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También conocida como “método japonés”, la teoría Z fue desarrollada por William
Ouchi en colaboración con Richard Pascale. Esta teoría considera que existen 3 tipos de
empresa: las empresas A (americanas), las empresas J (japonesas) y las empresas Z,
cuya cultura es novedosa y se denomina cultura Z.
La cultura Z es una cultura empresarial con ambiente laboral integral que favorece la
autosuperación
La cultura Z se caracteriza por ser participativa y estar basada en las relaciones
humanas, considerando al trabajador como un ser integral de su vida laboral y personal,
motivo por el cual el trabajo en equipo, la confianza y la toma de decisiones colectivas
son los máximos en los que fundamenta esta filosofía empresarial humanista.
El sentido de pertenencia es el motivo por el cual el trabajador se siente parte de la
estructural de la empresa, y por ello, asume su rol como una pieza más del entramado
organizacional, dando todo de sí mismo para alcanzar los objetivos empresariales,
asegurando así la óptima productividad.
Principios de la Teoría Z
1. Confianza
2. Relaciones humanas con sutileza
3. Estrechas relaciones sociales
Qué comparten las empresas Z
1. Formación de los trabajadores constante e integral mediante un plan de
capacitación.
2. La finalidad es disminuir la rotación de personal.
3. Son empresas adaptadas al proceso de evaluación contante y promoción
personal.
4. Los objetivos de la empresa, definidos con base en la filosofía Z, deben ser
totalmente congruentes.
Pasos para desarrollar la cultura Z
1. Entender la cultura Z y ser conscientes de la transformación empresarial, así
como el rol que ocupa cada trabajador.
2. Evaluar la filosofía de la empresa previa a la transformación.
3. Definir la nueva cultura de empresa y hacer partícipe a todos los integrantes de
la organización.
4. Empezar por crear estructuras e incentivos.
5. Establecer lazos personales entre los trabajadores y la organización.
6. Hacer una evaluación de los cambios efectuados.
7. Asignar el número de categorías y los empleados en cada una de ellas.
8. Fijar un sistema de evaluación y promoción de los trabajadores.
9. Ampliar las carreras de los trabajadores.
10. Promover la participación y dedicación de los trabajadores.
11. Procurar la plena dedicación de los empleados, tanto en la vida social como
familiar.
La finalidad de seguir estos puntos es conseguir establecer unas metas comunes para
todo el equipo, compartiendo objetivos y disfrutando de sus tareas diarias. De este
modo, la satisfacción por logros conseguidos es conjunta, lo cual favorece la mejora del
rendimiento del equipo.
Conclusiones TEORIA Z
La Teoría Z asume que el trabajo forma parte de la vida personal del trabajador y que de
hecho juega un papel principal: el trabajo determina la calidad de vida e influye en
todos sus ámbitos.
Cuando un empleado se siente valorado en el plano personal y tiene un sentimiento de
pertenencia a la empresa, dará lo mejor de sí mismo para alcanzar los objetivos y
aumentarán tanto calidad como la productividad.
Implementar la cultura Z en una empresa implica prestar una especial atención a las
relaciones personales, con una base de confianza.
Esta teoría sostiene que, si se confía en el buen hacer del trabajador, este se esforzará
por cumplir los objetivos: la confianza fomenta el autocontrol y la autosuperación.
Para mejorar el rendimiento de la empresa es necesario que existan objetivos
verdaderamente comunes, que el trabajo en equipo produzca satisfacción y que se
comparta el gusto por llevar a cabo las tareas.
En este sentido, la participación es la clave: tomar decisiones colectivas es la forma de
que se asuma la responsabilidad de cada uno y es una muestra de la importancia del
papel que juega cada participante de la empresa.
La estructura participativa del trabajo en equipo, cuando nace de una motivación
auténtica, fomenta el buen funcionamiento de la compañía.
La humanización de las condiciones laborales hace que la empresa y sus trabajadores se
desarrollen de forma simultánea.
El estudio comparativo de Ouchi y la supervivencia de este modelo de organización
empresarial a lo largo del tiempo, da muestras de sus beneficios.
Adaptar aquellos aspectos que más interesen de la Teoría Z a una compañía en
particular, puede generar buenos resultados si se hace de la manera adecuada.
El esfuerzo
individual está dirigido, por una parte, por las capacidades y habilidades den individuo y,
por otra parte, por las percepciones que él tiene del papel que debe desempeñar.
La evaluación del desempeño es una sistemática apreciación del desempeño del
potencial de desarrollo del individuo en el cargo, y todas las evaluaciones son un
proceso para estimular o juzgar el valor, la excelencia y las cualidades de alguna
persona.
