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Viernes 8-11-2013

Profesor Eduardo Chehín echehin@uma.es

Aclaraciones:

20% del trabajo (exposiciones y entrega para enero). Exposición


escrita y oral de 15 minutos. Grupos de 3-4 personas.

Examen de dos preguntas sin elección. Una de ellas va a ser analizar


un texto de un autor visto en clase. Ésta quizá valga más puntuación.

El orientalismo de Edward Said (lectura obligada) +marxismo entra


seguro

Lo que no se vea en clase no entra

Años anteriores: De historiografía francesa del XVIII Rousseau, de


historiografía británica del XVIII Hume, Adam Smith, de la
historiografía alemana Kerler, de historiografía francesa del XIX Meríl,
Gibbon, Carlyle (Pasado y presente) británica del XIX, texto de los
precursores de la historiografía científica, Dekar (Discurso del
métodos y discusiones metafísicas) y Discurso preliminar de Modesto
de la Fuente,

Un texto que cae seguro en examen es La bruja de Michelet

Marx: dos textos, uno muy interesante es 18 brumario

Lunes 11-11-2013

RENACIMIENTO

En esta época no tenemos aún historiadores profesionales, no puede


hablarse de ciencia histórica pura aunque sí tenemos intelectuales
que escriben por una razón u otra y que la utilizan para intervenir en
la política del momento. El Renacimiento se caracterizó por un
descubrimiento de los momentos clásicos del pasado romano, pero
avanzando en el siglo XV y ya entrando en el XVI se empezaron a
traducir obras del griego y del descubrimiento de los sabios de la
antigüedad griega y de la conquista de Constantinopla por los turcos.
En Italia se empiezan a dar fechas más tempranas y este gusto por el
redescubrimiento de los conocimientos de la antigüedad griega. Esta
corriente cultural afecta a una élite limitada de las ciudades.

En Florencia destacarán mucho antes que en las otras ciudades este


gusto por los modelos antiguos. ¿De qué forma impacta e influye este
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redescubrimiento? Básicamente según Fontana a través de dos vías:
por la vía de los estudios filológicos y por la política. No puede
hablarse todavía de historiadores profesionales, de intelectuales que
se dedicaban al análisis político y a la historia.

Si cerramos la mirada en el ámbito filológico, hay que destacar en


primer lugar que hay un interés por estos intelectuales por recuperar
la pureza del latín clásico, que había sido una lengua de uso
internacional durante toda la Edad media.

El latín seguía siendo de bastante aceptación, era la lengua de la


chancillería papal. En este proceso de más de mil años el latín que se
hablaba a fines de la edad media tenia bastantes diferencias respecto
a la lengua de Augusto y de Cicerón, un ejemplo de ello es que en el
latín bajomedieval, el latín clásico básicamente no empleaba
proposiciones al contrario que el bajomedieval.

Esto implica que se van a leer antiguos documentos con una


preocupación ideológica o filológica para establecer la veracidad o no
de estos documentos. El texto de la impugnación de la donación de
Constantino que se hace en el siglo XV por el humanista italiano
Lorenzo Valla, que aplicó a un documento que había presentado
muchas dudas durante la edad media de cómo Constantino tira de las
bridas de un caballo donde se encuentra el papa vestido como un
emperador.

Este será el punto de partida más importante para poder definir lo


que será uno de los criterios básicos de todo el periodo: la crítica
textual. Si pensamos también que es la época de la invención de la
imprenta y por tanto de la recuperación de las obras que van a
circular por Europa, tenemos un interés novedoso por la invención de
textos históricos, edición a la que se le va a aplicar estos criterios de
crítica textual para determinar la veracidad o no del documento.

No podemos pensar en un siglo XV o XVI plagado de filólogos que


hacen crítica textual porque esto va a madurar en el XIX, que será
del siglo del análisis documental y de la edición crítica de documentos
antiguos y medievales que conservan los archivos. Es importante
para ver la génesis de estos documentos fundamentales para el
historiador.

Ejemplo de cómo estos elementos de crítica textual no calaron en su


momento fue la conservación de la cronología de la patrística.
Todavía muchos de los autores siguen utilizando la división de la

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historia en edades o épocas tal y como se venía haciendo desde
Eusebio de Cesarea en adelante. Hace una periodización de la historia
de la humanidad poniendo en el eje central el nacimiento del
cristianismo y va regulando los diferentes momentos de la historia de
la humanidad en función de si se trata para el cristianismo o va a ser
la culminación de la época cristiana como lo constituye la iglesia
medieval o de la época de Eusebio.

En cuanto a las aportaciones de la política: el siglo XV se caracteriza


también por nuevas necesidades que provienen de las nuevas
realidades políticas italianas. Es la época de la consolidación de los
estados peninsulares, del ascenso y de las autonomías de las
ciudades, se va a mirar al pasado para extraer ejemplos y pautas de
conductas para gobernar la ciudad. El primer ejemplo a seguir será
Tito Livio pero a comienzos del XVI serán Tácito y Salustio.

Por la dificultad de circulación del material en lengua griega,


Tucídides se utilizará posteriormente. Los dos autores que van a
destacar en esta época son Nicolo Maquiaveli y Francesco
Guicciardini.

Maquiavelo es conocido por su obra más publicitada: El príncipe que


no es una obra de reflexión histórica sino más bien de teoría política
que trata de comprender la política italiana de la época. Tiene dos
obras históricas más importantes. El discurso de la primera década de
Tito Livio, y Las Historias Florentinas. El príncipe es un tratado de
conducta política para un príncipe nuevo, lo declara así en su
Prefacio.

En la edad media se escribían este tipo de obras más limitadas, no


tan grandes como manual para que el futuro rey pudiera aprender
cómo comportarse y gobernar sabiamente a sus súbditos. Eran
tratados morales más bien, el príncipe será totalmente diferente.

Viernes 15-11-2013

Valla, Lorenzo: Refutación de la Donación de Constantino. Madrid,


2011. Akal. Edición de Antoni Biosca y Francisco Sevillano.

Documento del siglo IV (315-317).

Según los estudios posteriores especialmente el de Lorenzo Valla y


con antecedentes a él determinaron la falsedad de este documento.
El hecho en sí tiene su curiosidad para la historia medieval. Nos
interesa cómo por primera vez se aplica sistemáticamente a un
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documento histórico producido en la segunda mitad del VIII técnicas
que si bien son bastante aisladas en su época, serán fundamentales
para la producción historiográfica posterior sobre todo a partir del
siglo XVIII. Podemos hablar de los siglos XV, XVI y XVIII como siglos
de preparación de técnicas y conocimientos que luego se aplicarán a
partir del XVIII y con más solvencia en el XIX, el siglo de la historia
sin duda.

Valla era un clérigo romano que previo a su solicitud de ingreso


criticó ciertos versos de algún eclesiástico importante, luego tuvo la
posibilidad de vetar su ingreso en la chancillería y se dedicó a viajar
por Italia, en la Universidad de Pavía.

Estuvo al servicio del emperador Luis de Baviera¿?. El intelectual al


servicio del poderoso, su estado.

Es la primera vez que se aplica a un documento histórico elementos


de la crítica textual pero también contextos

No interesa tanto lo que es la crítica filológica porque tanto la


donación de Constantino como el estudio de Valla están escritos en
latin.

TEXTO;

Párrafo I

Constantino nos está dando un documento legal. Es una continuación


del Edicto de Milán de 213¿????

Podría pensarse que la primera vocación no debería estar pues aquí


se sigue la tradición altoimperial de nombrar al emperador con los
gentilicios de los pueblos vencidos.

HÚNICO¿? No es vinculable los hunos porque faltaban muchos años


para que el pueblo huno entrara en contacto con Roma.

En teoría este documento se produce en esa época.

No hay todavía una clara delimitación geográfica. La máxima


autoridad siempre es dentro del ámbito de la ciudad pues el
cristianismo fue durante mucho tiempo una religión urbana; el sector
que más se le resistió fue el pagano (pagus=campo).

En esta época no había consciencia de esa iglesia. Conforme avanza


Constantino va concediendo a la Iglesia una serie de bienes y

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privilegios muebles e inmuebles. Atribuciones de tipo jurisdiccional.
No deja de ser una religión como otra. Posteriormente, se va
tomando conciencia de que se está formando parte de una misma
comunidad cristiana.

Párrafo II

Aspectos destacables: pontífice universal, sumo pontífice,… utiliza


una terminología procedente de la religión romana. El término
Pontífice Universal resulta contradictorio para la época.

El titulo Papa no fue privativo del obispo de Roma hasta al menos el


siglo VI y en este contexto hablar de Papa carece de sentido, otros
obispos orientales reivindicaban el título.

Los capítulos VIII, IX y X hablan de la procesión de fe. Esto podía


llevar a suspicacias. El IX es lo que diez años más tarde establecerá
el Concilio de Nicea.

Eusebio de Nicomedia

Párrafo XI

Sátrapa y optimate: optimate no se utilizaba en el latin de la época.


Es una discordancia de tipo lingüística. Sátrapa es una palabra que
carece de sentido aquí. Se pondría gobernadores, es un documento
oficial.

San Silvestre: primero fue canonizado después de su muerte

Párrafo XII

Constantinopla: fundada en 330, antes se llamaba Bizancio; su sola


existencia constituye un anacronismo en esta época. No fue obispado
sino hasta después de su fundación naturalmente. No era sede en
aquel momento de nada. Alude a algo real en el siglo VIII y que del
siglo IV al VII funciono como una especie d gobierno de la iglesia: la
pentarquía: cinco sedes.

Alejandría, Antioquía, Jerusalén, Constantinopla y Roma. Tenían


cierta preeminencia frente a otras iglesias y ciudades del Imperio. Se
desarrollaron escuelas teológicas importantes para las discusiones de
los concilios.

Le da una jurisdicción universal a la iglesia romana.

Párrafo XIV
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Confusión entre la diadema y la corona. La corona es de los reinos
romano-germánicos y posteriores. Introduce un término que en la
época no se conocía.

La tiara papal podría provenir del gorro frigio. Lingüísticamente no


está acertado. El resto de elementos: superhumeral, loros, capa de
púrpura, túnica escarlata… se refiere a los emperadores bizantinos
del siglo VI.

Párrafo XV

Para exaltar la divinidad de la iglesia de Roma, Constantino habría


nombrado como cónsules a los clérigos.

El clérigo por definición, el hombre de iglesia no puede ejercer


funciones militares. Por tanto hay una contradicción entre la función
del hombre de iglesia y el título de cónsul.

Aparentemente hay otro problema con el calzado utilizado por los


senadores.

El obispo romano puede nombrar sacerdote a quien quiera. ¿Cuál es


el problema? Desde cuando Constantino tenia potestad para nombrar
a los sacerdotes? El papa no tenía esa autoridad antes? Como ocurre
esto? Es un argumento absurdo. Probablemente tenía que ver con
las indicaciones del papado en la época para que los nobles no
interviniesen en el nombramiento de sacerdotes.

XX la página de este decreto imperial la hemos colocado sobre el


venerable cuerpo de San Pedro.

Lunes 18-11-2013 (voy a la reunión de departamento me falta la


mitad de la clase) –Mirar lo de Reme

ESQUEMA DEL RENACIMIENTO

Constitución política de los Estados:

 Principado
 Libertad
 Licencia

Influencia del contexto internacional

Naturaleza de las leyes:

o En función de los intereses de grupo

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o Causa de las discordias internas

Renacimiento

Recapitulación de lo visto. Habíamos dicho que si tuviéramos que dar el pistoletazo de


partida de la historiografía moderna podríamos tomar como momento fundacional el siglo XV
con el humanismo y el renacimiento. Antes de ese siglo tenemos obras históricas, pero a partir
del siglo XV detectamos unas nuevas posibilidades para la escritura de la historia.

En este siglo XV se va a desarrollar una nueva visión del pasado que tiene su
antecedente en la historia romana que sobre todo tiene en cuenta el pasado republicano más que
el imperial, habíamos hablado de las dos vertientes desde las cuales se multiplican los trabajos
históricas, uno desde la filología que lo que va a intentar es expurgar los textos de la antigüedad
clásica no por un afán moderno de establecer fuentes fiables sino por una cuestión lingüística,
recuperar la pureza del latín clásico. Ese latín fue evolucionando desde el punto de vista de la
gramática y de vocabulario hacia formas que no son reconocibles en el renacimiento. Se busca
recuperar el latín clásico. Durante la edad media hubo gran actividad de en los monasterios y en
los palacios de edición de textos a los que se intentó devolver su lengua original. Esta
preocupación filológica que vemos en Italia, particularmente en Florencia, se da en un marco
bastante singular que va a repercutir en la forma de encarar la historia por parte de estos nuevos
historiadores que no se pueden sustraer al hecho político que vive Italia en esa época. Además
de esta fragmentación política tenemos interferencias externas en la política interna italiana.

Y luego posteriormente en las cortes de los príncipes, hubo una gran actividad de
edición de texto, y a estos textos se intentó devolver la lengua original. Un paso más allá van a
dar cuando quieran establecer la veracidad de estos. Tenemos este tipo de preocupaciones pero
de forma embrionaria. Sin embargo, tenemos ya aquí el embrión de lo que será más adelante la
edición crítica de texto. esta preocupación filológica que tenemos en Italia en esta época, sobre
todo Florencia, se ve en un marco bastante singular que va a repercutir en la forma de encarar la
historia por parte de estos nuevos historiadores que no se pueden sustraer al hecho político que
está viviendo Italia en esa época. Italia desde Justiano no había vuelto a estar unificada, y se
había fragmentado Italia en estado, además de estos tenemos la inferencia de …

Podemos vislumbrar la segunda vertiente que va a influir en la historiografía italiana


que va a ser el de la política. La política encandila como acción y reflexión. Tenemos un hecho
extendido en la Italia de la época que es la fragmentación en diferentes estados que genera la
necesidad de una burocracia, de una serie de funcionarios, jueces, personal diplomático, ligado
al ascenso político de las ciudades estado Italianas. Aquí tenemos también otro elemento
importante, aquí tenemos la recuperación de los archivos municipales para tratar de legitimar el
presente político de cada una de estas entidades. Es en este contexto entonces que los
historiadores utilizaran esta recuperación del pasado latino y se valdrán de los modelos
historiográficos clásicos en una primera etapa de Tito Livio, posteriormente de Tacito y
Salustio, no para hacer una explicación del pasado a partir de estos modelos sino para tratar de
comprender el presente político que están viviendo en sus estados. Esta practica política y esta
reflexión sobre la practica politica, en definitiva va a utiliar estos modelos clásicos para tratar de
comprender que está sucediendo en su presente o su pasado inmediato, y en algunos casos para
tratar de extraer conclusiones de tipo generales y modelos de actuación politica. Es decir, de que
forma el gobernante puede conducirse para optimizar sus recursos políticos.

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Los dos historiadores más originales en el siglo XV y XV, van a ser Nicolo Machiavelli
(1469-1527) y Francesco Guicciardini (1483-1540). Su obra más popular es el Principe (1513),
las más importante para nosotros van a ser el discurso sobre la primera década de Tito Livio y
las historias florentinas. Si algo caracteriza a Machiavelli es el penetrante análisis de su realidad
política. El príncipe es una obra de teórica política y de alguna forma sigue en la estela medieval
de los espejos de príncipes. Esto es un libro que da consejos al futuro gobernante para poder
moverse y actuar en la política de forma eficiente, ahora bien, lo que en la edad media era
eficiente no lo es ahora en el siglo XV. El rompe con la visión moralista de la sociedad y parte
de su entorno más inmediato, el analiza la situación en que está Italia y sin escribir moralmente
nada, siempre sin dar reglas de actuación, él lo que dice es que básicamente tenemos en toda
sociedad dos polos, el Pueblo que intenta no ser sometido, y la Nobleza que intenta someter al
pueblo, y de esta tensión surgen los conflictos que se van a dar en toda sociedad. Él no va a
hablar aquí sobre la época republicana sino que va a referirse como debería comportarse un
príncipe para conservar el poder que tiene. El aplica como buen humanista los modelos clásicos,
de tal forma que reconoce que en toda sociedad puede haber tres tipo de organización política:
La república, el principado y lo que él llama la elicensia que es la anarquía.

A partir del análisis de la situaón política de su época intenta impartir enseñanzas para
futuros gobernantes. Su explicación va más hacía los hechos internos antes que los
condicionantes externos. La novedad de Machiavelli va a ser utilizar para explicar la política de
su época los conflictos internos que se vive en Florencia en esta época. El problema de estos
conflictos internos y por lo que Machiavelli se preocupa es la perdida de las libertades cívicas y
estas pérdidas de las libertades cívicas va a ser el resultado en todos los casos del
enfrentamiento social, primero la aristocracia y el pueblo y posteriormente entre el pueblo y la
plebe. Para el esto es una visión bastante curiosa, la historia se puede explicar en términos de
ciclos, de prosperidad y de ruinas. Pero a diferencia a otros autores anteriores a él, la fortuna no
es caprichosa sino que está ligada a estas ciudades estado.

Otro aspecto interesante de Maquiavelo es lo que él considera


que es la naturaleza de las leyes, extraído del análisis de su realidad.
Revela en cierto modo su análisis político en función de lo que él está
viviendo, no de elementos ideales. Hay muchos tratadistas que al
hablar de la función de la ley solo se centran en los términos ideales,
mientras que Maquiavelo cuando analiza el papel de la ley defiende
que claramente la ley está en función de los intereses de grupo, (el
bien común), no es aséptica sino que responde a las necesidades de
aquellos grupos que la impulsan.

Por tanto, es bastante interesante porque muy posteriormente en el


XIX tendremos el análisis marxista de la superestructura jurídica y
una de los primeros escritos de Marx es acerca de la función de clases
que tiene la ley como expresión de la clase dominante.

Además la ley es objeto de disputa política, que el grupo que logre


eventualmente imponerse trata de aplicar la ley a su favor y por

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tanto estará en las disputas que se originan en el interior de las
ciudades.

Francesco Guicciardini (1483-1540).

 Obra: Historia de Italia (1537-1540)


 Era contrario a cualquier forma de democracia republicana
 Tema principal: Tragedia de la dominación extranjera de Italia
y sumisión de los estados italianos.
 Objetivo general: Explicar los acontecimientos italianos desde
1492 gasta 1534 en el marco del contexto europeo de la época
 Concepción subyacente: Él apuesta más por los nuevos estados
modernos que se fundamentan en la autoridad del príncipe.

Si en Maquiavelo encontrábamos las explicaciones de la historia


florentina en las causas internas, en la dialéctica social Guiccidardini
se centrará en las relaciones exteriores en los estados de la península
italiana y potencias extranjeras. Será el primero en escribir sobre
Italia como una entidad política única que entra en relaciones
diplomáticas con otros estados particularmente Francia y Aragón. Su
enfoque será político por supuesto, su historia cubre solamente medio
siglo desde 1490 al 1534. Sin embargo, el análisis que hace es tan
pormenorizado y es tan denso en tratar de explicar todos los factores
que intervienen en la historia que terminará convirtiéndose en un
modelo de Historia para las posteriores historias nacionales de los
otros países europeos.

No se lamenta como Maquiavelo por la pérdida de libertades cívicas


sino más bien por la de las libertades de los estados italianos. El sur
de Nápoles y Sicilia es lugar de disputa entre Francia y la corona
aragonesa. Por tanto el problema fundamental para Guicciardini la
violencia extranjera y como hallar el necesario equilibrio de poder
entre todos los estados italianos para que cada uno de ellos conserve
su independencia.

Además de las causas políticas más claras que él puede alegar en su


obra, el de sostener en consideraciones de tipo psicológicas, en las
ideas que circulaban en la época en motivos e intenciones de los
protagonistas… todos estos elementos luego serán dejados de lado en
la historia política posterior pero que en él aparecen ya prefigurados.
Este también a diferencia de Maquiavelo no le interesa seguir el
patrón de las obras clásicas y renuncia a escribir una historia en
términos literarios bonita y cuidada desde la óptica literaria.

