UNIVERSIDAD PRIVADA DEL NORTE

IDENTIDAD PERUANA Y
ARQUITECTURA DEL
SIGLO XXI
ALUMNA: NUÑEZ CHAVEZ VALERIA NICOLL

DOCENTE: ARQ. CESAR CASTAÑEDA

ARQUITECTURA Y DISEÑO EN EL PERÚ
 IDENTIDAD PERUANA Y ARQUITECTURA DEL SIGLO XXI

Durante años, se ha buscado a través de la arquitectura una forma de transmitir la

identidad peruana, lo cual se ha manifestado a través de la intensa búsqueda de
un estilo propio que nos defina como peruanos y que dé a conocer nuestra cultura,
costumbres y sociedad. “Esa no es sino una más de las características
fragmentadas y surrealistas del paisaje urbano limeño, en donde a los contrastes
históricos hay que sumarle los sociales” (p.13)

Cuando hablamos de arquitectura peruana, abarcamos no solo aquella en la que

intervienen profesionales, sino también aquella que forma parte de la imagen
urbana de la ciudad, de la construcción informal, la llamada arquitectura chicha,
que está presente en gran parte de la ciudad y en sí, contribuye a nuestra
identidad. “Lo propio de la historia de la arquitectura en Lima..., se halla pues en la
dispersión de sus escuelas y en la fuerte influencia del contexto social, de manera
práctica e intelectual de su propio desarrollo (p. 26)”

Así pues en los últimos años, específicamente en los últimos diez años, se ha
desarrollado una generación con el objetivo claro de rescatar aspectos
tradicionales y propios de una manera lógica al momento de comunicarlos
mediante proyectos contemporáneos.

Mucha de la arquitectura que vemos en la

actualidad en nuestro entorno, se limita a seguir
o acomodarse fácilmente en tendencias
internacionales, lo que hace pensar que no hay
nada nuevo por mostrar o transmitir, sin embargo
existe un gran grupo de arquitectos jóvenes, lo
cual nos incluye, con una visión mucho más clara
y fuerte de lo que queremos lograr como
identidad nuestra, como parte de nuestro medio,
de nuestro contexto y cultura.

“Lo que una obra quiere “comunicar” está directamente ligado a la posición que
adopta frente a la ciudad en la que se construye… esta dimensión de lo
arquitectónico está ligado a la obra como hecho social y cultural” (p.43)

La modernización y las nuevas vanguardias o estilos han sido siempre un tema de

debate dentro del siglo XX y XXI, tiene que ver más que nada en la forma en como
nos adaptamos a ellas, y por adaptarnos no hablo de “copiar”, a lo largo de la
historia de nuestra arquitectura y en un intenso afán de encontrar algo
trascendental que nos diferencie, hemos caído en lo literal y en la copia, en hacer
una arquitectura que no dice nada y que nada tiene que ver con nuestra identidad
como peruanos.

Seguir nuevas tendencias internacionales no es malo, ya que esto es algo que

prevalece desde hace tiempo atrás, pero si el hecho de conformarnos con una
arquitectura “muda”, de abandonar nuestras ideas.

Si bien es cierto, podemos citar aquí muchos ejemplos de lo no tan bueno de la

arquitectura del siglo XXI en Lima, pero hay que centrarnos en lo bueno, en la
búsqueda actual de algo que nos permita llevar nuestra cultura a nivel
internacional en el ámbito arquitectónico.

Así tenemos proyectos como el más

reciente Lugar de la memoria por
Barclay & Crousse arquitectos, que
mediante su propuesta no solo busca
conmemorar a quienes sufrieron durante
el periodo de violencia, sino también
involucrarse con su entorno, es decir
busca recuperar mediante su volumetría
las dimensiones naturales de la bajada
de Productores en Costa Verde, que es
parte del patrimonio paisajístico de Lima.

Se reproduce así un recorrido que parte de un contexto metropolitano hacia uno

natural, tal como se hacía décadas atrás con las casas de playa justamente
ubicadas cerca de la Costa Verde.

La mímesis y el contraste son parte fundamental del

proyecto, las cuales se ven reflejadas en su base
conceptual. “Las corrientes de la arquitectura
peruana, durante las tres o cuatro primeras décadas
del siglo, tuvieron cierta carga narrativa en su
trabajo, un deseo de contar cosas… una manera de
ver las cosas o el sueño de algo que nos defina
culturalmente” (p.87).El hecho de que hayan sido los
ganadores, nos muestra el cambio de la forma en
que vemos la arquitectura peruana, una forma de
superar cualquier forma de invención y aportar con
lo propio a nuestra cultura arquitectónica, un aporte
a nivel de espacios públicos, que contribuyan al
encuentro de la sociedad, a un mayor intercambio cultural, algo que nos identifique
y nos reúna.

Por otro lado Luis Longhi con la reflexión de identidad andina en sus trabajos, no
solo abren un periodo de renovación para la arquitectura, sino también que sus
ideas aportan a enriquecer nuestra constante búsqueda de identidad
arquitectónica. Su trabajo se caracteriza por el uso de técnicas constructivas
artesanales y que son remembranza de nuestros ancestros peruanos, una forma
de sentir y pensar antes de proyectar arquitectura.

Así, una de sus más representativas obras, La casa Pachacamac, está ubicada en
la ladera de una de las montañas a modo de no desperdiciar tierra productiva
como se hacía antiguamente por nuestros ancestros, Longhi recupera esa visión
ancestral y la aprovecha para generar hermosas vistas del valle, genera
espacialidad en sus recorridos con
vistas al final de estos que se abren
hacia el valle. “…Algunos arquitectos,
ingenieros y constructores, se
entregaron a imitar casi literalmente la
arquitectura internacional […] La
esperanza que las obras hechas en el
Perú tengan de por si un carácter
singular que les da la tierra sobre las
que están construidas” (p.267)

Aquí no solo nos muestra una idea de identidad mediante la materialidad y la

mimetización con el lugar, sino también algo que evoca parte de nuestra cultura, la
apreciación hacia lo natural, hacia la tierra por parte de nuestros antepasados.

De este modo, dejamos de la lado la asociación de lo “peruano” con lo netamente

precolombino y colonial, sino encontrar ese punto de equilibrio entre cada parte de
nuestra historia, de nuestra cultura que nos identifique. Actualmente, como en los
ejemplos expuestos, en pleno siglo XXI, no solo en Lima, sino en el Perú existe
una preocupación y un mayor interés por encontrar lo propio y original, donde nos
encontremos con nuestra cultura e identidad, definirnos como peruanos.