a los hombres de un territorio es, paradójicamente, su vínculo más íntimo, pues es expresión de la capacidad (o necesidad) humana para responder a preguntan tales como ¿quiénes somos?, ¿dónde estamos?, ¿de dónde venimos?, ¿hacia dónde vamos?, etc. En este sentido, toda manifestación cultural constituye parte de la riqueza humana para el desarrollo de sus potencialidades.
Una manifestación de la pluriculturalidad es el plurilingüismo; por ejemplo,
quechua, aimara, shipibo, machiguenga o castellano son algunas de las lenguas que conviven en el Perú. La diversidad lingüística nacional, no obstante, no evidencia una coexistencia regida por la tolerancia.