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[LOS REQUISITOS DE VALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO]

De acuerdo con el artículo 140º de nuestro Código Civil, al conceptualizar al acto


jurídico, dicho precepto normativo también hace referencia a sus requisitos
necesarios (elementos esenciales de carácter general) que le son comunes,
es decir, encontramos cinco requisitos de validez que fluyen de dicho
texto, saber:

1. LA MANIFESTACiÓN DE LA VOLUNTAD:

La voluntad constituye la esencia misma del acto jurídico, pero sólo por la
manifestación el sujeto lo hace conocer. La conjunción de la voluntad y su
manifestación es el resultado de un proceso que va de lo subjetivo a lo objetivo,
de la voluntad interna o real a la voluntad manifestada.

En el proceso de la formación de la voluntad deben distinguirse tres fases: El


discernimiento, es un estado de conciencia determinado por el desarrollo
intelectual del individuo que invistiéndolo de la facultad de conocer en general,
lo coloca en condición de formar un juicio por medio del cual percibe y declara la
diferencia que existe entre varias cosas, de apreciar y juzgar sus actos y de los
ajenos, o en términos más simples de distinguir los diversos actos en sus
diferentes categorías.

La intención, consiste en el propósito deliberado de realizar el producir


sus efectos.

La libertad, debe entenderse como la espontaneidad de celebrar el acto jurídico.


Es la determinación, la facultad de elección. como consecuencia del
discernimiento y de la intención.
Clases de Manifestación:

a) Manifestación expresa

La manifestación de voluntad es expresa cuando los medios empleados por le


sujeto tienen por finalidad directa e inmediata dar a conocer la voluntad interna.
Tales medios pueden ser el lenguaj.ehablado o escrito y también el mímico.

La declaración expresa mediante la mímica 'se da cuando el sujeto revela gastos


o señas, tales como movimientos de las manos o de la cabeza. Este puede ser
un lenguaje tan expresivo como los anteriores.

El Código, además de dispensar un mejor tratamiento a la manifestación


expresa, suprime "la ejecución de un hecho material. El art. 141 establece que
la manifestación de voluntad es expresa "cuando se formula oralmente, por
escrito o por cualquier otro medio directo. Por esto ultimo debe entenderse el
lenguaje mímico más no la "ejecución de un hecho material" que cae dentro de
la noción del "comportamiento" al que se refiere el mismo Art. 141 como
expresión de la manifestación tácita.

b) Manifestación Tácita

La manifestación de voluntad es tácita cuando no está dirigido directamente.a


dar a conocer la voluntad interna; esta se deduce de ciertas actitudes o
comportamientos. las actitudes o comportamientos es lo que la doctrina
reconoce como falta concluyente, hechos concluyentes, los cuales deben
permitir una presunción de la voluntad de quien los realiza.

c) El Silencio

En relación al silencio debe dejarse establecido pues que la doctrina es unánime


en considerar Que, en si mismo no constituye declaración de voluntad. la
cuesüón está en cuanto existe obligación de explicarse y en tal caso, si el
silencio es una manifestación tácita o presunta.
León Barandíarán, criticando el Art. 1077 det Código del 36 y postulando su
modificación en el Proyecto de Reforma. dice que en lo atienente al silencio no
se trata simplemente de que exista o no obligación de explicarse, sino que el
asunto mismo acerca de qui tacit consertiré videtur o non videtur, debe
apreciarse según los' antecedentes circunstanciales en un caso determinado.

Así pues, el Código en su Art. 142 ha dejado establecido que "El silencio
importa manifestación de voluntad cuando la ley o al convenio le atribuyen
ese significado". la norma se contradice con la concepción del silencio en la
moderna doctrina, pues no.constituye manifestación de voluntad en ningún
sentido ya 'que carece de significado jurídico en sí mismo. El significado sólo se
le puede atribuir la ley o el convenio; la primera con sus normas supletorias; y, el
segundo con la hipótesis y
consecuencias previstas.

Manual de la Puente y Susana Zusman dicen que no significa que la ley o el


convenio traten de presumir cuál es la voluntad de silente, sino que se da al
silencio el valor de determinada declaración de voluntad, de tal manera Quesi el
sujeto calla, sabe que con ello están dando lugar a que su actitud tenga los
efectos jurídicos que señala la ley o se convenga entre las partes.

