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REVOLUCION FRANCESA (1789-1799)

Introducción:

Revolución es un cambio en el orden económico, político, social, cultural, etc. , en


un periodo de tiempo que puede ser corto o largo, el cual implica un quiebre
irreversible que produce una transformación en la estructura de una sociedad.

El siglo XVIII estuvo atravesado por numerosas revoluciones.

Francia estaba gobernada por una monarquía donde el Rey ejercía un poder
absoluto, presentaba una estructura social conflictiva y una economía en
expansión. En 1789 se inicio un proceso revolucionario cuyas consecuencias
fueron la abolición de la monarquía absoluta y la proclamación de la República.

Desarrollo:

La corriente de pensamiento vigente en Francia era la ilustración, cuyos principios


se basaban en la razón, la igualdad y la libertad. La ilustración había servido de
impulso a las colonias norteamericanas para independizarse de Europa. Tanto la
influencia de la ilustración como los ejemplos de los Estados Unidos sirvieron de
impulso ideológico, para el inicio de la Revolución Francesa.

La sociedad francesa estaba compuesta por:

Nobleza y clero 4 %

Tercer estado 96%

La nobleza y el clero eran la clase privilegiada, que manejaba el monopolio de la


justicia concentrando todo el poder. Mientras que el tercer estado estaba
constituido por la burguesía, ligada al comercio, una burguesía media, pequeños
propietarios manufactureros, las clases populares y el campesinado.

El Estado Francés padecía una grave crisis financiera porque gastaba mucho más
de lo que ingresaba, en parte por su apoyo económico a las colonias inglesas en
la guerra de la independencia, y por otro lado, por el alto costo que representaba
la manutención de los grupos privilegiados. Ante la negativa de Luis XVI de
convocar a los Estados Generales, para aumentar los impuestos de una forma
proporcional a toda la población, comienza la revolución con su convocatoria en
mayo de 1789.
Esta estructura social atravesó una crisis económica, donde el tercer estado
reclamó cambios en su representación política, además de manifestarse
disconforme con la situación económica que estaba atravesando. Proclamaron
una monarquía parlamentaria que desplazaría a la absoluta.

Causas:

Dentro de las causas de la revolución existieron factores internos y externos. Los


factores externos involucran a la expansión de nuevas ideas liberales que
surgieron en esa época, bajo el titulo de la ilustración. Según estas ideas se ubica
a la razón por encima de las creencias religiosas. Los pensadores de la época
opinaban que la razón era capaz de asegurar el progreso de la humanidad y que
debe romperse con aquello que no esté de acuerdo con ella. El movimiento de la
Ilustración se caracterizo por una actitud de cuestionamiento de las verdades que
hasta entonces eran indiscutibles como la autoridad de la iglesia y de la
monarquía absoluta.

Entre los factores internos se pueden mencionar:

Un régimen monárquico sucumbiendo a su propia rigidez, en un mundo


cambiante. El surgimiento de una clase burguesa que cobraba cada vez mayor
relevancia económica y el descontento de las clases populares. Estos se
encontraban empobrecidos por la subida de los precios y el incremento de los
impuestos por la clase dominante.

Otra de las causas fue la crisis agrícola agravada por las malas cosechas, la
quiebra financiera provocada por lo excesivos gastos de la corte y el apoyo militar
a la guerra de los Estados Unidos. Allí Francia, interesada por establecer un
mercado con las colonias americanas, apoyó con tropas y armamento a la lucha
independentista de las mismas.

La revolución:

En 1789 la situación económica de la monarquía francesa era desesperada y el


Estado estaba en banca rota. Ante esta situación el rey, para sanear las finanzas
necesitaba aumentar los impuestos existentes, y fijar nuevos. Pero tanto el clero
como la nobleza se negaban a contribuir con los gastos del estado para solucionar
los problemas económicos Luis XVI convocó a una Asamblea de los Estados
Generales.

El Tercer Estado quiso aprovechar esta asamblea para peticionar una


representación similar en cifras a la nobleza y clero juntos, y que se votase por
cabeza y no por estamentos. Estos pedidos fueron asentados en los Cuadernos
de Quejas que constituían el mandato que debían asumir los diputados.
La propuesta fue desoída por el rey porque si se votaba individualmente, el Tercer
Estado, que disponía de mayoría de representantes, pasaría a controlar los
Estados Generales.

Ante esta negativa, el Tercer Estado se auto convoca en una Asamblea General
donde sus integrantes se propusieron redactar una Constitución que limitara el
poder real. Luis XVI intento disolver esta Asamblea Nacional, por la fuerza, lo que
provoco el levantamiento popular que agudizo el proceso y el 14 de Julio de 1789,
el pueblo disconforme tomó la Bastilla. Esto simbolizo la caída del absolutismo y el
comienzo de un periodo de liberación.

Este proceso revolucionario se extendió hasta las ciudades y el campo


instaurando el denominado “Gran Miedo”, lo cual quebranto la estructura
institucional de Francia.

“En agosto de 1789, la revolución obtuvo su manifiesto formal: la Asamblea


aprobó la Declaración de los Derechos del Hombre y el ciudadano. La Declaración
se basaba en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, considerado el gran
legado de la Revolución Francesa” (Bianchi Susana, 2005, pp.124).

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