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-iiJil;.i;.}ig1~la empresa del Radicalismo y el establecimiento de
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;·f)ir;f(.R~pública Federal; y la tendencia conservadora, que se
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·.-i::..~i¡;;'. 1f'.i~f 'o~trapone a la anterior y en alguna forma se articula
·)t,1,Z.~ At~¡{proy~ct? de la Regeneración y _~l est~blecimiento de
CAPlTVLO II /;lttr ~J:(~Repubhc_a Conservadora. Las . d1fer_en~1as entre est~s
:.7;/h,:~_:··.::~éiós .tendencias, no será tanto de nivel tecmco y metodolo-
LA HlSTORIOGRAFIA DEL S ._.!i? )f.;:!,'gl~_
~; corno de orden teórico e ideológico, dada ·1a acen-
EPOCA COLO~lº XIX_ SOBRE· L1:__:) \ ~;{?iúád_ a orientación. 1deo!ógica p~rtidista y conc~ptual que se
AL <·:}.r; } ·':i(_pcrc1be en. sus trabaJos; segun s~~ respectivos postu~a-
:::·%: 1:~ft~os ideológicos y las empresas poht1cas del momento his-
- -~·J{f is!J,.liórico a que _responden estas tendencias, dan como re-
Tendencias Fundamentales. _:J:~ fé~~\á1tado contrapuestas visiones de la época colonial, Jo
. . \~i~ ·! ~¿ú'al contrasta con la proclamación ·que cada una hace
Si las preocupaciones historiográficas
. por e1 pasa-:-}JK :)lfp\í'
..·.r ,, ,.-,·-1. .
ra• sí de • haber
lid d" estaulecidó la "verdad" en el reino de
d o colom~l surgen en forma inmediata a raíz de la In>'%; Ul~ta··"1rnparc1a a .
dependencia, tales. preocupaciones continuarán en fo ' ~1i1 Ltt?.''· · . · · ··
renovada durante el siglo XIX t · . r~~ .,.,'!./;- }·,r¡_0: ( , Hemos dicho que estas teodenc,as se especifican y .se
, cons antemente estimu-· '::* ,-,,;;?-.•. . · 1 1
ladas por. .. la problemática a la que y a nos h emes ref endo·
.
.~·•/ !': ?,:;\{J\rruculan
,.,......-. con las
. , demandas
• p anteadas por as empresas
- · d · 1 ·
1a construcción del Estado Nacional : ~:; .?~Jdcl momento histonco, con e1 propos1to e sugerir e DI-
' en cuyo proceso ·" -'-1-!.-. . • · tan p ¡
cue?ta de modo fundamental la herencia colonia!; elld -·::: . .J.~t-e_l consciente y rac1~na1 en que se mse~ ·., or o t~n_to.
hara que el pensamiento historiador mire ineludibl t . -::,-:iJ,, ;:¾f¡_0oo · estamos estableciendo una deternunac10n mecan,ca
ha~ia ~I _pasado colonial. Pero dichas preocupacion::~~s~ J¡¡ .}:fq;~_el pensa?1iento historiográfico~a p~rtir de las c~ndi~io-
tonograf1cas no retornan al pasado colonial en forma ;.,;~.: :,~ ~.Qes materiales, en donde no sena mas que su espeJo, smo
~omogénea_; lejos de ello, van al p~ado con objetivos e-~Jj; :}f{.¿9~e~mo-s querido observ~r :ª~ relaciones de este pensa-
mter_eses divergentes, armad~s. de d~erente visi-6-n y pro- ;?i.! ::Ji.{fIIIento con l?s procesos ~1storicos e°;Íocados como pro-
porc~onan qe_este pasado_ dtstmtas rmá~enes. Tal hetera- ·.:~ '?lfiyecto~ ~ decir, como empresas consciente~ . buscad~s p~r
geneidad se halla determinada por las exigencias de los -~-:-~~
\ff!~fa. practica de los hombres, a los cuales sirve la h istona
momentos. ..históricos fundamentales del siglo XIX. Se- ;:] ~i}omo 'ciencia o ideología, _a pesar de que sus protagonis-
gún estos momentos, con el conjunto de sus influencias y ·:_,\ ~ ~tas no tengan clara consciencia de ello. En todo caso, la
las diferentes _imágenes históricas d~ ~a época co3onial _:ltrMf~isto~ia ~ a .!::!!.~ ~e~ti_d o ~f~ ~ t~m~r-. ~ -
e~a~ora~as al unpulso _de sus requ_enm_1entos: podn~os ~:~{f( ~~~?,c1enc1a ~ pror~to ~1st?'nco; y el proyecto h1~ton~~ en
d1stmgu1~ dos te?de~cias_ en_ ~a hi~tonograf1a del siglo .-:~·-;( /~-'C?_u anto reaJjzacwn practica, al generar una h1stonc1dad
XIX: 1~ . tendencia histonográf1c_a llberal que se perfila :_.~, -~i~'i-manifiesta, estimularfa a su vez al pensamiento hislo-
a propos1to de las Reformas liberales de mediados de ~t ff-ifriador_.¡
'7n j¡t_i
· H~ _. ._~.,,... .-.

l. LA lJ/STORJOGRAFIA LIBERAL ';1ift~


2
DE MEDIADOS DE SIGLO ''',..ii,tL :\ ·:. a
de suprinúr todas las trabas que pesaban sobre los
'6o: tierra,
. ·a1, y
•· ·· · 1 · ·-"' •'•ll!ll, '
·,, .'•-' ' :·--.~:.;{· tores de la producc1 trab'a10 y cap1t
La Ind d . . . )._:/.c·.'·\:J- •. transformar el mundo de las mstituciones, con e¡
· ,- · . ,. · · • ac · ·
de los J·,z epen encta, ~1 bien había significado el :/\·J:. '.:\ . ~ pósHo de acondicionarlo para el desarrollo ·del muo-
... os con Espana no h b'1 l corte .1 •. •. , pro ( . b ) 1
totalment .' a a agrado transfo ·•t'~?1•·· :... 0 burgués que se esperaba o al que se aspira a, pero e
sus drameátiy en fprofund1dad la Colonia interior pcrrn,~t.\ "_; /':,·:: /al sin embargo, no 11egarfa en ese momento. Entre
m iaje colonialCOS e ectos sobre , .ésta· G ' and
. :ªn parte del se,a,•· : ·. ·· .cu ' • d
·,.::-,,~ .:/f1·:ofras muchas cosas, el proceso JJ1J1ova or a 1a JO o-
h b' · tr
volución del M;a~~':°eccria mmod1f1cad?, hasta la R:;?:·:; //·kucido Jas si.g~ientes reformas: establecimie~to. del_ 1ibrc-
gos coloo·a1 °. 1~10· A la conservac1on de esos ras · •::, ··:-:·:/ cambio abolic16n del estanco del tabaco, eltmmac16n de
0 tras cosas, la s1tuació
· •.·
·.;..;:· ..,; ···'.cárgas 'fiscales, abohc1ón
· · de Ia eseJav1tu
• d , supres1on
1 es contnbu1an entre ·' d e
de postr · ' >.-.:.,
6
consecue ac~ nd ª que era abocada la República comº.:.:-3; t-=·f;•résguardos indígenas, desamortizaci6n de los bienes ecle-
ncia e una guerra que h b'1 d o.- ., · ,,•.;: ., l · l Es d · .,
economía ue h b' a ª es~,o~pues~o la/ }. ·:~~:·siástico_s, separacxon de a ~gles1a y e ta o, msta~ac1on
micament q . ª ª ~~merado un enorme e1erc1to econóJ '~:;. /',\1de la ltbertad absoluta de 1mprenta y de palabra, implan-
1
nacional e l~pr~uctivo que devoraba el presupuest~-~\7- -~~ftt~ción ~e _la educación la~ca, expulsi.ón de los j;suítas y
deuda ' Y n . _tado que. soportaba una volumioosá :./;. .''~.:i,.establec11ruento del federalismo. Nos 1nteresr. aqru resaltar
as ect~ que se. Veta ~ompel1do a cons~rvar, entre otros::-}:, Üt:é:o~o pro~!emáti_c~ central las reformas 9ue afectaban .ª

¡ di~ion • el régime-? fiscal de la ~oloma. En tales con._:-?~~ !/!~·-la. 10st1tu71~ ~eltgiosa, al F:5tado y al· un1ve~s_o de las 1_1-
. es de postrac16n no se pod1a acometer la convu1.·-~~:: ···:~;;. oertades 1nd1v1duales, especialmente, por su importancia
~~onante empresa ~~ transformar. la .~olonia intez:ior; de~··:-;}/ :)ffl!fld3;111ental en el _debate historiap-áfico postex:ior. Los
a e~tonces admitirse la prolongac1on de su existencia.. ::-~~ :.:S::;paladmes del cambio fueron los liberales que represen-
!endna que pasar 3:1gún tiempo para que las fuerzas "5; :Jftaban el ala radical del partido, conformada en su ma-
mnoyadoras se repusieran y maduraran; mientras tanto ·,;;,;' ·'t\·.yoría por comerciantes importadores, y la ideología po-
debía sc:port3:1'se la pesada carga de la herencia col.onial, .?) ;i"?{ I_ítica que Jo · sustentaba era naturalmente la del libera-
!ª. pe~s1stenc1a del pasado. Estas fuerzas tomarían la \ ;: J./ Iismo, de influencia principalmente inglesa y francesa.
m1ciativa a mediados del siglo XIX, organizadas en el ?· .<~·:-En este contexto se plantea la problemática de la bis-
partido liberal. Diversos factores internos y externos con- ';-- ·{> toriografía liberal. , Era necesario demoler, en nombre '
i
curren para impulsar la transformación que se opera a ·.': ::_'2:-::,<:lel desarrollo, la herencia colon.ial prolongada en el pre-
través d~ las Reformas Liberales, pero que no es. del .> ':{·s·ente y a la que se creía culpable del atraso. La trans-
caso analizar. Observamos rápidamente que, correspon- ..: ~} ;·formación de la Colonia en el orden de los hechos iría 1
diendo, por una parte, a las características introduci- . -<~f acompañada de su negación en el orden de las ideas.
das en el mercado mundial por la Inglaterra industrial y · .~.- :;_-:;1 La Revolución anti-Colonia en nombre del progreso bur-
por otra, a la perspectiva de desarrollo que para esto~ ' -~:.-_ 'gués iría sustentada y justificada por la crítica de la
países presentaba la articulación a ese mercado -como . · :_;,:z Colonia ·en nombre del liberafümo como ideología de
condiciones externas- se emprenden las primera's re- .'::;~..· ese progreso. La crítica en el presente de la herencia co-
forn:ias. _E n Jo interno, se trataba, en su significación úl- : }r:. _lonial compelía a la crítica de su pasado: la época colo-
~,. . >~f
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ef t rque ~!eresaba vivamente al presente se deb;)lf :\ f:)t 'úoria anterior como inexacta y falta de criterio. Para
m:• st uar }ª critica del pasado. La ideología liberal s~~!if J iftióóstruir su historia, obtiene la información a partir de
ent; rara ;~ aparato C?nceptual con el cual se hará 'ef! t
YMctf~:t!ectura de las crónicas, docume°:t~s, obras de trata-
. que cnt1co d~ la histona colonial. Los historiadores'~:'{f. f {~;1,qist~s ~ en alguD;os casos -~e las tradiciones orales: ~orno
hberal~s. , retornar~ entonces a Ja Colonia armados ·de~}~!J%!f explica en_~a _1~troducc1on a su obra, el proccd.umento
1
una v1s1on espec1a:I • Veámoslo• · · Jl,,,· ,¡ "ó:.: !~:.·a··.:..1 ptado cons1st1O en "extraer de esa lectura aquello que
1-' '-'\ Slé~•t'"' u 0
. . . . ·-}l\! ~}~pa·r.ecía acorde más generalmente y conforme con J~ ver-
. ~l. primer histonado~ en comenzar este_ tipo de visió~} ;:J,fd,~d de l~s hechos. . . ªRartando los :uentos marav11losos
htstonca ~s J?sé Anto010 Plaza con su libro Memori~(:,,Yd, t J '(i-propós1~o de los cronistas) y esc~giendo por lo meo_os
para la historia de la Nueva Granada desde antes de ~.u}t[: ,~c;·}i'&-:·verosímll, cuyos hechos hemos ordenado de · muy. dis-
descubrimiento hasta el 20 de Julio de 1810, pub!icado.,!-..fr? l/@liiliita manera". Más adelante observ~ que ante la falta de·
en 1850· (66). Como en el caso del historiador Joaqufu·,;i .f ~fifformación para la época posterior a 1560, ha tenido
Acosta, el autor sentía el vacío en el conocimiento exi5 2:•J~ t@~g'i.¡e recoger la~ inspiraciones de fragmento_s . inédito~,
tente sobre el pasado, ya que hasta ese momento no ·se·-~i'. r-1.;:::-:ariañcar de distintas obras una que otra notlcta, reunir
1 había publicado ninguna historia "moderna" que ab;i,r-._;¡~~'. ti~'jó.pOc(?. y disperso que se· encu~ntra en los ~rchivos Y
case gJobalmente la época colonial, cuyo conocimiento_:.,..;;;~ ?1:;i)iasta beber en las fuentes orales de la memona. A pro-
l. era irnpre;cindi~le para ?1 debate del p,.r esente co17:10 atriW~~;: ;fJ:~6sito de este m~tod?, que con algunas· vari~tes es co-
~ lo ex~resab~mos. Aden:ias, Plaza aduc1a la n~ces1dad, ~~J>.:t J?.tpún a muchos. h1stonadores, tal vez sea pertmen_te hacer
9 correg1r. !!._ 1ma~en t~rgiversada qye ~ extra~¡ero~ ten~an' ::i~t JJ.t~ gunas ano~ac1ones. De a~uerdo con nuestras observa-

