Está en la página 1de 20
José Ortega y Gasset INTRODUCCION A UNA ESTIMATIVA é¢QUE SON LOS VALORES? Introduccién de Ignacio Sénchez Camara 15 2004 Herero de José Onepay Gasset ‘Ea: Obras Completa, tomo 6, 9p. 315-335, “Manes Eto, Madd 1583 (© 2004 Edicones Encuento, SA. queda siguosanente profubid, sn la autorzalon exert de os {Tulare del Copyright, bajo las sancones estabecilas en las lejos, br veproduocion tral © paca de eta cra por cualguee ‘Rtato o procedimieno,incidoe la reprognaia y el watamierso Intoentcs, y la databacibn de ejemplies de ella mediante Aiuiler 0 presamo publics. ara cualquier nformacin sobre ls obras publcads oen progam + pum propeesas de nuevas publicaciones, digs 2 TRedaccon de Ediciones Encuentro cedaceroe, 328 28014 Nac Tel. 91582 26 07 reeediciones-encuento 8 tla éttca de Ortega y Gasset ni, on general, su flosofia, pueden ser cabaimente comprendidas sin la referencia a sit ‘adbesion ala teor‘a de los valores. La determinacién y et landlists de las categortas fundamontates de la vida buma- ‘na, la tooria de la minoria seleca, sus reflesiones acerca de Tas valoraciones de Ia vida, contenidas, por ejemplo, en El tema de nuestro tiempo, la distincion entre la vida ascen- dente la descendent, la vida noble y la vulgar; la teorva de ta perspectica y, on definiva, su metafsica, étca y estética, silo son inteligibles después de un tratamtento sistemdtico de a realidad y del modo peculiar de ser de los valores. INo falian en sus escritos las referencias entusiasias 4 le obra dle Max Scheler. La influencia es temprana y profunda, {Bn su articulo -Un didlogoy, recogido en ol volumen Espirit de la letra, escrtbe: “Hombres como Scheler, Guardini, Pray twaara, se han tomaido el trabajo de recrear una sensibilidad catblica partiendo del alma actual. (Obras Completas, 1, Bditorial Revista de Occldente, Madrid 1947, p. 565). Bn Tnsimismamiento y alteraci6n, no escatima elogios al flé- sofo aleman: +No hace muchos arios, mi grande ainigo Scbolor una de las mentes mas fetles de nuestro tiempo, ‘que vivia en incesante trradiactén de sdeas— se murié de ‘no poder dormir (OG, V, p. 301). Ya su muerte, le dedto6 5 tun bellisimo articulo que termina con estas palabras: 1a ‘muerte de Max Scheler deja a Buropa sin la mente mejor que ‘poseta, donde nuestro tiempo gazaba en refljarse con pas- ‘mosa precision. Ahora es preciso completar su esfuerzo ana- diendo lo que le falts, arguéstoctura, orden, sistema- (Max Scheler. Un embriagado de esencias, O.C., IV, p. 510). En el niimero IV de Revista de Occidente, correspondien- te.a octubre de 1923, aparecié la primera version del ensa~ 30 que el lector tiene en sus manos, bajo ef titulo Qué son los valores? Iniciacién en la Estimata.. En las Obras Completas, @ partir de la primera edicign de 1947, se publi- ca con una modificacién en su titulo: dntroducctén a una Bstimativa, Qué son les valores?-(O.C., VI, pp. 315-335). Bs fen este ensayo, breve » excelente, donde se contiene, de ta forma mas detallada’y rigurosa, la concepeiin de Ortega ‘sobre ls valores, El pensador encuentra on el rencvado inte- és que aprecia en su tlempo por las cuestiones estimativas ada menos que uno de los sintomas mas certeras de la rueva sensibilidad de la época. La meta de su investigacién es la determinacion de qué ‘cosa sea el valor en general, no el valor moral o el econdmi- 0 0 el estético, Para ello parte de la constatacién de a wni- ersalidad del fendmeno de la estimativa, de la frecuencia (on la vida humana de los actos de prefertr y postergar. El ‘analiss le conduce a la comprobacién de la existencia de ddos mundos: el mundo del ser y el mundo del valor. A con- tinuacton, Ortega examina las dos principales respuestas que en la flosofia reciente se han dado a ta cwestién det valor, al problema de su naturaleza y fundamento. La pri- mera respuesta, la mas inmediata, la que primero se nos ocurre es la que fue propuesta por Alexius Meinong. Segiin ell, una cosa es valiosa cuando nos agrada y en ta medida 6 en que nos agrada. Esta tests conduce inexorablemente al subjetiismo y al escepticismo. FI valor no residiria, segin alla, en las casas y en los objets sino que se introduciria por el sentimiento—subjetivo— de placer y agrado que ellos nos (proporcionan. Bsia tesis es féctimente asumida por el bom- bre moderno, que es un subjetivsta nato. Sin embargo, fren- tw aella cabe objetar que a la esencia de la verdad son indi- Jforentes las vieisitudes del sujragio universal 9 que un ‘andiliss fenomenoligico del acto de valorar conduce a la ‘esis contraria, pues pereibimos el valor como algo que pro- cade del objeto no como algo que proyecta nuestro arbitrio 0 nuestra subjetividad sobre él. La complacencia es suscita- da por el objeto, no decretada por la mera subjetividad. La segunda teorfa es la propuesta por Ebrenfels, para quien son valtasas las casas que deseamos, las que atin no existen. Bt valor reside en muesiro desearlas. También recae, como la tests ce Meinong, en el psicologismo xy on el subjetivismo. La tarea, segtin Ortega, consist en ir desligando el valor de los estados psicoldgicos sentimentales 0 apetitivos. a tesis fundamental de nuestro autor, que sigue la senda trazada por Scheler, resulta clara. Los valores son algo abjo- tivo y no subjetivo, Tlenen su valider con independencia de ‘nuestros intereses sentinsiontos. Nose trata de una cuestion de hecho sino de derecho. Los valores son cualidades irrea- les residentes en las cosas. Resulta acaso problemdtico el uso del término -irreal, pues podria sugerir algo inexistente 0 (feticio. Mas bien cabria bablar de inmaterial 0 ideal. Mas a idea orteguiana resulta, a pesar de la utltzacton det ocablo, clara, Las valores son «reales. s6lo en el sentido de inmateriales 0 ideales, no en el de inexistentes 0 ficticios. Cabe bablar de wn ser del valor, de un ipo de realidad pro- ‘pio de él, No bay que olvidar que el calificativo de «ireale 7

También podría gustarte