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1.

Fabricación de ácido sulfúrico : método de


contacto

El método de contacto para la producción de ácido sulfúrico es un método que utiliza una
catálisis heterogénea, es decir, el catalizador empleado está en una fase de agregación

distinta. En concreto, suele utilizarse un catalizador sólido, el pentóxido de divanadio, V2O5.

Este método permite obtener un ácido sulfúrico con una concentración en torno al 98% en peso
(es decir, 98 gramos de ácido sulfúrico por cada 100 gramos de disolución; los dos gramos
restantes son agua), que es el que suele utilizarse en el laboratorio, por ejemplo, para preparar
posteriormente disoluciones menos concentradas.

Igual que el método de las cámaras de plomo, el método de contacto parte del dióxido de azufre
obtenido por distintos métodos. Veamos cada etapa de forma individual.

Primera etapa: producción de dióxido de azufre, SO2

En general, la producción de SO2 se puede escribir como:

S(s) + O2(g) ⇒ SO2(g)

Sin embargo, esta reacción será válida únicamente si la producción del dióxido de azufre se
lleva a cabo a partir de azufre puro sólido. Aunque esta es la situación ideal, por la menor
producción de subproductos o presencia de impurezas y el mayor rendimiento, lo cierto es que
hay muchas plantas de producción de sulfúrico que emplean otras fuentes para la producción

inicial de SO2. Una fuente usada muy habitualmente es la pirita, mineral disulfuro de hierro,

FeS2, que por tostación con exceso de aire produce óxido de hierro(III) y dióxido de azufre en

una reacción redox.

4FeS2(s) + 11O2(g) ⇒ 2Fe2O3(s) + 8SO2(g)

Trabajar con exceso de aire hará que el SO2 producido esté ya mezclado con oxígeno en la

corriente de salida hacia la siguiente etapa, lo cual será necesario para la obtención de SO3.

Una vez obtenido el dióxido de azufre y antes de entrar en el reactor, se debe purificar, ya que
puede estar mezclado con restos de otros compuestos. Para ello se pueden emplear diversos
métodos, como hacerlo pasar por separadores de polvo, mecánicos o electrostáticos, y el lavado
con agua y ácido sulfúrico concentrado. Ya purificado pasará al reactor para la producción de

SO3.

Segunda etapa: producción de trióxido de azufre, SO3, a partir


de SO2

La producción de trióxido de azufre a partir de la reacción del dióxido de azufre con el


oxígeno es una reacción exotérmica y reversible (no se produce de forma completa sino que
alcanza un equilibrio químico, en el que sigue habiendo presencia tanto de reactivos como de
productos). Podemos escribir su ecuación termoquímica como:

2SO2(g) + O2(g) ⇔ 2SO3(g) ΔH = -196kJ·mol-1

La reacción se lleva a cabo en presencia de un catalizador sólido, que puede ser platino o

pentaóxido de vanadio, V2O5, aunque este último es más habitual porque es menos susceptible
de envenenamiento y desgaste que el platino (especialmente en plantas en las que se obtiene el
SO2 por tostación de pirita, ya que esta a menudo contiene arsénico. El arsénico no se puede
eliminar en su totalidad de la corriente de gases producidos y envenena el platino en el
convertidor). La actuación del catalizador es óptima entre 400 y 450ºC, y es por este motivo que
se emplean estas temperaturas, a pesar de que una disminución de la temperatura favorecería
la reacción termodinámicamente (por ser exotérmica) pero afectaría negativamente a la cinética
de reacción, como se explicará con mayor detenimiento en un apartado posterior. En cuanto a la
presión, se mantiene a 1 o 2 atmósfera, pues si bien un aumento de la presión favorecería el
desplazamiento de la reacción a la derecha (principio de Le Châtelier) supondría un
sobrecoste no asumible del proceso industrial. De hecho, esto ocurre a menudo y es una
limitación importante en la industria: las mejores condiciones para el proceso químico no tienen
porqué ser (y generalmente nunca son) las mejores condiciones para el bolsillo de la industria,
principalmente considerando los costes de la energía eléctrica.