,l~
~ ª ~ 1!.,. h1ston~ ~ nuestro pueb~o, solo . c_?noc1d~> •h _{¾;:ciones ~;1ter1ores, a propos1to de Restrepo y de Acosta,
en Europa por las fabulas exageradas e los v1a1eros. · · >; :/~•. func10n der111stonador como su eto cognoscente, pa-
. . • . . ., .. ,:ó; 7 ~.:r'écía reducirse a la confección de un _re ato que uera
Plaza, como otros histonadores, msIStira en este mts•,.- :0·; .','.:-i,'eJ · fiel reflejo de los hechos. Estos hechos se coos1der~-
mo planteamiento, o sea, en 1a necesidad de dar a e~_- ~.(: ;;:;o/;ilfan dados de antemano y la labor de investigación con-
.,
nocer lo verdadero de nuestra hi~toría, contra las bár: }!- ;~:io/fütía en urdir el relato con los datos que se consideraban 1
baras tergiversaciones que de ella se habían formado-i':.;~, ~:~,~::-ltJ:is acordes con el hecho, para producir la fórmula de la
los ext:anjeros; en es,encia, su inten~ión era Ja. ~e mej°-: '.:'.~~: t,t 1'~~rdad histónca ob;_e_tiva: hechos verdaderos =, datos ver-
:x:ar la 1magen del paIS ante Europa. Ello se enttende, s1 .,.';,;, :-~rf,daderos = .narrac,on verdadera; en esta formula, de
0

se tiene en cuenta que se trata de un momento en que _.,i;tf ;s~'.sabor empirista o _positivista, tiende a desaparecer el
el país se articulaba al mercado mundial Y qu~. muchos ·>~' j~füujeto con todos sus juicios, reflexiones y dec1s1oncs. No
beneficios se esperaban de Europa. Plaza cnticaba- Ja· ·<~ 1~}~6stante, las declaraciones de Plaza citadas hace un mo-
. ;'.i ~iÚrento, parecen traicionar esa fórmula. ~qui es el sujeto
, . . . . · .:~·:.::~fel que activamente extr~e, escoge, selecc1ona Y_ ordena lo
!"
66. Pla~a, ]ose Antoruo. Mem.or141 'fJtW11 _hi.rto-r:a de /.a Nuev4 _ ~-;. ";,kque "le parece verosímil" (que no es necesanamente lo
<::r~ttda de1de a1J.te.r de ,rt¿ de.rc11bmmen_10 muta ef 20 de _::·~~ '.zy~,verdadero) de · la información y por lo tanto de los
711/10 de 1810, Imprenta. del Neogranad1a?, Bogota 1850. -~¡,! 1r;,t. ~
~,, ,-,_,75c._
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hechos; es decir,. se trata de la rec~nstrucci6n. ~el hecbo -·f '.:. -/. perstición y servidumbre" y _el, c?mienzo de la Indepen-
P?r 1~ construcci?n_ ~el relato, segun las dec1s1ones dei -~-.- :; ;-::: dencia. Tal es la imagen h1stonca general que con el
h1st0nador.La 0 ~Jet1v1dad de este tipo de conocimient '.;t ·~-:~}:.complemento s'ucesivo de otros hechos de la misma ín-
p~rcc: entonces Jugars~ en la subjetividad conceptuaJ dé~'-I\ ~ ::~- dole (relato de las ndministraciones de virreyes, presiden-
h1stona?or que determma ~o_bre lo que es o no ·verosuni} :·•;·.: ,_:_·:. tes, gobernadores, etc.) se mantendrá durante mucho
P:et~~diendo con ello _de~1dir sobre la verdad y el erroi,\ } ::_\ ;;_tiempo coqio el cuadro histórico básico de ·1a Colonia,
? 15t0 ncos. Este proced1m1ento resulta ser exactamente ei':.~ ~- ~ ·:t ·.sobre el cual discunirán Ja investigación y las diversas
inverso del planteado en la fórmula antes mencfonada_.'-? .~·;:::• ·interpretaciones de Jos historiadores. Este cuadro o mo-
Po<lría d_ecirsc entonces ~ n términos de sospecha-\:: ::\i: delo histórico político~institucional de la Colonia solo
que dctras de estas "narraciones verdaderas de hechos :::J :.·.~.,.-será superado en los años cuarentas del siglo XX con
ver~a~e:os" se esconden, ant~ t<><!o Jas decisio11es de Ía f ·.:\. la irrupción de la historia social y económica, cpmo ya
subJet~v1?~d conceptual del historiador que ha dispuesto •··? : :.'.:~- veremos.
su ObJet1v1dad, su verdad; es decir, que son su creación· .f-: · ·::'·.. , . . . ,
pero ~u~e~e que el producto en toda la apariencia d; './ . :_:; (~;: Pero la caractensti~a prmc1pal. de Plaza es!a en q~e
su obJetiv1dad oculta a su productor. . ·/ :}.~:~-;.· a vec:s abandona el ,n~vel de la_ ~imple narrac16n o d1s•
.-': ~::;._ pone esta con el propOS1to de em1trr algunos conceptos, de
Con la obra de Plaza, por primera vez se abarca la / :: :::, explicitar algunos juicios. Por ejemplo, sugiere que por
totaJidad de la •época colonial; es la primera obra de la :/ \ /?'·medio de la encomienda "se organizó una especie de
historiografía colombiana que se refiere globalmente a las --:: .. •; < · régimen feudal". La caracterizaci6n de la encomienda
tres siglos coloniales·, y que de esté modo, con su mirada j :._ ?:; como una mo~alidad feudal será un concepto que hará
comprehensiva aunque rápida, pretendía corresponder a :· _,.t car:era en casi toda la historiografía colonial hasta época
las necesidades de conocimiento histórico surgidas de los ·. - -~· reciente. Emp~ro, son Jos juicios anticlericales, corno co-
nuevos tiempos. El tipo de historia que hace este autor ·.· : ·.·. rrespondía a su posición liberal, los que _parecen atraer su
es del mismo corte de la que ya· conocemos: historia na- ·.. · ·~;:· atención, juicios que despertarán las santas iras de un
rrativa del suceso de tiempo breve en su transcurrir ero- :_- <(· historiador tradicionalista: José Manuel Groot. En este
nológico lineal. Como novedad trae en su "disctirso pre- -:·.· -: ~;:. orden, tal vez podríamos resumir la posición de Plaza en
liminar" una descripción de las sociedades Europea e .=:· \ ·. · la siguiente fórmula evidentemente esquemática: contra
Indígena. Sigue luego la narración de los sucesos tra- • : . ·:~-: la Iglesia en favor del Estado (en los momentos que
diciona]es de la Conquista. Como él mismo lo expresa, ·· él considera de conflicto entre los dos poderes), contra el
•~las disputas entre Audiencia1 Presidentes y Arzobispos y , · :_:·.. Estado Español en favor de la Independencia y la Re-
las rencmas de los Visitadores y otros jueces de residen• .:· -::~- pública. Los juicios antic!ericaJes, las críticas a la Iglesia
cía ~on )os primeros suministra lo que forma la historia, ,. Y al Estado Español, inclusive la asimilación de la en-
casi en los dos sigJ~s siguientes a la Conquista"; final- ·. ~ · ·comienda a un régimen feudal -con lo cual se quería
mente, después de este largo "sueño" colonial viene . :s~· designar una sociedad de ~traso-, se r~lacionan- e~plí-
, .ef despertar "contra ]a triple cadena de ignorancia, su- .. .:¿ citamente con el debate liberal de med1ados del siglo
·-·-::..,·:
. \::-:- 77
.·:1:t· í?i· . -
•i~ ~~-f •f
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p¡-:-,:tt·-~ .'
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~l._?/~•~-~ ,it'J;i~~:~
' •.:•~~'">· t;, \~,_.... ·...
que empezaba' .en los hechos
. · J:.,¾;v.q/;~:/
y en las idea· s, a cuesttonar·j9!ftt; I .:-:~fr,,i e.orutar 1a soc1edad · ,
en busqueda del modelo burgués
toda la h ere ncia co1on1al. 1
:.t":...:l' ~~¡;··~ é d· .,
. _r:;!.;,.;¡;_{t ¡,¡-~\\.\·. (es la :poca e la anglomama), y por otra, que se babia
,
La ?h_ra d_e Plaza tuvo un efecto pedagógico: el au/t!}~ fÍr:t-'. ~roducido el de~plie~m~ de la filosof!a politic~ _del libera-
tor reaJ1zo un "Compendio" de su histm·ia que fue ado _:·_¡:f~~ ff&_~ :l~~mo, la cual , ~deolog1cam~nte__ tendia .ª Ieg1t1mar aquel
tado como texto de enseñanza por la Dirección Ge neraP. ~',_.?;.;,. ~--!¿· ·- :r; .•,'-q~;~i::.proceso. La critica dde dIa h1stona colonial se hará enton-
1 ;;J. . .
de Iustrucdón Pública en 1850 (G7>. En la introducc1on . - ..:~.,.~~1Ó' !;--,1,¡ ?~if: ces- concretamente es e esta doble perspectiva: a partir
,.,?..~ ,._.., - f d . .
del 'texto escribía sugestivamente: "no se encontrará . .:,r~iJ ::-'::V;,·· de Jas re ormas Y e las ideas liberales del momento.
la me~a. narración de los hechos. como depe ser, dejando . ··st:
sino ~-.;.::r- ,.t"•·•··o · h d t l h. ó .
?:h1fi:.{_ _ 1c O e ..º r~ , manera, era e proceso 1st ~lCO presente
al arb1tno de !~s profesores r
a_l adelantamiento de la ju- .:.1;&j ·~jJ;~ _como_ :eabzaci~n Y fr?yect~. com~ hechos e_ideas, lo que
ventud, el verificar las apreciaciones políticas O religiosas . ::,;~~¡{l {j~}.:··perm_ma, es m~, ex1g 1a, ve~ ~1 !'~sado colomal de . un m~-
q~e e~anan de epos". Naturalmente; la narración se •//~f ,fí{ do d1~e~~mte. ,~1 el proceso h1stonco del prcse~t~, imp?~1a
d1spoma de tal manera que permitiera la emanación de -:~::'.?- ,./~;.'. una v1s1on cnt~c~ de su pasad(?, . a _su vez, la vis1on cnt1ca
tale~ aprec~aciones políticas y religiosas. De este modo, el . ·} } ;¡~~,- del ~as_a d?_ le~1llmaba los cambios del presente, con_ ma-
gobierno liberal del momento pretendía popularizar, a .\Af ~'.4jr;:: yor énfas1s a~n, cuando se contaba con su presencia en
través de ,la ensen-anza, una 1·magen h.1st,onca •
que se- :t~= ;~•t;,·. cuanto herencia. Sarnper emprende esa tarea. Le 3com-
,~·:-; :';t.: - , . . . .
correspondia con sus propósitos innovadores. . ~f -I ·'iit.t : p_a;1aran los _post~lados liberales, claves, de su mte!~reta-
• ·,.·,:r~;, :~;¡:¡ cion, que se mscnben en el plano cuya formula: Ind1v1duo~
Lo que conceptualmente es en Pl~za apenas una mo- ,-:-;::~ ·~~/ ·Sociedad-Estado-Iglesia, ha de resolverse en favor del
deración, es en José María Samper _una exalt~ción crítica. /j~ ~~~~r,:· fa~tor individu~l. Veamo_s aJgunos aspectos. Samper co-
En su Ensayo sobre las Revoluciones Poi,ticas, publi- ·: . :;'/' .·?J!i;; m1enza denunciando la 1.magen deformada que a nivel
cado en París en 1861, se propone sentar el plan y las -.: '\i! ;?:{ político-social Europa se ha formado de estas Repúblicas,
tendencias generales de una ''historia crítica". ¿Cuáles son /}'. '.:?Jf comparable a la d~ un monstruo que vendría a ser "el
los fundamentos de esa historia crítica? ¿Qué es lo que le · ::;\ ;t·:'" escándalo permanente de 1a Civilización". A Europa, fue-
pern:iite .ª Sam~er esa visión eminentemente crí~ica de ·.·.·.~~<J~: :. ra del eco de una_hls:oria tempestuosa, no ha )legado el.
)a historia colomal? Por su parte, ha de tenerse en cuen- · ) ;f;, ;jt ·. eco de su noble h1stona. Europa por fo tanto ha incurri-
ta que para esta época el partido. liberal --del cual él es ' :~_;¡_t ::!,!j..{ do en una aberración no sólo en su mánera de juzgar es-
uno de sus prohombres- ya había adelantado gran · /¡} ~ : tos pueblos, sino en su manera de estudiarlos. Con un aire
parte de su empresa política encaminada a demoler el ?~; ;f(!:( de acusación, se lamenta que los europeos s6Io se hubieran
"viejo tronco de la colonia" como decía Samper, para A~ ;W"f d_edicado a conocer lo que frí~mente les interesaba: las
>? 1\?'it.' riquezas naturales, las producciones y los mercados de
.:,t J(_- los nuevas naciones, pero no la historia de sus pueblos,.
67. Plaza, José .Antonio. Compendio de la Historia de la Nue• ·?,: ?ít.-· mirados como inferiores, y lo que era aún peor, todo
11a Granada, de1de anter de m descubrimiento hash1 el 17
}j ~ e1Jo en medio de la hostilidad y el desdén ces¡. Frente a
de no11iembrt1 de 1831. Para el mo de. Jo¡ cotegio1 y uni11erJida- --f..'"i .~r.:·
: ,<'; i\!li-

