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La habilitación del abogado

Al respecto el Consejo Ejecutivo del Poder Judicial (en adelante CEPJ), ha


dictado tres resoluciones administrativas:

2.1. La Resolución Administrativa 299-2009-CE-PJ de fecha 9 de setiembre


de 2009

Exhorta a los jueces del país, a requerir a los señores abogados que ejercen el
patrocinio ante el Poder Judicial, la presentación de la constancia de
habilitación expedida por el Colegio de Abogados en el cual están registrados.

2.2. La Resolución Administrativa 256-2011-CE-PJ de fecha 19 de octubre


de 2011

En su artículo primero, modifica lo previsto en la Resolución Administrativa N°


299-2009-CE-PJ, de fecha 9 de setiembre de 2009, estableciendo que, sin
perjuicio de los requerimientos de identificación profesional que las normas
procesales establecen como requisitos para presentar las demandas judiciales,
y sin la necesidad de exigir la presentación de las constancias o papeletas de
habilitación profesional a los abogados y abogadas que intervengan en cada
proceso; los órganos jurisdiccionales deberán verificar la habilitación de los
abogados patrocinantes a través de las páginas web de los respectivos
colegios de abogados y, de ser ello necesario, cursar oficio con similares
propósitos.

Teniendo en cuenta que las papeletas de habilitación profesional de los


abogados eran y son una fuente de ingresos para los colegios de abogados
(significativa o no), estos hicieron llegar su voz de protesta al CEPJ.

3. El Decreto Legislativo 1246

En virtud de dicha norma, se aprobaron diversas normas de simplificación


administrativa. El artículo 5 prescribe:

“Artículo 5.- Prohibición de la exigencia de documentación

5.1 Las entidades de la Administración Pública están prohibidas de exigir a los


administrados o usuarios, en el marco de un procedimiento o trámite
administrativo, los siguientes documentos:

f) Certificados o constancias de habilitación profesional o similares expedidos


por los Colegios Profesionales, cuando dicha calidad pueda ser verificadas a
través del respectivo portal institucional.
5.2. Lo dispuesto en los literales e), f) y g) del numeral anterior no es aplicable
a aquellas entidades de la Administración Pública ubicadas en zonas que no
cuenten con cobertura de acceso a internet.

Si bien es cierto que conforme a la Ley 27444 y sus modificatorias, el Poder


Judicial forma parte de la administración pública, debemos tener muy claro que
las normas del Decreto Legislativo 1246 solo son aplicables a los
procedimientos administrativos, mas no a los procesos judiciales.

En cuanto a las consultas de habilidad, solo las páginas web de los colegios de
abogados de Lima y Lima Norte permiten consultar la habilidad de los
abogados. En cuanto al Colegio de Abogados de Lima Sur, este no tiene
sistema de consultas.

En tal sentido, a mi modo de ver, los bienintencionados actos y resoluciones


administrativas de inferior jerarquía a las resoluciones del CEPJ, dictadas en
diversas cortes del interior del país; en los hechos han dejado sin efecto la
exigencia a los abogados la presentación de la constancia de habilitación
emitida por el Colegio de Abogados en el que están registrados. Por ello, estos
son inconstitucionales, al contravenir el principio de jerarquía normativa
previsto en el artículo 74 de la Constitución.

Soy consciente de que los colegios de abogados ofrecerán resistencia, pues


las papeletas de habilitación profesional del abogado constituyen uno de sus
ingresos, cabe resaltar. Personalmente, considero que la exigencia de su
presentación es un sobrecosto innecesario que entorpece el ejercicio del
derecho de acceso a la justicia de los demandantes, por lo que consideramos
conveniente que el CEPJ derogue expresamente las resoluciones
Administrativas N° 299-2009-CE-PJ y 025-2012-CE-PJ. En ese sentido,
también debe realizar coordinaciones con todos los Colegios de Abogados del
Perú, para que cuenten con páginas web en la que se pueda consultar la
habilidad de los señores abogados.

Estoy seguro de que los jueces y auxiliares jurisdiccionales, los litigantes y


abogados de buena fe, se lo vamos a agradecer.
. Honorarios

El tema a tratar en este ensayo es “LOS HONORARIOS PROFESIONALES”


los cuales están registrados en la tabla de honorarios del Colegio de Abogados
de Lima, que rige el monto de cobro que deben de realizar los abogados. Como
es cierto, en el desarrollo del tema que sigue, la demanda y la oferta de los
abogados se rige en base al prestigio, experiencia y los casos ganados por
parte del abogado. Es por eso que los honorarios que se le dan a los abogados
todos no son iguales a unos les pagan más a otros menos hasta por el mismo
caso en las mismas circunstancias.

