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LOS CONCEPTOS DE CAUSA EN El, DESARROLLO DE LA FÍSICA 47

Para que el historiador de la física logre analizar la noción de causa


debe, creo, reconocer dos aspectos relacionados en los cuales ese
concepto difiere de la mayoría de aquellos que está acostumbrado a
II. LOS CONCEPTOS DE CAUSA EN manejar. Como en otros análisis conceptuales, debe partir del acaeci -
miento observado de palabras como "cansa" y "porque" en la conver -
EL DESARROLLO DE LA FÍSICA*
sación y en las publicaciones de los científicos. Pero estas palabras, a
diferencia de las referentes a conceptos como los de posición, movi-
¿Cómo es que se invita a un historiador de la ciencia a dirigir una charla miento, peso, tiempo, ele., no se presentan regularmente en el dis -
sobre el desarrollo de las nociones de causa en la física ante u n público curso científico, y ('liando aparecen, éste es de una naturaleza muy
de psicólogos de la infancia? Quienes primero podrían responder son especial. Se siente uno tentado a decir, conforme al comentario que
los familiarizados con las investigaciones de Jean Piaget. Sus agudas por diferentes razones hizo M. Grize, que el término de "causa'
investigaciones de teínas como las concepciones que los niños tienen funciona primordialmente en el vocabulario metacientífico de los físi-
del espacio, del tiempo, el movimiento o el propio mundo han revelado cos, pero no en su vocabulario científico.
repetidas veces sorprendentes paralelos con las ('(incepciones que de Esta observación no debe sugerir que el concepto de causa sea
estos mismos asuntos han tenido los científicos adultos de la antigüe - menos importante que conceptos de uso más corriente como el de
dad. Si en cuanto a la noción de causa hay paralelos semejantes, posición, fuerza o movimiento. Lo que sí sugiere es que los instrumen-
descubrirlos será de interés tanto para el psicólogo como para el tos analíticos funcionan de modo diferente en uno y otro caso. Al
historiador. analizar la noción de causa, el historiador o el filósofo deben ser más
Hay, sin embargo, una respuesta más personal, aplicable quizá perceptivos de lo común a los matices del lenguaje y la conducta.
exclusivamente a este historiador y a este grupo de psicólogos de la Deben observar no únicamente la presencia de términos como 'causa
infancia. Hace casi veinte años que descubrí, y más o menos al mismo sino también las circunstancias especiales en que se producen tales
tiempo, lanío el interés intelectual por la historia de la ciencia como los términos. Al mismo tiempo, deben encontrar los aspectos esenciales
estudios psicológicos de .lean Piaget. Desde entonces, ambas inquie- de sus análisis en la observación de los contextos en que, aunque
tudes han influido recíprocamente tanto en mi mente como en mi aparentemente se haya dado una causa, no se presente ningún término
trabajo. Parte de lo que sé sobre la forma de interrogar a los científicos que indique cuáles parles de la comunicación total hacen referencia a
que ya han muerto lo aprendí examinando la forma en que Piaget las causas. Antes de que finalice su tarea, el analista que procede d<
interroga a los niños que estudia. Recuerdo vívidamente cómo se esta manera probablemente llegue a la conclusión do que, comparado,
manifestó esa influencia en mi primera reunión con Alexandre Koyré, por ejemplo, con (-1 concepto de posición, el de causa tiene componen-
el hombre que, más que cualquier otro historiador, ha sido mi maestro. tes lingüísticos y de psicología de grupo esenciales.