des de la República. Impre_ma del Neogranadino, Bogotá 1850 . ;éj}~ ¡.j !' 68. Sam_per, José María. En1ayoI sobre lai Revolucionu Poli-
·.:~J -~ ;-,.

78
....~f 1i~[ ·79
i;; --~
;~P-1~
estas circunstancias, Samper quiere rescat:u la digniuau dor O lugarteniente, y con esa autoridad f und6 el de~po-
de estas historias en nombre del progreso general <le la tismo centraliiador, que debía suprimir todo espo~tan~1dad
Civilización. en Ja vida social; inauguró una era _secuJar de tiram~s Y
conspiraciones, e hizo del monopolio en todos sen~1dos
Se propone ante todo decir '·Jo que nos parece fa
!a base de Ja organización, y de la fuerza brutal el tttulo
verdad". A diferencia de los historiadores anteriores. no
de todo poder. En fin. . . se llamó encomendero, Y ~o-
hace historia narrativa; en su discurso quiere proporcio-
mo tal trasplantó la feudalidad al ~uevo M~~do, hizo
nar una síntesis interpretativa de carácter crítico, expli-
al indígena siervo de la gleba, súbdtto_ del Jat1g?, Y Jo
cativo y valorativo de la historia colonial, ciertamente no
muy documentada.
expropió y aniquiló" <69). La potencia conqmst~?ora
-que por fuerza de las cosa~ _finaJrn~nte establecio _la
Comienza por caracterizar el proceso de Conquista colonización- trajo todos los v1c10s y ninguna de las v1~-
como una epopeya cuyos símbolos fueron el fanatismo re- tudes civiles del mundo europeo y "en vez de producir
ligioso, la codicia del oro, el espíritu de aventura y el una civilización vigorosa, engendró un feto de semi-bar-
caballeresco heroísmo. "La conquista no era más que barie extravagante". ¿Por qué ello fue así?, se pregunta
una especulación a mano armada" de soldados (esa mez- .
• •
- .~- Samper, y halla la respuesta en las condiciones. de raza Y
1 .-: ,.

cla bárbara de vicios y virtudes guerreras), cuya únic=t " '-· tradición latinas del pueblo español: ''!_~.,,tazas del Norte
piración era el oro.. No se trató en consecuencia, como en -dice- tienen el espíritu y las. traaiciones de individua-
Norteamérica de una colonización, sino de una conquis- lismo, de la libertad y la iniciativa personal. En ellos
ta cuyo único' medio fue la violencia en todas sus for- el Estado es una consecuencia, no una causa, -una
mas: cese llamó soldado, y bajo ese nombre combatió. garantía del derecho, y no la fuente del derecho mismo,
hirió, mató sin piedad, ta]ó y devastó cuanto era dcv:-isla.- -una agregación de fuerzas, y no la fuerza única. De allí
ble. Se llamó fraile-capellán. y como tal fanatizlí, apa- el hábito del cálculo, de la creaci6n y del esfuerzo pro-
sionó las conciencias, violentó sin miramiento alguno las pio. Nuestras razas latinas, al contrario, sustituyen la
creencias indígenas, prendió la hoguera, predicó el ex- pasión al cálculo, la improvisación a la fría reflexión,
terminio de las razas gentiles. Se llamó virrey, gohernn- ',.
. la acción de 1a autoridad y de la masa entera, a la acción
'

individual, el derecho colectivo, que lo absorbe todo, al


tica11 U. N., Bogotá. 1969, p . l y ss. Los europeos --<li~e~ derecho de todos detallado ea cada uno. Así, las razas
ha.n buscado en Colombia "únicamente mercados para las fobc1 • latinas tienen un poder asombroso para conmover, diri-
cas cu•ropeas, oro y plata para los .bancos y las tesorerías, y puer- gir y someter a las multitudes y hacer grandes cosas co-
tos de estación naval como base de dominación de los mares · · ·
·.··,
,•
lectivas; pero son incapaces de producir gérmenes loca-
Para eso 00 se ha creído necesario esrudiar la índole de nue~cras les o parciales de progreso" ' 7ºl.
sociedades, tratadas como berberiscas" ('P. 4) • Por lo vi5co,
las e:icpec-rativas frente a Europa no resulta:b:in ser tan ~~lagado-
,_....
; , •
69. Samper, J. M . Op. cit., p . 22 y ss.
ras: en la realidad se daba la. do~i~ación Y, la ~xplotacton com- _·.. ":·•···
bioadas con el desprecio }' la hosn!Jdad al aom1nado. : }'t. . 70. Ibidem, p. 34.
~ ~.~~~
~ ~:"
81
80 .·:-:-:f.
.-;:_:-1~¡¿1i"t~~t~·..
.'?i:'•'.:·'.·•:
a:-~:J...~~.1.,f~:¡r-,:
:..\,_.-~
-._.
Tales pl.loteam?entos correspo d · · ?tti¾1,t:'1'.~,.:, " l · d' 'd I ·
pensamiento social d , n en a a un~ corr,eme de.• ..:\;::~},.t. ::);t ..cJuye- so? ?S m 1v1 uos . os que explotando libreme!l-
tífica destacab f,. , e la epoca que en su husqueda c:en. ~-{ii)A s);-:6... te esos terntor;10s. creando ~ntcreses ~ asociándose, pre-
para ex lic ª cno1:1enos hu1!1a~~s, como el de la raza,. _.'\ ~!}~. ~\Ú _p3ran el terreno a toda acción colectiva o gubc.rnamen-
r t ar ~os_ ~enom~nos. h1stoncos. En el proceso de :.:.;t1t \;t·:·.. tal" C71J. Pero estas verdades eran extrañas al genio y
:.
ex
. .P .1cacion h 1ston~a, s1 bien hacía tiempo se había ; :·6F ·ií2< . raza españoles. El gobierno español hizo todo lo con-
~~Ctado la ~~perac1ón de la causalid_a d provi~enciaJ, di-· :iM.& ·J/.'.: 1rario, t~dQ lo monopolizó y por eso las soci:d~des que

