Está en la página 1de 5

Actividad N°2 Miguel Angel

1) Leer los 2 textos (Capilla Sixtina y Juicio Final) y establecer tratamiento de las formas
(composición, espacio, color, luz, expresión), tema (personajes, hecho) y función de la obra en la
sociedad de su época.
2) Establecer cuáles son las diferencias fundamentales entre ambos (son unas 3 décadas de
distancia entre ambas obras). ¿Qué cambio hubo en el pensamiento de Miguel Ángel? Qué pasó en
el contexto político y religioso?

Capilla Sixtina

Formas y modelos de sus esculturas como el David y la Madonna P/tt/(Florencia, Museo Bargello),
realizada hacia 1503, tienen una evidente proyección en los de la bóveda de la Capilla Sixtina

La pintura de la bóveda de la Sixtina fue realizada por Miguel Ángel en solitario o con algunos
colaboradores que realizarían algunas partes sometidas por completo a las orientaciones del
maestro. De ahí el gran efecto de unidad formal y estilística y la coherencia argumental de todo el
ciclo

Dibujos preparatorios+

ejecutase el ciclo por secciones transversales que incluían las historias centrales, ignudi, profetas,
sibilas y figuras en los lunetos. Una vez finalizadas estas pinturas, Miguel Ángel pasaría a realizar la
serie de figuras de los tímpanos.

procedimientos clásicos del buen fresco

En un principio se planteó decorar solamente la bóveda pero, muy pronto, Miguel Ángel, con la
autorización de Julio II, decidió prolongar la decoración hasta el arranque de la bóveda. La idea inicial
de realizar una decoración de la bóveda y figuras de apóstoles se abandonó y se procedió a ejecutar
un ciclo iconográfico mucho más amplio, coherente y sistemático.

Decisión iconográfica del artista, inspirado en la biblia. Su programa estaba condicionado por frescos
antiguos del s XV en los que se plasmó la idea de la concordatio entre el Antiguo y el Nuevo
Testamento, con pasajes de la historia de Moisés en el muro de la izquierda y de Jesucristo en el de
la derecha. Al artista solo le quedaba realizar la exaltación del destino y de los pasos de la
Humanidad con anterioridad a la Revelación desde una concepción Neoplatónica.

Relación pintura y arquitectura para el enmarcamiento de las figuras. Fingió una elevación mayor
de la bóveda, y dispuso las figuras en registro reales y creados.

Los personajes de los tímpanos, al igual quelos de los lunetos y enjutas, se hallan en el registro
inferior de las pinturas realizadas por Miguel Ángel y representan el discurrir de la Humanidad en
una dimensión sometida a las tensiones de la existencia humana anterior a la iluminación espiritual.
Figuras de espaldas contrapuestas entre las que figuran cartelas, situadas sobre las ventanas, con
el nombre
de los distintos personajesque representan la genealogía humana de Cristo hasta Abrahán, según
la enumeración que figura al comienzo del Evangelio de San Mateo (1,1-17)

Los personajes de los tímpanos que enmarcan el remate semicircular de las ventanas coronando el
plano vertical del muro, 6 en cada paño mayor y los 2 de los paños menores, uno de los cuales fue
reutilizado para el Juicio Final.

La lectura de los personajes de los tímpanos debe hacerse alternando las de un tímpano del muro
de la derecha con otro de la izquierda siguiendo el orden de las composiciones del cuerpo inferior
pintadas durante el siglo XV. En los doce tímpanos de los paños mayores se representaron Azor y
Sadoc; Josías, Jeconías y Salatiel; Ezequías, Manases y Amón; Asá, Josafat y Joram; Jesé, David y
Salomón; Nasón, en la serie de la derecha. En el de la izquierda, Aquim y Eliud; Zorobabel, Abiud y
Eliacim; Ocias, Joatham y Achaz; Roboam y Abías, Salmón, Booz y Jobed; Aminadab. En los tímpanos
de los lados menores se representaron a Eleazar y Matan y a Jacob y José,
el esposo de María.

