa de los hospitales públicos amenazados por la privatiza- psiquiatras, para luego analizar política y epistemológicamente las
ción en los últimos tiempos del gobierno militar de Lanusse y había concepciones vigentes en el momento, es decir, que la práctica psi-
muchos TSM que intentaban trabajar no opresiva ni represivamente. quiátrica, en su contexto histórico social, fuera encubridora de su
Pero esto tenía sus consecuencias. Por un lado, la sobrecarga del per- "ideología de marginación y su 'tratamiento' y como política de con-
sonal de enfermería, al cual se le hacía más difícil un manejo no re- trol social, ambas al servicio de la clase dominante."
presivo con tan poca gente. Reprimiendo se necesitaba menos per- Este marco conceptual les permitía entender los fenómenos de la
sonal, lo que hacía fracasar muchos intentos. Por otro lado, se ataca- situación de los TSM, sus instituciones y las políticas de esos tiempos.
ba a quienes adoptaban otra forma de trabajo. Iban de acusaciones Pero sobre todo aportar reveladores datos sobre la situación. Las
de "subversión" a directas intervenciones de los Servicios de Salud condiciones de vida de los profesionales en la Argentina habían cam-
Mental, tal como hemos visto anteriormente. biado. Había aumentado el número de los asalariados y sólo del 10
Esta descripción nos permite visualizar un sistema de Salud Men- al 15% de los médicos vivían del ejercicio libre de la profesión. La
tal con algunas innovaciones teóricas y técnicas, pero con una estruc- mayoría tenía formas "mixtas" (asalariado e independientes) de tra-
tura vieja. Una visión parcial que incluya sólo los avances que hemos bajo, comenzaba a haber desempleo y sobreocupación, con jornadas
registrado no nos permite ver una totalidad en la cual aún predomi- de 12 a 14 horas. Para los autores esta situación no llevaba mecánica-
naba una forma de trabajo "manicomial" aun fuera de los manico- mente a un grado de conciencia del sector, ya que "muchos profesio-
mios. nales nos aferramos a nuestros estudios o consultorios como los cam-
Gervasio Paz y Emiliano Galende profundizaban el análisis de la si- pesinos a sus minifundios, Érente al avance de los terratenientes o de
tuación imperante en su libro Psiquiatría y Sociedad de 1975.124 Si bien las cooperativas agrícolas." Pero en los últimos años de la dictadura

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de Lanusse y el inicio del gobierno de Perón, las gremiales de profe- nicos por observación. "Distintas formaciones determinan prácticas
sionales habían crecido y "se produjeron jornadas inéditas y apare- diferentes, las que, inscriptas en el mercado de venta de servicios, tie-
cieron formas de lucha hasta ahora reservadas a la clase obrera: cite- nen distinta cotización, operando una selección de pacientes por su
mos sólo como ejemplos las manifestaciones callejeras de los Traba- pertenencia de clase. Es necesario ver que la supuesta independen-
jadores de Salud Mental, las movilizaciones de miles de psicólogos cia del profesional no es más que una ilusión liberal."129 Este relato
ante el Congreso, la insólita huelga de los médicos no rentados de nos permite ver la gama de tratamientos y profesionales en Salud
Córdoba."127 Los profesionales comenzaban a luchar por reivindica- Mental, y también las diferencias en una sociedad como la de enton-
ciones no solamente para su gremio, sino también para el conjunto ces. En este sentido concluían con la siguiente afirmación: "el pro-
de la población. ducto de nuestra práctica está destinado a un consumidor, social-
En cuanto a las teorías y prácticas en nuestro medio, los autores la mente diferenciado, cerrando un circuito donde la demanda de asis-
caracterizaban por un eclecticismo teórico y un pragmatismo tera- tencia, codificada por las posibilidades de clase determina a su vez
péutico. Ydemostraban el estado del "sistema" con un ejemplo hipo- una producción diferenciada de conocimientos psiquiátricos y las
tético de un sujeto con una neurosis obsesiva, del siguiente modo: formas técnicas de su aplicación."130
"Aunque en sus rituales e ideas observaremos la marca de su ubica- El otro ejemplo clínico que demostraba el estado del "sistema" se
ción de clase, supongamos que distintos psiquiatras coinciden en es- refería a la situación de las instituciones. Hoy lo podemos considerar
te diagnóstico... Esquematicemos tres posibilidades: 1) si consulta a como el "epílogo" de las reformas en Salud Mental en los '70. Toma-
un psicoanalista, el tratamiento propuesto podrá ser un psicoanalíti- ban una Colonia en una provincia del noroeste del país en una zona
co de tres o cuatro sesiones semanales y por un plazo de cuatro a seis agrícola lejana de centros urbanos. No mencionaban su nombre, lo
años; 2) si consulta a un psiquiatra de su mutual o seguro médico, cual nos impide conocer la historia de dicho establecimiento. Pero
probablemente se le indicarán psicofármacos y algunas sesiones de Paz y Galende afirmaban que compartía las características con los
psicoterapia, y 3) si recurre a un hospital psiquiátrico será tratado manicomios y los servicios de internación de crónicos del resto del
con psicofarmacos, pueden aplicarle electroshock si no mejora y, even- país. Tenía un terreno de 170 hectáreas, contaban con espacio para
tualmente, internarlo. En algunos hospitales de la Capital Federal, 700 enfermos, pero tenían 904 camas y 1200 internados, muchos de
puede tener tratamiento psicoterapeútico, generalmente a cargo de los cuales dormían en el suelo. La edad promedio era de 40 a 50
terapeutas en entrenamiento. Es obvio señalar que el producto bus- años. Recibían derivaciones de los hospitales psiquiátricos de las zo-
cado por tan distintos procedimientos es la recuperación de su salud, nas cercanas. Solamente estaban atendidos por un Director, 4 jefes
generalmente medida por la capacidad de reintegrarse eficazmente de Servicios y 6 médicos de guardia, 135 enfermeros de los cuales só-
al trabajo."128 Los autores llegaban a la conclusión de que la elección lo 26 tenían estudios de enfermería. Esto llevaba a que los profesio-
de tan variados procedimientos provenía no de una estrategia tera- nales desconocieran a los pacientes. Su presupuesto era magro, si se
péutica sino de la inserción del paciente en el sistema productivo de lo comparaba con el costo de una internación privada era doce ve-
acuerdo a su pertenencia de clase social. Lo cual también sucedía ces menor y sólo el 2% se gastaba en medicamentos de todo tipo. En
con los profesionales tratantes en cada espacio. De acuerdo a su lu- esta situación la Colonia podía funcionar sólo de forma "custodial".
gar de residencia y sus posibilidades económicas alguien llegaba a A esta política del menor costo se le' sumaba que el INSM había dis-
ejercer como psicoanalista en su consultorio privado de una gran puesto como objetivo tender al "autoabastecimiento", es decir, lograr
ciudad y otro trab<yaba en mutuales u Hospicios. Afirmaban que la que los enfermos trabajaran lo necesario para pagar su manutención
formación psicoanalítica costaba, en ese momento, el equivalente a y la de sus custodios. De modo que en la sección llamada "labortera-
dos salarios obreros, durante cinco años. Si un médico del interior pia" no trabajara ninguna terapista ocupacional, ni que hubiera pla-
no podía costear sus estudios en la Capital Federal tenía que concu- nificación terapéutica. Sólo la necesidad de la Colonia de obtener di-
rrir a un hospital psiquiátrico, donde adquiría sus instrumentos téc- nero. Los empleados únicamente controlaban y vigilaban a los casi

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300 pacientes que allí concurrían. "El modelo es totalmente similar Enrique Pichón Rivière, textos de Ronald Laing y Maud Manonni
al del trabajo en los campos de concentración, (sin la necesidad de además de un informe sobre el trabajo en la clínica La Borde (Fran-
custodia militar) y con un régimen distinto de premios y castigos."131 cia) de Jean Oury testimoniando la psiquiatría institucional.
Llamarlo "laborterapia" ocultaba la directa explotación de los pa- A partir de esa descripción podemos pensar que las condiciones
cientes. Paz y Galende concluían que esto se producía por el lugar de vida de los pacientes, a pesar de los avances, no parecían haber
asignado a los enfermos mentales en este estado burgués. O sea, re- cambiado. En el país había más de 36.000 pacientes internados, la
solver la demanda al menor costo con una ideología economicista. • mayoría provenían de los sectores obreros: peones de campo, obre-
Para ello contaban con una demanda silenciosa de las familias de los ros no especializados y vagabundos. Un tercio de los mismos se con-
pacientes para segregarlos y una falta de propuestas técnicas para ce- centraban entre los hospicios de la Capital Federal -el Borda y el Mo-
rrar los manicomios. Yubicaban la responsabilidad de los psiquiatras yano- y el Melchor Romero -en la Provincia de Buenos Aires-.
sólo dedicados a la custodia de los enfermos, utilizando sus conoci- Un interno le decía a Vicente Zito Lema que "los problemas de
mientos con finalidades represivas, mediante el uso de psicofárma- nuestra vida, económicos y familiares no se arreglan con insulina,
cos, abscesos de fijación, chalecos de fuerza y electroshocks para "con- pastillas y electroshock, id contrario, nos embrutecen y nos hacen más
tener" a los pacientes. difícil encontrar las soluciones. Lo peor del hospital son las horas
Salvo por una cuestión, la situación de esta Colonia no fue diferen- que pasamos sin hacer nada, porque nos obligan a pensar en nues-
te en muchos años. Los autores afirmaban que allí se había organi- tros problemas que no tienen arreglo, que nos obligan a masticar
zado también una supuesta "comunidad terapéutica", que se había li- nuestra amargura y desesperación."
mitado a una "Asamblea" semanal de pacientes, personal y psiquia- Pero los avances logrados en la Argentina estaban siendo desman-
tras y que rápidamente había concluido. Paz y Galende aprovecha telados porque desde las autoridades había voluntad política de sos-
ban para hacer sus críticas a lo que denominaban la "ilusión" de las tener el sistema manicomial. En 1974 el INSM había comenzado a
comunidades terapéuticas. Según ellos se habían confundido con editar una revista con un título elocuente: Neuropsiquiatría, ya publi-
una supuesta democratización de los servicios de psiquiatría, dilu- cada durante el anterior gobierno peronista, entre 1949 y 1953, y
yendo el problema de los enfermos mentales. Habían pretendido que llegaría, en esta nueva etapa, hasta 1982. La política estatal era
convertir en "islas democráticas uno de los lugares más típicos de la clara: volver al pasado. El Director del INSM en 1974 era Arturo Ca-
brutalidad de la explotación capitalista: los asilos."132 Para ellos, la rrillo y representaba a un sector nacionalista de la derecha peronis-
función de dicha "moda" era encubrir la posibilidad de una verdade- ta en el campo sanitarista. El Director de Neuropsiquiatría, Jorge A.
ra transformación profunda del sistema. Martini, afirmaba en su primer Editorial que "nos abocamos a la ta-
Sin embargo, a pesar de lo que refieren Paz y Galende, no pode- rea de renacer una revista que durante años fue, por iniciativa del
mos pensar que una Asamblea semanal o el sólo hecho de llamar a maestro Carrillo, el órgano Oficial del Ministerio de Salud Pública...
algo "comunidad terapéutica" lo sea. Probablemente, como a lo lar- tiene por objeto encarar la formación de una Escuela Neuropsiquiá-
go de nuestra historia, hubo algún intento sin apoyo político y técni- trica Argentina, donde el saber científico esté en función de la reali-
co, que no llegó a instalarse ni siquiera como experiencia piloto. dad nacional."136 Más adelante revelaba sus intenciones: "reconstrui-
El manicomio seguía vivo y crecía. En 1975, el diario La Opinión remos la psiquiatría, la haremos de una vez para siempre argentina,
dedicaba su suplemento cultural del 13 de abril a los hospicios.133 Vi- desterrando el clasismo extranjerizante o extremista, la psiquiatría
cente Zito Lema organizó la publicación, tal como había hecho an- de elites y no para el pueblo, que la paga y el cientificismo que copia
teriormente en Crisis.134 Continuaba trabajando, no sin ciertas difi- técnicas, realiza investigaciones por snobs y no da soluciones que el
cultades, con talleres de arte en el Borda, el Moyano y en la Colonia país necesita." Era un intento de volver al sanitarismo de Ramón Ca-
Montes de Oca. En el diario se incluían poemas, piezas teatrales, pin- rrillo dejando de lado cualquier avance que haya ocurrido posterior-
tadas y conversaciones con internados.135 También una entrevista a mente fuera del país.