Los honorarios profesionales, se basa en muchos aspectos, la especialización,


prestigio que se tiene del profesional ante el tema en consulta y la
responsabilidad. en el caso de los abogados sería un punto importante pues a
mas responsabilidad del abogado se mide el interés de sacar adelante el caso
y así un mayor reconocimiento por la parte contratante.

LOS HONORARIOS PROFESIONALES

Los honorarios de un abogado se rigen por una tarifa prefijada. Hay una libre
oferta y demanda. Pero se dan casos extremos. Por ejemplo por un mismo
caso, un abogado de prestigio puede cobrar mil dólares, pero otro, sin trabajo,
puede realizarlos por solo cien dólares. la contratación de un abogado se hace
en base a la confianza, cada profesional cobra lo que considera, vale su
trabajo. Si alguien le parece demasiado caro puede acudir donde otro
profesional que cobre más cómodo, hay muchísimos profesionales del derecho
tan solo en lima, el Colegio de Abogados tiene registrado cerca de 25 mil como
toda profesión los hay excelentes, buenos, muy buenos, regulares, malos , muy
malos y pésimos. Tratándose de casos simples, caso de un divorcio sin bienes
que repartir, por ejemplo , la pareja de cónyuges puede elegir a un abogado
común que cobre un previo moderado, pero si el divorcio tiene como autores a
un prospero industrial , dueño de numerosas empresas, casas, autos, yates,
acciones, etc. y de otra parte a una dama que debe cuidar de no quedar en el
desamparada sin duda que ambos cónyuges requieran de los mejores
abogados, capaces de obtener las condiciones más ventajosas para cada uno
probablemente cada abogado de este proceso cobrara sumas muy
significativas. Los honorarios se pactan libremente quien requiere los servicios
de un abogado debe conocer desde el principio a cuánto ascienden los
honorarios.

Hay abogados que acostumbran a quedarse con los documentos que les
llevan, no fijan honorarios, dicen que eso ya se verá luego y finalmente, cuando
ya empezaron el tramite, cobran más caro de lo que el cliente hubiese estado
dispuesto a pagar. Ningún honorario debería ser pagado desde el principio en
su totalidad. Tampoco en el cincuenta por ciento un veinticinco por ciento, en
cambio es aceptable. Un juicio por lo general dura más tiempo del que se cree
inicialmente. Si el abogado recibe una fuerte suma al principio, con el paso del
tiempo pierde interés en el caso, en la medida que ya no le signifique ganancia.
En cambio, si cobra según como avance el juicio se esmerara en seguir el caso
claro está, el cliente debe emplear su criterio. Porque tampoco va a escatimar
el pago al profesional. Si así lo hace, el abogado perderá interés en servirlo.
Los abogados acostumbrar a cobrar por adelantado los gastos iniciales. Es
lógico: ellos no van a pagar de su bolsillo los gastos que demanden el inicio de
un proceso.

BIBLIOGRAFIA:

• D´ BROT DE CASTAÑEDA, Carmela: El Abogado De La Familia. , Editorial


Lectus. Lima- Perú 2010

Falta a la firma en los recursos.

El artículo 131 del código procesal civil establece que los escritos serán
firmados, debajo de la fecha, por la parte, tercero legitimado o Abogado que lo
presenta. Si la parte o tercero legitimado no sabe firmar, pondrá su huella
digital, la que será certificada por el Auxiliar jurisdiccional respectivo.

El Artículo 132. del código procesal civil señala que el escrito debe estar
autorizado por Abogado colegiado con indicación clara de su nombre y número
de registro. De lo contrario no se le concederá trámite.
CASO AURELIO PASTOR VALDIVIESO

I. HECHOS RELEVANTES El 25 de noviembre del año 2012 el noticiero


“Cuarto Poder” presentó un informe periodístico en el cual denunciaban
públicamente la posible comisión, por parte del ex congresista Aurelio Pastor
Valdivieso, de delitos contra la administración pública. En dicho informe
periodístico, la alcaldesa de Tocache, Corina De la Cruz Yupanqui, denunció
que, en el contexto en el que afrontaba un proceso de vacancia, Aurelio Pastor
Valdivieso le solicitó la suma de S/. 50,000.00 soles a cambio de ayudarla en
su proceso de vacancia utilizando las influencias que él tenía en la Corte
Suprema y en el Jurado Nacional de Elecciones (JNE). Es importante señalar
que la denunciante Corina De la Cruz Yupanqui era parte de un proceso ante la
Corte Suprema con la finalidad de regresar a su cargo de alcaldesa de
Tocache, del cual había sido suspendida por haber sido condenada por la
comisión del delito de difamación.