La serie siguiente está formada por las figuras de los ocho lunetos sobre los tímpanos de las ventanas
de los muros mayores de la capilla, y las cuatro pechinas de los ángulos con representaciones de
Judith y Holofernes, David y Goliat, La serpiente de bronce y El Castigo de Aman.
A partir de aquí, Miguel Ángel creó un enmarcamiento arquitectónico fingjdo. . Para la
referencia a la Humanidad anterior a la Revelación ha utilizado el espacio definido por elementos
arquitectónicos reales, tales como los tímpanos y los lunetos. Los videntes-profetas y sibilasaparecen
en un escenario fingido que configura un espacio ideal situado entre dos elementos arquitectónicos
reales, los lunetos. La exaltación divina, en cambio, ha sido representada en el ámbito de una
escenografía creada a través de la sublimación de un espacio arquitectónico fingido
que trasciende lo real.

Las figuras de profetas y sibilas, situadas entre los lunetos, aparecen en espacios retranqueados, a
modo de un paramento ficticio que prolonga las paredes de la capilla. Estas figuras aparecen
enmarcadas por pedestales con figuras de niños-atlantes/cariátides, que sustituyen a los capiteles
de las pilastras, soportando el entablamento. Este muro fingido produce un ritmo alternativo de
salientes y entrantes alrededor del espacio central. Los profetas y sibilas se hallan sentados y
situados sobre un pedestal debajo del cualaparece un tenante con una cartela con el nombre de los
siete profetas, según la tradición hebrea: Zacarías, Joel, Isaías, Ezequiel, Daniel, Jeremías y Joñas, y
las cinco sibilas de la tradición clásica: Sibila Deifica, Sibila Eritrea, Sibila Cumea, Sibila Pérsica y Sibila
Líbica. Estas figuras, acompañadas de jóvenes desnudos -posible referencia a un estado intermedio
entre lo humano y lo divino, entre los que puede apreciarse el recuerdo del grupo escultórico
helenístico del Laocoonte (siglo I d.C.)- han sido plasmadas a una escala mayor que las figuras de los
tímpanos y de los lunetos. Representan personajes humanos que, como los profetas, poseen plenos
poderes sobrenaturales para contemplar el espíritu divino, o que los tienen en un grado menor,
como las sibilas, debido a su condición pagana.
El entablamento que sostienen los niños-atiantes bordea toda la bóveda creando un efecto
perspectivo y sirviendo de espacio para el desarrollo de las escenas principales. Sobre el
entablamento, sentados y en posición enfrentada, Miguel

Ángel ha representado diez parejas de ignudi (desnudos), entre los cuales aparecen figurados
medallones de bronce con diversas composiciones bíblicas. Los ignudi, pertenecientes al segundo
nivel en el que se representan los profetas y las sibilas e indicadores del presagio de la Revelación,
determinan el límite del nivel ascendente antes de entrar en el ámbito de las escenas sagradas.
Pero, con independencia de su significado, constituyen una afirmación de la sintonía de la cultura
pagana con la cristiana, propia de las realizaciones artísticas de Julio II. En el centro de la bóveda,
con un enmarcamiento arquitectónico que finge una bóveda sobreelevada y aprovechando la forma
semicilíndrica del cubrimiento de la capilla, se representaron nueve composiciones del Génesis
realizadas en formatos diferentes según su emplazamiento.

