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ANTIGONÍA

Esta obra cuenta con una versión puesta en la escena radial del
programa
Voces en escena http://vocesenescena.blogspot.com/ producido por
el Grupo de Teatro Theatron de la Fac. de Hum. y Radio
Universidad-Calf. 2009. Esto es en el marco de un proyecto de
extensión de la Fac. de Hum de la UNCo, Dramaturgias de la
Norpatagonia argentina: Neuquén. Siglos XIX-XXI.
http:/www.fm1037.online.com/ ;
http:/www.uncoma.edu.ar/dramaturgias/
Versión editada en CD-ROM en Dramaturgia(s) de la Norpatagonia
argentina: Neuquén. “La vigilia”, ISBN 978-987-604-170-6, Educo.
UNCo. Neuquén.
ANTIGONÍA

PERSONAJES
ANTÍGONA
TIRESIAS
ISMENA
CREÓN
HEMON
CORO
CORO

Adivina, adivinante adivinador


Divino caminante...
¿Cual fue
Por la mañana
Quien es por el medio
Y tres por la tarde?
¡AH! Divino señor adivina
que los dioses te iluminan
y el camino de un... hombre abres

¿Y yo? Ah
perra... diosa... oh mujer infinita
cuatro, tres, dos... una
una, una pregunta sola ja, ja, ja...
sola risa y río...
ríos de preguntas
son, son... sería mi risa tu ser... (ríe)

I
DESTINADA
TIRESIAS.___ La eterna esfinge ríe y cae
circularmente. Aquel que la venciera reinó
junto a una viuda, negra su suerte, casta ella,
unión de poder sobre Edipo: su madre y su
esposa. Les nacieron cuatro hijos: dos
varones, Etéocles y Polinices, quienes al fin
del tiempo de su padre ciego, reinarían un
año cada uno. Pero el poder empalaga, se
pega en la piel, llena de odios...
Los dos hermanos se mataron en la guerra.
Erigido en rey, Creón, hermano de Yocasta,
ordenó no dar sepultura a Polinices para que
lo devoren los buitres y perros carroñeros.
¿Quién puede decir ahora cuales son los
hilos que lleva y que despliega Antígona, la
hija menor, la intocable, la que sólo pretende
el amor eterno de un hermano desgraciado y
muerto? Pero no esperen nada. Aquí no va a
suceder nada, nada nuevo. Sólo serán
repartidos unos papeles, se dirá bastante y
claro o confuso, ya no importará. Al matar
Edipo a su padre, en aquel lejano y oscuro
camino mató a su descendencia, envileció su
sangre toda.
Ahora están esperando esos desgraciados
por su momento para morir o... vivir. Pero el
resto que no espere nada. Ya nada cambiará.

Tiresias viene bajando desde cierta altura.


Busca una salida con las manos y no la
encuentra. Las luces se van apagando.

Entre el público Antígona busca ayuda para


enterrar a su hermano.

ANTÍGONA. ___ Vamos, alguien tiene que


hacerlo.
Si vamos todos no habrá castigo.
Pronto amanece y nos verán.
Vamos, no quiero hacerlo sola. Si no lo
hacemos puede haber otros.
Ismena, hermana... hermanita.
Se detiene, empieza a caminar velozmente,
pero tranquila desde el fondo del público a la
escena, donde se la ve a contraluz. Mientras
camina se escuchan perros ladrar. Va vestida
con una túnica blanca, como un traje de
novia. Su vestido arrastra algo pesado que
traía en las manos, en el cuerpo, cadenas. Se
las hecha encima y va hacia el fondo.
II

ELLAS DECIDIERON.

ISMENA. ___ ¿De donde venís? Tu pelo tan


revuelto, deberías dejar que mis peines...

ANTÍGONA. ___ ¿Podrías dejar que te


hable? ¿Podrías escucharme hoy, Ismena y
responderme de inmediato?
ISMENA. ___ Siempre te escucho, hermana,
aunque tu voz esté distinta hoy...

ANTÍGONA. ___ Las horas corren... el pueblo


a empezado a despertar y hay un decreto
nuevo.

ISMENA. ___ Bien. De eso se encargaran los


hombres. Pero mis flores y mis vestidos no
tienen el color de mis cabellos.

Se mira ante el espejo.

Un hombre podría confundir mi luto con mi


soledad.

ANTÍGONA. ___ ¿Soledad? Pero yo


empezaba a hablarte de leyes que no han
sido escritas, de los deberes que escuchó
nuestro padre y de los decretos que cuidan
los oídos de ciertos peligros; Ismena ya no
hay hombres en nuestra familia... Se trata de
ocuparnos lo antes posible...