Le dije que había yo aprendido a entender la física de Aristóteles Ese aspecto del análisis de las nociones de causa se relaciona
gracias a los niños de Piaget. Su respuesta —de que fue la física de íntimamente con otro, en el cual Piaget ha insistido desde el principio
Aristóteles la que lo enseñó a entender a los niños de Piaget— no hizo de, esta conferencia. Debemos, dice él, Considerar el concepto de
otra cosa que confirmar la impresión que tenía yo sobre la importancia causa en dos sentidos, el estrecho y el amplio; el concepto estrecho
de lo que había aprendido. Incluso en terrenos como los de la causali- proviene de la noción, egocéntrica al principio, de un agente activo,
dad, acerca de la cual quizá no se esté completamente de acuerdo, me que empuja ojala, ejerce una fuerza o manifiesta un poder. Está muy
siento orgulloso de reconocer las huellas indelebles de la influencia de cerca del concepto aristotélico de la causa eficiente, noción que tuvo
Piaget. un papel muy importante en la física técnica durante el siglo xvii
cuando se analizaron los problemas de los choques. El concepto
* Kuhn, Thomas. “Los conceptos de causa en el desarrollo de la física” en: amplio es a primera vista, muy diferente. Piaget lo describe corno la
Kuhn, Thomas. La tensión esencial. Estudios selectos sobre la tradición y el
noción general de la explicación. Describir la causa o causas de un
cambio en el ámbito de la ciencia. México: FCE, 1982 (pp. 46-55).

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acontecimiento es explicar por qué ocurrió. Las causas figuran en Resumiendo las cuatro etapas principales de la evolución de las nocio -
las explicaciones que se dan en física, y éstas son por lo general nes causales de física, se documentará y profundizará lo dicho hasta
causales. Pero reconocer esto es volver a la subjetividad intrínseca de ahora. Al mismo tiempo, se preparará el camino para extraer unas
algunos de los criterios que rigen la noción de causa. Tanto el cuantas conclusiones generales. Aproximadamente hasta 1600, la
historiador como e] psicólogo están conscientes de que una serie de principal tradición dentro de la física fue aristotélica, y fue predomi-
palabras que constituyó una explicación en cierta etapa del desarrollo nante el análisis de la causa dentro de esta corriente. Este, sin em -
de la física, o del niño, sólo puede llevar a una pregunta tras otra. bargo, continuó en uso mucho tiempo después de que la primera fue
¿Basta con decir que la manzana cae a la tierra por la atracción descartada y, por consiguiente, merece que al principio se le examine
gravitacional, o debe explicarse primero la atracción, para que por separado. De acuerdo con Aristóteles, todo cambio, incluido el de
cesen las preguntas? Para que una explicación causal sea eficaz comenzar a ser, tiene cuatro causas: material, eficiente, formal y final.
puede ser condición necesaria una estructura deductiva específica, Éstos son los únicos tipos de respuesta que pueden darse cuando se
pero ésta no es una condición suficiente. AL analizar la causación, pide una explicación de cambio. En el caso de una estatua, por
debe uno preguntarse, pues, acerca de las respuestas particulares ejemplo, la causa material de su existencia es el mármol; su causa
que, no tratándose de una causa mayor, le pondrán punto final a una eficiente es la fuerza ejercida sobre ese material por las herramientas
cadena regresiva de preguntas causales. del escultor; su causa formal es la forma idealizada del objeto termi -
La coexistencia de estos dos sentidos de la causa intensifica tam- nado, presente desde el principio en la mente del escultor; y la ca usa
bién otro de los problemas que nos acabamos de encontrar. Por final es el aumento del número de objetos bellos accesibles a los
razones al menos parcialmente históricas, la noción estrecha se toma a miembros de la sociedad griega.
veces como fundamental, y se conforma a ella el concepto amplio, a En principio, lodo cambio posee las cuatro causas, una de cada tipo,
menudo con violencia. Las explicaciones que son de carácter Causal pero en la práctica la clase de causa a la que se recurre para una
en sentido estrecho proporcionan siempre un agente y un paciente, buena explicación varía grandemente de un campo a otro. Al consi-
una causa y un efecto subsiguiente. Pero hay otras explicaciones de los derar la ciencia de la física, los aristotélicos no hacen uso más que de
fenómenos naturales —en seguida veremos algunas— en las cuales no dos causas, la formal y la final, y éstas por lo regular confundidas en
se presenta como la causa ningún acontecimiento o fenómeno anterior, una sola. Los cambios violentos, que alteran el orden natural de l
ni tampoco ningún agente activo. No se gana nada —y sí se pierde cosmos, fueron atribuidos naturalmente a las causas eficientes, a
mucha de la naturalidad lingüística— con declarar que tales explica- compresiones y tracciones, pero no se pensó que los cambios de esta
ciones son no causales: no les falta nada que, de ser agregado, pueda clase pudieran explicarse más a fondo y, por ello, permanecieron fuera
interpretarse como la causa farfante: Tampoco puede declararse que de la física. Se trató ese asunto únicamente con respecto a la restaura-
las preguntas son no causales: hechas en otras circunstancias, habrían ción y al mantenimiento del orden natural, y una y otro dependían
producido una respuesta causal en sentido estrecho. Si no pueden solamente de las causas formales. Por tanto, las piedras caen al centro
relacionarse de ninguna manera las explicaciones causales y las no del universo porque su naturaleza o su forma quedarían realizadas
causales de los fenómenos naturales, ello depende de sutilezas que no enteramente sólo en esa posición; el fuego surge a la periferia por la
vienen al caso aquí. Tampoco es útil transformar tales explicaciones, misma razón; y la sustancia celeste realiza su naturaleza volviendo
verbal o matemáticamente, en formas que permitan el aislamiento de regular y eternamente a un mismo lugar.