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Desde esta óptica es un historiador moderno y se demarca de los
demás autores contemporáneos para quienes la historia era
subproducto de la literatura. Antes que la veracidad interesa el
elemento estético. Renuncia a adornar su historia a favor de una
mayor claridad.

No descarta que en la explicación intervengan el azar y la fortuna


pero no los considera determinantes, sino que entran en juego junto
a una multiplicidad de factores y causas que confluyen de ahí su
intento de ser tan detallado.

A diferencia de Maquiavelo que intentaba desentrañar modelos de


conducta y comparaciones de tipo mayor, Guicciardini renuncia a
establecer ningún tipo de principio general y se limita a la explicación
en todas sus posibilidades y explicación de las causas que él cree que
concurren a lo que está narrando.

Lo que posteriormente tenemos después de estos dos grandes


autores es un periodo bastante plano en cuanto a la producción
historiográfica y la reflexión que conlleva. No hay grande
historiadores ni grandes obras, ni siquiera avances en cuanto a la
teoría de la historia. Sí hay un cierto desarrollo de lo que había
aparecido con el humanismo, tanto la crítica textual como el estudio
de archivos aunque por supuesto no será un recurso generalizado ni
mucho menos. Se seguirá intentando extraer enseñanzas morales de
los hechos históricos, esto deriva por supuesto en una limitación en
cuanto a los temas que puede tratar la Historia y en cuanto a la
forma de abordar estos temas si se recurre a los archivos no será por
un afán de erudición sino para legitimar posiciones políticas y si se
realizan obras de critica textual será para utilizarlo también en el
debate político,

La imprenta en esta época permite una difusión mayor de los textos y


en su momento el editor se encuentra con diferentes versiones del
mismo texto y por tanto se intentará realizar una labor de
expurgación de estos materiales. Además tenemos que tener en
cuenta la forma protestante y la contrarreforma católica que
influyeron de manera importante en las obras históricas de la época.

Lutero conocía una versión de la refutación de Lorenzo Valla y desde


ahí los historiadores más cercanos a la reforma intentaron poner en
evidencia haciendo crítica textual de la Biblia y la patrística las
falsificaciones provenientes de la Iglesia católica. Como contrapartida

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ésta también se interesó por este tipo de estudios para mostrar la
veracidad de los textos que obtenían su primacía, por tanto de esta
forma los problemas religiosos del XVI dan un empujón al uso de esta
técnica no solo en el ámbito religioso sino también en el profano.

En el XVII tenemos autores como Lainiz al servicio de los príncipes


territoriales alemanes que también apelarán a los archivos y
desarrollaran una labor de creación y conservación documental para
fundamentar también el derecho de los príncipes al dominio temporal.

Además de los textos sagrados ligados a la disputa religiosa, ciertos


autores se preocuparán por el estudio del derecho romano, y esto
influirá también en la visión del derecho no común producto acabado,
sino como el resultado de una obra colectiva y de varios siglos en
permanente cambio.

Estas técnicas se aplicaron sobre todo para los códigos de derecho


civil romano (corpus iuris civilis) y desde ahí de las instituciones
derivadas de él. El trabajo en archivo permite extender la mirada
hacia un pasado un poco más lejano, de hecho se busca en la edad
media los argumento que legitiman tal posición u otra, un ejemplo de
esto lo tenemos cuando por ejemplo se trabaja sobre el derecho
romano, que en la versión final que tenemos en la Edad media de la
orden de Justiniano es un derecho bastante autoritario. Se advierten
ciertas interferencias ideológicas. Había sectores que querían
destacar como fuente de derecho al poder político, en este caso al rey
(estamos en el momento previo al absolutismo).

Como contraposición a esto se estudian también las manifestaciones


legislativas de la Edad Media que tienen que ver con el
reconocimiento de privilegios.

Se hablará de países de influencia romana versus países de influencia


germana donde las libertades se desarrollaron y expresaron en
documentos escritos.

Esto lleva al establecimiento de las bases de la historia comparada


que tendrá un desarrollo interesante en el XVIII con la Ilustración.

Características: visión de conjunto de la historia del hombre reflexión


filosofía sobre el pasado, papel secundario de la erudición, teología
del progreso, critica de la idea de providencia divina, teoría del
progreso y estructuración de la historia en etapas.

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Tenemos en esta época dos escuelas que destacan y que continúan la
labor de crítica textual iniciada por los humanistas. Ambas se dan en
Francia, la primera está ligada a la orden jesuita, es la de los
bolandistas. Un jesuita francés Jean Bolan llevó adelante junto a su
equipo una crítica sobre los diferentes relatos que circulaban acerca
de las historias de los santos. Empezaron a publicar las actas
santorum que pretendía establecer las historias verdaderas y quitar
los elementos mágicos o fantásticos que hubiera en este tipo de
narraciones. La otra escuela es la delos benedictinos del convento de
San Mauro, los mauristas franceses y particularmente el nombre de
Jean Mabillon, padre de la paleografía y diplomática moderna que
quería determinar qué documento era verdadero y cual una
falsificación. Crítica interna y externa de los documentos.

Es el estudio de la forma de la letra, los seklos que aparecen en los


documentos, el soporte de los documentos, el tipo de material
empleado, los anacronismos del documento, las firmas, etc… para
tratar de establecer un corpus de documentos veraces que tendrán
un posterior desarrollo en el XIX con la escuela alemana y francesa.
En esta época tenemos por ejemplo si hablamos de la historia que se
escribe en Castilla, la historia indiana, la gesta de los diferentes
conquistadores.

En Francia tenemos dos tipos de sectores:

El de Jean Bodin, importante su historia por su pretensión de


reflexión histórica, él divide la historia en tres tipos: tiene una visión
global de política para comprender el presente. Sus 6 libros de
Republica. Los tres campos: el primero y más amplio es la historia
natural que explica las causas que hallamos en la naturaleza, la
historia sagrada, la manifestación de dios en la historia y la historia
humana, la acción de los hombres a lo largo del tiempo. Desarrolla
una prueba de verificación interesante, para él la climatología influye
significativa en las acciones humanas y todo lo que podamos decir
sobre el pasado de los hombres tiene que tener como elemento de
validación las influencias del clima en la naturaleza de los hombres,
de acuerdo al clima los hombres tienen una naturaleza determinada.

La otra tendencia de Francia en el siglo XVII es la de Bossuet,


confesor de Luis XIV. Por su origen eclesiástico y vinculación a la
monarquía absolutista, su historia es bastante peculiar en el sentido
de que niega la propia historia. Hace depender todo de la voluntad
divina, y la historia de los hombres no es más que la manifestación

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de la providencia en este mundo. Por tanto, más que hacer historia
lo que hay es que conocer las leyes divinas para hallar explicaciones
a las acciones humanas. Este tipo de historia tiene muy poco
recorrido aunque estos dos siglos y medio a pesar de su aparente
atonía en cuanto a las publicaciones de obras relevantes o a la poca
proliferación de autores destacados estos siglos sirven de preparación
para lo que será la reflexión histórica del XVIII.

Importante, más que por las obras, por los principios ideológicos que
guían a los historiadores en esta época, en el XVIII hallamos una
serie de principios teóricos que serán básicos para establecer la
historia como una ciencia.

Miércoles 20-11-2013

Historiografía de la Ilustración

Tenemos que decir que es en este periodo cuando se empiezan a


valorar todos los avances e ideas que habían estado presentes en los
dos siglos y medio precedentes.

¿Por qué este largo periodo que luego va a germinar y desplegarse en


este XVIII? Algunos tendrán que esperar un siglo más. Sabemos que
el siglo XV y sobre todo el XVI experimentaron un cambio importante
del mundo que entonces se tenía de él, si recordamos la era de los
descubrimientos y de la mano de esto, y las nuevas formas
comerciales que se abrían y sobre todo los nuevos campos
planteados. Sí significó un quiebre del conocimiento de los siglos
medievales: el XVII tendrá entre sus intelectuales al que se considera
el padre de la filosofía moderna, Kant y no es en vano porque desde
la filosofía experimentó un cambio fundamental para comprender la
reflexión científica hasta ese momento. También es el siglo de los
empíricos ingleses, se van dando avances en todos los órdenes de la
ciencia experimental y de las matemáticas.

Si pensamos en todo lo que hace a las reflexiones científicas,


Inglaterra y Francia sobre los países enteros en este sentido.
Inglaterra, envuelta desde la óptica política en sus problemas entre el
Parlamento y el Rey, donde se estaba consolidando el absolutismo, es
decir, dos sistemas de gobierno y estado totalmente diferentes
aunque dentro de ellos científicamente se desarrollan ideas muy
interesantes que implican un cambio fundamental en la ciencia.

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Kant escribió obras de óptica y geometría. Por tanto tenemos un
cuadro de avance generalizado de la ciencia basada sobre todo en la
observación y en la fe, en la razón, como característica fundamental
del hombre que permitirá a éste conocer el universo, que es conocible
y es posible conocerlo a través de la observación y de la reflexión
filosófica, pertenece al universo y también en teoría los hechos de los
hombres deberían ser igualmente conocibles. Ahora bien todo este
importante desarrollo de las ciencias físico-naturales y de la teoría del
conocimiento no se traslada automáticamente al ámbito de las
ciencias sociales de la historia. Hemos visto que tenemos
historiadores en esta época, varias corrientes, pero la historia todavía
sigue siendo un subproducto de la literatura.

La historia en este momento no es un campo exclusivo de los


especialistas de los eruditos.

Curiosamente en Francia la erudición comienza con dos órdenes


religiosas, la de los jesuitas y de los benedictinos que son las que se
proponen aplicar un programa razonado de edición de documentos
que les permitirá a ellos también escribir una historia de sus
respectivas órdenes. En Alemania a raíz de la reforma protestante,
las reformas no tienen cabida por lo que no vamos a tener estas
instituciones como impulsoras de la erudición histórica. Hablábamos
también de Lainiz que comprendió la importancia histórica como
arma política, la competencia de los diferentes estados que se
consolidan en la época e impulsa las sociedades cultas para que
desarrollen o al menos intenten este tipo de actividad. Será el
germen de las universidades alemanas y las primeras cátedras
europeas se harán en ellas, no es de extrañar.

Se ha hablado también de los intentos llevados a cabo distintos


historiadores para tratar de entender de qué manera se podía
explicar este conjunto de hechos aparentemente confusos e
inconexos que pertenecían a la historia. Hablábamos de Jean Bodin y
su teoría de los climas y de Bossuet y su recurso a la Divina
Providencia. En definitiva son intentos de dotar a la historia de un
cuerpo explicativo más allá de la simple narración estéticamente bella
que proponían los humanistas.

Ahora bien todos estos intentos aislados de comienzo de la erudición


y explicaciones surgidas en el XVII serán la base sobre la que los
historiadores del XVIII puedan desarrollar su tarea y les permitirá

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también construir una teoría de la historia de alcances todavía no
vistos.

Los aportes de la Ilustración en este sentido van a ser importantes y


dejarán huella sea para seguir esa vía o contestarla, pertenecerán a
ese momento de las teorías de la explicación histórica. Por supuesto
no es un fenómeno ajeno a la mayor parte de Europa. Algunos de
sus principios básicos calaron en todo el continente, entre ellos hay
que mencionar que la Ilustración como corriente filosófica pretendió
establecer una visión global de la historia del hombre es decir, no
limita su mirada al presente inmediato o al pasado más cercano, sino
que la extiende desde que el hombre es hombre, para bien o para
mal tiene una idead e lo que es el hombre, la historia y la sociedad y
a partir de esta idea establece su teoría general.

Tampoco la Ilustración seguirá la línea de los humanistas que


pretendían estudiar la historia para establecer modelos de conductas
a los gobernantes. El pasado del hombre tiende a un fin determinado,
por eso es una historia teleológica que se encamina a determinados
fines. Fundamental también en la filosofía ilustrada es reemplazar la
idea del dios que preside el desarrollo humano por la razón y el
progreso como ideas puestas que orientan la historia del hombre.

No va a tener gran predilección por el estudio de archivos sino que se


parte del presupuesto de que al tener la historia unos fines
determinados es posible conocerlos y por tanto establecer etapas
ordenadas del desarrollo del ser humano en sociedad. No es la
primera vez que la historia se ordena en etapas, ni la primera vez
que se orienta a determinados fines. La historia cristiana es también
teleológica. La lógica es relacionar estos elementos de la
epistemología cristiana por otros a los que casi se les da la misma
entidad sobrenatural, es decir, donde antes estaba dios o la divina
providencia, ahora tenemos la idea de progreso, que es la que
preside toda la historia de los hombres y donde antes teníamos la
felicidad del hombre como fin de la historia ajora tenemos la razón
que va a guiar al desarrollo de los hombres. Ahora bien, ambas son
optimistas en cuanto al futuro final de la humanidad, es decir, al ser
sistemas ordenados teleológicamente hablando, además de estudiar
el pasado hace una especie de futurología acerca del destino de la
humanidad.

Si nos fijamos en qué contexto se produce esta nueva reflexión de los


ilustrados tendremos dos modelos totalmente diferentes: el anglo

15
holandés de gobiernos burgueses con cierta participación política,
constitucionales donde se desarrolla la idea de libertad como
inherente al sr humano y gobiernos absolutistas cuyo modelo más
destacado es Francia que considera que la felicidad y el cambio de
las sociedades no está reñido con un tipo de gobierno autoritario de
paternalistas que es el que tiene que desarrollar estas ideas de
progreso.

¿Qué implica sustituirlos por la idea del progreso? Desde la óptica de


la periodización, se considera que la historia es una asociación de
etapas que va de lo más imperfecto hacia lo más perfecto. Es decir,
hay un progreso tecnológico, intelectual, científico de la humanidad
pero principalmente es un progreso moral. El hombre no solo avanza
desde el punto de vista de la ciencia sino que avanza principalmente
como ser humano. Se da un crecimiento de la racionalidad desde las
primeras sociedades de cazadores recolectores hasta las sociedades
complejas que se dedican al comercio mundial, es decir, a las
sociedades del XVIII.

A la par que el individuo y por tanto la sociedad van creciendo en


perfección moral, se produce también una mayor autoconciencia y
desarrollo de los derechos individuales. Estos derechos individuales
sin embargo no implican la libertad del buen salvaje sino que son
regulados por las leyes.

En este marco de optimismo racionalista, los distintos filósofos


ilustrados, por ejemplo si pensamos en Voltaire o Kant, van a
considerar con bienes que toda sociedad tiene que cultivar, la
tolerancia, la oposición frontal a todo lo que oliese a represión o a
fundamentalismo religioso. Tener en cuenta que Voltaire tuvo que
huir varias veces de Francia. Por otro lado el redescubrimiento de la
naturaleza como fuente de riqueza y por tanto cierto imperativo
moral de poner en valor esta naturaleza. Una de las bases filosóficas
de los EE.UU. de lo que significó la revolución americana hacia el
oeste fue justamente la importancia concedida a la naturaleza como
materia concebida para ser trabajada por el hombre.

Esta ideología va a trascender no será privativa, y será con los años


una de las justificaciones que estará en el desarrollo imperial europeo
del XIX. Relacionado con esto, la autoconciencia que Europa asume
desde esta época de su supremacía, que será por supuesto
fundamental para la expansión imperial del XIX.

16
Si bien la Ilustración fue un fenómeno que trascendió las fronteras
francés llegando a Gran Bretaña y Rusia, sin embargo no cabe pensar
que caló más allá de los sectores más altos con capacidad de comprar
libros y acceder a la cultura escrita así como estar en contacto con las
reflexiones filosóficas. Recordar que estamos ante una sociedad
eminentemente rural. Lo curioso es que este sistema filosófico fue
usado por regímenes más o menos liberales como Inglaterra u
Holanda o más autoritarios como Rusia o Prusia. No hay que exagerar
la influencia de filósofos ilustrados en la época. La Revolución
Francesa es hija de la Ilustración en muchos aspectos.

Vemos el texto de Voltaire de Introducción (ya visto antes con


Galán)

-El concepto teleológico de la Historia, que en definitiva no es


determinado azar, sino que tiene unos fines determinados.

-Para ellos la historia europea es la historia de la humanidad.

- Hay diferentes etapas siguiendo un criterio político donde sale un


determinado personaje: Filipo y Alejandro, César y Augusto, los
Médicis, Luis XIX. La culminación de un proceso progresivo de
ampliación y crecimiento de la racionalidad en la Historia. Es pues
una visión global de la historia de la humanidad.

-Completamente eurocentrista.

-Por otro lado no solo habla de la historia política sino que hace
también menciones al arte como ejemplo de este crecimiento del
espíritu humano.

-No interesa a Voltaire un relato pormenorizado de hechos y de


hombres, sino que su visión es muy general, un esquema de
interpretación de la historia y lo que él pretende es narrar lo que ha
pasado a toda una sociedad, no solo a unos hombre señalados.

Viernes 22-11-2013

Texto de Hume sobre las religiones

Hume=racionalismo. De tradición liberal. Liberalismo político.

Concepción particular de la sociedad. Valorización del pensamiento


científico.

Hay ahí una visión positiva del cambio en la sociedad al menos.

17
Confianza en la racionalidad de la sociedad, que es la que lleva
adelante este tipo de cambios.

Texto de Hume sobre Gran Bretaña

Hume no condena el absolutismo. Hay una caracterización benévola


de Carlos I. Defiende el colonialismo, habla de los beneficios que
reporta a la metrópoli y a la propia colonia. Fomenta el comercio.
Hay un valor destacado que se le asigna al comercio en lo que tiene
que ver con el desarrollo social.

Los establecimientos coloniales británicos no incorporaron a la


población activa, no ocurrió lo mismo en el caso español.

Gibbon: Decadencia y caída del Imperio Romano

¿Qué es la decadencia? Para Gibbon es la pérdida de la libertad y


todo lo que trae aparejado con ella.

La decadencia como concepto historiográfico, es decir, que tiene una


larga historia a partir de Gibbon. Desde Gibbon este concepto explica
muchas cosas en la historia, va ligado con los conceptos de capas o
ciclos de la historia. Va unido con problemas de tipo moral.

Esto de alguna forma está relacionado con una pérdida progresiva de


virtudes y valores que lleva inexorablemente a la desaparición de
este sistema político.

El fin del Imperio Romano se asocia a la invasión de los germanos.

Hay una visión europeísta común a todos los europeos, bastante


dominante hasta el periodo de entreguerras.

El periodo de Gibbon, su mejor periodo es de la República y los


primeros años del Imperio y después viene una larga agonía de
prácticamente 8 siglos. Del cristianismo no hace mención.

HISTORIOGRAFÍA BRITÁNICA DEL SIGLO XVIII

Será hija directa de los acontecimientos finales del siglo XVII,


remontándonos a la segunda mitad del siglo XVII nos encontraremos
con el papel de las clases dirigentes británicas en torno a los
disturbios políticos desde 1642 hasta 1688.

La historiografía británica va eludir directa o indirectamente al


contexto en el que surgieron las libertades civiles y que hizo posible

18
en definitiva una estabilidad política diferente a la existente en el
continente en esa época.

Los problemas comienzan en el año 42 con los conflictos del rey con
el Parlamento. Interesa sobre todo su desenlace con la Glorious
Revolution en 1688 donde desalojaron del poder a los reyes católicos
de la dinastía Estuardo. Esta revolución fue posible por un acuerdo
entre diferentes sectores sociales relacionados con el comercio
principalmente y que de todas formas buscó alianza con otros grupos
de la época, principalmente los terratenientes o algún tipo de
propietario de tierra, con los sectores urbanos, y con algún tipo de
nobleza también. Es decir, estamos ante un nuevo consenso político
de carácter interclasista, no es solamente un sector el que lleva a
cabo la revolución sino que se ponen de acuerdo varios grupos
sociales.

En el caso del absolutismo o de los intentos absolutistas, parecía


claro que el fundamento del poder real descansaba en Dios, y eso es
lo que se intentó sin éxito desde Jacobo I.

