LM
UaCiGN. De
TAPALADRA,
30 Le teologé andarvental
A. BALANCE HISTORICO
I. EVOCACION HISTORICA DE ESTA DISCIPLINAS
El uso més antiguo de la expresién teologia fundamental puede
encontrarse ya a principios del siglo XVIII, aunque su formulaciin
ia no aparece hasta el siglo XIX, especialmente con
cltitulo de Apologética. A pesar de esto, conviene tener presente que
;ologia fundamental o apologética, tal como aparecié en el curso del
siglo pasado, hunde sus rafces més propias en el tratado de los
-0s” (loci theologici) dela fe y ain, en las “cuestiones
Juteranismo y calvinismo hacia el 1550 ~con un testimonio claro en el
Catecismo Romano de 1566 en su capitulo dedicado a as cuatro notas
dela Iglesia que posibilité ya una apologética a dos niveles: el trata-
do De Vera Religione y, después, el De Vera Ecclesia’
8. Sobrela historia en general cf, A. Dulles A Hitory of Apologetic, London
excelente panotiinica hisérica en, W. Geerlingy/G. Larcher). Reikertorter, Apolo:
dhe sd fonderontalivologieche Moorente
a Teoloia Epaole en el sig XVE Ti,
6511-424, con un esqusina deleslugatsioliicas desde santo Toss
fa fundarnental, boy: identidad y aticulacion 31
Con todo, el movimiento filoséfico y cultural que representa la
glo XVIII remueve los fundamentos del pensar teo-
-y prepara el “nacimiento” propiamente dicho, ya en el siglo XIX,
de una nueva disciplina académica, ya sea con el nombre de teologia
fundamental, ya sea con cl de apologética. En efecto, como conse-
cuencia de la nueva situacién espiritual, cul
na teol6gica auténoma. ¥ esto sucedié tanto en campo protest
donde FD.E, Schleiermacher (1768-1834) fue el primero que hablé de
a toda la teologfa siendo el iniciador de
la filosofia de la religi6n, asf como por el fundador de la escuela cat6-
de Tubinga y verdadero iniciador de la Apologética, JS. Drey
-1853)!2. Contemporiineamente en el Colegio Romai
versidad Gregoriana de aquél momento G. Perrone S,
yy la escuela romana, aislaron definitivamente la Apologetica!?. Pero
‘hasta Melchor Cano pasando por Juan de Torquemada, Fancsco de Vitaia, Domingo
de Soto, Bartclome de Cazeanza y Ambrosia de Salsa, el mas recent estudio de].
Belda Pans, La excels de Selaroce, Mac 200; una perspctva mss eleolgica
btlesiologsicbe Bedeatun der Stet,
spologécica en dos tratades: 1) de vere Religionedegid alos no ereyents,
2 de vere Eeiesis Chris igualmante, J. Rekerstrfr, Fandamontltbeolgiebe Modelle
der Nese HET 4: 242-264, says "equh
1. Le escuela catia de Tubing incluye “aquellos teSlogoe qu, come disipu
eS. Dre sguen ua lines de pensamiento comin freaea austin l roman:
ibe E.Vilanova, Historie dela Teologie Critone
-E Schte, La Erle Tbigs en, AAW, Flic
Dic Lebresor de Tadoe ede Rnb Sele Fc
intesis de KH Neate La Sole Roronsca,. Fisichella (ed), Soria delle32 La teologiafundam
‘veamos con mas detencién el contexto del nacimiento de esta disciplina
para comprender mejor su enfoque y caracteristicas iniciales,
IL, EL-CONTEXTO DEL NACIMIENTO DE ESTA DISCIPLINA: LA ILUSTRACION
rézmino que no sélo indica
10 también un movimien-
to histérico-cultural. Tal movimiento es concebido como cl inicio de
‘como una nueva época que intenta cam:
de los hombres, asf como
bumanidad es
ue raz6n y libertad configuran una fuerte alianza: la razén se pone
stad y ésta quiere vincularse s6lo a la razén,
Thostracién ademés el Occidente deja de ser inequivoca
os" sélo natural y sucesivamente, tomas de pos
cientificas de talante ateo o al menos agnéstico. De esta forma se pro
dduce una gran fractura y contraposicién entre el univers religioso, por
tuna parte y, por la otra, el universo cultural en el cual, atin cuando per-
smanece la referencia a Ja trascendencia, es prevalente cl reclamo a la
autonomin de a razén ertca. En este sentido el lola obra de E
Kant (1724-1804) es emblemética: La religiin dentro de los limites de
le raxén (1793), como realizacién de la religidn siguiendo la insistente
invitacién de la HustraciGn: Sapere aude! (jatrévete a pensar!, es decir,
rae dear cabeza! ‘in que después asumiré un
mucho més amenazador en las paginas del paclre del atcismo de
sane Feverbech 8041872). acini