un estado de cosas anterior, al cual se le llame la causa. Supuesta- En el siglo XVII, las explicaciones de esta clase comenzaron a parecer
mente, siempre puede realizarse esa transformación —a veces me- llenas de imperfecciones lógicas, meros juegos verbales, tautologías; y
diante algunas de las ingeniosas técnicas ilustradas en la presentación hasta la fecha se les sigue juzgando de la misma manera. El doctor de
de mi invitado, Bunge—-, pero el resultado suele ser el de privar de Moliere, ridiculizado por explicar la acción hipnótica del opio refirién -
fuerza explicativa a la expresión transformada. dose a su "potencia dormitiva", sigue siendo hasta la fecha un chiste
de cajón. En el siglo XVII hubo la ocasión para mostrar la eficacia de tal
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forma de ridiculizar. No hay, sin embargo, defectos lógicos en tica, la explicación comenzó a depender crecientemente de la exhibi-
explicaciones de este tipo. Mientras la gente fue capaz de explicar — ción de formas convenientes y de la derivación de sus consecuencias.
como lo fueron los aristotélicos— una gama relativamente amplia de En estructura, aunque no en sustancia, la explicación volvió a ser la de
fenómenos naturales en función de un número relativamente pequeño la física aristotélica. Al pedírsele que explicara un determinado fenó -
deformas, las explicaciones en función de la forma fueron meno natural, el físico escribiría la adecuada ecuación diferencial y
enteramente satisfactorias. Comenzaron a aparecer tautologías sólo deduciría de ella, quizá estableciendo condiciones de frontera especí -
cuando cada uno de los fenómenos pareció necesitar la invención de ficas, el fenómeno en cuestión. Es cierto que se le podría haber retado
una forma especial. Explicaciones exactamente iguales a las descritas a que justificara su elección de las ecuaciones diferenciales. Pero e -se
se evidencian de inmediato todavía en la mayoría de las ciencias reto habría estado dirigido a esa formulación en .particular, no al tipo
sociales. Si resultan menos eficaces de lo que se desea, la dificultad de explicación. Independientemente de lo correcto de su elección,
no reside en su lógica sino en las formas particulares desplegadas. ésta recaía siempre en una ecuación diferencial, forma que proporcio -
Me atrevo a sugerir que la explicación formal funciona ahora con naba la explicación de lo que ocurría. Y, como explicación, la ecuación
extraordinaria eficacia en física. ya no podría seguir siendo dividida en partes. Sin distorsionarla gra -
En los siglos XVii y xviii, sin embargo, su papel fue mínimo. Después vemente, no podía derivarse de ésta ningún agente activo ni causa
de Galileo y Kepler, quienes a menudo señalaron regularidades mate- aislada alguna que precediera al efecto.
máticas simples como causas formales que no exigían análisis ulterior, Considérese, por ejemplo, la cuestión de por qué Marte se mueve en
fue necesario que todas las explicaciones fuesen mecánicas. Las una órbita elíptica. En la respuesta aparecen las leyes de Newton
únicas formas admisibles fueron las configuraciones y posiciones de aplicadas aun sistema aislado de dos cuerpos que Ínter actúan con una
los corpúsculos últimos de la materia. Todo cambio, fuese de posición atracción inversamente proporcional al cuadrado de la distancia.