Sólo la ley o el convenio pueden, pues, atribuir significado al silencio.

2. LA CAPACIDAD

Si bien la manifestación de voluntad es la esencia misma del acto jurídico, la sola


manifestación no es suficiente para darle eficacia y validez. Es necesario que la
manifestación emane de un sujeto capaz. La capacidad se constituye por ello,
en un segundo requisito de validez.

La capacidad está referida tanto a la persona natural como a la persona jurídica


y abarca tanto la capacidad de goce como la de ejercicio. la capacidad se
distingue en capacidad de goce y capacidad de ejercicio.
La primera denota la aptitud para ser titular de derechos y obligaciones; la
segunda, la posibilidadde celebrar actos jurídicos por sí.

a) Capacidad de goce

Tratándose de las personas naturales, la noción de capacidad de goce


está contenida en el Art. I del Código.

Tratándose de las personas jurídicas que, como ya se ha indicado, tienen


también personalidad, su capacidad de goce se da con el inicio de su existencia,
ya sea que se trate de personas de derechos público o de derecho privado, y
está en función de su finalidad que, a las primeras se las asigna la ley Y.a las
segundas su acto constitutivo. Pero ambas, además. están sometidas, en cuanto
a su capacidad de goce, a la gran limitación que les impone el ser entre
abstractos, como contraposición a las personas naturales, pues sólo pueden
adquirir y teneríos derechos y contraer las obligaciones que no sean lnflerentes
a la condición de la persona humana, conforme al principio contenido en el Art.
43 del Código de! 36 Y que el nuevo Código no reftera, sin que ello pueda
significar la abrogación de este principio.

b) Capacidad de ejercicio

La capacidad de ejercicio, de hecho o de obrar, en la expresión de MESSINEO


es la aptitud para adquirir y para ejercitar con la propia voluntad, o sea, por sí
solo, derechos subjetivos o de asumir con la propía voluntad, o sea, por si solo.
obligaciones juríclícas, es decir de celebrar actos juridicos.

Las personas naturales tienen, pues, tal capacidad de ejercicio a partir de los 18
años de edad, pues antes de cumplirlos están en estado de Incapacidad y esta
será para menores de 16 años y relativa para los menores de 18 años pero
mayores de 16, salvo que contraigan matrimonio y obtengan título que los
autorice oficialmente a ejercer una profeslón u oficio. Así resulta de los Art. 42,
43, inc. 1; 44, inc. 1 y 46
deI C.C.
Pero no obstante la mayoría de edad, existen otras causas de incapacidad de
ejercicio.

Son causalesde incapacidad absoluta.la privación de discernimiento por


enfernedad mental y la imposibilidad de expresar la voluntad de manera
indubitable por causa de sordomudez, ciego, sordez y ciego mudez contorme al
Art. 43 incs. 2 y 3 del C.C., e! cual no ha mantenido la ausencia como causal,
como la contemplaba el Código 36 en el inc. 4 de su Art. 9 sino que le da un
tratamiento especial.

Son causales de incapacidad relativa el retardo y deterioro mental, la


prodigalidad, la mala gestión, la ebriedad habitual, la toxícomanla y la punición
con interdicción civil. conforme el Art 44 del Código vigente.

La capacidad de ejercicio no se da en las personas juridicas por ser entes


abstractos.

3. EL OBJETO

Si bien la voluntad que es la esencia del acto jurídico, debe ser rmanifestada por
un agente capaz, para que exista el acto jurídico se requiere, además, de un
objeto, que por e[lo se constituye también en un requístlo de validez.

Tanto el código del 36 como el vigente se refieren al objeto como requisito


de validez.

Caracteres del Objeto

Atendiendo a lo dispuesto por el Art 140, inc. 2 del Código, el objeto debe ser
posible tísica y jurídicamente; y según el artículo 219. Inc.3 debe ser también
determinable.
La posibilidad física esta referida a la factibilidad de realización con adecuación
a las leyes de la naturaleza. Se trata de una posibilidad material, como la
existencia o posibilidad de exístJrde los bienes.

