INTRODUCCIÓN

La característica más significativa de las células tumorales es su crecimiento rapido y

más caótico, que es el resultado del fracaso de los procesos reguladores en la célula.
Por esto, dos eventos críticos que influyen en la homeostasis del tejido se ven afectados:
el ciclo celular y la apoptosis.

Las células tumorales siempre se caracterizan por trastornos de este equilibrio, que se
deben al aumento de la velocidad del ciclo celular y la resistencia a la inducción de la
apoptosis. Aunque el proceso de transformación neoplásica en diversos tejidos difiere,
el tejido neoplásico siempre presenta algunas de las mismas características: autonomía
en la producción de factores de crecimiento, sensibilidad reducida a las señales de
inhibición, falla de la apoptosis, alto potencial replicativo, trastornos en el ácido
desoxirribonucleico (ADN) Reparación, angiogénesis y capacidad de invasión tisular y
metástasis.

Los tumores malignos se forman sobre la base de alteraciones genéticas con la

contribución de los cambios epigenéticos que afectan principalmente la expresión de la
información genética. Cambios genéticos: las mutaciones (cambios en la estructura
primaria del ADN) ocurren continuamente en todas las células del organismo como
resultado de factores exógenos y endógenos. Para la transformación maligna, el daño
crítico es principalmente de tres grupos de genes: protooncogenes, genes supresores
de tumores y genes de reparación de ADN.

Los cánceres ginecológicos son un grupo de enfermedades en las cuales el pronóstico

depende de cambios genéticos, epigenéticos y proteómicos. El uso de técnicas de
biología molecular, incluido el análisis de metilación del ADN, se está convirtiendo en
una herramienta cada vez más importante no solo para la investigación básica, sino
también para decidir la terapia adecuada.

El cáncer ginecológico es un crecimiento descontrolado y diseminación de células

anormales que se originan en los órganos reproductivos. Hay varios tipos de cánceres
ginecológicos que incluyen cáncer de mama, cervical, ováricos, uterinos /
endometriales, vaginales y vulvares.

Los exámenes de detección y los autoexámenes regulares pueden resultar en la

detección de ciertos tipos de cánceres ginecológicos en sus etapas iniciales, lo que
aumenta la probabilidad de un tratamiento exitoso y la posibilidad de una cura completa.
Es importante conocer el historial de su familia para ayudar a determinar si es posible
que tenga un gen que lo haga más susceptible al cáncer; saberlo puede aumentar las
posibilidades de prevención o diagnóstico precoz.

Las opciones de estilo de vida, como la dieta y el ejercicio, pueden tener un papel
importante en la prevención del cáncer.

Aún así, todas las mujeres corren el riesgo de desarrollar un cáncer ginecológico. Es
importante saber qué tipos de cánceres existen y también conocer sus signos y
síntomas para que pueda ser proactivo en su salud.

En el presente informe nos vamos a enfocar el los factores de riesgo y prevención del
cáncer ginecológico