Una evaluación del desempeño es un concepto dinámico, ya que los empleados son
siempre evaluados con cierta continuidad, sea formal o informalmente, es una técnica
de la dirección imprescindible en la actividad administrativa, es un medio a través del
cual es posible localizar problemas de supervisión del personal, de integración del
empleado en la organización o al cargo que ocupa en la actualidad, de desacuerdos, etc.
En otros términos la evaluación del desempeño puede ayudar a determinar la falta de
desarrollo de una política de recursos humanos adecuada a las necesidades de la
organización.
La responsabilidad por la evaluación.
La responsabilidad por la evaluación del desempeño humano se atribuye a diferentes
dependencias, de acuerdo con la política desarrollada en materia de recursos humanos.
En algunos casos se asigna a un organismo Staff perteneciente al área de recursos
humanos, en otros casos se asigna a una comisión de evaluación del desempeño
El supervisor directo:
La mayor parte de las veces, la evaluación del desempeño es responsabilidad de línea y
función de staff con ayuda de la dependencia de administración de recursos humanos.
Quien evalúa es el propio jefe que, mejor que nadie, tiene condiciones para acompañar
y verificar el desempeño de cada subordinado señalando sus fortalezas y debilidades.
Sin embargo, los jefes directos no tienen conocimiento especializado para poder
proyectar, mantener y desarrollar un plan sistemático de evaluación de desempeño de
su personal.
El empleado:
Algunas organizaciones utilizan la auto evaluación por parte de los empleados como
método de evaluación de desempeño. Este es poco usado porque solo puede utilizarse
cuando el grupo de personas está compuesto por personas de buen nivel cultural y de
alto cociente intelectual, además de equilibrio emocional y de capacidad para hacer una
auto evaluación despojada de subjetivismo y de distorsiones de índole personal.
La comisión de evaluación del desempeño:
En algunas organizaciones la evaluación de desempeño se asigna a una comisión
especialmente nombrada para este fin y constituida por funcionarios pertenecientes a
diversas dependencias de la organización.
Presidente o Director ………………………………. -> Miembros
Director de recursos humanos ………………….. -> estables o
Especialista en evaluación del desempeño ….. -> permanentes
Ejecutivo de organización y métodos…………. ->
Director del área donde esté Miembros
Mayor acuer
do
entre evaluador
Escalas de es,
incidentes críticos no fuerza
diferencias, ha
ce que los
evaluadores
piensen acerca
de
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incidentes críticos no fuerza
diferencias, ha
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piensen acerca
de
SUBTOTAL DE PUNTOS
No. + – No. +
Estilos de LIDERAZGO
1
Liderazgo transaccional
Este estilo de liderazgo comienza con la premisa de que los miembros del equipo están
de acuerdo en obedecer a su líder totalmente cuando toman un trabajo. La
“transacción” es por lo general que la organización paga a los miembros del equipo, a
cambio de su esfuerzo y cumplimiento. Como tal, el líder tiene el derecho a “castigar” a
los miembros del equipo si su trabajo no cumple con el estándar predeterminado. Los
miembros del equipo pueden hacer poco para mejorar su satisfacción en el trabajo bajo
el liderazgo transaccional. El líder podría dar a los miembros del equipo un cierto
control de sus ingresos / recompensa mediante el uso de incentivos que fomenten
normas aún más altos o una mayor productividad. Alternativamente, un líder
transaccional podría practicar la “gestión por excepción”, mediante el cual, en lugar de
recompensar un trabajo mejor, él o ella podría tomar medidas correctivas si no se
cumpliesen las normas requeridas.
2
Liderazgo autocrático
En virtud de los estilos de liderazgo autocrático, todos los poderes de toma de
decisiones están centralizados en el líder; como se intuye, esos líderes, por tanto, son
dictadores. El liderazgo autocrático es una forma extrema de liderazgo transaccional,
donde un líder ejerce altos niveles de poder sobre sus empleados o miembros del
equipo. La gente dentro del equipo se da pocas oportunidades para hacer sugerencias,
incluso si estos serían de interés para la organización del equipo.
Muchas personas se ofenden por que las traten de esta manera. A causa de esto, el
mando autocrático a menudo lleva a altos niveles de ausentismo. También, la salida del
equipo no se beneficia de la creatividad y la experiencia de todos sus miembros, así, las
ventajas del trabajo en equipo se pierden.
Para algunos empleos rutinarios y no cualificados, sin embargo, este estilo puede
permanecer eficaz, donde las ventajas del control pesan más que las desventajas.
