Está en la página 1de 2

De la aprobación definitiva de la reforma tributaria depende buena parte

del futuro económico costarricense a corto y medio plazo: con ella, el


Gobierno de Alvarado trata de frenar el severo deterioro de las finanzas
públicas y poner límite al déficit público, que ya está dejando sentirse
sobre la economía, en plena fase de desaceleración. Algunos partidos
opositores y líderes de empresarios apoyan la propuesta, que eleva el
impuesto de renta, amplía el de ventas a nuevos sectores y limita el
crecimiento de beneficios salariales de empleados estatales.

Los maestros insisten en que la reforma fiscal los afecta de manera


injusta. De poco ha servicio la promesa del Ejecutivo de impulsar un
proyecto de ley para enmendar un rubro. La amplia mayoría de los
educadores mantienen su lucha, según datos del Ministerio de Educación
Pública, patrono de 85.000 personas (2,5% de la población mayor de 18
años) que trabajan para 5.500 centros que suman casi un millón de
alumnos entre niños y adolescentes. Esta es la base de un modelo
considerado ejemplar en la región: Costa Rica está entre los 30 mejores
países del mundo en términos de calidad de educación, según el último
índice de competitividad del Foro Económico Mundial. La cobertura
general en primaria y secundaria supera el 90% y la tasa de
alfabetización cercana al 97%, en medio de Uruguay, Argentina y Chile.

“Han capturado el calendario escolar. Es difícil encontrar en este


momento una escuela pública o un colegio que funcione con normalidad,
menos aún en las zonas periféricas del país”, dijo a EL PAÍS el ministro
de Educación, Édgar Mora. Dice que han vuelto a trabajar más de 7.000
educadores, pero la cifra es baja frente al volumen del gremio agrupado
en tres organizaciones sindicales poderosas en afiliados y en recursos.
El principal portavoz sindical, Gilberto Cascante, dijo que no tenía tiempo
para contestar preguntas de este periódico. Una encuesta de la
Universidad de Costa Rica (UCR) publicada el 5 de octubre decía que la
huelga perdía apoyo popular en su cuarta semana y que tres de cada
cuatro costarricenses se oponía a la suspensión de clases en centros
educativos.

El presidente Alvarado insiste en la necesidad de una reforma fiscal que


permita lanzar señales favorables a los financistas internacionales para
mejorar las condiciones de la deuda, que equivale a un 52% del Producto
Interno Bruto (PIB). El desfase entre gasto público e ingresos alcanza en
este 2018 el 7% de la producción, lo que muestra el peor cuadro de
aprietos financieros en 40 años. Aunque la economía se prevé crezca 3%
en este año, el Ministerio de Hacienda ya reportó un bajo crecimiento de
la recaudación en lo que va del 2018, inferior a 1%, el peor desde la
crisis del 2009. “No hay más tiempo. Los sindicatos deben entender que
estamos tratando de evitar que sean los mercados los que hagan el
ajuste, de una manera más dolorosa”, advertía la ministra de Hacienda,
Rocío Aguilar, este miércoles en una de sus decenas de entrevistas para
insistir en la necesidad del plan fiscal y en la imposibilidad de complacer
a los huelguistas.

También podría gustarte