1/&f:.
.. ~ s~perac.!on se efectuaba por la 10staurac1ó-n de una ·:~~•:tf,; ·J;:.,¡/ eogendro"fueron verdaderos monstruos". En ultunas, es
ciencia_social,, ~ue postulaba un modelo explicativo fun-- ;:i?ft!; )jI•''.:.~a oposició~ entre Est?do e !~dividuo, .la _opo~ición clave
dado en la causalidad de los factores naturales y sociales . ",·{_·::~ t~;~~ - de toda su interpretación critica de la histona, el con-
p~ro n~ .del todo desprendid? de ciertas concepcionc~ .-}{~:~ texto que le hace inteligi!:>le los hechos .históricos. Senta-
é.t1co-r~J;g10sas d.el comport.:im1ento humano. En Ja con- ?:-is: ~};.1:· dos _los postulados ant~nores, Samp.er par_ec~ obrar de-
f1gurac1on de ?Icho _modelo, en _f~rma d;versa, empie- \}ti .·._;i · . duct1van:iente en ,su discur~o reflex.ivo .., _S1gwendo estas
zan a tornar cuerpo ciertos determ101smos de carácter na- ._.7•.;;:,:, ·:,;_;;,.-: perspectivas, podnamos dec1r que su critica se funda en
turalista, geográfico y social, frente a la autoridad de ..~;~;.i~ :_:!\ ·
la discordancia entre sus principios teóricos liberales (con-
Jos tex~o~ sagr~~s. _E~ los planteamientos de Samper, al Irt ./ f siderados e_n •SU t!em~o como ]a ideología del progreso)
determ1rusmo f1s1olog1co-racial se van articulando 00 .,:/,f, ;'1k.. y una realidad histónca que se presentaba exactamente
siempre de un modo coherente, otros determinismo~ es- ·(;M\fI/ como ~1: opuesto. B:sª. ~iscordancia· es la que le permite
pecia1mente de tipo político-institucional. ~t{.{ :?~r · ver cnt1camente, en1mc1ar~ valorar: sucede que la Colo-
: ~-:1} "if ·nia no fue como debiera haber sido, conforme a estos
No nos interesa discutir aquí Ja validez científica y ·. :i.A ~;~/ principios del progreso: he ahí su fracaso. En este sentido
explicativa de tales concepciones · raciales, hace tiempo .; /i. . f,5{:¡_. Samper se diferencia de los
desechadas por la ciencia social. Lo que nos interesa ~ . , . . historia.dores, anteriores:
observar, por ahora, es que son estos postulados de su
:<: ~¡;f mientras estos deseaban cscr1btr lo q~e ve1an, Samper
ideología liberal sobre las virtuosidades de la individua-
t-:{."11}: quiere ver lo que desea escribir.
lización, raza, tradición, sociedad y Estado, lo que le Todos aquellos factores (económicos,sociales, políti-
permite construir su discurso interpretativo y crítico cos, institucionales, ideológicos, culturales, etc.) que im-
· de la historia colonial. Samper observa que para fu:idar pliquen coartaci6n, bloqueo u opresión de lo espontáneo
''una sociedad civilizada en el seno de la barbarie es e individual, estarán en el horizonte de su discurso, co-
indispensable el poder de creación servido por el e.t/uer- mo prominencias sobre las cuales su mirada crítica pasa

1
zo individual libre y espontáneo" (el subrayado es nues- 1
•·• · •' '" con detenimiento: ante todo, el carácter centralista, mo-
tro). En Colombia, anota, hubiera sido preciso que los _:; ;j:t nopólico, ·intervencionista, omnipresente, que el Estado
colonizadores no hubiesen sido Jos gobiernos ''que· no
saben ni pueden crear, por lo común, sino reglamcnt~r y ,:i: !;;j~~. h~~~~n::tr:n~t~~;n c!~"!u~ºsunni:f;,,e':,° J:
regularizar lo creado", sino los individuos, obrando libre-
mente durante un tiempo, hasta que e1 conjunto de sus
• : lli/:, , 71. lb.iáBm, PP. 34 y 35.
esfuerzos individuales crearan un pueblo, porque -con- •/;::..f~···
,_... ~ "- 83
82
/~ {~
• -!.. ' t; ~',;'\S,t1: ~•·¡ -:..·., :

.
opres!ón, .,
explotoc,on y control d!" _aquellos elementos
::.'.-Ji}[1/i.!~:
.. / ·
: /;oi':¿,,
.:·· .·. .
u . .,:-_.} : :'-;_' . ,nicoy
los monopo_l!os y el régimen
de il)lpuest":'; de . producc1on
fiscal, denuncia minera, el
ue considera suseje !ª
efe~-
e;~
eonstl!ufa.u las v1nudes de la c,v,lización y del pro q • .·' ¿.'.'I;:,;,_ :.. ces1vo mía colomal, sen ala lo sclavitud el detem- j
so (72). Así, por ejemplo, observará, en lo político la &drc._
. · ' l · - ' o- · ·' ·•··
:t-;~,;~:~/.Ja ecofn o dos· la conservación de a .edustria '1a concen-
ne a.u · de ¡a ,n •
mmacmn exc ~'".ª de. los espanoles europeos en el ªP•• , ::':.¡ ~.,:¡;,1 . to~ de la agricultura Y . exterior, sin que fue-
rato de la adn11mstrac16n con la segregación de las otras "'-:·;:/ .:,;,':i- . m••~to de la riqueza y su sah~a • es ¡ ¡.
razas; los fenómenos de la centralización absoh.1ta y 1 ·._._.··::: .;,( tración .b· "'do con valores equ1valent 1
14
1 ca d e f 1sca
poI'ti ' 11za7i
· 6_n qu~ i~ped!a !oda manifestación de ª ,.,'\i ·j...,. se retn ui.. el análisis que ·hace accrea,. de
,.
la prensa~ d7 )a opm16n ~ublic_a y nmguna garantía de la ;:,__.,., -:e,S,..· Es cunoso en Samper iales que prcsen_iaba. el ed:_
libertad mdivtdual; el a1Slam1ento de las colonias del · ·· ·:·: ' las desigualda?es soc,o-r~cl Observa las s1tuac10nes dJ

:~~i°co:~:~it.r~u:,, :i:~~!1e!:l~r~~=: p:~i:t {f '.~\ :~~~~~¡:¡'! ~i: ;~;~:ª r!:


1
~•c::iz~~;~n•:~~~n q~~s º~~:
e~ descuidad": y deplorable, ":"~•bada por l~ foquisi. :i>.
i\ paban posiciones .sociales ¡e:dio de los cuales -d_e__ d1·
c16n, el fanatismo y la superstic1on; en lo SOClal, la es- :-:.'.;;•,X · tratos de dicho edificio, en m 'riendo una identit1ca-
clavitud del "negro-cosa"; los resguardos los define Sam. · ·;. · chas "clases" según Samper, sug, 'an los nuevos grupos
per como una organización artificial, socialista del peor :.-'; ·;;;• ci6n de la clase co~ la raz•- SU~f:ar a chocar con las
carácter, "que inmovilizaba la propiedad de las tribus, •';· ';•:: de criollos y mestizos,. que ª1 el • •men hallaron su
estancaba su desarrollo moral e intelectual, y suprimía .. ,. _,,_. limitaciones y exclus1v1.~"":•s.. de , re~ op;esor, expresa
en la agricultura la ley de la personalidad activa, del in-
terés y de la emulación"; advierte igualmentc el estanca-
núento de la riqueza por los mayorazgos, las vinculacio-
,... ,,· . símbolo en la Rev_oluc,on. 1amas el seno de la raza
: ,-. :;~ . Samper, engendra .impunemente en. en el proceso de
· .: - , ·, opr,mida". Insiste de manera especia trajo una conse-
~
1
nes y el dominio de ma.uos muertas·C•>; en lo econó- \ .:y- mestizaje y aduce que dicho p~oc~•~dvenimiento de la

72. ''El progreso de la civilización --cli<:e Samper- no ha sido, . . cuencia política y soc1al: bpreparo ~ral de las sociedades
,· democracia, que es el go 1erno na . t· . loma") .
agrega- tiene su is10 e,•
en el fondo, orrii cosa que un esfuerzo constante de indiv1-
dualización y de armonización de las fuerzas individuales''. lbi.
. .; ·;·i:· l'u·
mestizas {"la po ca -1
. .
Finalmente describe la d1stnbuc16n beog

0
.,ráfica de los
. d
dem, p . 59.
.- ..··•.., , .
grupos socio-raciales (d ond e se dcJ
, ·a sentir
. un
d cierto e-
i.dades
73. Sobre las comunidades ;religiosas dice que no sólo mante- · ··· ~ 'f'
términismo geogra tco qu ) e habian forma
, o un
argumento
nían ejemplos de ociosidad y mendicidad, sin~ que pcopa• ', ;J culturales diferenciales; .con_. ellool~~i~:n~e u:,tatuto fedc-
gnban las mil supersticiones y lo que ~ra . peor :onccntraban . •. que justificaba la orgamza~1on P l't'co social y eco-
e inmovilizaban la riqueza. urbana y territorial, gracias a ~as ca- r Q , mcdelo de ststema po 1 i •
ra tsta. ¿ ue t xtaposición de raz.as, castas y
pellanías herencias conivenruales y de-más instituciones análog:15;
variedades? Y respon e: e d e la República democrática,
nómico se adapta a eds a ,"!111
en tlér.m.{nos de que casi todas las· ciudades, villas Y parroquias
se convertía-o andando el tiempo, en feudos más o menos com-
pletos de fas' comunidades -religiosas·•. Ibidem, p . 50 • 74. lbulem, pp. 13 l-B4 ·
OA
85
--el de la plena r b • . •
dad legal y 1 ~ ert~d md1v1dual, la completa igual- que Jos acompaña. En efecto, las Reformas liberales si
-agre a- ª so ,erani~ popular"; el régimen colonial bien habían transformado profundamente la herencia co-
g no pod1a satisfacer aquellas necesidades. por
eso sucumbió lonial, no habían logrado en cambio construir la sociedad
(75).
del progreso burgués que se esperaba. Al introducir la
Obsérvese entonces la vinculación explícita y directa transformación sin lograr sus objetivos finales de un nue-
en1:~ todas estas aprcciacion~ de la Colonia y la empresa vo tipo de organización social, la República liberal fede-
pohtica del liberalismo; entre aquella visión del pasado ralista transcurre en el desequilibrio y desemboca fatal-
colonial, en donde se resalta de manera crítica la erec- mente en la crisis. Las reformas en su avasalllamiento del
viejo sistema habían desatado fuerzas y creado condicio-
ción de un pesado andamiaje institucional, del Estado y
nes· que al no hallar su acomodo y equilibrio en un nuevo
de ln. Iglesia. con el conjunto de sus mecanismos de orden, se convertían en fuente permanente de .inestabili-
control, monopolización e intervención, que con su omni- dad y de conflicto. Así, por ejemplo, la separación formal
presencia habían bloqueado las fuerzas individualistas de la Iglesia y del Estado y el conjunto de reformas que
del progreso, de un lado, y del otro, las Reformas del afectaban al establecimiento religioso. habían cavado un
Partido liberal de mediados del siglo XIX, que desde este profundo foso entre estas dos instituciones que por largos
punto de vista buscaban precisamente demoler aquel an- siglos habían permanecido unidas; dicho divorcio con-
damiaje, reduciendo al mínimo posible la ingerencia del flictivo _entre los dos poderes resultaba ser un factor per-
Estado y de la Iglesia· en la vida de la sbéiedad, para manente de perturbación política y social. La organiza-
liberar de sus trabas, y ampliar el espacio de las fuerzas ción federalista -que había implicado el debilitamiento
individuales del progreso, la· economía privada y los de- y la desarticulación del Estado Central- al erigir las
rechos individuales. como lo exigía el modelo liberal provincias en Estados Soberanos, no había hecho más
burgués que se quería hacer fructificar. He aquí_ cómo que trasladar el poder político a los núcleos. regionales de
la época liberal se forjaba críticamente su propio pa- hacendados y parroquias, creando con ello las bases for~
sado, que servfa a su vez de legitimación a sus proyectos males de permanentes conflictos. En fin, el vuelco de -la
revolucionarios del presente. economía hacia el exterior había hecho que la República
Federalista ligara su suerte al destino de -un sector expo:-
tador tabacalero fuertemente concentrado en lo econo-
2. LA HISTORIOGRAFIA CONSERVADORA mico y localiz~do en lo geográfico, sin qu~ provocara
. .. durables efectos multiplicadores sobre el con1unto de la
La tendencia historiográfica conservadora toma cuer- economía interior. Al sobrevenir la crisis de la economía
po al impulso de la problem~tica. abierta por el proye<:to tabacalera' ella arrastra a la República Federal,, de la que
histórico del Iibera"lismo; se inscribe tanto en ~1 co1;f~1c- se decía que habJa institucionalizado la anarqma.
to de -los hechos suscitados como en el debate 1deol_og1co En este contexto de inestabilidad y de crisis surge la
historiografía conservadora y tradicionalista.- Co~ienza1!-
brando un debate ideológico contra los planteamientos 11-
75. Ibidcm, PP. 100 y 101 .
87
86
i{~~\;J/. :? . .,
1 b
_erales y su interpretación del pasado. Ante el proyecto
hberaI de, arrasar la herencia. coloni~ para coost~uir el
nuevo pais, dada la presente mestab1lidad, esta h1stori0-
,
&~afia_ insiste en 1a necesidad de contar con esa hereo-