200 151
En las postrimerías del gobierno de Isabel Perón su línea política ron "olvidados" por tomar una posición crítica a ciertos criterios ins-
estaba en sintonía con la dictadura que se avecinaba. Por un lado la tituidos de la época. También porque fallecieron durante la dictadu-
FAP denunciaba la situación en Gaceta Psiquiátrica, se afirmaba que ra o a poco de iniciarse la democracia, lo cual no permitió una trans-
el avance de la derecha en la sociedad "intenta frenar todo pensa- misión de su producción a las siguientes generaciones. Sus nombres
miento y toda acción de los sectores identificados con la realización y obras quedaron olvidados como parte de la historia de la Salud
de un proyecto de liberación nacional y social. Este clima es produc- Mental de nuestro país. No pretendemos solamente mencionarlos,
to de una acción psicológica experta, que forma parte del terrorismi sino referirnos a los aportes que realizaron.
mo represivo. Yes, a su vez, un aspecto del avance general de la de- Rodolfo Bohoslavsky nació en 1942. Se recibió de Psicólogo en la
recha que intenta revertir y liquidar el proceso popular abierto con UBA. Desde los inicios de su profesión se dedicó a abrir un campo
las elecciones nacionales de marzo del 473."137 Por otro lado, se de- original dentro de la psicología: la Orientación Vocacional. En este
nunciaban las intervenciones de los grupos reaccionarios en la Uni- sentido aportó conceptos fundamentales para la práctica de la mis-
versidad a través del Ministro de Educación Oscar Ivanissevich y Al- ma durante su trayectoria. A lo largo de los años fiie profundizando
berto Ottalagano, rector en la UBA. También en los Servicios de Sa- esta tarea que culminó en su libro pionero Orientación VocaáonaL La
lud Mental, a los cuales se quería llevar a una psiquiatría manicomial estrategia clínica (1971). 140 Este texto era el fruto de su trabajo en dis-
con los médicos como únicos protagonistas, estaban reduciendo las tintas instituciones educativas en la materia. Entonces era Subjefe
vacantes en las residencias de psiquiatría y cerrando las de psicolo- del Departamento de Orientación Vocacional de la UBA.
gía, a la par que servicios y experiencias renovadoras.138 José Bleger señalaba en el prólogo la importancia de la obra, des-
A principios de 1976, Neuropsiquiatría declamaba en su Editorial de su perspectiva, con las siguientes palabras: "Hubo una época -no
los objetivos de la gestión. Afirmaban que "tan vastas son las acciones muy lejana- en que se esperaba todo de la educación. Le siguió otra
de Salud Mental que van desde la prestación médica resocializadora en que la psicoterapia pasó a ser la 'piedra filosofal'. Ahora hemos
de un psicòtico crónico u oligofrénico profundo, hasta los niveles llegado a una situación que borra los límites: la psicoterapia es des-
más altamente jerarquizados de la psicopolítica, en estrecha relación aprendiere y la educación una terapia implícita en la que se apren-
con la defensa nacional, la lucha contra la subversión, la seguridad y de y rectifica la relación interpersonal. Aun con estas oscilaciones, la
la paz nacional." 139 Orientación Vocacional que nos presenta aquí el autor se salva de un
Una nueva y sombría época estaba comenzando. riesgo o un resultado muy frecuente. El de transformar todo el cam-
po de la psicología en un consultorio psico terapéutico o en una es-
6. Algunos "olvidados" de la Salud Mental en la Argentina: pecie de sanatorio y hospital."141
Rodolfo Bohoslavsky, Isabel Calvo, Hebe Fiiedenthal y Bohoslavsky incluyó entre los distintos textos que había escrito so-
Mario Strejilevich bre esa temática, el que había publicado en el primer número de la
RAP: "El diagnóstico en orientación vocacional: aportes para una
Si muchos de los avances en el campo de la Salud Mental fueron teoría de la técnica"142, donde diferenciaba la modalidad "actuarial"
desarticulados desde mediados de la década del '70, una consecuen- de realizar dicha tarea, que teñía sus raíces en la psicología y la psi-
cia lógica es que se haya intentado sepultar en el olvido a profesiona- cometría norteamericana, en la que el psicólogo, mediante el uso de
les de esa época. La compleja trama por la cual se dejaron de lado tests, conociendo las aptitudes e intereses del adolescente le reco-
estos avances se exponen a lo largo del libro. Pero muchos de los mendaba qué debía elegir. Por el contrario, su propuesta era la mo-
profesionales que realizaron importantes prácticas y luego fueron dalidad clínica ligada al psicoanálisis, en la que el profesional ayuda-
"exiliados o insiliados", retomaron sus lugares en la historia de la Sa- ba, mediante entrevistas, a que el joven tomara en sus manos la situa-
lud Mental en nuestro país tras la vuelta de la democracia en 1983. ción que enfrentaba, absteniéndose de asumir un rol directivo. Fer-
En este apartado mencionaremos a algunos protagonistas que fue- nando Ulloa, que había sido docente de Boshoslavsky, definía esta
151
202
perspectiva: "su aporte condensa una visión socio-política y una in- bió una nota en la RAP donde articulaba su homenaje con el del re-
tencionalidad técnica- Define a la orientación vocacional como una cientemente fallecido Enrique Pichón Rivière; en ella decía que de-
oportunidad privilegiada para transformar el condicionamiento so- jaba "tras de sí una trayectoria docente y científica relevante y fecun-
cial en el adolescente, en tanto se la realice desde un encuadre que da, caracterizada por la búsqueda rigurosa de conocimientos funda-
refleje un mundo adulto transformador. La orientación vocacional dos en el campo de la psicología clínica. Es cierto que su desapari-
puede intentar, desde el valor desacondicionante de la fantasía y la ción deja trunca una obra de la que cabía esperar mucho más. Pero
imaginación, implementar la crisis adolescente como un anticipo de algunos de sus aportes se han incorporado ya definitivamente al que-
la futura crisis en un adulto profesional alienado."143 hacer psicológico y psicopedagógico y han abierto direcciones nove-
En 1973 Bohoslavsky revisaba las ideas expuestas en su libro y avan- dosas a la investigación teórica y clínica."146
zaba al considerar la Orientación Vocacional articulada con la aliena- Isabel Calvo fue egresada de la primera carnada de psicólogos de
ción profesional, y planteaba no solamente la alienación en la vida la UBA. Fue la fundadora y primera presidente de la Asociación de
social en el sistema capitalista, sino también la redefinición del tra- Psicólogos de Buenos Aires de 1962 a 1964. Fue docente de Psicolo-
bajo de Orientación Vocacional. En dicho texto Bohoslavsky empe- gía de la Niñez y Adolescencia, y Psicología Evolutiva II en la UBA y
zaba a trabajar el otro polo de la Orientación Vocacional, el profesio- de Psicología de la Adolescencia en la Universidad de Córdoba. Lue-
go de las renuncias de 1966 a raíz de "la noche de los bastones lar-
nal que trabajaba y las "crisis de alienación" que podían sobrevenir a
gos", fue una de las organizadoras del Centro de Investigación y Ase-
lo largo de su vida laboral. Finalizando el texto afirmaba: "sólo una
soramiento en Psicología (CIAP), del que era Directora General. Ese
recontextuación social de la práctica de la Orientación Vocacional
fue el espacio institucional en el que llevaría a cabo sus propuestas.
en los planos y términos que hemos esbozado permitirá al psicólogo
En el primer número de la RAP contribuyó con su participación en
contribuir a que sus orientados no accedan a su identidad profesio-
una mesa redonda sobre "El quehacer del psicólogo de hoy".147 En el
nal sobre la base de una negación sistemática del contexto histórico
tercer número de la misma publicación aportó un trabajo en colabo-
social y de los factores ideológicos consubstanciados con la misma.
ración con su hermana Tessie Calvo sobre técnicas operativas en la
No prevendría así la alienación -tal meta es inaccesible en esta socie-
higiene del púber.148 En el título el concepto de operatividad deno-
dad- pero sí lo que denominé crisis de alienación: la distancia que taba las marcas de los pensamientos de Pichón Rivière y Bleger, au-
media entre la crisis de conciencia y conciencia de la crisis."144 tores que marcarán sus producciones. La tarea relatada en el texto
Sin embargo, sus inquietudes iban más allá de este tema, tal como había sido realizada en el CIAP por pedido de instituciones escolares
sucedía con los psicólogos de las primeras carnadas. A fines de los 4 60 y se trataba de un trabajo con un grupo de púberes. En el sexto nú-
era Profesor de Psicología Fundamental junto a Marta Berlín en la mero de la RAP publicó un trabajo titulado "Una experiencia de La-
UBA, a la vez profesor de Psicología General y de la Personalidad de boratorio de Relaciones Humanas y sus implicancias en la psicotera-
la Universidad Provincial de Mar del Plata. Marta Berlín, su compa- pia de los grupos" con el cual se había postulado como miembro ti-
ñera de cátedra, lo recordaba del siguiente modo muchos años des- tular de la Asociación Argentina de Psicología y Psicoterapia de Gru-
pués: "era una persona muy sencilla pero brillante. Mi encuentro po.149 La importancia del texto radica en ser prácticamente el prime-
con él estaba basado en lo que pensábamos de la literatura, el arte y ro que presentaba el dispositivo de los Laboratorios en la Argentina,
la psicología. Los dos ganamos el concurso para Psicología Funda- tema en el cual el CIAP había sido pionero. También incluía una ex-
mental en épocas en que había más de dos mil alumnos. Era un pro- tensa experiencia de trabajo con una empresa y su aplicación nove-
fesor excelente. En ese momento éramos una dupla de trabcyo. Nun- dosa en grupos terapéuticos, tema en el cual trabajaba en co terapia
ca tuvimos la menor discusión respecto a nuestras posiciones teóri- con Hernán Kesselman.
cas, clínicas, pero luego hubo un alejamiento porque cada uno si- Durante la década del 4 70 profundizó su trabajo en el CIAP, ya que
guió su camino."145 publicó dos libros en conjunto con Tessie Calvo, Frida Riterman y
Rodolfo Bohoslavsky murió en Brasil en 1977. Hugo Vezzetti escri- otros colaboradores. Los mismos tenían un formato original a base
205 151
de diálogos: "todo el material que sigue ha sido estructurado sobre
gía afirmando que "en lo nuestro hay un modelo explícito, que in-
la base de diálogos: con nuestros consultantes» con nuestros colegas
cluye la posibilidad de una formulación vincular simétrica de los as-
que buscan en CIAP formación-reflexión sobre temas del quehacer
pectos adultos (en otras palabras, del aspecto adulto del paciente y
del psicólogo y entre nosotros grupo CIAP, gran recipiente-sostén de
del terapeuta), con la finalidad de rescatar otras dimensiones arcai-
nuestros constantes interrogantes, inquietudes y descubrimientos y a
cas y por tanto resistentes a salir fuera del magma inconciente. Para
la vez gestor de movimiento-proceso." Las autoras se proponían y es-
configurar este acuerdo utilizamos una labor interpretativa, una la-
timulaban el diálogo recuperando y visibilizando la "cocina" del tra-
bor de señalamiento y también una labor explicativa."153 En el diálo-
bajo clínico "que lleven a diseñar modos de acercamiento a las nece-
sidades de atención psicológica de nuestra comunidad."150 En el pri- go con Frida Riterman, Isabel Calvo decía "consideramos que nues-
mero, Pareja y Familia. Vínculo, diálogo e ideología de 1973, no solamen- tro cuerpo es instrumento, y por esa misma razón él tiene que estar
te abordaban una praxis específica -el trabíyo con parejas y familias-, entrenado para prestarse a lo regresivo y especializarse en lo sensiti-
vo." 1 5 4 A lo largo del texto se transcribían experiencias de seminarios
sino también el modo en que trabajaba el equipo. Las autoras orga-
nizaban un modelo que integraba diferentes perspectivas teóricas intensivos -de 12 horas de trabajo acumulativas- sobre transferencia y
(psicoanálisis, la psicoterapia gestáltica, la psicoterapia existencial y la terapia vincular. Luego continuaban con su modelo teórico-técnico
psicoterapia Rogeriana) a través de diferentes dispositivos (Labora- conservando el estilo dialogal. Finalmente incluían detallados casos
torios sociales, grupos de encuentro, psicodrama y grupos terapéuti- clínicos.
cos) que tenían diferentes instrumentos para sus abordzyes. También Isabel Calvo murió el 23 de agosto de 1977 antes de concluir el
utilizaban bibliografía diversa. Por un lado la específica de la discipli- posfacio del libro. Marcos Vul, miembro del CIAP, recordaba con
na; por otro, textos de filosofía, historia y política que permitían precisión cómo la situación había ido empeorando desdé los tiem-
comprender la realidad social; y finalmente producciones literarias pos de la 'Triple A" hasta la dictadura: "nosotros casi dejamos de tra-
que describían familias en el contexto histórico de la propia época. bíyar con grupos terapéuticos desde 1975. Salir de los grupos tera-
La ideología terapéutica de sus autoras se traslucía en las actitudes péuticos a la calle era difícil, porque trabajábamos de ocho a doce de
en la tarea. En ese sentido, afirmaban que era fundamental com- la noche. Yo no recuerdo si había toque de queda o no, pero las ca-
prender que "esta actitud-encuadre se dispone para organizar un lles estaban totalmente vacías. En esas dos cuadras que había desde
vínculo simétrico entre personas que funcionan en equipo para com- el CIAP hasta la avenida Santa Fe no había nadie, y nos íbamos cami-
prender y modificar una situación crítica en un grupo. Se opera so- nando por la mitad de la calle. Era el clima que se vivía en el país.
bre el esclarecimiento de las necesidades inconscientes, pero buscan- Era una época durísima, porque uno se tenía que enclaustrar en el
do una reflexión progresiva guiada por las comprensiones del exper- consultorio, hacer más que una disociación, yo te diría una cosa im-
to que dan sentido (dirección) a la tarea."151 presionante, una disociación masiva para poder conectarse con el
El segundo libro fue postumo y se llamó Cuerpo-vínculo-transferen- paciente y lo que hablaba, que muchas veces tenía que ver con la co-
cia}52 Aunque se había terminado de escribir en septiembre de 1976, sa interna y a veces no. Después vino la dictadura. Las amenazas. Los
el acuerdo con la editorial era publicarlo a fines de 1978. En el mis- allanamientos. Isabel no toleraba lo que estaba sucediendo. Nosotros
mo profundizaban los trabajos del CIAP continuando con el estilo en el CIAP recibíamos información y sabíamos todos los días lo que
dialogal en sus textos, trabajando el tema del cuerpo desde diferen- sucedía en el país. Así se agravó su enfermedad pulmonar y murió a
tes perspectivas y dispositivos. La "recuperación de lo corporal" ha- mediados del '77. "155
bía comenzado en esos años. El texto de Calvo y Riterman conden- Francisco Ferrara recordaba el estilo personal de Calvo de la si-
saba conceptual y prácticamente distintos abordajes que resituaban guiente manera: "en el acto vincular, en el encuentro, Isa crecía, se
lo corporal. Por un lado el cuerpo del terapeuta en la clínica, por expandía, poniendo enjuego su gran capacidad creativa, desplegan-
otro la inclusión del cuerpo del paciente en un vínculo simétrico con do toda su persona en las posibilidades de recepción y transmisión,
el terapeuta. Las autoras realizaban una buena síntesis de su ideolo- de modificación en el diálogo. No es una mera casualidad que en su
151
206
único libro hasta ahora editado, la parte más sustancial y sugerente desfavorables en la indicación de psicoterapia. Su conclusión amplia-
tenga precisamente forma de diálogos, ese ida y vuelta que permite ba la administración y el análisis de los tests que solamente intenta-
recorrer su pensamiento en múltiples direcciones abiertas, como ban mostrar el diagnóstico, apuntando a poder indicar el tipo de psi-
una trama con numerosos hilos-libros para poder ser continuada por coterapia adecuada al paciente para evitar deserciones posteriores.
sus interlocutores." Y concluía que ella se definía como una "mutan- Al año siguiente su trabajo "El principio de constancia en las teorías
te", por sus transformaciones vividas. Y que "para alcanzarlo habrá de Freud" fue el elegido para "abrir" el primer número de la Revista
que sacudir constantemente las remoras de la 'lucidez' cosificadora, Argentina de Psicología.159 El análisis teórico que Friedenthal hacía de
poder estar abiertos, esquivar las trampas de la razón allí donde ca- los modelos de la época de Freud la llevaban a revisar sus conceptos
da hallazgo, cada avance, nos estimula la tentación de otorgarles ca- a la luz de los nuevos avances científicos. Ese mismo año publicó
rácter definitivo. Estar abiertos como Isabel Calvo supo estarlo, per- "Errores en el análisis de niños."160 Este texto había sido presentado
sistente, tenzamente. Hasta que ya no le fue preciso abrirse más."156 en el Primer Congreso Argentino de Psicopatología Infantojuvenil
Hebe Friedenthal había nacido en 1938. Esta psicóloga era egresa- que se realizó en Buenos Aires en junio de 1969. En esta breve comu-
nicación de neto carácter clínico, se enumeraban errores típicos de
da de la primera carrera de Psicología del país, la de Rosario, en la
analistas principiantes; por eso se proponía una formación sistemáti-
Universidad Nacional del Litoral. Además de ser una de las primeras
ca en análisis de niños a la par de investigaciones sobre las interven-
psicólogas del país, comenzó a publicar artículos muy tempranamen-
ciones terapéuticas.
te. En 1959 "El pensamiento en la esquizofrenia" en Acta Neuropsi-
quiátrica Argentina.157 Por otro lado, contribuyó a la creación de la AP- Durante la década del '70 Friedenthal estudió en la Clínica Tavis-
BA, siendo parte de su primera Comisión Directiva. Durante la déca- tock y en la Clínica Hampstead con Anna Freud. Su interés se centra-
da del 60, fue docente de las carreras de Psicología de la UBA, de Ro- ba en observación de lactantes y la psicología evolutiva durante el
sario y de Córdoba, realizando frecuentes viajes al interior para di- primer año de vida a la par de continuar con las técnicas proyectivas.
fundir la psicología y el psicoanálisis. Como muchos otros, luego de A fines de 1978 puso fin a su vida. En el Homenaje de la RAP se
"la noche de los bastones largos", renunció a esta tarea y se abocó a escribía: "la sola mención de sus actividades institucionales, clínicas
otros proyectos. Fue una de las gestoras de la Escuela de Psicología y científicas, no da cuenta cabal del inestimable valor que su perso-
Clínica de Niños, organizada tomando el modelo de la Clínica Tavis- na tuvo para quienes la conocieron como amigos, colegas o discípu-
tock de Inglaterra. Paralelamente fue una traductora importante den- los. Son también ciertos rasgos de su personalidad los que creemos
tro del medio. Entre otros textos, tradujo algunas de las principales tiñen su transcurrir y una época de la psicología del país.. Sus ami-
obras de Melanie Klein. gos y colegas la recordamos con cariño y, como homen^e, pensamos
Sus trabajos abarcaron una amplia gama de intereses teóricos y le cabe con justicia una paráfrasis de las palabras que Freud dedica-
prácticos que nos muestran las diversas inquietudes que tuvieron los ra a Víctor Tausk: 'Arrebatada prematuramente de nuestra ciencia,
primeros psicólogos. No solamente fue una de las pioneras en la in- tiene asegurado el recuerdo de la historia de la psicología argentina
troducción de las técnicas proyectivas de base psicoanalítica, sino y de sus primeras luchas."161
que además profundizó los conocimientos psicoanalíticos, organizó Mario Strejilevich nació en 1928 en Buenos Aires. Se recibió de
una institución y tuvo una profusa actividad docente. En 1968 publi- médico en la Universidad de La Plata en 1957. Comenzó a trabajar
có "La recomendación de psicoterapia a partir del diagnóstico psico- como practicante primero y médico después en el Hospital Esteves
lógico", dentro del dossier del "Coloquio Acta de Psicoterapia Bre- de Lomas de Zamora. En ese momento y en ese lugar comenzó a
ve."158 En dicho trabajo, a través de una exhaustiva revisión de la más abrir un campo inexplorado en el país: la Gerontopsiquiatría.
actualizada bibliografía, demostraba la posibilidades de extraer indi- A lo largo de su vida su trabajo se centró exclusivamente en pa-
cadores de tests psicológicos para especificar elementos favorables y cientes de más de 60 años. Tanto en su práctica institucional como
151
208
en su consultorio particular abordaba esta temática. Pertenecía al laxis de la Vejez en el Centro de Salud Mental NQ1 de la Capital Fe-
grupo de la Clínica Bulnes, ligado con la reflexología y el Partido Co- deral a principio de los '70, recordaba su impacto al conocerlo. En
munista. mayo de 1970 "asistí casi por casualidad a una de las reuniones men-
A partir de 1960 comenzó a estudiar gerontopsiquiatría fuera del suales que la Sociedad de Psicología Médica, Medicina Psicosomàti-
país. Durante la década del 60 estuvo en Scdnte-Anne (París, Francia); ca y Psicoanálisis realizaba en la Asociación Médica Argentina y me
en Bel-Air (Ginebra, Suiza) con Julián de Ajuriaguerra junto con encontré con un cuadro insólito dentro de mi quehacer profesional:
quien escribió un trabajo-; en Holanda y en Inglaterra. A lo largo de un psiquiatra muy simpático, muy carismàtico y muy preparado ha-
esos años inició una serie de publicaciones que mostraban la forma- blaba con entusiasmo contagiante sobre su trabajo con los viejos.
ción que estaba asimilando. Su primer artículo fue 'Temas de Geron- Contó lo que él hacía en el Hospital Moyano, en su consultorio par-
topsiquiatría a través de dos Congresos" de 1962. 162 En el mismo re- ticular, lo que se hacía en otros lugares del mundo, lo que se podría
sumía las inquietudes y los avances de especialistas del mundo sobre hacer, las condiciones que él creía que debería reunir un profesional
la temática; descubría cómo la gerontología seguía marginada de las para trabajar en este campo y muchas otras cosas más. Ese psiquiatra
preocupaciones de los psiquiatras, y a la vez, cómo la psiquiatría era era Mario Strejilevich."165 Salvarezza quedó "sorprendido y fascina-
la primera inquietud de los médicos que trabajaban con viejos. Ese do" y comenzó a especializarse en gerontopsiquiatría.
mismo año, mientras trabajaba en Ginebra con Ajuriaguerra, publi- En 1970 Strejilevich fue convocado por la OMS como uno de los
có "Ergoterapia y Gerontopsiquiatría"163, un artículo que mostraba la ocho consultores mundiales en la temática, lo cual nos habla del
preocupación por el aumento de ancianos con problemas psiquiátri- prestigio obtenido. En ese encuentro presentó su trabajo "Psicoge-
cos, que sumado al aumento de la expectativa de vida y hospitaliza- riatría en América Latina. Estado actual y perspectivas futuras."166 Di-
ciones de viejos con trastornos psiquiátricos, llevaba a la necesidad cho texto fue incluido con el resto de las ponencias y publicado lue-
de crear dispositivos de atención específicos. En el texto daba ejem- go como la "opinión colectiva" de los expertos en un Informe Técni-
plos de su trabajo en el Hospital Esteves de Lomas de Zamora, donde co de la OMS en 1972. En el mismo trazaba la situación América La-
casi un 30 % de las pacientes tenían más de 60 años. Proponía el tra- tina desde su ubicación económica, social y política; señalaba cuál
bajo con estímulos psicofísicos para ancianos psicóticos para que no era el estado de la "población añosa" en el marco de la epidemiolo-
se agregara a su patología una regresión producto de la inmovilidad gía psiquiátrica de la región, citando recientes investigaciones que
y la estereotipia ambiental. En un trabajo siguiente, "La organización permitían no sólo diagnosticar cuál era el estado de cosas, sino pla-
asistencial gerontopsiquiátrica en algunos países de Europa", ya se nificar acciones concretas para lo cual proponía políticas específicas.
puede visualizar cómo la formación en Europa se traducía en pro- Por un lado, la necesidad de centralizar investigaciones e informa-
puestas de trabajo para la Argentina teniendo en cuenta la situación ción, notando la carencia de estudios epidemiológicos específicos en
de la asistencia a viejos en el país.164 Por ello ya proponía crear un gerontopsiquiatría. Por otro, la creación de dispositivos asistenciales
Centro de Orientación Geriátrica y secciones geriátricas en Hospita- para esta población, proponiendo no solamente la creación de Ser-
les Psiquiátricos. vicios Externos y Servicios en Hospitales Psiquiátricos, sino también
Estos conocimientos y sus inquietudes se plasmaron en la creación novedosas técnicas como las "escuelas de hijos", que trabajaban con
del Servicio de Gerontopsiquiatría en el Hospital Moyano a fines de el dispositivo de grupos operativos discutiendo las dificultades de
1969 a cargo de Strejilevich. El Servicio se proponía el trabajo con convivencia con padres ancianos. También colaboró, en el inicio de
pacientes externos e internados, cursos de especialización e investi- su creación, con el Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubi-
gaciones. Para ese entonces se había convertido no sólo en un pio- lados y Pensionados (INSSJP).167
nero como "especialista en viejos", sino también en un difusor de la A lo largo de esos años continuó publicando, trabajando y ense-
temática. Leopoldo Salvarezza, psicoanalista perteneciente al grupo ñando sobre la temática. Sus trabajos iban de la epidemiología a là
Documento, que luego dirigió el equipo de Psicogeriatría y Psicoprofi- clínica concreta del trabajo con viejos, acompañando con la tarea de

