Está en la página 1de 21
Vicente J. Benet La cultura del cine Introducci6n a la historia y la estética del cine D PAIDOS BBLIOTECAI ATING. AMEDICANA apéndice 1, El andlisis del filme Perspectivas Alo largo de los capitulos precedentes hemos visto algunos de los ‘onceptos filmicos fundamentales, tanto desde 1a vertiente historica como técnica y econémica. También hemos podido comprobar que el ‘Sine es una institucién cultural compleja, en Ia que intervienen factores distinta naturaleza que convergen en cada filme. Por lo tanto. 61 que~ ‘emos pasar al andlisis de una pelicula, lo ideal seria encontrar un equils- ‘no entre ellos, aunque al final sera inevitable establecer prioridades de ‘verdo con el objetivo de nuestro anélisis. De entrada, la perspectiva Variar si nos interesa destacar los aspectos socioldgicos del filme, modo en el que demuestra unas caracteristicas de organizacion econs- inca de la industria, sus valores estéticos y formales, la dependencia de ‘Ktores tecnalégicos o su orientaciGn politica. Por ejemplo, un andbisis #1 acorazado Potemkin puede centrarse en el trabajo de montaye (y de él, en problemas de ritmo, de composicion grifica, de contras- “enla sucesion de planos, de tempo en la elaboracién de una secuencia. ) Para desvelar elementos estilisticos. Pero puede servir también pare Nandlisis polftico (el papel del arte de propaganda en los regimenes w- itarios, el estado de la cultura soviética en el afio 1925), estéuco (los “Stficios entre realismo y vanguardia, la bisqueda de los efectos aristo- a ey | Sn erence er + = 280 LA CULTURA DEL CINE télicos de la catarsis y lo patético a través del montaje, el peso del sim- bolismo, etc.), social (la produccién estatal de la cultura, el peso de la censura...) 0 econémico (la industria cinematografica en las economfas socialistas), por citar algunas posibilidades. Cuando afrontamos un an- lisis nos vemos obligados habitualmente a guiarnos por alguna de las perspectivas, Pero hay que intentar integrar en ella los aspectos orillados que, desde un segundo plano, pueden ayudarnos a responder algunas de nuestras propuestas de interpretacién. En este libro he optado por dar un peso mayor a la vertiente estética y estilistica del cine, aunque sin perder de vista el resto de elementos que sirven para configurarlo como institucién. Hay que ser conscientes de que se trata de una perspectiva més entre los estudios filmicos. Aun asi, el andlisis estilfstico de los filmes se ha convertido en una parte esencial de ellos. De Ja voluntad de hacer hincapié en los problemas estéticos surge inevitablemente una cuestién tedrica: la perspectiva del andlisis vendré condicionada por la manera en que nos enfrentemos al objeto de estudio. Por decirlo brevemente, la pregunta esencial que debemos hacernos es: {debo tratar esta pelfcula como fuente de informacién 0 como objeto ar- tistico? Aunque las respuestas no sean totalmente excluyentes, trazan caminos distintos. La primera opcién nos conduciré a integrar nuestro trabajo con sistemas de andlisis de otras disciplinas humanisticas y deli- mitaré Ja finalidad de la interpretacién, ya que intentard articularla en campos conceptuales para los que el cine cumple un papel ilustrativo. Este camino nos alejaré sin embargo de la reflexién estética. Por ejem- plo, quien quiera hablar de la representacién de Ja violencia en el cine contempordneo, impregnaré su recorrido por los filmes de datos sociol6- gicos, hist6ricos o antropolégicos e incluso pedagdgicos. Pero el andlisis se concentrar4 en apoyar hipétesis previas provenientes de un marco conceptual ajeno. Es cierto que si queremos aproximarnos a las pel{culas como objetos artisticos, mantener unos referentes hist6ricos o estudiar la tradici6n para alcanzar la comprensi6n profunda de las formas y del estilo cinemato- gréficos nos ayudar4 a definir mejor la experiencia estética, pero ésta nO dependerd en el fondo de esos conocimientos en los filmes ejemplares- Por lo tanto, hay que reconocer que, al final de todo el proceso, uno S¢ encontrard ante algo indescifrable e irreductible que haré que una obra destaque entre los miles de productos de la misma naturaleza para co” vertirse en un paradigma del arte. Creo que hay una idea esencial de A que podemos partir: uno puede disfrutar de, pongamos por caso, un fi

También podría gustarte