· ..::~d-·~ ·.::-'

. :·. •.'---f_. t-'.- · 1~


, · ·' · ··
su con1ugacion P~
cdomioante sobre el univers~ oc tu
,
.-;.'.. :·,.d ->{: Y-dividual. Si ·en la 1deoJ~gia d: 1os s <?~~
-":·/_;~q ;:/~- 10
hi t ·adores J1beralcs
nd 0
.se resoJ-
fórmula Estado-Iglcs_,a-~~c,edad-l n ,duf uc de los
a en
favor del factor .md1vzdual, en cJ en oq
· :::· :~:; / \. v! iadores conservadores se reso via en .
1,
d
favor e 1os
b , , •
c1a, sm la cual no habría país. .· ·:,-_·] :·:.:.· b1stor institucionales el Estado y la Iglesia. _O sen ese
r ,.·. factores , d J h ' t ·a colooinl -que
:.'··\''. :.;:~. ·en seguida cómo esta visión e a 15 on
1 ,..

Si los liberales habían queritio romper radicalmente • ' l sino


con el pasado, negándolo en los he<:bos y en las ideas. · .-~ ·~ •:J ¡/· ante la historiografía liberal rescata 00 . c_~ mo ~n C::~ colo•
e.&te pasa?º cob~aba su venganza ~n la crisis del_ pr~entc :i' :_\. · como un bien Jos ~al~res de la trad1c1on hispa · a
Y se bac1a sentir en las observaciones de los b1stonado- ·_,..._.f · nial- se relaciona mt1mameote con las rcforn:as . de J _

ª res tradicionalistos; no era posible sencillamente olvidarse


~el pas~do, no podía hacerse caso omiso de la ~adición.
}=&B-stos historiadores se apoyaban en las perturbaciones del
":~> :Ai: . Regeneración, entre las cuales se destacan Jas s,gu,e_n!~5 •
_. . ·".';:_. Ja constitución de! Estndo central f_u e~e Y la a~oJ!cton
, .' ·<:... de los Estados soberanos, el restablec1m1en_t,? de lo~ vz~cu-
Presente ara retomar al asado con nuevos mtcrrogantes; .> / los entre Estado e Iglesia y la promulgacron del Co? ...~r-
enan hallar en el estu 10 e a is ona una exp 1cac,on :- ,-..- dato, el reconocimiento del catolicismo como la_ rchgion
0 ( e tales p~rt?~baciones y 9ustentar c~n e o n uevp . ·.:·:· del pueblo colombiano y la entrega .ª la Iglesia de la

1 i
- ~royect? p1stonco1; ~J gue se concretan~, a la postre en
<e -1J rnov1m1ento pol_1t1co de la R;g_enerac1on. No es extra-
0 qu~ ante la agitada problematica del pr~cnte que era
·, .·: educación y el control del estado civil de las pcrso~as.
-~ _.. el notable recorte de Jas libertades individua!es, fa tnS··
. .. . tauraci6n de la pena de muene y de Ja censura de prc:isa,
1>erc,b1da bajo Ja forma del caos y la anarqqu1a, se retorna- . . :- el fortalecimiento del poder ejecutivo hasta el ;iutcrit:l-
~~/!
pasado en busca de respuestas Y se hurgar~ en la tra- ·· rismo presidencial, etc. Dichas reformas, que desde ci_c :f o
r ton para sacar de ella elemen!os que ~onstnbuyeran a ·, , . punto de vista restauraban, aunque en nuevas co:1d1c:o-
. CSctar el orden y la paz, es decir, los mismos elementos · •, oes y con significado diferente el universo institucion:1J
id~o_Iógicos e institucionales que habían garantizado la tran- del Estado y de la Iglesia que había sido meneuado por
~lHhdad de la sociedad colonial. Los factores de crisis que ~· la revolución liberal trajeron como resultado ;ntre otros
d;tosseñal~~º Y ciertos elementos conceptual~s. que po-
cona;:os cahficar en_ ~u c?ntexto_ como rdeologica~e~te
aspectos, ]a limitaci6n de! espacio individu:it ·y 1:1 rchabi•
litación de algunos elementos trndicionale~ que hal,í;111 quc-
d rv~dor~s y tra~1c1ona1Istas, CJmentan la _nueva v1s16_n · = rido ser modificados por el liberalismo.
de la historia colonial, otorgan los fundamentos a partir
de los cuales se construye esta visión; ante todo: las acen- Podríamos decir entonces que 1~ h:s¡oriogrnffa con-
J radas relaciones históricas entre la Iglesia y el Estado, servadora al insistir en la bondad hi~tór:ca de las insúu-
da Profunda esencia católica de Ja sociedad, la herencia ciones, de la religión, de los valores tradicionales gencrn-
e las buenas costumbres, la moral 1 la obediencia y el dos en el pasado colonial, contribuía al f ermcnro del nue•
te~peto a la autoridad y a Ja tey1 en fin, la 'tradición del vo orden~ :i legitimar el proyecto histórico de la Regene-
ri-incipio de autoridad en todos los niveles (en la fami- ración. En esta forma, con su presentación positiva del
. .• pasado colonial, 1a historiografía conservadora resulta ser
•a Y en la sociedad, en Jos c6digos y en las instituciones)
88 ... 89
.:~i;~:nt:·.:
. . , . . ];/ffjf/:.tción de la causalidad histórica, que Arboleda atribuye a
exactamente _el opuesto de la histon?grafia hberal: ~mpe.- /j:~-;,.:--~1~)~:'-~las leyes de la Divina Providencia, retomando con esto
ro, ambas guan en torno a una misma problemattca, la :; <~\~-~~~: :t\~:, · forma regresiva la antigua linea de explicación provl-
organización del Estado Nacional, s~l~ q~e desde intcre- :.:/ t{t J;;\~:ncialista de la historia. A continuación sólo nos referi-
ses y pu~tos de vis!a diferentes, privilegiando .cada_ una · :,:Jt{~ i~f\ños a los puntos de divergencia. Arboleda destaca de ma-
sus térmmos, en virtud de contrapuestas concepciones .,:.-', /\:_:,- .fi( era especial el carácter religioso del pueblo español, la
ideológicas y en aras de proyectos políticos diS t intos de ·.·_:·:,:~. :/ ~f]}'.~norme influencié. del catolicismo en el "genio, carácter
organización social. ':::; :)~ f]i_.,~.e historia de nuestra raza". ' 1 La moral y doctrinas -eató-
Esta línea parece inaugurarse con el libro- de Sergio · ;;:··~~1.{~ ?l iicas -dice- .fueron, no sólo el fundamento de su legis-
Arboleda La República en la América Espanola, cuyos .-,?;1{\il~; /lación y la regla de las costumbres, sino también la ley
primeros capítulos f ucron public_a dos en Bogotá . en 18~8 _·:j~~{~,;1trl~ 77
de sus gustos ~i~e~ariós y hasta ~e sus afectos" < _> •. ~elie-
y rcimp~esos con este t~tulo en 1869: A~te la anarqu1_a
.-·1:•'
: f:\ }~1r;; ~va el papel civilizador y moralizador de la R~ltg10n en
del presente, .¼boleda mterroga _la historia con el pro- ::.·t J f?:? el período de la co.Qquista y durante la época colonial.
pósito de hallar las causas del ~al~sta.i~ Y ~J.e- entrever
. -:'.~{il as:. El pueblo -expresa- excluído de la vida política, sólo
una solución ; es una especie de h1stona-d1agnosuco. -~\'.~· _{{~ '~~(fencontraba una participación colectiva, sólo daba señales
_·,:(1l tt;;i de vida como colectividad en las actividades pertinentes
Critica tanto a los que predican una ruptura r~dica\ ::·t~t ~!>'·al sentimiento religioso; quería con ello significar el papel
con el pasado, como u aquellos que desconocen la~ mno- ::};\: :;~t:;participante y vinculatorio · que otorgaba la religión. En
vaciones introducidas a par tir de la Independen:1a. De: . :-/ {/ 1J el orden social destaca la importancia del "principio de
fine su objetivo de la siguiente ~anera: "Des~e12do as, : :•:\{. ;:~:"autoridad" que ''estaba tan encarnado en la clase influ-
el campo, esto es, sabido lo que fmmos y obtem_~os datos \:j_:;( :it·
yente de nuestro pueblo, que hacía parte esencial de su
para apreciar la influencia de ?~estra revo_lu~1on sobre .:·\:-f/ ~~r-·
carácter"; subraya igualmente el control que la moral
nuestro modo de ser moral, polltic? y econo,m_1co, logra- :· :¡;:-: ~~f'Y. las creencias religiosas ejercen sobre el poder y la ra-
remos tal vez sacar de entre las rumas del regu~en colo- :?f1. \t<~zón de autoridad que todo lo rige en el seno de un pue-
nial ZJ.lgunos viejos materiales que, mezclados. con__los nue- .:· ?~:~f t :) blo católico: "Allí se acepta, desde luego, la voluntad del
vos, pueda] 1
emplearse útilmente en la organ1zaC!0ll
. •
repu-
• . t· .
.-:S:} ·?~\~soberano corno fuente de todo derecho p95itivo, pero se
"(70) Como Samper no hace h1stona na1rn 1v.,.
.
bl tcana . . • 1 · · <; \I :'@{:admite además, sin que al mismo soberatto--ch_oque, que
sino balance crítico· de ta sociedad colonial. !ne us1ve, si- ... j. ?.w{Ja ley no pued~ ser nunca contraria a la móral que la reli-
gue a Samper en el · análisis de muchos aspectos d~ l_a ~o- ¡:!;}; ~~~-' gión prescribe". Y concluye: "La autoridad moderaba
lonia pero d iverge de ésle sobre _todo en \;is aprec 1ac 1~- ··.':;.t ;1}: a la autoridad. . . bajo el doble influjo de los teólogos
nes s~bre la fw1ción de las instituciones, ?,el elemento ~cli- ··,:·!/.; ~,:: y de los juristas en la masa de la sociedad que lo acataba,
gioso, del prindpio de autoridad, y tamb1en en la concep- •_ ·; ~: ~f- no en abstracto sino. confundiénq.olo con las personas
',' l _•• ~ ft~~
.,..'.,_,. ,bi_·' .
. , t~'
. ·: .Z,jf - - - -
76.
· r - R,.púbtica
Arboleda, Sergio. L,U ...
en la América Español1,:.
,_..:,¿'\?t: 77. Ibidem, p. 93.
B:blioteca del Banco Popula·r, Bogotá 1972 , 'P· 50 · \'(.¡:,
~/\~ S½.
()(\
.~.;,; ft
._·.~rt ~'.,
91
. . · l · .. . católicas y cua1 :s1 i;lllw,·u ..:,..1., U.\, ... "'.t'-... ~- - - - - .