‘Ahora bien, la critica ilustrada en cuanto verificacién de la condi
ciones de posibilidad de la revelacién, del reconocimiento de su acon-
sminacn de tu aor referido al conoci
tiene un significado exclusivamente negativo
y destructor dela revelacién, sino también un significado posi a
hhecho, las repercusiones de la modema critica dela religiGn y de la reve
lacién sobre la autoconciencia de la fe cristiana son enormes, de tal
forma que se puede decir que a causa, aunque no sea la time, de su
insistencia que se ha reforzado el interés por la revelacién. Asi, junto
con|a critica dustrada aparece los primerostratados sstemiticos sobre
la revelacién, llegindose a crear una nueva disciplina: la Apologética de
la religién y de la revelacis
Tustracidn como a la Revelaci6n, es la iluminacién, ya
eclaman aexperiencias de “luz” yal final cabo, a Dios como fuente
Fe toda lur y 5a vez, ambos se comprometen en el servicio ala
Gad, plantedndose, pues, la cuestién permanente obrela eacisn entre
fe revelada y pensamiento ilustrado'?.
‘Nétese ademas el hecho de que
de revelacién se mueve en una relaci6n de 0
Ga relacion con el cristanismo, pasando con frecuencia de wna p
fuicialmente mas reduccionista a un final més abierto, tal como
guan Fichte y Schelling y ain el
Tidad Ja llamada “dialécti
M. Horkheimery Th. Adorr
superacién, aungue éta puede realizarse
fon resultados diversos y afin opuestos
‘Por eso no es extra que el paso hacia una nueva ap
ntze lara
Tativa y la razén practica Tega a ser el je filoséfico para mu
logetas del siglo XIX, especialmente protestants. Muchos sguen st
etencia de quel feha de basars en la vor dela conciencla ye
saa ae obligacién moral. El efecto més claro de esta reflexi6n fue
are religion como distinta forma de conocimiento, disimilar
\minista del concepto
et amo (“odio y am
"Pana algunos apologetas eso lle aun certo fideismo, como impa
sibidad de justifiear el asentimiento de lafe por un proceso racional
ad mundo protestante, asf Kierkegaard y disefpulos. Para
otros, ainfluencia de la ica condujo a una apologética del
crasén, como ED. Schleiermacher en Alemania, S, Kierkegaard (1813
$59) oa Dinamarca, 8.7. Coleridge (1772-1834) en Inglaterra, FR. de
Chateaubriand 848) en Francia, basada en las aspiraciones del
sa umano, iniciada ya pot B, Pascal (1632-1662). Otros, final
enre, optaron por el intuicionismo o pos algunas formas de pragma
‘Fano rligiose basadas en los postulados dela raz6n prictica, como los
125-139; siness dP
Fels rivelaxone: Lat 61 (1995) 345
‘hang HETB2: M8.
fos Ares 1971,
vista MM, Olivet eon introducci6n ala ed
ole sola ragione, Bas 1995, V-XLIVL,
e expedalmes
12, CLE. Vilanova,
eae
‘br
dercliveel
Mancini, R Scheel
E Prywars,34 La teologe fundamental
discipulos de Kant, G. Hermes (1775-1851), condenado més tarde por
el Santo Oficio [DH 2738-2740], y el neo-kantiano protestante A.
Ritscl (1822-1889).
IIL. Los FUNDADORES DE LA NUEVA DISCIPLINA:J.S. DREY ¥ G. PERRONE
TD Jobann Sebastian Drey (1777-1853), iniciador dela “Escuela eat6-
Jica de Tubinga”, publica su, Die Apologetik als Wissenscbafiliche
Nachweinung der Gattlichkeit des Christentums 1-3 (1838-1848), que la
concibe como una nueva disciplina (“neue Disciplin”: val.1: IV) que
tiene como objetivo, tal como dice su titulo, la demostracién cientifi-
smo, El nacimiento de esta joven disci-
pilina, o al menos su nueva estructuracién, era para Drey fruto de un
sentimiento general de su necesidad” (allgemeinen Gefubl tbrer
Notwendigheit; vol. 1:1V). Su articulaci6n es triple: Apologetik 1: filo
sofia de la revelacién; Apologetit 2 : la religion en su evolucin hist6-
rica hasta cl cumplimiento en la revelacién de Cristo; ambos tratados
se combinan entre si a causa de la interdependencia del concepto de
religidn y de revelacién; Apologetit 3: la revelacién crstiana en Ja
Iglesia catdlica, tratado que, en cambio, sigue la forma clasica del De
Vera Ecclesia. Como método J.S. Drey articula el dogmatico-positivo
referido a la Revelacién, a Cristo y ala Iglesia, y el método racional-
especulativo, de talante apologético-intrinsecista, como camino para
tuna demostracién cientifica!.
