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INTRODUCCIÓN

La historia es una continua expansión en el análisis coyuntural de la trayectoria


del Ser humano en el mundo, explicando los parámetros bajo los cuales se ha
relacionado con su sociedad y los demás seres que habitan el planeta tierra,
sin embargo, ha sido cautivado por las organizaciones sociales (Estados) de
las cuales hace parte y como ellas pueden funcionar manteniendo un orden
estructural, para ello se ha basado en innumerables métodos para conquistar a
sus simpatizantes reuniéndolos en un solo conjunto y objetivo.
Se han conocido grandes análisis en cada época determinante para el
desarrollo del hombre, muchos teóricos nos han hablado de mercados
primitivos, de la primera organización de una sociedad, del desarrollo
económico en la época feudal, de las inclinaciones ideológicas que se han
presentado en cada uno de los continentes, como se desarrolló el
Mercantilismo, como un grupo de hombres buscan en la revolución la
liberación de sus derechos como seres humanos libres, en fin, sin número d
anécdotas que han integrado la parte esencial del hombre, saber de dónde
viene y hacia dónde va.
Finalmente, el objetivo es determinar cómo estas dos teorías han generado
cambios y perspectivas en la visión del mundo contemporáneo, que hasta la
fecha busca un cambio, una nueva dirección que le permita desarrollarse como
individuo pero al mismo tiempo le aporte bienestar a su espíritu, la parte
esencial del hombre que por varios años se ha olvidado, cuestiones que se
deben reflejar en las acciones de los Estados para llevar a sus sociedades al
siguiente nivel de la evolución ideológica, proceso que dará el punto final y
concluyente de este apartado.

RESUMEN
Dando un concepto del Socialismo de puede detallar que es una ideología
política que designa aquellas teorías y acciones políticas que defienden un
sistema económico y político, basado en la administración de los sistemas de
producción y en el control social, por parte de un Estado obrero organizado de
abajo arriba (en oposición al Estado de clase, organizado de arriba abajo), de
los sectores económicos y políticos para evitar (parcial o completamente) que
una minoría de los ciudadanos poseedora de los medios de producción
(burguesía) pueda ejercer la explotación sobre una mayoría que al no poseer
los medios de producción se ve obligada a vender su fuerza de trabajo a
cambio de un salario (proletariado).
Por tal razón el fin del socialismo es dar satisfacción a las crecientes
necesidades materiales y culturales de toda la sociedad y de cada uno de sus
miembros sobre la base de desarrollar de manera incesante y planificada la
economía nacional, de incrementar ininterrumpidamente la productividad del
trabajo social. La economía socialista se apoya en la propiedad estatal (de todo
el pueblo), que pertenece al pueblo entero en la persona del Estado, y en la
propiedad cooperativo-koljosiana que es una propiedad de grupos, colectiva.
La forma más madura, determinante y principal de la propiedad social unida al
nivel más alto de socialización de su producción y a un elevado grado de
organización del trabajo es la propiedad del Estado. Bajo su influjo y con su
ayuda la agricultura se transforma en consonancia con los principios
socialistas.
El socialismo surgió en torno al movimiento de los trabajadores y tiene como
objetivo, a diferencia del liberalismo, el cambio de las estructuras de la
sociedad liberal burguesa. El marxismo, como la crítica de la economía política,
aportó las bases teóricas para el análisis del capitalismo. El movimiento político
del socialismo se dividió muy pronto en dos alas, la reformista y la
revolucionaria. La utopía de un socialismo democrático cayó en el olvido. Así
mismo, es un término político, que permanece fuertemente vinculado con el
establecimiento de una clase trabajadora organizada, creada ya sea mediante
revolución o evolución social o mediante reformas institucionales, con el
propósito de construir una sociedad sin clases estratificadas o subordinadas
unas a otras. La radicalidad del socialismo no se refiere tanto a los métodos
para lograrlo sino más bien a los principios que se persiguen.
“ EL SOCIALISMO”
es una ideología política que designa aquellas teorías y acciones políticas que
defienden en principio un sistema económico y político, basado en la propiedad
o posesión democrática de los sistemas de producción y su control
administrativo por parte de los mismos productores o realizadores de las
actividades económicas (trabajadores)y del control democrático de las
estructuras políticas civiles por parte delos ciudadanos. Por ello normalmente
el socialismo se asocia a la búsqueda del bien colectivo, al desarrollo en
cooperación e incluso la igualdad social, eso sí, las definiciones de estos
aspectos del socialismo pueden variar drásticamente. En resumen, apoderar a
quienes realizan la vida social y economía de una sociedad en lugar de darle
poder sólo a aquellos que las puedan comprar o concentrar el control de ella (e
incluso elaborar mecanismos para evitarlo de raíz), de ahí su carácter
originalmente anticapitalista. En principio es a esto a lo que en el siglo XIX, en el
contexto de un proceso de proletarización masivo producido por el ascenso del
capitalismo industrial, se denominó movimiento socialista y en algunos lugares
movimiento de reforma del trabajo. Es un término político, que permanece
fuertemente vinculado con el establecimiento de una clase trabajadora
organizada, creada ya sea mediante revolución o evolución social o mediante
reformas institucionales, con el propósito de construir una sociedad sin clases
estratificadas o subordinadas unas a otras. La radicalidad del socialismono se
refiere tanto a los métodos para lograrlo sino más bien a losprincipios que se
persiguen. El socialismo es, en síntesis, la teoría, doctrina o práctica socialque
promueve la posesión pública de los medios de producción ysu administración
también pública, en pro del interés de lasociedad en general y no en favor de
clases o gruposparticulares.