3
Liderazgo transformacional o adaptativo
El liderazgo transformacional es un estilo que se define como el liderazgo que crea el
cambio valioso y positivo en los seguidores. Un líder transformacional se centra en la
“transformación” a otros; transformación a ayudarse unos a otros, a tener en cuenta a
los demás, para que el trabajo sea alentador y armonioso, y para mirar “hacia fuera”
para “ver” la organización en su conjunto. En esta dirección, el líder aumenta la
motivación, la moral y el rendimiento de su grupo seguidor. Una persona con este estilo
de liderazgo es un verdadero líder que a su equipo inspira con una visión compartida
del futuro. Los líderes transformacionales son muy visibles, y pasan mucho tiempo en la
comunicación. No necesariamente conducen desde la parte delantera, ya que tienden a
delegar la responsabilidad entre sus equipos. Mientras que su entusiasmo es a menudo
“infeccioso”, pueden necesitan ser apoyados por “gente de detalle”.
4
Liderazgo de Servidumbre
Este término, acuñado por Robert Greenleaf en la década de 1970, describe un líder
que a menudo no es formalmente reconocido como tal. Cuando alguien, en cualquier
nivel dentro de una organización, lleva el simple hecho de satisfacer las necesidades de
su equipo, él o ella se describen como un “líder servidor”. Este enfoque de Siervo de
Liderazgo esta en el líder como siervo, con su papel fundamental estar en vías de
desarrollo, permitiendo y apoyando a los miembros del equipo, ayudándoles a
desarrollar plenamente su potencial y entregar lo mejor. En muchos sentidos, el
liderazgo de servicio es una forma de liderazgo democrático, puesto que todo el equipo
tiende a estar involucrado en la toma de decisiones.
Los partidarios del modelo de liderazgo de servicio sugieren que es una forma
importante por delante en un mundo donde los valores son cada vez más importantes,
y en la que los líderes de servicio a lograr sobre la base de sus valores e ideales. Otros
creen que en situaciones de liderazgo de la competencia, las personas que practican el
liderazgo de servicio pueden encontrarse “dejados atrás” por los líderes que utilizan
otros estilos de liderazgo.
5
Liderazgo carismático
El Líder Carismático y el Líder Transformacional pueden tener muchas semejanzas, en
esto el Líder Transformacional puede ser también carismático. Su diferencia principal
está en su foco básico. Mientras que el Líder Transformacional tiene un foco básico de
transformar la organización y, completamente posiblemente, sus seguidores, el Líder
Carismático puede no querer cambiar algo. Un estilo de mando carismático puede
parecer similar a un estilo de mando transformacional: el líder inyecta dosis enormes de
entusiasmo en su equipo y es muy enérgico.
Sin embargo, los líderes carismáticos pueden tender a creer más en sí que en sus
equipos. Esto puede crear un riesgo que un proyecto, o hasta una organización entera,
pudiera caer si el líder se debiera ir porque en los ojos de sus seguidores, el éxito se
amarra con la presencia del líder carismático. Como tal, el mando carismático lleva la
gran responsabilidad y necesita el compromiso a largo plazo del líder.
6
Liderazgo democrático o participativo
Aunque un líder democrático tomará la decisión final, él o ella invita a otros miembros
del equipo para contribuir al proceso de toma de decisiones. Esto no sólo aumenta la
satisfacción en el trabajo mediante la participación de los empleados o miembros del
equipo en lo que está pasando, sino que también ayuda a desarrollar las habilidades de
las personas. Los empleados y los miembros del equipo se sienten en control de su
propio destino, y por lo tanto están motivados para trabajar duro por algo más que una
recompensa financiera. Liderazgo demócrata puede producir un trabajo de alta
cantidad por largos períodos de tiempo. Muchos empleados como la confianza que
reciben y responden con la cooperación, el espíritu de equipo y la moral alta.
Como la participación lleva tiempo, este estilo puede llevar a cosas que suceden más
lentamente que un enfoque autocrático, pero a menudo el resultado final es mejor.
Puede ser más adecuado, donde el trabajo en equipo es esencial, y en donde la calidad
es más importante que la velocidad en el mercado o la productividad.
7
Liderazgo de no intervención (laissez-faire)
El estilo de mando de política de no intervención también se conoce como el “estilo de
no intervención”. Es aquel en el que el gerente proporciona poca o ninguna dirección y
da a empleados tanta libertad como posible. Dan toda la autoridad o el poder con los
empleados y deben determinar objetivos, tomar decisiones y problemas de la
resolución solos.
¿Esta frase francesa significa el laissez-faire? y es usado para describir a un líder que
abandona a sus colegas para seguir con su trabajo. Puede ser eficaz si el líder supervisa
lo que se está consiguiendo y comunica este atrás a su equipo con regularidad. El más a
menudo, el mando de política de no intervención trabaja para equipos en los cuales los
individuos son autónomos, con experiencia y expertos. Lamentablemente, también se
puede referir a situaciones donde los gerentes no ejercen el control suficiente. La
ventaja de esta clase del estilo sólo es positiva en el caso de que los empleados sean
muy responsables y en caso de empleos creativos donde una persona es dirigida por sus
propias aspiraciones. En estos casos, se requiere menos dirección, este estilo puede
estar bien.