211 151
difusión en distintos medios. Se publicaron entrevistas para la revis- tar una orden de su médico. A pesar de las amenazas recibidas concurrió a una pe-
ta Médico Moderno y para el diario La Opinión que permitieron visibi- ña folklórica organizada por el Centro Piloto. Se le inyectó medio litro de leche en
lizar la temática de la vejez para la población en general. En ellas ex- el muslo, lo que determinó una gran inflamación, estado de postración y fiebre con-
ponía desde datos estadísticos a prejuicios sobre la vejez y la muerte tinua de 40 s durante varios días. Es lo que se llama absceso defijación."Grimson, Wil-
hasta los problemas de la jubilación, ya que veía cómo se agudizaba bur, Ricardo, Sociedad de locos. Experiencia y violencia en un Hospital Psiquiátrico, Nueva
la problemática debido a la mayor población de viejos. En un estilo Visión, Bs. As., 1972, pág. 19.
5 El concepto de comunidad terapéutica es de Maxwell Jones, tal como lo hemos
llano exponía "La tragedia de ese grupo humano, es que los viejos
desarrollado en el capítulo VIII del Tomo I de esta obra. Jones consideraba que el
no tienen un mundo para ellos; no hay ningún diario con cuerpo do-
tratamiento no estaba solamente a cargo del personal médico, sino del resto de la
ce sobre dieciséis para ser leído por ellos. No hay ninguna audición
comunidad, en especial de los pacientes. Grimson lo explicaba técnicamente del si-
por televisión hablada lentamente y bien silabeada para que sea po- guiente modo: "quisiéramos definir la comunidad terapéutica como un conjunto de
sible discriminar el mensaje auditivo a través de los malos parlantes técnicas integradas (de acuerdo con el concepto de planificación asistencial) que se
de los televisores, cargados además de acentos mexicanos y españo- aplican en una institución tendiendo a permitir y obtener el máximo de participa-
les. No entienden nada y apagan el televisor. No tienen ropa adecua- ción por parte de los pacientes, que se caracteriza por un sistema constante pero fle-
da, para prenderse saco, camisas, pantalones, sin botones... No hay xible cuyas características son conocidas por todos los participantes y son discutidas
ropa en el mercado para ciertos ancianos con dificultades de movi- por ellos periódicamente, existiendo de manera explícita la posibilidad de rectificar
mientos de la mano. No hay muebles para viejos: les damos sillas de aspectos del funcionamiento en base a la deliberación común. La comunidad se sir-
plástico de profusos colores pero sin posabrazos para apoyarse. En ve de roles terapéuticos diversos y opera principalmente en base a grupos. Tiende a
los restaurantes, aparte de las pastas, difícilmente van a encontrar al- integrar el conjunto de las actividades en un marco socio terapéutico. La dirección
del sistema está dada por la externación. La distribución del poder tiende a la igua-
go más que se pueda masticar fácilmente... Los viejos quieren una co-
lación de los roles. Se dispone de un conjunto de información común a todos los
sa que me parece muy humana, quieren seguir viviendo mezclados,
participantes. Se da tanta importancia al funcionamiento normal como a situacio-
quieren estar con los niños, con los jóvenes y también con otros vie-
nes de crisis o conflicto, siendo tales situaciones motivo de discusión conjunta."
jos." 168 Grimson, op. cit., pág. 33.
Mario Strejilevich murió en 1988 a los 60 años. También para este tema se puede consultar Jones, Maxwell, "El concepto de co-
munidad terapéutica", en AAW, Comunidad, psicología y psicopatología, Editorial Jor-
ge Álvarez, Bs. As., 1968; Jones, Maxwell, Psiquiatría Social, Editorial Escuela, Bs. As.,
1966; Jones, Maxwell, La Psiquiatría Social en la práctica. La idea de la Comunidad Tera-
péutica, Editorial Américalee, Bs. As., 1970 y Jones, Maxwell, Más allá de la comunidad
Notas terapéutica, Ediciones Genitor, Bs. As., 1970.
6 Esto se reflejaba en la diversidad de autores citados en el texto de Grimson, don-