EL MOVIMIENTO OBRERO
La economía capitalista e industrializada del siglo XIX, organizada en torno a
los principios del liberalismo, consagraba la existencia de dos clases sociales:
la trabajadora, desprovista de los medios de producción y forzada a vender su
fuerza de trabajo, y la burguesa, dueña de esos medios e inclinada a
incrementar sus beneficios a costa de las condiciones salariales y laborales de
la primera. Cada vez más se extendió la percepción de que el capitalismo
consagraba unas injustas desigualdades que había que eliminar.
El movimiento obrero surgió de esas condiciones, pero alcanzó mayor o menor
fuerza en función del grado de desarrollo industrial de los países. Los primeros
movimientos de masas de carácter moderno se originaron en Inglaterra.
Cristalizaron en episodios como la destrucción de máquinas (Ludismo) y la
creación de las Trade Unions, primeras asociaciones de carácter sindical. El
que el fenómeno se produjese en Inglaterra y no en otro país se debió a su
carácter de pionera de la industrialización. Más tarde, estructurados en torno a
la ideología marxista, surgieron partidos de extracción obrera que jugaron un
importante papel en la acción política y social.
EL CARTISMO
fue un movimiento propio de la primera etapa del movimiento obrero. Pero, a
diferencia de aquel, tuvo una índole esencialmente política. El término procede
de la “Carta del Pueblo”, documento enviado al Parlamento Británico en 1838,
en el que se reivindicaba el sufragio universal masculino y la participación de
los obreros en dicha institución. Los defensores del cartismo pensaban que
cuando los trabajadores alcanzasen el poder político, podrían adecuar las
leyes a sus intereses de clase. La duración de este movimiento abarcó una
década, entre 1838 y 1848.
El cartismo supuso la toma de contacto de las masas obreras con la acción
política. Hasta entonces habían concentrado su empeño en la conquista de
mejoras de carácter laboral.
En la “Carta” demandaban el sufragio universal, la supresión del certificado de
propiedad como requisito para formar parte del Parlamento, inmunidad
parlamentaria, un sueldo para los diputados, etc; estas peticiones poseían un
marcado carácter político y eran necesarias -según sus defensores- para
conseguir una profunda transformación social.
El movimiento fracasó
El fracaso de la revolución de 1848 asestó el golpe definitivo a las aspiraciones
cartistas. En adelante la lucha de carácter político sería abandonada por los
obreros ingleses quienes moderaron en gran medida sus reivindicaciones para
concentrarse en la lucha de carácter sindical. La acción política se
circunscribió al continente, de manera más significativa a Francia.
Aunque el cartismo se malogró, constituyó una importante experiencia para la
clase obrera en su intento de mejora de las condiciones de vida; su acción
forzó al gobierno británico a articular una legislación que en ocasiones contó
con un elevado contenido social, siendo un ejemplo de ello la “Ley de las diez
horas”.
ANARQUISMO
El término anarquismo es de origen griego y significa “sin autoridad ni poder”.
Esta ideología, junto con el marxismo, constituye una de las corrientes del
“socialismo”. Ambas, anarquismo y marxismo, coinciden en la crítica al
capitalismo y en la necesidad de su eliminación, pero difieren radicalmente en
