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Cómo percibir los chakras

Una vez reconocidos los siete chakras, podremos medirlos con un péndulo para
detectar su tamaño y circulación, la cual deberá ser pareja para todos los
chakras.

El trabajo con el péndulo es sencillo y podrá realizarse sólo aprendiendo a


utilizarlo. Éste nos servirá de pauta para percibir el estado energético en el que se
encuentra cada uno. En caso de no utilizar un péndulo, podremos también
percibir el campo energético a través de las manos. Es importante realizarlo con
una persona que se preste para este ejercicio, ya que la sintonía deberá realizarse
con la persona en estado de relajación y para ello, deberá eliminar toda
expectativa. Quien nos ayude deberá estar en calma y respirar suave y
rítmicamente, sin poner su atención en ningún punto en particular. Puede ser
útil que la persona piense en un paisaje, que cante mentalmente una canción o
simplemente que ponga atención en su propia respiración.

Podemos realizarlo en una camilla, una silla o de pie: la comodidad debe ser algo
importante para ambas personas. En el caso de que la persona esté acostada,
primero realizaremos unos minutos de respiración y relajación para poder estar
en calma. Ambas personas estarán en un lugar tranquilo, libre de interrupciones
y ruidos molestos y, bien predispuestas al ejercicio.

Llamaremos a la persona que será reconocida el "receptor", y a quien realizará el


reconocimiento, el "realizador". El receptor estará en la posición elegida y el
realizador comenzará a hacer ejercicios de reconocimiento de la energía (ver
Capítulo 6).

Luego de sintonizarse con la propia energía, con los chakras de las palmas de las
manos irá recorriendo al receptor desde la cabeza hasta los pies por la línea
media del cuerpo muy lentamente y manteniendo las manos aproximadamente a
unos 5 cm. del cuerpo físico y estando atento a cualquier modificación en las
sensaciones recibidas.
Una vez finalizado el recorrido de reconocimiento, comenzará a percibir uno a
uno los chakras, desde el primero o raíz. Al llegar a la altura del chakra raíz,
dejará las manos unos instantes y recordará cada sensación recibida a través de
las manos. Las percepciones pueden ser muy variadas, desde un cambio de
temperatura, un hormigueo en las manos, una sensación de presión o un vacío
debajo de las mismas. Toda variación deberá ser retenida en la memoria para
luego realizar el reequilibrio donde sea necesario en caso de ser terapeuta
energético.

Una vez reconocido el chakra raíz, pasará al segundo chakra y realizará lo mismo
deteniéndose unos minutos. Deberá pasar, así, por cada uno de los siete chakras
principales, hasta llegar al de la coronilla. En caso de haber percibido alguna
diferencia energética en alguno de los chakras, se procederá a reequilibrar el
mismo con la técnica que cada uno conozca: Reiki, Chi Kung, sanación pránica,
Kung Fu Chio, testeo celular, entre otros. En caso de no conocer ninguna de
éstas, es un buen momento para comenzar a investigar sobre la técnica más
apropiada para uno mismo.

Una vez reequilibrado el o los chakras en los que había diferencias energéticas, se
volverá a revisar energéticamente al receptor para constatar los cambios.

Luego de realizar un "barrido" energético -que consiste en arrastrar las manos a


unos 5 cm. del cuerpo desde la cabeza hasta los pies, por el frente y los costados
del cuerpo- se agradecerá a la "Creación", a los ángeles, o a los Seres de Luz que
nos asisten y, suavemente haremos que el receptor vuelva al estado de relajación.

En caso de haber percibido algún desequilibrio, alguna visualización de imágenes


o modificación energética durante el ejercicio, es muy importante no alarmar al
receptor haciéndole preguntas al respecto, ya que esto lo desequilibraría aún más
desde el punto de vista energético. Sólo luego de una conversación, irán
apareciendo las respuestas a nuestros interrogantes, sin que ello modifique la
actitud del receptor. De la misma manera, resulta fundamental tener conciencia
de que en ningún momento, esto nos capacitará para interrogarlo ni nos
habilitará para realizar un diagnóstico o determinar si posee una anomalía.

Lo que presentamos aquí, no es más que un ejercicio de inspección energética


para la sintonización con los campos sutiles. Sólo los Maestros en sanación
energética o quienes posean experiencia suficiente en el tema, podrán determinar
qué técnica utilizar para el reequilibrio de estas anormalidades en el campo
energético.

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