8
Liderazgo burocrático
Este es el estilo de liderazgo que hace hincapié en los procedimientos y métodos
históricos, independientemente de su utilidad en entornos cambiantes. Líderes
burocráticos intentan resolver problemas mediante la adición de capas de control y su
poder proviene de controlar el flujo de información. Líderes burocráticos trabajan “por
el libro”, asegurando que su personal siguen procedimientos exactamente. Este es un
estilo muy apropiado para trabajos que impliquen riesgos de seguridad graves, como el
trabajo con maquinaria, con sustancias tóxicas, en alturas o en grandes sumas de dinero
están involucrados, tales como dinero en efectivo-manejo.
9
Liderazgo Informal
Los líderes informales son personas, que nos podemos encontrar tanto a nivel laboral
como en personal, familiar o en el grupo de amistades, son personas que muchas veces
no tienen ni el cargo de responsabilidad ni ejercen de responsables, por lo tanto no son
los que dirigen ni toman decisiones de forma directa, normalmente tienen un papel
destacado en la comunicación informal y poseen un notable poder en la organización,
en el grupo, en entornos familiares, amistades etc.
10
Liderazgo constructivo y funcional
Los Líderes constructivos son los que entendemos que no sólo tratan de subir una
escalera, sino que hacen subir a todos conjuntamente, pero para ello construyen desde
abajo y se muchas veces crecen desde abajo, por lo que los podemos detectar como
personas que hacen crecer a cada miembro del equipo, mirando por el bien de todos,
es decir empiezan a excavar la organización desde abajo, como si levantáramos un
edificio hacia arriba, pero alrededor de la propia excavación también construyen puntos
de apoyo hasta que se convierten en un miembro integral de la construcción que apoya
el resto de la organización. Entendemos que la excavación es más difícil que la escalada,
y que la mayor responsabilidad que asumimos es el liderazgo, más peso pueden
soportar todos los que soportamos de forma conjunta.
A todos estos podríamos recuperar los tres tipos de líderes que os hablé en ¿Qué tipo
de cultura de liderazgo estamos promocionando?:
11
El dirigente del revólver
Normalmente, en estos casos, los dirigentes ponen el revólver cargado de balas de
“fuego” sobre los gestores, responsables y directivos para recordarles que siguen
“vivos” dentro de la compañía, y así de forma escalonada dentro de la propia estructura
de la empresa, dado que, de un momento a otro, la acción puede cambiar. A menudo,
provocan que se sientan como si estuvieran al borde del desastre. Se centran en las
actividades, como, por ejemplo: en conseguir cargar las cajas en los camiones, en el
procesamiento de los nuevos pedidos en lugar de los resultados, en el logro de metas a
tiempo dentro del presupuesto o en la planificación de la próxima estrategia para
aumentar la entrega a tiempo. En otras palabras, los directivos y responsables que usan
la metodología del revólver hacia las personas que tienen a su cargo carecen de la “gran
imagen” de habilidades de liderazgo.
12
El dirigente de la vieja escuela
Los dirigentes de la vieja escuela se centran en los números, hechos y datos, con lo que
ignoran completamente a los que trabajan para ellos. Las cifras son más importantes
porque piensan que los números muestran lo que realmente está pasando en el
departamento.
13
El líder de la curva
Lo denomino el líder de la curva porque, realmente, si pensamos en un entorno fiable,
de confianza, de comunicación, respeto, y no de miedo, se podría denominar como un
entorno feliz, por lo que la curva es como una curva de felicidad, como una sonrisa en
nuestras caras. Explicado este detalle, el líder que hace lo que predica con ejemplo es
un tipo de líder que pone siempre por delante a las personas antes que a sus éxitos
propios. Muchas veces, estos líderes son vistos como “afortunados” por sus colegas, ya
que parecen tener todo en orden, y sus logros son a menudo impresionantes. Pero esto
no es resultado de la suerte; lejos de ello, estos líderes han trabajado duro por su éxito,
por el aprovechamiento de sus mayores activos, las personas, para lograr los mayores
beneficios.
Podemos ver que todos los estilos de liderazgo tiene cabida en las empresas, existen y
seguirán existiendo, es desde los departamentos de recursos humanos, desde la
estrategia de la empresa desde donde se debe definir qué tipo de liderazgo queremos
promocionar.
En otras situaciones, la inflexibilidad y los altos niveles del control ejercido pueden
desmoralizar al personal y pueden disminuir la capacidad de la organización de
reaccionar al cambio de circunstancias externas.
Los diferentes estilos de liderazgo discutidos anteriormente demuestran que los estilos
de liderazgo son las características que definen la crítica a los líderes en las
organizaciones. Son una mezcla y combinación de varios rasgos, y va un largo camino
influye en la cultura de toda la empresa y u organización.