Aunque la ayuda de dios ya no se puede convocar es necesario hallar


otro tipo de legitimación que asiente a este nuevo poder que se ha
establecido. Este tipo de legitimación se basará en definitiva en el
acuerdo entre los hombres libres para delegar parte de su libertad a
los gobernantes y de ese modo custodiar mejor los intereses sociales.
Ese es el argumento básico sobre el que escribirán y reflexionarán
diversos autores (filósofos e historiadores).

El teórico más importante de este esquema pactista será John Locke


(1632-1704): Dos tratados sobre el gobierno (1690), Ensayos sobre
el gobierno civil (1660-1662), quien inaugura una tradición que
luego tendremos presente en el XVIII, de explicaciones filosóficas
donde se considera la bondad natural del ser humano. Para Locke los
hombres nacen libres y el estado natural de la humanidad es la
libertad. Existió en sociedades que se regían por esta falta de reglas,
es decir, no había ningún ordenamiento jurídico que constriñera las
libertades individuales, ahora bien hace su propia recreación
histórica.

De este estado inicial de libertad absoluta de los hombres


comenzaron a surgir problemas de convivencia motivados por
supuesto por la avaricia, la codicia, la voluntad de algunos hombres
de apropiarse de los bienes de otros, por lo que según Locke las

19
sociedades decidieron ceder parte de su libertad a una institución
superior para que ésta mediara entre los conflictos humanos y sobre
todo protegiese el bien más preciado del esfuerzo humano: la
propiedad. Para él la propiedad es importante no solo por permitir
escapar de las penurias económicas sino porque es la consecuencia
del trabajo de los hombres y por tanto este esfuerzo hay que
protegerlo.

La legitimación que tiene el estado de su origen está justamente en


la dirección de los derechos de propiedad, un tema fundamental a
partir de esta época. Este estado no tiene capacidad limitada para
poder decidir sobre las personas, tiene que respetar las libertades
individuales y sobre todo el derecho de propiedad.

Otro autor destacado en cuanto a teórico del pactismo es Hobbes el


que afirma que el hombre es un lobo para el hombre. Considera
necesario una instancia superior para evitar que el hombre destruya
al hombre. Vivió a finales del siglo XVII. Parte de una concepción
negativa de la naturaleza humana, tiende a destruir a sus
congéneres, por tanto considera que hay que ceder parte de la
libertad individual a un monstruo, el Leviatán el único que podrá
imponerse sobre las disputas de los hombres.

A la historiografía británica del XVIII se le conoce como la escuela


escocesa, porque será en Escocia donde surjan la mayoría de los
creadores; curiosamente la parte recién incorporada a Inglaterra,
más atrasada económicamente, pero a pesar de todo harán una
historia de Inglaterra y no de Escocia.

Defiende como elementos metodológicos la herencia del racionalismo


francés así como de los empiristas ingleses, y además esta labor de
los precursores sobre la utilización de los archivos. Esta historiografía
intentará también explicar y legitimar el pujante capitalismo
británico, y además desarrollarán una idea fundamental para todo el
XVIII; la idea del progreso.

Ellos tratan también de explicar el papel de Escocia en esta nueva


unión, la Unión Jack¿? A partir del Acta de Unión y a pesar de ser
escoceses consideran que la unión con Inglaterra es beneficiosa para
ellos porque le permitirá superar el tradicional atraso que tiene su
país en relación a Inglaterra. Por ello se habla de historiografía de
acomodación a Gran Bretaña. La inglesa es la más importante.

20
Si tenemos que hacer una radiografía general de estos historiadores,
¿qué ideas sobrevuelan y provienen de su pasado más inmediato, de
la Gloriosa Revolución? Ellos consideran que Inglaterra ha logrado
establecer un sistema político representativo, además este sistema
había conseguido eliminar el feudalismo y también fue fundamental
para ellos la acción de los comerciantes que permitieron en definitiva
la expansión colonial. Las ciencias naturales y físicas serán
importantes también en el discurso de la historia, pensemos en la
época de Newton y su concepción del universo como sistema de
relojería que fue creado por Dios pero que Dios se retira de la historia
y en ella y en el universo operan las causas segundas, derivadas de
este sistema de relojería y que en definitiva terminará trasladándose
este lenguaje al ámbito de la historia.

Ahora para hacer historia de tipo científico se tratará de encontrar las


regularidades que seguramente existen para poder explicar tanto el
pasado como el presente de los hombres.

El XVIII será el de las grandes síntesis y de crecimiento de las etapas


que va desde lo menos perfecto a lo más perfecto, hay un progreso
en cuanto al desarrollo humano. Por otro lado, la historia al adoptar
este tipo de lenguaje y de biología, a la manera de las ciencias de la
naturaleza, se legitima también desde el punto de vista social,
mostrará unos criterios de validación que antes no existían. Que
ofrecen suficiente garantía para el relato histórico.

Ahora se emplean otros elementos como el trabajo de archivo, el uso


de determinadas estadísticas para validar el conocimiento histórico.

David Hume (1711-1776)

Tiene una obra importantísima que es Historia de Inglaterra (1754-


1762), que comienza en el siglo XVI, pasa por Eduardo VII? Y llega
hasta el establecimiento del nuevo régimen. Era aséptico.

La Inquisición española era el punto de referencia, y había podido


constatarlo en el periodo 1642-1648 por el papel de los puritanos y
era bastante crítico con esta idea de la religión, fomentando los
enfrentamientos.

Fue uno de los primeros en establecer la idea de las diferentes fases


en la Historia. La novedad en este planteamiento no es demasiado
original pues aparece en la historiografía cristiana desde Eusebio de
Cesarea, pero sí tiene que ver con dos elementos fundamentales: por

21
un lado, las fases se corresponden y vienen dadas por el cambio
económico, la economía como motor de la historia y el segundo
elemento, a cada tipo de sistema productivo le corresponde una
determinada sociedad, una determinada organización política y unas
determinadas costumbres.

No será la narración de la política la tarea de los historiadores, sino


determinar cuáles son estas etapas, cuando suceden los cambios y
por supuesto incorporar los hechos políticos a esta historia en fases.

La política no se descarta en absoluto, sigue siendo el tema principal


de los historiadores pero se incorporan nuevos elementos en el caso
de Hume es notable como será uno de los primeros historiadores en
agregar a sus estudios algunas estadísticas, datos demográficos,
apéndices con datos estadísticos. Sin embargo, lo más destacado son
estos apéndices de estadísticas.

En cuanto al papel del aseptismo para Hume, estamos ante un autor


moderado en un ambiente que aun respira bastante crispación, es
decir en su época había una interpretación oficial de la historia que
consideraba que las antiguas libertades anglosajonas habían sido
anuladas por los normandos en 1066. Tras el esplendor del reinado
de Isabel I, los Estuardo volvieron a someter a su pueblo vía de su
reivindicación absolutista y la Revolución Gloriosa no vino más que a
restaurar la normalidad de las antiguas libertades del pueblo inglés.
Hume no consideraba necesario apelar a la ficción histórica de tipo
ficcional para defender las virtudes del sistema instaurado en 1668.

Él tuvo algunos problemas porque en cierto modo reivindicaba los


perdedores de la Historia, en alguna forma a los Estuardo. Se
lamenta de alguna forma de los disturbios políticos de este medio
siglo y considera negativa la muerte de Carlos I y las represalias
tomadas contra los partidarios de los Estuardo.

De los juicios pueden surgir cosas buenas y la virtud necesariamente


no tiene consecuencias positivas, era una forma de escapar a los
absolutismos de tipo religioso. Por ejemplo, hay una reflexión
interesante del fanatismo religioso en la época. El distingue entre
entusiasmo religioso y superstición. Él dice que el entusiasmo
conduce a cosas grandes e importantes como por ejemplo la defensa
de las libertades inglesas. Todo lo producido por estas personas es
positivo. A pesar de que él critica al entusiasmo religioso por no

22
poderse racionalizar el piensa que pueden desprenderse cosas
positivas.

La superstición sin embargo es otra cosa. Para él, el ejemplo más


claro es el cristianismo romano porque para él está vinculado al
sometimiento y a la necesidad de agradar a los poderosos. De ella no
puede extraerse nada positivo.

Lunes 25-11-2013

De Hume habíamos comentado que ante todo intentó hacer una


historia de consenso, el tema candente de la época era la sustitución
de una historiografía por otra y un cambio en el tipo de gobierno de
absolutista a parlamentario, esto incidió en el espíritu de la época y
Hume no escapó a esta tendencia y de hecho su preocupación
historiográficas se centra en el periodo de los últimos Estuardo
(1642-88). Su intención era rescatar de la condena a los derrotados
protagonistas así como introducir un poco de racionalidad en el
discurso histórico de la época. No había que destruir al adversario
sino analizar el periodo histórico según sus coordenadas teniendo en
cuenta la posición de los vencidos.

Él pretende, establecido el sistema liberal-parlamentario, que la vida


política inglesa recupere ese consenso recuperando a los vencidos. Ya
hemos hablado de la historiografía de acomodación.

Estos historiadores vieron en la incorporación escocesa a una unidad


mayor donde Inglaterra era el país dominante, una oportunidad de
escapar al tradicional atraso escocés en política u economía.

Otro rasgo destacable es que Hume fue de los primeros en establecer


una historia en fases, etapas que no tienen que ver con la historia
política aunque ésta sigue siendo el esqueleto de la narración, sino
principalmente con los diferentes momentos de desarrollo por los que
ha pasado la humanidad. Subyace una idea de progreso continuo,
más allá de los progresos y altibajos.

Es una historia entusiasta en cuanto a las posibilidades de la


sociedad para mejorar a lo largo del tiempo y todas estas
características se van a acentuar en otro autor, y tendrán un
recorrido aún más largo: Adam Smith, es uno de los discípulos de
Hume y de Robertson, y él va a retomar todas estas ideas y las va a
llevar a un grado de desarrollo más importante. Obras: La riqueza de
las naciones, (1776) Teoría de los sentimientos morales (1759)

23
Adam Smith (1723-1790) es representante de esta tradición liberal,
whig de la interpretación histórica. Toma aspectos de la física social
de Montesquieu y construye su teoría en base a una serie de
presupuestos:

Deja en primer lugar la política en las intenciones de los hombres


como fundamentos de cambio histórico para pasar a considerar que
el progreso económico material de la sociedad es el motor de la
Historia.

Utiliza también para dar una visión general, esta gloria de los
estadios en la perfección, fija cuatro, que a diferencia de los
ilustrados franceses como Voltaire que vivía la historia según los
periodos políticos, Smith fija estas etapas en función del desarrollo
económico de la época: la caza de los cazadores recolectores siempre
al borde de la subsistencia con menores probabilidades de sobrevivir,
la introducción de la propiedad privada (sociedad de pastores) con
relativa diferenciación social,

La humanidad ha descubierto la agricultura y las posibilidades que


brinda para la planificación de los alimentos que implica el
establecimiento en un lugar determinado y la estratificación para
determinar esta riqueza, cierta división del trabajo (labores agrícolas
y manufacturas), esta complejidad social exige determinadas
instituciones y aparatos políticos que determinen conflictos y el grado
más alto de desarrollo es la sociedad contemporánea a Smith, basada
en el comercio que es en definitiva el que va a expandir la opulencia
europea a todas partes. Es un camino ascendente, de menos a más.

Es optimismo antropológico por parte de este autor. Smith funda una


de las escuelas económicas más influyentes que reclaman como uno
de sus directos inspiradores a Smith. Uno de los secretos del éxito de
esta teoría es su aparente carácter lógico y su sencillez en cuanto a la
explicación.

Al haber un camino preestablecido por el que tienen que pasar las


sociedades pro creer en el crecimiento continuo u la mejora
permanente de las sociedades a través de la historia, al establecer
esta ley de evolución humana lo que hace en definitiva es clausurar la
posibilidad de la misma Historia, es decir, Smith proclama en la
riqueza de las naciones el fin de la Historia. Porque “da igual” lo que
los hombres hagan pues la mano invisible guía todo, se sustituye a
dios por el mercado. La acción del hombre lo que hace es acelerar

24
este proceso que además tiene la promesa del éxito al alcance de la
mano.

Enfrentamiento social por los frutos del trabajo y la producción no


tienen validez para Smith ni legitimidad, retrasan el curso de la
historia. Teniendo en cuanta el año de su muerte en 1790, de algún
modo se transformó para esa sociedad en el ideólogo de la
contrarrevolución. La Revolución Francesa perdía todo su interés. Los
revolucionarios en definitiva estaban conspirando contra ese futuro
de desarrollo que proclamó Smith.

De ahí que esta lógica liberal en historia e investigación de ciencias


sociales puede llegar a ser bastante reaccionaria porque cifra toda su
andamiaje teórico en algo indemostrable, como es que la humanidad
está abocada a una mejora continua y que el progreso económico
dejado a su libre albedrío provoca por sí mismo la opulencia.

Él considera que el comercio es una de las fuentes de la riqueza, de


todas formas considera que hay que tener especial cuidado con la
agricultura porque es la que podía asegurar a una sociedad su
subsistencia, más allá de las fluctuaciones de los productos
manufacturados.

Estos autores son interesantes también porque están preocupados al


fijar esta teoría de la humanidad cíclica, por explicar también los
momentos de transición entre una fase y otra, tienen un ejemplo
muy cercano como fue el fin del feudalismo,

Considera que el feudalismo no sucumbió por cambios legales sino


por una callada y profunda revolución de las costumbres sociales,
otro presupuesto en el que muchos liberales se basan totalmente
ideológicos es pensar que existe una naturaleza humana, todos los
hombres actúan racionalmente.

Piensa que la humanidad liberada a su naturaleza tiende a


aprovecharse de las oportunidades que ofrece el mercado. Esto en el
caso del feudalismo significa que sobre todo en el bajomedievo hay
una producción creciente de bienes de consumos. La nobleza europea
que extraía casi todos sus excedentes de la agricultura y bienes
agrícolas comenzó a retraer recursos que antes dedicaba al control
político y social para la adquisición de estos bienes de lujo, esto llevo
a que por ejemplo ciertas cajas feudales fueran conmutadas por
dinero porque los señores lo necesitaban para acceder así al
mercado, y además tenemos el ejemplo de las ciudades-estado

25
italianas que representan según Smith un cuerpo extraño en el
feudalismo con su sistema de libertades todo lo cual hizo que estos
señores feudales perdieran su anterior predominio en favor de una
economía más abierta y de mercado.

A partir del siglo XX en su segunda mitad hubo una gran polémica


entre historiadores y marxistas sobre el fin del feudalismo,
planteándose qué fue, como terminó y cuando. Curiosamente algunos
marxistas atribuyen al mercado el papel disolvente.

Los momentos de tradición son muy fértiles para los debates


historiográficos, salvo excepciones contadas, no hay acuerdo entre
los historiadores acerca de qué pasó y en qué periodización. En
Hume y Smith tenemos uno de los rasgos de la escuela escocesa,
presentes en otras historiografías europeas.

Podemos hablar de una historia filosófica, es decir, que quiere


descubrir las causas que subyacen a los procesos de cambio en la
sociedad y desde ahí fijar generalizaciones útiles para poder explicar
el cambio a lo largo del tiempo.

William Robertson (1721-1793).

Obras: Historia del emperador Carlos V (1792), Historia de América


(1792). Según yugorn¿?, él es el primer historiador moderno que
tenemos.

Es conocido por escribir una historia de Carlos V, una obra muy


importante en la época y hablamos de un historiador moderno por lo
siguiente, aunque él cree en la presencia de Dios en la Historia, él no
considera que dios guie la historia de los hombres sino que ha
intervenido en un primer momento y luego se ha retirado como
espectador. Hay un cierto providencialismo en Robertson.

Es un paso atrás en cuanto al pensamiento histórico, su


providencialismo no tiene nada que ver con el de Bossuet, quien
negaba también la posibilidad de la Historia ya que todas las acciones
de los hombres estaban guiadas por y hacia Dios.

Tenemos los mismos elementos vistos en los otros autores y quizá lo


que más interesa destacar de él son dos cosas. En primer lugar, a
través de la historia del emperador Carlos puede apreciarse la
modernidad de esta obra, en la elección del tema. Robertson se
interesó por este tema porque él consideraba que la Europa moderna
se forja durante este reinado, hay un desarrollo de un cosmopolitismo
26
secular en la época tanto cultural como político: cultural por ser la
época de la Reforma y la uniformidad del catolicismo medieval se
quiebra en el XVI y de ahí todo lo que se deriva de la Reforma y la
Contrarreforma y político porque si algo caracteriza a la Europa de su
época, cuyas raíces él las retrotrae al siglo de Carlos es el equilibrio
de poderes entre los distintos estados europeos. En el XVI es cuando
los estados se consolidan como tales.

Al final del reinado de Carlos V, tenemos diferentes estados ya


consolidados que fijan alianzas entre sí para tratar de equilibrarse
unos a otros, esa es la clave para Robertson de la Europa moderna;
el equilibrio de poderes.

Por otro lado, desde el punto de vista historiográfico su historia es


moderna porque va a aprovechar los dos siglos previos de divulgación
de libros y de edición de fuentes que hicieron sobre todo los landistas
y mauristas en Francia, y aprovechará este conocimiento acumulado
para escribir su propia historia. Algo curioso en él, será la red de
corresponsales, principalmente en España, para que le envíen
información para su Historia. Uno de los métodos que emplea es el
del cuestionario que estos corresponsales deben corresponder para lo
que él plantea. Son nuevas formas y de uso del conocimiento.

Como historiador de profesión, destaca por su modernidad. Es uno de


los primeros en dejar de depender de un mecenas o institución para
pasar a escribir para un mercado. La independencia económica del
hombre de letras frente al humanista que obtenía un beneficio por
parte de una institución o de un príncipe cuya historia se encontraba
orientada hacia esos fines.

Él cree también en la existencia de una naturaleza humana y de esta


periodización de la historia del hombre en distintas etapas por las que
la sociedades deberían pasar. Cuando escribe, en el caso de su
Historia de América, el tipo de sociedad de los aborígenes las
compara con lo que ocurría en la época de Tácito con las tribus
germanas. Según él la mente humana haya donde se encuentre e
situación similar, se desenvolverá de la misma forma porque todos
los hombres tienen la misma naturaleza, y los sometidos a los
mismos estímulos reaccionarán de la misma manera.

Del final de la edad media él difiere de la opinión de Adam Smith.


Considera que hay varias causas, una de ellas son las cruzadas.
Aunque fueron hechos detestables al implicar fanatismo religioso

27
aplicado a la destrucción de otros hombres, sus consecuencias fueron
positivas ya que hizo conocer a los europeos como occidentales el
tipo de vidas de Oriente tanto de Bizancio como de los países
musulmanes, el lujo, un occidente atrasado en costumbres… y ese
deseo por parte de los nobles por hallar ese mismo nivel de vida,
llevó a que se arruinaran económicamente.

Sobre unos hechos conocidos investigados y documentados se tratan


de extraer reflexiones filosóficas sostenidas en el mismo esquema
ideológico, respeto o libertad individual, propiedad privada, derecho
ciudadano… y de ahí que no pueda ser juzgado un periodo histórico
de acuerdo a sus propias coordenadas.

Está usando el concepto de consecuencias inopinadas, aquello de que


la consecuencia puede conocerse por otras causas ajenas al mismo.

En la historia puede pasar que aunque un hecho se planifique y se


tengan en cuenta todas las posibilidades antes de actuar la
consecuencia puede no ser la que se había previsto originalmente. La
práctica de la virtud no avala que la consecuencia sea virtuosa.
Siempre puede haber elementos exógenos que cambien la orientación
de estos elementos.

Edward Gibbon (1737-1794).

Obra: Historia de la decadencia y caída del Imperio Romano (1776).


