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NUEVE EL AHORRO Y LA INVERSION Shakespeare y Scheherazade é : : ¢ Las capitate se forman por medio de las aborrur ode la economia. Nosotros aborrames 0 esonomizams, cuande no Consumo pars catisfacer nesta nsisidades 0 mustres laceres, Porto tant, aborr se valar ue bemaat comomtiado de esta manera, con estes aborrossuesoas forxany exomentan ls capitales JeAN-Bartist Sav (1767-1852) Los bancos cumplen dos fanciones principales, cla ramente distintas entre si. Por un lado, actuan como una “caja de seguridad”, manteniendo el dinero que se Jes entrega cn depésito, el cual ha de estar disponible "a Ja vista” por parte de su propietario, el titular de la cuenta. Por otto lado, eumplen el papel de intermedia- rios entre el ahorro ¥ la inversin. Algunas veces, se producen serios problemas cuando se mezclan wna fun= ‘cin y Ja otra, tal como hemos visto en el eapitulo ante- rior y ahora veremos en mayor detalle Ese posible problema, que puede dar origen a las Ismnadas “corridas bancarias” nos lo describe Schehera- zade en el Relato del Corredor Nazareno de Lar mil no- chesy una nthe? Cuenta Nazarene: Cuando murié mi padre ya baba legada yo a la edad de sombre, ¥ por eso fui corredor como dh, pues contaba con toda clase de cualidades para este ofcio, que es la especialidad entre osatros las cepts. Pero ton dia entre las dias, estaba yo sentado a la puerta del kban de los corredares de granos, ¥ vi pasar a ten joven, conto la buna Wena, vestido con el muds suntuasy trae y mon mi Lado en en borrca blanc emsillado com wna sila raja. Cuan ‘me vet joven me salud, y yo me lvanté por omideroc, ‘acia eh. Sacéentonces un patel que contenia wna nner de semi, y me pregunts: “{Cudnto vale el anteb (medida Stabe de capacidad] de et clase de sda?” Y yo le dij ‘Wale cen dracmas”. Entences me contents: “Avizad ls me, dere de granes y ve con els al Bhan Al Gaonalt, en dl basa te Baba AL-Nassr;ali'me enontrands®. Ye abs despise te Aarne el patelo que contenia la mactra de scroma, Eentonces me divgh «todos las mercaderesde gran es ne la muesra qu yo habia jastnreciado encom draco, deb. Entonces me alegrésobremanera, y baciéndome dcompa ‘ar de cuatro mediadores, fui en busca del joven gue, fee. vamiente, me aguardaba en ef khan. ¥ al cerme, carris a mi encuentro y me condo a un almnacén donde estaba el grana, ¥ tos medideres enarom sus sacs, y lo pesaron todo, que as, ‘sendié en total a cincuenta medidas en andes. Y e joven we Ajo: “Te corresponden por comision dies dracmas por cada gue se venda a cien dracmas. Pere bas de cobrar en mat nontbre todo el dinero y lo guarderds ewidadasemente on tae asa, basta gue lo reclame. Como su precio totad es cinco mil te quedaris con quinientes, guardando para mi quatro mil quinients. En cuanto despache mis negodion ire para recoger ess cantidad”. Emtonces yo le contesté “Bscuchay obedezeo”. Después le best las manas'y me fai. Y efectivamente, aquel dia gané mil dracmas de correta~ sty quinients del vendedar y quinientes de los compradore, de modo que me correspondié el veinte por ciento, segtin la ‘oscmre de tos corvederesegipcos. En cuanto al joven, después de un mes de ausencia, vino a verme y me dijo: “zDénde estén lr dracmeas?™ Y le contents

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