ISMENA. ___ ... de continuar la vida


cotidiana, de elegir al padre de nuestros hijos.

ANTÍGONA. ___ Yo no sé de eso, Ismena. No


deseo más que conformar a los dioses.
Nuestro hermano está sin sepultar, no tiene
honores, el fuego sagrado no lo ha tocado.

ISMENA. ___ ¿ Y que pretendes? ¿ No es


demasiado el dolor por su muerte y la de
Eteocles, para que además intentemos algo
que no sé si debemos?

ANTÍGONA. ___ Tenés razón, no debemos.


Según el nuevo decreto de Creón, quien lo
haga será condenado. Y veo que no vendrás
conmigo, Ismena, que no mancharás tus
sandalias y tus uñas con barro y sangre.
ISMENA. ___ ¿Para qué? ¡Antígona! Somos
hijas de reyes. Nuestro deber es casarnos y
aumentar la descendencia. Que los varones
gobiernen y se ocupen del Estado.

ANTÍGONA. ___ Y vos de tu pelo y tus cintas,


ese pelo tan brillante que ni el luto apaga.

ISMENA. ___ ¿Por qué te adueñás del dolor?


Yo también he perdido a mis hermanos, a mi
madre...

ANTÍGONA: ___ Y vas a perder a tus hijos en


las tiranías que danzan sus propias leyes. El
dictador matará su propia sangre para
sostener la fortaleza, vestirá la impunidad en
sus guantes delicados y suaves.
Se perpetuará a través de distintos nombres y
un solo poder.
Pero los ladrillos no son eternos
Y los hombres que maduran
Preguntan por el pueblo
No sólo las pestes denuncian el
pecado
No te puedo entender
No te puedo explicar
Ocupo el espacio que me corresponde
No se pude reinar en el desierto
Alguien tiene que alimentar las
bocas ...
Otras
bocas...

Ismena se dirige al lugar de la Esfinge-


Yocasta.
III
TIRA, TIRA... NOS.

CREÓN. ___ La primera brisa de la mañana


me recuerda los buitres que ayer, saciados,
volaban pesados sobre la ciudad. Hoy están
desconcertados y aún perezosos presagian
ausencias y desapariciones poco creíbles...
Antígona (está apoyada en una de las
ventanas) ¿Hacemos juntos un desayuno
que aplaque el hedor de los dolores de la
ciudad?

CREÓN__¿Y... tu dolor querida?

ANTÍGONA. ___ Sólo me duelen las manos y


un poco las rodillas, además el aire está frío
esta madrugada, eterna salida del sol a mis
ojos sin luz ya.

CREÓN. ___No te preocupes querida, ni vos


ni tu hermana serán (en una de las ventanas)
huérfanas ya.

ANTÍGONA. ___ Tus decretos no cambian el


destino de mi sangre ni la maldición de unos
ojos.
CREÓN. ___ Pero mis manos se cruzaron en
un acuerdo de leyes impregnadas de poder y
caminos.

ANTÍGONA. ___ Basta de tanta oratoria,


Creón; si tus servicios te dijeran que han
enterrado a Polinices, ¿Qué dirías? (Creón
ríe a carcajadas)

CREÓN. ____ Nadie se atrevería en este, mi


mandato, a desobedecerme, nadie va a
desordenar las piedras de este fuerte.
Además, como sabría alguien a quien
entierra. Ahora son el mismo barro, el mismo
maldito barro que cubre sus máscaras y ...

ANTÍGONA. ___Yo los reconocería por su


perfume, aún entre el barro y la podredumbre
de la muerte y la codicia. El cuenco de sus
ojos... nooo. Tal vez sus parecidos... ¡Ay!
Ahora no sé, no sé, no.
CREÓN. ___ Vamos, Antígona querida tus
sentidos te funden y te ves tan ... sensual, tan
pequeña y deseable, yo, bueno, aquí en este
lugar que desearían muchos.

ANTÍGONA. ___ ¿Qué darías para que nadie


quebrantara tu ley? ¿Un poco de dinero? ¿Un
misterio? Algún viaje por lejanías
desconocidas. O te atreverías a mostrar tus
dientes y tus barbas.

Juegan un momento con movimientos lentos


sin tocarse. Antígona va tratando
mansamente de quedarse con el lugar de
Creón.

Yo lo enterré esta mañana.