No trabajó el mismo con manuscritos originales sino que también
recurrió a estos editores de documentos que habían hecho su trabajo
en el XVII. Es deudor de este conocimiento acumulado del que
habíamos hablado para señalar la forma de trabajo de Robertson. Su
intención no fue hacer una historia del Imperio Romano sino más bien
hacer una historia de la ciudad de Roma que a medida que avanzaba
en su trabajo se iba expandiendo el tema.

Tácito fue su modelo, sobre todo es el objeto de sus maquinaciones.


La historia de Gibbon finaliza en la Roma republicana humanista del
XVI. El círculo se cierra, vuelve de donde partió. Él no se lamenta
tanto por la pérdida del imperio como por la pérdida de las libertades
republicanas. Este presupuesto teórico hará que su consideración
sobre Bizancio sea muy negativa y su caracterización de los
germanos bastante neutral en ese sentido.

Él comparte de alguna forma el ideal republicano de los grandes


historiadores del siglo I y II: Tito Livio, Salustio, Tácito… todos

28
pertenecientes a la nobleza senatorial y bastante críticos con algunos
momentos del Principado.

Viernes 29-11-2013

Gibbon es continuador de la escuela escocesa, mantuvo relaciones


personales con distintos miembros y se le considera un discípulo de
Hume y de Robertson.

Su principal interés historiográfico reside en una obra, algo desfasada


en su contenido histórico, que en su momento fue una obra de
referencia y actualmente está muy bien considerada
historiográficamente, fue la primera obra que logró unir la tradición
francesa de la reflexión política y social con la erudición propia del
siglo XVII, a diferencia de sus contemporáneos franceses si pensamos
en Voltaire, no tuvo pretensiones exclusivamente filosóficas de mirar
la historia desde arriba de una torre sino que unió los diferentes
hechos en una narrativa bastante novedosa en la época, si bien no
usó manuscritos si se valió de la erudición francesa del XVII de los
textos de los benedictinos de San Mauro.

A tener en cuenta que su obra principal, La Historia de la decadencia


y caída del Imperio Romano, tuvo varias etapas en su desarrollo. En
primer lugar su intención no era escribir esa obra sino escribir la
historia de la ciudad de Roma, terminó haciéndola del imperio y esto
quizá porque su interés principal residía en la Roma Republicana y de
alguna forma se encontraba encandilado con las virtudes de esta
Roma Republicana. Sin embargo comenzó su obra allá donde la dejó
Tácito, un historiador de referencia de la antigüedad y de la Edad
Media pero sin duda Tácito es el modelo por el que manifiesta la
mayor admiración.

Si pensamos que su historia parte del siglo II y llega hasta la caída de


Constantinopla, los mil años de historia bizantina es vista como
perteneciente a la historia romana y podemos considerar que el título
de la obra está bastante de acuerdo con la concepción política que
subyacía en Gibbon, es decir, la historia romana del siglo III en
adelante es la historia de su decadencia. El considera que Roma se
halla en un proceso de decadencia que otras causas terminarán
acelerando y provocando la caída. En definitiva, el hecho mismo
determina la decadencia de integridad política. ¿Por qué? Como causa
fundamental, él considera que la principal causa interna es la falta de
adecuación de los medios y los resultadlos.

29
A lo largo de su historia, Roma se extendió demasiado para las
capacidades de control que tenía en ese momento el imperio. Esa
falta de adecuación hizo que el Imperio no pudiera resistir a los
hechos posteriores.

Por otra parte, a partir de esta visión ideológica del autor, el largo
periodo de paz en política exterior romana en definitiva fue
contraproducente para el mismo porque consideraba que la
estabilidad y el gobierno uniforme del Imperio consumía la vitalidad
del mismo al no haber una situación de conflicto y de competencia
con otros estados ajenos al Imperio, y entró en una fase de
estancamiento.

A partir del siglo III tenemos las crisis internas del problema del
ejército pero no hay grandes desafíos exteriores. No había un ejército
profesional como había en la Roma republicana porque este ejército
de ciudadanos aseguró las conquistas que había hecho en su opinión.
Esta falta de implicación de los ciudadanos en la defensa del Imperio
fueron los factores que le llevaron a esta falta de respuesta del
Imperio hacia los germanos.

En su visión subyace la permanente comparación con la Europa de su


época. Esto lo comparte con Robertson, ambos profundamente
hostiles a la idea de Imperio universal porque para ellos carece de
capacidad de progresar.

Además que se tiende o al menos se pretende es lograr cierto


equilibrio de poder entre diferentes estados. Esto, que no existía en el
periodo romano, es lo que echan de menos estos dos autores.

Consciente o inconscientemente escriben desde su presente y


permanentemente tienen en cuenta la situación política que ellos
viven.

La obra de Gibbon se encuentra dividida originalmente en seis libros.


Los primeros capítulos presentan una situación general, descripción
de conjunto de lo que sucedía en la época, luego se hacen ciertas
descripciones sobre la vida en las provincias, y posteriormente casi
todo el primer volumen se dedica a reflexionar sobre la imposibilidad
de Roma de asegurar una sucesión imperial pacifica todo derivado de
la indisciplina y la corrupción en el ejército, particularmente la
guardia pretorial.

30
Desprende un ambiente moral bastante obvio que se halla en sintonía
con las reflexiones de los historiadores de la épica. Pensando en
Salustio, Tito Livio y Tácito, comparte con los historiadores de la
antigüedad su posicionamiento ideológico ligado a la nobleza
senatorial.

Hay una reivindicación permanente del papel del senado y una queja
hacia la consideración de poderes por parte de los emperadores.
Gibbon participa también de este clima de antigüedad.

También podemos hallar en esto que el titulo referencia, ciertas


reminiscencias de Maquiavelo en cuanto a considerar como una ley
casi histórica por la que pasan casi todas las sociedades y los
sistemas políticos aquello del ciclo de virtudes públicas, conquistas,
enriquecimiento, corrupción y perdida de libertades. Gibbon lo utiliza
este ciclo para el caso romano pero también lo hace extensivo a las
diferentes sociedades germánicas establecidas en el Imperio e incluso
a pueblos extra-mediterráneos. Da la sensación de que las diferentes
sociedades y entidades políticas están sometidas a esta ley de cambio
y corrupción tirana.

Otras causas de la decadencia para Gibbon: hablamos de la paz


secular y del gobierno uniforme, idea interesante porque parece ser
que tiene en mente el ejemplo británico de compartir el poder entre
el parlamento y la monarquía, en el caso romano para él esto no
sucedía.

Otra causa es la mezcla entre romanos y provinciales, que estaría en


definitiva en una pérdida de valores tradicionales por parte de los
romanos y que llevaría al lujo y al afeminamiento. En esta línea, el
traslado de la sede de Roma a Constantinopla implica una
orientalización del Imperio y la imagen de Oriente como un lugar de
lujos está instalada ya desde esta época y la tendremos durante el
XVIII y el XIX.

Vigilar y castigar _ Libro

Otra causa es el dominado donde se orientaliza la relación entre el


emperador y sus subidos. Cuando Domiciano comienza su gobierno
adapta costumbres de Oriente, divinización del emperador, esto
considera Gibbon que cuando se llega a esta etapa se han perdido ya
todas las virtudes republicanas incluso las apariencias de la Roma
senatorial que había existido en ese momento. En el caso del
cristianismo, sigue de dos formas diferentes en la época, a partir del

31
siglo IV con los edictos de tolerancia, y luego la elevación del
cristianismo con Teodosio.

En primer lugar, las controversias teológicas que son muchas en la


época y muy virulentas, sobre todo el cristianismo pasa de la
clandestinidad a ser licita y luego oficial, las cuestiones teológicas se
convierten en una cuestión de Estado. Toman dimensiones estatales
y restan posibilidad y poderes, en definitiva, vitalidad al Imperio. Por
otro lado, la ética cristiana de no violencia y ascetismo monacal
debilitaba también las antiguas virtudes marciales que habían
caracterizado al estado romano.

Si a eso le sumamos finalmente el asalto de las pequeñas sociedades


bárbaras que no habían pasado todavía el ciclo de corrupción en que
se hallaba Roma en ese momento, tenemos la imagen de las
diferentes causas y de cómo hacen mella en el Imperio hasta
finalmente terminar con la caída del mismo.

Posteriormente, Gibbon es conocido como uno de los primeros en


manifestar interés por el mundo bizantino; de hecho inauguró los
estudios sobre bizantinística desde una perspectiva bastante negativa
hacia estos mil años bizantinos que para él nunca llegaron a superar
a sus antecesores romanos y representan una larga etapa de
estancamiento y posterior decadencia hasta la conquista turca en
1453.

Su explicación: dos aspectos, por un lado logra conciliar la visión


humanística de los ciclos de grandeza y decadencia, es decir todos los
imperios pasan más o menos por la misma fase de surgimiento,
expansión, crisis y decadencia; y este ciclo lo incluye dentro de la
marcha secular del progreso que para él no es ininterrumpido en el
sentido de que vamos siempre de menor a mayor sin tropiezo: para
él la marcha sí es hacia delante y no se puede detener. Pero hay
avances, retrocesos, crisis, estancamientos… es mucho más matizada
su visión respecto a otros autores.

Por otro lado, considera que la humanidad pasa por diferentes etapas
que tienen relación con la base económica de la sociedad, es decir,
tanto la forma de gobierno como las costumbres, las leyes y
principalmente las formas que asume la propiedad a lo largo de la
historia se relacionan y dependen del estado de la economía por cada
una de las fases por las que pasan las sociedades. Otros consideran
que su época es la de mayor progreso y a diferencia del Imperio

32
Romano Inglaterra no se encontraba en esa fase porque él dice que
los avances de la humanidad se dan en los ámbitos de las artes
aplicadas…

Es decir, la humanidad crece si desarrolla su agricultura, industria y


comercio. Por el lujo mismo no lleva más que a la decadencia,
mientras que la opulencia que vive no es signo de decadencia porque
es fruto de estas artes aplicadas. Inglaterra lleva un buen camino de
crecimiento al desarrollar estas artes por un lado y por otro su
expansión se liga al comercio y la competencia con otros estados.

Consecuencias historiográficas de la obra de Gibbon:

o Metodología: integración de los procesos culturales y las


diversas formas de propiedad
o Temática: precursor de la bizantinística moderna
o Explicación histórica: modelo catastrofista

Escuela Escocesa: Resumen:

o Difusión de una visión evolutiva de la Historia


o Economía como motor de la Historia
o Capitalismo liberal: cima de la Humanidad
o Jerarquización de las sociedades humanas
o Justificación

Historiografía francesa del siglo XVIII

El concepto ilustración es de origen alemán y su traducción a otros


idiomas es del término alemán. No es un término fácil de definir
porque implica diferentes escuelas, formas de pensamiento… es difícil
fijar los denominadores comunes entre ellos.

Vamos al caso francés. Sin duda la Ilustración es historiográficamente


la gran innovación del siglo XVIII que tendrá un mayor recorrido en
los años posteriores. Su influencia llega hasta la misma Revolución
Francesa que de algún modo se considera su hija, y por ello se van a
manifestar otros movimientos intelectuales posteriores como el
Romanticismo, que tendremos a fines del XVIII e inicios del XIX. Por
tanto los historiadores ilustrados fueron tomados como referencia
para seguir su línea o para criticarlo y plantear cosas diferentes.

Dentro de este movimiento tan heterogéneo, la más importante es la


de Jean Baptiste Vicon. La historiografía francesa la debemos a
fuentes teológicas como el empirismo inglés, gracias a Francia se

33
conoce en el resto del continente y también la visión tradicionalista
de Descartes en el XVII.

La historiografía inglesa había tenido como referencia el ciclo de


revoluciones del XVII que había permitido a la burguesía entrar en el
gobierno y fijar un régimen político diferente al que se vivía en aquel
momento en el continente; gracias a estas revoluciones la burguesía
pudo formar parte del gobierno, lo mismo sucedía en Holanda, cosa
que en Francia no pasaba.

La burguesía francesa, la clase social a la que pertenecían estos


intelectuales del XVIII, tenía como referencia política ineludible al
estado absoluto, por tanto la reflexión política que van a hacer se
centrará en gran medida en las formas de gobierno, en la adecuación
de las leyes a estas formas de gobierno. La burguesía francesa, a
diferencia de la inglesa, vivió con gran frustración entrar en la
dirección del estado, es decir, la monarquía absoluta no pudo
desarrollarse racionalmente hacia formas más abiertas de
participación política por lo que esa participación se dio de forma
violenta al final del siglo con la Revolución Francesa.

Lunes 2-12-2013

Cabe destacar un autor conocido por su diccionario histórico-critico,


llamado Bayle, quien utiliza a fines del XVII una serie de técnicas de
trabajo luego plenamente incorporadas en el quehacer histórico. Lo
más destacado es la técnica de las notas a pie de página, desarrolla
en gran medida este instrumento que hasta hoy es muy útil para la
investigación.

Por otra parte realiza un trabajo crítico muy importante que va a


influir directamente en los ilustrados del siglo siguiente. Vamos a
tratar básicamente dos autores, podríamos ver muchos más. Son los
más representativos y los que más contribuyeron al pensamiento
histórico de este siglo. Vamos a dejar aparte a Rousseau y se
estudiara con los críticos al espíritu de la Ilustración, luego lo
incorporaremos junto con Bicot.

De Montesquieu se dice que es el más conservador o menos


revolucionario según palabras de Fontana. Viene de la nobleza no de
la alta, pero su origen social condiciona en cierta forma su visión de
la sociedad y su pensamiento. Lo que a él le interesa principalmente
es saber cuáles son los fundamentos de las diferentes formas de
gobierno que él puede observar en la sociedad contemporánea suya o

34
en el pasado. Además de determinar los fundamentos también
caracteriza las leyes naturales a estas formas de gobierno que se
corresponden a cada una de estas formas de gobierno. Él parte del
presupuesto de que existen en la sociedad y en la historia diferentes
formas de gobierno y a cada una le deben corresponder sus leyes que
son propias de ellas.

A través de lo que se llama su física social tendrá gran influencia en


los franceses y además en el resto del continente, principalmente
Inglaterra. Es un intelectual conservador y por tanto no le interesa
investigar sobre los problemas sociales sino que se va a quedar en el
ámbito del derecho y de la política. En su contribución al pensamiento
occidental está ligado principalmente a fijar de alguna manera una
base científica para el estudio de la sociedad y de la política.

Es muy conocido por su obra El espíritu de las leyes donde se


presenta un principio de división de poderes que será perfeccionada
por otros autores que el adelanta a través de esta obra.
Curiosamente tiene en cuenta a la monarquía y a la nobleza, es decir,
cómo estas dos instituciones tienen que compartir el poder y además
de forma armónica. Desde la óptica de la teoría de la historia, él
distinguió entre causas generales, en su teoría de la causalidad que
explican los grandes cambios históricos, y las causas particulares y
accidentales que suceden a corto plazo. No afectan a los grandes
acontecimientos.

En su intento de determinar qué leyes corresponden a los diferentes


sistemas de gobierno él incorporará otros elementos al análisis, no
quedan en el plano del derecho, según él tendrá en cuenta factores
como el clima, la morfología del terreno, la religión, las costumbres,
que todos estos elementos juntos conforman en definitiva lo que él
llama el espíritu de la nación y que sin tener en cuenta este espíritu
no es posible determinar las mejores leyes para el sistema de
gobierno que él esté analizando. Fijándonos, este escritor tiende al
equilibrio más que a los cambios bruscos.

Montesquieu considera que este espíritu general de la nación va a


condicionar a las diferentes sociedades. Para él existen sociedades
con una superioridad real frente a otras, que forman parte también
del espíritu de la Ilustración. Lo hallamos también en la escuela
escocesa. Constatación de la diferencia en cuanto a la cultura y la
tecnología en diferentes sociedades del mundo y Montesquieu no
escapa a esto.

35
En cuanto a Voltaire (1694-1778) él no proviene de la nobleza sino
de la burguesía. Obras: Cartas filosóficas (1734), El siglo de Luis XIV
(1751).

Él destaca cuatro edades diferentes donde ha habido avances y


cuatro cosas. Realza sobre todo ellos el de Luis XIV, determinante en
el avance de la humanidad. Él establece una periodización, en
diferentes periodos.

Siguiendo la tradición escocesa, éstas cuatro edades evidencian en


definitiva la marcha del progreso a lo largo de la historia. Él cree en
una historia que va de menos a más en cuanto a los progresos no
solo tecnológicos sino también morales y espirituales.

La diferencia con la escuela escocesa en relación a su cronología es


que los escoceses dividen la humanidad de acuerdo a los diferentes
momentos económicos y tecnológicos por los que pasa la humanidad
mientras Voltaire conserva este esqueleto político aunque él no es
partidario de la narrativa tradicional. Además, le da un valor
destacado a las grandes personalidades.

La narrativa política tradicional de narrar los acontecimientos


importantes en las altas esferas tiene un valor relativo para él. Antes
que saber todos los datos sobre una determinada sociedad hay que
conocer lo más relevante e importante, y desde ahí extraer las
conclusiones.

Lo que él considera más importante no es la política, sino más bien


influido por el gran avance de la técnica y de la ciencia, las
costumbres, las artes entendido como ciencias aplicadas como la
ingeniería. Interesa porque muestra el grado de desarrollo de la
sociedad humana y a partir de ahí es posible clasificarlas según su
nivel de progreso alcanzado.

Es un pensamiento teleológico porque considera que la humanidad


tiene un horizonte determinado, el del progreso continuo. Todas las
sociedades pueden alcanzarlo pero algunas llegan antes que otras. La
historia tiene que ser total y global (universal), se deben incluir
aquellos países o regiones hasta ese momento desatendidas. Él
considera que el trabajo de un historiador debe ir más allá, sino es
universal no se comprende el cuadro general del progreso humano.

Si pensamos en sus orígenes sociales puede comprenderse la


importancia que el concede al conocimiento como una herramienta

36
eficaz para poder lograr el cambio y mejorar tanto personalmente
como socialmente. A la par de esto, otro rasgo que define los escritos
y su personalidad es el de la tolerancia: una sociedad donde la
tolerancia no se considere un bien primordial no es una sociedad
desarrollada que esté en el camino del progreso. Para él, progreso
implica un avance en la tolerancia. Esto en el marco de la Francia del
XVIII es bastante significativo.

Él no considera el trabajo erudito como el medio que tiene el


historiador para acceder al conocimiento o la “verdad”. Él piensa que
extraer datos de cantidad ingente de documentos no aportará nada o
muy poco al conocimiento de la sociedad que ha producido esos
documentos.

Él distingue entre la veracidad, es decir, la cualidad de ser verdadera


o no y la acumulación de datos. Dice que un simple hecho de este
calado, relevante, puede decirnos mucho más de la veracidad que la
acumulación de datos que pueden ser falsos. Él considera la Edad
Media como una época plagada de fantasías y mitos y que no por eso
hay que creer a pies juntillas lo que afirman esos documentos.
Aunque estén plagados de referencias a los milagros. No por ello va a
suspender su confianza en las leyes de la naturaleza a favor del
milagro. El milagro debe descartarse de la explicación histórica.

También afirma, esto es interesante en la historia en el siglo XX, no


es posible establecer la verdad absoluta de lo que ha ocurrido. Piensa
que para momentos de la antigüedad nos faltan documentos
fundamentales que expliquen muchas lagunas. A lo más que debe
aspirar el historiador es a alcanzar el mayor grado de veracidad
posible de lo que había sucedido.

Si a través de la explicación del progreso humano a través de la


historia, él en definitiva otorga un sentido a la historia, que no es
mero azar, ni las causas históricas están desconectadas entre sí sino
que tiene un sentido que puede descubrirse a través de las
manifestaciones materiales a través de la técnica o el arte, esto
permite comprender que su punto de vista es el del filósofo que se
asoma a la historia. Estudiar la historia no es un fin en sí mismo sino
que se supedita a las enseñanzas que podamos extraer de ella. Por
ejemplo como varia el comportamiento humano a lo largo de las
distintas épocas.

