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ECUADOR EL ESTADO FUERTE Y EL ESTADO DE SALUD

Rafael Correa fue un ícono más el economía ecuatoriana. La percepción es esa, quizás en los
comienzos había justificación, pero la realidad de hoy es distinta.

Veamos el sistema salud Nacional como ejemplo. Según evidencias en un reciente informe del
centro de derechos económicos y sociales (CDES), dice que si bien el sistema de salud es
ostensiblemente público, el sector privado tiene cierto protagonismo y recibiendo una renta cada
vez mayor.

Un hecho es que desde el 2007 el estado incrementó en salud a través del (MSP), e indirectamente
a través del (IESS). Fue un fuerte incremento de 2248 millones en el 2000 a 6760 millones en el
2013.

Otra ambivalencia es que mientras el MSP construía nuevos hospitales, el IESS redujo el número
de sus centros de atención e incrementó en un 1000% sus contratos con clínicas y hospitales
privados. Puede que haya una concentración de pacientes en los nuevos hospitales más grandes,
pero sea lo que sea la explicación, el resultado es lo mismo: La desaparición de unidades médicas
cuándo todavía es indispensable desconcentrar la cobertura sobre todo en zonas rurales. Un dato
interesante: según el informe "generando procesos de desarrollo desigual" el 91% del personal de
los establecimientos de salud trabaja en áreas urbanas.

Preocupa que el crecimiento del gasto público en salud desde el 2007 hasta el 2013 haya sido del
92%, pero qué en ese último año las familias seguían aportando el 45% del gasto total: el tercer
porcentaje más alto de todos los países de Sudamérica. Y si bien por un lado el aporte directo de
las familias se redujo en un 12%, por otro lado el financiamiento del sistema de salud se mantiene
debido a un sostenido -aun cuando sea necesario- incremento en la recaudación de impuestos y
contribuciones por parte del SRI y el IESS. El público siempre paga.

El dato que más inquieta, sin embargo, es que mucha de esa nueva inversión pública – financiada
por ingresos fiscales y aportes de los afiliados del seguro social – está terminando en manos de un
sector privado dominado por grandes conglomerados empresariales. Es una situación incoherente.
Un servicio público de suma importancia para todos los ecuatorianos está enriqueciendo a grupos
económicos diversificados que ven en la salud un negocio, más que otra cosa.
Al final, la única solución para evitar una deuda impagable con los hospitales y clínicas privadas
es construir más infraestructura pública. El problema es que en este momento los recursos son
escasos, la voluntad política ausente y la deuda con el sector privado, creciente.

BIBLIOGRAFÍA:

https://www.opendemocracy.net/democraciaabierta/gerard-coffey/state-of-health-in-ecuador

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