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62 Khaneman y La Psicología Económica PDF
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Organizaciones
ISSN: 1576-5962
revistas_copm@cop.es
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
España
QUINTANILLA, ISMAEL
Daniel Kahneman y la Psicología Económica
Revista de Psicología del Trabajo y de las Organizaciones, vol. 18, núm. 1, 2002, pp. 95-108
Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid
Madrid, España
Reflexión
Daniel Kahneman y la Psicología Económica
RESUMEN
La reciente concesión del Premio Nobel de Economía a un psicólogo, aunque no sea cosa
nueva, puede ser un excelente motivo de reflexión científica y de consideración profesional.
La psicología ha estado demasiado tiempo alejada de lo que podría denominarse la conducta
social más consuetudinaria, la que componen nuestras decisiones económicas y nuestras con-
ductas como consumidores. No ha sido este un campo que haya gozado de muchas simpatías
por parte de nuestros colegas. Quizá como consecuencia de una visión excesivamente estre-
cha de las posibilidades explicativas y aplicativas de la Psicología Económica. Puede que
también se deba a un cierto desconocimiento de esta especialidad —o campo de investiga-
ción y desarrollo— de la Psicología social. De hecho, apenas existente como materia de estu-
dios en las Facultades de psicología españolas cuando es cosa bastante corriente en la mayor
parte de las europeas (Webley y Walker, 1999).
El artículo resume y sintetiza los resultados de las investigaciones de la concesión del Premio
Nobel de Economía a Vernon Smith y David Kahneman, reflexiones en base al futuro de la
psicología Económica.
ABSTRACT
Recent award of Nobel Prize of Economy to a psychologist is a good reason for both
scientific and professional reflection. Psychology has long remained aloof from economic
decisions and consumer behaviour. Mainly because a too narrow view of chances for expla-
nation and application from Economic Psychology, this field has not raised the interest of
many colleagues. Other underlying reason may be the lack of familiarity with this branch of
Social Pschology. Actually, in faculties of psychology in Spain there is not such a subject
1 Universidad de Valencia.
matter as is the case in most European universities (Webley and Walker, 1999). This paper
summarizes results of research on the occasion of the award of the award of Nobel Prize of
Economy to Vernon Smith and David Kahneman. Also, a reflection facing the future is inclu-
ded.
PALABRAS CLAVE
Kahneman, Psicología económica.
KEY WORDS
Kahneman, Economic psychology.
Si con Gabriel Tarde la Psicología Eco- «Al igual que las naciones, las discipli-
nómica apareció en la escena universitaria nas son un mal necesario que permiten a
fue con George Katona con quien alcanzó los seres humanos de racionalidad acotada
su autonomía disciplinar y metodológica. simplificar la estructura de sus metas y
Su obra Psychological Analysis of Econo - reducir sus decisiones a límites calcula-
mic Behavior publicada en 1951 y traduci- bles. Pero el provincianismo acecha por
da al castellano en 1965 es de obligada todas partes, y el mundo necesita desespe-
referencia, representando el punto de infle- radamente viajeros internacionales e inter-
xión desde el que se inicia un constante y disciplinarios que transmitan los nuevos
prolijo desarrollo de la Psicología Econó- conocimientos de un enclave a otro. Como
mica. Así pues, lo que ahora se divulga he dedicado gran parte de mi vida científi-
como una nueva rama de la Economía ca a tales viajes, puedo ofrecer un consejo
denominada behavioral economics ( v e r a quienes deseen llevar una existencia iti-
Gargarella, 2002) no es tan nueva y existe, nerante. Resulta nefasto que los psicólogos
cuanto menos, desde hace cincuenta años. te consideren buen economista y que los
Además, la colaboración entre psicólogos científicos políticos te consideren un buen
y economistas, con el fin de explicar la psicólogo. Inmediatamente después de
conducta económica contribuyendo al arribar a tierras extrañas hay que empezar
conocimiento científico no es, dese luego, a conocer la cultura local, no con el fin de
una cuestión reciente. De hecho, existe un renegar de los propios orígenes, sino de
antecedente, similar al de 2002, en la con- ganarse el pleno respeto de los nativos.
cesión del Premio Nobel de Economía. Cuando se trata de la economía, no existe
ningún sustituto para el lenguaje del análi-
Desde mediados del siglo XX los casos sis marginal y del análisis de regresión, ni
de colaboración entre economistas y psicó- siquiera (o especialmente) cuando la meta
logos junto con el préstamo recíproco de que se persigue consiste en demostrar sus
constructos, modelos y teorías se ha veni- limitaciones.