37
Tener presente que la historia política está vinculada a políticos, como
reyes, cancillerías… en sí misma no es muy fiable. Está llena de
mentiras y propagandistas que intentan trasmitir una determinada
imagen interesada. Por tanto previéndose frente a la historia política
y adoptando esta mirada filosófica él va a decir que no todo se debe
estudiar en la historia, no todo debe investigarse ni es relevante. Hay
que hacer una selección y dentro de ella se encuentran todos los
elementos que permiten constatar la marcha del progreso en el curso
de la Historia.

Él tiene dos obras históricas importantes: La historia de Carlos XII de


Suecia, y El siglo de Luis XIV. Y una obra de tinte filosófico es el
Ensayo sobre las costumbres y el espíritu de las naciones.

Afirma que por naturaleza todos los hombres son iguales en todas las
partes del mundo pero todos se diferencian por las costumbres que
tienen su grupo nacional de pertenencia. Es decir, está totalmente de
acuerdo con este espíritu que culminará en la Rev. Francesa, acerca
de la unidad del género humano y las diferencias que se dan entre los
hombres que existen tiene que ver con el mundo de la cultura y las
costumbres con las diferentes sociedades.

Él considera que a pesar de este sentido teleológico de la historia


porque el progreso es la finalidad de la Humanidad, a pesar de esto
Voltaire lucha contra el providencialismo en la Historia: un siglo antes
Bossuet había decretado la muerte de la Historia al hacer depender
todo en definitiva de la voluntad divina. Dios está presente en la
historia y está atrás de cada cambio.

El cambio social no tiene cabida dentro de este orden


providencialista. Voltaire tiene algún tipo de pensamiento teleológico.
Lucha contra esta interpretación providencialista, prueba de ello es su
distinción entre las previsiones y los resultados. Él dice que en la
Historia hay sorpresas pero que esto no excluye que salgan
determinadas consecuencias no previstas en su momento, todo por
supuesto dependiendo de la voluntad humana y de cada hombre, no
puede proveerse todo y de esta contingencia siempre se pueden
deliberar cambios importantes. De aquí que él revalorice el pequeño
detalle que en definitiva es lo que está detrás de esta idea de la
contingencia en la Historia. En momentos determinados, un hecho
fortuito puede cambiar el curso de la historia y esto niega que Dios
haya decidido la Historia para siempre.

38
En esta época tenemos a varios autores como Ranke, padre del
historicismo, que fijó una escuela historiográfica con vigencia en todo
el XIX, y era profundamente cristiano. De alguna forma dios tenía
alguna presencia en la Historia. Esta idea de conciliar creencia con el
estudio sistemático del pasado se hace presente al menos hasta
principios del siglo XX.

En definitiva, una cosa que se critica a la Ilustración es sustituir la


presencia de dios en la historia por el progreso, que será el nuevo
dios que de sentido a la historia y explique por qué suceden los
cambios. Si el fin es el progreso todo lo que lo perturbe lo va a
retrasar y por tanto las luchas sociales no tienen lugar en este marco
así como lo habíamos visto para el caso de Bossuet.

HISTORIOGRAFÍA ALEMANA DEL SIGLO XVIII

Para hablar de Alemania, tanto para el XVIII como para el XIX hay
que hacer referencia a los dos mayores filósofos de la época, Kant y
Hegel.

Nota: Sacar su pensamiento histórico es ardua tarea. La


interpretación puede ser subjetiva.

Si la historiografía británica estaba interesada en el pasado inmediato


para justificar las bases del nuevo sistema político instaurado tras
1668 y la historiografía francesa se había preocupado por el papel del
Estado, las leyes que le corresponden y el tipo de relación entre el
estado y la sociedad en la época, la historiografía se caracteriza por la
reflexión del ESTADO con mayúsculas.

El punto de partida es muy diferente al de otras realidades, los


intelectuales alemanes se hallan en un medio muy particular donde
toman conciencia de tener muchos rasgos culturales en común pero
lo que salta a la vista en una primera instancia es la fragmentación
política en multiplicidad de estados de todas las características
imaginables: grandes reinos como Prusia o Baviera, ciudades estado
como Hamburgo o Bremen, estados minúsculos, etc… y por supuesto
estados donde hay mayores libertades civiles, y otros donde funciona
a pleno esto del despotismo ilustrado.

Esta realidad será la que permear en los escritos históricos de los


autores alemanes.

Viernes 13-12-2013

39
La historiografía alemana del XVIII supone una renovación de la
historiografía. Los autores empezaron a hacer una crítica de las
fuentes y puede decirse que en este periodo es cuando comenzó la
escuela exegética.

Si algo la caracteriza a la del XIX será la edición de grandes


colecciones de fuentes, todo basado en la labor de estos historiadores
del XVIII. Además como en ningún lugar del continente, tenemos en
Alemania una multiplicación de historiadores profesionales ligados a
la institucionalización de los estudios históricos en las universidades
alemanas. La temprana institucionalización.

Alemania antes que ninguna creó cátedras de historia en las distintas


universidades por ejemplo Gotinga, la de Berlín, Estrasburgo…

Una de las características principales de estos historiadores alemanes


fue que se pararon lo que se corresponde a la historia laica dentro de
la historia sacra, es decir, dejaron de lado como interés histórico los
mitos y leyendas que provenían en este caso del cristianismo lo que
dio un gran impulso a la historia profesional.

Otra característica a mencionar también es que consideraron


importante incluir las pasiones de los hombres dentro de la
naturaleza humana y esto no era para ellos incompatible con la
razón, es decir, sin que el historiador se involucre.

Johann Gottfried von Herder (1744-1803)

De todos los historiadores de la época es el que más se destacó


desde el punto de vista teórico y la cabeza más importante que dio
Alemania en esta época. Por la época en la que vivió es un espíritu de
la Ilustración, nació en 1744 y murió en 1803.

Por formación intelectual provenía de la escuela kantiana. Es muy


difícil poder caracterizar más a Herder como miembro de la
Ilustración porque además su pensamiento fue cambiando con el
tiempo e incorporaba estas nociones anteriores de las pasiones
humanas en su teoría. Por tanto, también tenía algún tipo de relación
por conocer el movimiento literario de Strumch Untan

Desde el punto de vista temático prefiguraba lo que sería el


Romanticismo posteriormente. Eran escritores que escribían sobre las
pasiones humanas y el espíritu del hombre.

40
El Romanticismo se caracterizaba por la oposición que representaba
la Ilustración. Este movimiento forma parte de esta corriente
particular en Alemania de revalorización delas pasiones humanas del
individuo, los sentimientos... Dentro de este contexto puede
entenderse la historiografía de Herder, forzosamente habrá que ser
muy parciales ya que su pensamiento cambia a lo largo del tiempo.

Es un pensamiento complejo que no puede resumirse en tres líneas.


¿Cuál era el centro de su pensamiento histórico? Él no estaba de
acuerdo con la idea ilustrada acerca de una naturaleza humana
inmutable igual para todos en todas las épocas y lugares. Para él, el
sujeto de la historia no era la humanidad en abstracto.

Él fue buscando el sujeto en otra parte. Para él el sujeto de la historia


es el volk (pueblo).

Es la unidad por medio de la cual puede medirse el progreso de la


Historia. Analizando los diferentes pueblos se puede determinar en
qué estadio se encuentra la historia en su evolución. No es
simplemente un concepto abstracto como el de humanidad.

Además de que el volk era el sujeto de la historia, él lo entendía


como un colectivo orgánico que se encontraba definido por una
lengua en común, una literatura y un arte en común, es decir,
características espirituales que fragmentaban donde había
fragmentación política.

Lo que subyace aquí es una concepción cultural de la Historia, por


tanto, no hay un solo volk en el mundo sino que hay tantos como
culturas diferentes tenemos en el mundo.

Herder quiere decir con esto que a pesar de lemnia no ser un estado
unificado había un pueblo alemán el cual se diferencia de otros por su
lengua, su literatura, su arte: por todas estas características
espirituales. Ahora bien, los fÖlker al ser unidades orgánicas
coherentes con una lógica propia tenían también sus propios
ascensos y decadencia.

De tal forma que en los diferentes periodos históricos los diferentes


pueblos van a presentar al mismo tiempo diferentes momentos de
ascenso o decadencia sincrónicamente.

Obras: Ideas para una filosofía de la Historia de la Humanidad


(1784-1791), Cartas sobre el progreso del hombre (1793-1797).

41
Habla de que cada pueblo tiene un alma que depende en definitiva de
la voluntad de Dios.

Esto es interesante porque los nacionalistas sean historiadores o no


del XIX y del XX van a de alguna forma hacer suya esta afirmación de
Herder para concluir que el alma alemana está inspirada por Dios y
por tanto no puede equivocarse. Si le sumamos que Herder decía que
el estado es la máxima realización del progreso, del espíritu en la
Historia, y además Ranke posteriormente dirá que no interesan los
conflictos de clase sino los conflictos con el estado.

Tenemos un universo de pensamiento que posteriormente será mal


utilizado. Ni Herder ni Hegel pensaban en términos de exclusivismo
nacionalista o de nación elegida. Más bien eran pensadores liberales
en ese sentido.

Ciertos conceptos desarrollados por algunos historiadores pueden


usarse posteriormente para determinadas posiciones ideológicas y
por supuesto totalmente desvirtuadas en sus orígenes. Los
nacionalistas tomaron esta idea del pueblo pero no usaron la
conclusión de Herder que era que todos los pueblos se encuentran
equidistantes en relación con Dios y por tanto tienen su razón de
existencia y no hay pueblos superiores ni inferiores.

Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831) (no suele caer en


examen)

Es la cima de la filosofía alemana de la época junto a Kant. Son los


dos grandes filósofos del XVIII y XIX. Escribió la Historia, pero no
Historia. Su influencia sobre los historiadores burgueses fue casi nula.

En vida publicó solo tres obras: La fenomenología del Espíritu, La


ciencia de la lógica en tres volúmenes y La filosofía del Derecho. El
resto de obras son apuntes que sus alumnos tomaron en clase que
luego publicaron. Su impronta de profesor fue tan fuerte que marcó
toda una generación de profesores alemanes y de otros lugares, de
tal forma que llegó a construirse una historia hegeliana y sus
seguidores.

Influencias: las intelectuales e ideológicas vienen por parte de su


madre que le inculcó una profunda piedad religiosa.

En él, la situación política de fragmentación que atravesaba Alemania


le había influido. Por supuesto conocía profundamente la filosofía de
Kant, el anterior gran maestro de la filosofía.
42
A lo largo de su obra podemos destacar constantes que se van
repitiendo y que afectan sobre todo a la situación política que él está
viviendo. Alude sobre todo a ello. Él se preocupa por el tema de la
libertad, toma de la Ilustración la preocupación por la racionalidad en
el mundo, y toma de las tradiciones anteriores aquellos elementos
que le permitirán elaborar luego su pensamiento.

Habíamos dicho que él comenzó allí donde lo había dejado Kant. El


sistema hegeliano pretende ser un sistema totalizador, el intenta
comprender la realidad, el mundo, la historia a partir de un sistema
global donde todo quepa desde el derecho hasta el arte pasando por
la religión y la ética.

Su método que luego será reformulado por Marx será el método


dialéctico. No la dialéctica entendida a la manera medieval,
escolástica sino la dialéctica como un proceso constante de
contradicciones resueltas en una forma superior y que luego entra
otra vez en contradicción.

Es un movimiento permanente, continuo, donde cuando se alcanza


una conclusión, ésta luego será de nivel superior que las otras dos
proposiciones anteriores. Esta nueva constituirá una nueva
proposición que entrará en conflicto con otra y así sucesivamente.

De esta forma Hegel evita aludir expresamente a Dios como el que


decide en el universo, a la manera de Bossuet, y sigue la tradición
ilustrada al considerar el progreso, permanentemente se está
realizando en la Historia, que va a mejor. Lo que él agrega es la
forma en que se realiza el cambio y el conocimiento. El conocimiento
no es meramente acumulativo, es decir, lo mismo que el cambio, hay
una proposición inicial que es la tesis que para él es el momento
abstracto o intelectual, es una afirmación cualquiera o una realidad o
un concepto.

Ahora bien la tesis lleva en su interior su propia contradicción porque


Hegel dice que la realidad no es estática sino dinámica, en
permanente movimiento. El contrario de esta tesis es la antítesis o
como lo llama Hegel el momento dialéctico o negativo-racional.

Los dos elementos fundamentales en todo proceso y Hegel dice que


en esta contradicción en los dos opuestos se va a formar o va a salir
una tercera proposición que es la síntesis.

43
El momento especulativo o positivo-racional es la superación del
conflicto anterior y la incorporación de los elementos mejores de las
dos proposiciones anteriores. Esta síntesis es desde el punto de vista
del conocimiento se encuentra en un plano superior a las otras dos
proposiciones porque es un conocimiento ya alcanzado y que
conserva todos los elementos positivos de las dos proposiciones
anteriores.

Ahora bien en este nuevo plano, esta síntesis vuelve a convertirse en


tesis para entrar en contradicción con otra antítesis, y así continua el
proceso a lo largo de la Historia.

Todo forma parte del proceso doloroso del autoconocimiento, Hegel lo


toma como el justificante de las atrocidades de los estados.

La primera parte es que su sistema es un sistema global, al realidad


es posible conocerla aunque nos lleve milenios hacerla. Estamos
además en proceso de conocerla.

La adopción de la dialéctica implica dos codas: por un lado se


reconoce que en el mundo hay intereses contrapuestos; además
fijándonos en la historia política que escribió Hegel es de estados
contra estados, siempre hay momentos de contradicción en la
realidad. La realidad está llena de momentos de contradicción que
implica la superación final de los límites anteriores.

De esa forma avanza la ciencia, la ética, la historia porque sino sería


una mera repetición de lo ya conocido y la historia no es cíclica ni
mera repetición. Cada hecho es único y por tanto no puede existir la
repetición. El método dialectico le permite contextualizar los hechos
poniéndolos en una cadena causal. Un hecho se opone a otro y de ahí
sale un tercero que lo supera.

Lo último es interesante: algo que en principio parece muy obvio pero


que diferentes teorías del conocimiento no la han tenido en cuenta.

Para Hegel conocer es la interacción entre el sujeto que conoce y el


objeto que es conocido. En ese proceso ambos cambian por supuesto
y el producto de esa interacción es el conocimiento que se obtiene
que es la síntesis de los toros dos movimientos.

Para Hegel es posible el conocimiento absoluto y total. Cuando el


objeto y el sujeto lleguen a ser idénticos.

44
La historia es racional, lo mismo que pensaban los ilustrados. Hegel
considera que hay que estudiar los hechos históricos para entender la
realidad que subyace en ellos mismos. La historia no es repetición ni
cíclica, sino cambio y variación, negatividad porque en la historia hay
momentos de contradicción necesarios para superar los límites de la
Historia y el final de la Historia será el de la libertad. Cuando el sujeto
lo alcance la historia se habrá completado.

Hegel ve el estado como el instrumento para poder lograr el progreso


de la humanidad lo mismo que pasaba con Herder. Se parte de una
constatación política, no es raro que el anhelo por un estado lleve a
verlo como un objetivo para hallar la libertad del individuo dentro de
este estado. Lo que Hegel también dice es que el estado da cabida a
lo individual y a lo universal. No hay sometimiento de uno en el otro.
Comprende las dos distancias de la realidad.

Hegel piensa permanentemente en tríadas, en conceptos de tres.


Cuando habla del estado, del derecho, del espíritu…. Su pensamiento
es dialectico y para la dialéctica requiere esa contradicción inicial
luego resuelta en una síntesis final.

La Historia tiende hacia la comprensión absoluta del pasado. Con el


tiempo llegaremos a la comprensión total. La Historia es el tiempo en
el que la realidad se va desenvolviendo. En la Historia por tanto en el
final, se volverán a encontrar el sujeto y el objeto, todos
pertenecerán al mismo espíritu.

Tenía una visión teleológica de la Historia. La historia marcha hacia


un fin determinado: que es el conocimiento absoluto de todo. Por
tanto no cabe en la Historia el azar o la contingencia. Todo sucede
por algo.

Él dice que Oriente representado por Persia, el Islam se enfrenta con


Occidente, son los momentos de tesis, y el momento de síntesis
serán los pueblos germánicos. Luego dice que otra forma de pensar
dialécticamente es que la familia, como primer núcleo social, se
enfrenta con la sociedad civil y necesitamos de un tercer actor
imparcial para dirimir los conflictos entre estos dos actores: el
Estado.

“Ardid de la razón”: Él dice que a lo largo del tiempo, las acciones de


los hombres a veces no coinciden con aquello que habían planeado
anteriormente. Él considera que los individuos tienen la ilusión de que
en su Historia van realizando sus propios objetivos defendiendo sus

45
propios intereses y en realidad no se dan cuenta de que no están
haciendo sino cumplir un destino más amplio que los supera
totalmente.

Afirma que la razón a través de una trampa se aprovecha del instinto


colectivo que empuja a la humanidad a superarse a través de la
perfección. En realidad los hechos de los hombres forman parte de un
plan mucho más basto.

¿Qué pasa con los grandes hombres en la Historia? Los individuos


fuera de lo común son los que el tiempo reclama y exige. Las
ambiciones y acciones de estos individuos encajan perfectamente
dentro de este plan y sirven para desarrollarlo.

Lunes 16-12-2013

Contexto del período del siglo XIX:

El XIX evidentemente es conocido como el siglo de la historia porque


la historia como disciplina conoció una época de oro en cuanto a las
cualidades metodológicas y a la ampliación investigadora, hasta ese
momento con fuentes no exploradas.

A modo de la exposición se suele conocer una primera mitad


romántica con influencias del Romanticismo y una segunda mitad,
positivista (Francia) o historicista (Alemania).

Históricamente el XIX está atravesado por dos grandes influencias


intelectuales y también políticas: nacionalismos, es la familia liberal
no excluye ni la ampliación del sufragio ni las mejoras sociales,
aunque el liberalismo triunfante será el más conservador.

Las dos tendencias principales serán el liberalismo y el nacionalismo.


El liberalismo en su vertiente conservadora hacia mediados de siglo
triunfará al menos en los países más importantes de Europa,
obtendrá la mayoría de objetivos, en España esperará un poco más
en la segunda mitad. En un enclave bastante más conservador.

Tenemos de la mano del liberalismo una primera mitad marcada por


las revoluciones burguesas, las podemos fechar entre 1789 y 1848
con por supuesto periodos de revoluciones burguesas, empieza la
Revolución Francesa que recoge la herencia de la Ilustración y
además va a tener este siglo sus momentos en la década del 20 con
la revolución griega y la independencia de Grecia y en los años 30
con el fin del absolutismo en Francia, las revoluciones en Suiza y en

46
Bolonia… es decir será un movimiento que recorra toda Europa. Es
una fuerza con la que hay que contar.

Llegamos a finales de la primera mitad del XIX con la instauración de


los ideales burgueses en los principales países de Europa con la
ascensión al poder de los políticos burgueses. A partir de la toma de
poder, la burguesía consiguió extender más allá del poder político su
visión del mundo de la mano de la expansión de la ciencia, ahora ya
no será la religión o determinado nacionalismo el que va a legitimar
estos nuevos poderes sino que será la ciencia lo que establecerá una
visión universal de la Historia,

Durante todo el XIX, progresivamente las diferentes regiones del


mundo van a caer de laguna forma u otra bajo influencia europea.
Tenemos por supuesto el cercano Oriente y el Magreb, y luego
avanzado el siglo África y el Extremo Oriental de Asia en cuanto a
dominio directo a través del colonialismo. Pero también se establecen
sociedades europeas.

Además, Europa va a influir en el mundo a través del establecimiento


de “sociedades europeas” en territorios tan distantes como el norte
de América (EE.UU y Canadá) y Sudamérica; o Australia y Nueva
Zelanda en el extremo oriental.

A tener en cuenta que para ello influyó bastante la emigración


europea hacia los países del Nuevo Mundo conformando sociedades
que mantenían vínculos al menos culturales con los países de origen.