revcstidn!t del poder" P8) . El a-utor


.ms1ste_
. sobre la
., -·.. ·¡··>.%Jicreencias
gran · .. .' : ~
. ' ·
que sostteoe •e1 uruverso
formaríais el caosº eso).
. . _
inílucncia que las instituciones políticas t1er.en sobr~ lás · •. '; ·: ::.:~ En síntesis, la de Arboleda es una ~ or1a con me: 1st
constituciones sociales de Jo!i pueblos .. El c~lº?º -dice:- :1 --_;._;_ . ara su contemporaneidad en conflicto: al ~n?r e
cxcluído de las diversas formas de vida publica, caneen- · f .·~-s 1e .P• to la función y el arraigo profundo, tradicional,
3

trabn su existencia en el nuc ' Jca f ami·1·iar don d e reinab.i, · · raan11ies


;~ .-\,~ . a uellos , elementos ideológicos e m:st1 uc1
· ·t ·onales que
.,.
por costumbre y por ley, la potestad . del padre, extensa, . ,.;:ife , q art esencial del sistema colomaI y que bab1~
rígida y sevcr:i. ?,onde el hij.o trataba_ al padre con el · · · i.·:' baci~d~ e! el carácter del pueblo colombia~o, q~~r!a
·,·. ~ 31ifi~
I

respeto y vencrac1on del subdito. Describe luego el ordt- .. • •nstituciones de autoridad y sm r~hgmn
· · l · 1 f d .. .~1go car que sm 1 •
n:im1ento de la soc!,edad co_ om:i c,on ormnh o apboar . _cuat~o • . , · habría sociedad organizada; el eco de este rnensa1e
e 1ases st1perpucstas : en primera 1111e=i ~e a11 1u ans- - 00 R . i6n
·¡ · . ( - 1
rocracia nob1 1aria espano es europeos Y a bl neos c1·1·011 os ), , . lo hallamos en 1a egenerac . .,. • • .
le seguía la "clase media'' (blancos no nobles, me.,tizos. . Exactamente en el mismo plano pohtico-ideol6gic? Y
indígenas elevados, mulatos y negros libres); venían luc. : ; ·conceptual so inscribe u.na de las obrns notables del siglo
go tos negros esclavos y finalmente los incl_íg~nns tribu• _ . :- / .XIX: la Historia Eclesidstica ~ Civil de la Nueva Granada,
tarios. El yf,icu/o entre est:ls clases lo const1tuia el clero .: ·:. ;·. de José Manuel Groot, publicada en 1869. Frente a las
~ccular y regular "acatado, reverenciado Y atendido... la. -~·- · ;,:' concepciones críticas de la historiografía liberal de tipo
fe religiosa es en ,estas sociedades ·'corno la ntracción en .~ . ._:->anticlerical, Groot -un espiritualista cristiano-- respon-
cl mundo físico, Ju fuerza que todo lo rige Y con!;erva: .:: de en un tono abiertamente apologético: "tomando ... a
bajo su suave, pero efica~ influj~. todos los ór~enes &_ira:1 < ;;,:_ mi cargo la defensa de la verdad histórica en orden al
bajo la mano del respectivo ~ob1erno; clases n~~les viven . · :·: clero, me resolví a defenderla donde quiera que la hallase-
en fraternidad nunca desmentida p~r _los he:h~_s · ,~l cato- · } uJtrajada" cs1 >. No obstante, su investigación, desarrollada
licismo. expresa Arboleda, es 1n unica rel~gion que ha ·.·entre 1856 y 1869, rebasa la historia eclesiástica y transw
podi~o hcrma.nnr las tres raz.as en es~e. ~ont~~e~tf ~ hacer
79
· j ciendc a las esferas civil y politic~ presentando así una
que ;untas lleven los an~as de la c,vi_l,_z~~ 1on · Des- }:. visión general de la época colonial, can rica información
pués de resnJtar las funciones de la relt_gion eii el o rd en · v:. empírica, aunque discutible en algunos casos, dada su inw
co!oninl concluye a manera de advertencia Y llamado ante ·. · :;:_tención apologética. Resalta,. como Arboleda, el papel
la crisi~ del presente: "Despojad ª e~os pueblos de las . ·: t'¡·bistórico de la religión que "ha sido en estos países el
. :: elemento vital de su civilización y progreso". No sólo
. r..busca refutar los ataques lanzados contra In Iglesia, sino
78. !bid4m, pp. 73.74 .
; :\ ao. Ibulem, p. 93.
79. Ibkl~m, p. 91. Arboleda agrega: "¡Oh! no privéis a nuts· ., :•· 81
tros puc·blos de las ceremonias y majestad del culeo católico, .
.
. ·~(.· ' Groot, José Manuel. Historia F.clesiástica y Civil Je la
si no queréis q-ue corran a abisrnnrse en la corrupción Y la bar- Nuevtt Grtl'Tlttda. Biblioteca. de Autores Colombianos, . 5 To-
b:iric:'' . mos, Bcgolá 1953, V . I, p. 7.

92 9,3
. -~~-,~~!ill'~.-.·~¡f '.· .·.
-,J-~ ,~~. i~fi~ ·-.·,
también contra el
de Groot
b· - ·:-~~-~~i:rr: ~J~f~-
go ierno espa.,no_.1 El discurso históri/c,n\~\ :~9~~·uo héroe de la libertad (88) . Apoyado en aquellos pos-
d dos aspectos
presenta
uno el relat · mumamene t re1ac1onados{/}~:;1
· · ... .1.-- ,•.,f},.!, lffulados,
':'f:, · • ·'
el autor nos entrega una vis1on de 1a hístona
·
nad~ 0 e 1os hechos, Y otro, ~1 polémico, encani¡¡\:f,~;:-~/- ft~g 1onial que contiene la defensa de la obra de España
6
tr ª refuta~ los ataques. En el pnmer aspecto, encoí/,:tJ~f. itk ,América y •de la tradición hispánica, ofreciendo así
amo~ _ese mismo estilo de historia narrativa, menud}/M!tif f .'~~ contraste con la negación que de ellas habían hecho
anecdot1ca, de acontecimientos diversos de corta durac1•0~~-•:_ :~,Si;:,,; //, 5_historiadores liberales. De acuerdo con su posición
resent d · , Il¡.:'" - .. ~~, · ~!,0
1

P .. , a os en su suces1on .cronol?gica, pa_ra lo cual G.cqo_~,.~i]( ~~pani~ta, la historia comienza ~n 1492, dad_o que ~ues~
utilizo un notable vol~men de mformac16n ~~umental/ :~ (r: /i1Jra s~1~ad es a1;te todo creación .de ~pana; .la . s1tua-
en .el segundo, p~esenc1amos el esfuerzo anabtico, expli~-: :4tf ición md1gena autocto~ y sus manifestaCJones soc10-cul-
1

c_ativo, para ?esmontar jos ataques, y calumnias a la Igi(}é{~,;~lfu-ales e? la conformacíón d~ la sociedad, no son o_bjet~s
s1a y al gobierno espanol; es aqu1 donde se registra de W:,<::- ~~:de: atención para el autor. S1 en el relato de la h1stona
manera explícita la intervención ideológica abierta de in~ ·r+.~ Jltlolonial Groot asume una posición apologética y polé-
tención apologética y donde resulta discutible la p;_eci~ •;<&f f míca, esta posición se torna más radical cuando trata la
sión de los hechos así como su interpretación. En la expli~ :.,jf:{} ~ ~~storia republicana: aquí presenta caracteres agudos su
cación de los acontecimientos Groot postula una concep-_)(}1 ~1~fensa de la Igles_ia Y dt; _su partid? ?ºlítico y la e~pre~
ción de la causalidad histórica identificada con la Vohm~'.~:ft iM1_on de sus cr~e~cias poht1cas Y rebgiosas en el enfoque
tad Divina, y en su historia tienen cabida los milagro{(\~ Í ~ f los aconteclllllentos (s4>.
que él presenta como hechos históricos verdaderos. Si,l-·.:tf ~ig , Por tales caracteríticas y como era de esperarse, la
Arboleda expone su interpreta~ión sin na_r;ar hechos; _GrOQt:<::A l fistoria de Groot -aparecida en medio de la candente
narrando hechos sustenta su mterpretac100 apoJ?get1ca d~·.// :, J?: _
la
• Iglesia y•, su visión_positiva
b ddel pasado ·colomal. Dicha):,\~s: .,_.·.~ tf,· :
,►.., •83·
lb·¿ .1omo 11• p. 242 . El tema de 1a .•uisurrecc1.6o de·
: em, "'"
mterpretac1on
. en el fondo, o e ece a 1as· .mismas
.. preocupa-
a1· .... ·}·'
.'_:: -'u:1-;
;?,·· los Comu.ne.ros sera, obºJeto de una ateocion
. , espcoal. en el
ciones que las . .de Arboleda; el. papel c1v1hzador,
. dmor 1- ;- ,,:,·
· :-: ¡~t-t ·:· -b . J Ma.nue1 B.r.tceno,
~ 1ra aJo ue
. - Los Comuneros, pu.oltf.-.w.O
.. L . _ J en Bogo-
zante y asociativo
. . .de 1a Iglesia, al'd
las dfunciones
a· . dor Ienado-
b' ·., ......\· }?L
~ tá en 1880 (Imprenta de .Silvest re .y Compan1a - , ) . A parur . de
ras de las mstituc1ones, la caus 1 a ivma e a 15-:. :-~--. :if csre año y· correspon-diendo al .nredom1·w· l'•: ·d l' · .1
. d. . , d I . . . d t ·a d G t a· á . . l~ r o po i~co-1 eo ogico ue
tona y la tra 1c1on e pnnciprn e au·a1 a · Esroo ·tr -_.··-··•._,: ::?tía
on(82) -~ 'Re~~· r-
blica Conse""adora
.. , ,
el ~ ~---ma de Ios e omuneros ir · á ca-
de éste que es el alma del orden soci · pr~cis~~/;:\ :!'. yendo .en el olvido.
mente, en nombre del orden institucional y del principió >.,_\ ai . . , . .
de autoridad que _Groot, por ejemplo, reprueba la Insu-- ·, · -~ 4·, Para la hi5to~iogra:fJa, del sJglo XLX, _el esrud10 de _este
~¡-8
rrección de los Comuneros, condena a Galán a quien tilda .... ~:~iodo r~~ulta obJeto de asperas contsrovemas entre los histo-
de reo y critica a los historiadores que lo han eregido :::=;'. J r•adores hbera:le~ Y cons~rvadore5,, inclusive ~ás apasionadas que
. ; {~-~ndo tal esrud10 se refiere -a la epoca colorual. Escapa a nuestro
,::' ffe ºbJeto tratar este tópico que -por lo demás- ilustra desde
Z f2 otro punto de vista las díver.geo.cias entre las -dos tendencias hi.s-
82. Ibide11i, Tomo II, p. III. -_:¡·roriográficas aquí reseñadas.
' :t;,, . .
1,(
·•·- .
94 .,. :f
~,;: 95
·~:,¡.~, i';,;}.·.
·<1:: \}•.;·
1cha polít ica - fue recibida con cntusiasn.10 y b~nepll..;_
lt_
:- :,:,..:;;.¡·t.
~rt ., _ , Nacional, y que los l 'b er aI~s habían
-~: c10n del E st ªªº
. . .,
f ctabaD a la wstituc10n reu -
desa -
,. 1
r