En el marco de estos hechos, la alcaldesa de Tocache buscó a Aurelio Pastor


para que al asesorara legalmente. Se reunieron en dos oportunidades en el
consultorio jurídico de San Isidro de Aurelio Pastor. Para los fines de su
denuncia, la alcaldesa presentó unos audios en los cuales se escuchan
conversaciones entre Aurelio Pastor y De la Cruz Yupanqui, en las cuales
Pastor le dice expresamente que tienen amigos en el JNE, como por ejemplo,
José Pereira Rivarola (Fiscal Supremo y Miembro Titular del JNE). Asimismo,
le afirma a De la Cruz Yupanqui que las cosas en el Jurado Nacional de
Elecciones se consiguen no con plata sino con amigos. Por otro lado, la Corina
De la Cruz también denunció que el abogado Aurelio Pastor, por medio de la
intervención de terceros, también estuvo interesado en beneficiarse
económicamente de una licitación millonaria realizado por la Municipalidad
Provincial de Tocache. Según el testimonio de De la Cruz, luego de que ella
fuera suspendida del cargo, se designó como Gerente de Logística de la
Municipalidad Provincial de Tocache a Raúl Pérez Pérez. Este sujeto sería
“compadre” de Aurelio Pastor y habría estado a cargo de todas las
adquisiciones y compras de la Municipalidad. Asimismo, Pérez Pérez era
miembro del Comité de Selección y, en virtud de dicho cargo, habría estado
encargado de la licitación de la obra de ampliación y mejoramiento del sistema
de agua potable y alcantarillado de Tocache, valorizada en S/. 40´000,000.00
soles.

De esta manera, aprovechando que la alcaldesa se encontraba suspendida,


Aurelio Pastor junto con funcionarios y servidores públicos de la Municipalidad
de Tocache y representantes de la empresa Constructora MPM, habrían
pretendido dirigir las bases de la licitación mencionada a favor de esta
empresa. Estas afirmaciones se encontrarían fundadas en dos correos
electrónicos que la denunciante presentó impresos. Un correo electrónico fue
enviado por Ricardo Pau Leiva (encargado del Área de Costos y Licitaciones
de la Constructora MPM) a Aurelio Pastor, por medio del cual aquel le envía a
éste las bases de la obra para que Pastor las revise. El segundo correo habría
sido enviado por Raúl Pérez Pérez a Aurelio Pastor, en el cual aquel le envía a
este el pronunciamiento del OSCE sobre el proceso de selección en cuestión.
Aurelio Pastor, alegó que dichos correos configuraban una consulta jurídica
que Pérez Pérez le había hecho. Es importante señalar que la alcaldesa de
Tocache paralizó finalmente la licitación, despidió a todos los trabajadores
involucrados y denunció a Aurelio Pastor Valdivieso, por lo que pidió garantías
personales al Ministerio del Interior para proteger su vida y la de su familia. II.

DILIGENCIAS PRELIMINARES

El 26 de noviembre del año 2012, la Primera Fiscalía Corporativa Provincial


Especializada en delitos de corrupción de funcionarios emitió la disposición de
apertura de la investigación preliminar en contra de Aurelio Pastor Valdiviezo y
las demás personas que resulten responsables. Ello ya que los hechos
narrados en el informe periodístico del programa televisivo “Cuarto Poder”
podrían constituir delitos contra la administración pública, en sus modalidades
de tráfico de influencias y colusión ilegal. El Procurador Público Especializado
en Delitos de Corrupción, Julio Arbizu González, solicitó mediante escrito de
fecha 27 de noviembre de 2012, la ampliación de las diligencias preliminares.
Asimismo, el 27 de diciembre del 2012, la Procuraduría Anticorrupción presentó
nueva información y solicitó diligencias preliminares adicionales. La nueva
información presentada consiste en la transcripción de audios que la alcaldesa
presentó a la Procuraduría, los cuales contienen otra conversación entre ella y
Aurelio Pastor. En esta conversación transcrita, Pastor le habría dicho a la
alcaldesa expresamente que aquél conversó con el Presidente del JNE y le
pidió que demore todo lo posible el caso de la alcaldesa para poder ganar
tiempo en la Corte Suprema. Del mismo modo, en esta nueva conversación
presentada, Aurelio Pastor le dice a Corina de la Cruz que en el Jurado
Nacional de Elecciones las cosas no se consiguen con plata sino que todo se
consigue por medio de amigos.