o de alguna cualidad como el color o la temperatura, se entendió como Cada uno de estos elementos es esencial para la explicación, pero
resultado del impacto físico de un conjunto de partículas sobre otro. ninguno, la causa del fenómeno. Tampoco son previos en lugar de
Descartes explicó así el peso de los cuerpos como resultante del simultáneos o posteriores al fenómeno por explicar. Considérese la
cuestión más limitada de por qué Marte ocupa en el cielo una posición
impacto sobre su superficie superior de partículas del éter adyacente.
determinada en un momento determinado. La respuesta se obtiene de
Las causas eficientes de Aristóteles, empujes y tracciones, dominaron
la precedente introduciendo en la solución de la ecuación la posición y
ahora la explicación del cambio. Aun el trabajo de Newton, que fue
la velocidad de Marte en algún momento anterior. Estas condiciones
interpretado ampliamente como interacciones no mecánicas y libres
de frontera sí describen un acontecimiento anterior conectado por
entre partículas, hizo poco por reducir el dominio de la causa eficiente.
deducción de leyes con el que se ha de explicar. Pero sería erróneo
Lo hizo, desde luego, con el mecanismo estricto, pero fue atacado por llamarle a ese acontecimiento anterior —que puede ser sustituido por
quienes vieron en la introducción de la acción a distancia una violación una infinidad de otros— la causa de la posición de Marte en el mo-
regresiva de las normas de explicación prevalecientes. (Tenían razón. mento posterior especificado. Si las condiciones de frontera suminis-
Los científicos del siglo xviii pudieron haber introducido una fuerza tran la causa, entonces las causas dejan de ser explicativas.
nueva para cada clase de fenómeno. Unos cuantos comenzaron a Estos dos ejemplos son también reveladores en otro aspecto. Son
hacerlo así.) Pero las fuerzas newtonianas fueron tratadas general- respuestas a preguntas que no serían hechas, al menos de un físico a
mente en analogía con las fuerzas de contacto, y siguió predominando otro. Lo que se mostró como respuestas párrafos arriba se describiría
la explicación mecánica. Particularmente en las partes nuevas de la más realistamente como soluciones a problemas que el físico podría
física —la electricidad, el magnetismo, el estudio del calor—, durante plantearse a sí mismo o a sus estudiantes. Si a esto le llamamos
todo el siglo XVIII las explicaciones se hicieron principalmente en explicaciones es porque, una vez presentado y entendido, ya n o hay
función de causas. más preguntas que hacer: todo lo que el físico puede proporcionar
Pero, durante el siglo xix, un cambio que ya había comenzado a como explicación ya lo ha dado. Hay, sin embargo, otros contextos en
darse en la mecánica se difundió gradualmente por todo el terreno de
la física. A medida que ésta se comenzó a volver cada vez más matemá-
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que pueden hacerse preguntas por el estilo; y en tales contextos la ciendo. Se emplean, en su mayoría, para explicar fenómenos no reco-
estructura de la respuesta sería diferente. Supóngase que la órbita nocidos todavía en el siglo XIX; fiero poseen también, por ejemplo en
observada de Marte no fuese elíptica o que su posición en un momento electromagnetismo, fuerzas desplazadas en algunas áreas antes reser-
dado no fuese la predicha por la solución al problema newtoniano de vadas a ellos. Como en el siglo xvii, lo que antes fue una explicación
los dos cuerpos, con condiciones de frontera dadas. Entonces el físico ahora ya no lo es. Tampoco son únicamente los campos, nueva clase de
sí se preguntaría —o lo habría hecho antes de que estuviesen bien entidad, los que están envueltos en el cambio. La materia ha adquirido
entendidos esos fenómenos— qué es lo que andaba mal, por qué la también propiedades formales inimaginables desde el punto de vista
experiencia se apartaba de sus expectativas. Y la respuesta, en este
mecánico —el espín, la paridad, la extrañeza, etc.— cada una de
caso, sí aisla una causa específica: la atracción gravitación^] de otro
ellas descriptible únicamente en términos matemáticos. Finalmente la
planeta. A diferencia de las regularidades, las anomalías sí pueden
aparición de un elemento probabilístico al parecer inerradicable en la
explicarse en términos que son causales en sentido estrecho. Vuelve a
física ha producido otro cambio radical en los caminos de la explica-
sorprendernos la semejanza de esto con la física aristotélica. Las
ción. Hay ahora cuestiones bien configuradas sobre los fenómenos"
causas formales explican el orden de la naturaleza; las eficientes, el
observables, por ejemplo, el momento en que una partícula alpha
apartamiento de ese orden. Ahora, sin embargo, tanto la irregularidad
abandona .un núcleo, que los físicos declaran, en principio, problema
como la regularidad están en el terreno de la física.
