Los drones son una realidad cada vez más presente en el día a día, estos

son vehículo aéreo no tripulado, donde mayoritariamente son usados en

aplicaciones militares actualmente. Hoy en día tiene diferentes funciones
fundamentales dentro de la sociedad, desde comerciales hasta en
rescates.

Pero en el marco del derecho internacional, este se aplica en dos ramas:

Como lo son el Derecho de los conflictos armados o el Derecho de la
Haya donde su objetivo es la regulación de las hostilidades y la
imposición de límites a los medios de hacer la guerra; Y el Derecho
Humanitario Bélico o Derecho de Ginebra, que es la que se encarga de
las víctimas de los conflictos armados.

Cada vez son más gobiernos que tratan de regular su uso doméstico,
intentando que los avances tecnológicos no interfieran de forma notable
en la sociedad. Su debate actual primeramente parte de la relación con
el uso de los drones en operaciones de combate, dado a que se ha
afirmado que en numerosas ocasiones, los ataques con estas aeronaves
han llegado a matar o lesionar erróneamente a personas fuera de
conflictos o civiles, como se ha venido presentando en Afganistán, Gaza
o Yemen. También por que la proliferación de los drones armados va en
aumento, y en este caso un mundo donde no hay ninguna restricción
sobre esta nueva tecnología, porque no han sido incluidos en el Tratado
de Comercio de Armas y tampoco han sido prohibidos por la
Organización de Naciones Unidas entonces lo que hace es amenazar la
protección de los derechos humanos, la prevención de conflictos bélicos
y sobre todo llega a amenazar el Sistema Legal Internacional.

Aun así se ha intentado buscar soluciones por las cuales los drones
queden vinculados de forma permanente al cumplimiento del Derecho
Internacional Humanitario, esto se refleja en la Declaración del Comité
Internacional de la Cruz Roja ante las Naciones Unidas, donde se expresa
la preocupación de nuevos medios de guerra. Insiste en comprobar que
antes de realizar algún tipo de actividad con estas naves deben de
comprobar su compatibilidad con la normativa vigente en los Convenios
de Ginebra y sus Protocolos Adicionales. “Los tratados vigentes no
prohíben expresamente estas armas pero, como sucede con cualquier
otro sistema de armamento, su utilización en los conflictos armados
debe atenerse al derecho internacional humanitario, en particular los
principios de distinción, proporcionalidad y precaución en el ataque”.

Estados Unidos es el principal país que acepta el uso de drones en

conflictos armados alrededor del mundo. Su principal argumentación es
la llamada “guerra contra el terror”, en la que defiende el uso de la fuerza
armada contra diferentes organizaciones terroristas, con las que, según
este Estado, se encuentra en un conflicto armado transnacional. Un
aspecto importante es resaltar la comprensión del uso de drones por
parte de Estados Unidos en países como Pakistán y Afganistán, tiene que
ver con la prohibición general del uso de la fuerza armada prevista por
el artículo 2.4 de la Carta 23 Art. 3 bis Convenio de Chicago de 1944. 26
de la Organización de las Naciones Unidas. Una regla jurídica que no
sólo tiene carácter convencional sino también consuetudinario.
Como opinión propia, creo que no está del todo mal la aparición de
estas aeronaves, dado a que se puede llegar a una utilización consiente
donde traiga beneficios internacionales, en lo que si no estoy de acuerdo
y hago más énfasis en eso es que estos estado se aprovechan de que
este tipo de tecnología no cuenta con ningún tipo de restricción a nivel
internacional, y donde obviamente se habla de prácticas ilegales y
conflicto armado lo que obviamente amenaza la paz y la seguridad
mundial.