La nueva información presentada lleva a la Procuraduría a considerar que


existen elementos de convicción que respalden la teoría de que Aurelio Pastor
habría cometido el delito de tráfico de influencias. Asimismo, consideran que
Pastor ha manifestado un interés sospechoso en la obra de licitación
anteriormente mencionada, lo cual llevaría a pensar que aquel se encontraría
involucrado también en la comisión del delito de colusión desleal. Finalmente,
el 02 de enero del presente año 2013, el Procurador Julio Arbizu solicitó ante la
Primera Fiscalía Provincial Corporativa Especializada en delitos de corrupción
de funcionarios el levantamiento del secreto bancario y de la reserva tributaria
del investigado Aurelio Pastor.

III. CALIFICACIÓN JURÍDICA DE LOS HECHOS La denuncia realizada por


medio del informe periodístico y los escritos presentados por la Procuraduría
Anticorrupción versaban sobre la posible comisión tanto del delito de tráfico de
influencias (art. 400° CP) como del delito de colusión desleal (art. 384° CP), por
parte del ex congresista Aurelio Pastor Valdivieso. Sin embargo, la Primera
Fiscalía Corporativa Provincial Especializada en delitos de Corrupción de
Funcionarios decidió disponer la apertura de la investigación preliminar en
contra de Aurelio Pastor Valdivieso sólo por la supuesta comisión del de cargo
de alcaldesa de Tocache, gracias a las influencias que Pastor tenía tanto en el
JNE como en la Corte Suprema de Justicia.

IV. AURELIO PASTOR NO RESPONDERÍA COMO FUNCIONARIO PÚBLICO


Es importante resaltar que el abogado Aurelio Pastor no respondería, por el
delito de tráfico de influencias, como funcionario público. Esto ya que al
momento de la supuesta comisión de los hechos, Pastor Valdivieso ya no
ocupaba un cargo público. Así, Pastor Valdivieso ocupó el cargo de congresista
por el partido aprista durante los períodos 2001-2006 y también 2006-2011.
Asimismo, fue Ministro de Justicia entre los años 2009 y 2010. No obstante,
como ya se ha indicado en el primer acápite de esta crónica, los hechos
delictivos se habrían dado a partir de agosto de 2012, cuando Pastor ya no era
funcionario público. Esta circunstancia no afectaría la calificación jurídica del
hecho ya que el delito de tráfico de influencias es un delito común, es decir,
permite que sea cometido por cualquier persona ya que su redacción señala lo
siguiente: “El que, invocando o teniendo influencias reales o simuladas, recibe,
hace dar o prometer para sí o para un tercero, ventaja (…)”.

El tipo penal además, prevé la posibilidad de que este delito sea cometido
también por un funcionario o servidor público, para lo cual prevé un rango de
pena mayor. En el presente caso entonces, a Aurelio Pastor se le imputaría la
comisión del delito de tráfico de influencias, en su tipo básico (contenido en el
primer párrafo del artículo 400° CP). Por lo tanto, de ser condenado por este
delito, Pastor recibiría una pena no menor de cuatro ni mayor de seis años.

No obstante, en su momento, el juez podría imponerle una pena aumentada en


un tercio por encima del máximo legal si se tomara en consideración que
Pastor invocó influencias alegando su relación de amistad con funcionarios
públicos que, en algunos casos había conocido y empezado esa relación
amical cuando Pastor ocupaba el cargo de congresista. Lo dicho se daría en
virtud de lo dispuesto en el artículo 46° -A CP que señala lo siguiente:
“Constituye circunstancia agravante de la responsabilidad penal si el sujeto
activo se aprovecha de su condición de miembro de las Fuerzas Armadas,
Policía Nacional o autoridad, funcionario o servidor público, para cometer un
hecho punible o utiliza para ello armas proporcionadas por el Estado o cuyo
uso le sea autorizado por su condición de funcionario público. En estos casos
el Juez podrá aumentar la pena hasta en un tercio por encima del máximo legal
fijado para el delito cometido, no pudiendo ésta exceder de treinta y cinco años
de pena privativa de libertad. La misma pena se aplicará al agente que haya
desempeñado los cargos señalados en el primer párrafo y aprovecha los
conocimientos adquiridos en el ejercicio de su función para cometer el hecho
punible. (…)” En otras palabras, se podría entender que Aurelio Pastor habría
cometido el delito de tráfico utilizando sus conocimientos adquiridos durante el
ejercicio de su función pública en tanto aprovechó que conoció a Hugo Sivina,
por ejemplo, cuando Pastor era aún congresista.

