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dé forma a lo real bajo todos sus aspectos Estamos convencidos de que no existe un ‘olo camino para llegar a esa meta, de que no existz una sola forma artistica capaz de expresar el ser de las cosas. Necesitamos muchos caminos y muchas formas, muchas tendencias y muchos experimentos, para constituir un arte que tenga la riqueza y la profundidad de la vida humana, que sea el nuevo lnguaje de Ia nueva realidad, Traduccién de C. RINCON 138 El efecto de lo real Roland Barthes Acopian S/yay Flefecto de lo real Roland Barthes Cuando Flaubert, describiendo la sala donde se encuentra la sefiora Aubain, patrona de Felicidad, nos dice que “un viejo piano soportaba, bajo un barémetro, una pila pi- ramidal de cajas",* cuando Michelet, rela- tando la muerte de Carlota Corday y refi riendo que en la cércel, antes de la llegada del verdugo y de recibir la visita de un pin- tor que le hizo el retrato, llega a precisar ‘que “al cabo de una hora y media, golpea. Ton suavemente a una puertita que estaba detrés de ella",? estos autores (entre mu chos otros) producen notaciones que el ané- isis estructural, ocupado en separar y en sistematizar las grandes articulaciones del relato, ordinariamente y hasta ahora deja de lado, ya sea que se desechen del inventa. 2G. Flaubert, Un corazén simple (Tree cuentos, Pasis, Charpentier. Fasquelle, 1893, pig. 4). 24, Michelet, Historia de Francia, La revolu: cin, tomo V (Lausana, ediciones Reencuentro, 1967, é. 202) 141 tio (no hablando mas de ello) todos Ios deta- Hes “superfiuos” (con relacién a la estrue- tura), ya sea que se traten estos mismos de- talles (21 autor de estas Iineas lo ha inten tado por sf mismo) * como “rellenos” (caté- ists), afectados de un valor funcional indi- recto, ea Ia medida en que, al sumarse, cons- tituyen algin indice de carécter o de atmés- fera, y asi pueden finalmente ser reeupers- dos por la estructura, Parece sin embargo que, si el andlisis pretends ser exhaustive (zy de qué valor podria ser un método que no diera cuenta de la integralidad de su objeto, es decir, en este caso, de toda Ia superficie de la trama narrativa?) tratando de aleanzar, para asig- narle un lugar en a estructura, el detalle absoluto, la unidad indivisible, Ja transicién fugitiva, debe reencontrar fatalmente nota- ciones que ninguna funciéa (aun la més directa de que se trate) permite justificar: estas notaciones son escandalosas (desde ¢l punto ée vista de la estructura), 0, lo que es todavia mas inquietante, parecen de acuer- do con una especie de lujo de la narracién, prédiga hasta el punto de dispensar de los detalles “indtiles” y de elevar asf en algunos Ingares el costo de la informacién narrativa, ® “Introduccién al anélisis eatructural de Jos re- Intos”, Communiouciones, N? 8, Nov. 1966, pag. 1 - 27 142 Poraue si, en la descripeién de Flaubert, en rigor es posible ver en la notacién del piano un indice del status burgués de su propicta- ria y en la de las eajas de cartén un signo de desorden y como de desherencia, apro- piados para connotar Ia atmésfera de la ea- sa Aubain, ninguna finalidad parece justi- ficar la referencia. al barémetro, objeto que no es ni incongruente ni significstivo y no participa por Jo tanto, a primera vista, del orden de lo notable; y en la frase de Miche- let, la misma dificultad para dar cuenta es- trueturalmente de todos los detalles: que el verdugo sucede al pintor, s6lo esto es nece- sario para la historia: el tiempo que duré la pose, la dimensién y la situacién de la puer- ta son indtiles (pero el tema de la puerta, Ja dulzura de la muerte que golpea tienen un valor simbélico indiscutible). Aun cus do no sean numerosos, los “detalles ind les” parecen pues inevitables: todo relato, al menos todo relato occidental de tipo co- rrinte, tiene algunos de ellos. La notacién insignificativa * (tomando es. ta palabra en su sentido propio: aparente. 4 Bn este breve resumen, no daremos ejemplos {de notaciones “insigniticativas”, puesto que lo insig- nifieative pucdo mostraree sélo dentro de una ex tructura muy vasta: una ves eitads, una notacién no es ni significativa ni insignificativa: le hace fal- ta un contexte ya analizado, 143

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