La posibilidad jurídica está referida a la conformidad con el ordenamiento


jurídico. Se le suele confundir con la licitud, pero creemos que son conceptos
diferentes. La licitud es lo que guarda conformidad con el ordenamiento legal, el
cual queda comprendido en un concepto mas amplio como es el del
ordenamiento jurídico, que comprende los principios generales que inspiran la
idea de orden público y que se integra con la Jurisprudencia, la Costumbre y la
Doctrina.

La determinabilidad está referida a la identificación de los bienes e intereses que


constituyen el objeto.

4. EL FIN LICITO COMO REQUISITO DE VALIDEZ

El acto jurídico, segun el Artículo 140 del C.C. es la manifestación de voluntad


destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones juridicas. La finaalidad
o "fin licito” consiste en la orientación que se da a la manifestación de voluntad,
esto es, que ésta se diríja directa y reflexivamente a la producción de efectos
jurídicos, vale decir. a crear, regular. modificar o extingur relaciones jurÍdicas.
Habría pues una identificación de la finalidad del acto jurídico con el contenido
del mismo, o sea. con los efectos

La identificación de la finalidad con el contenido del acto jurídico, debe estar


referida al contenido especifico de cada acto, determinado por la manifestación
o manifestaciones de voluntad que le dan la existencia jurídica y a cuyos efectos
le son aplicables las previsiones establecidas por el o los celebrantes. Si las
previsiones presentan vacíos o defectos, pueden ser integrados por normas de
carácter supletorio; así el arrendamiento del predio urbano en el que no se
proveen las causas para la resolución del contrato, les son aplicables las
previstas en la Ley. Pero si las previsiones colisionan con normas de orden
publico, ésta prevalecen sea para hacer
nulo el acto o para asignarle los defectos que la ley tiene previstos.
5. LA FORMA

La forma, dice LEON BARANDIARAN comentando el Código del 36, es esencial


para el acto, pues sin forrma no caería dentro del ámbito de la vida jurídica.

La forma es, así otro de los requisitos para la validez del acto jurídico. Pero es
nescesano dejar establecido que no toda forma se constituye en requisito de
validez, aunque no puede concebirse un acto jurídico sin forma y que además,
esta constituye un medio de prueba de la existencia del acto.

a) Forma Verbal

Consiste en la manifeslación de la voluntad mediante el lenguaje hablado y sin


que la expresión verbal y oral se plasme documentalmente.

b) Forma Escrita o Instrumental

Consiste en la manifestación de voluntad mediante el lenguaje escrito, que


queda contenido en un documento. Puede tratarse de cualquier documento ya
sea un instrumento publico o un documento privado, ya otorgado ante notario y
otro fedatario o funcionario publico o ya otorgado de puño y letra por el propio
interesado o por otro, o por medio mecanográficos; puede tratarse de cartas,
telegramas, télex y en general cualquier modo de expresión escrita.

La ventaja de la forma escrita es que facilita la prueba. Puede la Ley, en


unos casos, requerirla sólo para fines probatorios (forma ad probationem)
y, en otros, por su carácter consustancial con el acto celebrado (forma
ad solemnithatem).
c) Forma Voluntaria o No Prescribe

Es la llamada forma libre y también convencional. Pero preferimos denominarla


forma voluntaria,porque es indicativa de la libertad para su adopción y porque
pudiendo resultar de la convención es, por ende, voluntaria

La noción de forma voluntana se vincula a la de los actos no formales que se


caracterizan por su consensualidad, es decir, por perfeccionarse con la sola
voluntad de los celebrantes, sin que la declaración deba revestir formas
predeterminadas por la ley. Así por ejemplo, la compra - venta que se formaliza
con el solo consentimiento de las partes; la donación de cosas muebles de
escaso valor, o el arrendamiento de las
partes, la donación de cosas muebles de escaso valor; o el arrendamiento de un
local comercial.

d) Forma Prescrita

Es la forma que la ley prescribe en carácter imperativo. Es por eso también


llamada forma necesaria, legal o forzosa; y la ley la designa refiriéndola aún con
formalidades adicionales a la forma escrita o instrumental.