1 Con este apartado retomamos el capítulo VIII del Tomo I donde se relataba el de también se incluyeron referencias del resto de los participantes del equipo. Allí
inicio de las comunidades terapéuticas. Un resumen de este texto figura en Carpin- aparecen prácticamente todas las experiencias y autores de la renovación psiquiátri-
tero, Enrique y Vainer, Alejandro, "¡Están todos locos! Saquen a estos comunistas de ca del mundo. A la vez en el capítulo "El concepto de esquizofrenia y las estrategias
acá", en revista Lezama, N°ll, Bs. As., marzo 2005. de tratamiento" incluía la mayoría (por no decir todas) las perspectivas de trabajo
2 El "intento de organización dé una comunidad terapéutica" de Arnoldo Vainer con dicha patología. En este sentido, se encuadra en una estilo pluralista descripto
y Juan Carlos Busso se realizó en el Pabellón Riglos del Hospital Moyano, pero esta por Emilio Rodrigué, que diferenciaba a los analistas del hemisferio sur de los nor-
experiencia estaba muy aislada del propio hospital. teamericanos y europeos que muy pocas veces se citan entre ellos: "Nuestra geogra-
3 Grimson, Wilbur Ricardo, "La comunidad terapéutica en el Hospital Psiquiátri- fía e historia nos coloca en una posición versátil. Debemos superar el servilismo del
co", trabajo presentado en el Seminario sobre Comunidad Terapéutica en la Colo- colonizado sin caer en la idealización indigenista. Somos bicéfalos, con una cara
nia Abal Oliva, Córdoba, noviembre 1968. vuelta hacia Europa, mientras que la otra es más umbilical." Rodrigué, Emilio, Sig-
4 Grimson relataba alguna de estas escenas: "En 1969 una paciente se negó a aca- mundFreud, El siglo del psicoanálisis, Editorial Sudamericana, Bs. As., 1996, pág. 14

