Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Tercero:
Que, previo al análisis de los requisitos de fondo, es necesario precisar que el recurso de
casación es un medio impugnatorio extraordinario de carácter formal, que sólo puede
fundarse en cuestiones eminentemente jurídicas y no en cuestiones fácticas o de
revaloración probatoria, es por ello que este recurso de casación tiene como fines
esenciales la adecuada aplicación del derecho objetivo al caso concreto y la unificación
de la jurisprudencia nacional por la Corte Suprema de Justicia; en ese sentido, debe
fundamentarse de manera clara, precisa y concreta, indicando en qué consiste la
infracción normativa y cuál es la incidencia directa de ésta sobre el fallo, así como
precisar cuál sería su pedido casatorio, si es revocatorio o anulatorio.
Quinto: Que, es necesario precisar, que del sentido y alcances del artículo 386 y
siguientes del Código Procesal Civil, modificado por la Ley N° 29364, se deriva la
exigencia de una mínima técnica casacional, que ciertamente sea congruente con el
carácter extraordinario y formal del recurso de casación, especialmente restrictivo y
exigente, lo que no contradice principios como el de “pro actione”, que deriva del
derecho a la tutela jurisdiccional efectiva, pues la interposición del recurso casatorio, de
contenido legal, está condicionado al cumplimiento de los requisitos de admisibilidad y
procedencia dispuestos por el legislador, sin embargo así estructurado el recurso no
cumple con estas exigencias, pues toda la argumentación del recurso, además de ser una
reiteración de los argumentos expuestos en el recurso de apelación de la recurrente, está
orientado a que se realice una nueva valoración del material probatorio y se califiquen los
hechos establecidos, sin sostener cómo y por qué las normas que denuncia la recurrente
ha sido infringida (infraccionadas) y cómo incidirían en el resultado del proceso, razón
por la cual no se cumple con los requisitos de procedencia exigidos en el artículo 388
inciso 2 del Código Procesal Civil, pues, como se tiene expresado, no describe con
claridad y precisión con relación al tema en litis, la infracción normativa en que hubiese
incurrido la Sala de mérito o el apartamiento del precedente judicial, así como tampoco
se encuentra demostrado la incidencia directa de la infracción sobre la decisión
impugnada, no observándose del recurso de casación argumentos que puedan permitir
justificar su calificación positiva.
1
STC 07289-2005-AA/TC, Fund. Jur. 2.3
concluya con el necesario respeto y protección de todos los derechos que en él
puedan encontrarse comprendidos.
Está fuera de toda duda que se viola el derecho a una decisión debidamente
motivada cuando la motivación es inexistente o cuando esta es solo aparente, en
el sentido de que no da cuenta de las razones mínimas que sustentan la decisión o
de que no responde a las alegaciones de las partes del proceso, o porque solo
intenta dar un cumplimiento formal al mandato, amparándose en frases sin ningún
sustento fáctico o jurídico.3
B. PROCEDENCIA DE LA CASACIÓN
2
STC 0037-2012-AA/TC, Fund. Jur. 4
3
STC 03864-2014-AA/TC, Fund. Jur. 27
4
STC 01939-2011-AA/TC, Fund. Jur. 26
pluralidad de instancia que se encuentra reconocido en el inciso 6 del art. 139° de
la Constitución política, el recurso ordinario típico es el de apelación, mientras
que a través del recurso extraordinario se busca satisfacer determinadas
finalidades.
Como se precisa en el artículo 388 del código procesal civil los requisitos de
procedencia de la Casación Civil la describir con claridad y precisión la infracción
normativa o el apartamiento del precedente judicial.
Conforme lo dispone el artículo 830 del Código Civil, el Estado tiene dos cargas:
pagar las deudas del causante y entregarle al gestor de la declaratoria respectiva
el1 0% del valor neto de la herencia. Para determinar ello, es necesario
distinguir tres etapas distintas; a saber: 1. Adquisición de la herencia por el Estado.
2. Pago de las deudas del causante por el Estado. 3. Pago al gestor del valor neto.
III. CONCLUSIÓN