no solucionable por la ciencia. Como acontecimientos aislados, la
Esos ejemplos tomados de la mecánica celeste tienen su equivalente
en otras partes de la mecánica y también en la acústica, la electrici - emisión de partículas alpha, así como muchos otros fenómenos pare -
dad, la óptica o la termodinámica, campos que se desarrollaron a fines cidos, carecen de causa. Toda teoría que frotara de explicarlos cebaría
del siglo xviii y principios del XIX. Pero el punto ya debe estar claro. Lo abajo la teoría cuántica, en lugar de simplemente sumarse a ésta.
que necesita recalcarse todavía es que la semejanza de las explicacio- Probablemente por alguna transformación futura de la teoría física se
nes aristotélicas con las explicaciones correspondientes a los campos cambiará esta concepción o bien será imposible plantear esas cuestio-
citados es únicamente estructural. .Las formas que adoptaron las nes. Pero, de momento, pocos físicos son los que consideran la brecha
explicaciones en física, durante el siglo XIX, no fueron por el estilo de causal como una imperfección. Este hecho puede enseñarnos también
las aristotélicas sino más bien versiones matemáticas de las formas algo sobre la explicación causal.
cartesiana y newtoniana, que habían predominado en los siglos xvii y
XViii. Esta restricción a las formas mecánicas no duró, sin embargo, ¿Qué conclusión puede sacarse de esta breve exposición? A manera
más allá de los últimos años del siglo XIX. Luego, con la aceptación de de resumen ofrezco lo siguiente. Si bien el concepto estrecho de causa
las ecuaciones de Maxwell para el campo electromagnético y con el fue parte vital de la física de los siglos xvii y xviii, su importancia
reconocimiento de que esas ecuaciones no podían derivarse de la declinó en el siglo xix y prácticamente se desvaneció en el siglo XX. Las
estructura de un éter mecánico, comen/ó a incrementarse la lista de excepciones principales son explicaciones de acontecimientos que
formas que la física emplearía en sus explicaciones. parecen violarlas teorías físicas prevalecientes, cosa que en realidad
Lo que ha resultado en el siglo xx es una revolución más dentro riel no es así. Éstos se explican aislando la causa particular de la anomalía,
campo de la explicación física, esta vez no en su estructura sino en su esto es, encontrando el elemento no tornado en cuenta en la solución
sustancia. Mi invitado, Halbwachs, ha señalado muchos de sus deta- inicial del problema. Pero, salvo en estos casos, la estructura de la ex-
lles. Aquí me limitaré a hacer unas cuantas generalizaciones. El plicación (física se asemeja estrechamente a la ideada por Aristóteles
campo electromagnético, como entidad física no mecánica y funda - para analizar las causas formales. Los efectos se deducen de unas
mental, con propiedades formales que sólo pueden describirse por cuantas propiedades, connaturales y específicas, de las entidades a
medio de ecuaciones matemáticas, fue apenas el punto de ingreso del las que se refiere la explicación. La posición lógica relativa de esas
concepto de campo dentro de la física. Los físicos contemporáneos propiedades y de las explicaciones deducidas fie ellas es la misma que
reconocen también otros campos, y el número de éstos sigue ere - la de las formas aristotélicas. La causa, en física, ha vuelto a ser la
causa en el sentido amplio, es decir, una explicación.