213 151
7 Los supervisores de las disantas actividades fueron: María Luisa Siquier de sacrificio del Estado", en PrimerasJornadas Encuentro del Servido de Psicopatología del Po-
Ocampo e Irene Friedhental en Diagnóstico; Frida Hutnik, Cecilia Sinay y Alberto liclínico de Lanús, Bs. As., 1992.
28 L'Hoste, Marta y De la Aldea, Elena, op. cit, pág. 171.
Goldín (luego reemplazado por Silvia Piscor) en Grupos; Edmundo Zimmerman en
29 El trabajo estaba firmado por B. Aguad, M. Bronfman, E. Cozzetti, R. Chevalier,
Familias; Nada Chercasky en Psicopedagogía y Fernando Ulloa -junto con Susana
Frondizi- en la supervisión institucional. E. De la Aldea, S. Gass, H. Lorusso, A. Niemand, L. Rabinovich, E. Rammilevich, M.
8 Entrevista de los autores con Miguel Vayo, octubre 1998. C. Rojas, M. Rotger, D. Rubli e I. Youkowsky.
30 Chevalier, Roberto, "Desde una experiencia comunitaria hacia una psiquiatría
9 Mofíatt, Alfredo, "La experiencia de la 'Peña del Fogón', en Grimson, op. cit.,
en la Revolución Nacional", en Psicología Argentina Hoy, Ediciones Búsqueda, Bs. As.,
págs. 189-200.
10 Moffatt, Alfredo, op. cit. pág. 193
1973.
31 Chevalier, Roberto, op. cit. pág. 55.
11 "Cuando los hospicios se ponen de fiesta", en revista Semana Gráfica, N°17, Bs.
32 Este texto de Perón provenía de un discurso dictado en el Congreso Nacional
As., enero 1970.
1S "La gran ilusión", en revista Primera Plana N°414, Bs. As., 5 de enero de 1971.
de Filosofía de 1949. Era el texto utilizado por sectores de la derecha peronista co-
13 "Singular conflicto", en diario Crónica, Bs. As., 23 de diciembre de 1970.
mo modelo ideal de sociedad. En este sentido, la "psiquiatría social incluida en la
Revolución" que planteaba Chevalier se refería a la revolución justicialista.
14 "Singular conflicto", en diario Crónica, Bs. As., 23 de diciembre de 1970. Allí y
33 En su texto presenta el caso de un militante que actúa conflictos familiares en
en otros medios se afirmaba que Edelman había pertenecido al "disuelto Partido
el ámbito de su práctica política, para luego afirmar "están naturalmente fuera de
Comunista" del cual había sido expulsada hacía 8 años.
esta categoría aquellos que enferman por una mala inserción política -en donde la
15 "Fue aplicada la ley de prescindibilidad a unos 25 profesionales del Hospital Es-
enfermedad no es individual sino política y / o institucional- o, por un hecho trau-
teves", en La Nación, 6 de enero de 1971. Las autoridades decían contar con docu- mático emergente de una acción adecuada (donde hablaríamos de una situación
mentación fotográfica "en colores" que certificaba el rojo de la supuesta bandera. equivalente al de 'herido de guerra')." Chevalier, Roberto, op. cit., págs. 59-60.
16 "Conferencia de Prensa", en Gaceta Psiquiátrica, N°7, Bs. As., enero 1971.
34 L'Hoste, Marta y De la Aldea, Elena, op. cit, pág. 173.
17 "Opiniones sobre el conflicto en el Hospital José Esteves", en diario La Prensa,
33 Entrevista de los autores con Miguel Vayo, octubre 1998.
Bs. As., 26 de diciembre de 1970. 36 Barón, Ana; del Carril, Mario; Gómez, Albino, Por qué se fueron. Testimonios de ar-
18 "Sobre el conflicto en el Hospital J. Esteves dióse una declaración", en diario
gentinos en el exterior. Emecé Editores, Bs. As., 1995. pág. 357.
La Prensa, Bs. As., 8 de enero de 1971. La dos hijos de Mauricio Goldenberg que se encuentran desaparecidos pertene-
19 En ese momento se lo conocía como "Tuncho" Lubchansky. Actualmente tra-
cían a Montoneros. Carlos despareció en agosto de 1976 y Liliana a principios de los
baja para la OMS y se lo conoce con el apellido Levav. '80 respectivamente. La mayor parte de esta historia está relatada en los tres tomos
20 L'Hoste, Marta y De la Aldea, Elena, "El Departamento de psiquiatría Social 69-
de La Voluntad. Anguita, Eduardo y Caparros, Martín, La voluntad. Una historia de la
77 Lanús. 'Una inmersión en la historia argentina'", en Primeras Jornadas Encuentro militancia revolucionaria en la Argentina 1966/1978, Editorial Norma, Bs. As.,1997.
del Servido de Psicopatología del Policlínico de Lanús, Bs. As., 1992. 37 L'Hoste, Marta y De la Aldea, Elena, op. cit, pág. 173.
21 Lubchansky, Isaac, "Psiquiatría Social. Contenido y forma de una experiencia", 38 Una buena parte de estas ideas fueron expuestas en Vainer, Alejandro, "La An-

en Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Volumen XVIII, Na3, Bs. As., junio tipsiquiatría: volver al futuro", en Subjetividad y Cultura, N°22, México, octubre 2004.
de 1972, pág. 157. 39 Roudinesco, Élisabeth y Plon, Michel, Dicdonario de Psicoanálisis, Editorial Pai-
22 Goldenberg, Mauricio, "Cierre del curso: Relato de mi más querida experien- dós, Bs. As., 1998.
cia docente-asistencial", en Hornstein, Luis, Introducción al Psicoanálisis, Editorial 40 Galimberti, Umberto, Dicdonario de Psicología, Siglo XXI Editores, México,

Trieb, Bs. As., 1983, págs. 168-9. 2002.


23 De la Aldea, Elena, "Villas de emergencia. Su relación con los procesos migra- 41 Basaglia, Franco, "La institución psiquiátrica de la violencia", en Basaglia, Fran-

torios de industrialización y urbanización", en Revista Argentina de Psicología, N"12, co; Langer, Marie; Caroso, Igor, Szasz, Thomas; Verón, Eliseo; Suárez, Armando y
Bs. As., junio 1972. Barrientos, Guillermo, Razón, Locura y Sociedad, Siglo XXI Editores, México, 1978,
24 De la Aldea, op. cit. pág. 133. págs. 29-30.
25 Goldenberg, Mauricio, op. cit., pág. 167. 42 Cooper, David; Laing, Roland, Razón y violencia. Una década de pensamiento sar-

26 Ver Capítulo II, Tomo I. treano, Editorial Paidós, Bs. As., 1973.
27 El documento figura como anexo a De Santos, Blas, "Del estado de sacrificio al 43 Laing, Ronald, El yo dividido. Un estudio sobre la salud y la enfermedad, Editorial

215 151
Fondo de Cultura Económica, México, 1964, pág. 9. ral", en Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Volumen XIX, N92, Bs. As.,
44 Laing, Ronald y Esterson, A., Cordura, locura y familia, Editorial Fondo de Cul- abril 1973, pág. 126.
tura, México, 1967. 64 Caparros, Antonio y Caparros, Nicolás, op. cit, pág. 128.