Es un cuadro general dominado por la colonización, la


industrialización, y por otro lado la revolución además del desarrollo
destacado de la ciencia y la técnica. Todo esto conformará en
definitiva la superioridad europea sobre el resto del mundo. El siglo
que se abre en 1815 con el fin de las guerras napoleónicas hasta el
comienzo de la I G.M. es el siglo de Europa sin lugar a dudas.

Además desde la óptica pacifica que se logra en el continente, se


acaba el siglo de violencia generalizada y se exporta hacia el exterior
a través de la conquista colonial.

Este marco general y el desarrollo de las ciencias de la naturaleza


que dará un nuevo paradigma en la interpretación del mundo.
Tenemos a Darwin que da una explicación relativamente nueva sobre
el origen de la vida, más allá de las explicaciones bíblicas. Este

47
paradigma científico y esta situación política que vive el continente
repercutirá en la reflexión sobre el papel de Europa en el mundo.

Las naciones empiezan a concebirse a sí mismas como productos


únicos que dependen de su línea genética que las ha convertido en
productos históricos excepcionales. Todas en conjunto, en definitiva,
no hacen sino confirmar el derecho del hombre blanco a dominar el
mundo.

Aquí está presente la segunda fuerza en contexto político: l


nacionalismo. Se había planteado en algún momento con la visión del
progreso que tenían los ilustrados, la contradicción que había entre

Hacia finales del XIX, Benedicto Crocce, filósofo italiano “línea única
que alberga a todas las culturas de la humanidad en épocas de
supremacía y decadencia…” (Buscar*)

(…)No puede justificarse a partir de la supremacía nacionalista de tal


o cual nación, sino que se apoya principalmente en las ciencias
naturales y en la superioridad europea en el conocimiento de estas
ciencias naturales.

En el caso de la Historia es interesante notar como la Historia va a


estar muy relacionada con nuevas disciplinas que aparecen a finales
de siglo como la lingüística y la antropología, y de alguna forma estas
tres ciencias estarán también al servicio de los intereses del estado-
nación, ya que por ejemplo en el caso de la Historia proveerán de
argumentos históricos sobre los orígenes y expansión de un pueblo u
otro. En el caso de la lingüística se empleará para conocer los pueblos
así como la antropología con los que los europeos entran en contacto
para luego poder administrarlos y dominarlos.

Ambas darán una imagen estática de estos pueblos, muchas veces


anclados en el pasado o estancados en el tiempo. Con los que Europa
tendría una misión de civilizar e incorporar a la Historia a estos
pueblos colonizados. Hasta aproximadamente la II G.M. se
consideraba que la antropología era la hija bastarda del imperialismo.

Todos estos elementos más la necesidad de las burguesías de


justificar las bases territoriales de su poder van a hacer que el
modelo de la nación-estado no solo se convierta en un paradigma de
progresiva implantación en los distintos países europeos sino sobre
todo en un sujeto idealizado del pasado.

48
La nación en esta época será el único sujeto de la Historia de tal
forma que en términos ideales la Historia del XIX será de ciudadanos
libres e iguales ante la ley que comparten un orden social y unos
valores comunes. Por eso, salvo algunos autores, por ejemplo
algunos franceses, será bastante extendida la idea de la Historia
conservadora que pretende crear consensos y sepultar las diferencias
sociales que vive Europa en esta época.

En este sentido, la necesidad de encontrar los orígenes de la nación y


de la diferenciación entre las naciones y además la importancia de
degenerar un mito de consenso social que no existía,

Estas dos necesidades explican que en Europas e abandone el interés


por el viejo universalismo de Roma y se vuelva hacia la Edad Media
porque se consideraba que el origen de las naciones europeas se
encuentra en ese periodo. Por tanto, el cristianismo que había sido
bastante criticado en época ilustrada, incluso por Gibbon, se
revalorizará porque se considera que es importante no por sus
virtudes teológicas sino porque el cristianismo permitió la emergencia
de los diferentes espíritus nacionales.

Interesa en esta época los valores universales de la Ilustración


porque ahora el sujeto no es la humanidad sino la nación entendidas
como un todo orgánico con propias reglas, génesis y destino.

En este sentido hay un autor de la época Ernest hernan¿? Pretensión


prusiana de ser el alma alemana y de liderar la unión de todos los
estados alemanes. Prusia tenía sus orígenes históricos en un
territorio, en lo que en la época era Brandemburgo…

Además de todo esto, la práctica política, la expansión europea hacia


el mundo y de la utilización de las ciencias y el desarrollo tecnológico
y científico para cimentar la expansión europea, la historiografía tuvo
un papel importante que jugar en Europa y en las nuevas naciones
sudamericanas. Había que construir un pasado nacional, el cual le iba
a deber mucho a la historiografía y a las disciplinas conexas, en esta
época todos los países incluido España se desarrolla la cartografía, se
fundan museos, se centralizan los fondos documentales, se conservan
los diferentes memorabilia (elementos y monumentos que aluden al
pasado); en definitiva hay una política consciente de los estados
nacionales por preservar el pasado para que éste brinde al nuevo
estado nación sus bases históricas exclusivistas.

49
Elementos fundamentales y esenciales que se encuentran como un
germen en el pasado de cada nación y que por sus leyes de relación
interna van desarrollándose a lo largo de la Historia. (matizar esta
idea*)

…En el III concilio de Toledo en el 89 en ese momento Hispania y


luego España nace a la luz de las naciones porque los visigodos
logran unir dos aspectos fundamentales en la identidad española:
como la monarquía y la religión católica. Posteriormente el mito del
goticismo será reforzado en la España de Felipe II.

Este mito del nacimiento dela España como nación empezará a


formularse en el reino astur-leonés a fines dela Alta Edad Media y
seguirá a lo largo de la Historia hasta que sea retomado en el siglo
XIX.

La otra línea de pensamiento es aún más antigua, se remonta no a


los visigodos sino a los íberos. La España de Tubal, descendiente de
Noé. La población cántabra-vasca era la que resistió a la
romanización y plantó cara a los musulmanes.

Además como mito historiográfico se tomó la guerra de


independencia contra los franceses como fundamental y como
momento de resurgimiento del espíritu español ante el invasor.

Se logra una uniformización del espacio nacional. En este sentido el


nacionalismo logró en la mayor parte de los estados europeos crear
una idea de consenso original que encubría otros problemas como
puede ser derivados de la historizacion; problemas sociales.

Logró entonces a través d estos elementos construir una imagen de


consenso social sobre los orígenes de la nación y sobre lo que la
nación es. Muchas veces éste ocultaba las contradicciones halladas en
la sociedad; por ejemplo las sociales derivadas de la industrialización.

HISTORIOGRAFÍA ALEMANA DEL SIGLO XIX

Frente al constitucionalismo británico y a las contradicciones de la


francesa, la alemana estará marcada por las relaciones entre el
estado y nación, por las luchas políticas que lleva el estado en estos
siglos.

Alemania a comienzos del XIX se enfrentaba a dos problemas claves


a la hora de entender la orientación que tomará su estado: por un
lado, algo que arrastraba desde siglos anteriores, el deseo de

50
unificación política, y por otro la necesidad de modernizarse sin caer
en los riesgos de la revolución social como había pasado en Francia.
Por ello para las elips alemanas será fundamental impedir el
surgimiento de estas ideas subversivas y tratarán de crear un
consenso nacional donde antes no existía.

Este consenso se basará en la lucha nacionalista a lo largo del siglo


XIX. Todo tendrá su repercusión en la historiografía alemana porque
será la política y la relación de los estados los temas principales de
esta historiografía. Una función muy importante en este sentido van a
cumplir las universidades prusianas, que brindarán al profesorado
seguridad económica y status social para recibir a cambio las armas
ideológicas para enfrentar a esta subversión social, armas que
vendrán en forma de cultura nacional que va a excluir la crítica social
y que estará disociada de la lucha política al contrario de lo que
sucedía en la Ilustración.

Sin embargo la Ilustración estará presente en la historiografía


alemana a través de la cada vez mayor profesionalización de la
historia en torno a las universidades alemanas que va a permitir por
ejemplo la gran movilidad espacial de los profesores. Las
universidades más innovadoras serán la de Gotinga, pionera en el
XVIII en institucionalizar estudios históricos; y también la joven
universidad de Berlín, la capital del reino que se transformará en un
centro cultural e intelectual muy importante en lengua alemana.

Si el XIX es el siglo de la Historia también es el siglo de la


historiografía alemana. La Historia en Alemania tendrá una difusión y
un crecimiento como en ninguna otra parte de Europa, ligado todo
esto a la recuperación de grandes fondos documentales, a la edición
de fuentes, a la crítica textual… los alemanes tratarán todas las
parcelas del pasado, principalmente la Edad Media, porque ellos a
diferencia de otros países como por ejemplo España, Italia o Francia
no podían presentar a la antigüedad como germen de la nacionalidad
propia; por tanto la Edad Media es el periodo en que se gesta para
estos historiadores la nacionalidad alemana, y también a diferencia
de Inglaterra, los alemanes no contaban con una definición geográfica
muy precisa debido a la marcha hacia el este sobre los países eslavos
y además la realidad del Imperio Sacro Romano Germánico que
incluía muchos territorios visibles.

Martes 17-12-2013

51
Autores de la historiografía alemana del XIX

Nos centraremos en uno de ellos un poco más extensamente, y


mencionaremos a otro grande del siglo. A tener en cuenta que no
existen en solitario, además hay otros dos que en su momento fueron
importantes pero que no tienen la trascendencia suficiente. La
primera mitad del XIX correspondería a una etapa romántica de la
historiografía alemana mientras la segunda sería positivista o
historicista.

Sería interesante considerar que hay algunos historiadores que están


en contra del papel rector que va a asumir Prusia en tanto como
potencia unificadora de Alemania. Es decir, consideran que Prusia no
tiene por qué estar legitimada para la unificación, por otro lado
tenemos una mayoría de autores y académicos en este XIX que
opinan que el estado prusiano es el destinado históricamente a llevar
adelante este movimiento de unidad.

El primer historiador que vamos a mencionar será Niebuhr (1776-


1831). Periodo bisagra entre Ilustración y positivismo¿? Sus
intereses historiográficos se orientan principalmente hacia el estudio
del mundo antiguo, prácticamente en todos los ámbitos de interés del
XIX es un autor de referencia en cuanto a la historia de Roma en todo
el siglo XIX. Su principal preocupación fue demostrar la unidad entre
la historia del estado romano y la historia de su presente. Es decir,
hay continuidad para él entre el pasado romano y la Europa de su
época. Tiene una Historia de Roma y él dice que intentó escribirla con
el sentimiento de un contemporáneo.

Ahora vamos a la estrella indiscutible de este siglo alemán que será


Leopold von Ranke (1795-1886).

Ranke fue sin duda el historiador del XIX en un siglo considerado


como el de la Historia. Sus preocupaciones historiográficas son muy
amplias y van desde la Edad Media a la Edad Moderna. Sus obras:

 Alemania en tiempos de la reforma.


 Historia de los pueblos románicos y germánicos.
 Los otomanos y la monarquía española.
 Historia de los papas en la Edad Media
 Una historia universal que no llegó a terminar.

Está considerado el padre del historicismo. Su enorme influencia a


escala continental se debe sobre todo a estos tres aspectos: por una

52
parte a un aspecto cronológico (vivió 91 años), en la segunda mitad
de su vida logreó imponer casi una dictadura académica por medio de
la utilización de sus presupuestos metodológicos extendidos por sus
discípulos pro todas las universidades alemanas y a partir de allí por
toda Europa. En tercer lugar, además de su reconocida capacidad
como historiador contó con el decidido apoyo de la monarquía
prusiana de modo que con este respaldo institucional pudo también
hacer extender sus ideas más allá de su universidad.

¿Qué es el historicismo? Hay diferentes definiciones. Algunos la


centran en una metodología de trabajo histórico y otros además ven
en el historicismo una ideología con implicaciones políticas muy claras
que además tienen una visión del mundo bastante particular.

Una de las características principales será el rechazo al universalismo


de la Ilustración ya que considera que cada nación en una totalidad
orgánica con sus propias leyes de evolución.

Otra de sus características es la importancia grande que concede a


los grandes hombres de la Historia muchas veces por encima incluso
de los procesos históricos. En tercer lugar, los historicistas serán
investigadores profundamente apegados al dato que se encuentra en
el documento escrito y hay que entender esto en el contexto del
progreso tan grande que tienen las ciencias naturales en general,
fisicoquímicas, en cuanto a que estaba permitiendo ampliar los
conocimiento s dela realidad como nunca antes y a la vez aplicarlos
en la técnica para la producción y para la economía. Por tanto, el
prestigio de estas ciencias basadas en un método científico ya
estructurado, lógico, coherente de investigación, ensayo de
regularidades llevó a que las ciencias sociales buscaran también un
método análogo para reclamar su condición de cientificidad de sus
conocimientos. Teniendo en cuenta todo esto entenderemos la
preocupación de la segunda mitad del XIX por dotar a las ciencias
sociales en general y a la historia en particular de un método
comparable sino en su estructura si por lo menos en su prestigio al
de las ciencias naturales.

En la Historia es imposible aplicar el método de las ciencias naturales


porque no podemos repetir la información de los laboratorios en los
documentos, no puede exportarse.

Entonces había que desarrollar un método para que la historia no se


hiciera una preocupación de anticuarios. Ranke creyó encontrarlo en

53
su forma de hacer historia: en primer lugar había que obtener todos
los documentos posibles que trataran sobre el tema que estamos
investigando, luego fijar la veracidad del documento a través dela
critica externa e interna; una vez establecida la veracidad de los
documentos había que ordenar la información que nos daban en una
línea cronológica, lógica y causal; por otro lado el historiador tenía
que acercarse a esta información sin prejuicios, en forma aséptica, no
condicionado por ninguna ideología, y a partir de allí tenía que
construir una narración ajustad a la información que estos
documentos nos proporcionaban.

Esto sin embargo no excluía el esfuerzo del historiador por tratar de


entender y en consecuencia explicar las fuentes con las que
trabajaba. Se ha simplificado la teoría de Ranke con la expresión de
narrar los hechos tal cual sucedieron pero es bastante descriptivo en
cuanto a lo que pretendía hacer Ranke con la investigación histórica.

La idea es que los hechos históricos en definitiva hablan por sí


mismos y estos presupuestos muy optimistas en cuanto al trabajo del
historiador permitirían fijar datos solidos empíricos que pudieran
escribir una Historia sin ningún tipo de parcialidad.

Ranke y la historiografía alemana contaba en aquella época con el


sistema más avanzado reservorio de archivos y documento s en
relación a archivos europeos, acumulado del trabajo de la Ilustración
del XVIII. A este tipo de pensamientos se le pueden oponer algunas
críticas.

Al hablar de historicismo el término puede ser intercambiable al de


positivismo en Historia.

El pensamiento de Chontes consideraba que la ciencia en su época se


hablaba en un periodo de maduración que permitirá obtener los
conocimientos verdaderos sobre la realidad social. Al hablar de
positivismo en historia no tiene tanto que ver con la filosofía de
Chontes, solo tiene que ver con el uso de la palabra positivista.

Historicismo y positivismo para lo que nos ocupa son sinónimos. El


positivismo lo tenemos como paradigma dominante en la segunda
mitad del XIX hasta el primer tercio del XX. La atracción del
positivismo es bastante evidente, es decir, se trata de abordar el
estudio del pasado como lo haría un científico de la naturaleza desde
la óptica imparcial y relatando lo que los documentos cuentan. Se

54
interesará por la historia política, en el estudio de las relaciones
internacionales y en la historia de los grandes hombres.

En segundo lugar, la consideración de la fuente ¿Qué es para un


historiador positivista? Los documentos escritos y luego los
documentos oficiales que provienen de las chancillerías y organismos
oficiales o de la pluma de los grandes hombres.

La selección es bastante grande y se deja de lado otra información


que será puesta en valor en el siglo siguiente.

En tercer lugar para Ranke en la Historia participan entidades como el


Pueblo, la Nación y el Estado.

Toda su construcción historiográfica se tiñe de un gran optimismo en


cuanto al destino de estas entidades lo que en definitiva lleva a
ocultar las contradicciones sociales que tenemos al estado-nación.
Niega por ejemplo los conflictos sociales en el pasado.

Ranke piensa que el estado responde a los intereses de todo el


pueblo, definido en términos interclasistas por lo que la consecuencia
de estos es que las luchas que llevan adelante los estados entre sí
responden inevitablemente a las contradicciones dadas entre los
pueblos a lo largo de la Historia.

Ya que el estado prusiano representa el conjunto de los intereses de


todo el pueblo alemán, todas las medidas que este estado tome como
la agresión a otros estados, la represión de la disidencia interna se
debe al interés superior de la nación.

Como última característica es que para Ranke, como muchos autores


que hemos visto hasta ahora, a pesar de esta preocupación por el
racionalismo, la lógica en los hechos humanos, él caerá también en la
creencia en ciertos factores metafísicos e históricos sobre el pasado,
por ejemplo conservaba la idea de Dios como guía del destino de los
pueblos. En su esquema dios jugaría el papel que desempeñaba el
progreso para la Ilustración y en consecuencia los dirigentes del
estado formarían parte del plan divino por lo que no se podría tener
ninguna actitud crítica hacia ellos.

HISTORIOGRAFÍA FRANCESA DEL SIGLO XIX

En ella tenemos algunos perfiles conflictivos. La marcará la herencia


de la Revolución Francesa y todo lo que ésta traía consigo: por

55
ejemplo la lucha de clases y la oposición entre cambio brusco violento
y desarrollo institucional conservador.

El contraste de Francia en relación al constitucionalismo británico es


evidente, de ahí que será la revolución uno de los temas preferidos
de esta historiografía.

Otro de los ámbitos del pasado predilecto será la edad media, y


dentro de ella el papel del cristianismo en la conformación de la
identidad francesa. Cabe destacar que en el caso francés jugará un
papel importante la adscripción política de los historiadores ya que
quizá como en ningún otro sitio muchos de ellos participarán en las
luchas de poder de esta época y su posición ideológica la tendremos
reflejada en su obra.

Augustin Thierry (1795-1856) fue secretario en Sant Simon y


derivado de su participación política, fue uno de los representantes
del extremismo democrático de su época producto de los sectores
más radicalizados de la burguesía. Intentó demostrar los principales
procesos del progreso, de la sociedad civil unida a la lucha de clases y
este concepto será importante porque luego pasará a Marx.

A través de su obra buscaba demostrar y contribuía al triunfo de las


ideas constitucionales aportando pruebas y argumentos que
respaldaran sus ideas políticas. Una obra importante es la Historia de
la conquista de Inglaterra donde reproduce en forma oculta los
conflictos que él conocía perfectamente de la revolución francesa
entre el tercer esto y representantes del Antiguo Régimen pero les
aportaba un barniz étnico.

En la Historia de la conquista de Inglaterra sobre todo por los


normandos él ve un conflicto entre el pueblo y los aristócratas. El
considera que los normandos representan la vieja aristocracia y los
sajones representan al pueblo, ahí ya tendríamos el conflicto de
clases pero además con un elemento étnico a través de esa lucha.

Metodológicamente es interesante por considerar que el historiador


tiene que trabajar en los archivos y usar los documentos de forma
crítica.

Viernes 10-1-2014

Examen Lunes 27 de enero: 2 preguntas, una con tema teórico a


desarrollar sin poder elegir y un texto conocido o desconocido de un
autor ya visto, a partir del tema se desarrolla el periodo y el autor.
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Jules Michelet (1798-1874)

Obras: Historia de Francia (1833-1844), Historia de la Revolución


Francesa (1847-1853), La bruja (1862).

Fue tutor de una de las hijas de Luis Felipe, el rey ciudadano. Fue
catedrático de la Sorbona, estuvo desempeñando un cargo en los
archivos nacionales franceses pues tuvo contacto directo con los
dispositivos documentales. Empezó a tener altibajos y en torno al año
51 por motivos ideológicos sobre todo tiene una crisis laboral en su
vida, estaba opuesto al partido del momento, al del príncipe
presidente Luis Napoleón y en 1852 se aparta de la vida política y
también de posibilidades laborales del ámbito público.