cuanto a los métodos para conseguirlo. De hecho, a lo largo del siglo XIX ambos
pensamientos se fueron alejando progresivamente, hasta convertirse en
irreconciliables antagonistas.
El anarquismo estuvo muy influido por la idea roussoniana de que el individuo
es bueno por naturaleza y es la sociedad (o el Estado y sus instituciones) quien
destruye su felicidad.
Alcanzó su máxima influencia en el seno de sociedades escasamente
industrializadas -España, Italia y Rusia-, en tanto que en países más avanzados
tuvo mayor peso el marxismo. En España el anarcosindicalismo se materializó
en la creación de organizaciones como la CNT (Confederación Nacional del
Trabajo) que jugaron un importante papel en el primer tercio del siglo XX.
Algunos sectores del anarquismo preconizaron la acción radical y violenta. Ello
se concretó en atentados terroristas que reputaron en su día esta corriente de
agresiva y salvaje.
SOCIALISMO CIENTÍFICO O MARXISMO
Carlos Marx y su colaborador y amigo Federico Engels. Ampliar imagen
Partiendo del estudio histórico sobre la transición de unas sociedades a otras,
Carlos Marx y su colaborador y amigo Federico Engels realizaron un análisis de
la sociedad capitalista, indagando en sus contradicciones y planteando los
medios para su destrucción.
El marxismo se alejaba de los postulados teóricos, reformistas, idealistas y
supuestamente irrealizables del socialismo utópico.
La Revolución de 1848 constituyó un momento clave en el desarrollo de esta
nueva corriente socialista pues, una vez frustrada, el marxismo reemplazó al
socialismo utópico como corriente ideológica obrerista dominante, erigiéndose
en motor y referente de buena parte de los movimientos revolucionarios de la
segunda mitad del siglo XIX y XX. Fue precisamente en 1848 cuando se publicó
el "Manifiesto comunista”, la obra más conocida del marxismo.
Las ideas marxistas no conforman un bloque unitario, pues los escritos de Marx
han ido completándose con el tiempo y han sido objeto de notables revisiones.
El socialismo científico o marxismo presenta influencias de corrientes
anteriores, destacando las que proceden de la filosofía alemana hegeliana
(materialismo dialéctico), la del ideario de revolucionarios como Babeuf y la de
activistas obreros como Blanqui.
En sus escritos "Tesis sobre Feuerbach" (1845), "Miseria de la Filosofía"
(1847), el ya aludido "Manifiesto Comunista" y sobre todo "El Capital", Marx y
Engels desarrollaron una teoría en la que destacan los siguientes aspectos:
El materialismo histórico
La ley de acumulación del capital
La plusvalía
La lucha de clases
La dictadura del proletariado
La sociedad sin clases
SOCIALISMO UTÓPICO
El socialismo utópico es un grupo de doctrinas y corrientes de pensamiento
correspondientes al primer socialismo que hizo énfasis en la creciente
desigualdad social producto del sistema capitalista.
Surgió a lo largo del siglo XIX en Europa, tras la Revolución Industrial, e intentó
dar respuesta a los problemas causados por el liberalismo y la
industrialización. No obstante, aunque su propósito era alcanzar una sociedad
más justa, el socialismo utópico no lo logró.
Este concepto hace referencia a la obra de Tomás Moro Utopía, y al concepto
de una forma de organización social ideal. Asimismo, otros autores que se
encargaron de estudiar y proponer en el socialismo utópico fueron Henri de
Saint-Simon y Robert Owen.