45 Laing, Ronald, "Metanoia: algunas experiencias en el Kingsley Hall de Londres", 65 Caparros Antonio y Caparros, Nicolás, op. cit., pág. 130.

en Revista Argentina, de Psicología, NQ6, Bs. As., diciembre 1970, pág. 9. Para una refle- 66 Caparros Antonio y Caparros, Nicolás, op. cit., pág. 131.

xión crítica sobre la obra de Ronald Laing se puede consultar Campuzano, Mario, 67 Para estos debates se puede consultar, entre otros, Guinsberg, Enrique, "An-

"La Antipsiquiatría y su contexto histórico", en Subjetividad y Cultura, N-22, México, tipsiquiatría, un rescate muy necesario", en Subjetividad y Cultura, N9 22, México, oc-
octubre 2004. tubre 2004.
46 Ronald Laing y David Cooper publicaron numerosos libros en los cuales in- 68 Laing, Ronald: Razón, demencia y locura, Editorial Crítica, Barcelona, 1987,

cluían diversos casos clínicos de su forma de trabajo que contemplaba el abordaje pág. 10.
familiar. Sólo para citar algunos se puede mencionar Cooper, David, Psiquiatría y An- 69 Russell, Roberta y Laing, Ronald, R D. Laing & yo: lecciones de amor, Ediciones

tipsiquiatría, Paidós, Bs. As., 1972 y Laing, Roland, El yo dividido, op. cit. de la Flor, Bs. As., 1995. Russell era una investigadora en Salud Mental que había
47 Barnes, Mary y Berke Joseph, Viaje a través de la locura, Ediciones Martínez Ro- fundamentado que no importaban las diferentes escuelas en psicoterapia para lo-
ca, Barcelona, 1974. La conceptualización de Berke se puede leer en Berke, Joseph, grar el cambio en las personas: "las técnicas en sí mismas no provocan el cambio te-
Aquino me tuve que volver loca, Editorial Fundamentos, Madrid, 1980. rapéutico... Es primordialmente la empatia y la intención entre el psicoterapeuta y
48 Cooper, David, op. cit., pág. 14. el cliente lo que cura", op. cit., pág. 18. Ella presentó su informe en distintas insti-
49 Cooper, David, op. cit., pág. 8. tuciones de EEUU y Europa. En una conferencia conoció a Ronald Laing en 1980.
50 La Asociación Argentina de Psiquiatría Social fue fundada en 1967. Su presi- 70 Russell, Roberta y Laing, Ronald, op. cit., pág; 11.

dente honorario fue Enrique Pichón Rivière y su primer presidente Mauricio Gol- 71 Para una historia de la recepción y repercusión de la Antipsiquiatría en Fran-

denberg. Publicaron una revista, cuyo director era Eduardo Colombo, psiquiatra cia se puede consultar: Mannoni, Maud, El psiquiatra, su loco y el psicoanálisis, Siglo
grupalista discípulo de Pichón. XXI Editores, México, 1976; Turkle, Sherry, "La Antipsiquiatría francesa", en In-
51 Anónimo, en "Las huellas de la Antipsiquiatría", en revista Panorama, N 9 182, gelby, David, ed-, Psiquiatría crítica. La política de la Salud Mental, Editorial Crítica,
Bs. As., 20 de octubre de 1970, págs. 32-33. Barcelona, 1982; yAnguelergues, R.; Baillon, G. y otros, La Antipsiquiatría, Siglo XXI
52 ídem nota anterior. Editores, México, 1975.
53 Idem nota anterior. 72 Jervis, Giovanni, El mito de la Antipsiquiatría, Pequeña Biblioteca Calamvus scrip-

54 Grimson, Wilbur Ricardo, Sociedad de locos. Experiencia y violencia en un hospital torivs, Barcelona, 1979.
psiquiátrico, Ediciones Nueva Visión, Bs. As., 1972, pág. 247. 73 Cooper, David, "La Antipsiquiatría desmitificada. Respuesta a Giovanni Jervis",

55 Cooper, David, "La comuna político-terapéutica", en diario La Opinión, Bs. As., en Jervis, Giovanni, op. cit. Allí Cooper introduce la idea de la no-psiquiatría como
domingo 16 de julio de 1972. paso posterior a la Antipsiquiatría. "Hay una dialéctica que va de la psiquiatría a la
56 ídem nota anterior. no-psiquiatría pasando por la Antipsiquiatría. Esta dialéctica es inseparable de la lu-
57 Cooper, David, La gramática de la Vida, Editorial Ariel, Barcelona., 1978, pág. cha de clases... Las acciones de la anti y de la no-psiquiatría forman parte de la revo-
10. lución social contra todas las formas que toma la represión institucional' (en el seno
58 Cooper, David, "El uso del LSD", en diario La Opinión, Bs. As., domingo 16 de de la familia, en la condición de la mujer y su opresión, en las escuelas, en los tribu-
julio de 1972. nales y las prisiones, en las fábricas, etc. y en todo sector del control de ]a salud pú-
59 "David Cooper o la contestación permanente", en diario La Opinión, Bs. As., do- blica) , esta revolución social que debe preceder, acompañar y seguir a la revolución po-
mingo 5 de noviembre de 1972. lítica contra la opresión de clase.", op. cit. pág. 60.
60 Entrevista de los autores con Eduardo Pavlovsky, marzo 1999, 74 Para esto solamente vale recordar el contacto y el intercambio de los argenti-

61 Kesselman, Hernán, "Salud mental y neocolonialismo", en Psicología Argentina nos con figuras de primer nivel. No solamente viajes al exterior para formarse, sino
Hoy, Ediciones Búsqueda, Bs. As., 1973, págs. 111-112. recepciones en persona de autores -tal como vimos anteriormente- de la talla de
62 El inicio de esta historia de Antonio Caparros se encuentra en los capítulos V Maxwell Jones, David Cooper, Jay Haley, Maud y Octave Mannoni. Incluso lecturas
y X del Tomo I de esta misma obra. en idiomas originales y traducciones -a veces casi simultáneas- de lo que se producía
63 Caparros, Antonio, y Caparros, Nicolás, "Antipsiquiatría y colonización cultu- en otros lugares del mundo.

217 151
75 Esta forma de trabajo tiene sus precedentes en algunos textos del propio ran una variada fuente de autores que trabajaban en este dispositivo. Especialmen-
Freud. El caso de Katherina en los Estudios sobre la Histeria (1895) puede ser consi- te de los psicoanalistas que en Estados Unidos estaban investigando esta modalidad.
86 "El terapeuta opera manteniendo in mente un 'foco', término que puede tra-
derado el primer caso de psicoterapia "breve". La llamada "técnica activa" de San-
dor Ferenczi se incluye en esta dirección. Su discípulo Michael Balint continuó sus ducirse como aquella interpretación central sobre la que se basa todo el tratamien-
aportes denominando "Psicoterapia Focal" al dispositivo. to. Se lleva al paciente hacia ese foco mediante interpretaciones parciales y atención
76 Participaron Alejo Dellarossa por la Asociación Argentina de Psicoterapia de selectiva, lo que significa omisiones deliberadas... La focaüzación de la terapia breve es
Grupo; Alberto Fontana por la Asociación Argentina de Psicoterapia; Héctor Fiori- su condición esencial de ^jeacúz" Fiorini, op. cit-, pág. 32.
87 Fiorini, op. cit., pág. 219.
ni por el Departamento de Investigaciones del Policlínico de Lanús; Lily S. de Ble-
88 Este concepto era el aporte de la Salud Mental a la Medicina tradicional, que
ger por el Centro Racker de la APA; Raúl Usandivaras por el Departamento de Cien-
cias de la Conducta del Centro de Educación Médica e Investigaciones Clínicas; Ro- enfatizaba y jerarquizaba los aspectos técnicos e instrumentales de la acción médi-
berto Montanelli por el Departamento de Psicología Médica para Estudiantes del ca. Por lo contrario, "la relación médico-paciente" era un campo de interrelación
Instituto de Investigaciones Médicas de la UBA; Samuel Zysman por el Departamen- emocional en el acto médico en el cual se daban fenómenos transferenciales y con-
to de Psicopatología Infantil del Policlínico de Lanús; Mauricio Knóbel por el Insti- tratransferenciales.
89 Isaac Luchina había publicado -entre otros textos- un capítulo sobre el tema de
tuto Bene Berith de Orientación Familiar; Héctor Ferrari por el Instituto Grondo-
na; Giuliana Smolensky de Dellarossa por el Instituto de Psiquiatría y Psicología Mé- "Grupos Terapéuticos Cardiovasculares" en Grinberg L., Langer M. y Rodrigué E.,
dico-Social de OSE Argentina; y Florinda Glocer por el Servicio de Psicopatología El grupo psicológico, Editorial Hormé, Bs. As., 1960. Junto con el Dr. D'Aiutolo y el so-
del Policlínico de Avellaneda. El coordinador de las actividades fue Carlos Sluzki. ciólogo Jorge Balán habían investigado los "Aspectos psicológicos de la profesión
77 Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Volumen XIV, N®2, Bs. As., junio médica" con un subsidio del CONICET en 1963. Mauricio Goldenberg había sido
1968. Allí se publicaron los trabajos que tenían relación con la temática, aunque no su padrino de tesis sobre "La angustia de muerte en el infarto de miocardio. Sus im-
plicaciones clínicas, psicológicas y psiquiátricas" en 1964. Pertenecía a la APA y se
todos formaron parte del Coloquio. En la misma aparecen los textos de Raúl Usan-
había especializado en esta temática.
divaras, Héctor Fiorini, Jaime Szpilka, Mauricio Knobel, Alberto Fontana, Giuliana
80 Goldenberg, Mauricio, "Prólogo", en Ferrari, Héctor; Luchina Isaac y Luchina,
Smolensky de Dellarossa, Héctor Ferrari, Alberto Marticorena, Alejo Dellarossa y
Hebe Friedenthal. Noemí, La Interconsulta médico-psicológica en el marco hospitalario, Ediciones Nueva Vi-
78 Bleger, J. "Prólogo", en Kesselman, Hernán, Psicoterapia Breve, Ediciones Kargie- sión, Bs. As., 1971. Los mismos autores publicaron años después otro texto que in-
man, Bs. As., 1970. cluía nuevas experiencias y aportes: Ferrari, Héctor, Luchina, Isaac y Luchina, Noe-
79 Kesselman, Hernán, Psicoterapia Breve, Ediciones Kargieman, Bs. As., 1970, pág. 29. mí, Asistencia institucional Nuevos desarrollos de la Interconsulta médico-psicológica, Edi-
80 Kesselman, Hernán, op. cit-, pág. 45. ciones Nueva Visión, Bs. As., 1979.
81 Kesselman llama así a los materiales que sirven como intermediarios simbóli- 91 Berenstein, Isidoro; Kalina, Eduardo; Iiendo, Ernesto César; Pavlovsky, Eduar-
cos, tal como la "czya de juegos" en los niños. do; Szpilka, Jaime I.; Teruel, Guillermo; Ulloa, Fernando; Psicoterapia de pareja y gru-
82 Fiorini, Héctor, "Psicoterapia dinámica breve. Aportes para una teoría de la téc- po familiar con orientación psicoanalítica, Editorial Galerna, Bs. As., 1970.
92 Ulloa, Fernando, "Prólogo", ídem anterior, pág. 8.
nica", en Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Volumén XIV, N62, Bs. As.,
93 Parte del trabajo era una revisión del artículo que habían publicado Szpilka,
junio 1968. Este fue el primer texto que publicó sobre el tema. En 1970 y 1971 pu-
blicó "Delimitación técnica de psicoterapias" y "La primera entrevista en psicotera- Jaime y Moccio, Fidel, "Psicoterapia de Grupos Familiares" en Acta Neuropsiquiátrica
pia breve" en la misma publicación. Luego se convirtieron en los primeros capítu- Argentina, Volumen VI, NB1, Bs. As., 1960, fruto del trabajo de ambos en el Servicio
los de su libro. de Psiquiatría del Hospital Rawson que dirigía Guillermo Vidal.
83 Fiorini, Héctor, Teoría y técnica de psicoterapias, Ediciones Nueva Visión, Bs. As., 94 Para profundizar en esta temática, Nocetti, Juan Carlos, Familia y Psicoanálisis