La noción de la forma prescrita se vincula a la de los actos formales a las cuales


la ley les prescribe una forma. A su vez, la forma necesaria puede ser Ad
Solemnitatem, cuando la forma es consustancial al acto de modo que sin ella el
acto no adquiere existencia, y Ad Probationem, cuando la forma sólo es exigida
como medio de prueba.

Cuadros Villena completa el análisis de esta distinción entre las formas


prescritas por la ley, en general, pueden ser de dos clases:
 Formas Solemnes o AD SOLEMNITATEM, las cuales exigen para la validez
del acto jurídico de dos elementos:

a) La realización de la forma.

b) Que su omisión esté sancionada con nulidad. Se establece la forma solemne por
diversas razones, pero fundamentalmente para dar seguridad a los actos
jurídicos, tanto a los terceros, como a la sociedad, por la importancia social de
ciertos actos, y fundamentalmente para probar fácilmente el contenido del acto
jurídico.

La forma solemne más utilizada es la escritura pública, en la que interviene un


notario que da fe al acto y convierte al documento privado en un instrumentó
público, que produce fe respecto de la realidad del acto verificado ante el notario
o funcionario que lo extendió y autorizó. Esto no quiere decir que no matrimonio
en el que la ausencia de la forma establecida por la ley determina la nulidad del
acto jurídico. Ej: El art. 274 del CC establece la nulidad del matrimonio celebrado
con prescindencia de los trámites establecidos en los artículos 248 al 268.

 Forma Simples o AD PROBATIONEM, aquella que se utiliza solamente para


acreditar el acto jurídico y su contenido. En cuanto a ella, el art. 144 del CC
establece que cuando la ley impone una forma y no sanciona con nulidad su
inobservancia, esta forma solo constituye un medio de prueba de la existencia
del acto jurídico. Quiere decir que la forma ad probationem puede ser establecida
por la ley, es decir prescrita y puede asimismo ser acogida por los intereses.
Cuando es prescrita por la ley y no sanciona con nulidad, la omisión de esta
forma solamente debe determinarse como forma probatoria.
UNIDAD DE ACTO

Desenvolvimiento continuo de las distintas fases- y cumplimiento simultáneo o


sucesivo, pero sin interrupción, de todos los requisitos establecidos para un acto
o contrato jurídico, a fin de asegurar la persistencia de la voluntad, facilitar el
testimonio y garantizar que el otorgante o las partes no experimenten
modificación en su capacidad o voluntad.

De modo concreto, la ley se refiere a la unidad del acto al ocuparse del


testamento abierto (v.e.v.). Todas sus formalidades "se practicarán en un solo
acto, sin que sea lícita ninguna interrupción, salvo la que pueda ser motivada por
algún accidente pasajero" (art. 699 del Cód. Civ. esp.). Tales accidentes los
integran sin duda, por la frecuencia con que los testadores son enfermos,
necesitados a veces de cuidados médicos, los breves descansos o cortos ratos
de soledad para su atención o alivio. Tal amplitud no parece conciliable con el
otorgamiento en días distintos, a menos de ser continuos, como las horas finales
de uno y las primeras del otro.

Concretando el concepto, la jurisprudencia ha declarado que la unidad del acto


no se quebranta cuando el testador conserva en su poder, para estudio y
reflexión, lo escrito por el notario o su amanuense, cuando al cabo de algún
tiempo vuelven a reunirse el fedatario, el testador y los testigos, se da lectura
íntegra al testamento y se firma por todos ellos; porque ello obligaría en los casos
complicados o largos a fingir la unidad, no producida realmente. Y en verdad lo
que interesa es que entre la voluntad declarada o confirmada y la firma y
otorgamiento no haya intervalo sospechoso, (v. sent. del Trib. Supr. esp. del 28
de junio de 1928.) Así lo confirma otro fallo, del 16 de noviembre de 1918, por
cuanto la unidad del acto, que para practicar todas las formalidades del
testamento abierto exige la ley, ha de referirse al momento del otorgamiento, el
cual comprende tan sólo la declaración de Ja voluntad del testador, su lectura en
voz alta, la conformidad del testador con su redacción y la firma del testamento;
y por ello la incidental intervención de unos facultativos en nada alteró esa
unidad, y antes reforzó el requerido parecer del notario y los testigos acerca de
la lucidez mental del testador.

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