Las propiedades del microscopio más destacadas son el poder de
resolución, la magnificación del objeto de estudio y la definición.
El microscopio es un instrumento que ha evolucionado a través del tiempo,
gracias a la aplicación de nuevas tecnologías hasta llegar a ofrecer increíbles imágenes mucho más completas y nítidas de los diversos elementos que son objeto de estudio en campos como la biología, química, física, medicina, entre muchas otras disciplinas.
La alta definición de las imágenes que es posible obtener con microscopios
de avanzada tecnología puede llegar a ser realmente impresionante. Hoy en día es posible observar átomos de partículas con un nivel de detalle que años atrás era inimaginable.
Existen tres tipos principales de microscopios. El más conocido es el
microscopio óptico o de luz, un equipo que se compone de una o dos lentes (microscopio compuesto). También está el microscopio acústico, que funciona creando la imagen a partir de ondas sonoras de alta frecuencia y los microscopios electrónicos, que se clasifican a su vez en microscopios de barrido (SEM, Scanning Electron Microscope) y de efecto túnel (STM, Scanning Tunneling Microscope).
Estos últimos proporcionan una imagen formada a partir de la capacidad
que tienen los electrones para “pasar” a través de la superficie de un sólido por medio del llamado “efecto túnel”, más común en el campo de la física cuántica.