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Viscosidad Cinemática.
La viscosidad cinemática relaciona la viscosidad
dinámica con la densidad del líquido. Teniendo el
valor de la viscosidad dinámica se puede calcular
la viscosidad cinemática de un fluido con la
siguiente fórmula.
En esta medida, la viscosidad es la resistencia de
un fluido al deslizamiento, y la densidad es el peso específico (masa/volumen) dividido
por la gravedad. Por ejemplo, un aceite de motor viscoso se desliza lentamente por un
tubo, pero continuará siendo menos denso que el agua al flotar sobre ella. En este
caso, el agua es menos viscosa, pero más densa que el aceite. Es importante tener en
cuenta que tanto la viscosidad dinámica como la cinemática dependen de la
naturaleza del líquido y la temperatura, por ejemplo, mientras mayor es la temperatura
de un líquido, menos viscoso es este, ya que la cohesión de las moléculas se vuelve
más débil.
VISCOSIDAD DE LOS LIQUIDOS:
Los líquidos presentan mucha mayor tendencia al flujo que los gases y, en
consecuencia, tienen coeficientes de viscosidad mucho mas altos. Los coeficientes de
viscosidad de los gases aumentan con la temperatura, en tanto que los de la mayoría
de líquidos, disminuyen. Asimismo se ha visto que los coeficientes de viscosidad de
gases a presiones moderadas son esencialmente independientes de la presión, pero
en el caso de los líquidos el aumento en la presión produce un incremento de
viscosidad. Estas diferencias en el comportamiento de gases y líquidos provienen de
que en los líquidos el factor dominante para determinar la viscosidad en
la interacción molecular y no la transferencia de impulso. La mayoría de
los métodos empleados para la medición de la viscosidad de los líquidos se basa en
las ecuaciones de Poiseuille o de Stokes. La ecuación de Poiseuille para el coeficiente
de viscosidad de líquidos es:
INFLUENCIA DE LA TEMPERATURA:
El efecto de la temperatura sobre la viscosidad de u liquido es notablemente diferente
del efecto sobre un gas; mientras en este último caso el coeficiente aumenta con la
temperatura, las viscosidades de los líquidos disminuyen invariablemente de manera
marcada al elevarse la temperatura. Se han propuesto numerosas ecuaciones que
relacionan viscosidad y temperatura como por ejemplo:
La viscosidad Newtoniana.
La viscosidad de un fluido Newtoniano se suele representar con la letra griega μ, pero para
fluidos no Newtonianos la viscosidad aparente se suele representar entonces con la letra griega
η.
En la imagen se muestra una guía aproximada del rango de viscosidades para diversos
materiales a temperatura ambiente y presión atmosférica.
La viscosidad real de los materiales puede ser afectada significativamente por factores
como velocidad de cizalla, temperatura, presión y tiempo de cizalla, aunque de todos
ellos, la velocidad de cizalla es el factor más interesante desde el punto de vista
reológico.
Comportamiento plástico:
La plasticidad es un fenómeno que muestran ciertos materiales que se
comportan como sólidos elásticos, almacenando una cierta cantidad de
energía, cuando estos materiales son sometidos a esfuerzos menores que
cierto valor umbral (esfuerzo de rendimiento); mientras que con un esfuerzo
superior al umbral se deforman continuamente como un fluido, siendo el
esfuerzo una función, lineal o no, de la velocidad de deformación. Ejemplos
típicos de este tipo de materiales son la pasta dentífrica, mayonesa,
mermelada, clara de huevo y nata batidos.
Comportamiento pseudoplástico (shear thinning):
Son materiales que ven reducida su viscosidad al aumentar la velocidad de
deformación. Muchos materiales muestran este tipo de comportamiento en
mayor o menor grado y es el comportamiento más común. Así por ejemplo,
numerosas sustancias que se encuentran en emulsiones, suspensiones, o
dispersiones son ejemplos de este tipo de fluidos. Quizá, por ser el
comportamiento más común, y encontrarse en gran cantidad de sustancias de
aplicación industrial ha sido ampliamente estudiado. Disoluciones de polímeros
y polímeros fundidos muestran este tipo de comportamiento, siendo la
pseudoplásticidad más o menos marcada dependiendo de la distribución de
pesos moleculares y de la estructura del polímero en cuestión. La
pseudoplasticidad de los polímeros fundidos o disueltos se puede explicar de
acuerdo a la formación y ruptura de interacciones entre las moléculas del
Aplicaciones de la viscosidad
En la mayoría de los productos se exige que la viscosidad sea alta en tasas de
cizallamiento bajas para prevenir la sedimentación o el colapso, pero que se adelgace
a tasas de cizallamiento más altas para facilitar la aplicación o el procesamiento. Por lo
tanto, una sola medición de viscosidad no es suficiente para describir la viscosidad de
dichos materiales, sino que la viscosidad deberá medirse con una amplia gama de
tasas o tensiones de cizallamiento o estrés, o al menos a una tasa de cizallamiento
relevante para el proceso o aplicación de interés. Los líquidos no newtonianos también
pueden mostrar otros fenómenos, como el flujo de cedencia, la tixotropía y la
viscoelasticidad que pueden tener un impacto importante sobre el comportamiento de
los materiales y el
desempeño del producto.
Otros parámetros de viscosidad relacionados con las dispersiones son la viscosidad
relativa, la viscosidad específica y la viscosidad intrínseca, que pueden dar una
medida de la contribución de la fase de soluto o dispersado, a la viscosidad de una
solución o dispersión. Estos parámetros pueden determinarse con más facilidad
usando un viscómetro diferencial como el que se utiliza con el sistema de
Cromatografía por permeación de gel (GPC) OMNISEC.Aunque los viscómetros
simples suelen ser suficientes para describir el desempeño de líquidos newtonianos en
un rango o tasas de cizallamiento estrechos, para líquidos no newtonianos y para
aquellas aplicaciones para las que es necesario evaluar un rango de tasa de
cizallamiento amplio se requieren viscómetros y reómetros más avanzados. Malvern
Panalytical ofrece una gama de viscómetros y reómetros avanzados para satisfacer
estas necesidades, que se pueden utilizar para:
Líquidos no Newtonianos.
Muchos líquidos simples se clasifican como newtonianos, lo que significa que
su viscosidad es independiente de la cantidad de cizallamiento aplicado.
Ejemplos de ello serían el agua y los hidrocarburos simples. Conforme la
complejidad del líquido aumenta, por ejemplo, mediante la inclusión de
burbujas, gotas, partículas o polímeros, los líquidos pueden asumir un
comportamiento más complejo y mostrar una respuesta no newtoniana, en la
que la viscosidad depende de la cantidad de cizallamiento aplicado. Estos tipos
de líquidos son generalmente llamados líquidos estructurados o líquidos
complejos y su comportamiento puede describirse mejor usando
un reómetro, ya que este puede medir una gama más amplia de viscosidades
en un rango más amplio de tasas de cizallamiento, tensión de cizallamiento y
temperatura, que un simple viscómetro.
Este tipo de comportamiento no newtoniano es común a muchos productos
industriales y comerciales, incluidos la pasta de dientes, la mayonesa, las
pinturas, los cosméticos y los cementos, que por lo general son líquidos con
adelgazamiento de cizalla, en los que la viscosidad disminuye con el aumento
de la tasa de cizallamiento, aunque, en algunos líquidos muy estructurados
puede darse un engrosamiento de cizalla.