V. SOBRE EL DELITO DE TRÁFICO DE INFLUENCIAS

Como ya se mencionó, la Fiscalía ha dispuesto la apertura de la investigación


preliminar en contra de Aurelio Pastor por la presunta comisión del delito de
tráfico de influencias. Este delito se encuentra contemplado en el artículo 400°
CP de la siguiente manera: “El que, invocando o teniendo influencias reales o
simuladas, recibe, hace dar o prometer para sí o para un tercero, donativo o
promesa o cualquier otra ventaja o beneficio con el ofrecimiento de interceder
ante un funcionario o servidor público que ha de conocer, esté conociendo o
haya conocido un caso judicial o administrativo, será reprimido con pena
privativa de libertad no menor de cuatro ni mayor de seis años. Si el agente es
un funcionario o servidor público, será reprimido con pena privativa de libertad
no menor de cuatro ni mayor de ocho años e inhabilitación conforme a los
incisos 1 y 2 del artículo 36 del Código Penal.” El delito de tráfico de influencias
se consuma cuando el agente recibe, hace dar o prometer para sí o para otra
persona un donativo, promesa u otra ventaja. Pero es imprescindible que el
sujeto activo realice dichas conductas invocando sus influencias, no importa si
éstas son reales o simuladas. Es decir, “recibir un donativo o ventaja, hacer dar
donativo o ventaja por sí solos y en términos generales no son suficientes para
configurar tráfico de influencias. Deberán dichos medios corruptores situarse en
el contexto de la conducta típica precedente de “invocar influencias” como
punto de partida y bajo la orientación prometida del ofrecimiento de intercesión
ante los funcionarios o servidores públicos específicamente consignados en la
norma penal” 1 . Sobre la base de lo anterior, consideramos que es correcta la
decisión de la fiscalía de abrir investigación preliminar en contra de Pastor
Valdivieso por la supuesta comisión del delito de tráfico de influencias en su
tipo básico. Y es que el ex congresista Pastor sí habría cometido dicho delito si
se comprueba que es cierto lo denunciado por la alcaldesa Corina De la Cruz
respecto a que Pastor le pidió la suma de S/.50,000.00 soles a cambio de
utilizar sus las influencias que él supuestamente tenía en el JNE y en la Corte
Suprema. L
a tesis sobre la supuesta comisión de este delito se vería justificada en la
conversación grabada por la alcaldesa y en la que se puede escuchar lo
siguiente: “(…) Corina De la Cruz: Que el dinero que… de los cincuenta mil que
me habías pedido es bien difícil de conseguirlo. Aurelio Pastor: Me imagino…
Corina vamos a hacer una cosa, escúchame, yo te voy a ayudar. Ya. Vamos a
dejar ese tema de los honorarios pendiente. Yo ya te puse el número, me lo
pagas cuando regreses a la alcaldía, en la medida en que regreses a la
alcaldía. Corina De la Cruz: Ya 1 ROJAS VARGAS, Fidel. Delitos contra la
Administración Pública. Lima: Grijley, 2007, p. 787-788. Aurelio Pastor: Lo
dejamos ahí pendiente, me lo debes… Corina De la Cruz: Si es así que tu me
esperas… (…) Aurelio Pastor: Mira quién me ha llamado hace un rato: José
Pereira, que es miembro del Jurado. Me ha llamado, mira, mira la llamada
entrante a las 8 y cincuenta y tres, hoy día. Yo los conozco son mis amigos
¿ya? Entonces, este, además, yo enseño en la escuela de ellos, ellos tienen
una escuela electoral, enseño, me invitan, siempre estamos en contacto. Voy a
ir a ver a Pereira dentro de un rato. Tengo reunión con él, me ha pedido que a
las doce y media, que lo llame para ir donde… (…) Aurelio Pastor: Yo no llego
al Jurado con temas de que hay que darle, no, no, no… A mí me escuchan
porque soy amigo, porque soy conocido y porque confían en mí. Me escuchan,
me reciben, converso con ellos. (…)”

2 En otro audio, que la alcaldesa De la Cruz presentó a la Procuraduría


Anticorrupción, se puede escuchar lo siguiente: “(…) Aurelio Pastor: El
presidente del Jurado es amigo mío, muy amigo, y su personal de confianza es
más amigo todavía. Cualquiera que te diga con la plata lo arreglo, te miente, te
saca plata y no lo arregla. No se puede. Ni él ni Ayvar ni Pereira son gente
correcta, aunque algunos dicen por ahí que Velarde es medio..., pero uno de
cuatro no hace nada. Te digo con franqueza… espérame un segundo. (…)
Aurelio Pastor: Pero te voy a contar. No hay fecha límite, pero te voy a contar
una cosa, cualquier cosa que se consiga en el Jurado no se consigue por plata,
se consigue por amistad ¿correcto? (…)”