CREÓN. ___¡ No es verdad! Querés


adueñarte de... ¿De qué?
ANTÍGONA. ___ Nada tío, nada. ¿Qué podés
ver? Se ríe a carcajadas. ¿Qué dejarías que
viéramos ahora que ya lo sabés?

CREÓN. ___ Basta Creón. Se acabó el


juego, no se puede dar vuelta la realidad
como si fuera una ronda de niños, de
aquellas... de las de antes.

ANTÍGONA. ___ ¿Te da miedo mi risa?


¿Estás hablando de subvertir?

CREÓN. ___ No te bastaron los años de


sufrimiento y muertes y ciegos ambulantes
por guerras artificiales y chirriantes, que
ahora llamás al pasado provocándome. No
me provoques, niñita: tu sangre no te da
impunidad. Tu sangre puede...

ANTÍGONA. ___ Mi sangre no puede más.


Mi sangre está seca, seca como tus... tu hijo,
rosado de muerte ya no te dará...

CREÓN. ___ ¡Nooo! Hemón no. No es


necesario, quedate con mis papeles, perdón,
Antígona, perdón niña, eterna hija de cadenas
incestuosas.

Gritando y llorando sale de escena detrás de


Antígona. Inmediatamente vuelve a entrar.
Lleva la túnica arremangada con un cinto y
una banda en el pecho más una capa muy
importante. Está mostrando las manos y en
movimiento dice:
Yo la perdoné,
Traté de salvarla...
Pero sus palabras salpicaban a todos
Y quiere contaminarnos,
Es necesario que muera
Y con ella, sus hijos.

Baja las manos mira a Hemón ordenándole


de frente sin palabras hasta que éste sale
corriendo. Se pone los guantes y se apagan
las luces de a poco.

IV
EN FIN ...
Hemón sentado con la cabeza entre las
manos.

HEMÓN. ___¿En algún momento pensaste


en casarte conmigo, Antígona?
¿Estabas dispuesta a la felicidad de un día
normal?
¿Me habías elegido para acompañarme por el
resto de tus años?

ANTÍGONA. ___ ¡Oh lecho nupcial donde no


reposarán mis furores ni los hijos de los hijos
de los dioses! ¡Ay novio eterno
De la hija del destierro y la ceguera!

HEMÓN. ___¿ Donde está tu pasión,


querida? Solamente podrías vestirte de
enamorada en mi ausencia anunciada.
ANTÍGONA. ___ ¡Ah soñada boda fraterna
con los héroes que habitaran el Hades! ¡El
mijo y el incienso serán las vestiduras
nupciales!

Antígona camina hacia la tumba de Polinices.

HEMÓN. ___¿Alguna vez tu pelo y tu


hermosura se resolvieron en la noche del
amor y el descanso?
¿Dónde reposó tu cuerpo pequeña mía?
¿En que calor humano se dibujó tu vida sin
atadura?

ANTÍGONA. ___¡ Ay! Hermano, hermano


amado.
Esposo en la tierra del descanso,
Hermano y padre
Comienzo de mi sangre y su mismo fin
¡Ay dioses de nuestras más infinitas noches,
dioses del juramento de fidelidad
a mi destino ineludible!
Sólo ellos serán testigos de la gran boda
Del desagravio de mi amor.

HEMÓN. ___ ¡Antígona, por una vez! Por una


vez tan sólo no permitás otra muerte más. No
me desposés con los gusanos y el olvido.
¡No me robés de tu recuerdo!
¡No me cubrás otra vez de destierro y fin!
¡No dejés que la sombra de mi amor impune
siga tus huellas sin dibujo!
Por una vez, Antígona,
Mirame,
Mujer
Soy tu único hombre vivo.
No me arrastres por esta ciudad desierta.

Hemón se pierde detrás de la tumba de


Polinices donde lo condujo Antígona. Ella
hace los ritos y finalmente se entierra a sí
misma acostándose en la tumba.
RISAS (El Coro)

Adivina, adivinante adivinador


Divino caminante...
¿Cuál fue
por la mañana
quien es por el medio
y tres por la tarde?

Adivino señor, adivina


que los dioses te iluminan
y el camino de un hombre abres.

¿Y Yo?¡Ah!
Perra... diosa... ¡Oh mujer infinita!
Cuatro, tres, dos... una...
Una... una pregunta sola ja, ja, ja!
Sola risa y río ríos de preguntas
Son, son... sería mi risa tu ser.
Ríe.

FIN.
Córdoba, 2005
Registro de la propiedad intelectual nº 74264

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