Está en la página 1de 1

 « ¡Eh, Kizuki!», pensé. «A diferencia de ti, he decidido vivir como es debido.


debiste de sufrir, pero yo también sufro. De veras. Todo lo que está ocurriendo
procede de tu muerte: abandonaste a Naoko a su suerte. Yo, en cambio, jamás
podré hacerlo, porque la quiero y soy más fuerte que ella. Y aún seré más fuerte.
Maduraré. Me convertiré en un adulto. Debo hacerlo. Hasta ahora había deseado
permanecer eternamente en los diecisiete o dieciocho años. Pero ya no lo
pretendo. Ya no soy un adolescente. Tengo sentido de la responsabilidad. Kizuki,
ya no soy el que estaba contigo. He cumplido veinte años. Y debo pagar un precio
por seguir viviendo.»

Título: Tokio blues, Autor: Haruki Murakami, Año: 1987 (2013).

 «Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico, con una burbuja de
ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad siempre
encendida en su sutil espinazo para reconocer de inmediato, por signos inefables
al pequeño demonio mortífero entre el común de las niñas; y allí está, no
reconocida e ignorante de su fantástico poder.»

Título: Lolita, Autor: Vladimir Nabokov, Año: 1955

 «Vronsky la contemplaba como a una flor que, cortada por él mismo, se le hubiese
marchitado entre las manos, y en la cual apenas se pudiese reconocer la belleza
que incitara a cortarla. Y, no obstante, experimentaba la sensación de que aquel
amor que antes, cuando estaba en toda su fuerza, hubiese podido arrancar de su
alma, de habérselo propuesto firmemente, ahora le sería imposible arrancarlo. No;
ahora no podía separarse de ella.»

Título: Ana Karenina, Autor: León Tolstói, Año: 1877

 «Por eso, cada vez que Úrsula se salía de casillas con las locuras de su marido,
saltaba por encima de trescientos años de casualidades y maldecía la hora en que
Francis Drake asaltó a Riohacha. Era un simple recurso de desahogo, porque en
verdad estaban ligados hasta la muerte por un vínculo más sólido que el amor: un
común remordimiento de conciencia. Eran primos entre sí.»

Título: Cien años de soledad, Autor: Gabriel García Márquez, Año: 1967

 «Un aroma de ángel, tan indescriptiblemente bueno y pletórico de vigor que quien
lo oliera quedaría hechizado y no tendría más remedio que amar a la persona que
lo llevara, o sea, amarle a él.»

Título: El perfume, Autor: Patrick Süskind

También podría gustarte