Las que se hallan en los espacios situados entre las parejas de ignudi (La separación de la luz y las
tinieblas, La separación de las aguas y el firmamento, La creación de Eva,El sacrificio de Noé y La
embriaguez de Noé) son menores que las que se hallan alineadas con los tramos que ocupan todo
el espacio comprendido entre los entablamentos fingidos: La creación de los astros, La creación de

Adán, El Pecado original y El Diluviouniversal. Al proyectarse el ciclo de pinturas de la bóveda, la


distribución de las composiciones de las paredes realizadas en el siglo XV tuvieron un papel
determinante. Dado que el ciclo del siglo XV comenzaba por la parte del altar y extendiéndose hacia
la puerta, Miguel Ángel tuvo que iniciar el programa iconográfico por el fondo de la capilla. Así, vemos
cómo las escenas bíblicas de la bóveda empiezan por esta parte de la capilla. Por otra parte, dado
que la capilla estaba dividida en dos espacios, el presbiterio y la zona laica –alterados ya desde el
siglo XVI al cambiar el emplazamiento de la reja-, Miguel Ángel representó sobre el primero las
composiciones del Génesis relativas a la Creación (La separación de la luz y las tinieblas, La creación
de los astros, La separación de las aguas, La creación de Adán y La creación de Eva), distribuyendo
sobre la zona laica las correspondientes al pecado y sus consecuencias(El Pecado original, El
sacrificio de Noé, El Diluvio universal y La embriaguez de Noé).

Tanto las figuras y composiciones, integradas en los enmarcamientos de una arquitectura real

(tímpanos, lunetos y pechinas), como las que aparecen enmarcadas por una arquitectura fingida
(sibilas y profetas, ignudi y escenas bíblicas) plantearon el problema de una distribución acorde con
las exigencias de lectura y percepción del conjunto. La distribución de figuras y escenas se organizó
en función de una lectura que exigía seguir un itinerario que discurre alrededor del muro para percibir
las figuras de los lunetos, sibilas y profetas e ignudi y las representaciones de los medallones
situados entre éstos, para seguir con la lectura de las composiciones centrales, por el eje de la
capilla, desde el muro en que se halla El Juicio final hasta el del acceso.

Serialidad y licencia. Las figuras de los tímpanos y de los lunetos, el conjunto de los
niñosatlantes/cariátides sosteniendo el entablamento, la serie de sibilas y profetas y los tenantes de
las cartelas, los desnudos figurados en bronce en las enjutas de los lunetos, y el grupo sobresaliente
de los ignudi constituyen distintas unidades seriales en las que se desarrolla una experimentación
en torno a los principios de variación, secuencia y contraposición de un mismo tema. A esto se debe
que para la ejecución de alguna de las parejas de ignudi Miguel Ángel utilizase el mismo cartón
aplicándolo por las dos caras como método para representar^contrapuesto un mismo modelo.

Miguel Ángel, frente al clasicismo normativo de un Leonardo, partió de la superación de la idea de


unicidad inmutable planteando la idea de que el objeto -en este caso la figura humana- es una noción
surgida de la variedad infinita de los modelos. Frente al valor del modelo único ideal, Miguel Ángel
contrapone el valor de la diversidad y disparidad a través de una serialidad variable. Es la
multiplicidad frente al uno y el rechazo del valor de la inmutabilidad basado en el culto a las
apariencias. De ahí que los modelos de Miguel Ángel expresen, por el contrario, un efecto de
fugacidad e inestabilidad, del discurrir del tiempo y de que nada es fijo y permanente.
En las pinturas de la bóveda de la CapillaSixtina se desarrolla una constante tensión entre figura y
enmarcamiento y entre la arquitectura fingida y la real. Las figuras de los lunetos aparecen
comprimidas en ellos y lo mismo sucede con los profetas y sibilas, representados con actitudes
forzadas que crean una tensión en sentido horizontal con las paredes de los nichos que las
albergan, contrapuesta a la que, en sentido vertical, muestran los niños-atlantes que sostienen el
entablamento.
La forma comprimida de estas figuras contrasta con la inestabilidad de los ignudi, sentados
sobre pedestales en actitudes dinámicas que parecen sugerir un estado previo a su caída al vacío
y en los que se ha reconocido el impacto del Torso del Belvedere y el mencionado grupo helenístico
del Laocoonte, descubierto en 1506, poco antes de que Miguel Ángel comenzase la ejecución de las
pinturas.