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Sin embargo, si la física moderna se asemeja a la aristotélica en ciencia de un periodo histórico determinado, sin haberse adentrado en
la estructura causal de sus argumentos, las formas particulares que los cánones de explicación aceptados por los científicos de tal época.
figuran en la explicación física son hoy en día radicalmente diferentes Por último, habiendo bosquejado cuatro etapas del desarrollo de las
de las que corresponden a la física de la antigüedad y de la Edad nociones causales en la física, me pregunto si en la sucesión de éstas
Media. Incluso en la breve exposición hecha en los párrafos anteriores puede observarse una pauta general. ¿Hay alguna forma en que los
hemos observado dos transiciones principales en los tipos de formas cánones explicativos de la física moderna sean más avanzados que los
que podrían funcionar satisfactoriamente en la explicación física: de de, digamos, el siglo xviii, y en que los del siglo xviii trascendieron a
las formas cualitativas —gravedad o levedad connaturales— a formas los de la antigüedad y la Edad Media? En cierto sentido, la respuesta es
mecánicas y luego de éstas a formas matemáticas. En una descripción claramente sí. Las teorías físicas de cada uno de estos periodos fueron
más detallada se habrían descubierto muchas otras transiciones más mucho más poderosas y precisas que las de sus predecesores. Los
sutiles. Sin embargo, las transiciones de esta clase plantean una serie cánones explicativos, al estar asociados íntegramente con las propias
de interrogantes que exigen comentario, aun cuando éste sea breve y teorías físicas, deben de haber participado necesariamente del avance:
dogmático. ¿Qué importancia tienen? ¿Y cuál es la relación de los el desarrollo de la ciencia permite la explicación de fenómenos siempre
modos de explicación antiguos con respecto a los nuevos? más intrincados. Pero son únicamente los fenómenos, y no las explica-
Con respecto a la primera de estas interrogantes, sugiero que, en ciones, los más intrincados. Abstraída de la teoría dentro de la cual
física, los cánones de explicación nuevos nacen con las nuevas teorías, funciona, la gravedad es tan sólo diferente de una tendencia connatu-
de las cuales son, en gran medida, una especie de parásitos. Las ral hacia el centro, el concepto de campo es meramente diferente del
nuevas teorías físicas, como la de Newton, han sido rechazadas repe- de fuerza. Considerados exclusivamente como mecanismos explicati-
tidamente por hombres que, aunque admiten la capacidad de la nueva vos, sin referencia a las teorías que recurren a ellos, lo i puntos de
concepción para resolver problemas antes inatacables, han insistido partida permisibles para la explicación física no parecen intrínseca-
sin embargo en que no se ha explicado nada. Las generaciones poste- mente más avanzados en las últimas épocas que en las primeras. Hay
riores, acostumbradas al uso de la teoría nueva por sus ventajas, por lo todavía un aspecto en que las revoluciones de los modos de explicación
general la han encontrado útil desde el punto de vista explicativo. El pueden ser regresivos. Aúneme las pruebas están lejos de ser conclusi-
éxito pragmático de una teoría científica parece garantizar el éxito vas, sugieren que, conforme se desarrolla la ciencia, emplea en expli-
último de su modo explicativo asociado. La fuerza explicativa, sin caciones un número siempre creciente de formas distinta; e irreducti-
embargo, puede demorar mucho tiempo en llegar. La experiencia de bles'. Con respecto a la explicación, la simplicidad de la ciencia puede
muchos contemporáneos con la mecánica cuántica y la relatividad haber disminuido con el tiempo histórico. Para examinar esta tesis
sugiere que uno puede creer en una nueva teoría con profunda convic- haría falta otro ensayo, pero aun la posibilidad de considerarlo sugiere
ción y seguir careciendo de la reeducación y habituación para recibirla una conclusión que será suficiente aquí. Estudiadas en sí, las ideas de
como explicativa. Eso viene únicamente con el tiempo, pero hasta la explicación y de causa no dan muestras obvias de este progreso del
fecha siempre ha llegado. intelecto que tan claramente despliega la ciencia de la cual provienen.
Que sean parasitarios o accesorios de las teorías nuevas no hace que
los modos de explicación nuevos carezcan de importancia. El impulso
de los físicos a entender y explicar la naturaleza es una condición
esencial de su trabajo. Los cánones de explicación aceptados sirven
para indicarles qué problemas no se han resuelto todavía, qué fenó-
menos permanecen sin explicación. Además, cualesquiera que sean
los problemas en que un científico se encuentre trabajando, los cáno-
nes de explicación admitidos condicionan en parte las clases de solu-
ciones a las cuales será capaz de llegar. No es posible entender la

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