3 Como se puede apreciar de la transcripción de los audios citados, Aurelio


Pastor no habría dicho expresamente “págame cincuenta mil soles a cambio de
que yo utilice mis influencias en el JNE y en la Corte Suprema”. No obstante,
para la comisión del delito de tráfico de influencias, no se requiere que la
invocación sea de manera expresa o explícita. Al respecto, Rojas Vargas
señala lo siguiente: “La naturaleza expresa o explícita de la invocación es una
exigencia que permitirá dotarle de mayor determinación al carácter relevante de
la invocación, pero ello no descarta la posibilidad de que la invocación pueda
formularse también mediante actos sutiles que denoten –a nivel de
representación mental- que el traficante se halla en una posición capaz de
brindarle posibles soluciones a la situación legal del interesado, dadas sus
vinculaciones o relaciones (reales o aparentes) con el funcionario o servidor
público, pese a que tales sutilezas merezcan del Fiscal 2 Transcripción del
audio extraída del escrito presentado por el Procurador Público Anticorrupción
que solicita la ampliación de diligencias preliminares y que fue presentado el 27
de noviembre de 2012.

3 Transcripción del audio extraída del escrito presentado por la Procuraduría


Anticorrupción que remite nueva información y solicita diligencias preliminares
adicionales y que fue presentado el 27 de diciembre de 2012. o Juzgador
mayores niveles de precisión para afirmar su carácter penalmente relevante o
descartarlo.”

4 Pues bien, a pesar de que las conversaciones entre Aurelio Pastor y la


alcaldesa de Tocache son claras respecto a que Pastor le dice a ella que las
cosas en el JNE se consiguen por medio de amigos y no de otra cosa, si la
defensa de Pastor decidiera argumentar que no hay una invocación explícita,
ya hemos dejado en claro que para que este delito se cometa, no es necesario
que la invocación sea expresa, sino que también puede ser sutil o indirecta,
siempre y cuando pueda entenderse la invocación de las influencias de manera
clara. Las influencias pueden consistir en relaciones amicales, familiares, de
trabajo o favores que debidos entre el agente que las invoca y el funcionario o
servidor del que habla la norma penal.

VI. SOBRE EL DELITO DE COLUSIÓN DESLEAL EN EL CASO CONCRETO


Como se mencionó al inicio, la alcaldesa de Tocache denunció en el informe
periodístico que habían indicios de que Aurelio Pastor habría cometido el delito
de colusión desleal tipificado en el artículo 384° CP. Sin embargo,
consideramos que los elementos de prueba existentes no pueden llevar a
concluir que Pastor habría sido el autor de dicho delito en tanto el tipo penal de
colusión exige que el agente se coluda con los interesados aprovechando que,
con motivo de su cargo público, el funcionario se encuentra viendo las
contrataciones u operaciones públicas de que se trate. De este modo, el primer
motivo por el cual Aurelio Pastor no podría ser autor del delito de colusión
desleal es el hecho de que al momento de la supuesta comisión de los hechos,
Pastor no ocupaba ningún cargo público, es decir, no era funcionario público
sino que se desempeñaba como abogado. E

n segundo lugar, así Pastor hubiera seguido siendo congresista en la época en


que los hechos supuestamente ocurrieron, el tipo penal de colusión exige que
el funcionario público que se coluda lo haga interviniendo directa o
indirectamente, por razón de su cargo, en cualquiera de las etapas de las
modalidades de adquisición o contratación pública. Así las cosas, Aurelio
Pastor, por razón de su cargo de congresista, no habría tenido ningún tipo de
motivo por el cual intervenir en la licitación de la Municipalidad de Tocache. Y
por este motivo, al no cumplirse un elemento del tipo penal, Pastor no habría
podido cometer en calidad de autor el delito de colusión. En todo caso, si
Pastor hubiera continuado en el cargo de congresista al momento de los
hechos, el delito por el cual se le podría haber acusado sería el de negociación
incompatible ya que éste no exige que la función pública que ocupa el agente
tenga algún vínculo con las contrataciones públicas de que se trate. Sin
embargo, como ya mencionamos, en los hechos del presente caso, Pastor
Valdivieso no era funcionario público y por ello no podría ser acusado como
autor de ninguno de los dos delitos mencionados. En todo caso, se le podría
haber abierto investigación preliminar por la posible participación de Pastor
como cómplice (extraneus) del delito de colusión por haber supuestamente
intervenido como intermediario buscando direccionar las bases de la licitación a
favor de la empresa Constructora MPM.