LI ,:_ ,,t'. las reformas que a ,e {. ' ., . . r b' ,


ctto por parte ucl clero y del partido conservador. . con otivo
)'-'· · tado
..- ·:.~r . no solo., de . pugna poltt1ca s1no tam ien
.,_':(}~. g1osa, es m . ., h·storiográfica particularmente por p_ar-
Así por ejemplo , El Hogar . un periódico de b époc;1 . '.i••;~ , depreocupac10n 1 · ' se ha podido
man ifestaba : "Ciertamente que como historia ec1esi.ist ·1c-L1.
···
:1 l/t
·m: .
te de los historiadores conservadores, como
· ., l
. • to de
ec1m1en
...•, . \t.
1
es un monumento que el clero debe recibir con ap\au~o ::.
·~-. observar ·, tal, preocupación motivara
. d l e t apar I-:i d e Juan
Y gratitud, corno su mejor apología, como su mejor con - _J .\ t( una obra especia~mente dedica ª. ema, "' en Co- ª
testsción a los que juzgan inútil y tal vez perniciosa su · . :f'i-.{ Pablo Restrepo , titulada La Iglesia Y el Es_tado ~
existencia . .. Es que no puede tratarse de nuestro n:ic i- · _-t;!/ t
lombia, que estudia -desde el punto de VlS ª apoJogc-
mienro y desarrollo -en la vida civil sin tocar con la lgk- ,}:~:!:~- tico de la religión Católica- fas relactones entre las dos
sia Católica que levantó bajo ht cruz una colonia et1 ~es- · •: _
1/f ins~ituciones, desde la ~?lonia hasta 1,880, Y propone so-
tas regiones ignoradas y dio vida a la obra de los con - ·· lr, Jucwnes para el conflicto contemporaneo entre los dos
quistadores ensanchándola y civilizándola" (851 • -~-l r poderes (8' 6 ) .
Argumentando ese papel civilizador de la Iglesia i::n ·• :
todos los órdenes de 1a sociedad , dichn. publicación con-
·)~lif:
.:i~r Con estos historiadores toma. forma el modo hispa-
1
nista de enfocar la historia colonial (defensa de la obr_a
sideraba la obra de Groot como la única historia. nnciona\ · · ;···.j t1'.-, d~, EsP:aña, de la Religión, de lo ~ispánico como la trad~-
que se poseía hasta el momento. Groot además, h,e nom- . ·:_,i ;¡\\Y eran singular del pueblo colombiano , con el desconoc1-
brado miembro honorario de la Real Academia Espa- <;Wt; miento o la subvaloración de otras tradiciones y valores cul-
ñola de la Historia, y por sus escritos teológicos, recibió :-:\f turales, como los de la población indígena, etc.), modo de
una carta honorífica del Papa Pío IX . ·~ j )1:: ver que será retomado por los hlstoria.dores tradicionalis-
.; ·.J,; , tas y conservadores del siglo XX.
Corno ya lo hemos observado, es notabk en C.Jroot :,/ ':~::,,.
y en Arbo1eda la especial insistencia en la temática reli-
giosa . Ello obedece, obviamente, a. uno de los graves pro- .. :{::_
Á. >~ :\~~- 3 . LAS LIMITACIONES DE LA HlSTORIOGRAFIA
bblemas del siglo XIX, o sea, el que se refiere a \as rela- -

. -l :i..._-..
, J~

ciones entre 1a Ig1esia y el Estado, que constituía desde ...... '·


DEL SIGLO XIX SOBRE LA EPOCA COLONIAL
,t { ./
·~
A. .; •
i · -.,..

1ucgo un punto funda.mental de las contradicciones entre


liberales y conservadores. La problemática acerca de las ){ Como lo hemos observado, las dos grandes tenden-
relaciones con la Ig1esia que competían a la organiza- ~ '¡;:- cias historiográficas del siglo XIX sobre la época colonial

1f.
·..-<-· ·t

~'.)'.; surgen respondiendo a la problemática inaugurada por la


Independencia : la construcción del Estado-Nación, donde
85. El Hogar , Bogará. N'? 87. Algunos libe-roles como _J?s0
María Samper , reconocían su valor histórico pero crtt!Cl·
ban naturalmente su aspecto apologético, (véase J, M • Sampt:r,
Selección de Est11,d ios, fübliotec_a de Autores ,Colombianos, Bo-
·¡r.
14 :::,

-.:~i.
86. Rcstre-po , Juan Pablo . I.:i Iglesia y el Estado en Colombia.
Publicado ipor Emiliano lsaza, Londres, 1885 . la obra se
terminó de escribir en 1881 .
gotá 1953, p. 201 y ss.).
1
96
.. ,t:
ir~.
97
_:1.;': ~
,•:~' :(-,.
•;'r•~r;
=:!i~•:a -w.~:r-·
~:,¡-:;••
• ,1·,, , ..., ,.... ' _...-..:,:

1 e • , ··f. f-tf {iit · tes a este enfoque constituyen el núcleo, la médula abs-
a . 0 1onia a, 1a. vez que se convertla en . el pasado de la //i?~: f~%;• tracta de tales visiones: e1 Estado, el Go-bierno y la Iglesiá,
nacte?te Repubhc~ prolongaba s~ presencia en ~l present~ .il/f )~\- la juridicida?, el ejercicio de Ja administración, l~s. con-
co~fhcto de la misma. ~l estudio de la Coloma ~s _c?m- .:\.:-;•/~"~·!•:-..·_ tiendas políticas y guerras, etc., a todo lo cual se ad1c10.oa11
pehd_o, de manera especial, en dos momentos h1stoncos >.-'.::' i[/ las narraciones de sucesos anecd6ticos y curiosos. En esta
cruciales: ~n ,el_ período <l<: las _Reformas Liberales_ (~om~ ./ .} \. ~J ? ·historia se privilegia la eficacia de lo instit':1cio~al y polí-
proyecto htstonco del para.do liberal) Y en. el mov1m1entQ. ..-;:{;{ =:f :::tico, lo mismo que las acciones extraordmanas de los
de la Regeneración (como proyecto histónco del partido :::·1?.,{ ~i•i• ·g randes hombres, como los factores en virtud de los cua-
conservador). Las diferentes visiones históricas de la Co- . --;.!{\:~ ?.i( . les se genera la conformación global de la sociedad. Lo
lonia están determinadas, en últimas, por los postulados •·. ~~:; f~( económico y social, por ejemplo, es visto o sólo interesa
'f ~
ideológicos y las necesidades de legitimació~ de _estos pro- ··-.. ;ff.~: en cuanto resultad(?. (por intervención o ausencia) de la
yectos históricos partidistas (en donde la. h1stona es taro,. . ':~-~- ~ :: acción Estatal, como materia de gobierno y 2dm;nistra-
bién a la vez una forma de tomar conciencia del proyec- \ -?.-. ]~<· éión; ciertamente los historiadores Jiberales y conservado-
to mismo): ya sea que se trate -en la Revolución del Me- · :- i~~ •Jt_i. res cuando tratan los asuntos económicos lo hacen siem-
dio Siglo-- de transformar radic~lme~te el, pas~do c_ol~- ~- ::\ ~\-.~re ?entro del ~ontexto determinante de ~o polític~-ins-
nial prolongado en el presente (H1stor1ograf1a Liberal. vi- ...::.~. ~~ 1ttuc1onal, como su efecto. Ello correspond1a al ambiente
sión crítico-negativa de la historia colonial), 0 ya se trate · =-<( ~·- de la época en donde, como lo anota J. A. Bejarano, "el
-en el movimiento de la Regeneración- áe rescatar P~- ·'.):j }lt· quehacer económico se pensaba .como subsidiario del que-
te de la tradición, de la herencia históri~~ ,para ~0 ~1 ~tnnr >TI- ~t\
hacer polít!c?" y _1_:1 cie,nc~a económica "como una teoría
el país (Historiografía Conservadora:, ~1s1on poSltJVa . de · \ .r;·;-rt _de la adm1mstrac1on pubhca" cs7).
la historia colonial). De estas caractenst1cas generales: ~m- · ;;J? ·3'1·. . . . .
• •d d de nuestro proceso histonco, ·:.-:<· ·1...._';. Obedeciendo a estas preocupaciones, ciertas obras del
pues!as por las ~e~ull~n ª edse la Historio!?I'afía del siglo . ?;; -'.l i~: !iiglo XIX. excepcionalmente tienden a delimitar con ma-
p rovrenen ]asd 11m1tac1ooes •. ~~~- d · d
~n::.
O
t d rmitaciones temáticas e ideo- .. . : -~.:¡·' yor rns1stenc1a e 1 campo e 1o econ6 m reo y de este mo o
· • • •

X~- to o, {:.St~~r:ita~idnes temáticas brotan de la >? ft\ tlCceden a historiar al~u~as - de su~ manifestaciones. En-
lógico P~ 1_ticas. enta como fundamental a los ..' :-:. ~;?.:. tre los factores econom1cos estudiados por tales obras
P roblemat1ca .que XI.X:se pres1 construcción del Estado N ac10- . . ··.·.~ :lf-' ,,~r;· .c;e d est acan, d e manera especia . ), 1a prod ucc1cn
. , d e oro:
1
hombres de slg .
nal Crear
1 O t:..
ª undo de lo institucional y po- ·.·\ el cual hnbía constítuído e1 eje de la economía colonial
1 ro
, .· y organizar
. . d 1 forma y realidad al país era · ·· ::: ~~_.
e '-.\·•-._·.Y seguma · , sren · d o muy s1gn1
• ·¡·1cat1vo
• •
para el siglo XIX en
htxco que pe~m~tiera ar e d todas las preocupaciones ~-.;
•".i,
it··
cuanto merc.a ncía-dinero y - producto de exportación (el
, ·
10 q u e constltuia el centro , de t rmina de modo general ··. :.·~-·- ~~l·oro es e1 unico prod ucto de exporta.:1on
• , estable durante
y problemas. Este contexto e : . . . . ~, ._. é ·
• , es hi·stói-icas de . la epoca. colonial (mclus1ve . •/: lt ____
1as imagen . al • st·_ ·•.., •!•t ·
las visiones contemporáneas que se re~iere~ mi~m~ . ,.. -~:· 87- Bejarano, J. A . "Anfbal Galindo : economisra", presenta•
glo XIX). P or eso, dichas visiones se mscn?en pn~cipa_l- :), .t cióo al libro de Aníbal Galindo, E11udio1 Econ6m;eo1 'Y
terreno de Jo que se puede considerar his.tona · ··. ~1t-. 'Pi1cale1, Ed . Anif - Colcultura, Bogocá 1978.
mcnt e en el . h h rtmeo ·.. • 1·•·'
Jf
política e jnstitucíonaJ; los temas Y los ec os pe - : ·. · .
.:
. ,<,.
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98 J • ?

