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¿Cómo negociar la hora de llegada a casa?

Al entrar en la adolescencia, los hijos comienzan a solicitar mas espacio e


independencia. La hora de llegada a casa suele ser uno de los temas que mas disputas
genera entre padres e hijos adolescentes. En esas primeras salidas, como en las que
vendrán después, establecer un horario de llegada a casa garantizará la tranquilidad
familiar.

Puede que no siempre llueva a gusto de todos y que, en ocasiones, los padres no sepan
cómo hacer frente a esta situación, por ello os dejamos una serie de pautas que faciliten
este trámite:

- Evitar negociar justo antes de salir: Una vez hayamos decidido entre los dos
padres la hora de llegada, se lo comunicaremos. Hazlo en un momento en el que
ambos estéis tranquilos y de buen humor y hazlo con tiempo, no lo dejes para
última hora para cuando esté a punto de salir.
- Dialogar y escuchar con paciencia: La opinión de los hijos unida a las
respuestas respetuosas de unos padres que les hacen pensar, les ayudará a
entender la conveniencia de un horario como medio facilitador de la convivencia
y no como una limitación de libertad.
- Los pactos deben ser serios y claros, explicando las consecuencias de no
cumplirlo (puede ser beneficioso escribirlos en un documento).
- Recompensas: Explicarle que dependiendo de cómo se vaya comportando y si
respeta ese horario de llegada poco a poco irá recibiendo más libertad..
- El horario debe ser estable: Sólo puede ser flexible en ocasiones especiales.
Por otro lado, pueden hacerse también extensiones puntuales del horario como
premios a conductas o esfuerzos encomiables de los chicos, pues con ello
estaremos además reforzando nuestra confianza en ellos. "Lo realmente
importante es que sepan que la norma existe y es firme, aunque puede adaptarse
en función de excepciones razonables.
- Si llega tarde: Hay que escuchar sus explicaciones, pero estas no le eximen de
su retraso. Al día siguiente, debe entender que todo tiene sus consecuencias. Por
tanto, en la próxima salida debe llegar antes. Si los retrasos son reiterados: no
dejarle salir el fin de semana siguiente.
- Conocer a sus amigos y los sitios que frecuentan: Eso ayudará a los padres a
conocer los problemas que se pueden encontrar. También es importante saber el
dinero que gastan, hay que limitárselo para que aprendan a valorarlo y no se
conviertan en personas consumistas.
- Controlar a los hijos sin que se sientan controlados: Los adolescentes se
deben responsabilizar de llamar a los padres, por tanto hay que evitar hacerles la
típica llamada de teléfono preguntando dónde está y con quién. Los chicos
tienen que sentir que controlan sus nuevas experiencias. Si han llegado a la hora
y en buenas condiciones durante un tiempo, tampoco es necesario fiscalizar
porque sienten que no tienen libertad.

Palabras clave: #Adolescencia #Normas #Psicologia #Comunicación

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