1973, págs. 9-10. en la Argentina. Apuntes para una historia conceptual, Editorial Biblos, Bs. As., 2002.
84 En este sentido, afirmaba que "la problemática ideológica de las psicoterapias 95 Calvo, Isabel; Calvo de Spolansky, Tessie y Riterman de Dimant, Frida, Porgas y

se abre en varios frentes. Obliga a rever el hecho de que las técnicas y sus teorías ven- familias. Vinculo, diálogo, ideología. Amorrortu Editores, Bs. As., 1973.
96 Justamente el trabajo con el cual Ulloa se presentó para ser miembro titular
gan construidas por una capa social, aislada en claustros académicos de las luchas, vi-
cisitudes y pautas culturales de los demás estratos sociales". Fiorini, op. cit., pág. 17. dentro de APA fue "Psicología de las instituciones: una aproximación psicoanalíti-
85 Fiorini había hecho una exhaustiva revisión sobre la temática. En su libro figu- ca", en Revista de Psicoanálisis, Volumen XXVI, N a l, Bs. As., 1969.

218 151
113 Moffatt, op. cit pág. 199.
97 Ulloa, Fernando, "10 años de psicología institucional", en Cuadernos de Psicolo- 114 Moffatt, op. cit., pág. 185.
gía Concreta, N 9 4, Bs. As., 1972, pág. 66. 115 Moffatt, op. cit., pág. 186.
98 Ulloa, Fernando, op. cit., pág. 67.
116 Bruschtein, Luis, "Entrevista a Alfredo Moffatt: desde la Cooperanza y el Ban-
99 Es necesario mencionar el artículo publicado en el segundo número de la RAP
cadero, hasta las Ollitas y la Escuela de Terapia de Crisis", en diario Página 12, Bs.
como muestra de estos trabajos en psicología institucional: Pravaz, Susana y Troya, As., 18 de octubre de 2004.
Estela, "Psicología institucional: algunos conceptos básicos", en Revista Argentina de 117 Anónimo, "Más por pobres que por locos", en Noticias, Bs. As., 19 de julio de
Psicología, N-2, Bs. As., diciembre 1969. 1974. El diario Notiáas publicó ese mes una serie de seis artículos haciendo un ba-
100 Malfé, Ricardo; Mazzuca, Roberto; Canessa, Graciela; Autino, Graciela; Reich,
lance de cómo se estaban cerrando las experiencias comunitarias en todo el país du-
Isabel; Rodríguez Marino, Jorge, "Psicoanálisis Aplicado: un caso institucional", Re- rante ese año. Y que el poder manicomial continuaba ganando espacios.
vista Argentina de Psicología, NQ21, Bs. As., 1976. 118 Idem anterior.
101 Schlemenson, Aldo y Papaleo, Lidia, "De la psicología institucional al análisis
119 Ulloa, Femando, "Salud Mental en la Argentina: atención y condiciones de

organizacionalen Revista de Psicoanálisis, Tomo XXX, N-2, Bs. As., Abril-Junio trabajo", en revista Los Libros, Bs. As., marzo-abril, 1974. El equipo estaba conforma-
1973. do por Sylvia Bermann y Juan Carlos Risau.
102 Schlemenson, Aldo, "El modelo profesional-cliente. Sus derivaciones organi- 120 Ulloa, Fernando, op. cit. pág. 18.

zativas", en Revista Argentina de Psicología, N913-14, Bs. As., 1972-3. 121 Ulloa, Fernando, op. cit, pág. 20.
103 Chiozza, Luis, Cuerpo, afecto y lenguaje", Alianza Editorial, Bs. As., 1998. 122 Ulloa, Fernando, op. cit., pág. 21. En este caso también es interesante consi-
104 Satne, Leonardo, "Cuerpo, espacio y movimiento", en Revista Argentina de Psi-
derar que la residencia era no solamente muy restrictiva (muy pocos cargos para
cología, NQ17-8, Bs. As., 1974-5. muchos postulantes), sino también que la renta era tan exigua que se debía contra-
105 Satne, Leonardo, op. cit. pág. 17. Es interesante señalar cómo el autor hace la
riarla supuesta "dedicación exclusiva" con otras tareas remuneradas. Además los lla-
presentación de un número de la RAP con un largo texto que describe la situación mados "agentes de cambio" en realidad estaban entre una creciente responsabilidad
no sólo en relación a las técnicas corporales, sino también a la situación del medio y escasa participación para modificar las condiciones de un servicio. Y además, al
psi. De hecho considera que en ese momento había dos booms: el de estas técnicas y egreso no hubiera posibilidad alguna de reinserción rentada hospitalaria y que los
el del lacanismo. recursos formados se inserten en el sistema privado, tal como sigue siendo hasta hoy.
106 Se realizaron dos mesas. La primera fue para producir el número de la RAP, 123 Ulloa, Fernando, op. cit., pág. 23.

que llevó como título "Cuerpo, Espacio y Movimiento". Luego del éxito de la misma 124 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, Psiquiatría y sociedad. Hacia una psi-

repitieron la mesa con una gran asistencia y participación del público el 29 de agos- quiatría materialista, Editorial Granica, Bs. As., 1975. ,
to de 1974 propiciada por la APBA. 125 El subtítulo del libro era elocuente: "hacia una psiquiatría materialista".
107 Corsunsky, Leonor; Iglesias, María Inés; Mordkowski, Susana; Prado, María 126 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, op. cit., págs. 9-10.

Inés; Teubal de Camjalli, Ruth y Trepicchio, Vilma, "Interacción entre las distintas 127 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, op. cit, pág. 58.

técnicas de abordaje terapéutico", en Revista Argentina de Psicología, N-17-8, Bs. As., 128 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, op. cit., pág. 108.

1974-5. 129 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, op. cit., pág. 108.
108 Debemos mencionar los aportes de Olga Albizuri de García, Roberto Losso, 130 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, op. cit., pág. 109.

Carlos Martínez Bouquet, Marta Berlín, Eduardo Pavlovsky, Simone Blajan-Marcus y 131 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, op. cit., pág. 171.

Fidel Moccio, entre otros. 132 Paz, Juan Gervasio y Galende, Emiliano, op. cit., pág. 179.
109 Atienza, Marta, "Terapia Gestáltica: ejemplos clínicos", en Revista Argentina de 133 AAW, "Descenso hacia el país de la locura", en diario La Opinión, 13 de abril de 1975.