La influencia de JS. Drey y dela Escuela de Tubinga se dejé sen-
tiry esta nueva disciplina, ya con el nombre de teologia fundamental,
fue apareciendo progresivamente. Asf, en Praga a partir del 1857 surge
la primera cftedra propiamente de esta disciplina con J.N. Ebslich,
Fundamentaltheologie (1859-1862), A su ver, se experimenta la asun-
cin del adjetivo “fundamental” para esta nueva disciplina t
paralelo a la creacién de la “filosoffa fundamental”, gracias ala gran
resonancia que tuvo entre los teélogos catélicos alemanes la traduceién
alemana en 1855 de la Filosofia fundamental del filésofo J. Balmes
(Vic/Barcelona, 1846), asi como la bésqueda de una disciplina similar
15, CE APM, Kustermann, Die Apologen5.Dreys, Tabingen 1988; Drey JS.
DIF349.354; Dey] SL THK 3 (1995) 373s; M Sele, joan Sebastian Drey
1855) redo en, G. Colic (ed), Diet Ezlsia, Roma 1999, 285298; WL,
‘The Binh of the Catblic Tibingen School. The Dogmatis of Joban Se
Michigan 198
La teologa fundamental, hoy: dewtidad yarticuacion 3B
ala philosopbiaprima'®. En este sentido es sigificativo el eambio expe-
timentado por a obra de J.B. Schwetz, Theologie generals (1850), que
gn su segunda ediciSn asume ya el titulo de Theologia furdamentais
186:
(ey Giovanni Perrone SJ. (1794-1876), fundador de la “Escucla
Romana”, en el Colegio Romano -la actual Pontificia Universidad
Gregoriana de Roma-, Con el primer volumen de su obra, Praelectones
theolagicae 1: De Vera Religione/De locis theologicis (18:
rrolla un modelo teolégico sistemético donde trata la
Sfundamento” -n6tesc la palabral~ de la teologia [/undamentum trac
tatum de religione: vOl.1, p.LIT] y tiene como objetivo dem
specesidad y la existencia de la revelaci6n, ya que la Hustra
Perrone, promueve “el divorcio entre la ciencia y la fe” [seentie inter
acfiders compl iculacién es dot
De Vera religione, como demostracién contra los inerédulos y het
doxos, y el De lois sheologici
lacién, Su método es controversistico en la linea de
08,
la tendencia de G. Perrone la que
dominé en el panorama de la naciente disciplina, especialmente por su
cslaboracién en la declaraciones del magisterio, como el dogma de la
Tnmaculada Concepcién de 1854, el Sylab
dal concilio Vaticano I (1870). Los demés miembros de la Escuela
Romana como C. Pasaglia, C. Schrader y, especialmente, J.B. Franzelin,
‘nfluencia creciente. Todos ellos, rechazando la critica kan
‘ena demostrabilidad de la existencia de Dios yen la cre-
la revelaci6n. Con todo, un pensador como el eardenal LE.
1890), expresaba y bablaba de la epistemologia del
10 con gran cautela, Por otto lado, un grupo sig-
os de est siglo preferfan basar la razonabilidad de
16. Cl ast G, Sshngen, Fundamentalbecloye: DSK 4 (1960) 432-459, y F
‘Schissler Forenza, Fomidational Toeoog, New York 1992, 237,
Sr Ch PLicher, Offenbaran, Munchen 197,85). Fy
‘doar nae igen etd 5053558
cr re Encloebia dT, 23 348 M. Soke, Bil
eee Tees ak 4993) 27-338, yen ETH AI 2038
Pe lee Hise de la thdologi au XIXe.sitele I, Pati:
pin plus vnierslemene conn de son éPoaue.
Walter, Petrone, G: LTHK 8 1999) 38