Tercera etapa: Conversión del SO3 en ácido sulfúrico


La conversión del SO3 en ácido sulfúrico no se puede llevar a cabo por simple reacción del

trióxido de azufre con agua. ¿Por qué? El motivo es que la reacción SO3 + H2O ⇒ H2SO4 es

incontrolable y crea una niebla de ácido sulfúrico y de trióxido de azufre que afecta
negativamente al proceso. Por ello, en lugar de esto, lo que se hace primero es disolver el
trióxido de azufre en ácido sulfúrico concentrado, lo que produce ácido disulfúrico
(Dihidrogeno(heptaoxidodisulfato) para los amigos de la IUPAC desde 2005 y óleum para los
químicos más anticuados, debido a su consistencia aceitosa y color café oscuro):

H2SO4(l) + SO3(g) ⇒ H2S2O7(l)

A este ácido también se le denomina ácido sulfúrico fumante, por su tendencia a emitir vapores.

El H2S2O7(l) sí que puede reaccionar con agua de forma segura en una reacción favorable

termodinámicamente, descomponiéndose para producir ácido sulfúrico concentrado del 97


al 99%.

H2S2O7(l)(l) + H2O(l) ⇒ 2H2SO4(l)

Estudio detallado de las condiciones de reacción en el método


de contacto

La mezcla de SO2 y de oxígeno se introduce en el reactor en las mismas proporciones en

volumen, 1:1, es decir, habrá 1 molécula de SO2 por cada molécula de O2 (la misma cantidad
de gas en las mismas condiciones contiene el mismo número de partículas, nos lo dice la Ley
de Avogadro). Esto hace que el oxígeno esté en exceso, ya que según las proporciones de la

reacción, es necesaria solo 1 molécula de oxígeno por cada 2 moléculas de SO2 (o lo que es lo

mismo, ½ molécula de O2 por cada molécula de SO2, y en realidad hay 1, el doble). Este exceso

de oxígeno favorecerá la producción de SO3 según el Principio de Le Châtelier, ya que es un


reactivo, y es una forma barata de favorecer la reacción. No se utiliza una proporción mayor

porque esto disminuiría la cantidad de SO2 en la corriente de entrada y al final, esta menor

concentración del compuesto que queremos transformar en SO3 sería contraproducente; la

cantidad absoluta de SO3producida por día disminuiría, a pesar de aumentar el porcentaje de

conversión en el reactor (es decir, mayor eficacia pero menor valor absoluto de producto
convertido).
Temperatura y presión

Aunque una disminución de la temperatura favorecerá el desplazamiento del equilibrio

hacia la producción de SO3, por ser la reacción exotérmica. Sin embargo, como se ha

comentado previamente, las condiciones empleadas en el reactor son de 400 a 450ºC, lo cual
no parece una temperatura muy baja que digamos. Entonces… ¿por qué se emplea una
temperatura tan elevada, si sabemos que la menor temperatura favorecería el desplazamiento
del equilibrio? Hay dos motivos: uno es cinético (la temperatura muy baja hará que el equilibrio
esté más desplazado, pero que la reacción sea más lenta) y otro es por el rendimiento del
catalizador. Así, la temperatura empleada es una temperatura de compromiso: el catalizador

funciona bien, se produce una proporción suficientemente elevada de SO3 en la mezcla de


equilibrio y a una velocidad también lo suficientemente elevada. En cuanto a la presión, aunque
la reacción se verá favorecida por un aumento de la misma (inicialmente tenemos 3 moles, en
los reactivos, y se producen 2 moles), lo cierto es que incluso a una presión poco mayor que la
atmosférica, entre 1 y 2 atmósferas, que son las condiciones utilizadas, ya se logran

rendimientos muy elevados de obtención de SO3, de modo que no compensa el gasto

económico que supone aumentar aún más la presión.

Uso de un catalizador

El catalizador no afectará a la posición del equilibrio, sino únicamente a la velocidad de


reacción (en ambos sentidos). En ausencia de catalizador la reacción es tan lenta que
prácticamente no transcurre de forma apreciable. Así, el catalizador logra que la reacción sea lo
suficientemente rápida y que suceda con un buen rendimiento a pesar de que los gases pasan
poco tiempo en el reactor con este método.