Psicología, NQ17-8, Bs. As., 1974-5. 134 Zito Lema, Vicente "El hospicio. Testimonio y lenguaje de los oprimidos", en
110 Danis, Juana, "Reflexiones sobre nuevas formas de grupoexperiencia" y "Gru-
revista Crisis, N*ll, Bs. As., 1974.
pología", en Revista Argentina de Psicología, N 2 l7-8, Bs. As., 1974-5. 135 Transcribimos algunas definiciones de qué era la poesía que los internados
111 Para ampliar sobre la Gimnasia Consciente, Calabria, Roberto, "Bayerthal: el
dieron a Vicente Zito Lema. Este trabajo intentaba poner en primer lugar la huma-
cuerpo vivido", en Topía Revista, N°6, Bs. As., noviembre 1992. nidad de los mismos: "Poesía es nada. Y yo no tengo nada, ni siquiera un geniol";
112 Moffatt, Alfredo, Psicoterapia del oprimido. Ideología y técnica de la psiquiatría popu-
"La poesía es un pedacito de queso que hay que aprender a repartirlo entre todos
lar, ECRO, Bs. As., 1974, pág. 181.
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los ratones"; "Yo no sé que es poesía., yo estoy aquí porque mi mujer dice que estoy Bs. As., diciembre de 1970.
150 Calvo, Isabel; Calvo de Spolansky, Tessie y Ritterman de Dimant, Frida, "Pare-
loco... pero yo la jodo porque sueño que soy un gitano"; "No sé si la poesía es una
cosa buena... A mí me han hecho un lavado de cerebro." jas y familias. Vínculo, diálogo, ideología", en Revista Argentina de Psicología, Na17-8,
136 Martini, Jorge, "Editorial", en Neuropsiquiatría, Año V, N-l, segunda época, Bs. Bs. As., 1974-5, págs. 69-70. También se encuentra en el libro del mismo nombre:
As., julio-setiembre de 1974. Calvo, Isabel; Calvo de Spolansky, Tessie y Ritterman de Dimant, Frida, Parejas y fa-
milias- Vínculo, diálogo, ideología, Amorrortu Editores, Bs. As., 1975.
137 "Declaración del VI Congreso de Psiquiatría", en Gaceta Psiquiátrica, N°18, Bs.
151 Calvo, Isabel; Calvo de Spolansky, Tessie y Ritterman de Dimant, Frida, "Pare-
As., diciembre 1974.
138 La reducción de vacantes y cierre de varias residencias estaban descriptos en uña
jas y familias. Vínculo, diálogo, ideología", en Revista Argentina de Psicología, Nft17-8,
Bs. As., 1974-5, pág. 76.
nota "¿Cuál es la situación de las residencias en Salud Mental?", en Gaceta Psiquiátrica,
152 Calvo, Isabel; Riterman, Frida y colaboradores, Cuerpo-vínculo-transferencia,
N919, Bs. As., mayo 1975. En un diálogo con ocho residentes de la Federación Nacio-
Amorrortu Editores, Bs. As., 1979.
nal de Residentes que pertenecían al Borda, Moyano, Pirovano, Pinero, Niños y Poli-
153 Calvo, Isabel; Riterman, Frida y colaboradores, op. cit., pág. 19.
clínico Evita se llegaba a los datos de las reducciones en muchos lugares y del cierre de
154 Calvo, Isabel; Riterman, Frida y colaboradores, op. cit, pág. 15.
la residencias para psicólogos en el Borda y el Moyano.
155 Entrevista de los autores con Marcos Vul, julio 1998.
139 Martini, Jorge, "Editorial: Salud Mental", en Neuropsiquiatría, Volumen VII,
156 Ferrara, Francisco, "Homenaje a Isabel Calvo", en Revista Argentina de Psicolo-
N l, Bs. As., enero-junio de 1976.
fi
gía, Nfi23, Bs. As., julio 1978.
140 Bohoslavsky, Rodolfo, Orientación VocacionaL La estrategia clínica, Editorial Ga- 157 Friedenthal, Hebe, "El pensamiento en la esquizofrenia", en Acta Neuropsiquiá-
lerna, Bs. As., 1971.
trica Argentina, Volumen V, Ne4, Bs. As., diciembre de 1959.
141 Bleger, José, "Prólogo", en Bohoslavsky, op. cit.
158 Friedenthal, Hebe, "La recomendación de psicoterapia a partir del diagnósti-
142 Bohoslavsky, Rodolfo, "El diagnóstico en orientación vocacional: aportes para
co psicológico", en Acta psiquiátrica y psicológica de América Latina, Volumen XTV, N92,
una teoría de la técnica", en Revista Argentina de Psicología, N°l, Bs. As., septiembre
Bs. As., junio 1968.
de 1969, que luego fue el capítulo II de su libro. 159 Friedenthal, Hebe, "El principio de constancia en las teorías de Freud", en Re-
143 Ulloa, Fernando, "Prólogo", en Psicología Argentina Hoy, Ediciones Búsqueda,
vista Argentina de Psicología^ N91, Bs. As., septiembre de 1969. Por la importancia de
Bs. As., 1973, pág. 11.
144 Bohoslavsky, Rodolfo, "Vocación y alienación profesional (Para una crítica de
este artículo su análisis se encuentra en el capítulo siguiente sobre la RAP.
160 Friedenthal, Hebe y Madanes, Nidia, "Errores en el análisis de niños", en Acta
los supuestos de la orientación vocacional)", en Psicología Argentina Hoy, Ediciones
Psiquiátrica y Psicológica, Volumen XV, Nfi3, Bs. As., septiembre de 1969.
Búsqueda, Bs. As., 1973, pág. 48. 161 Dubcovsky, Evelina V. de; Dubcovsky, Santiago; Joselevich, Estrella, homena-
145 Entrevista de los autores con Marta Berlín, diciembre 2001.

146 Vezzetti, Hugo, "Homenajes: Enrique Pichón Rivière. Rodolfo Hugo Bohos-
je: Hebe Friedenthal (1938-1978), en Revista Argentina de Psicología, N°26, Bs. As.,
marzo 1980, pág. 10.
lavsky", en Revista Argentina de Psicología, N°22, Bs. As., diciembre de 1977, pág. 8. En 162 Strejilevich, Mario, "Temas de Gerontopsiquiatría a través de dos Congresos", en
el mismo número de la RAP se publicaba el último texto que Bohoslavsky había en-
Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Volumen VD3, ISP1, Bs. As., marzo de 1962.
viado. Curiosamente se lo dedicaba a Enrique Pichón Rivière, a quien reconocía co- 163 Strejilevich, Mario, "Ergoterapia y gerontopsiquiatría", en Acta psiquiátrica y psi-
mo "maestro de maestros", el reconocimiento de quien era su continuador. En su
cológica de América Latina,, Volumen VIII, N°2, Bs. As., junio de 1962.
texto abordaba el problema de que había mucha práctica de grupos pero no una 164 Strejilevich, Mario, "La organización asistencia! gerontopsiquiátrica en algu-
teoría sólida sobre los mismos. Bohoslavsky, Rodolfo, "Grupos: propuestas para una
nos países de Europa", en Boletín de Salud Mental, Instituto Nacional de Salud Men-
teoría", en Revista Argentina de Psicología, NQ22, Bs. As., diciembre de 1977.
147 Calvo, Isabel y otros, "El quehacer del psicólogo en la Argentina de hoy", en
tal, Año n, N95, Bs. As., 1963.
165 Salvarezza, Leopoldo, Psicogeriatría, Teoría y clínica, Editorial Paidós, Bs. As.,
Revista Argentina de Psicología N91, Bs. As., septiembre de 1969. El análisis detallado
1988, págs. 11-12.
de esta mesa redonda se encuentra en el capítulo siguiente. 166 Strejilevich, Mario, "Psicogeriatría en América Latina. Estado actual y perspec-
148 Calvo, Isabel y Calvo de Spolansky, María Teresa, "Técnicas operativas en la psi-
tivas futuras", en Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina, Volumen XVIII, NQ1,
cohigiene del púber", en Revista Argentina de Psicología, Bs. As., Nfi3, marzo de 1970.
149 Calvo, Isabel, "Una experiencia de Laboratorio de Relaciones Humanas y sus
Bs. As., febrero 1972.
167 Este Instituto con su Programa de Atención Médica Integral (PAMI), fue in-
implicancias en la psicoterapia de los grupos", en Revista Argentina de Psicología, N°6,
223 151
troducido en el sistema previsional argentino a fines de 1970, durante la gestión del CAPÍTULO I V
ministro Francisco Manrique en la cartera de Bienestar Social. En los fundamentos
LA PSICOLOGÍA EN EL CAMPO DE LA POLÍTICA
de la Ley 19.032 se establecía que el Instituto tendría por objeto principal brindar
asistencia a jubilados y pensionados y a personas mayores de 60 años no jubilados ni
pensionados o de cualquier edad imposibilitados para trabajar. Katz, Jorge y Muñoz,
Alberto, Organización del Sector Salud: Puja distributiva y equidad, Centro Editor de
América Latina, Bs. As., 1988. Durante los primeros años el Instituto se transformó
en una de la Obras Sociales más dinámicas de nuestro país debido a la activa inter-
vención de las Asociaciones de Jubilados y de la Comisión Interna del Sindicato que
agrupaba a los trabajadores de la institución. Los mismos controlaban la calidad de
1. La Revista Argentina de Psicología: un espacio de producción y
las prestaciones y la distribución del presupuesto. Esta situación cambió drástica-
de polémicas
mente en junio de 1975, cuando asumió José López Rega como Ministro de Bienes-
tar Social. Un grupo de la 'Triple A" intervino con armas la Comisión Interna ge-
nerando un clima de terror en la institución. Pocos meses después, el gobierno de El proyecto de la APBA de una Revista Argentina de Psicología-
Isabel Perón dejó cesantes a cientos de trabajadores, en su mayoría aquellos que te- (RAP) salió a la luz en septiembre de 1969. Sin embargo, era una ta-
nían actividad gremial y política, aplicando la ley de prescindibilidad. Es a partir de rea que venía gestándose desde hacía un tiempo y se enmarcaba en
esa época que comenzó la decadencia y la corrupción del PAMI. el avance de la legitimación científica y profesional de los psicólogos.
158 Strejilevich, Mario, "Los viejos no quieren ser segregados", en diario La Opi- Esta publicación abarcaba e intentaba difundir la presencia de la ma-
nión, Bs. As., 1976. yor parte de los campos de acción. Los psicólogos estaban ganando
un lugar en la sociedad y esta publicación fue el paso siguiente para
su consolidación, lo que también implicaba ofertas de varias editoria-
les para publicarla sin gastos para la APBA y abaratar así el precio de
venta. La propuesta elegida fue la de la Editorial Galerna.1 Esta revis-
ta, hecha enteramente por psicólogos, tuvo que abordar los territo-
rios por los que pugnaba ingresar.2 Lugares que ya le pertenecían de
hecho, pero aún no de derecho por el imperio de la Ley 17.132. Pa-
ra ello el eje fue polemizar con los dueños de la escena: los psiquia-
tras y los psicoanalistas de la APA
Ese fue el motivo por el que Ricardo Malfé, su director, presenta-
ra ese primer número con un editorial dejando en claro sus objeti-
vos en función de la validación profesional. Por un lado, la no homo-
geneidad de los psicólogos, ya que afirmaba que la "revista reflejará
las contradicciones del grupo profesional que la publica". Y su apo-
yo a las polémicas, ya que "creemos que con ello se beneficiarán el
lector activo, el conjunto de los psicólogos y la revista misma, que
desde su primer número será puesta en interna tensión vital por la
polémica." Y continuaba afirmando que "obviaremos, por inútiles,
los habituales augurios y autojustificaciones, para hacer de entrada
una advertencia: esta revista reflejará las contradicciones del grupo
profesional que la publica. No se buscó suprimirlas en procura de

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