~ :/JJ-,.~
.·; ::-~ ~;,\:~t·:·
,' ir,~~~.· ,.,~ri..:. '
:-'. / '_!r\ :~~~<-. • d . 1O así. tiende a ser arcaica, ~s
egunaa
-; ·;;.·t··¿_ ~- por ecir · 1 · nte s1-
t~do · el siglo, XIX), y 1.0s aspectos fiscales (de la Colo- . :1_·::.}.•([_q~_e. la s uerer 'reproducir o prolongar en e,. pre:e ro-
nia _Y del periodo repubh~ano), q:1e e1·a otra de las preocu. ·. ·-'-J : } :r:,:~e_ci:, ª q del asado; empero, am~as efe~tua;1 ..,us .P . .
po.~1ones centrales del. Si~lo XIX. Entr.e estas obras, hL,; :,: · ,~~; Í~;!Jfc~ooes eÍ desasosiego de ]a anoranza. as1 por_deJcm
mas_ ;1otables son las s1gu1enti:s: Memoria sobre la amone. ._...'~/. ~;;-yccciones en re or la ausencia de no haber~e ten 1 º. u~
dc;cto11 de. oro y plata en la Nueva Granada de José Ma- ·:, >·_;i ~·?f.,pl?, Samp~r
nuel Rcstre_po, Es!~tdio sobre las minas de oro y plata ··>)/ ffp._a.sado
meJo~
P
1
~1t?-:.~c:
de las colonias anglosa1onas) f:11en
lamentar la pérdida de un
"d_1cbo-
e11 C_olon_1bca de., V~cente _Reslrepo Y.. Apuma~nienros para · ·.:f.:i' t ~r.as _que ~r .
0
~Eclad Ivledia de estos países" -d1ce-:-
/a H,stona economzca y frscal del pms de Ambc.1 Galindo. · :.:; ·:f .,fs~ tiem~,0 ' 1 ª, .
d con la excomunión conten1a
La circ1:1nstancia de que los estudios histórico~económicos ·, ·'.::, ~t1ca
-que un cl:ngo tr:;b~ariedad de los déspotas"(SB).
se concibieran como subsidiarios del enfoque. h;stórico-po. · . : :\úl-furo~ poplular Y ª 'deolo'gi·co político y par-
1, · · · · •.. · •,i:-.Es xphcabb e ento.nces e 1 seso-o 1 ,
lt~co e mst1tuc1onal, obedece no solamente al plantea. . : . ;.- }f\.. .e hº · Laº manipulación del material
mi~n_to que. concibe lo económico como resultado de lo . -; ::; ,:~~t1? 15ta_, de estas i stonas. . nte todo or las exi-
poltttco sino también al problema atinente a la con fo .· .· 1:1-h1st6nco está sobre determmado, a ., P
· ' · r- •. ·. · -,.: · · d t E 5t historias ven 1o que
mac1ón del Estado Nacional que llevaba consigo ineludi- · ,_. ~ ·) t;'_genctas el momento presen e. as . . t; . a uello
blemerite 1a· organización de la base econ/,mica naci·onal· ~ ,::_; i~:desean ver. Introducen en la n1emona bis onca qt al
sólo que se creía que el secreto de tal organización ridi-' ·::-···.:..·, ~.-:-: que_ s1~e
· a 1a 1'den~1·a a d . h.!s!onca
· · d e I mornento ac u _ ~
caba en el Estado y el Gobierno; de ahí el ccntramiento . .. i~ac1onaltzan el material h1s:onc? que ªY1:1da a la c~nc!en
primordial en estas instancias. . ::~; tf~ia del presente. Como h1stonas selectiva~, constltmdas
·. .·::_!~tlpor la memoria de los hechos que se consideran memo-
Si los temas concernientes a la problemática plan-
teada por la construcción del Estado Nacional es el punto ·. ~:! t:::rables (lo cual implica la exclusión de las realidades que
de referencia oculto o manifiesto de todas las visiones his- : ;tt~o están en el horizonte de su óptica, de su punto de
tóricas de la Colonia. estas visiones se diferencian entre . ffvista), son historias, al igual que toda memoria, rodeadas
sí. según los distintos proyectos históricos propugriados : ; '?.1 cie un inmenso olvido que permanecerá silencioso hasta
por los partidos políticos para organizar el Estado y la ~ ·::1el advenimiento de la historiografía de los tiempos ac-
. .,: ~;::;:tualcs.
Sociedad. La historiografía deviene entonces ideológica . .: Y.:
y partidista, encaminada n legitimar con su visión pecu-
liar del pasado el proyecto político del presente. Cada pro-
,r· '
Si hemos sugerido que estas historias se inscdban en
: ;J,/¡ el plano de la historia política e institucional, ello no_quie-
yecto se forja el pasado que necesita: su propia "verdad .. ."·;•~: re decir que dichas visiones enfoquen y estudien tales
histórica" que lo justifique. Sin embargo, en el despliegue : j:_instancias de Ja sociedad como si se tratara de determina-
de este mecanismo --el proyecto del presente exige ver el
pasado a su manera y esta visión del pasado a su vez
'f
das estructuras captadas en su relativa autonomía y en su
· :Ytiempo propio. Si bien· podría argumentarse que son su
sirve al proyecto del presente-- las historiografías . li- · } . punto ele referencia abstracto y oculto, lo que hacen, por
beral y conservadora se diferencian: la primera, en cier- ·. :.; .
ta forma tiende a ser anacrónica, es decir, a proyectar
al pasado su concepción y su visión del presente, en tanto Groo~, J . M . Op. cie... Torno I, p . 323.

100 101
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lo gen\:ral
. • es captar sus manifestac10nes
· exteriore
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... .~:-· ~i
- ·:";-,:::, ··~··· ·· · · s·1 la h1'st oriogra
· t"Ja del srglo
· XIX resultaba fuertemen-
cont1ngentes
. . , su exte . .d d . . . s y . ,::. "d l ' . 1· . d
non a mamftesta en los meca . ,Jt: t i;· · Le 1 eo og1ca ¡r po 1ttza a, hemos de reconocer, sin cm-
:'--',le• , ·

mdos Vl~lb~e~ y en la evidencia inmediata de las accioº S·. -~ir? "JJ.r bargo, que no·· sólo contribuyó a forjar ese país del siglo
e los· md1v1duo
. s que. 1a~ compartan. Por eso son historines ·"::.
· \ ·· ~'·"-·.f.:·' XIX
, . ('ne . ah'I su pa~ad,011ca
·· pero importante funció!l his-
ant~ ~odo de la ex~er~ondad de las relaciones y del .aco! : :?r ~f: · wnca)'. s1110 que baJo su piel ideológica se desarrollaron
tec1m1ento breve, hm~tadas en lo fundamental a aprehen-: :::;:~-:Jt-··_.Jos pnmeros esfuerzos por el c~nocimi~nto de ciertos
der las formas exteriores del Estado y del Gobierno : ;!{,~ flt.' asp~ctos d~ nuestro pasado colonrnl -ciertamente muy
r7
narrar las acciones de las élites O de los individuos rev~ti~ · -~ ~.r ~imitados Y parciales- pero que ~e alguna manera tra-
dos en al?~na forma con los sírnbolos._dc lo institucio- :- } ? ;,t/
~eron co~o resultado e1 plant_eam:ento, a. su modo, de
nal Y po~1ttc~, a los cuales se les atribuye un gran po~ · >::".: ':l;,,f iinportant--:s, pro?l~ri:as de la htstona colo111a1_ que atañen
der de efi_cac1a, y de cuyas. accion~ se toman los elemen-: _,; . ·::_.:- Jfr.:: ª la . funcJOn hzs~º!!ca del Est~do, del Gobierno, de la
tos para Juzgar lo positivo o lo · negativo del orden esta- _,?:, ~~: ·I_gleslél, de Ja ~eltgio~, etc., a briendo con ello la perspec-
blecido. El marcado carácter ideológico y partidista, ur- '--:<-''· ~J/ :ttva de u:1 cierto t~po de 1:isto~ia ·p oiítico-insritL1cional
gentemente "politizado" de estas historiografías, más in.~. : .-> (~,:·::·que ten~ra _su ec,o en la htstonografia del siglo XX.
teresadas en legitimar un proceso ·presente que en estu:..· : ':-.'··;~.·· ,r.¡ 1 tPr
~orno eht5tonografras
d
de partido
I h' .
influirán,
.,
especialmente
diar serenamente el pasado, las conduce a privilegiar Ja "~\~~é ',❖,; ª cons rva ora, en as 15tonograttas de partido c;lel siglo
interpretación (v_ale decir, la proyección de su punto de_ '>::¡':·~ ;!( ~ - ·
vista ideológico) sobre la dcscripc_:ión desa~asionada dc ,-: -:__ .-\1 }/
los hechos, y por ende, a de.scmdar, relativamente, el . ·,?i¡· ~t.
rigor en la utilización de la información empírica y de la .::{J ~t.,·.
investigación documental. ~¡ ·
. ~--.}'·' ;f6:,·.
Además de las diferencias mencionadas, podría está, · --~ -~-~f ·.
blecerse otra dis'linción entre estas dos his_toriografías: . .~\ J .:-:
mientras los historiadores liberales para._ expltcar los he- .. .:'._: ~ ;-
cbos asumen una causalidad fundada en los mismos he• :: ·:::~ ~i ·
cbos, como correspondía al avance positivo de la cien- _':-\f-.; ~
cia social de su tiempo (aunque no siempre en forma co-.- .}?,ff
bcrente puesto que a veces apelan contradictoria y si- ··._· · ¡t}:, rl

multán;amente a .determinismos
. corno el . r.acial,
. .· ·,-. :if!:
geográfi- .:t/:r. ~-,
co é institucional), los historiadores conservadores, pese · ·:· ·-: . .ft·.
a recoger algunos de estos avances, a la postre aducen ·._ ·~_! ti· .
como última causalidad las leyes de la Divina Providen- ·: :.; ff}h
cia, lo cual reforzaba· aún más su defens~ hist?ric~, de la ·.e_:, f
religión, pero bloqueaba a su turno la mvest1gac10n ra- · . :.:11i>
ciol)al y positiva de los hechos históricos. . . ..\-,. ~ r.t t:\.-
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