La línea quebrada del entablamento describiendo un ritmo discontinuo de entrantes y salientes, con
las figuras de los profetas y sibilasen la parte inferior y los ignudi en la superior, constituye la zona
en que se concentra la tensión compositiva del conjunto. Se trata del núcleo donde se inicia la ficción
de un cuerpo sobreelevado que altera el efecto visual de la bóveda, introduciendo
un efecto tenso y desasosegante,que no recupera su equilibrio hasta la bóveda fingida del espacio
central. Miguel Ángel ha ideado el conjunto como la expresión de un juego continuo de tensiones
entre las figuras, las composiciones, la arquitectura real y la fingida. Un efecto inquietante y dinámico
que se acentúa con el movimiento del espectador y, sobre todo, por el hecho de que Miguel Ángel
no proyectó la decoración de la bóveda sometiendo la perspectiva de la composición a
un sistema unitario y a un solo punto. Por el contrario, se trata de una acumulación de puntos de
perspectiva de las diferentes composiciones y figuras que crean un escenario multifocal.
El sistema es el mismo que utilizaron tos pintores de los siglos XIV y XV al proyectar cada recuadro
con una perspectiva. Pero, en las pinturas de la bóveda de la Capilla Sixtina, Miguel Ángel fundió los
diversos puntos de fuga en una unidad dinámica surgida del contrapunto de múltiples ejes
perspectivos. Igualmente, Miguel Ángel alteró figuradamente las dimensiones de la capilla.
La escala de los profetas y sibilas aumenta gradualmente desde la entrada hacia el altar logrando,
mediante esta perspectiva invertida, aumentar ópticamente la profundidad de la estancia.

Nuevo concepto del color. Todos estos efectos fueron logrados a través del juego de recursos
figurativos y perspectivos. Pero, junto a ellos, Miguel Ángel aplicó un nuevo concepto del
color que acentúa la tensión plástica del conjunto. Antes de la reciente restauración de los frescos
existía una aparente contradicción entre la acidez contrastada de los colores del mencionado
Tondo Doni y los ennegrecidos colores de los frescos. La limpieza ha puesto de manifiesto^cómo en
las pinturas de la Capilla Slxtina Miguel Ángel emprendió una renovación de los usos del color en
clara contraposición con las entonaciones armónicas del clasicismo de en torno al año 1500.
Para Miguel Ángel el color se convierte en un medio de expresión, virulento e inquietante, entendido
como un valor autónomo de la pintura. Miguel Ángel prescinde de la idea de unidad de
color del conjunto para aplicar una contraposición cromática que subraya con más fuerza el
drama y la tensión de las composiciones. La terribilita de Miguel Ángel no se produjo solamente
por la expresividadforzada y patética de las figuras, de sus gestos, posturas, actitudes y de
lavulneración de los principios clásicos de proporción, sino también por una nueva forma de utilizar
el dibujo y el color. El dibujo, aplicado con gran seguridad, introduce un efecto de discontinuidad en
los contornos, como aparece, por ejemplo, en las figuras de Adán y Eva de La expulsión del Paraíso;
el color introduce un efecto de inestabilidad. Para Miguel Ángel, el color no es la consecuencia de
una armonía universal de los componentes de la pintura, sino un elemento de contraste y
contraposición de los contrarios que dinamiza y perturba la noción clásica de orden. Al igual que
Miguel Ángel vulnera conscientemente el juego de las proporciones clásicas, con el color crea la
expresión de un universo en tensión, cargado de contradicciones y disonancias.
Confrontación y tensión. La figura de Dios Padre, suspendido en el aire en una actitud dinámica, y
el cuerpo yacente y abandonado en tierra de Adán, de La creación de Adán, subliman la expresión de
esta idea en la que a la contraposición formal se añaden el contraste del mundo sobrenatural y el
terrenal que tiene un punto de contacto en la creación del hombre.
Juicio Final

También podría gustarte