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UNA SITUACIÓN QUE NO TERMINA: DESERCIÓN ESCOLAR

Este artículo aborda el tema de la Deserción Escolar. Tal como es posible apreciar, el
problema es muy complejo y por su naturaleza de difícil solución, sólo desde el ámbito
de la escuela. Se registra el caso de Gabriel en la provincia de Tucumán, aunque es una
problemática que atraviesa a todas las escuelas a lo largo del país, particularmente en
zonas desfavorables y vulneradas.

Es evidente cómo Gabriel, en el curso de su desarrollo al relacionarse, al interactuar con


los demás fue construyendo su autopercepción y su autoestima; él mismo decide no
seguir con los estudios, reconoce que se quedó sin proyectos; su realidad es la de
muchos jóvenes que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad.

La escuela secundaria está en crisis, entre otras razones, porque hay una distancia
radical entre el “dispositivo escolar”, configurado en y para otro momento de la historia
de nuestro país, para generaciones anteriores y para ciertas condiciones socio culturales
y económicas, las que actualmente no imperan en muchas zonas, y en especial una
distancia significativa con la cultura de los jóvenes de hoy. Es necesario conocer y
comprender profundamente la estructura e implicancia de los docentes de escuelas que
atienden poblaciones vulnerables.

Asimismo hay que trabajar más con los factores que intervienen en el proceso de
aprender; son los docentes quienes tienen la tarea de motivar, ofrecer alternativas de
acceso a los estudiantes, sobre todo en contextos de fragilidad socioeconómica cultural
para que el adolescente /joven pueda llegar a la construcción social de significados y a
la elaboración personal de sentidos.

Por esto los docentes necesitan estar más atentos a la diversidad, al hecho de que los
sujetos no aprenden igual, que la forma de enseñar no será igualmente efectiva para
todos; y que no se pueden dejar a un lado las expectativas, tanto del docente hacia el
alumno como viceversa, ya que por lo general los alumnos suelen actuar según lo que se
espera de ellos, interesados o no, responsables o no, según las expectativas que
muestran sus docentes. Se espera que las conductas de los estudiantes paulatinamente
sean el resultado de una reflexión interna y crítica, y no una simple respuesta a
estímulos.

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Vigotsky en su teoría “ […]sostiene que es esencial la consideración de lo social y que
son los mediadores los que contribuyen a transformar la realidad y la educación[…] ”
(Leliwa-Sangarelo-Ferreyra, p.126) y que los “procesos psicológicos superiores” (las
funciones superiores) se desarrollan y adquieren a través de la interacción con la
sociedad, el lenguaje materializa y constituye los significados construidos en el proceso
social e histórico.

Cuando el estudiante interioriza, (es decir hace propio) estos significados, tendrá acceso
a la significación de sus experiencias, y serán, estas las que constituirán su conciencia,
interviniendo así, en sus formas de sentir, pensar y actuar. […] el aprendizaje seria por
tanto un proceso de categorización o adquisición de conceptos, en el cual el lenguaje
juega un papel fundamental […] (Leliwa- Scangarello-Ferreyra, p.154). Cabe
mencionar, que para Vigotski, todo proceso, adquisición y significación primero es
interpsicologico y posteriormente intrapsicologico; es decir de afuera hacia adentro y de
abajo hacia arriba, de lo sensomotriz a lo perceptivo-cognitivo.

Este último concepto, emparenta a la teoría psicológica genética de Piaget, desde la que
se considera algunas variables internas del sujeto; para él, el aprendizaje es una
construcción activa del sujeto, a través de su interacción con el objeto, con el mundo;
trata de ver, comprender, entender, pautar cómo los seres humanos pasan de un estado
de menor conocimiento a un estado de mayor conocimiento durante su desarrollo y
organización de los progresivos estadios de pensamiento, hasta llegar al pensamiento
lógico formal que les permita mayores niveles de comprensión y simbolización.

Para enseñar a las nuevas generaciones es justo tener en cuenta y ser conscientes que
éstas, nacidas en el siglo XXI, tienen otros modos de dialogar e interactuar con la
información, el conocimiento y el mundo en general, su percepción del mundo, del ser
humano y de la vida, está mediatizada por los avances de la tecnología, la globalización
de las comunicaciones y los modos disímiles de comprender las políticas sociales,
económicas y educativas.

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Internet y las apps son la moneda de cambio cotidiana en los adolescentes; muchas
instituciones educativas todavía no lograron transformarse en ese sentido, ya sea porque
carecen de conectividad o de recursos multimedia o por la falta de capacitación
necesaria, que posibilite la transformación de las prácticas educativas.

La sociedad enfrenta la obligación de construir una alternativa educativa para las nuevas
generaciones, superadora del modelo hegemónico homogeneizador, que lleve a redefinir
los tres pilares del triángulo didáctico: el alumno, el profesor y el conocimiento.

Es decir, construir un sistema educativo flexible, capaz de acoger las diversas


subjetividades, en distintas realidades socioeconómico - culturales, tal vez así se podrá
superar el hecho reiterado de que gran cantidad de adolescentes no encuentren en las
aulas las herramientas necesarias para armar un proyecto de vida, que les posibilite la
inserción social y los aleje de situaciones vinculadas a su propia decepción, sin futuro y
quizás, el acercamiento a las adicciones, a la violencia y/o al delito después del
abandono de la escuela.

Dentro de dicho “sistema educativo flexible”, posible de lograr hay variables


intervinientes como las políticas educativas, la formación del docente, entre otras. Con
respecto a la función del docente, hoy no es brindar información sino enseñar a
encontrarla, a descubrirla y saber qué hacer con ella y cómo utilizarla. Identificar quién,
con qué intereses, y con qué lenguaje construyen significados, los valores que
transmiten; claro está que se reitera lo dicho, reconociendo la diversidad, así como la

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incidencia de la interculturalidad en cada sujeto de aprendizaje. Es necesario incorporar
nuevos saberes y habilidades o técnicas para los intercambios que requiere el mundo
contemporáneo. Y que en las aulas se puedan “construir” conocimientos, no quedarse en
una mera “reproducción”.

La responsabilidad del docente y del espacio escolar, es trabajar con la “zona de


desarrollo próximo”, para “tirar de la mano” y llevarlo al joven a “estadios de mayor
conocimiento y construcción del pensamiento formal”. Si faltan “andamiajes” según
Bruner J.: “ actividades que el adulto hace para facilitar el paso de la “zona de
desarrollo real” a la “ zona de desarrollo potencial”, acordes a las reales necesidades y
posibilidades de cada quien, el estudiante no logrará un “aprendizaje por
descubrimiento” y no logrará el fuerte interés que lo deslumbre y comprometa…por lo
que se favorecerá la repitencia…reiterada ésta y agravada por las situaciones
socioeconómicas (tal es el caso de Gabriel) se desencadena el abandono o sea la
deserción.

Si bien son una multiplicidad de factores los que influyen en la deserción y/o repitencia,
el docente desde su lugar tendrá que trabajar, para hacer frente a esta problemática,
desde la reflexión con la acción concreta, según el alcance de cada momento, situación,
contexto y capacitación de cada quien.

“Es tan dañina la mala acción de la gente mala, como el silencio y la inacción de la
gente buena” M.Luther King (1965)

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