SIETE HÁBITOS DE LOS BUENOS PADRES Y DE LOS PADRES BRILLANTES

1. LOS BUENOS PADRES DAN REGALOS MIENTRAS QUE LOS PADRES BRILLANTES DAN
TODO SU SER:
Los buenos padres se esfuerzan mucho en el trabajo, y les dan todos los recursos materiales
a sus hijos satisfaciendo las necesidades de sus hijos. Mientras que un padre brillante, les
brinda su tiempo, experiencia, paciencia, y cuando tienen los medios les dan regalos a sus
hijos, pero no los orienta a ser materialistas.

Construir una imagen excelente establece la riqueza de la relación que usted tendrá con sus
hijos; esto quiere decir que los padres deben ser coherentes en lo que dicen y lo que hacen.
Decir cosas grandiosas y reaccionar o actuar de manera adecuada: Ser cariñosos,
imparciales, tolerantes, etc.

2. LOS BUENOS PADRES ALIMENTAN EL CUERPO, MIENTRAS QUE LOS PADRES BRILLANTES
ALIMENTAN LA PERSONALIDAD
Los buenos padres cuida de la alimentación física de sus hijos y los estimulan para llevar una
dieta saludable, mientras que los padres brillantes se preocupan por su personalidad, en la
nutrición psíquica enriqueciendo las emociones e inteligencia.

ALIMENTE LA INTELIGENCIA
Los buenos padres enseñan a sus hijos como cepillarse, los padres brillantes enseñan
higiene psíquica., sacasndo los pensamintos negativos, caprichos, reacciones impulsivas,
miedo, etc. Edúcalos como si fueran lideres, pero aceptando cosa que no se pueden resolver
que hay limitaciones.

EL PESIMISMO ES UN CÁNCER DEL ALMA

Si como padre transmite sueños, y entusiasmo a sus hijos será brillante pero si transmite
preocupaciones excesivas, quejas malhumor, temor a la vida y futuro.. estará modificando
la inteLigencia y emociones de su hijo. Se dice que el optimismo se vence afrontando los
problemas… los padres brillantes forman érsonas con limitaciones pero que sepan sus
fortalezas
3. LOS BUENOS PADRES CORRIGEN LOS ERRORES, MIENTRAS QUE LOS PADRES BRILLANTES
ENSEÑAN A PENSAR
Los buenos padres corrigen las fallas, los padres brillantes enseñan a sus hijos a paensar

NO ES UN MANUAL DE REGLAS
Decir haz esto y no aquello, sin explicar causas, sin estimular el arte de pensar produce
jovenes robots

LA GENERACION DE LA HAMBURGUESA EMOCIONAL

Los jóvenes odian la paciencia, no saben contemplar los pequeños detalles de la vida, todo
los aburre, son intolerantes a las criticas de sus padres y rara vez prestan atención.

4. LOS BUENOS PADRES

PREPARAN A SUS HIJOS PARA
EL APLAUSO, MIENTRAS QUE
LOS PADRES BRILLANTES LOS
PREPARAN PARA EL
FRACASO
Estimular a los hijos a tener metas, éxito y ayudar a no tener miedo a sus derrotas,
aceptando con humildad sus errores.

LA VIDA ES UN CONTRATO DE RIESGO

Los jóvenes necesitan vivir este contrato, apreciando los retos y saliendo de ellos.

DESCUBRIR LA GRANDEZA DE LAS COSAS ANÓNIMAS

Guiar a los hijos para que encuentren grandes razones para ser felices con las pequeñas
cosas, se debe enseñar a los jóvenes a apreciar los momentos simples.
5. LOS BUENOS PADRES
HABLAN, MIENTRAS QUE
LOS PADRES BRILLANTES
DIALOGAN COMO AMIGOS
Dialogar es expresar el mundo que somos, compartir secretos, de lo que está oculto en el
corazón y desarrollar la inteligencia interpersonal. Mientras que hablar es expresar el
mundo que nos rodea.

LA PERLA DEL CORAZÓN

Abrazarse, besarse y hablar espontáneamente con los hijos cultiva el afecto, y rompe los
lazos de la soledad. En una sociedad en la que los padres e hijos no son amigos, la
depresión y los trastornos emocionales, encuentran un cultivo ideal.

6. LOS BUENOS PADRES

DAN INFORMACIÓN, MIENTRAS QUE LOS PADRES BRILLANTES CUENTAN HISTORIAS
Los buenos padres dan información, los padres brillantes cuentan historias y son personas
creativas. Utilizando sus errores como ejemplos.

7. LOS BUENOS PADRES DAN OPORTUNIDADES, MIENTRAS QUE LOS PADRES BRILLANTES
NUNCA SE RINDEN
Los buenos padres toleran algunos errores de sus hijos, los padres brillantes nunca se
rinden para combatirlos, son sembradores de ideas y no son dominantes con sus hijos

NADIE SE GRADUA EN LA TAREA DE EDUCAR

Los padres solían ser autoridades ahora lo son los hijos, no deben aceptar ser chantajeados,
deben ser claros imponiendo los limites.
Los padres deben de aprender a no tener miedo de decir “no” a sus hijos. Si ellos no
escuchan un “no” de sus padres no estarán listos para escuchar un “no” de la vida.