VII. SOBRE LA ADMISIBILIDAD DE LOS AUDIOS COMO PRUEBA VÁLIDA


Aurelio Pastor, en su declaración rendida ante la Fiscalía, afirmó que la
grabación y difusión de las conversaciones que tuvo con la alcaldesa de
Tocache se hicieron sin su consentimiento y sin su conocimiento también. Por
este motivo, indicó Pastor, la investigación que se ha iniciado en su contra se
encuentra fundada en una prueba obtenida vulnerando sus derechos
fundamentales como lo es, por ejemplo, su intimidad personal. En otras
palabras, Aurelio Pastor estaría diciendo que el audio constituiría una prueba
ilícita por vulnerar sus derechos fundamentales. Sin embargo, existen dos
teorías de excepciones a la prueba prohibida que negarían lo que Pastor
pretende ir construyendo como argumento de defensa frente a los audios
divulgados. La primera de estas teorías es la Teoría del Riesgo, la cual señala
que para que las grabaciones o audios puedan ser considerados lícitos o
válidos deben confluir las siguientes exigencias :

 Al menos uno de los interlocutores que han intervenido en la conversación


grabada debe tener conocimiento de la grabación.  El contenido utilizable de la
conversación no puede tratar respecto a un tema perteneciente al ámbito
íntimo de las personas que han sido grabadas. Como puede entenderse, en
este caso concreto, Aurelio Pastor no puede alegar que la grabación de las
conversaciones constituye prueba prohibida ya que, si bien él no tenía
conocimiento de que estaba siendo grabado, la alcaldesa Corina De la Cruz sí
tenía conocimiento de la grabación pues ella misma fue quien la grabó. Con
este hecho se cumple el primer requisito planteado por esta teoría.

En segundo lugar, el contenido de las conversaciones no pertenece al ámbito


íntimo o privado de ninguno de los interlocutores ya que ellos hablan en todo
momento de los juicios en los que se encuentra inmersa Corina De la Cruz y
Aurelio Pastor le habla de la supuesta “estrategia” que utilizará para llevar el
caso de aquella y ayudarla como abogado. Una segunda teoría que desbarata
la tesis de Pastor respecto a que la grabación constituiría prueba prohibida es
la correspondiente a la Ponderación de intereses.

Si ponderamos entre el interés constitucional reconocido por el Tribunal


Constitucional que supone la lucha contra la corrupción, frente al derecho a la
privacidad de Aurelio Pastor, entonces primaría el primero sobre el segundo.
Es necesario para estos efectos resaltar lo señalado por nuestro Tribunal
Constitucional con respecto al principio constitucional de proscripción de la
corrupción: “5

La corrupción es en sí misma un fenómeno social que, no puede soslayarse, se


encuentra dentro fuera de la administración del propio Estado, la política
apuntada deberá establecer el nexo entre Estado y sociedad civil, en la medida
que la defensa del “programa” constitucional, exige una actuación integral. 5
SÁNCHEZ CÓRDOVA, Juan Humberto. Excepciones a la prueba prohibida.
En: “La prueba en el proceso penal”.

Precisamente, se debe partir por considerar que el ordenamiento


constitucional, por su naturaleza, exige combatir toda forma de corrupción; en
tal sentido, el constituyente ha establecido mecanismos de control político
parlamentario (artículos 97° y 98° de la Constitución), el control judicial
ordinario (artículo 139° de la Constitución), el control jurídico constitucional
(artículo 200° de la Constitución), el control administrativo, entre otros. 55. El
proceso de lucha contra cualquier forma de corrupción -tanto aquéllas
vinculada al aparato estatal como las que coexisten en el ámbito de la sociedad
civil- obliga a los clásicos poderes del Estado, a los cuales se suma el Tribunal
Constitucional en el cumplimiento del deber de la jurisdicción constitucional
concentrada y difusa, tomar medidas constitucionales concretas a fin de
fortalecer las instituciones democráticas, evitando con ello, un directo
atentando contra el Estado social y democrático de Derecho, así como contra
el desarrollo integral del país.” 6 Sobre la importancia de la lucha de los
Estados contra la corrupción, la Convención Interamericana contra la
Corrupción señala lo siguiente en su Preámbulo: “Los Estados Miembros de la
Organización de los Estados Americanos, Convencidos de que la corrupción
socava la legitimidad de las instituciones públicas, atenta contra la sociedad, el
orden moral y la justicia, así como contra el desarrollo integral de los pueblos;
Considerando que la democracia representativa, condición indispensable para
la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región, por su naturaleza exige
combatir toda forma de corrupción en el ejercicio de las funciones públicas, así
como los actos de corrupción específicamente vinculados con tal ejercicio; (…)
Reconociendo que la corrupción tiene, en algunos casos, trascendencia
internacional, lo cual exige una acción coordinada de los Estados para
combatirla eficazmente; (…)”
Finalmente, es imperativo tomar en consideración que la Convención citada es
parte de nuestro ordenamiento interno por efecto del artículo 55° de nuestra
Constitución. En este orden de ideas, queda claro que la persecución de delitos
de corrupción constituye un principio constitucional y un interés primordial de
nuestro Estado. Es en este sentido que el interés público que supone la
detección y persecución de un caso de corrupción como el que Aurelio Pastor
podría estar protagonizando, prima a todas luces por encima de un derecho
fundamental como lo es el derecho a la intimidad o privacidad. Esto, con mayor
razón si se comprende que lo que Pastor habría hecho en realidad al mantener
las conversaciones grabadas con De la Cruz sería cometer el delito de tráfico
de influencias y no ejercer su derecho a la intimidad.

