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El camino de vida cristiano es el mejor camino de vida posible.

Cristo vino a la tierra


para que sus seguidores “tengan vida, y para que la tengan en abundancia” (Juan
10:10). Seguir su camino nos traerá grandes beneficios en esta vida y “delicias…
para siempre” en la próxima (1 Timoteo 4:8; Salmos 16:11).

Pero esto no significa que la vida cristiana sea fácil. También es una vida de
desafíos y dificultades que tienen el propósito de ayudarnos a desarrollar la mente
de Cristo y el carácter de Dios. ¿Por qué? Dios quiere que aprendamos a pensar y
actuar como Él ¡porque quiere que seamos sus hijos por la eternidad!

Principios de la vida cristiana

Dios nos dio la Biblia para enseñarnos a vivir de la mejor forma posible y darnos
ejemplos reales de los cuales podamos aprender. Los buenos y malos ejemplos que
vemos en las escrituras nos hacen ver la aplicación de los principios bíblicos que
de otra forma podrían parecernos abstractos.

Los artículos de esta sección le ayudarán a comprender estos principios para


superar los desafíos de la vida. También le ayudarán a forjar relaciones sólidas,
significativas, basadas en amor y a conocer más sobre el camino de Dios y cómo
vivir según su voluntad.

El camino de Dios es el camino del amor —el camino de la paz. Sus principios nos
ayudan en el hogar, la escuela, el trabajo, a organizar nuestro tiempo y a tomar
buenas decisiones, a controlar nuestras emociones y a crecer en madurez
espiritual. La vida de un cristiano refleja los valores de Cristo y su gran amor por
nosotros.

Comience ya

Esta sección es actualizada contantemente, por lo que lo invitamos a seguir


visitándola y disfrutar de los nuevos artículos sobre la vida cristiana que estarán
apareciendo. Además, estamos atentos a sus sugerencias para futuros artículos y
cualquier pregunta que pueda tener.

Le invitamos a comenzar ahora mismo con “El camino de la paz”. Este artículo
describe un camino que el mundo desconoce, pero que Dios revela a través de la
Biblia para usted (Romanos 3:17). Es el camino que Dios quiere —y ordena— que
sigamos, y los beneficios de hacerlo son invaluables.

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