2. Fabricación de ácido sulfúrico: método de las


cámaras

Se podría decir que el ácido sulfúrico es uno de los compuestos químicos más “antiguos”, al
menos en su relación histórica con el ser humano. Ya los alquimistas lo usaban, si bien lo
llamaban con nombres muy curiosos: vitriolo, aceite de vitriolo y licor de azufre (este último
ya se acercaba un poco más a la realidad).

Además de su antigüedad histórica, hoy en día, el ácido sulfúrico, H2SO4, es uno de los
productos químicos más utilizados, y por ello es producido industrialmente en ingentes
cantidades. Incluso se ha llegado a utilizar el parámetro de producción anual de ácido
sulfúrico de un país como una medida de su grado de desarrollo. En la actualidad sigue
teniendo la misma importancia como materia prima, aunque no la misma importancia a nivel
estratégico.

Existen, esencialmente, dos métodos para la producción de ácido sulfúrico. El primero, y más
antiguo, es el llamado método de las cámaras de plomo. El segundo, el método más utilizado
en la actualidad, recibe el nombre de método de contacto.

En esta primera entrada hablaremos del método de las cámaras y dejaremos el método de
contacto para una entrada posterior.

MÉTODO DE LAS CÁMARAS DE PLOMO PARA LA PRODUCCIÓN DE H2SO4

Este método es menos utilizado que el de contacto, ya que sólo es capaz de producir un ácido
sulfúrico con una concentración de entre el 62 y el 78%.

Aquí vemos un esquema general y, después, se describirá el proceso paso a paso, si bien se
trata de un proceso de producción continuo (todos los elementos del sistema están en
funcionamiento simultáneamente y de forma constante, con un aporte continuo de reactivos):
Las etapas principales de que consta la fabricación del ácido sulfúrico por el método de las
cámaras de plomo son:

1. Obtención del dióxido de azufre, SO2, generalmente a partir de la principal materia prima:
el mineral conocido como pirita, de fórmula FeS2. Este proceso se lleva a cabo en un horno de
tostación de pirita. La tostación de la pirita produce un gas que contiene el SO2 requerido en
una proporción aproximada del 10%; el 90% restante son otros gases.

2. Oxidación de SO2 producido a trióxido de azufre, SO3, por la acción del aire en
presencia de un catalizador. El gas procedente del horno de tostación de pirita, con un 10% de
SO2, pasa a un segundo elemento del sistema, la llamada Torre de Glover. Esta torre, de unos
16 metros de altura, está rellena con anillos de porcelana. Por la parte superior de la torre entra
una corriente de la llamada mezcla nitrosa. Dicha mezcla contiene ácido sulfúrico y óxidos de
nitrógeno, NO y NO2, principalmente, que son los que actúan como catalizadores.

En esta Torre de Glover, tiene lugar, en parte, la reacción:

SO2 + O2 –> SO3

El SO2 que se oxida es el que está presente en la mezcla de gases procedente del horno de
tostación de pirita.
Asimismo, también cierta cantidad del SO3 que se va produciendo (en torno al 10% del SO2
inicial) pasa a ácido sulfúrico según:

SO3 + H2O –> H2SO4

En realidad, la reacción es más compleja y parece ser que también hay intervención aquí, en la
torre de Glover (no solo en las cámaras de plomo posteriores) del óxido de nitrógeno:

SO2 + NO2 –> NO + SO3

SO3 + H2O –> H2SO4

Éste es el llamado ácido de torre o ácido de Glover, que tiene aproximadamente una
concentración del 78%, pero no es el producto final. El ácido considerado producto final es el
que se produce en las cámaras de plomo en la siguiente etapa.