La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema decidió absolver y liberar al


exministro de Justicia, Aurelio Pastor, quien venía cumpliendo una pena de
prisión efectiva desde mayo de este año por el delito de tráfico de influencias.

El tribunal, presidido por el magistrado Javier Villa Stein, determinó por


unanimidad que el sentenciado no había cometido el ilícito cuando prestó sus
servicios como abogado a la exalcaldesa de Tocache Corina de la Cruz. De
esta manera, los jueces supremos libraron a Pastor de una condena de cuatro
años de prisión y del pago de una reparación civil por S/. 100 mil a favor del
Estado.

La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema determinó que Aurelio


Pastor no cometió el delito de tráfico de influencias, por lo que anuló la
condena en su contra y lo absolvió. Llegó a dicha conclusión luego de
establecer que el comportamiento del ex ministro de Justicia no cumplía con los
elementos que conforman este ilícito penal, sino que era una forma de ejecutar
el derecho de defensa a través de la gestión de intereses.

Asimismo, la Corte Suprema sostuvo que Pastor, en su condición de abogado,


realizó actos de gestión válidos ante el Fiscal de la Nación, Pablo Sánchez
Velarde, a fin de defender los intereses de Corina De la Cruz Yupanqui, quien
en ese entonces atravesaba un pedido de vacancia del cargo de alcaldesa de
Tocache y su suerte dependía de que se acepte el pedido de nulidad que había
presentado contra la sentencia que la condenó por difamación. Esto llevó a que
luego de emitido el pronunciamiento supremo, Aurelio Pastor infiriera que
contribuyó activamente en la obtención del resultado, lo que –en opinión de la
Sala Suprema– resulta razonable por tratarse de un acto de ejercicio de la
acción penal privada que, en sede de Fiscalía Suprema, son menos prioritarios
que los de acción pública.
Con ello, la Corte Suprema también pudo establecer lo siguiente: que tanto la
gestión de intereses como la asesoría son conductas que se encuentran dentro
de los servicios que se pueden ofrecer en el ejercicio de la abogacía, pues
estos no implican por sí mismos una voluntad de realizar ofrecimientos ilícitos
ni de corromper a los funcionarios, menos aún de obtener un resultado o
beneficio ilegal.

La validez de la gestión de intereses

Si bien podría interpretarse ambiguamente el hecho que Aurelio Pastor


ofreciera, como parte de sus servicios profesionales, que la suspensión de
Corina De la Cruz fuera notificada en un determinado tiempo, ello no implicaba
el quebrantamiento del plazo legal, señala la Corte en la la Casación N° 374-
2015-LIMA. Además, precisamente era esto lo que la exalcaldesa le solicitaba
a fin de que primero se resuelva definitivamente el proceso penal y luego el
proceso administrativo. Por lo tanto, no podía configurar un acto de tráfico de
influencias porque se enmarcaba dentro de un acto de gestión de intereses.

Sobre este último aspecto, la Sala Suprema señaló que, si bien la Ley N°
28024 regula una serie de requisitos que debe cumplir un gestor de intereses
en el ámbito de la Administración Pública, estos no son exigibles al abogado
cuando se trate de actuaciones realizadas ante los órganos del Poder Judicial,
organismos constitucionalmente autónomos o tribunales.

La conducta fue propuesta por Corina De la Cruz

Un último aspecto que tomó en consideración la Corte Suprema fue la


conducta de Corina De la Cruz y cómo influyó en el comportamiento de Aurelio
Pastor. En tal sentido, la Sala Penal Permanente estableció que la exalcaldesa
de Tocache realizó un acto preparado que tenía por intención que Pastor
realizara un ofrecimiento ilícito a los funcionarios públicos que evaluaban sus
casos.

Sobre el particular, la Sala Suprema estableció que si bien ello no constituye


una prueba provocada, sí evidenciaba una conducta delictiva que Corina de la
Cruz le proponía a Aurelio Pastor, quien -no obstante, al rechazarla- manifestó
que los funcionarios eran gente correcta y que no era cuestión de dinero.

Finalmente, la Suprema concluyó que el acto de Aurelio Pastor no fue alevoso,


lo que le valdría una valoración negativa, sino que intentaron inducirlo incluso a
una conducta más grave que no aceptó, lo que permitió establecer que realizó
un actuar conforme a los cánones de la profesión.

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