do produciendo reiteradamente. En 1961
James G. March (profesor de Economía) y La tarea no es gravosa; al fin y al cabo
Herbert A. Simon (profesor de Psicología aculturamos a los universitarios en un par
de la Universidad Carnagie Mellon) publi- de años. Además, puede incitar a escribir
caron conjuntamente un libro de título artículos sobre temas fascinantes con los
Organizational Theory bien conocido por que en otro caso tal vez no nos hubiéramos
los psicólogos de las organizaciones y un topado nunca. Acaso sea esta la razón por
claro ejemplo de como la colaboración la que he empezado a aprender chino y
interdisciplinar suele ofrecer buenos resul- llevo a cabo investigaciones psicológicas
tados. Años más tarde en 1978, se le con- sobre la memoria para los ideogramas de
cede a Herbert Simon el Premio Nobel de esta lengua a los sesenta y cuatro años de
Economía quién, como se puede compro- edad. Un buen sistema para inmunizarme
bar en el siguiente texto extraído de su contra el aburrimiento incipiente.» (Simon,
autobiografía, se queja de los inconvenien- 1997: 419-420).
tes de la colaboración interdisciplinar al
mismo tiempo que, aún con ironía, la Con toda la crudeza de la cita y con
defienda activamente: todos los inconvenientes que supone la
colaboración interdisciplinar, se sigue
se utilizan para decidir son, por lo general, sido utilizar el criterio de los o b j e t i v o s
inferiores a las probabilidades correspon- inmediatos. Así, una persona es racional
dientes, exceptuando el rango de baja pro- cuando es eficiente alcanzando los objeti-
babilidad. Precisamente la atracción hacía vos que tenga planeados para cada
los juegos de azar se basa en una sobresti- momento. Estos objetivos se manifiestan
mación de una baja o muy baja probabili- por los gustos que aparecen exógenamente
dad. Los corolarios derivados de estos y no existe razón alguna para ponerlos en
indicios y deducciones han sido resumidos cuestión: el gusto o el deseo por algo no es
por Richard Thaler, autor integrado en la ni mejor ni peor que cualquier otro. No
línea de pensamiento que estamos comen- existen, por tanto, las necesidades objeti-
tando y con el que Kahneman ha colabora- vas se trata de meras preferencias que se
do en diferentes ocasiones (1991, 1997), tornan en demandas. Cierto estupor acom-
en un trabajo recientemente publicado por paña la reflexión derivada del ejemplo que
el National Bureau of Economic Research propone George Sigler y que denomina el
(Working Paper, 9222, 2002). Lo funda- problema del aceite del cárter:
mental, y en lo que se vienen insistiendo
en los últimos años, es que este grupo de «Si vemos que una persona está bebién-
investigaciones pone en serios aprietos dose el aceite del cárter y que se retuerce
algunos de los grandes principios de la de dolor hasta morir, podemos afirmar que
economía clásica. Entre ellos cuando se debía gustarle realmente el aceite del cárter
presume -aunque para muchos otros auto- (si no, ¿por qué se lo ha bebido?)». (En
res es un axioma científico indiscutible- Frank, 1992: 227).
que siempre y en cualquier contexto o
estado referencial las personas siguen un De hecho, todas las conductas, por muy
comportamiento egoísta y maximizador. excepcionales que sean, pueden justificar-
Según los resultados de las investigaciones se a posteriori, razón por la cual según
de Kahneman y el resto de autores de este este criterio no se evalúa realmente l a
grupo esto no siempre es así y, como se racionalidad de los objetivos. No obstante,
podrá observar en los ejemplos que siguen, desde el modelo dominante en Economía,
los valores y los juicios -no siempre egoís- el que toma como referencia la maximiza-
tas ni tampoco, necesariamente, no-egoís- ción de las ganancias, se pueden seguir
tas- de las personas son, también, cataliza - haciendo predicciones muy sustanciosas y,
dores mentales que pueden interferir en las por cierto, paradójicamente evidentes. Se
decisiones económicas. puede predecir, por ejemplo, que si el
Estado legisla un nuevo impuesto ambien-
Acorde con el paradigma dominante en tal o protege con una alta indemnización el
la economía clásica, hoy denominada neo- despido de los discapacitados, entonces,
liberal, se pueden realizar algunas predic- los precios de los hoteles subirán y que las
ciones que si se reflexionan mínimamente empresas evitarán contratar discapacitados.
sorprenden grandemente. Sabemos que el Esto es cierto. En consecuencia, preten-
modelo tradicional parte del supuesto de la diendo un mayor bienestar lo que se consi-
racionalidad humana, lo que ocurre es que gue es precisamente todo lo contrario. Evi-
no existe un consenso cuando se pretende dente. No lo es tanto la segunda parte de la
su definición operativa. La alternativa argumentación: cualquier regulación esta-
seguida por los economistas clásicos ha tal bienintencionada o facilitadora del bie-