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En este post quiero presentarte el conocido como Canal Parshall, uno de los

métodos más efectivos para la medición de caudales en canales que


transitan en lámina libre… un sistema de aforo que pronto cumplirá 100 años y
que sigue implementándose en una gran variedad de infraestructuras hidráulicas…
De hecho, el que puedes ver en el vídeo adjunto se encuentra en un tramo del
Canal d’Urgell, una infraestructura que sirve agua para riego en la provincia de
Lleida y que me encontré de bruces en una visita de campo que efectué hace unas
pocas semanas… lo cual me dio la idea de publicar este post que estás leyendo.

Bienvenido Mr. Parshall


Muchos años antes de que Luís García Berlanga dirigiera su célebre película
“Bienvenido Mr. Marshall” otro norteamericano de nombre similar patentó un
método físico para medir el caudal que circula por una canal.
Fue Ralph Parshall (1881-1959) quien, constatando las dificultades de
medición de caudales en cauces, desarrolló un instrumento que
implementado en un canal es capaz de medir el paso del flujo mediante
una relación inequívoca con el calado.

Vinculado con la Colorado State Universty (entonces Colorado Agricultural College),


cuando se enroló en su laboratorio de hidráulica inició sus estudios sobre la medición
de flujo, que culminaron a principios de los años 20 del siglo XX, cuando presentó
la patente en 1921 del “Venturi-flume water-stage-recording instruments“, que le
fue otorgada un año después en 1922.
Su patente ha sido, y sigue siendo, uno de los instrumentos de medición
de flujo en lámina libre más extensamente implementado en cauces, canales
de riego, redes de saneamiento, procesos de tratamiento y depuración de aguas,
vertidos, etc… Además, su funcionamiento es la mar de simple.

¿Cómo funciona un aforador de canal Parshall?


La caracterización hidráulica de los flujos en canales abiertos o lámina libre
ha sido una tarea que trajo de cabeza a numerosos científicos a lo largo de la
historia. Fue su tratamiento como concepto de energía lo que permitió dar el
salto definitivo en el estudio del movimiento de fluidos y el desarrollo de las
distintas teorías y formulaciones que posteriormente permitieron la aracterización
hidráulica del mismo.
Es en el siglo XVIII cuando Daniel Bernoulli plantea en sus estudios de
hidrodinámica los conceptos de altura y conservación de la energía que
posteriormente implementó Leonhard Euler en la ecuación que al final
acabaría adoptando el nombre del primero como reconocimiento a sus pioneros
logros.
A lo largo de estos casi tres siglos, el conocimiento en este campo ha ido
avanzando gracias a nombres como Venturi, Chezy, Manning o
Bakhmeteff, que formularon expresiones y teorías fundamentales en la
comprensión del comportamiento de los fluidos… Y basándose en todos estos
conocimientos, Ralph Parshall desarrolló su estudio que derivó finalmente
en su patente.
Así, sabemos que cuando las condiciones por las que transita el flujo son constantes,
éste se desarrollará en régimen uniforme, pero si estas condiciones (como por
ejemplo la sección de paso) se ven modificadas el régimen del flujo variará gradual
o rápidamente dependiendo de cómo sea esa modificación.
De este modo, el canal Parshall no es más que una adaptación del principio
de Venturi en hidrodinámica de canales abiertos. Aplicando un
estrechamiento de la sección y un levantamiento del fondo del canal, se le
aplica una aceleración al flujo para forzar un cambio de régimen de
subcrítico a supercrítico, lo que implica que entonces se debe pasar
irremediablemente por el calado crítico.
Esta variación de régimen se produce ademas con una pérdida de energía
mínima… y se produce gracias a una geometría que enlaza una transición
de entrada, un estrechamiento o sección convergente, una garganta o
sección estrecha y un ensanchamiento o sección divergente.

Mediante este desarrollo, y después de probar multitud de tamaños y proporciones


de secciones de canal, Parshall fue capaz de establecer una relación
matemática entre calado y caudal en situación de descarga libre, que se
rige por la siguiente expresión:

en la que Q es el caudal, Ha el calado en un punto determinado del canal, y C y n


son coeficientes que dependen de las dimensiones del canal.

Dimensiones y mediciones del canal Parshall


Como bien habrás supuesto, tanto trabajo de pruebas de tamaños y
proporciones se ha traducido en que los rangos de funcionamiento y la
geometría de este tipo de aforadores está completamente definida a
través de tablas…
Si tienes claro en qué rango de caudales se ubicará el flujo a medir, debes
tener en cuenta qué anchos de garganta debes imponer, algunos de los
cuales tienes reflejados en la siguiente tabla:

Establecido el ancho de garganta, el resto de dimensiones del aforador por


canal Parshall viene fijado por el siguiente esquema… fíjate que los puntos
de toma de lecturas de calado está perfectamente fijado, de modo que el calado de
referencia para el cálculo del caudal se ubica a 2/3 de la longitud de la zona
convergente desde su sección final.
Los valores de las variables dimensionales del canal Parshall son los que
se recogen en la siguiente tabla:

Así, a través de los orificios de toma de datos, y por vasos comunicantes, se puede
observar en el pozo correspondiente la altura de lámina de agua
Ha registrada, y a través de la expresión matemática que he expuesto
anteriormente obtener de manera directa el caudal (o gasto) que
circula… para ello es preciso conocer los valores de los coeficientes C y n, que
también dependen del ancho de la garganta, de manera que para cada
dimensión de garganta la expresión matemática queda de la siguiente manera:

Estas medidas de caudal son válidas si el canal Parshall trabaja a descarga


libre, es decir, que la relación entre los calados en zona convergente (Ha) y garganta
(Hb) se encuentra por debajo de estos valores:

Cuando se superan esos umbrales, se dice que la descarga entra en


submergencia lo cual repercute en una reducción de los caudales según la
siguiente relación:
donde Qs es el caudal aforado bajo condiciones de submergencia, Q el caudal teórico
de la expresión matemática general y Qe el caudal de corrección, el cual se
obtiene a través de gráficas… éste se puede consultar en el
completísimo documento sobre aforadores Parshall del Bureau of
Reclamation (cuidado que ahí las unidades son pies, pulgadas, pies cúbicos segundo,
etc…) o también puedes descargar desde aquí un extracto del documento “Manual
de diseño de estructuras de aforo” del IMTA.

¿Otros cien años de vida?


Durante buena parte del siglo pasado, este instrumento de medición fue la estrella
de los aforadores… ¿pero será capaz de resistir a lo largo del siglo XXI?
El instrumento tiene sus ventajas…
 Permite medir tanto caudales pequeños como grandes, permitiendo
además la construcción del aforador usando una gran variedad de materiales
 Evita las obturaciones y sedimentación gracias a la geometría y a la velocidad
de paso por la garganta
 El caudal no está influenciado por la velocidad de llegada del flujo
 Las pérdidas de carga son muy pequeñas en comparación con otros métodos
de medición
 Su uso es válido para una gran variedad de emplazamientos (cauces,
canales de riego, pequeños canales, etc)
… y sus inconvenientes:
 Su construcción es más costosa ya que requiere de una precisión
geométrica detallada para que sus mediciones sean correctas
 No pueden usarse en lugares cercanos a derivaciones
 El flujo de llegada debe ser uniforme y la superficie de agua de entrada
relativamente suave

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