La producción historiográfica de Michelet es bastante extensa y


además cubre diversos periodos de su vida.

En el prefacio de la historia de Francia se explican las intenciones


teóricas y metodológicas que tiene el autor para el momento de
escribir una historia. En su producto historiográfico, Michelet tiene un
objetivo fundamental, este proyecto historiográfico es resucitar la
totalidad nacional que se encuentra en gestación a lo largo de los
siglos desde la edad media en adelante. Para él, Francia existe por lo
menos en estado embrionario a partir de la Edad Media, y el ser
nacional francés se desarrolla a lo largo de los siglos hasta culminar
en la época de Michelet.

Su objetivo será la totalidad de este ser nación que se venía gestando


a lo largo de los siglos. Él es consciente de la práctica historiográfica
contemporánea, de los historiadores de su generación y pone en
entredicho mucho de los principios de los historiadores liberales
contemporáneos.

No pierde su actitud de respeto hacia la obra de esos historiadores.


Las críticas de Michelet dice que estos historiadores escriben sobre el
pasado a partir de una documentación muy limitada, en este sentido
apuesta por la erudición como una forma de dar cientificidad a la
Historia, la segunda crítica que le hace a estos historiadores carece
de un sentido de la Historia total. Esto de Historia total es una de las
reivindicaciones de la nueva historiografía que se abre a partir del
segundo tercio del siglo XX. Esto de abarcar aspectos mucho más
complejos y extendidos de la realidad. Estos historiadores liberales
carecen de un sentido de la historia total al darle demasiada
importancia a los aspectos políticos en perjuicio de los demás ámbitos

57
de la realidad. Dice que estos historiadores a pesar de su deseo de
construir historias nacionales tienen puntos de vista fragmentarios
porque aíslan los diferentes elementos de la realidad y les da
preeminencia a uno de ellos sobre los demás: historia política e
institucional.

Otro defecto de este punto de vista fragmentario es que no tienen en


cuenta las interrelaciones entre los diferentes aspectos de la realidad.
Hay que decir que el deseo de Michelet por realizar una historia total
pate de la convicción de que en la comprensión de la totalidad puede
entenderse el proceso histórico a lo largo del tiempo, es decir, si solo
hacemos historia institucional estamos conociendo una parte pequeña
del pasado y por tanto al no tener claras las relaciones con la otras
partes de la realidades no estamos accediendo a la “armonía
superior” que tiene la totalidad y que permite comprender la realidad.

Estos historiadores liberales descuidan tanto el sustrato material de la


realidad como los productos espirituales del alma humana y se
quedan simplemente en el nivel intermedio de lo político-institucional.

La primera crítica es que no tienen documentación suficiente, no


tienen un sentido de la globalidad y por tanto no pueden conocer las
interrelaciones entre las diferentes partes de la realidad ni la realidad.
La cuarta crítica es que estos historiadores, a pesar de su pretensión
de objetividad y de estar realizando un conocimiento puro, aséptico
parten de a priori ideológicos. Y da un ejemplo interesante que
muestra como él puede entrar en polémica con algunos historiadores
contemporáneos sin perder el reconocimiento del aporte de estos
historiadores. Ejemplo lo que sucede con Thierry.

La concepción ideológica de Thierry le lleva a considerar que en la


historia actúan las razas y este a priori conceptual hace que considere
que la aristocracia franca de los primeros siglos de la historia
francesa se oponga al tercer estado de finales del siglo XVIII.

La preocupación por la totalidad implica en Michelet aprender la


unidad viva, es decir, todas las partes de la realidad que, estudiadas
por separado no dan un conocimiento de la realidad por lo que hay
que dar un paso más en el conocimiento de las interrelaciones entre
las diferentes partes. Y la historia que en ocasiones puede parecer
absurda o incomprensible encuentra su lógica en esta armonía
superior de la totalidad.

58
Él dice que los historiadores deberían acceder a esta realidad histórica
total y compleja por dos caminos diferentes. Por un lado, tienen que
buscar la realidad histórica en todas sus manifestaciones lo que
implica un minucioso trabajo de reconstrucción del pasado y de
erudición y trabajo de archivo. El otro camino que tienen que recorrer
los historiadores para alcanzar esta totalidad va por el lado de
descubrir las influencias mutuas de las diferentes fuerzas que actúan
en la historia.

Michelet se plantea a sí mismo un problema histórico de partida. Lo


mismo que viene diciendo lo dice de otra manera ahora: la
resurrección de la vida integral. Dice que la narración histórica debe
convertirse en vida y movimiento por tanto, él está en contra de una
narración que solamente tenga en cuenta aspectos esencialistas,
estáticos de la realidad. Critica a los anteriores autores porque no ha
sabido ver el cambio a lo largo del tiempo que se ve en la Historia. A
la vez que se plantea este problema considera que hay un falso
problema en los historiadores contemporáneos a él, que es el de la
objetividad. Para él no es un problema, porque él considera que la
objetividad no existe. Es falso pretender disociar al historiador de su
obra, tiene que estar presente con sus pasiones y emociones.

Se dice que hay un principio vitalista a lo largo de su obra. Este


principio, a diferencia de lo que sucedía en Vico, está presidido por la
racionalidad mientras en Vico hay cierta influencia de Dios en cuanto
a que garantizaba el proceso de la evolución humana. Michelet lo
sustituye por la razón, lo cual nos muestra las influencias en su visión
de la Historia.

¿Este proyecto globalizador en su época era posible que lo llevara una


sola persona con los elemento que se contaba? Probablemente no.

La… de Michelet su trabajo se llegó a ver limitado en cuanto a sus


posibilidades. En segundo lugar, a pesar de la pretensión de totalidad
de sus estudios él llevó adelante un proceso de selección que tenía
mucho de inconsciente en el sentido de que no era voluntario y que
se encuentra presente en sus obras.

Veremos ahora unos ejemplos sobre el tratamiento que dio Michelet


en diferentes temas históricos en su época: en principio la concepción
de la Edad Media. La historiografía del XIX tiene como uno de sus
puntos de referencia el estudio de la Edad Media. La edad media era
del momento en que las diferentes naciones se fueron conformando y

59
por tanto los historiadores del XIX estaban profundamente
interesados en construir un pasado nacional para sus respectivos
países.

Su posición no es estática sino que va cambiando a lo largo de su


vida profesional, dependiendo tanto de su vida personal como de los
compromisos políticos sucesivos que va adquiriendo Michelet.

Podemos hablar de una primera etapa que abarca desde 1833 hasta
1844: se caracteriza por la influencia del Romanticismo, por
presentar una imagen idealizada de la Edad Media de forma que él
considera que en estos siglos medievales se realiza “el gran
movimiento progresivo interior del alma nacional”. Cuando habla de
alma nacional se refiere a Francia, una de sus obsesiones junto al
movimiento democrático. Es hijo de la Revolución Francesa, sobre
todo de los movimientos más igualitaristas de la Revolución Francesa.

Para él la Edad Media es una época positiva porque en este momento


el ser nacional francés se va desarrollando. El cristianismo es una
fuerza positiva porque permitió y trabajó para la liberación de los
humildes.

Por otro lado, cabe recordar que en su época de político activo era
profundamente anticlerical, principalmente antijesuita que no le
impedía valorar positivamente las aportaciones del cristianismo en las
liberaciones a los oprimidos.

Una segunda etapa abarca desde 1855 hasta 1862: aquí ya tenemos
una visión completamente distinta. Su anticlericalismo le lleva a
proponer una imagen distinta de la edad media. La Iglesia, lejos de
proteger al pueblo, es de las principales en reprimirlo y que además
expande la ignorancia por la sociedad.

La tercera etapa abarca desde 1862 a 1870: en esta etapa escribió


una de sus principales obras, La bruja donde dibuja una edad media
subterránea dominada por Satanás que es un espíritu liberador,
neutro desde el punto de vista moral, la bruja, la prota del libro es
vista como madre de la ciencia moderna porque los conocimientos en
medicina, plantas medicinales, enfermedades, preanuncia lo que será
posteriormente el desarrollo científico del XVII y XVIII a la vez que es
reprimida en su época. Se interesa por el siglo XIV, siglo de la gran
crisis medieval y por supuesto la imagen que transmite es totalmente
sombría. Es una época completamente oscura de Michelet que vemos
reflejada en su producción historiográfica.

60
La última etapa corresponde a sus últimos años cuando ya de viejo él
ve el desarrollo industrial que vive Francia, el avance del maquinismo
y la preponderancia del capital. Ante esto, rechaza esta nueva
sociedad naciente, totalmente deshumanizada y vuelve a la visión de
sus años de juventud, hacia una edad media positiva.

Limitaciones: En cuanto a su visión de conjunto de la Historia, él


considera que a lo largo de la Historia hay diferentes principios
antitéticos que se enfrentan, hay una bipolaridad: por ejemplo
tenemos el principio de justicia enfrentado al de la gracia, entendida
como una disponibilidad arbitraria de la justicia, o lo que puede ser
por ejemplo el principios masculino y femenino de pueblo y
aristocracia, etc. Además de estos principios antitéticos él desarrolla
un gusto por la homogeneidad y la continuidad en Historia.

Él ve en la fiesta de la federación de 1790 la disolución de todos los


particularismo del territorio francés y a partir de ahí la constitución de
una patria común para todos los franceses. Ya no existen
provenzales, bretones, normandos… ya son todos franceses a partir
de esa fecha crucial.

A la vez tiene esa visión continuista de la historia francesa porque


reconoce que Francia por supuesto no surgió en el año 1790 sino que
es producto de una larga evolución secular desde la larga edad media
y el punto culminante de esta evolución será la desaparición de estos
particularismos y regionalismos del antiguo orden. Lo que está
presente en este desarrollo secular en definitiva es la evolución del
ser nacional, es decir, un alma francesa que existe de forma
embrionaria desde la Edad Media y evoluciona a lo largo de los siglo y
además el espíritu democrático que culmina en la Revolución
Francesa.

Rechaza la concepción de la historia como una secuencia de causas y


consecuencias mecánicas. Rechaza esta idea mecanicista y en cuanto
al lugar de los grandes personajes, él es partidario de lo que uno de
estos autores llama la historia-árbol. Hay ciertos personajes ilustres
en toda la Historia francesa que van a encarnar estos dos principios
fundamentales para Michelet, el de la nación francesa y el del espíritu
democrático. Estos principios se encuentran en esta serie de
personajes en diferentes estadios, es decir, si estos dos principios se
desarrollan paulatinamente a lo largo de los siglos, es lógico que los
personajes encarnen distintos momentos de estos principios. Pone en
una misma línea de personajes históricos relevantes: como Roberto el

61
Piadoso, Godofredo de Vouillon, Juana de Arco… y fueron clave para
construir la idea de la nación francesa.

Está obsesionado por entrar en relación con los muertos. Considera


que el historiador debe escuchar lo que dicen los documentos. Es
decir, debe hacer una lectura muy atenta de los distintos documentos
para poder acceder al sentido profundo de la vida de los
protagonistas de la Historia.

El último aspecto sobre su visión de conjunto de la Historia tiene que


ver con el verdadero protagonista de la historia según Michelet: el
pueblo (las masas). Adquiere unas características heroicas en algunas
formas, para Michelet al interior del pueblo pueden resolverse
algunas contradicciones, reivindica la Revolución Francesa, él
caracteriza la etapa del terror como exceso de los dirigentes políticos
del momento pero el pueblo no puede ser culpable de los asesinatos,
ya que era incapaz de equivocarse y es el que lleva la racionalidad.

El interés de Michelet por las masas no se limita a reconocer este


papel fundamental en la historia, además considera necesario
preocuparse por las causas de sus condiciones de vida, sus
inquietudes culturales, el nivel de los salarios, etc…

Un último punto tiene que ver con todos aquellos elementos


históricos desechados hasta ese momento por la historiografía liberal
y que Michelet considera que hay que rescatar e investigar en ellos.
Todo lo que tenga que ver con lo que es aparentemente irracional y
que se relaciona con las creencias populares, la espiritualidad, la
religiosidad, las herejías, los maleficios, marginados de la sociedad…

Lunes 13-1-2014

La historiografía francesa en su vertiente positivista

Numa Denys Fustel de Coulanges (1830-1889)

Este historiador es sobre todo conocido por una obra muy bonita
llamada La ciudad antigua, que durante mucho tiempo fue un
interesante ejercicio de comprensión en los aspectos sociales e
intelectuales de la antigüedad. Parte en principio de bastantes
reservas en cuanto a las ambiciones científicas por parte de sus
contemporáneos en el momento de escribir Historia. No está del todo
convencido de que la historia tenga todas las cartas de cientificidad
que sus contemporáneos pregonan. A pesar de esto su contribución a

62
la historiografía fue importantísima porque fue uno de los que sentó
las bases de la historia erudita, de su metodología.

Básicamente a partir de tres postulados fundamentales:

-Por un lado, él considera que hay una separación real entre el sujeto
que conoce y el objeto que va a ser reconocido, separación postulada
por el resto de la escuela positivista y también separación análoga a
la que se da a las ciencias de la naturaleza entre el científico y el
hecho que observa, en el microscopio o a través de la observación
directa. Esto le permite a él plantear el análisis del objeto para poder
diferenciar entre la ilusión y la verdad.

-El segundo postulado va a ser la prevención contra los excesos de la


subjetividad. Él considera que el historiador no debe caer a pesar de
las lagunas que pueda encontrar en su investigación, en un ejercicio
alocado de reconstrucción histórica sin soporte documental. Eso iria
en contra de la condición de cientificidad de la Historia. Cada cual
imagina como fue la Historia, entonces queda en un ejercicio de
subjetividad.

-El tercer postulado, conocida como la regla de oro, la historia debe


basarse en la crítica de los documentos escritos. La materia con la
que trabaja el historiador debe ceñirse a la información que
proporciona en documentos escritos. En cuanto a su obra por la que
es más conocida la ciudad antigua, sacaremos: algunas conclusiones
que desprende esta obra: por un lado, hay una estrecha relación
entre las ideas producidas por la inteligencia humana y el estado
social de un pueblo, con esto de las ideas Coulanges está pensando
principalmente en la religión. Vincula el desarrollo social de una
ciudad determinada con la religión o evolución de la religión en un
momento determinado. Considera que en esta obra hay algo
indiscutible y es que el hecho religioso explica el hecho social.

La religión es el principio constitutivo de la realidad antigua y por


extensión de las … estatales de la antigüedad, es decir, la ciudad.

Dentro entonces de la vida religiosa y social de la ciudad antigua él


encuentra una serie de ritos de origen religioso con una función social
principal que aseguran la convivencia en el grupo social, y dentro de
esta serie de ritos está la boda. Para él, la boda es la ceremonia por
excelencia porque implica el paso de un culto doméstico a otro culto
doméstico diferente.

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Él realiza un minucioso análisis de este ritual y no se queda en la
descripción de este ritual sino que se pregunta qué sentido tuvo en
aquella época, aquí lo encontramos en cierta forma violando una de
sus reglas principales: que debía ceñirse exclusivamente al
documento escrito con el que trabajaba. El razonamiento del
historiador va a llenar los vacíos. El estudio de los ritos intenta
comprenderlo en su razonamiento como historiador¿?

En un sentido más general fue importante porque también


desarrolló a través de sus investigaciones una línea evolutiva de
estructura social desde la primitiva gens hasta la más elaborada y
política civitas.

Su obra es uno de los primeros ejemplos y por eso también es


importante de historia comparada. Encuentra paralelos entre las
instituciones de Grecia, Roma y la India en la antigüedad. Asimismo,
la religión no la concibe como algo estático sino que la introduce en
esta línea evolutiva. Para él existió en un momento determinado en
momentos prehistóricos una religión centrada en el culto a los
antepasados y paralelamente esto fue evolucionando en el culto de
las divinidades a la naturaleza y finalmente en los dioses del estado.
Establece conexión entre familia, religión y propiedad. Para él, tanto
la religión como la propiedad tienen de alguna manera su origen en la
comunidad familiar si en el seno de la familia los primeros cultos era
a los antepasados hubo desde muy temprano un deseo por
apropiarse de la tierra donde se hallaban estos antepasados.

Por lo tanto, en contra de lo que decían algunos teóricos del XIX,


principalmente los socialistas, no existiría para este autor una
primitiva sociedad comunista donde no hubiera existido la propiedad
privada, sino que ésta es eterna, consustancial a la religión y a la
familia.

Además de la edición crítica de fuentes, los principales países se


embarcaron en ello, España también porque era una forma de
construir la nación estudiando el pasado nacional. En España dará
lugar a los monumenta germaniae histórica.

Además de eso este fenómeno estuvo acompañado por otros dos


muy importantes: fue un fenómeno originalmente alemán, se
extendió a otros países, en particular a Francia, la extensión del
sistema educativo a todos sus niveles, tanto el universitario como el

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básico y el secundario. Esto creó la necesidad de profesores que
pudieran incorporarse al sistema e impartir las especialidades.

La primera universidad en institucionalizar fue la de Botinga, luego


las alemanas y finalmente las francesas. En Inglaterra también
penetró pero más tardíamente.

El otro proceso que tenemos en esta época fundamental en los


estudios históricos es el de la fundación de instituciones dedicadas
principalmente al estudio histórico. Por un lado, las instituciones
públicas, en el caso de Francia tenemos la École de Chartes, la de D
Hautes Études y por otro lado, instituciones privadas como las
revistas especializadas.

En el caso de Francia fue importante la labor en este sentido como la


labor de Gabriel Monot, en España si bien tenemos en el XVIII la
fundación de la RAH, en el XIX aparece el boletín de la RAE, y la
fundación en distintos ámbitos de la Historia como por ejemplo la
historia medieval.

HISTORIOGRAFÍA BRITÁNICA DEL XIX

En primer lugar cabe mencionar que hay una continuidad en relación


a la historiografía ilustrada del XIX. Perdura la idea del progreso
indefinido de la sociedad, por otro lado se sigue hablando de
libertades individuales, de la tolerancia, y también teniendo en cuenta
el presente que vive Gran Bretaña en aquel momento, había
conciencia de superioridad y un orgullo sobre el pasado nacional,
modélico para ellos, que explicaba su presente de gran potencia.

Ahora bien, a pesar de estos aspectos de continuidad, presentaba


diferencias respecto a la historiografía ilustrada:

1) La historiografía ilustrada hablaba del pacto interclasista de


1688 (esto está elevado a la categoría de mito historiográfico)
Se amplia para incorporar a los nuevos industriales.
2) El presente y el pasado inmediato convence a los ingleses de
que su vía del progreso es la única eficaz en el marco del
contexto europeo, tanto por el desarrollo del imperio británico
en esta época como por la potencia económica de Gran
Bretaña. Puede comprenderse que para los intelectuales de la
época, el progreso económico sin alteraciones sociales graves lo
había conseguido Gran Bretaña.

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3) A diferencia del XVIII, hallamos una situación social totalmente
nueva. La industrialización acelerada creó a un proletariado
marginado, tanto de los beneficios económicos de la misma
industrialización como la extensión de la administración
colonial.
Esto llevó a que en la época las tensiones sociales se
agudizaran cada vez más por lo que los intelectuales veían
como altamente necesario destacar los valores comunes que
unían a las diferentes clases británicas dentro de un consenso
social inexistente y por lo tanto, mítico ejemplificando en la
idea de nación.
4) En este siglo XIX, se acaba la excepcionalidad política británica
en el marco europeo porque si en el XVIII Holanda y Gran
Bretaña eran las unidas naciones con gobiernos
representativos, que respetaban libertades civiles, en este XIX
de la mano de la Revolución Francesa, y posteriores
revoluciones burguesas se extiende por Europa el ideal
democratizador de estos movimientos burgueses.
Los británicos se centrarán entonces en la comparación del
constitucionalismo británico y los distintos caminos alternativos
que existían en la época en pos de la construcción de una
sociedad democrática. Por todo ello, gran parte de la
historiografía británica del XIX será nacional.

