madre lo dejó atrás. Ejiogbe se encontró con una ardilla a la orilla del camino. Él le aconsejó a la ardilla que hiciera sacrificio a Eshu-Elegba con un macho cabrío, para que las palabras pronunciadas por su boca no le ocasionaran la destrucción. La ardilla respondió que si el hombre joven deseaba carne para comer, no la iba obtener de él. La ardilla se llamaba Otan en Beni y Okere en Yoruba. Muy cerca, él también vio a la Boa, llamada Oka en Yoruba y Aru en Benin. Le dijo a la Boa que la muerte estaba rondando y que le llegaría mediante un vecino locuaz. Para evitar la calamidad, le aconsejó a la serpiente que sirviera su cabeza en un lugar secreto con un caracol