Por otra parte, el socialismo utópico influyó en movimientos posteriores como
el ecologismo y la socialdemocracia.
EL SINDICALISMO es una corriente sindical donde el sindicato era la
institución clave tanto para proteger a los trabajadores de sus patrones y del
Estado (o de cualquier abuso) como para organizar la vida productiva y
administrativa de la sociedad. En sentido amplio, suelen denominarse como
sindicalismo revolucionario aquellas corrientes sindicales radicalizadas que se
oponen al parlamentarismo democrático y, en algunos casos, a la sujeción de
los trabajadores y su lucha a un partido político. Es caracterizado por la
defensa de la autonomía de las luchas de las clases trabajadoras que había
sido manifestado en el lema de la Primera Internacional: la liberación de los
trabajadores será hecha por los trabajadores mismos o no será.
Algunos de los sindicatos que han usado el término para definirse han
rechazado la injerencia partidista salvo que dicho partido sea comunista,
trotskista, guevarista, maoísta, socialista revolucionario o incluso, en una
posición no de izquierdas, nacionalsindicalista en España.
Finalmente, en algunos países, sindicalismo revolucionario se toma como
sinónimo del anarcosindicalismo, o como su antecesor, tanto por la tesis del
accionar sindical que busca la negociación laboral-patronal directa y rechaza
realizarla a través del gobierno como por aquella que busca organizar la
sociedad a través de asociaciones laborales.
CONCLUSION
En síntesis y reflexión sobre el tema relacionado con el ‘’Surgimiento del
socialismo y explicación de su teoría’’, se puede llegar a la conclusión de que el
socialismo como ideología, se intentó plasmar en la Europa de la edad
moderna, para así poder dar soluciones al proletariado, que cada vez se veía
más ofuscado por el poder burgués.
En vista y paciencia de los hechos de la época, los socialistas compenetrados
en el tema, intentaron dar solución a las calamidades que estaban ocurriendo,
pero estas ideas se veían cada más inalcanzables por varios motivos tanto
ideológicos, como geográficos y por otro muy simple, lo difícil que sería
reemplazar el sistema económico-político de aquel entonces, el cual daba
mayor auge al crecimiento y la eficiencia.
Se puede suponer, que las variadas visiones de la realidad de la época, difieren
de un estrato social a otro, ya sea por experiencias, hábitos, creencias y falta
de educación, todas estas causas colaboran a crear distintas condiciones de
elaboración intelectual para analizar la sociedad de ese tiempo.

Con todo lo dicho y ejemplificado anteriormente, se resume que el pensamiento


socialista en general fue fruto de la época en la que se originó y los motivos de
las convergencias con la doctrina clásica, se llevó a cabo por los distintos
ambientes que rodeaban a sus pensadores y sus distintas visiones de ver la
sociedad, no obstante, las dos doctrinas intentaron explicar rasgos de una
sociedad cada vez más compleja, proponiendo soluciones y determinadas
formas de actuar.

La visión socialista analizada en este trabajo sigue siendo actual, ya que fue la
piedra angular sobre la que se elaboró el socialismo que hasta el sol de hoy
conocemos (como la corriente marxista y la corriente de la socialdemocracia),
y de ella proceden variadas formas de ver al mundo y hacer política.

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