El primer autor de referencia que tenemos en la primera mitad del


XIX es Thomas Babbington Macaulay (1800-1859).

Fue un activo reformista, un político importante en el parlamento


británico y fue un antiguo reformista a favor de la ampliación política
porque intervino en los debates parlamentarios de los años 30, von la
idea de que la ampliación política y la mejora social de los
trabajadores son los mejores antídotos contra la Revolución. Hay que
pensar que en la época existía un miedo en las clases dirigentes muy
palpable a que la experiencia francesa se extendiera por las islas, a
que hubiera una revolución social, teniendo en cuenta que Inglaterra
tenía unos problemas que no había en el resto del continente.

Lord Macaulay tuvo la inteligencia de comprender que con un sistema


apolítico en el punto de vista político y con las mismas condiciones de
miseria y explotación en que se hallaba la clase trabajadora, era
cuestión de tiempo que naciera una revolución social. Además, era la
época del cartismo, asociación de diferentes colectivos no solo en
favor de la lucha social. Había que dar algún tipo de respuesta. El
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resultado de todo el debate parlamentario fue la Reform Act Politic de
1832.

De su producción historiográfica, cabe decir que hay una vuelta al


siglo XVII inglés, de hecho él será un entusiasta de la revolución de
1640 y de la figura de Oliver Cromwell, buscando los orígenes del
espíritu nacional inglés, él lo encontrará en la etapa que abarca desde
la monarquía isabelina a la revolución del 88. Podemos decir que en
esta primera mitad, Macaulay es el principal representante de la
interpretación whig (liberal) de la Historia. Intentó reconstruir el
pasado para mostrarlo como un proceso ascendente y continuado en
el tiempo hacia las libertades constitucionales inglesas.

Su obra principal será: Historia de Inglaterra (desde el ascenso al


trono de Jacobo II). Fue publicado en diferentes tomos entre 1848 y
1861. Es escrita bajo la influencia de dos hechos políticos clave: por
una parte la ya mencionada Acta de Reforma de 1832 y por otra la
Revolución de 1848, que se dio en Francia y se extendió al resto de
Europa.

El tema central en la obra es el de la reconciliación, que de alguna


forma ya lo había mencionado también Hume. El héroe de su
historia de Inglaterra será Guillermo de Orange, visto como el
restaurador del orden y de la libertad, y además la nación es
presentada como un sujeto histórico en cuyo seno tanto tory`s como
whig`s logran unirse momentáneamente para defender el derecho y
el orden que había sido violentado por los dos últimos Estuardo. Por
tanto, su expulsión es la acción de la nación inglesa al completo, al
sujeto histórico importante.

Aspectos que destaca en su obra: da una descripción de la


monarquía, se centra en los debates parlamentarios, (la conocía
desde dentro), y a diferencia de otros historiadores no necesita
reproducir íntegramente las discusiones, su narración es bastante
más amena en ese sentido. Se interesa también por los juicios de
estado, es decir, a las personalidades más importantes de la época, él
le dedica bastante importancia a valorar las intenciones y de las
cualidades sobre los hombres políticos sobre los que él está
escribiendo.

Thomas Carlyle (1795-1881)

Él representa la reacción conservadora frente a este optimismo


histórico de los historiadores anteriores. Su vida es muy interesante

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pues pasó por varias etapas. Su origen calvinista quizá explique su
pesimismo frente a la historia y a la acción colectiva.

Su obra más importante fue La revolución francesa, en 1837. Esta


obra deja la enseñanza de que, por un lado, implica la irrupción en la
historia de valores democráticos que para él no era nada bueno. Y
por otro lado veía la Revolución Francesa como un castigo divino
sobre una aristocracia corrupta. Hace una valoración sombría de lo
que es. Estaba muy impresionado por la situación social de Francia y
de Inglaterra en su época, los estragos que había ocasionado la
industrialización en los sectores más populares, por eso tenía la
sensibilización que tienen muchos de la derecha.

Hay un tercer sector de la derecha con preocupaciones sociales


verdaderamente interesada en mejorar la vida de las clases más
sometidas, que en esencia no mejoran el sistema en que se
encuentran.

Por lo tanto, escribía contra la corriente principal política de la época,


la del liberalismo whig, con todo su optimismo en relación al progreso
y al desarrollo económico. Se oponía al régimen constitucional
británico y a la progresiva ampliación de la participación política.

Para él, a pesar de esta preocupación y de este paternalismo, él


desconfiaba de la acción de las masas porque decía que si las
dejaban gobernar y dirigir asuntos históricos y políticos, podemos
llegar a la monstruosidad de que en algún momento se considere a la
misma condición a Jesucristo que a Judas.

Considera que las naciones que optan por este sistema democrático
realmente lo hacen porque carecen de algo fundamental en la visión
de Carlyle, y es que carecen de un líder. De hecho él tiene un libro
sobre una conferencia que el pronunció sobre los héroes. De tal
forma que para él la historia estaría representada por una sucesión
de biografías de personajes destacados que a lo largo del tiempo
empujan hacia delante la Historia.

A pesar de todo esto, él termina diciendo que en Historia todo está


múltiplemente determinado, no hay solamente una causa que pueda
explicar un hecho histórico sino que todos los hechos o muchos
hechos intervienen para explicar los hechos históricos. Por eso hay
que prestar atención a aquellos hechos políticos aunque sean
aparentemente sin importancia.

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En la segunda mitad del XIX, tenemos el impacto en Gran Bretaña del
historicismo alemán que llevó entre otras cosas a los historiadores
ingleses a innovaciones metodológicas en tanto a las antiguas
universidades como en los nuevos centros de estudio que estaban
surgiendo en diferentes ciudades inglesas, entre ellos el London
College donde se desarrollaron los primeros estudios de tipo
económico aplicados a la Historia.

A finales del XIX y comienzos del XX, en 1902 comenzó a editarse


una obra colectiva muy importante, de referencias
historiográficamente hablando: es la Cambridge Modern History, el
primer director de esta obra colectiva monumental es el noble
católico, Lord Acton (1834-1902).

Esta obra es colectiva tanto de Gran Bretaña como del continente,


por otro lado teniendo presente la influencia del historicismo alemán,
en la obra Lord Acton se compromete explícitamente con la
objetividad e impersonalidad de escribir Historia. Tiene como objetivo
el de ofrecer un panorama actualizado del pasado europeo a partir de
la metodología positivista. En realidad, el resultado fue una sucesión
de distintas historias nacionales o europeas.

En relación a la edición de fuentes, en esta época una obra de


referencia para cualquier historiador de Inglaterra, en la Edad Media
salió a la luz a través del editor Meidland (DomestDay Book).

Viernes 17-1-2014

EL ORIENTALISMO

(*)Recomendación: El libro de Edward Said

¿Qué es el orientalismo? Occidente entendido como una identidad


cultural forjada a lo largo de los siglos principalmente a lo largo de la
Edad Media se configura en las distintas regiones occidentales que
permitieron crear una imagen de unidad dentro de la diversidad.
Occidente a lo largo de los siglos también creó una imagen del otro
con el que generalmente se enfrenta para diferenciarse y que en
definitiva va a constituir la otra cara del universo cultural: Oriente.

Generalmente la reflexión occidental a principios del XIX que se tuvo


sobre Oriente tendía a resaltar unos rasgos determinados inmutables,
permanentes en el tiempo, simplificados y en definitiva rasgos fáciles
de definir desde los diferentes discursos que se han ido articulando a
lo largo de la historia de Occidente.
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Si tuviéramos que fechar el punto de partida de esta construcción del
otro, podríamos remontarnos hasta los griegos y su idea de
agruparse ellos como formando parte de un universo cultural con
rasgos comunes.

Los griegos antiguos nunca constituyeron una identidad política


coherente ni unificada. Grecia, bajo la dominación macedonia, veía
Macedonia como formando parte de una cultura diferente como a la
propia Griega, entonces los griegos realizaron una doble operación
cultural. Se agruparon dentro de una misma ecúmene cultural y por
otro lado definieron el adversario en el término de no griegos. El
mundo exterior estaba conformado por pueblos que no hablaban la
lengua griega y todos estos pueblos recibían la denominación de
barbaros.

Entonces esta idea de constituir desde el punto de vista intelectual y


cultural, en el cual la propia sociedad y cultura se mira, ya lo
tenemos presente desde los griegos.

El termino orientalismo y Oriente son términos equívocos que tienen


una tradición en el lenguaje académico y sabio pro son términos que
no definen realidades univocas sino que aluden a diferentes cosas
contradictorias entre sí. Por ejemplo si pensamos en Oriente y
Orientalismo como un ámbito cultural diferente y orientalismo como
la ciencia que estudia estas sociedades orientales lo que subyace en
principio sería un criterio geográfico para diferenciar lo que es el otro
de lo que es la propia cultura.

Abarcaría el Próximo Oriente y todas las sociedades islámicas tanto


árabes como no árabes, incluye la India, China, El extremo Oriente,
el sudeste asiático (Vietnam, Birmania…). Tanto Australia como
Nueva Zelanda pertenecen al occidente cultural, hechas a la imagen y
semejanza de la metrópoli. Aquí el criterio geográfico se quiebra.

Por otro lado el orientalismo incluiría también el Magreb (Oeste). Ya


desde el punto de partida los mismos términos empleados para
definir la disciplina y al os especialistas dedicados a esta disciplina
adquieren en algunos casos características equívocas. Ahora bien, lo
que cabe preguntarse es cómo se gestó a lo largo de los siglos este
concepto de Oriente y por tanto, a consecuencia de esto, cómo se fue
fijando el interés de Occidente por el estudio de estas sociedades.

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Tenemos tres vertientes diferentes que confluirán para la
construcción de la imagen de Oriente, los orientales y en
consecuencia de la disciplina que se dedicará al estudio de ellos:

La primera tradición se refiere a los conocimientos que Europa


adquiere durante el siglo XIII sobre sociedades que se hallaban más
allá del rival islámico: hablamos de ese periodo del imperio mongol
donde tenemos una construcción estatal sólida que logra someter a
diferentes regiones y pueblos lo que se ha conocido como la paz
mongola que va desde el reinado de Genghis Khan hasta el reinado
de su nieto, Kublai Jan. Principalmente viajeros y diplomáticos de los
que el más conocido y notable fue Marco Polo y su Libro de las
maravillas.

Estos discursos e informes de los occidentes en relación a la cultura


mongola de la época causaron mucha impresión en las Cortes porque
se comprobó que existía una cultura con una industria pujante, una
urbanización importante con conceptos artísticos destacados y un
pensamiento que implicaba un esfuerzo racional y por tanto una
actividad intelectual destacada. En muchos estados occidentales
existía el interés de ver qué pasaba con las tierras conquistadas por
el Islam.

(*) Recomendación de la novela de Umberto Eco: Baudolino

Con la desintegración del imperio mongol ya los contactos con el


Extremo Oriente se dificultan muchísimo y a la vez el hecho de que se
encontrara los diferentes estados islámicos, particularmente los
turcos, complica aún más los viajes a esas regiones. Se retomará el
contacto a partir de la era de los descubrimientos (XVI) y ahora
transmitirán esta información los viajeros, comerciantes y los
exploradores españoles y portugueses. Todavía en esta época China
sigue heredando una fascinación tanto desde la óptica de producción
material como de los productos culturales más espirituales, cabe
preguntarse cuando comenzó a quebrarse esta imagen positiva que
tenían los occidentales de Oriente.

La superioridad militar occidentales e va fraguando a lo largo del XVI


y XVII, culmina en el XVIII con las ventajas tecnológicas del ejército
y la marina; especialmente de Gran Bretaña que les da conciencia a
estos países de superioridad en este ámbito. Por otra parte aunque el
XVIII sigue siendo deficitario en cuanto a comercio exterior con
China, la industria occidental consigue reemplazar ciertos productos

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de lujo, por ejemplo la porcelana por producción local, en vez de
importarlas de China lo cual también da una cierta idea de
superioridad desde la óptica económica.

A fines del XVIII ya están delineadas las características negativas que


luego tendrán un amplio desarrollo en el XIX. Se considerará a los
chinos como indolentes, mentirosos gobernados por un régimen
despótico con costumbres atrasadas y ridículas.

El segundo factor que influyó en la conformación en la imagen de


Occidente sobre Oriente: evidentemente será el secular
enfrentamiento entre el Islam y la Cristiandad. Desde el primer
momento las relaciones fueron malas y Occidente tendió a ver al
Islam como una herejía, una nueva forma de paganismo o
directamente como las mentiras y falsedades imaginadas por un falso
profeta. El problema de todo esto teniendo en cuenta la vitalidad
islámica fue que a ojos de los occidentales de la época, el Islam
interfería en la propagación del mensaje de Cristo por la Tierra.

En un segundo momento, en la Baja Edad Media y de la mano de los


teólogos se desarrolló un interés por conocer algunos aspectos del
Islam, principalmente los relacionados con la religión, la teología de
estas sociedades. Todo esto basado en la creencia de que si se
conocía la teología del Islam se podía racionalmente contestarla y
atraer a los pueblos sometidos y atraer a la verdad cristiana.

Este interés se limitaba entonces a sus aspectos religiosos sin


preocuparse por conocer las circunstancias sociales, históricas,
culturales de estos pueblos.

En definitiva, la distancia entre Cristiandad e Islam siguió siendo


importante en esta época. Si agregamos hechos históricos como las
Cruzadas o la expansión hispano-cristiana hacia el sur peninsular
puede comprenderse que hacia fines del XVI Europa ya cuente con un
sólido corpus de creencias, perjuicios, conceptos…sobre el Islam.

Todo esto era importante para Occidente porque daba los


instrumentos intelectuales para oponerse también a la expansión
turca por los Balcanes y Europa Central. Hasta finales del XVII la
amenaza turca iba a ser importante. De tal forma que el XVIII hereda
una vez pasado el periodo turco una tradición de superioridad frente
al Islam y lo que hará este siglo será cambiar los fundamentos de
esta superioridad cristiana. No será ya la religión quien sustente la
superioridad cristiana porque estamos en el siglo de la Ilustración en

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el que la religión se releva al ámbito de las costumbres y la vida
privada, y en su lugar los fundamentos de la superioridad vendrán
dados por los fundamentos militares y por la ciencia y la tecnología
que están teniendo un importante desarrollo en este siglo XVIII.

El tercer factor contribuyó a constituir la base del moderno


orientalismo será justamente el pensamiento racionalista ilustrado: la
religión no será el fundamento de la concepción ilustrada de Oriente
lo que sólo va a ser la Ilustración es introducir una nueva modalidad
que va a ser la Historia Comparada, que permite a la Ilustración
poder medir los progresos desiguales de la Humanidad de forma que
si pensamos en la línea de progreso en continua y ascendente, en el
XVIII la meta está ocupada por Europa y los otros países se van
disponiendo a lo largo de esta línea de progreso en diferentes
posiciones que tienen que ver en como los europeos consideran el
progreso de estos pueblos; si están más o menos desarrollados.

Un aspecto positivo que destaca el XVIII del Imperio otomano es su


tolerancia frente a diferentes religiones que no era la islámica.

Además la Ilustración considerará desde el punto de vista positivo


que el Islam actuó como vehículo trasmisor de la cultura grecolatina
en el momento en que Europa había perdido el contacto con la
antigüedad clásica.

Otro aspecto positivo del Islam reconocido por los ilustrados es el


instrumento que permitió que la cultura grecolatina no se perdiera y
fuera trasmitida al occidente. Esto era porque no se veía como una
amenaza a combatir en todos los terrenos sino que se hallaba en un
proceso de crisis secular que llegará hasta principios del siglo XX.

El XVIII es el del avance de Austria-Hungría y Rusia sobre territorios


que hasta ese momento había dominado el Imperio otomano.

Estamos en un momento en que occidente deja de estar a la


defensiva y pasa a la ofensiva, ya sea en Europa central los Balcanes,
sea en la región del Cáucaso y los países eslavos o ya sea en el
mismo mediterráneo oriental. La armada británica empieza a estar
presente en los territorios del mediterráneo oriental turco.

Aumenta progresivamente…. lo que plantea la curiosidad por conocer


estas nuevas sociedades que mucho tiempo fueron desconocidas para
Occidente.

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A partir de aquí nace la idea de que Oriente debe estudiarse por sí
mismo para tratar de entender por qué no ha logrado desarrollarse
de la misma forma que los países europeos ni haya alcanzado
tampoco los niveles de racionalidad que según Occidente
caracterizaba a la Europa de la época.

Vuelve a jugar un papel importante los viajeros, comerciantes y


diplomáticos que enviarán sus informes a los diferentes gobiernos
occidentales, y esta información entrará en contradicción con ese
corpus de prejuicios que hasta ese momento había construido
Occidente sobre el Islam.

A fines del XVIII y todo el XIX tendremos la progresiva presencia


occidental y el avance británico sobre la India y sobre lo que
actualmente es Indonesia de los holandeses, y muy temprano en la
década del 30 en el XIX tendremos la independencia griega; todo lo
cual hará que Occidente entre en contacto con las sociedades
orientales.

Los estudios orientalistas se desarrollarán de la mano de las dos


grandes potencias imperialistas de la época: Gran Bretaña y Francia,
pero también otros países tuvieron estas inquietudes, entre ellos
España por otros motivos.

Como nota final del XVIII, hay que decir que Voltaire fue autor de
una de las primeras biografías sobre Mahoma, una obra no concebida
desde los parámetros de la religión y además pretende desmantelar
unos tópicos que hasta ese momento se consideraban verdaderos.

El XVIII dejará un legado sobre Oriente: por un lado la creación del


propio concepto de Oriente como entidad analizable desde el punto
de vista científico, esto tendrá un desarrollo importante en el XIX con
la institucionalización en las universidades de los estudios orientales.
Y la segunda contribución de la Ilustración al conocimiento oriental
será la definitiva inserción de estos países en el marco de la Historia
Comparada donde ahora serán sujetos de la Historia, así como los
europeos lo son.

El XIX va a implicar un cambio en la percepción que se tiene de


Oriente debido sobre todo a las modificaciones de las relaciones
políticas Oriente-Occidente. Si en la época de la Ilustración todo
pasaba por un sentimiento de superioridad intelectual en el XIX por el
contrario lo importante iba a ser el dominio práctico de estas
sociedades de tal forma que el imperialismo va a necesitar para su

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expansión de dos elementos fundamentales: por un lado,
administradores coloniales que tengan los conocimientos suficientes
para poder gestionar estos nuevos territorios y estas nuevas
sociedades incorporadas a los diferentes imperios; y por otro lado
una justificación ideológica que permitiese a los imperios disponer de
los recursos de estas sociedades y de las mismas sociedades
coloniales.

Además de estos dos factores fundamentales tenemos dos con una


importancia relativa: por un lado lo que fue el gusto por el exotismo
de la Europa del Romanticismo, tanto desde la literatura como desde
el arte se creaba una imagen de Oriente que hacía hincapié en la
sensualidad, en el placer de los sentidos, que permitían por lo menos
escapar desde la óptica mental a muchos intelectuales a una sociedad
cada vez más industrializada en Occidente donde regia una rígida
moral sexual. Oriente era todo lo que Occidente no era en ese
momento, no podía serlo en aquel momento.

Estamos en una sociedad con una moral burguesa establecida muy


rígida que trataba de clasificar a todas las personas en todos los
parámetros. Véase el Código civil de Napoleón. Ante esta realidad los
intelectuales románticos empiezan a delirar con el gusto por esas
sociedades exóticas; entre ellas se encuentra España.

El Oriente construido por los románticos es la contracara del


Occidente de la época que se va convirtiendo en una sociedad fabril y
Oriente será una sociedad mucho más fantástica en lo que tiene que
ver con las riquezas, el exotismo.

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