Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
El origen de este término se debe a la claridad propia del color de la piel de los
privilegiados, que no realizaban trabajos físicos ni sufrían las inclemencias del tiempo,
mientras que los campesinos y artesanos, con extensas jornadas de trabajo, tenían una
piel más oscura. Las venas vistas a través de una piel blanquecina tienen un aspecto
azulado. De hecho, este estilo social que se amoldó en la clase aristocrática, siempre
tuvo mucho cuidado en que las damas no se expusieran demasiado al sol. Cuanto más
blanco y fino era el cutis, más atractivo resultaba para los caballeros que adivinaban las
venas azuladas en los opulentos bustos femeninos, recordando el mármol más preciado
y delicado. El mismo origen parece tener el arquetipo del príncipe azul, muy presente en
el imaginario popular que tanto aparece en los cuentos infantiles.