En este proceso de producción de sulfúrico en la torre de Glover, los óxidos de nitrógeno son
liberados sin consumir (son catalizadores, no se consumen en el proceso) y quedan en
disposición de seguir siendo utilizados. Estos óxidos de nitrógeno, junto con otros gases, reciben
el nombre de mezcla de gases de la torre de Glover. Dicha corriente sale de la torre de
Glover y es dirigida a las cámaras de plomo. La mezcla de gases de la torre de Glover está
formada esencialmente por: SO2, SO3, NO2, NO, N2O3, N2, O2 y vapor de agua.

3. Combinación del trióxido de azufre con el agua para formar el ácido sulfúrico de
cámara, H2SO4. Aunque ya hemos comentado que cerca del 10% del SO2 inicial se transforma
en sulfúrico en la torre de Glover, el 90% restante lo hace en las cámaras de plomo. A estas
cámaras (que suelen ser de 12 metros de ancho, 18 de alto y de 30 a 60 de largo) llega la
mezcla de gases de la Torre de Glover formada, como dijimos, por: SO2, SO3, NO2, NO, N2O3,
N2, O2 y vapor de agua. Suelen ser de 3 a 6 cámaras colocadas en serie. Las cámaras
desempeñan una triple función: suministran el espacio necesario para que se mezclen los
gases convenientemente y se puedan llevar a cabo las diversas reacciones de producción del
ácido, eliminar el calor producido en dichas reacciones (porque, al tener una gran superficie
por su gran tamaño, facilitan la disipación del calor) y proveer una superficie de
condensación para el ácido que se va formando (como en el caso del calor, a mayor
superficie más eficaz será la condensación).

El mecanismo de reacción postulado para la producción de sulfúrico en las cámaras de


plomo es un proceso complejo que se puede resumir del modo siguiente:

2SO2 + N2O3 + O2 + H2O –> 2SO2(OH)(ONO) (ácido nitrosilsulfúrico)

Este compuesto, en forma de niebla, se disocia al enfriarse, regenerando el catalizador N2O3:


2SO2(OH)(ONO) + H2O –> 2H2SO4 + N2O3

Otro mecanismo más sencillo propuesto para la reacción de formación del H2SO4 en las
cámaras es el siguiente:

SO2 + H2O –> H2SO3

NO + NO2 + H2O –> 2HNO2

HNO2 + H2SO3 –> H2SO4

El ácido sulfúrico que condensa en las paredes de las cámaras se acumula en el fondo de
las mismas y se extrae. Éste es nuestro producto final, y tiene una concentración en torno al
62 – 68%. No obstante, en el interior de las cámaras de plomo quedan gases residuales. Dichos
gases residuales, compuestos principalmente por nitrógeno, oxígeno y trióxido de nitrógeno,
N2O3, pasan a un nuevo elemento del sistema posterior a las cámaras: la torre de Gay-Lussac.
También puede haber en dichos gases SO2 y SO3 que han quedado sin reaccionar.

4. Regeneración de la mezcla nitrosa en la torre de Gay-Lussac. Cuando los gases


residuales de las cámaras entran en la torre de Gay-Lussac, se mezclan con el ácido
sulfúrico de la torre de Glover. Recordemos que en la torre de Glover se produce cierta
cantidad de H2SO4, en torno al 10% del SO2 inicial, y que tiene una concentración del 78%
aproximadamente. Cuando en la torre de Gay-Lussac se mezcla la corriente de gases
residuales procedente de las cámaras con el sulfúrico, se regenera la llamada mezcla nitrosa,
necesaria par la catálisis de la reacción de producción de sulfúrico. Así, esta mezcla
nitrosa producida se recircula (se retorna nuevamente) a la torre de Glover, haciendo que se
trate de un proceso cerrado y continuo.

Además, si queda SO2 o SO3 en el gas residual que sale de las cámaras, como es mezclado en
la torre de Gay-Lussac y recirculado de nuevo al principio del proceso, no se malgasta, sino que
vuelve a entrar en el ciclo de producción.

Si durante el proceso existen fugas o pérdidas de gases que hagan que se vayan perdiendo
óxidos de nitrógeno, es decir, que se vaya perdiendo catalizador, se compensa con la adición de
ácido nítrico en la torre de Glover.

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